Mi gran sueño - 3

La transformación definitiva de Ingrid

MI GRAN SUEÑO – 3

Cuando llegue a la casa madre, me persone inmediatamente ante Chu , que me dijo:

¬Ingrid, tenemos una posible donante, hace días sufrió un accidente de automóvil y está en la UVI, es una chica de 19 años, y donante de órganos, por lo que no necesitamos el permiso de sus familiares, ya que al ser donante ella en vida autorizo la extracción de todos los órganos necesarios para los trasplantes. Estamos esperando el desenlace.

Permanecerás aquí hasta saber algo, si es lo que esperamos serás operada de inmediato, el equipo médico está preparado.

Me relaje momentáneamente pero los nervios me tenían en completa tensión, seguía con el tratamiento de estrógenos

y progesterona afín de modificar mis cromosomas.

Un día me llaman de urgencia. Había llegado el momento la chica hacia 2 horas que había fallecido y los órganos estaban en camino.

Me prepare y le di una carta a Chu, dirigida a mi hijo, para que se la entregase en el caso de que la operación no tuviese el éxito esperado, en ella le indicaba quien era yo, mi historia y le dejaba todos mis bienes. Ingrese en el quirófano, tras de mí se cerraron las puertas, mientras me anestesiaban paso por mi mente toda mi vida, la de Arturo y la de Ingrid, los sufrimientos y penas vividos como el cretino que había sido Arturo y los sufrimientos y alegrías que había vivido Ingrid, tenía en consuelo de que si salía bien todo, estaba ayudando a muchas mujeres a ser felices. Los ojos se me fueron cerrando y caí en un profundo sopor.

Había pasado 16 horas en el quirófano, me trasladaron a la unidad de cuidados intensivos, permanecí inconsciente, durante tres días, alimentándome con suero y conectada a una serie de aparato que vigilaban todo mi organismo.

Por mi mente pesaron una serie de pensamientos y recuerdos que en este momento me es imposible de ordenar.

Al cabo de 5 días me visito Chu

ya estaba consciente pero dolorido todo el cuerpo, me dijo que todo había salido bien pero que el postoperatorio seria largo y muy vigilado.

Todos los días tenia revisión médica, constantemente era vigilada. La medicación era muy fuerte, ya que tenían que evitar el rechazo al mismo tiempo que tenían que hacer que los ovarios no se atrofiasen, comprobando si menstruaba o no.

Pase tres meses medicalizada, un día, comencé a sentir dolores en el bajo vientre, era un tipo de dolor que no sabía explicar. Me revisaron hicieron ecografías y todo tipo de pruebas, y no encontraron ninguna anomalía, los pechos los tenía más duros y sensibles, me asuste un poco, pero pasaron.

Al cabo de un mes esos dolores y sensaciones se volvieron a repetir, me dijeron que era normal que eran los puntos de sutura que cicatrizaban perfectamente, pero a los días estando en la cama, sentí una humedad en mis piernas y al comprobar me lleve una alegría, estaba menstruando. Inmediatamente llamaron a Chu para comunicárselo, acudió con la prontitud necesaria y me conto:

¬Hija tienes la Regla, esto significa que el útero está funcionando, ya que al no haber ovulo fecundado y anidado en el útero, el endometrio se desprende produciendo la hemorragia menstrual. Lo que tenemos es averiguar si ovulas o no y si comprobar los cromosomas.

Las pruebas de ovulación me las hicieron en el momento necesario según el periodo, había un problema, no ovulaba, por lo que reforzaron la medicación para conseguir que esta se produjese. Todos los meses me hacían las pruebas, y me indicaron que a partir de la primera menstruación, tomase nota de la fecha para llevar un control de los días que tenía el periodo.

Comencé a llevar un control que podía variar entre 28 y 30 días, el sangrado me duraba 4 días, al principio me daba un poco de reparo el ponerme una compresa y retirarla llena de sangre, pero me fui acostumbrando, pensé que si las jovencitas de 15 -16 años lo hacían sin temor ninguno, porque yo no podría hacerlo.

Así, estuve 8 meses hasta que me dieron la noticia de que ovulaba, fue una gran alegría, tenía una gran oportunidad de engendrar un ser en mi seno, de la alegría me abrace a Chu y me puse a llorar.

Me indico que aunque ovulaba tendríamos que hacer las cosas con calma y no precipitarnos, me aconsejo que cuando decidiésemos que podía quedar embarazada, lo haríamos por inseminación artificial, con el fin de llevar un control más exhaustivo, ya que la fecundación natural en mi caso podría ser perjudicial. Me pareció perfecta, no obstante cuando comenzase a tener relaciones sexuales deberían ser con preservativo para evitar un embarazo incontrolado y en un futuro si quisiese y si todo iba bien

podría tenerlas sin preservativo. Así quedamos, mi vida fue cogiendo el ritmo normal de siempre pero con abstinencia sexual.

Al cabo de tres meses Chu me indico que podríamos hacer el primer intento de embarazarme, acudí a la casa madre con unos nervios tremendos, programamos el día, me extrajeron ovulo para la fecundación invitro, una vez me extrajeron los óvulos estos fueron fecundados y antes de implantármelos me dijeron.

Ingrid, para que tengas mas sensación de que la fecundación fue por método natural hoy podrás hacer el amor, pero con preservativo, esa sensación de que vas a tener un hijo facilitara el implante del ovulo fecundado y será más reconfortante para tu salud.

Esa Noche Chu me mando a mi habitación a uno de los vigilantes con quien me acostaría, pero el acto no sería como el echar un polvo, sería como una cita romántica, con velas, música ambiental y todo aquello que te puedas suponer para una ocasión así.

A la hora estipulada, llego a mi habitación un joven de unos 30 años, bien parecido pelo castaño, ojos verdes no muy musculoso, pero bien formado, cenamos en el cuarto, tomamos unas copas y bailamos un poco, fue entonces cuando yo empecé a ponerme nerviosa, como si fuese una chica en su noche de boda, como si fuese la primera vez que me iba a poseer la persona amada, con un poco de reparo o timidez me acerque a él y con cariño lo bese con dulzura , luego me fui al baño a cambiarme, cuando salí el estaba en la cama, esperándome, yo me puse un camisón corto, blanco, con un conjunto de braguita y tanga haciendo juego y muy tímidamente me metí en la cama.

El comenzó a acariciarme los pechos, mis pezones se pusieron tersos, duros, los besos que me daba en la aureolas y en los pezones me llevaban al éxtasis, , fue bajando sus besos por el resto del cuerpo, pasándome la lengua por todo el cuerpo, el ombligo quedo lleno de sus besos, y seguía bajando, su boca alcanzo mi pubis rasurado, comencé a sentir que me estaba mojando, yo creí que me moría de placer, al mismo tiempo que mis manos se acercaban a su pene de unos 15 cm de largo y 7 de grosor, su escroto guardaba sus testículos cargados de esperma, nos besamos como si estuviésemos enamorados y poco a poco me fue poniendo en la posición más adecuada, que fue la del misionero, se puso el preservativo y con mucho cuidado y delicadez fue colocando el glande a la puerta de mi vagina, poco a poco fue introduciéndolo sentí como si fuese la primera vez que hacía el amor , cuando de repente note que se paraba, y le pregunte porque no seguía, me dijo que algo se lo impedía.

Entonces lo saco y yo me explore, y cuan fue mi sorpresa fue que tenia himen, durante la operación me hicieron un himen en la vagina para que tuviese la sensación de que era virgen y hoy me desfloraban, me dio por llorar y le dije. “No te preocupes tu sigue y desflórame con cariño”, siguió con la maniobra y cuando llego el momento de un golpe de cadera me penetro del todo, di un grito entre dolor y alegría, había dejado de ser virgen.

Con sucesivos movimientos de mete y saca y cada vez con más intensidad se corrió, quedando exhausto, cuando saco su pene ya flácido comprobé que el depósito del mismo estaba lleno de una buena cantidad de esperma y el preservativo estaba un poco manchado de sangre, era la sangre del desfloramiento

.

Al día siguiente, fui a la sala de partos, allí me estaba esperando un medico y dos enfermeras, me tumbe en la mesa de partos, puse las piernas en los brazos y me puse en posición un poco denigrante, con el coño al aire a la vista de todo el mundo. Me dio un poco de vergüenza estar en esa posición, cuando yo la había tomado en mis polvos como Transexual, antes y después de operarme, ya que para echar un polvo era cómoda.

Me abrieron el coño con un aparato que mantenía las paredes separadas y me introdujeron una cánula fina, adosada a una jeringa hasta el cuello del cérvix y me inyectaron una solución en la que estaba el ovulo fecundado para que anidase en las paredes del útero. Permanecí en esa postura aproximadamente como media hora, luego me retire a la habitación a descansar.

Después de dos días de descanso comencé mi vida normal, procurando no hacer esfuerzos ni elevar cosas pesadas.

Pasaron los días y yo me encontraba bien, un día al levantarme no me encontraba bien, el vientre me dolía y fui al baño, en eso me vinieron unas nauseas y vomite la cena, pensé que sería algo que tome la noche anterior y me había sentado mal, ya que a los 10 minutos estaba bien, pero esas molestias se repitieron al día siguiente y durante varios días, fui al médico y me dijo. ESTA UD. EMBARAZADA.