Mi gusto por papi
Una historia de incesto total, de cuando empecé a hacerlo con mi papa.
EL GUSTO POR MI PAPI.
Pues verán, habían pasado cerca de dos años del divorcio de mi mama con mi papa, y la verdad en mi papel de hija quede en medio de todos los problemas, pero me quede a vivir con mi mama después del divorcio, pero ya saben como son las mamas, con eso de la menopausia, con los pleitos con sus novios en turno, en fin tantas cosas, por lo cual decidí irme a vivir por un tiempo con mi papa, y es aquí en donde empieza mi historia.
Pues resulta que mi padre en un hombre aunque mayor, siempre se ha preocupado por mantenerse en forma, no se encuentra mal físicamente y además con las canas le dan un aire interesante; pues ya me encontraba en casa de mi papa, el es un hombre que muy difícilmente cambiaba sus hábitos, todo lo hacia métricamente, meticulosamente y a la misma hora, después de varios días me di cuenta que en punto de las diez de la noche se despedía de mi, y se iba a su habitación a ver televisión, sentado en el sofá de su recamara, así pasaron los días, pero sucedió que como a esa hora oí un cierto día ruidos en el patio, por lo cual salí a la terraza, pero no vi nada, al acercarme a la ventana de la habitación de mi papa, me di cuenta de lo que hacia todas las noches a las diez de la noche.
El se encontraba desnudo sentado en el sofá, en el brazo derecho del mismo un pote de lubricante y en el izquierdo una toalla chiquita, y en la televisión películas pornográficas; día a día lo espié veía que siempre ponía su película, después se desnudaba, untaba gran cantidad de lubricante en su pene, y empezaba a masturbarse, al terminar tomaba la toallita y se limpiaba todo, dirigiéndose al baño poniendo la toalla en el cesto de la ropa sucia y lavándose las manos, apagaba el televisor y se acostaba a dormir.
La verdad al ver la verga de mi padre me llamo la atención muchísimo, o sea, que quería verla mas de cerca, por que solo veía por partes, después de varios días, pensé que pobrecito de el, le faltaba una hembra, así que me dispuse a como diera lugar a ayudarlo.
Un sábado, que estábamos en casa, el se encontraba en el patio trasero de la casa, al observar esto, me puse un bikini diminuto, saque una toalla y bronceador, dirigiéndome donde el estaba leyendo el periódico, pero cuando llegue tenia alrededor de todo mi cuerpo la toalla; entonces le dije que si no le molestaba que me asoleara junto a el, respondiendo que no, lentamente me fui quitando la toalla, y el se quedo mudo al verme en bikini y en especial la tanga que traía puesta, me acosté boca arriba, y me percate que no me quitaba la vista ni un momento, después me di la vuelta, tome el bronceador y le dije por favor papito me lo puedes poner, tímidamente empezó por los hombros, yo insistentemente le decía que mas abajo, después de un rato deje que me untara todas las piernas, toda mi espalda, pero faltaba algo mis nalgas, le pedí que lo hiciera pero primero se negó y yo le dije que cual era el problema, por lo cual procedió a untarme de bronceador las nalgas, a propósito yo las alce cuando sentí sus manos tibias sobre de ellas, y deje escapar un gemido de placer, me estaba dejando acariciar mis nalgas por mi propio padre.
Cuando gire mi cabeza y lo vi, del short que traía puesto se veía una tremenda erección que tenia, el se dio cuenta que lo estaba observando, se hizo el desentendido y se marcho de ahí, pero de vez en cuando por la ventana echaba un ojo para verme.
Al igual en las mañanas, antes de irse a trabajar, pasaba todos lo días a mi recamara, por lo cual tomaba un baño temprano, y desnuda me ponía crema en todo mi cuerpo, y cuando entraba me encontraba totalmente desnuda, el primer día no podía ni darme el beso de despedida, y los demás, veía mi cuerpo enteramente, y para incitarlo mas, me levantaba desnuda y además del beso de despedida la daba un gran abrazo.
Un día por la tarde ya casi de noche, tomamos unas copas de vino, en ese preciso momento le dije que había visto lo que hacia todas las noches, el se sonrojo, y me dijo que por el trabajo y todas sus ocupaciones era difícil encontrar una mujer, y que además el estaba en contra de pagar por sexo; le dije que si quería yo le ayudaba a masturbarse, el se indigno, se puso de pie y se fue.
Por la noche, faltarían como unos diez minutos antes de las diez, me puse una bata transparente, un brassier de encaje y una tanga, cuando oí que entro al cuarto, salí inmediatamente de mi habitación, espere varios minutos observándolo a que empezara a masturbarse, y cuando tenia la verga bien dura, entre a la habitación, el se quedo mudo, no supo que decir, fue que me dirigí a el, tome sus rodillas que las puso duras por un instante y se las abrí, y ahí estaba una bonita verga bien parada, entonces tome el pote de lubricante y se lo puse sobre su verga, con mi manita izquierda tome sus testículos firmemente los cuales no me cabían en mi mano, y con mi mano derecha bien lubricada lo empecé a masturbar, era fantástico y muy morboso tener en las manos le verga de mi papa, después de un rato empezó a eyacular, aventando unos cuantos chorros de semen, cuando termino, tome la toallita, lo limpie completamente, también limpie mis manos fui a su baño me lave las manos, pase junto a el, le di un beso en la frente y le dije buenas noches.
En el desayuno, por la mañana, el no me podía ver a la cara, creo que tenia vergüenza, pero poco a poco fue aceptando que lo masturbara todos los días por la noche, y así pasaron varias semana; pero resulta que se tenia que ir de viaje, se fue veinte días, y un viernes por la mañana muy temprano nuevamente llego, pero estaba demasiado cansado, le prepare el desayuno y se fue a dormir casi todo el día, despertó como a las cuatro de la tarde, yo ya había preparado la comida, comió y se fue a su habitación.
Al igual que siempre dieron las diez de la noche, entonces me dirigí a su habitación, el me estaba esperando, y como siempre me hinque entre sus piernas, lubrique su verga y tomándolo como siempre por los testículos, lo empecé a masturbar, pero sucedió algo tremendo, al momento de eyacular, lanzo chorros y chorros de semen, como nunca lo había hecho, lo limpie y fui al baño, al verme en el espejo vi que tenia en el cabello semen, y que en mi mejilla derecha escurría también, iba a limpiarme la cara, pero no se que me paso en esos momentos, con mis dedos tome el semen de mi mejilla y lo escurrí hacia mi boca y me lo comí, sabia riquísimo, y no se fue una sensación extraña pero excitante comerme el semen de mi papa.
Por la mañana le dije que había estado tremenda su eyaculación de la noche anterior, me dijo que fue así por que no se había masturbado en todos los días anteriores, y que espero a estar en casa para que lo hiciera yo; por la noche seguimos con nuestro ritual de masturbación, pero de momento cuando el me pasaba el pote de lubricante, no lo acepte y le dije que íbamos a cambiar un poco, en eso con mi lengua ensalive mi mano, y ya húmeda empecé a masturbarlo, de vez en cuando me acercaba a la cabeza de su verga, y se la escupía para que estuviera bastante lubricada, obtuve otra eyaculación tremenda, fueron chorros y chorros, me alcanzo el cabello parte de mi cara, y mi mano quedo llena de semen, esta vez no lo limpie fui rápidamente al baño, y sin que el me viera, limpie mi mano con mi boca el semen que tenia, y después el que tenia pegado lo fui recogiendo con mi mano para llevármelo a la boca. Al salir del baño, me despedí de el dándole las buenas noches, el me dijo que había estado fantástica, yo solo sonreí.
Bueno, sucedió como siempre en la noche, me puse mi bata transparente, mi brassier y mi tanga y me fui a la habitación de mi papa, y entre igual que todos los días, al llegar con el me hinque ya su verga estaba erecta, entonces me quite la bata y el brassier, cosa que nunca había hecho, a el solo le brillaron los ojos, no dijo nada, no se movió, me agache, saque mi lengua y desde la base de verga la empecé a recorrer, deteniéndome en el frenillo que se le forma en donde empieza el glande, moviendo muchísimo mi lengua, sacándole a el un suspiro de placer, y me separa tantito y le dije que me observara, el abrió sus ojos que parecían desorbitados, y en ese preciso instante abrí mi boca y me introduje su verga en ella. Era un pedazo de carne riquísima, deliciosa, yo sin cerrar los ojos lo miraba y el me miraba teniendo su verga en mi boquita, y después de eso me concentre en darle una magnifica mamada.
Empecé a chupársela toda, varias veces me la metí a la boca tan profundamente que sentía su cabezota en mis anginas, le chupe los testículos, me pase su verga por mis senos, y le echaba saliva para pasármela sobre los pezones, me metí primero un testículo a la boca, después el otro y termine por tener ambos testículos en mi boca, no se como me cupieron por que estaban muy grandes; y después de un rato recibí mi premio, apreté con mi boca duramente su verga y empezó a eyacular dentro de ella, no se deje que se me escapara ni una sola gota, me comí todo, lo trague como una desesperada pero me gustaba, lo deje totalmente seco, fue algo grandioso que jamás en mi vida se me olvidara, imagínense, chupando la verga de mi papa y comiéndome todo su semen, fue algo excitante y muy morboso.
Me puse de pie, el me abrazo siguiendo sentado, en eso sentí sus manos sobre mi cadera, y empezó a quitarme la tanga, se puso de pie, y me sentó en el sofá, me abrió de piernas, y empezó a lamerme toda, primero empezó solo el clítoris, de vez en cuando me metía la lengua en la vagina, y dos o tres veces me lamió el ano; era algo raro cuando abría los ojos el ver que mi propio padre me estaba comiendo la vagina me excitaba, no dure mucho, y tuve un orgasmo como nunca lo había tenido, termine exhausta, esa noche ya no me fui a mi recamara dormí con el, los dos completamente desnudos y abrazados.
Lo anterior, cambio todas las cosas, por las noches en vez de que estuviera en el sofá, ya estaba en la cama desnudo, por mi parte ya iba a verlo totalmente desnuda, me montaba sobre de el, y hacíamos un 69 espectacular, con los días de hacerlo, llegamos a conocernos tanto nuestros cuerpos que muchas veces terminamos al mismo tiempo, y por supuesto yo me comía todo su semen.
Pero una tarde, le dije que cambiáramos la rutina que saliéramos a divertirnos un poco, fuimos a bailar y a tomarnos unos tragos, la pasamos muy bien pero creo que se nos pasaron algo los tragos, al llegar a casa, yo no me aguantaba, quería estar con el, llegamos a su habitación y entre abrazos y besos, nos desnudamos, y caímos en la cama con el 69 acostumbrado, pero después de un rato, el me alzo con su fuerza, y me dio la vuelta, de repente me abrió de piernas y se dirigió hacia mi, no lo podía creer por fin mi papa se había animado a penetrarme, cuando se acerco tome su verga con mi manita y lo dirigí a la entrada de mi vagina, por un momento lo talle contra mi clítoris y lo baje, empezó a entrar dentro de mi, era riquísimo, creo que desde hacia mucho tiempo había esperado esto, me la metió hasta el fondo, sacándome muchísimos suspiros y pidiéndole que me diera con todo, estuvimos luego cambiando de posiciones, el me alzo las piernas a los hombros, después yo lo monte, pero después de un rato me dijo que me pusiera en cuatro que me lo quería hacer así, me di la vuelta de inmediato y me abrí lo mas que pude para recibirlo hasta el fondo.
Sentía como sus manos me tomaban por la cintura y me jalaban hacia el, de vez en cuando me lo hacia rápido y otras veces solamente me jalaba duro, entrándome hasta el fondo, yo puse mi cabeza sobre la almohada, dejando que el hiciera lo que quisiera, pero de momento sentí algo raro, con su pulgar de su mano, me lo empezó a meter en el ano, yo inmediatamente me voltee y le dije que no, que nunca lo había hecho por ahí, entonces se le puso su verga aun mas dura, siguió metiéndome sus dedos por el ano, y después me dijo que me la iba a meter por el ano, yo no lo podía creer, pero era tanta mi excitación y el morbo de esta con mi padre e imaginar que me iba a desvirgar por el ano, que le dije que si, es mas le pase el lubricante que estaba en el cajón de junto de la cama, me lleno de lubricante el ano, y siguió masajeándolo y metiéndome sus dedos; después de un rato me saco la verga de la vagina sabia lo que iba a pasar, por lo cual me relaje lo mas que pude, el me dijo que estaba muy chiquito y que iba a costar trabajo metérmela toda, pero ya no podía dar marcha atrás.
Sentí justamente la cabeza de su verga en la entrada de mi ano, y de momento empezó a empujar, se me empezó a dilatar el ano, con un dolor tremendísimo, le dije que me hacia daño pero no fue suficiente el siguió metiéndomela, después de un rato de un dolor incalculable, baje mi mano y la pase, sintiendo que solo llevaba adentro la mitad de su verga, el empujo mas, solo se me escurrieron las lagrimas, y seguí sufriendo lo que era ya un abuso por parte de mi padre, después de un rato dijo, que ya estaba toda adentro, baje mi mano y así era, solo los testículos estaban fuera de mi ano, lo dejo por un rato así, dijo que para que se me dilatara y se acostumbrara mi ano, y de momento empezó a moverse, las primera veces fue un dolor tremendo que le pedía que no siguiera que me hacia daño, pero poco a poco sin saber cuando, lo empecé a disfrutar, sentía todo mi ano dilatado por completo, mis intestinos lo estaban recibiendo bien, me llegaba como a la altura de mi ombligo, y de repente me empecé yo solita a moverme, me empujaba duramente hacia atrás, sentía como me taladraba mi ano y mis intestinos, pero era delicioso, de momento se puso mas dura, iba a eyacular, en ese preciso momento tome todo el aire que pude, y al sentir su eyaculación, me empuje hacia el con todas mis fuerzas, llenándome los intestinos de semen, fue algo para mi fuera de lo común pero riquísimo.
Cuando me la saco, nuevamente me dolió, al darme la vuelta vi su verga toda sucia, con mi excremento, con su semen, y una poca de sangre debido a que era mi primera vez, fui al baño traje todo lo necesario, y le limpie la verga totalmente.
Con el tiempo hemos practicado muchas cosas, hacemos nuestros 69, lo hacemos anal, oral, en fin nos hemos conocido perfectamente mi padre y yo; creo que nunca en mi vida volveré sentir tanta excitación y morbo juntos.