Mi gran y hermosa sorpresa (3: El final)

Ahora era el turno de Maria, queria de todas formas tener sexo anal conmigo, y yo tenía que complacerla si o si...

No es para menos. Ahora es mi turno –agrega Maria -... ¡¡¡ahora me romperás el culo...!!! –Maria se acerca a mí, no me da respiro, parece una ninfómana, me toma la exhausta verga y tirando de ella me lleva hacia la silla al costado de la cama, me hace sentar en ella, se agacha, me besa, primero la boca, el cuello, baja a las tetillas, el ombligo, me masajea la pija, aún no ha respondido a sus estímulos -... ¡¡Por Dios, esta pendeja no tiene paz!! –pienso para mí. Baja su cara lentamente a ella, le da un tierno beso -... ¡¡¡Ahora eres para mí solita!!! –le dice lujuriosamente. -... ¡¡No me defraudes, quiero que me hagas gozar!! –Maria le pasa la lengua por el capullo, la tiene tomada con su mano derecha, con la izquierda me acaricia el tórax. Valentina nos observa desde la cama, esta exhausta y adolorida. Maria sigue lengüeteando solo el capullo, me mira, cambia de mano, ahora su izquierda la sostiene y la derecha me acaricia el tórax. Mi verga comienza a tomar nuevamente volumen -... ¡¡¡Mmmmm, como te estas poniendo cielo!!! –le dice. Ahora se la mete en la boca, siento como su lengua la recorre toda, se la ha "tragado" la muy golosa, ahora la succiona con sus labios, me pajea, no puedo más, la intento hacer incorporar, ella se resiste, no me lo permite, cierro los ojos, me esta exprimiendo. Valentina se sonríe desde la cama, le complace que yo no tenga el mando. Maria saca mi verga de su boca, se la pasa por toda su cara que queda toda húmeda y pegajosa, ahora la golpea sobre sus labios, no aguanto más, Maria se da cuenta, se detiene, no quiere que me corra -... ¡No bonito, no te vas a acabar hasta que yo diga! ¡¡No hasta que me rompas el culo!! –Maria se incorpora, va hacia Valentina, la abre de piernas, se mete en su concha, Valentina se estremece...

¡¡Áaahhh, suave Maria, este desgraciado me rompió mi conchita!! –dice mirándome maliciosamente

Como te rompería el culo si pudiese –pienso para mí.

¡Mira lo que le has hecho! –me dice Maria –ahora no podremos coger durante un par de días.

¿Vos no querías que le quitase el virgo? Pues, se lo he quitado. –Le digo. Maria me mira con maldad como diciéndome: ¡¡ahora veras lo que es bueno!! Besa a valentina, le chupa sus pequeñas tetas, se incorpora, me mira y habla:

¡Bueno mi semental, ya es hora...! ¡¡Quiero que me cojas como te cojistes a mama hace un rato!! ¡¡Quiero gozar con tu verga!! –Maria viene hacia mi, pasa sus piernas sobre las mías, se toma con su mano izquierda del respaldo de la silla, con la derecha toma mi nuca y me lleva hacia ella. Me besa, su lengua me invade todo, se va hasta el fondo de mi garganta. Valentina se incorpora como puede, viene hacia nosotros, se agacha al lado nuestro, besa las nalgas de su amiga, las separa, toma mi capullo, lo pone en la entrada del culito de su amiga...

¡¡No...!! –dice Maria -... ¡¡Ponla en mi conchita!! –Valentina obedece, la coloca en su chochis, Maria hace un movimiento de cadera, mi verga se va hasta el fondo de su ser -... ¡¡¡Áaaaaaaahhhhhh!!! ¡¡¡Ssssssiiiii, que ricooooo!!! –gime como puta, comienza a menearse, mueve sus caderas como toda una zorra. Valentina la observa, se sonríe, vuelve a besar sus nalgas, toma el tronco de mi verga y detiene el movimiento de su amiga; la saca de su conchita, tímidamente la lleva a su boca, no sabe que hacer, instintivamente la chupa, ahora le pasa la lengua, se la mete hasta el fondo de su boca, casi vomita. -... ¡¡¡Pónmela en mi culito ya, porfi..!!! –Valentina obedece, pone el capullo en su culito, Maria se queda quieta, me mira a los ojos, los tiene dilatados, perdidos, se acerca a mi cara, me come la boca, en ese momento comienza a bajar su cadera hacia mi, se estremece, se detiene, le duele, se denota en su cara; su culo aún no esta lo suficientemente lubricado, mi verga a quedado a mitad de camino, la miro a los ojos lleno de maldad -... ¡es hora de que pagues! –pienso para mi. Agarro firmemente su estrecha cadera con mis manos, y sin darle tiempo a nada le mando hasta el fondo de su ser mi verga. -... ¡¡¡Úuuuffffff!!! –alcanza a gemir entre mi boca.

La tengo "empalada", Valentina se ha dado cuenta del dolor de su amiga, hace solo un rato ella paso por lo mismo, le acaricia la espalda, le besa las nalgas, siento su mano derecha pasar sobre mi ingle, se dirige a la conchita de Maria, mete un par de dedos en ella. Maria me está mirando perdida en su dolor, yo también sufro, al dolor que siento en mi capullo aprisionado por el estrecho culito de Maria se le suma el de sus uñas clavadas en mis espaldas. Valentina la sigue pajeando, Maria pone su cara sobre mi hombro derecho, se hace la valiente por no suplicar que quite mi verga de su culo, yo aprovecho, paso mi lengua por su oreja izquierda, se la mordisqueo tiernamente, Maria comienza a "acomodarse", se esta relajando, su estrecho anito se dilata, para alivio mío comienza a liberar a mi verga, ya su cara no tiene expresión de dolor, me mira nuevamente a los ojos, me vuelve a besar, mete su lengua hasta el fondo de mí ser, con su mano acaricia el pelo de Valentina que aún continúa en su labor de pajearla. -... ¡¡¡Ya mi cielo, ya estoy bien!!! –le dice. Comienza a moverse, requiebra su cadera, ahora se incorpora lentamente, mi verga comienza a salir de su ser, solo queda el capullo dentro de ella, me mira, se sonríe, vuelve a bajar lentamente, la lleva hasta el fondo de nuevo, vuelve a la misma operación, la esta gozando, comienza a apurar el ritmo, me está haciendo ver las estrellas, comienza a gemir, casi a los gritos, ya no me importa ni su madre ni mis vecinos, solo quiero que se acabe y acabar yo.

¡¡¡Áaaaaaaaaaaaahhhhhhhh!!! –grita Maria -... ¡¡¡si papiiiiiiii!!! ¡¡¡asiiiii, la quiero toda paaraaa miiii!!! ¡¡¡siii, papiii, siii, asiii, dámela, dámela, dámela maaaas!!!

¡¡¡Siii mi putitaaa, métetela hasta el fondo, si asiii!!! –respondo extasiado. Me están viniendo los "mil hormigueos", Maria comienza a tener espasmos, su abdomen se contrae, tiene la respiración entrecortada, le cuesta respirar, reclina su cara sobre mi hombro derecho, estamos un par de minutos así. Valentina le acaricia su espalda y sus nalgas. Maria se incorpora lentamente, me mira, se sonríe, comienza a sacar mi verga de su culo, en ese momento mi lechita escapa de ella.

¡¡¡Uuupppsss!!! ¡¡Lo siento, te he ensuciado el piso!! –me dice sonriendo al tiempo que mira mi leche en el piso. También yo sonrió, Valentina lo hace con lujuria, se lo que piensa, Maria también lo sabe, la mira a los ojos y habla: -... ¡¡¡Áhh, no nena, dejémoslo respirar!!! –Me mira, se sonríe -... Mañana venimos de nuevo. –agrega y antes de que yo pueda decir frase alguna concluye -... ¡¡Acuérdate de papi, no debe de enterarse de lo que hicistes con mama, si mal no recuerdo tiene un revólver por ahí...!!

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