Mi gran sueño

Continuación dela historia de Ingrid

MI GRAN SUEÑO

Soy Ingrid, me recordáis, aquel que de donante de esperma se convirtió en un transexual de alto standing, en “De Don Juan a Duquesa”.

Después de mi primer destino en Bélgica, donde supervisaba la incorporación de nuevos donantes, su formación y transformación, enseñándoles a ser unas autenticas señoritas especializadas en sexo especial,

recorrí

más países, tan dispares como Italia, Australia, Brasil, Perú, Suecia y Qatar.

Mantenía un asiduo contacto con Estela y Jennifer, con resultados similares. Un día el Doc. Chu nos reunió para informarnos de algo importante.

Según la dirección del CIDE, habían decidido como premio, nuestro ascenso a la categoría Extra de nosotras tres, y nos habían reunido para decírnoslo.

El ascenso consistía en la reafirmación sexual, convirtiéndonos en mujeres completas, seriamos las tres primeras en conseguir esa categoría en CIDE, ya que hasta la fecha ninguna chica había hecho los meritos suficientes para tal honor.

Chu nos dijo

  • La decisión es vuestra, se os operara para retirar el pene, que tanto queréis y que habéis metido en tantos culos y coños, y fue mamado por bocas masculinas y femeninas, se que les tenéis cariño, pero en parte no lo perderéis al 100%, con el se construirá vuestras vaginas, capaces de albergar tremendos penes gracias a las dimensiones que tenéis actualmente, con el glande haremos unos hermosos clítoris muy sensibles que tan solo tocarlos recibiréis descargas de placer, con el escroto haremos vuestros labios mayores y menores, pensarlo bien ya que si aceptáis, después de la operación no habrá marcha atrás, quedareis como mujeres para siempre.

No tendréis útero, ovarios ni trompas, por lo que no podréis engendrar hijos, ya que los testículos serán eliminados, podréis ser penetradas por tres sitios al mismo tiempo, vagina, culo y boca, y no tendréis las molestias de la menstruación o ventaja, si lo comparamos con otras mujeres que no copulan durante ella. Decidimos pensarlo.

Al día siguiente, nos reunimos con Chu, como veis ya nos tuteábamos, y les dijimos al unisonó,

QUEREMOS TENER COÑO, el sonrió por la expresión y nos dio un abrazo y un beso de padre, dándonos las más sinceras felicitaciones por la sabia decisión.

Comenzamos nuestra preparación para las intervenciones, nos harían una serie de pequeños retoques, en caderas, mamas, vientre, depilación definitiva y para siempre etc.

Llego el día de las intervenciones, en quirófanos distintos fuimos entrando como transexuales y al cabo de 14 horas salíamos como mujeres.

Tras el postoperatorio, largo, ya que nuestras nuevas vaginas tenían que ser readaptadas con expansores, para su dilatación, nuevas medidas corporales etc. Ropa nueva tanto interior como exterior nos fuimos reincorporando a nuestros destinos.

De momento y durante tres meses teníamos prohibido el sexo vaginal, para evitar complicaciones, pero disfrutábamos con el anal y nuestros consoladores.

Estando en Ciudad del Cabo en un coctel, se me acerco un elegante señor 1,80 de estatura, pelo negro ojos negros, muy educado y comenzamos una conversación de lo más agradable, hablábamos de política, deportes, arte y llegamos a hablar de nuestras apetencias sexuales,

copa tras copa, fuimos intimando y muy disimuladamente hecho la mano a mi entrepierna con la esperanza de encontrar mi documentación, ya que le habían contado de que yo era un transexual, quería comprobarlo por el mismo. Muy educadamente le dije que estaba equivocado, que la documentación no la tenía donde había puesto la mano, que la tenía en mi casa, me pidió disculpas y seguimos hablando, fuimos a bailar y me acompaño a casa.

Lo invite a subir y tomar la última copa, acepto, me pidió un whisky yo tome un gin tonic, me agarro por la cintura y me acerco a su cuerpo, yo estaba un poco nerviosa, y sin mediar palabra me dio un beso en la boca, note que su lengua rozaba con la mía y jugueteaba por el interior de mi boca correspondí a su invitación abrazándome a su hermoso torso y así como estábamos caímos sobre un sofá, sin darme cuenta me fue desnudando, retirando el vestido azul turquesa que llevaba puesto, con un escote en pico que dejaba adivinar mis pechos, como no llevaba sujetador, al retirarme el vestido, quedaron al aire, dos hermosas tetas talla 36C con unos hermosos pezones bien erectos que pinchaban al que los tocase, las aureolas no eran muy grandes bien formadas y de un color café, me los apretó con deseo libidinosos. Y comenzó a meterlos en su boca.

Yo me puse muy caliente, le quite la corbata, camisa y empecé a aflojarle el cinturón, que una vez suelto, dejo caer sus pantalones al suelo. Busque entre su bóxer su documentación, encontrando de que estaba todo en regla, y para cerciorarme me acerque a ella palpándola, como estaba yo de rodillas, tenía una perfecta vista de la tal documentación y quise poner el sello de correcta, metiéndomela en la boca comenzando una descomunal mamada, el no decía otra cosa que felicitarme, no sabía que yo me había comido muchas como esa.

Fue entonces cuando me tumbe en la cama sobre mi espalda y le invite a sacarme las bragas, de raso rosa y encaje de Brujas, cuando las retiro al completo se quedo con la boca abierta, de tener pene se lo hubiese metido entero en la boca, comenzó a lamerme el coño con una suavidad increíble, cada vez que pasaba su lengua por mi clítoris me hacía ver las estrellas de placer, yo le gritaba asiiiii

sigue con amor no pares mas, dame mas y entonces le invite a que me penetrase,

con una lentitud de amor me fue introduciendo su pene abriéndome los labios con la mano, poco a poco, fue introduciéndolo, yo estaba chorreando de jugos vaginales y llego el momento que de un movimiento de pelvis me penetro totalmente.

Solté un pequeño grito, pero no de dolor, sino de placer y con un movimiento de mete y saca fue dándome más placer, no recuerdo cuanto tiempo la estuvo metiendo y sacando pero de repente grita, “ YA que esta a la puerta”, y con el ímpetu que tenia de un solo golpe me lleno la vagina con su hermoso esperma, que buen donante habría sido, caímos los dos rendido tras media hora, no follando, haciendo el amor, que es muy distinto. Ese fue mi primer polvo vaginal no lo olvidare nunca, ahora comprendía lo que sentían las mujeres cuando se descargan dentro de su vagina, un autentico placer que las eleva a la constelación de Venus.

Como es natural no le dije que había sido mi primer polvo, al contario le indique que nunca había tenido uno como ese, era verdad.

No lo volví a ver.

Tras ese polvo, vinieron muchos más, el trabajo no faltaba los donantes eran cada vez más jóvenes.

Un día en una de las selecciones había un chico de unos 14-15 años, con un rostro ideal para la transformación, pero había en el algo que me llamaba la atención empecé a indagar su procedencia, edad, familia etc. Fui atando hilos y me asuste, era mi hijo, si aquel que dije que no era mío, para no comprometerme con su madre. En un principio lo rechace como donante y le dije que era demasiado joven que se presentase dentro de unos años, si en el caso de que siguiese con la idea sería aceptado, también le di las esperanzas de que si necesitásemos un donante especial lo llamaríamos, en el caso de que siguiese con la idea, Pero esa es otra historia.

Pasaron meses y un día en Portugal nos encontramos, Jennifer, Estela y yo, nos contamos nuestras experiencias de nuestra nueva vida y cuál fue la sorpresa de que Jennifer nos dice:

¬Chicas tengo novio y me voy a casar, cuento con vosotras para damas de honor, nos quedamos mirándola y le dijimos:

¬Estás loca, eso no puedes hacerlo, la compañía no lo admite.

Pero ella no nos hizo caso, nos presento a su prometido, un portugués muy educado y galante, pero en su mirada, había algo que no nos gusto, se lo dijimos y nos dijo que era envidia que la amaba, - ¿Pero le dijiste quien fuiste a que te dedicaste todos estos años, que no puedes tener hijos? – No pero no tiene importancia el me quiere y me ama.

Intentamos por todos los medios de convencerla, abrirle los ojos, pero fue imposible, se desvinculo de la compañía totalmente y perdimos el contacto.

A los seis meses en un nuevo viaje a Lisboa paseando por las orillas del Rio Tajo, se nos acerca una señora mayor pidiendo una ayuda para comer, la atendimos y al verla de cerca quedamos pálidas al ver a JENNIFER.

Se había casado con aquel hombre, en realidad era un chulo, se había enterado de que ella tenía dinero y se la camelo, vivía a su cuenta cuando le dijo que no podía tener hijos por un problema de ovarios, él le pego tal paliza que casi la mata. Al acabarse el dinero la puso a trabajar de prostituta, tenía que recaudar una cantidad diaria que se la entregaría a él, y si para ello necesitase acostarse con todos los marineros, soldados, obreros de Lisboa que lo hiciese, la ayudamos todo lo posible dentro de nuestra amistad, se lo contamos a Chu que no lo sabía, pero que la ayudaría en lo posible, diciendo que todo pecador tiene el castigo en concordancia a su pecado, fue en ese momento que nos dijo que Jennifer había sido un chulo y macarra, supo así lo que las mujeres sienten cuando son maltratadas por personas que las explotan.

Chu la recogió y la envió a la casa madre, donde se le asigno un trabajo de coordinadora, podría tener sexo con las señoritas pero no con los aspirantes. Supusimos que en esas condiciones lo que menos querría era ser una servidora sexual.

Cada vez que pasábamos por la casa madre la visitamos y siempre al vernos se ponía a llorar y pedirnos perdón por no habernos hecho caso, que siempre estaría en deuda con nosotras y que si hacía falta dar su vida por alguna de nosotras ella sería el cordero expiatorio. Tratábamos de hacerle olvidar aquella etapa de su vida, pero ella no dejaba de relatarnos las bestialidades que le hacia su marido, casos como de exponerla en una feria de pueblo, como oferta sexual,

subastarla al mejor postor para que fuese penetrada las veces que quisiese, mientras el se había echado una querida que la humillaba y le ayudaba a su marido un calvario. Ahora vivía en la casa madre tranquila y con el cariño de sus amigas, de vez en cuando se encontraba con Flor y Fátima y las tres se reían y daban gracias de estar vivas a pesar de lo que habían sufrido. Las buenas amigas nunca se olvidan porque los que realmente son amigos, son los que te visitan en la cárcel y en el hospital.

No perderos la segunda parte de este relato, darme vuestras opiniones