Mi gran día (2)

Y nuestra tarde continuaba, la excitación aumentaba, el placer crecía, el sometimiento era mayor.

Mi Rey se sentó en su trona, se puso sus gafas, que le hacían mas sexy todavía, y yo puse una canción que me pone muy muy caliente y empecé a bailar un poquito lejos de él.

  • No, no, tan lejos no perrita

  • Aquí, baila aquí, delante mío, entre mis piernas

Yo entre los nervios y los tacones, me sentía y seguro que parecía un patito mareado... Me coloqué entre sus piernas y poco a poco me fuí quitando la ropa moviendome sensualmente.

Mirandole a sus ojos expectantes, me fuí desatando el lazo del cuello de mi blusa roja... Jugando con las tiras, sonriendo picaramente, bajandomela sutilmente. Me dí la vuelta, y moviendo mi trasero me fuí desabrochando y quitando la falda lentamente, hasta descubrir mi lenceria sexy de lacitos rosas.

  • Mmm, como me gusta...

  • Decía mientras me agarraba por mi cintura

  • Estas preciosa perrita, sabes elegir muy bién

Yo seguia bailando, moviendo mi culito, mi cintura...

  • Bailas bién pero chupas mejor putita

  • Así qué... Lameme bien la polla y mientras lo haces, quiero que te corras perrita

Comencé a masturbarme mientras saboreaba su polla. Nunca había disfrutado tanto lamiendo una polla, me encantaba, no me cansaba de metermela en la boca, de lamerla entera, de succionarla, de jugar con mi lengua. Mis dedos agitaban mi coño, cada vez con mas fuerza

  • Ahora tumbate en la cama, muestrame tu coñito y saca tus chorros de putita para mí

Me tumbé en la cama con mi sonrisa juguetona y empecé a masturbarme con mis deditos mirandole a la cara, me encantaba ver como sus ojos se clavaban en mi coño, buff, como me ponía, me encanta ver la cara de macho que pone, me pongo mala...

Acabó acercandose a mi coñito para masturbarme

  • Si Mi Señor, mejor con tus dedos

De repente me metió un dedo en mi culito y comenzó a jugar con el, suavemente, en circulos, metiendolo y sacandolo, mmm, me gustaba...

Cogió mi polla de goma con vibrador y se puso a jugar con ella, la comparabá con la suya, la encendía, me rozaba con ella... Y en una de estas, me la metió por mi coñito. Cogió también las pinzas y me las puso en mis pezones con delicadeza

  • Venga putita, correte ahora con tu polla rosa- me ordenó regresando al sillón

Estuve un rato masturbandome, deseando que fuera su polla la que entrará por mi chochito. Cada vez estaba más excitada y de repente se levantó, vino directo hacia mi y me quitó la polla de goma

  • A cuatro patas perrita

-Si Mi Señor

Se puso de rodillas en la cama y empezó a azotarme, y a masturbarme a la vez con fuerza, primero con un dedo, luego con dos, tres.. A veces me metía uno en el culo e intercalaba mi culo con mi coñito. Yo le miraba, miraba su cara de excitación, de macho dominante, como me ponía verlo asi, observandome mientras me follaba duramente con sus dedos.

  • Apoya la cabeza sobre el colchón perrita- me ordenó con firmeza,

Y a la vez que me sujetaba con una mano la cabeza contra el colchón, con la otra seguía masturbandome, cada vez más y más fuerte. Bufff, yo gemía, que excitación, quería que se detuviera el tiempo, estaba rozando el cielo, faltaba poco para llegar, sabía que en cualquier momento mi chorrito podía salir disparado, y..., paró, en ese instante paró. Ya iban dos, dos veces que Mi Señor me dejaba a mediás, buff, mi coñito estaba hirviendo, estaba ansioso de chorrearse.

  • Mira perrita, así sabe tu coñito y tu culito- me dijo mientras me metía sus dedos con mis flujos en la boca

  • Limpiamelos bien mamona - Claro Mi Señor- contesté agradecida, por haberme hecho disfrutar tanto

Me dió la vuelta de un giro brusco y me puso el culo en sus piernas, me las abrió y empezó a azotarme con sus manos a veces suave, a veces un poco fuerte, o un poco más... Por mis piernas, mi coñito, culito, a la vez de que me escupía y me seguía masturbando fuertemente mi coñito y mi culito. En esos momentos, estaba en plena desconexión del mundo, sintiendo una agitación máxima en todo mi cuerpo, disfrutando de múltiples orgasmos...

Mi Señor se dirigió de nuevo a su trona y me llevó con él, agarrandome suavemente del pelo

  • Ponte de rodillas ante mi polla, mirame a los ojos y abre la boca putita- me dijo quitandome la pincita de mi pezón que sobrevivía al asalto anterior.

  • Y recuerda, no cierres la boca puerquita

  • No la cerraré Mi Rey- contesté ansiosa por qué me volviera a meter en mi boca su jugosa polla.

Me cogió del pelo haciendome una coleta y me dirigía el movimiento de su polla en mi boca, yo intentaba hacer todo lo posible para mantener la boca abierta y comermela enterita. Empeźo a darme pequeñas bofetadas mientras me follaba la boca, de repente se la sacaba llena de mis babas y me pegaba también con la polla en la cara, y me la volvía a meter en la boca, cada vez más adentro, y más bofetadas, y más pollazos en la cara, cada vez más seguidos y aumentando la intensidad. Yo, sumergida en una excitación nueva e inmensamente placentera para mí, agitaba mis dedos con fuerza en mi coñito. Me encantaba la situación, cuantó más me daba, más me ponía, hasta yo misma le pedía más y más y él se excitaba más y más.... Fué bestial, fué un momento de extasis total.

Se puso de piés y empezó a restregar su polla por toda mi cara, y a darme golpecitos con el glande

  • Enseguida me voy a correr puerquita

  • Quieres que me corra en tu cara? O quieres tragarte mi leche puerquita?- Me preguntaba mientras esparcía en mi cara todos los restos de su pollón, que en esos momentos estaba enorme.

  • Quiero tragarme tu leche Mi Señor, tengo muchas ganas de probar tu apetitosa leche.

  • Tienes que ser una buena perrita tragona, ¿Está claro? - Clarisimo Mi Señor, me la tragaré toda

Me agarró con fuerza de mi cabeza, me clavó su polla en mi garganta y empezó a darme de comer

  • Toda tuya puerquita tragona- me decía clavando sus profundos ojos en los míos

Notaba que mi garganta, poco a poco, se iba llenando con su calentita leche, y mmmm me la tragué enterita. Era la primera vez que tragaba leche, y la verdad es que no me supo mal, es más me gustó, y me sentí satisfecha tragandomelo todo, alimentandome con la privilegiada leche de Mi Rey.

  • Buena putita- Dijo mirandome a los ojos con cara de satisfacción

  • Mmm... Me ha gustado mucho. Tu leche está muy rica Mi Señor

  • En ese momento tenía todo el sabor, el olor, toda la cara con los restos de su polla y estaba encantada, disfrutando el momento en el que me sentía la más puta de todas las zorritas.

Me levanté, y noté que Mi Señor estaba contento conmigo, tragar su leche era un límite que acababa de superar, y se dejaba hacer... Arovechaba a abrazarlo, a tocarle el culo, a acariciarle. Y después de un rato tranquilo, hablando, jugando...

  • ¿ Ya sabes que las buenas perritas tienen que lamer y bañar bien a su señor, verdad?

  • Si Mi Señor, te daré un buen baño encantada

Fuimos al baño y comencé a prepararle la bañera, con agua calentita y espuma, y mientras lo hacía, me abrazó por detrás y empezamos a restregarnos mirandonos por el espejo. Cuantas sensaciones... Notaba todo su cuerpo en mi espalda, su polla en mi culo, mientras sus brazos se movían, abrazandome, aplastandome, notaba su cortita barba en mi cuello. Yo, no paraba de gemir, de rozarme, de restregarme, de mover mi cabeza a un lado y a otro, intentaba pegarme a él a más no poder.

  • Haber como tienes el culo perrita - Muestramelo

Me levantó la minifalda de liguero y vió que mi culito ya estaba rosita, asi qué arqueó mi espalda me agarró del pelo y volvió a azotar mi culito, zash, zash, zash, con una mano, con la otra, hasta ponermelo bien rojo.

  • Ahora si! Precioso culito rojo perrita!

Se dirigió a la bañera. Yo admiraba su cuerpo desnudo, como me gustaba, como me ponía, estaba disfrutando mucho de mi sumisión y servidumbre hacia él.

  • Es hora de que mi perrita me bañe - De rodillas perrita

Me puse de rodillas sobre una toalla y empecé a recorrer cada centimetro de su piel con mis manos, a masajearle suavemente por todo su cuerpo. Observandole como estaba tan relajado, con los ojos cerrados, y disfrutando de cada caricia que le hacía. Me hubiera pasado horas acariciandole, sintiendo su piel en mis manos.

Añadí mi lengua para saborear su piel, le comencé a lamer sus pies, sus piernas, su pecho, sus pezones, su espalda... Y llegué a la zona del cuello, de sus orejas, mmm, pasaba mi lengua por su cuello, le mordía suavemente, luego por su oreja, rozaba mis dientes, mis labios, le absorbia el lobulo, se lo mordia, gemía. Retorciamos juntos nuestros cuellos, fué muy excitante.

Le puse una toalla, y se tumbó en la cama dispuesto a que su perrita le diera un buen masaje en la espalda. Me senté encima de su apetitoso culo y le dí un largo masaje. Acabé lamiendole toda la espalda, le quité la toalla y seguí por su culo, lamiendoselo por fuera, por dentro.

Se dió la vuelta, me agarró del pelo y empezó a restregar mi carita por su culo, sus cojones, su polla recordandome lo perrita chupona que era. Paró y seguí lamiendole, por sus muslos, por sus huevos, empecé a jugar con ellos con mi lengua

  • Saca la lengua bien afuera putita y lamelos enteros

  • Mmm, siii, asi putita, lo haces muy bien

Yo estaba disfrutando a más no poder, complaciendole en todo, dándole placer como mejor sabía hacer, y cuanto más le gustaba, mas me motivaba e intentaba hacerlo mejor y mejor. Estuve un buen rato saboreando y jugando con su polla, sus huevos, su culo, tocandole y observando su cara de placer.

Lamiendole, chupandole, besandole, fuí descubriendo que es lo que le daba más y más placer e intentaba darle el mayor posible. Hasta que volví a recibir mi segunda merienda. Estaba cogiendo gusto al alimento de Mi Señor.

  • Te esta gustando mi leche ee putita

  • Haber si te la voy a tener que mandar mi leche todas las semanas para que tengas buen desayuno

  • Mmm... La prefiero calentita... Recien salida de tu sabrosa polla

Oscar se levantó, cogió la foto en la que saliamos mi cornuda y yo, y empezó a restregar su polla y los restos que quedaban de su leche, mientras decía "Me voy a correr en tu cara maricona, te gusta mi leche eee"

  • Te gustaría ver a tu cornudo chupandome la polla perrita?

  • Me daría mucho morbo ver como le manejas y consigues hacerle nuestra putita

  • La vamos a hacer una maricona- nos reimos juntos

Se acomodó de nuevo en la cama.

  • Ven aquí perrita, has sido buena putita. Me tumbé en sus brazos y estuvimos hablando y acariciandonos un largo y tranquilo rato. Pero pronto, llegó la hora de que Mi querido Rey se fuera, yo no quería... Pero pese a mis insitencias, se levantó, se vistió y se sentó en el sillón. Yo empecé a moverme y acariciarme en la cama

  • Me echo un cigarro contigo y me voy, volveré

  • Sobre las 10 y media estoy aquí, asi que dejame la puerta abierta

  • Tengo que abrir bién ese coñito jugoso que tienes

Me empezó a decir mientras me observaba y me escribia una nota.

Se levantó, me dió unos cuantos besitos jugositos mientras tonteabamos y yo jugaba con mi polla rosa en mi coñito, provocandole, intentando entretenerle. Pero no, se fué, diciendo que volvería...

En cuanto se fué cogí la notita que había escrito y ponía "Eres la mejor perrita de euskadi" Me encantó y la guardé, y le contesté "Y tu el mejor macho de España". Me quedé en la cama suspirando, pensando y asumiendo todo lo que había pasado.

Me dí un bañito en el agua que había usado Mi Rey, y fuí a comprar algo para picar y para beber.

Enseguida llegaron las 10 y media.

Le envié un par de fotos sexys

  • Mi xoxito te espera Mi guapisimo Rey

  • Estoy deseando que vengas a partirmelo

  • Avisame cuando vengas para que te deje la puerta abierta.

Pero no llegaba, ni contestaba a mis mensajes, ni siquiera los leía. Yo cada vez estaba más y más angustiada, el capullo de mi señor, me estaba dejando plantada, y yo ahí, en medio de una ciudad que no conocía de nada, aburrida, angustiada y con mi coñito mas caliente que nunca. Cogí las cervezas y empecé a beber, 1, 2 , 3, sobre la 1, empecé a asumir, que ya no iba a venir. El cabrón de él me había hecho venir hasta aquí, a 4 horas de mi ciudad, para venir a verme, a someterme, tan solo 2 horas, me ponía mala. ¿ Porqué me hacía estó? Así que decidí irme de esa habitación, la estaba empezando a odiar. Y necesitaba saciar mi coñito

-Creéis qué logré saciar mi coñito? O que volví a euskadi con el coño muy caliente?