Mi gusto por sofia
Este es el mismo primer relato narrado desde la perspectiva de fernando, esperamos les guste mas que el primero, y poder contar muchas mas historias de nosotros como pareja
Mi mejor amigo Luis tenía una hermana llamada, Sofía era una chica con una cara angelical, lo cual generaba en mí una atracción poco normal, se les describiré:
De unos 170 cm de altura, quizás un poco menos, blanca (parecía rusa), cabello castaño, largo y liso, unos senos acordes a su contextura, ni grandes ni pequeños, un lunar muy sugerente en medio de sus senos, me volvía loco, su cintura delicada al moverse hacia que mi mirada se perdiera en su andar, sumado a ello unas nalgas medianas y levantadas, hacían que su caminar me turbara.
En más de una ocasión fantasee con tenerla frente a mí, con esos conjuntos que usaba para estar en casa, los cuales eran de short cortos y blusa, fantaseaba con besarla y deleitar mí vista con sus nalgas empinadas a 4 patas y con un tanga puesto.
Siempre que visitaba su casa, me dedicaba a ver disimuladamente a Sofía andar de aquí para allá, y en su mayoría terminaba con una erección o por lo menos con mucho morbo.
Un día nos reunimos en casa de Luis (Hermano de Sofía) para pasar un día diferente, ese día estábamos Luis, su novia, otros dos amigos y 4 amigas más, una de ellas a la cual llamare Claudia, era mi amiga sexual, con la cual establecí nunca tener una relación más allá de lo sexual.
Claudia era de 25 años dos años mayor que yo, blanca, cabello pintado de rojo, 163 cm de altura, senos hechos, no exagerados sino más bien acorde a su físico, un culito redondo, siempre listo para follar.
Al final de la noche ya todos estábamos emparejados, Luis con su novia, ya se habían adelantado a su cuarto, en la sala estábamos mis dos amigos, con las 3 chicas, y en la cocina Claudia y yo, nos besábamos y metíamos mano el uno al otro, mi pene ya estaba tieso, ella estaba de espaldas a mí, moviendo sus caderas, para sentir mi erección, yo metía mis manos bajo su falda y entraba en contacto directo con su depilada vagina, de repente sentimos a alguien que venía a la cocina era, Vanesa que vio nuestra posición y sin inmutarse le dijo a Claudia que si se iban o aguantaría un poco más.
Claudia le dijo que en un momento iba, se despedía de mí y me dijo que debía irse con Vanesa ya que se quedaría en su casa, que otro día me recompensaría, me moleste y me dirigí al baño para bajar mi erección y calmar mis ganas.
Cuando en el camino me encontré con Sofía, como tantas veces soñé y fantasee, llevaba una pijama rosa semitransparente, la luz era un poco clara, lo cual me permitió tener una de las mejores visiones de mi vida, Sofía no llevaba brassier, sus pezones al parecer gruesos y pequeños se notaban un poco erectos (a de haber sido por el frio), baje un poco más mi mirada y encontré su ombligo descubierto y más abajo sus short cortísimos y transparentes dejaban ver un poco el color de sus pantis moradas, creo que por lo acontecido con Claudia antes y la imagen frente a mí, actué por impulso y camine hacia ella con mi mirada fija en la suya. Yo sabía que ella gustaba de mí, más la veía como prohibida al ser la hermana de mi mejor amigo.
La tome de la cintura, la atraje más hacia mí y le di un beso, ella me correspondió, estaba salido de mí, y no quería besarla mucho, le di media vuelta y pegue a mí, para que sintiera mi erección entre sus nalgas, aparte su cabello de su hombro y comencé a besar y respirar cerca de este, con la intención de excitarla poco a poco, bajo mi mano de su hombro hasta la altura de sus pechos, apretó ligeramente uno de ellos, beso su cuello, y bajo lentamente sintiendo centímetro a centímetro aquella suave piel que tanto deseo me ocasionaba.
Al colocar mis manos en su cadera sentí un calor en su cuerpo, lo cual me decía que le gustaba y se encontraba a punto de excitación, con una mano en su cadera, coloque la otra en su espalda, haciendo que se arqueara un poco y provocando que sus nalgas se pegaran más aun a mi sexo, para que sintiera mi erección a punto de romper el pantalón.
Al estar en esa posición me sorprendió un poco el movimiento circular que realizo con sus caderas, con el cual buscaba sentir más aun mi pene en sus nalgas, todo esto lo realizo de forma suave y con mucho morbo, como si de un reggaetón lento se tratase, parecía estar en transe y disfrutando del momento, escuche un ruido que venía de la sala y no quise que nos vieran ahí así que la agarre de la mano y me dirigí a su habitación rápidamente.
Entramos a la habitación la cerré, senté en la orilla de la cama a Sofía y fui a pasarle seguro a la habitación para evitar sorpresas, cuando estuve de nuevo a su lado, la tome de la cintura y la guie para colocarla a 4 patas sobre la cama, para verla en la posición que tantas veces la imagine, su piel blanca era algo hipnotizaste para mí, la forma como se unía el short a su piel a la altura de su entrepierna me desconcertaba, con mi mano derecha di dos palmadas en sus nalgas, sin mucha fuerza pues no quería que escucharan y menos que ella se asustara, mis manos quedaron marcadas, cosa que me enloqueció, seguidamente masajee hábilmente sus nalgas por debajo del short y su panti, su piel como la imagine era muy suave, con mis dedos pulgares jugué y masajee lo más cerca que pude sin tocar sus labios y su ano, mas su lubricación era abundante, toda la zona estaba llena de fluidos, saque mis manos y me quite la ropa, ella parecía estar perdida desde el primer momento, solo me quede en bóxer, por un momento pareció que ya estaba en si volteo al verme con esos ojos claros que me traían loco, mordiendo su labio inferior se me quedo viendo, para mí era mucho morbo junto, ver a la niña que tanto había deseado y que creía prohibida con esa cara de deseo.
Baje sus short a la altura de sus rodillas y clave mi erección aún bajo mi bóxer entre sus carnes, waooo que sensación más placentera, se sentía muy caliente su panti y húmedo, la agarre por su cintura con ambas manos y con mi erección entres sus piernas comencé a recrearme como si la estuviese penetrando suavemente, disfrutando de cada centímetro del roce con ella, en ese momento creí escuchar su voz entre cortada decirme que se lo metiera ya, pero no sé muy bien que quiso decir, puesto a que estaba muy ronca y luego no hablo más.
Aun simulando la penetración, azote un poco más fuerte su nalga derecha, baje sus pantis para ver bien la marca de mi mano en ella, pero mi sorpresa fue ver que cuando bajaba sus pantis, un hilo de sus fluidos se estiraba desde sus pantis a la entrada de su sexo, esta niña lubricaba mucho y a mí me volvía loco saber lo excitada que estaba, con mi índice recorrí sus labios, luego con mi dedo pulgar comencé a frotarlo contra su sexo, ella respiraba cada vez con más excitación, metí mi dedo pulgar hasta la mitad en su sexo, lo saque suavemente, y repetí el movimiento varias veces, sentí la obligación de darle otro golpe en su nalga y lo hice, solo que esta vez sentí que gimió de placer, creo que le estaba gustando las nalgadas que le daba, saque mi pulgar de su vagina y propine otro azote a su nalga, otro gemido comprobó mi hipótesis.
La senté y la coloque sentada a la orilla de la cama, esta niña aun parecía perdida, sus ojos cerrados pero con una cara de deseo que me volvía loco, más aun me turbaba su actitud de sumisa que despertó en mi ganas de atarla y vendar sus ojos, pero no quería dañar el momento y asustarla.
Con mi bóxer aun puesto me acerque a su boca, ella comenzó a oler como si de un dulce se tratase, abrió su lengua y con su lengua recorrió parte de mi pene aun dentro de mi bóxer, levanto sus manos y quiso bajarlo para tener contacto directo con mi pene, pero no quería que lo tocara y quería seguir dominando la situación, así que con sus pantis que fue lo primero que tome, coloque sus manos en la espalda e hice un nudo improvisado a lo cual ella no opuso resistencia, más bien acepto esa iniciativa.
Saque mi pene el cual reboto muy cerca de su boca, sujete su mentón e inmovilice su cuello, con mi glande descubierto apunte a sus hermosos labios y los delinee como si de una pintura de labios se tratase, al sentir esto saco su lengua y relamió el líquido pre seminal con el que había delineado sus labios, esta niña era puro morbo en ese momento, quise sentir como se desenvolvía ella libremente, así que la solté y la deje hacer.
Al soltarla bajo su cara en dirección a mis testículos y con su lengua primero los lamio y dio besos, metió uno en su boca y lo chupo, luego subió dando pequeños besos por el tronco, hasta llegar a la punta, lo coloco en la entrada de su boca y poco a poco comenzó a meterlo, lentamente como si quisiera sentir cada centímetro de mi pene entrar en su boca, cuando sintió que estaba llena su boca succiono y mientras lo sacaba pasaba su lengua de un lado a otro, me iba a matar esta niña de placer, repetí el movimiento de meter y saca varias veces, ella solo se dejaba hacer, se lo metí un poco más de la mitad y lo deje quieto ahí hasta que sentí que le faltaba el aire, lo saque y seguimos así un rato disfrutando de su magnífico sexo oral.
Quería que ella me siguiera demostrando su creatividad y acción en la cama. Le desate sus manos y me recosté esperando que ella se colocara encima de mí, pero no lo hizo, al contrario se arrodillo en la cama dándome una visión diagonal de su vagina y ano, le di un azote más fuerte y ella con su boca en mi pene ahogo un gemido, ¿le estaría gustando que le golpeara?, siguió con su boca llevándome al paraíso sexual, mientras tanto yo, jugaba con dos dedos en su vagina, metía y movía ambos dedos dentro de ella, haciéndola mojar aún más, estaba excitada y yo también, movía sus caderas para sentir más mis dedos, hasta que se decidió y saco mi pene de su boca y se sentó de espaldas a mí, para comenzar a moverse de arriba abajo sobre la longitud de mi pene, frotando sus calientes labios vaginales, humedeció lo suficiente mi tronco con sus labios y apunto directo a su vagina y de forma repentina se sentó salvajemente en mi pene, el cual entro casi sin dificultad en su sexo.
Comenzó un largo y brutal sube y baja, la forma en cómo se movía me hacía sentir a punto de correrme, se sentaba movía de forma circular sus caderas metiendo y sacando mi pene, le di un azote en su nalga y dejo de moverse, sentí como su vagina apretó mi pene, como si tuviese una pequeña convulsión, bajo completamente y no se movió mas, luego le di otro azote en la otra nalga, gimió suavemente, como no se movía comencé yo a subir y bajar para penetrar su vagina.
Luego de un momento me sentí tentado al ver como su ano se veía retándome a penetrarlo también, con mi dedo humedecí un poco con sus fluidos ese agujero y comencé a frotar su ano con mi dedo, al poco tiempo de hacer esto sentí como Sofía llegaba a su orgasmo, el cual humedeció más aun el interior de su vagina y apretaba y soltaba rápidamente mi pene, por las convulsiones que ocasionaba su orgasmo, no pudo sostenerse más en pie y cayo completamente sobre mi pene, seguía apretándome mi pene, esa sensación me termino de colocar al punto y me Salí de ella, me coloque frente a ella, queriendo acabar en sus magníficos pechos con su aureola rosada, comencé a masturbarme frente a ella con mis ojos cerrados, y sentí como su lengua se posaba bajo mi glande, pasando vagamente por mi frenillo, baje la mirada y encontré la de ella y mi primer chorro de semen cayo en su lengua, cuando quise apuntar en dirección a sus senos, ella tenía ya mi pene en su boca, recibiendo los demás chorros de semen, succionaba y movía su lengua dentro de mí, waooo la sensación fue indescriptible, seguía ella chupando mi glande y mi reacción ante el estímulo y lo sensible que uno queda luego de acabar fue sacarlo, pero ella me sujeto por detrás y siguió con lo suyo hasta dejar mi pene limpio, mis fuerzas no daban para más y caí casi con un ataque en la cama.
Ese fue uno de los mejores momentos que pase con ella, luego descubrí uno de sus tan escondidos secretos. Comenten si les gusto el relato.