Mi hermana abuso de mi

Dos hermanos se quedan solos en casa en unas vacaciones

Somos tres hermanos, mi hermano Carlos es mayor que yo por 4 años, ya no vive con nosotros. Solo estamos yo, de 20 años y mi hermana menor, de 18 años, un descuido de mis padres, ya que no querían tener más hijos.

Para mi hermana, yo siempre fui su ídolo,  a pesar que teníamos varios años de diferencia, fue conmigo que mi hermana compartió mas, con Carlos son 9 años de diferencia, por lo que no compartió tanto como yo.

Las amigas de mi hermana, chicas igual que ella,  eran mis fans, me mandaban saludos , me miraban como un príncipe azul quizás , pero  obviamente nunca le di importancia, yo tenía 18 años, interesado en niñas de mi edad  y ellas apenas 18 años ,  jamás la tome en cuenta,  ni se me pasó por la cabeza meterme con alguna de ellas.

En ese tiempo, en que yo me di cuenta que a mi hermanita, yo también le gustaba. Me hacia dibujos, esquelas de corazones, pero yo solo me reía, cosas de infancia. Incluso una vez, me preguntó si le podía enseñar a besar,  que nunca lo había hecho. En ese momento le dije que estaba loca, que no podía aprender con su hermano, que ya llegaría su hora y aprendería como todos.  Fue algo sin trascendencia, al menos para mí.

Pasaron los años y nuestra cercanía siempre fue de hermanos cariñosos. A veces dormía conmigo,  yo la llevaba al cine, o andar en bicicleta,  en fin, fui un buen hermano.

Pero lo que yo pensé que había quedado en el pasado, ese enamoramiento infantil hacia su hermano mayor, no fue tan así.  Cada cierto tiempo mi hermana mostraba su interés por mí, le gustaba ponerse mi ropa,  siempre alabándome mis músculos, mi cabello, mi barba, le gustaba mucho mi barba, pero jamás pensé lo que se iba a venir.

Fue en las vacaciones de invierno donde todo pasó.  En nuestro país era pleno invierno, inundaciones por todos lados, lluvias torrenciales, mucho frio. Como nosotros ya estábamos grandes, mis padres habían preparado sus vacaciones para ese tiempo. Escaparse del frio y la lluvia, para irse de vacaciones nada más ni nada menos que al Caribe.  A sí que llegó el día, los fui a dejar al aeropuerto con mi hermana. Nos despedimos de ellos, escuchando las recomendaciones de mi padre, que manejara con cuidado por la lluvia y que no dejara sola a mi hermana etc etc.

Así fue como quedamos solos por 10 días. Esa noche volvimos tarde a casa, nos acostamos cada uno en su cuarto. Al otro día, no paró de llover, afuera hacia un frio tremendo, pero en casa con el aire acondicionado, no pasábamos frio.  En la tarde salí con unos amigos a jugar billar, me tome unas cervezas  y volví temprano para acompañar a mi hermana que estaba sola. Encargamos una pizza y la comimos en el cuarto de mis padres, viendo una película.

Le hice el comentario, que esa noche dormiría yo ahí.  Una cama King size , aire acondicionado y una fantástica televisión.   Mi hermana me dijo que no era justo, que ella también se acostaría conmigo, para no pasar frio.

Me preparé algo para beber,  para ella solo una soda,  nos lavamos los dientes, etc , preparándonos para acostarnos y ver otra película, pero ahora acostados bajo la ropa.  Yo soy acalorado para dormir, mas el aire, solo me coloque la parte de abajo del pijama, torso descubierto. Mi hermana por lo general usa una pijama tipo buzo,  pero cuando entró al cuarto, se había colocado una camisola de dormir muy delgada, mas de verano que de este tiempo.  Le  hice el comentario del su camisa de dormir tan delgada  para el frio que hacía,  pero me dijo que como dormiría conmigo, mas el aire,  si se ponía el otro, pasaría calor. No le di mayor importancia, muchas veces la había visto así.

Mi hermana es delgada, no muy alta, es más bien bajita,  muy bonita de rostro. Tiene un color de piel blanco,  cabello castaño claro, pechos pequeños, pero una cola perfecta, redonda,  no muy grande, pero muy levantada.

Nos metimos bajo la ropa, apagamos las luces y colocamos la película, se metió bajo mi brazo,  apoyando su cabeza  contra mi pecho.  Era una película de terror, muy buena, con algunas escenas algo subidas de tono, pero dejaba todo para la imaginación. Nos tenía metido la película, lograba el efecto de miedo y mi hermana apegada como lapa a mi lado, jugando con mis pelos en pecho, cuando a la mitad de la película , se apega aun mas a mí y  me pone la pierna encima , dejando mi verga bajo su pierna.

Las escenas algo candentes me habían excitado un poco, mas el peso de su pierna sobre mi verga, poco a poco la fue despertando.  En un principio me sentí algo incomodo que mi hermana se fuese a dar cuenta, incluso le moví la pierna un poco, pero al poco rato, volvió a colocarla sobre mí. Ya al poco rato mi erección era más que evidente,  imposible que ella no se diera cuenta, pero no corría su pierna, al contrario, me parecía que hasta más presión ejercía sobre esta.

Me desconcentre por completo de la película, solo tenía puesta mi atención en la pierna de mi hermana que ahora no solo estaba sobre mí, sino que la subía y la bajaba , ejerciendo presión , haciéndome sentir placer y mas placer.

Mi hermana no se separaba de mí y la mano que tenía en mi pecho, la colocó sobre su pierna y luego entro en contacto con mi bajo vientre, acariciando mis pelos, a pocos centímetros de mi verga.  Me tenía muy nervioso, pensando que la mano de mi hermanita, si bajara tan solo un poco, entraría inevitablemente en contacto con mi verga.  Involuntariamente mi verga se movió y como respuesta sentí más presión de su pierna. Ahí me di cuenta que ella sabía lo que estaba pasando y que al parecer, le gustaba.  Comencé a pensar en lo que podría pasar, estando ambos en la misma cama, completamente solos.  Por un lado era mi hermanita, lo tenía claro, no podía abusar de ella, pero era  ella la que me estaba incitando. Tener sexo con ella, no,  jamás lo haría, no podría hacerle eso a ella, pero sus caricias me tenían loco , quizás solo algo poco …

Sumido en esos pensamientos, ya sin poner nada de atención a la película, paso lo inevitable. Mi hermana bajo solo un poco más la mano y con el contorno de esta,  rozó la punta de mi verga, que ya asomaba la cabeza por la parte de arriba de mi pijama y ahí la dejó.

Disimuladamente mi verga quedó en contacto con su piel, un roce mínimo, casi imperceptible, aunque  ambos sabíamos que estaba ocurriendo.  Yo quería mas, luchaba por no hacerlo,  por no caer en pecado, pero la calentura me hacía perder la razón e hice que mi verga se moviera un poco. Una, otra vez y ella no sacaba la mano.

No decíamos nada, ambos pegados con la vista hacia el televisor, disimulando que poníamos atención a la película, pero sabíamos perfectamente lo que estaba ocurriendo bajo las sabanas, cuando de improviso, mi hermana bajo aun más la mano, apoyándola ya por completo sobre mi verga.  Unos minutos mas y comienza a moverla, muy suavemente tocándome de arriba abajo, acariciándomela despacito, haciendo que ya despertara por completo.

Para demostrarle que me gustaba , comencé hacerle cariño en su cabeza , pasando mis dedos por su pelo , dándole más confianza, ya que su mano ahora no solo me la rozaba , si no que me la apretaba por sobre la tela, sintiendo como me la había puesto.  Colocándose más osada aun, llevo la mano nuevamente hacia arriba y atrevidamente la metió dentro de mi pantalón, entrando ya en contacto directo con la verga de su hermano.

No hice nada por evitarlo, la deje hacerlo sin siquiera moverme  y solo me dedique a disfrutar de la mano de mi hermanita, que muy suavemente me la apretaba y la tocaba, como descubriendo un tesoro prohibido.

La película había terminado, la pantalla quedo completamente azul,  dando una buena claridad a la habitación. Entregado a las caricias de mi hermana,  me bajé un poco los pantalones, dejando mi verga completamente descubierta ,  para darle más espacio a su mano.  Mi hermana ahora lo hacía mucho mejor, bajaba y subía su mano, movimientos más largos, explorando cada centímetro de mi verga, como calculando el largo y ancho de lo que sostenía. Completamente callada, sin decir nada, me la acariciaba muy suave, hasta que sumida en la curiosidad, comenzó a correr las sabanas, seguramente quería ver lo que estaba tocando. Lentamente lo fue haciendo, hasta que mi verga quedó al aire , completamente  expuesta,  viéndose perfectamente  con el fondo azul de la pantalla, que alumbraba la habitación

- La tienes muy grande …( rompió el silencio mi hermanita)

- Tu la colocaste así

- ¿te gusta?

- Si, mucho

- Nunca había tocado una .. se siente extraño

- Se siente rico …

Continuó por un rato , admirando la forma y tamaño de la verga de su hermano en sus manos , hasta que rompió el silencio con una pregunta , la mejor que me pudiese haber hecho.

- ¿te puedo dar un beso ahí?

- Ohhh si hermanita …

Se acomodó más abajo,  muy suavemente, la metió en su boca y me la comenzó a chupar deliciosamente. No podía creer lo que estaba pasando, mi propia hermana dándome un oral divino. A pesar de lo que estaba pasando, sabía que estaba mal, que estaba abusando de ella, aun que yo no fui el que empezó.  Pensaba en que estaba traicionando a mis padres, que estaba abusando de ella,  pero se sentía tan rico que me deje llevar, aunque  en mi mente no estaba cogérmela, eso lo tenía claro, solo dejarla que me tocara, hasta que  en un momento ella se sube y busca mis labios.

Quise evitarlo, pero no pude, como negárselo después de lo que me había hecho.  La bese suavemente, nuestras lenguas se juntaron en un delicioso beso, abrazándola , tocando su cintura , sintiendo su piel a  través de la delgada tela, bajando mis manos hasta que encontré sus nalgas desnudas, acariciándoselas suavemente.

Me arrepentí, la solté y le dije que mejor paráramos, que no estaba bien lo que hacíamos, pero ella insistía en besarme. Yo luchaba conmigo mismo , tratando de no continuar, pero ella me besaba y me tocaba , hasta levanté mis manos hacia atrás para no tocarla , diciéndole que no siguiéramos, pero ella no se detuvo, se montó sobre mí , quedando sentada sobre mi verga , preguntándome si acaso no le gustaba.

Cuantas veces la tuve así de niña , juegos infantiles , donde se montaba a caballo sobre mí, pero nunca se me había pasado por la cabeza hacerle algo, pero ahora era diferente , ya no era una niña y el contacto de mi verga con sus nalgas era exquisito.   - ¡ por favor para ! – le suplique una y otra vez  y ella pidiéndome que la tocara.  Me tomo de las manos y las puso en sus pequeños pechos.

La toqué, no pude evitarlo, pero se las solté de inmediato, suplicándole que paráramos, cuando en eso, ella toma su camisa de dormir desde abajo y la saca por su cabeza, quedando con sus pechos al aire, preguntándome si acaso no me gustaba como mujer.   Imposible no mirarla, no dejar de sentir placer con sus movimientos sobre mi verga y cuando se abalanzó sobre mí para besarme ,  sintiendo sus pechos desnudos contra el mío , ya no me pude contener mas y la bese apasionadamente , agarrándole el culo fuertemente con ambas manos , restregándola contra mi verga, besando sus pequeñas tetas.

Luego de besarla, tocarla  y chuparle las tetas por un rato, la acosté a mi lado y me arrodillé antes sus piernas abiertas.  Solo un diminuto calzón cubría su total desnudez.  Se lo arrebaté lentamente, dejándola completamente desnuda, con sus piernas abiertas y su sexo expuesto.  Ella me miraba a los ojos, sin sentir vergüenza de estar tan expuesta ante mí. La admire unos segundos,  su delgada figura, sus pechos pequeños,  su sexo apenas cubierto con una línea de suaves pelos y ahí, su virgen y hermosa vagina. Con mis dedos comencé acariciárselo por encima , no quería metérselos para no arrebatar su virginidad, por lo que preferí colocar ahí mi boca y comenzar a darle unos suaves besos , para luego chupársela  , probando los sabores de mi hermanita, mientras ella comenzaba a gemir.

Mi hermana se retorcía de placer, moviendo la cabeza de lado a lado, gimiendo desesperada, apoyándose en sus pies y levantando la pelvis para hacer mayor el contacto.  Fui subiendo besando su estómago, llegando hasta sus tetas, para terminar en sus labios, mientras mi verga rozaba su sexo. Desesperada me pedía que se lo metiera, pero a pesar de estar tan caliente no quería penetrarla, me quedaba un mínimo de moral, pero ella insistía e insistía.

- ¡métemela! , ¡métemela!

- No, para que , disfrutemos así no mas

- Anda , por favor hazme tuya

- Eres exquisita , pero no te la voy a meter

- ¡Por favor! , quiero que seas tú el primero

- No me pidas eso hermanita , no podemos

- Como que no podemos , ¡dale! , ¡métemela! , hazme mujer

- Que no, no , no podemos

- Si .. anda , métemela … por favor

- ¡No!

- Solo un poco , quiero sentirte dentro mio

- No me digas eso

La lucha era intensa, rodábamos por la cama, besándonos y tocándonos. Yo me ponía detrás de ella, y le metía la verga entre las piernas, rozando nuestros sexos, mientras con mi mano recorría todo su cuerpo y ella echando el culo hacia atrás, gozando enloquecida.  Yo con eso ya me daba por pagado, no quería cogérmela, pero ella lo quería todo. En un momento en que quede de espaldas, con mi hermana chupándome la verga, ella se salió y se montó sobre mi y tomándome la verga desde la base,  la trataba de meter.

- No la hagas

- ¡ déjame !

- No .. no me pidas eso , no podemos

- Yo si puedo ..

- No hermanita , puedes quedar embarazada

- No te preocupes , recién se me corto ayer , imposible que quede embarazada

- Pero igual ,  no podemos arriesgarnos ..  deja comprar preservativos mejor

- No , ahora … no te muevas , déjame a mí.

Ya no me resistí mas,  si eso era lo que quería, yo sería el primer hombre en su vida. Sentí cuando la colocó en la entrada de su vagina y como se iba sentando de apoco, ejerciendo presión, viendo el dolor y el placer en su rostro, sin moverme ni un centímetro, solo dejándosela dura para que cumpliera su sueño. Poco a poco mi verga fue rompiendo paso dentro del cuerpo de mi hermana, que en momentos se detenía y volvía a intentarlo,  hasta que ya no hubo vuelta atrás, mi verga ya estaba dentro suyo. El capítulo de su niñez había quedado oficialmente atrás y pasaba hacer mujer.

Poco a poco comenzó a disfrutar, sintiendo la virilidad de su hermano dentro suyo, moviéndose lentamente, quejándose de gusto. La coloque de espaldas en la cama, toda su inocencia había quedado atrás, me miraba con deseo y yo a ella.  Me metí entre sus delgadas piernas, y se la metí lentamente,  mirando sus ojos cerrarse, disfrutando de lo que le hacía. Traté de no ser muy fuerte con ella , a ratos se la metía muy adentro y se quejaba de dolor, por lo que volvía a sacársela y metérsela solo hasta la mitad , quería que su primera vez fuese memorable, por lo que la traté con mucha dulzura , dentro de lo posible.

Sentía sus manos agarrándome el culo mientras la besaba, hasta que me fui a su cuello, y ahí  ella gimiendo en mi oído ya no aguantó más,  comenzó a quejarse más y más fuerte, retorciéndose de placer , apretándome más fuerte , hasta que acabó casi llorando. Agarrándola del culo, penetrándola constantemente, sus gemidos de placer y el morbo de estar cogiéndome a mi hermana, también me llevaron acabar, pero a última hora, preferí salirme de ella y echárselo  en su vientre para evitar cualquier riesgo de embarazo.

La dejé bañada en semen, le bese sus tetas, acariciándola por todos lados, hasta que completamente satisfecho, me acosté a su lado, sintiendo su manito acariciar mi verga ya blanda, diciéndome lo especial y fantástico que había sido.

Conversamos de lo ocurrido, de lo rico que había estado, de que compraría condones para seguir cogiéndomela sin riesgos y ella ansiosa de que yo le enseñara a hacerme disfrutar.  Al poco rato su manito volvía acariciarme y cuando me la colocó dura, su boca volvió a entrar en acción. La coloque de lado, penetrándola por detrás, pasándole las manos por sus tetas, para terminar con ella acostada de espaldas sobre mí, acariciándola por todo el frente, sus tetas, sus piernas, su vientre. Se movía deliciosamente, su delgado cuerpo era ideal para cogérmela en esta posición, era tan liviana que no me pesaba.

Ella disfrutaba y hacia todo lo que yo le pedía , se colocaba como yo quería , me preguntaba a cada rato si era así como me gustaba y yo dándome un banquete con mi ingenua y complaciente hermanita, hasta que acostándola de boca y yo montado sobre ella , la volví hacer acabar, y otra vez me descargué afuera ,  en su espalda.

Al otro día, apenas despertamos, lo volvimos hacer. Las sabanas estaban manchadas con sangre evidenciando su virginidad perdida.  Fui a la farmacia a comprar condones, para seguir cogiéndome a mi hermanita sin riesgo.  Fueron 9 días de una verdadera maratón sexual.  No sé cuantas veces lo hicimos, pero fueron muchísimas. Resultó ser muy caliente, siempre quería más y más y yo se lo daba. Yo vivía con la verga parada, a cada rato ella me la tocaba o me la chupaba por largo rato, para volver a coger. Me la cogí en la ducha, en  el living, en la cocina, en su cuarto. Rápidamente mi hermana aprendió a coger como los dioses. La suavidad con que yo la trataba al principio quedo en el pasado, le gustaba que fuese más rudo y  ya mi verga  no le causaba ningún dolor, solo placer.

Le gustaba coger en cuatro donde mi verga ya le entraba hasta el fondo, sacándole gritos de placer, dándole con todo. Podía estar largo rato chupándomela, sin importarle si se me paraba o no, mi hermana no se detenía hasta que conseguía que se me parara, para meterla dentro de ella. Incluso una vez hasta se quedó dormida con mi verga en la boca.  Mis amigo me preguntaban por qué no salía, yo les decía que era porque no quería dejar sola a mi hermana, sin saber que estaba pasando las vacaciones mas placenteras de mi vida.

Pero todo tiene un fin, pasado ese tiempo, nuestros padres volvieron de su viaje y ya no pudimos seguir  con ese estilo de vida. Volvimos a clases y con mi madre siempre en casa, ya no podíamos coger con la libertad de antes. A veces teníamos unos espacios de tiempo, cuando ella salía al supermercado o al doctor, pero no podíamos alargarnos mucho. Otras veces mi hermana tomaba sus cuadernos y se iba a mi cuarto, a meterse en la cama, con la excusa que le ayudara con sus materias, pero ahí solo de lado se la podía meter, con la luz encendida,  siempre nerviosos  de que nos pudiesen pillar.  De todas formas, yo me la llevaba a un motel, donde solo el riesgo era entrar o salir, pero dentro de este, gastábamos a concho las 4 horas cogiendo como animales.