Mi hermana la independentista catalana

A las anti-sistema también les gusta el sexo y no les importa que sea en familia.

Tengo un culo de goma.

Aunque en realidad no es un culo, sino un coño y no es de goma si no de silicona, me costo casi 150 euros.

Lo he utilizado pocas veces y es que tengo que estar muy caliente para satisfacerme con él porque tengo todo un ritual para utilizarlo, aparte está el hecho de que como tengo una polla más gruesa de lo normal me cuesta un poco meterla y algunas veces me hago daño.

El culo de goma es básicamente el trasero de una mujer visto desde atrás, sin el orificio del ano y con una vagina con los labios muy marcados.

Me hubiese encantado comprarme una muñeca de silicona, las hay preciosas y no son tan caras como uno piensa, sin embargo el miedo  a que la mujer de la limpieza (61 años) que visita mi casa cada dos semanas la viese me echa bastante para atrás.

El culo de goma lo tengo escondido en un baúl con candado, en un pequeño cuarto que utilizar como trastero.

Vivo en en pueblo cerca de Badajoz en un piso de 100 metros cuadrados, estoy divorciado desde hace un año, mi afición a la silicona con forma de mujer empezó justo dos meses después de divorciarme.

Y es que en la empresa en la que trabajo, hay 25 mujeres y solo tres hombres en plantilla.

El que no ha tenido una mujer como Jefa, no puede darse una idea del morbazo que puede llegar a darte este hecho.

Mientras estaba casado, mi apetito sexual estaba totalmente cubierto, cada dos días como máximo cumplia con Sonia mi Ex-mujer.

Desde novios le encantaba follar conmigo, y es que la mayoría de los hombres pensamos que el tamaño importa, algo que no voy discutir, sin embargo lo que hace gozar de verdad  a una hembra es el grosor de tu polla.

Si la tienes pequeña independientemente de su grueso, se saldrá más veces en según que posiciones y eso es una molestia cuando estás en plena faena, para ellas y para nosotros.

Aunque me gustaba que Sonia me chupase la polla, no lo hacía casi nunca, la excusa que ponía era que se podía hacer daño en la boca, porque tenía que abrirla más de lo normal.

Nuestro divorcio fue por culpa de la directora de mi empresa, con la cual tuve que ir en dos ocasiones a la central en Madrid y quedarme durante dos semanas en un hotel.

No seais mal pensados, nunca me folle a Nuria, una atractiva divorciada de 49 años con dos hijas y no fue por falta de ganas por mi parte, si no porque en ningún momento se dio una ocasión que fuese favorable.

Y es que Sonia era muy celosa, y se pensaba que me la follaba en Madrid, así que sus celos me devolvieron a la soltería.

En mis primeras semanas como divorciado me fui de discotecas para darme cuenta de que en muy pocos años había cambiado ostensiblemente la forma de buscar pareja y que en estos ambientes un tipo con 35 años equivale prácticamente a un hombre de la tercera edad.

Me apunté a varias web de citas online, pero las tres mujeres con las que quede estaban enamoradas del amor, por lo tanto buscaban un príncipe azul, y yo no he sido nunca especialmente romántico.

También pensé en recurrir a la prostitución, pero cuando uno ha ido a un prostíbulo de Madrid o de Barcelona, se espera algo mucho más serio que lo que se ve en una casa de citas de carretera en Extremadura.

Ahora que he mencionado Barcelona, os diré que nací allí y me vine a vivir aquí a Extremadura cuando me case con Sonia.

Allí dejé a mis Padres y a mi hermana, mis padres son de Córdoba y mi hermana al igual que yo nació en Barcelona.

Mi hermana acaba de cumplir 25 años hace muy poco, por cierto, me parece que no os he dicho que me llamo Carles, si igual que Carlos pero con una  “E” en vez de una “O”, que es la versión catalana del nombre.

Laia no ha tenido demasiados trabajos, y los pocos que ha tenido no le han durado mucho más de una semana.

Es antisistema y también en independentista, en casa de mis padres estaba prohibido hablar de política, porque Laia siempre acababa insultando y llamando “Fachas” a los que no eran independentistas como ella, caso de mis padres y de mi mismo.

Mi padre estuvo siempre muy bien relacionado con la Policía Autonómica y gracias a ello fue avisado de que mi hermana estaba empezando a ser muy vista en las quemas de banderas francesas y españolas.

Su amigo de la policía le comento que solo era cuestion de tiempo que su hija fuese detenida, de hecho tenían fotografías de mi hermana quemando libros de la Constitución Española y banderas a cara descubierta.

Así que le aconsejaron a mi padre que mi hermana desapareciera por un tiempo de los ambientes secesionistas, mejor aún si abandonaba durante un tiempo por prudencia la comunidad autónoma en la que vivía.

Mis padres lo primero que hicieron fue pensar en mi como es lógico,me hubiera podido negar si estuviese casado, pero no era el caso.

Cuando llegó mi hermana a Extremadura, hacía tiempo que me había masturbado ya pensando en todas y cada una de  mis compañeras de trabajo, ese era mi nivel de fogosidad.

Pero cuando estaba especialmente excitado, situaba el culo de goma encima de la mesa, me llenaba la polla de lubricante con base de agua y la metia pensando en Anna, mi compañera de trabajo.

Anna, me recordaba a Bridget Jones en sus tiempos más

redondos

,

en los que había acumulado más peso, su cara y su trasero eran lo que más me atraía de ella.

Su cara era una mezcla de inocencia y picardía, o por lo menos era lo que me hacía sentir a mi.

Y era de esas personas que cada dos por tres tienen un problema con el ordenador, por lo que siendo yo  el informático de la empresa, hizo que acabáramos conociéndonos muy bien.

Cuando estaba con ella en su despacho  me calentaba sobremanera  y cuando llegaba a casa tenía que recurrir al culo de goma, el cual dejaba desbordado de leche.

Cerraba los ojos y pensaba en el culo de Anna, y así empezaba mi mete y saca en la mesa.

No me atrevía a quedar con ella, aunque la notaba receptiva, primero por miedo a una posible negativa y segundo por el famoso refrán:

-"donde tengas la olla, no metas la polla" .

Así que yo vivía feliz en mi conformista e imaginario mundo de sexo hecho de silicona, hasta que apareció mi hermana.

Mi abuelo tenía la teoría, que yo siempre he considerado una verdad absoluta, de que una mujer con muchas tetas, tendrá poco culo y viceversa.

Para ser claros, en una mujer no podías disfrutar

nunca

a la vez de un poderoso culo y unas pechos generosos, o era una cosa o la otra, por ello el hombre debía renunciar a una cosa o a la otra.

Mi hermana era del grupo en el que la naturaleza le había hecho crecer mas las tetas y con lo delgada que estaba parecía estar operada.

Cuando llego a casa me hice a la idea de que mis sesiones de pajas se habían acabado hasta que no se fuese, y que me tendría que masturbar en mi triste lavabo.

La habitación en la que iba a estar mi hermana, tenía su propio cuarto de baño por lo que no necesitaria salir de su habitación para hacer sus necesidades o ducharse.

Mis padres prácticamente la habían obligado a quitarse las rastas y a vestir un poco mejor, acostumbrado a las pintas que tenía cuando visitaba a mis padres en Navidad, su look ahora era algo más moderado.

Para “celebrar” que había venido esa primera noche fuimos a cenar a uno de los dos únicos restaurantes del pueblo.

En esa toma de contacto, me di cuenta de lo radicalizada que estaba en prácticamente todos los aspectos de sus vida.

Para comer mi hermana pidió una ensalada y yo una tabla de embutidos.

Cuando trajeron los platos, miro el mio indignada y dijo:

  • Carles, has pensado en lo mucho que sufren los animales para que tu tengas ese plato encima de la mesa.
  • Laia, soy un hombre y los hombres no podemos hacer más de una cosa a la vez, no tengo posibilidades de pensar y comer a la vez -.

Le conteste yo jocosamente. * Parece que consideras gracioso el sufrimiento ajeno, Carles. * Laia, recuerdo que hace dos años te encantaban los Doner Kebab. * Carles, eso es el pasado, ahora soy vegana. * Laia, disfruta de tu comida y respeta que yo no sea vegetariano.

La conversación me puso de muy mala leche, no volvimos a hablar hasta que llegamos a casa.

Le pedí por favor a mi hermana que fuese más comprensiva con los que no piensan como ella, que deseaba mucho que disfrutara de su estancia aquí conmigo, y que la echaba de menos más de lo que ella pensaba.

Me miró con una sincera sonrisa para darme un beso en la mejilla y me deseó buenas noches.

Al otro dia en el trabajo mientras desayunaba con Anna en el comedor de la empresa, salió en la conversación que había venido mi hermana a vivir un tiempo conmigo y que era vegana.

A Anna se alegró y me propuso que fuésemos a su casa a que nos cocinará en plan vegano, ya que durante un tiempo tuvo que hacer una dieta estrictamente vegetariana y había aprendido mucho sobre el tema.

Al final quedamos en que traería la comida a mi casa y cenariamos el viernes por la noche con mi hermana.

Y llegó el viernes, la casa de Anna está a unos 300 metros de la mia, asi que a las 8 de la noche me llamó para que pasase por su casa a recoger la comida.

Cuando abrió la puerta, me lleve una grata sorpresa viendo lo mucho que se había arreglado para una simple comida casera, ni siquiera en las comidas de empresa la había visto tan atractiva, aunque lo que mas me gusto fue cuando la seguí por el pasillo hasta la cocina.

Se había puesto unos pantalones de licra que le marcaban mucho el trasero, ese culo con el que me habia pajeado imaginandolo más de 100 veces,

Pero la guinda del pastel fue cuando se agacho sin doblar las rodillas par recoger unas bolsas con botellas del suelo de la cocina, tuve una panorámica de sus deseados glúteos que casi me hacen perder los estribos.

Por unos segundos pasó por mi cabeza, abalanzarme sobre ella, romperle los pantalones y follarmela en el suelo de la cocina.

Sin embargo, lo único que tenía era una erección que me tape con una de las bolsas que debíamos llevarnos.

De camino a mi casa, me puse a andar a su lado, ya que si me hubiese puesto detrás, mi polla no hubiese dejado de estar dura, y la verdad es que me dolía bastante porque los pantalones no eran demasiado holgados.

Cuando llegue a casa hice las presentaciones, mi hermana se había puesto una andrajosa camiseta en la que se veía una estelada y en la que se leía en inglés:

Nuevo estado en Europa,

o algo parecido.

Anna que durante el trayecto entre su casa y la mía se veía muy animada y alegre, había cambiado al ver a mi hermana, y ahora la percibia algo menos risueña.

A pesar de lo muy carnívoro que siempre he sido, debo admitir que la comida estaba muy buena, Anna es una cocinera excelente.

Fue una cena en la que hablamos sobre todo de trabajo, creo que Laia se vio algo desplazada, aunque Anna intentaba que no quedará excluida de la conversación preguntándole sobre su vida.

El conflicto llegó cuando después de los postres, empezamos a beber, Anna había comprado una bebida alcohólica africana llamada

Amarula

, que entraba muy bien con unos hielos, ya que era como un

Baileys

muy suave, y era esa suavidad dulzona la que te daba la engañosa sensación de que no se te subía a la cabeza.

Cuando ya llevábamos 2 botellas de Amarula e íbamos para la tercera, se me ocurrio la estupida idea de poner la televisión para buscar algún programa en el cual hiciesen música, tipo

MTV

.

En eso que Anna me comento que nos habíamos quedado sin hielo, y nos fuimos los dos a buscar hielo a la cocina.

Cuando volvimos, mi hermana había cambiado el canal y estaba viendo el canal internacional de Cataluña.

En el estaba hablando el actual presidente de la comunidad autónoma donde nací, el mismo que tiene un peinado de fregona.

Pusimos el hielo encima de la mesa y le pedí por favor a Laia, que cambiase el canal ya que Anna no entendía el catalán.

  • Pues debería aprenderlo, es cultura-

. soltó mi hermana sin cortarse un pelo.

Anna se lo pensó un poco y nos dijo que estaba cansada, que se volvía a casa, que había sido un placer estar con nosotros.

Anna es una persona que huye siempre que puede de las situaciones conflictivas.

  • No te preocupes, Anna, ya me voy yo a dormir, parece que los catalanes y su lengua ,te molestamos.

Anna cogió su chaqueta y se preparó para salir de mi casa y contesto a Laia:

  • Laia, creo que fue vuestro “Muy Honorable” Pujol, el que decía que hasta la tercera generación nacida en Cataluña, no eras catalana, y si mal no recuerdo tus padres son Andaluces, eso ¿En que te convierte?.

Antes de que Laia pudiese contestar, salió por la puerta.

Ahora ya sabía que las dos eran como perros y gatos, nunca se llevarian bien.

Yo le dije que a mi hermana muy enfadado que ya hablariamos, y salí disparado detrás de Anna.

Cuando la encontré 50 metros más adelante, me pidió disculpas y me dijo que no pudo reprimir contestar a mi hermana.

Y pidiéndole que me guardase el secreto, le explique el porque mi hermana estaba aquí conmigo.

Anna me preguntó cuál era mi posición en estos tema.

  • Anna, creo que a falta de uno, se tendrían que hacer dos referendums, uno para preguntarles a todos los españoles, sobre si deseaban cambiar la constitución para permitir la independencia de las comunidades autónomas y si salía un Si, modificarla y preguntarle a todas las comunidades si se quieren separar o No, eso sería lo más democrático, todo lo demás son ilegalidades y estupideces.
  • Carles, tienes toda la razón, pero dejemos el tema, no nos lleva a ningún lugar, por cierto ¿Quieres tomar un café o alguna copa más de Amarula?.

De alguna manera, me sentía obligado

a estar con ella, mi hermana se había comportado groseramente con ella, así que asentí y entré en su casa,

Nos sentamos en el sofá y Anna puso la radio, una emisora en la que ponian musica de los 80.

  • Anna, nunca hubiese dicho que cocinaras tan bien la comida vegana, hoy he disfrutado, pese a ser carnívoro.
  • Carles, cuando deje de salir con mi novio, tambien deje de fumar, la pequeña depresión o grande según se vea que tuve y el no fumar, me hicieron coger bastante peso y la nutricionista que visite me aconsejo, que cuando estuviese deprimida o estresada optara por comida vegetariana.
  • Anna, no te imagino deprimida.
  • Pues lo he estado, Carles.

Estuvimos unos minutos mirándonos y esperando a que el otro hablara o hiciese algo.

Opte por romper el silencio.

  • Estoy muy bien, aquí en Extremadura, pero para ser sincero, me siento muy solo, no he conectado con nadie aquí.

La pregunta que me hizo Anna, me dejó descolocado, es más tuve que asimilar, porque no creía que me la estuviese haciendo.

  • Carles, ¿cuánto hace que no follas?.

Me quedé planchado, porque no sabía si era una invitación o una pregunta.

  • Desde que me divorcie, Anna.
  • Nunca hubiese pensado que llevases tanto tiempo, Carles.
  • Y tu cuanto llevas sin hacerlo, Anna.
  • Más o menos, el mismo tiempo que tú, Carles.

Mientras me miraba a los ojos, sentí su mano en mi entrepierna y enseguida note como me bajaba la cremallera y liberaba mi polla.

Mi polla empezó a crecer, pero debido a lo mucho que habíamos bebido no terminaba de estar a plena potencia.

Anna lo noto y me bajó los pantalones, me miro a los ojos y me pregunto.

  • Carles, ¿Crees que has conectado conmigo?.

No conteste, y ella bajó la cabeza y comenzó a hacerme la mamada de mi vida y yo me deje hacer.

En cuanto, note la humedad de su boca en mi glande, mi polla empezó a aumentar su tamaño, no dejó ni un solo milímetro de mi pene sin ser lamido y mientras me acariciaba los testículos, cuando terminaba de comerse el tronco de la polla, volvía a la cabeza de mi polla y la chupaba con fuerza.

Se puso cómoda, yo empeze a pensar que dejaría de chuparmela porque ya estaba a tope y le molestaria metersela en la boca, y se sentaria encima de mi o me diría que me pusiese encima de ella y me la follase,

Pero, no, después de 5 minutos estaba a punto de correrme y con la mano hice el ademán de que se quitara que me iba a correr.

Cual fue mi sorpresa cuando ignoró la señal y cuando notó que empezaba a salir semen, empezó a tragarlo sin ningún tipo de problema, cuando pensé que no me quedaba nada dentro pegó un último chupetón, que me hizo salir un poco más, la sensación era como si yo fuese una piscina y me estuviera vaciando y cada gota que se perdía te produjese un placer más fuerte que el anterior.

Se levantó y me miró a los ojos.

  • ¿Crees que todavia estas solo, Carles?.

No me atrevía a contestar después de lo que había pasado, y menos aún no estando sobrio y con los pantalones bajados.

  • Será mejor que te vayas a casa, esto es un pueblo y si te viesen salir de mi casa sin haberte visto entrar mañana por la mañana , lo minimo que me llamarian las cotorras del barrio es Puta y mis padres viven a 500 metros, Carles.
  • Me gustaría mucho que te quedaras, pero es lo que hay, mandame un Whatsapp en cuanto te despiertes.

Anonadado por todo lo que había sucedido y cuando me di cuenta estaba en la puerta del pasillo a la calle de la casa de Anna dándonos un buen beso con lengua.

Cuando me acosté en mi cama eran alrededor de las tres de la mañana, me costaba mucho dormirme, no acababa de olvidarme de la extraordinaria mamada de Anna, pero seguía pensando en su culo.

Acabe llegando a la conclusión de que con una paja no tendría suficiente para calmarme y poder dormirme, asi que decidi ir a buscar mi culo de goma.

Salí en calzoncillos por el pasillo, estaba muy empalmado pensando en Anna y en lo que iba a hacer ahora.

Pase por delante de la habitación de mi hermana, que está al lado del cuarto trastero, la puerta de mi hermana estaba abierta de par en par, pero debido a la oscuridad no pude verla.

Entre en el trastero y abrí la caja con la llave del candado, haciendo el menor ruido posible, tuve la precaución de meter el culo de goma en una bolsa del Carrefour, no fuese a ser que mi hermana me pillase en el pasillo con semejante cosa en las manos.

Llegue a mi habitación sin problemas, embadurne de lubricante a mi polla y en la mesa del escritorio puse el culo de Goma, me folle en mi imaginación a Anna y su apetecible culo.

Aunque no tenía mucha leche, debido a que Anna me había ordeñado la la polla antes y se había bebido casi todo mi semen, tenia que limpiar el culo de goma antes de guardarlo.

Con Laia por la casa no me atrevía a dejarlo en algun cajon y correr el riesgo de que lo viese, de pequeña a Laia le gustaba mucho registrar las habitaciones.

Fui al lavabo del pasillo, encendí la luz y  haciendo el mínimo ruido limpie el culo de goma, cuando acabe lo metí en la bolsa del Carrefour.

Antes de apagar la luz del lavabo, eche una mirada a la habitación de mi hermana, que con la luz que salía del lavabo se veía en penumbra.

Me pareció ver que se había destapado y que dormía desnuda, pero no lo podría asegurar.

Fui al trastero y guarde en el cajón el culo de goma.

No tarde mucho en dormirme, me levanté a las 3 de la tarde con mucha sed y un principio de dolor de cabeza, que afortunadamente no se parecía en nada a una resaca, asi que comi algo y me tomé un par de aspirinas, por si acaso.

Estaba cansado, aunque no tenia mas sueño, asi que decidi tomarme un Red Bull y ducharme.

No había visto a Laia, me preguntaba qué habría comido este mediodía, mire en su habitación, la puerta de su lavabo estaba cerrada, seguramente se estaba duchando, así que aproveché para ir al del pasillo.

Cerré la puerta con el pestillo y me quite la ropa, aproveche para echar una meada, no me gusta soltar la meadilla mientras me ducho, lo veo anti-higienico.

Mientras me la sacudía, se me empezo a poner

morcillona

, recordando la boca de Anna y lo bien que me había comido la polla.

Aprovecharía la ducha para masturbarme, asi que con mis alrededor de 16 centímetros me dispuse a entrar en la bañera para ducharme.

La sorpresa fue de campeonato, tanto para mi hermana como para mi, cuando abrí la mampara de la ducha, mientras estaba dándose un baño se había quedado dormida escuchando música en la bañera.

Para imaginarse la situación, mi hermana tan relajada que se había quedado dormida y se despierta con una gruesa polla en plena erección a menos  de 15 centímetros de su cara.

Nunca había visto a mi hermana con los ojos tan abiertos, tampoco la había visto nunca mirandome el pene con tanto detenimiento.

Cuando me recupere del susto, intente taparme la polla con las manos, gesto más bien estúpido, ya que no conseguí tapar nada.

  • Menuda trempera tienes, Carles-.

exclamó mi hermana entre sorprendida y sarcástica. * Laia, que haces en este lavabo, tienes uno en tu habitación. * Es que me apetecía un buen baño relajante y mi lavabo solo tiene ducha,Carles.

Pensé en una toalla para taparme la polla, así que cogí la que tenía preparada mi hermana para secarse.

  • Sabes, hermano mío, que necesitare la toalla para secarme.

Y diciendo esto se levantó de la bañera, fue inevitable que le mirara los pechos a mi hermana, parecía extraño que una chica delgada como ella tuviese tanto pecho y aun mas extraño es que fuese sin operación, los pezones no eran excesivamente grandes y se adivinaban firmes, mojados como estaban se veían muy  deseables, tanto como para que cualquier hombre hundiese su cara entre ellos.

Me di cuenta de que llevaba demasiado tiempo mirándole las tetas a mi hermana, en el momento que soltó sin ningún atisbo de vergüenza:

  • Son de tu agrado, hermanito.

Y se empezo a reir.

Saco una pierna de la bañera y me aparte, en el mismo momento que me alejaba de ella para que pudiese salir, me quito la toalla.

  • Carles, parece que la trempera no baja, ¿Crees que con agua fría conseguirás algo?.

Comenzó a secarse el pelo con la toalla y a mi se me fueron los ojos al matojo de pelo que tenía entre las piernas, Laia no tenía depilado el coño, aunque tenía un atractivo triángulo, eso sí se percibía muy espeso y revuelto.

Para que no me pillara mirando como hizo, cuando le mire las tetas sin querer, deje de observar, recogí mi ropa y me fui a mi habitación, no sin antes decir que me iba, a lo que contestó mi hermana con un escueto:

  • Como quieras, hermano.

Ya en mi habitación, cuando iba a vestirme con la puerta cerrada, note como me pulsaba la polla, es como si tuvieses el corazón en ella, me daba la sensación de que con cada pulsación mi pene se movia, asi que lo mire para cerciorarme de que era más una imaginación mía que una realidad.

Aunque puestos a ser sinceros, la erección no había bajado ni un ápice, seguía mi polla dura como una piedra y no estaba pensando en Anna.

Sin llamar a la puerta entra mi hermana en mi habitación, su única vestimenta son unas zapatillas de ir por casa.

Se queda al lado de la puerta y dice con todo el descaro del mundo:

  • Carles, parece que la españolita es una calienta-pollas, me gustaria saber que no te dejo hacer ayer, eso sigue sin bajar.-

me dijo señalando mi pene, con una sonrisa de triunfo, como las de nuestra infancia cuando sabía que me iba a ganar a algún juego. * Laia, por favor sal de mi habitación, no es correcto que los dos estemos desnudos, somos hermanos. * Sabes, Carles, en el piso en el que estábamos de Okupas,mis amigas y yo

los sábados y los domingos eran días nudistas, solo nos vestiamos para salir a la calle. * Pero esta es mi casa.-

Le conteste. * En una familia sana, ir desnudo no debería ser problema, Hermanito ¿Tienes algo que esconder?. * Vete de mi habitación, Laia, Por favor.-

le conteste muy enfadado, lo peor de todo es que mientras lo decía notaba la pulsión cada vez más fuerte  en mi polla. * Hermanito, te vas a echar a perder con estos cabrones españoles. -

Espetó indignada dándose la vuelta. * Deja de insultar y mira tu Dni, en ese momento sabrás a qué país perteneces, Laia.

Mi hermana cerró de un portazo, me la había quitado de encima, pero mi polla no dejaba de estar empalmada, estaba empezando a preocuparme.

De forma repentina, escuche un fuerte golpe en la habitación de mi hermana y un chillido de mi hermana, al momento escuche a Laia pidiendo ayuda.

La puerta estaba cerrada, yo seguía desnudo, pensaba que le habría pegado un golpe a la estantería de los libros y se le habría caído encima.

La sorpresa fue mayúscula cuando vi la estantería y los libros por los suelos, sin embargo, mi hermana no estaba debajo de la estantería, si no encima de la cama.

Y encima de la cama estaba también mi culo de goma y el lubricante, Laia estaba en la misma posición que el culo de goma, la diferencia entre el real y el de mi hermana, es que mi hermana tenia un poco de vello cerca de los labios de la vagina, que tenia el culo un poco más cerrado, y sobre todo que tenía un ano.

Me di cuenta de que cuando cerré el baúl por la noche no le puse el candado y mi hermana descubrió mi secreto.

  • Venga, hermanito, elige uno de los dos.
  • Laia, estas loca somos hermanos.
  • Carles, no diré nada, es más ni siquiera te voy a mirar, piensa que soy tu españolita.

Sabía que me arrepentiría después, pero tenía la polla tan dura y desde hacia tanto rato, que me daba igual.

Así que me acerque a la cama, agarre a mi hermana de las caderas y se la introduje toda dentro de una sola vez.

  • Ahhhhhh, hermanito, me estas haciendo mucho daño, sacamela, Ahhhhhhh.-

exclamó mi hermana quejandose.

Yo iba a empezar a bombear y me asuste, me quede parado, cuando noto en mi polla que mi hermana empieza a reírse y a mover sus caderas hacia delante y atrás.

Era imposible que con el coño tan mojado, le hiciese daño, se estaba cachondeando de mi, asi que la cogi con mas fuerza, y empecé a dar embestidas brutales.

  • Asi me gusta hermanito, ahora ya no tengo tantas ganas de irme a Barcelona, creo que aquí nos lo pasaremos bien, AHHHHHHHHHHHHHHH.

Cada vez que mi pelvis chocaba con su culo, se escuchaba una palmada, me entró tanto ímpetu que la cogí del pelo de forma algo violenta.

Ella en vez de quejarse, arqueo la espalda para ofrecerme mejor su culo y dejarse coger el pelo y dijo con voz profunda.

  • Ohhhhhh, si, dejate llevar, hermanito, revienta a tu hermana por dentro con ese trabuco.

Sabía que en dos golpes de cadera más me correria, pero para ser sinceros no quería terminar tan pronto, estaba disfrutando con este polvo como nunca había disfrutado con una mujer, nunca había pensado en el incesto y ahora no quería dejar de cometerlo.

Antes de correrme, saqué mi polla y le di la vuelta a mi hermana, quería ver su cara cuando me corriese dentro de ella.

  • Hermanito, ahora no podrás pensar en otra mientras me follas, venga dale a tu hermana lo que se merece, Ahhhhhhhhhhh.

La bese en los labios y en el cuello, ella abrió sus piernas, me metí entre ellas, y Laia las levanto y me cogió del culo.

La introduje de golpe como en la vez anterior.

  • Carles, me gusta tu polla, me siento llena, me siento estrecha, Ayyyyyyyyy.

Le gustaba el sexo duro, cuanto más fuerte bombeaba, mas gemía ella.

Me fije en sus pechos y en cómo se movían cada vez que la embestía era casi hipnótico.

Baje mi cara y bese sus pechos.

Laia empezó a bufar y a cerrar los ojos, quitó las manos de mi espalda y las bajó hasta mi trasero, después se empezó a acariciar los pezones y me miró a los ojos.

  • No te asustes, me voy.

A continuación se puso blanca como la leche y cerró los ojos, pensando que era una broma, le di 6 embestidas más y solté toda la leche que mi cuerpo le pudo dar.

Me tumbe a su lado y le pellizque un pezón con fuerza, me comenze a preocupar cuando vi que no reaccionaba, aunque respiraba, tenía el cuerpo laxo, flojo.

Unos 15 segundos más tarde, abrió los ojos, se incorporó como si no hubiese pasado nada, me dio un beso con lengua y me cogió la polla con fuerza.

  • Hermanito, ¿estás preparado para otro polvo con la hermana que mas quieres?.
  • Laia, ¿qué coño te ha pasado?.
  • Carles, cuando tengo un orgasmo lo suficientemente intenso, me produce lo que los franceses llaman “La Petite Mort” (La pequeña Muerte), al principio me asustaba, pero ahora me dejo llevar, porque hasta que te desvaneces es tan potente el placer que no deseas que finalice y ya has visto cómo acaba.

Reconozco que estaba tan agotado que no pude follarme a mi hermana en todo lo que resto de tarde.

Esa misma tarde serían las 6 de la tarde cuando Anna me mandó un Whatsapp par quedar en unas horas y salir de copas al pueblo de al lado.

La llame a escondidas en el lavabo, para decirle que mejor que quedasemos el Domingo, ya que estaba agotado (Esto era verdad) y que debido a lo mucho que había bebido tenía una buena resaca.

Quedamos para salir el domingo por la mañana, para dar una vuelta por los alrededores, sin mi hermana claro está.

Pero esa noche, la noche del sábado la dedicaría a conocer más en “profundidad” a mi hermana.

A las nueve de la noche pedimos unas pizzas, y aunque nos las podíamos haber comido en el mismo cartón de la pizza, le dije a mi hermana que utilizaramos platos y cubiertos.

Esa noche llevaba puesta ropa que había dejado mi Ex-mujer olvidada, un vestido azul a media pierna con los hombros descubiertos, y a petición mía llevaba braguitas, algo que como buena antisistema que se precie no le gustaba demasiado.

Cuando terminamos de comer, le dije que como buena mujer debía lavar los platos y ella se negó.

La cogí del cuello y la lleve a la cocina, y a regañadientes empezó a lavar los platos.

  • Carles, eres un machista de mierda, tambien los puedes lavar tu, que has comido con ellos.
  • Calla, guarra independentista y haz algo útil.

Se dio la vuelta para darme una bofetada, pero le pare la mano a tiempo, le cogí el vestido por los hombros y se lo rompi.

No llevaba sujetador, sus dos grandes pechos esperaban ser manoseados con salvajismo.

Le agarre la teta izquierda con las dos manos y empeze a besarla, aunque me apetecía morderla.

Baje mi mano a sus bragas y se las rompí con tanta fuerza que le deje marcas en la piel.

Tenía la polla palpitando otra vez de lo dura que estaba, le meti dos dedos en el coño a mi hermana, me encantaba el tacto casi áspero de  su vello púbico, Mi Ex-Mujer siempre estaba bien depiladita.

Tenía el coño muy mojado, la muy viciosa se estaba poniendo muy cachonda con la actuación que habíamos montado.

Yo tenía otros planes, que no había acordado previamente con ella, así que la puse de espaldas y me quite toda la ropa.

La hice agacharse encima del pollete de la cocina, y volví a meter mis dedos en su vagina, aunque esta vez tres.

Mis manos chorreaban de sus flujos, Mi hermana pensaba que me le meteria toda mi polla de golpe cuando noto que apretaba su espalda con una mano contra el pollete de la cocina para que no se moviera.

Con la otra mano, cogí la aceitera y le eche una buena cantidad de aceite en el esfínter de Laia y despues le eche a  mi polla.

Y meti un dedo en su culo.

  • Carles, eso no, soy virgen de ahi y me vas a hacer daño-

dijo casi llorando.

Le metí un segundo dedo, y esta vez se estaba intentando liberar, le asustaba que le follase el culo y eso me ponía aun mas cachondo.

  • Carles, eres un cabron-.

esta vez las lágrimas eran reales, estaba aterrada por el hecho de que le iba a reventar el culo.

Moví los tres dedos y los saque, puse mi gruesa polla delante del orificio de su culo, preparado para entrar por donde hasta ahora nadie había entrado antes.

  • Carles, nooooooooooooooooooo.

Un segundo más tarde, tenía toda mi polla dentro de su coño y la había liberado.

No quería forzar a mi hermana, aunque se lo mereciese, esperaría a que me permitiese encularla alguna vez.

Empujo hacia atrás y se sacó la polla del coño, se sentó en el pollete de la cocina y me beso con lengua con una rabia, que me pareció que me iba a morder.

Notaba las lágrimas que habían corrido por sus mejillas y su sabor salado, me cogio del culo, y se metio la polla en su mojado coño.

Notaba el frío mármol de la cocina cuando pegaba la embestida hacia delante, seguí bombeando durante casi 5 minutos hasta que note que se desvanecía.

Todo su cuerpo se aflojaba, no tardé ni tres segundos en correrme, deje dentro de mi hermana mi polla, hasta que se recuperó.

Esa noche tuvo dos desvanecimientos más, pero esta vez en la cama, y en diferentes posiciones.

Esa misma semana mi hermana me regaló una paja a la cubana, me encanto llenarle su cara y su cuello de lefa calentita.

Después de dos meses he conseguido desvirgar el culo de mi independentista hermana, con su permiso, claro está.

También he conseguido follarme a Anna, por todos sus agujeros, de hecho estoy saliendo a escondidas de mi hermana con ella.

Pero todo eso son otras historias.