Mi gran día (1)

El día en el que Oscar, Mi Señor, me hizo su putita, su perrita, lo que yo tanto ansiaba. A él le dedico mis letras de nuestro primer placentero encuentro

Llegó el gran día, el día con el que llevaba soñando mucho tiempo, con el que tanto ansiaba. Por fin iba a conocer a Oscar, el hombre que llevaba zorreandome dos meses, emputeciendome a su manera, para que cuando tuvieramos nuestro encuentro, sacara a la mejor putita que hay en mí y pudiera estar a la altura de servirle y complacerle como merece. Por fin iba a hacer realidad mis fantasias más oscuras y persistentes a su lado.

Oscar es un hombre con clase, elegante, culto, atractivo, seductor, muy seductor... Un hombre al que es inevitable fijarse en él, al que en cuanto le miras, se te quedan sus penetrantes y oscuros ojos clavados en los tuyos, y produce reacciones en todo tu cuerpo, es irresistible.

Me levanté ya con mis braguitas mojadas, y con un montón de sensaciones rondando dentro de mí, euforia, ganas, nerviosismo... En ese día, mi vida iba a cambiar, iba a pasar de ser la novia formalita de mi cornudo a la putita de Mi Señor.

El día anterior, Oscar me puso mis deberes para el viaje, debía ir marcada, cosa que me encantaba hacer, me encanta recordar siempre de quien soy puta, e ir documentandole mi viaje.

Así que dí los buenos dias a Mi Señor mostrandole mis grandes deseos por verle, tocarle, sentirle,

Me maquillé y me vestí sexy para el camino, me puse unos vaqueros ajustados marcando mi culito,  con unas cuñas marrones bastante altas y una camiseta negra escotada y medio transparente en la que enseñaba sigilosamente mi tripita marcada para Mi Señor, aparte del sujetador. Para no llamar la atención por mi ciudad, me puse una chaqueta y un pañuelo de los que solía llevar habitualmente.

Revisé en mi maleta que no me faltara nada, sobretodo lo que me había mandado Mi guapisimo Rey, mi polla de goma, con la había sacado muchos chorritos por y para él,  mis pincitas para mis pezones, mi lubricante para que estrenara mi culito y una foto mía con mi cornuda.

La verdad es que al principio para nada quería meter a mi novio en todo esto, pero me daba mucho morbo la forma que tenía  Oscar de dirigirse a él. Y más morbo me empezó a dar cuando me dirigía yo a él de la misma manera. Además me enseño a zorrearle un poquito para que me diera mas placer a mí, el suyo debía ganarselo, y de paso para que fuera preparando mi culito virgen con su lengua, y la verdad es que cuanto más le zorreaba, más disfrutabamos los dos. Oscar hizo que se activara un poco más nuestra vida sexual, y sobretodo mi placer.  .

Y salí de casa. De camino hacia el tren, fuí haciendome selfies, contandole mis sensaciones y calentandole un poquito con nuestra particular forma de hablar.

Llegué a la estación de tren, nerviosita perdida, sentía que la gente me miraba, ¿Sería porque se me notaba en la cara que ese día iba a ser muy putita? No lo sé, la cuestión es que yo lo notaba, notaba por dentro que la sangre me hervía, mi estomago crugía y mi xoxito cada vez se encharcaba más.

Subí al tren, ya no había marcha atras, me dirigí hacia mi asiento, eran 4 asientos alrededor de una mesa y me tocó al lado de la ventana. Un hombre de unos 45 años, que no estaba nada mal, pero con un poco pinta de macarra, me facilitó el paso y se sentó a mi lado. Al cabo de un rato, de un intento continuo de roce por su parte, se puso enfrente mío.

El viaje seguía y por fin Oscar contestó mis mensajes:

  • Ummm que cara de putita traes ya!

  • Estas hermosa perrita!

Uff que calor me entró, en ese momento quería quitarme la chaqueta pero me daba bastante verguenza, se lo conté a Oscar y enseguida me dijo:

  • Ese tio de 45 años merece ver como te sienta esa blusa, perrita.

Así qué me la quité, me gusta obedecer en casi todo a Mi Señor, me da mucho morbo lo que me hace hacer y en las situaciones que me pone.

Notaba miradas tanto de hombres como de mujeres, y sobretodo del hombre de 45 años de enfrente mio. No dejaba de mirarme sin cortarse nada y me estaba preocupando un poco, tenía el movil en la mano todo el rato apuntando hacia mí.

  • Me estoy poniendo muy nerviosa. Este tio esta todo el rato apuntandome con el movil, espero que no este sacandome fotos. Jaja

  • Jajajaja

  • Lo esta haciendo

  • Luego se la va a pelar en el baño de su casa

  • Jajaja, eso es lo que sueles hacer tú ¿no?-  respondí juguetona

  • Te voy a poner el culo rojo puerquita

Me encanta cuando se pone así, me gusta picarle, me gusta tener el culito rojo, y sobretodo quería tenerlo esa tarde.

Todo iba bién, ya motivados para vernos, para sentirnos, para disfrutar los dos al máximo.  Habíamos quedado a las 7 y estaríamos hasta la mañana siguiente. Pero de repente, ¡Zash! Mi primer vaso de agua fría me cayó encima

  • Ha surgido algo

  • Llegaré antes y me iré, pero procuraré volver

Buff, que mal me sentí en ese momento, tanto tiempo esperando ese día para que repentinamente se vuelque. Y le mostré mi angustia

  • Y qué te ha surgido?

  • Cuándo?

  • Haber explicame

  • Me estoy poniendo nerviosa!

  • Ya has quedado con otra perrita también?

Rapidamente me contestó

  • No soy el marica de tu novio, no tengo que explicarte nada perra!!!

  • Pero como estas nerviosa en el tren...- me explicó-

  • Este finde solo una perrita vasca

  • Pero tranquila, vas a estar saciada y volveras como puta del norte!

Llegué a mi destino, ¡Que calor!, seguía notando miradas, pero en vez de cohibirme cómo normalmente hacía, en aquel momento me encantaba, me gustaba que los tios me miraran con deseo, me gustaba provocarles con mi paso, ese día era la puta del norte y lo notaba.

Poco a poco fuí asumiendo que Mi Señor me abandonaría durante unas horas, pero con esperanza de que volviera.

En nada estaba en el hotel, muy muy caliente preparandome bien putita para él. Tanto la lenceria como la ropa la había supervisado él, para estar perfecta, a su gusto.

Me puse mi conjunto interior formado por un sujetador y un tanga de encaje rosa y negro, con un liguero tipo faldita unido a unas medias de color carne. Todo ello estaba lleno de lacitos rosas.

Por encima de mi sexy lenceria me vestí con una sensual blusa sin mangas roja, atada al cuello por un lazo y abierta en la parte de el pecho y de la espalda, una fadita negra de vuelo y como no, mis zapatos negros de taconazo. Me maquillé muy sexy, pronunciando mis ojos verdes y pintando mis labios de un rojo pasión como mi blusa y alisé mi larga melena morena.

Estaba lista, lista para ser suya, para ser su putita, su perrita; y nerviosita perdida daba vueltas y vueltas por la habitación esperando la llegada de Mi ansiado Rey, que hacía media hora que me había dicho que estaba de camino.

En unos instantes conocería a mi hombre dominante, al macho de verdad que me iba a someter y a hacer su puta esa tarde..

Tocaron la puerta. Me dirigí hacia ella con mis piernas temblando y la abrí medio escondida con una sonrisa nerviosa y juguetona a la vez. Y ahí estaba Oscar, Mi Rey, sonriendo al verme, con su buen porte, moreno, alto, fibrado, guapo, me encantaron sus fracciones duras de la cara.  Cuánto me alegré cuando le ví, superaba con creces mis expectativas.

En ese momento su profunda mirada perversa conectó con la mía, se notó feeling, atracción, deseo... Buff... sentí que iban a ser unas de las mejores horas de mi vida. Mostró su picarona sonrisa y sin decir nada se dirigió hacia dentro con una bolsa, la colocó en una mesa,  y avanzó hacia mí comiendome con la mirada, muy pero que muy seductor.

Me quedé en shock, excitadisima perdida, por fin me va a besar, pensé, por fin notaré su sabor, su pasión

.

  • Hola perrita- Me dijo probando mis labios deliciosamente y acariciandome suavemente la cara

  • Hola Mi Señor- Respondí nerviosa e impaciente.

  • Me gustas mucho- le dije probando ahora yo sus labios y poniendo una mano en su cintura

Seguimos besandonos, saboreandonos despacio, acariciandonos la cara, conociendo nuestro cuerpo con caricias..

Y... De repente la expresión de su cara cambió,

-Me va a gustar mucho como me van a mirar esos ojos mientras me comes la polla perrita- me dijo clavando sus ojos en los mios, agarrandome por la barbilla y empujandome hacia atras contra la pared.

Empezó a besarme con fuerza y pasión, comiendome la boca ... Buff... Que beso...Ya estaba lubricando a más no poder, saboreandole, oliendole, tocandole, notando su cuerpo contra el mio, su lengua jugando con la mía, sus manos sujetandome del pelo, de la cabeza, dirigiendo mis movimientos mientras no dejaba de besarme.

Yo gemía, como una perrita en celo, metía mis piernas entre las suyas y restregaba mi coñito de arriba abajo, en circulos, bufff, estaba hiper cachonda.

Entonces sacó su lengua y me dijo:

  • Chupala perrita! Lamela bien!

  • Claro que sí Mi Rey, lo estoy deseando!

Mmm y se la chupaba con fuerza. Me daban ganas de mordesela, de arrancarsela...

  • Ahora abre la boca putita!

Me tiró del pelo hacia abajo y dejó caer su saliba en mi boca.

  • Mmm, que rico estas Mi rey

  • Ponte de rodillas puta, vas a conocer lo que es una polla de verdad

Continuó tirando de mi pelo hacia abajo, y empezó a desabrocharse el cinto, el pantalón, sus calzoncillos tenian  una apertura y se sacó la ansida polla que llevaba tantó tiempo esperando.

  • Aquí tienes putita, ¿A qué esta polla no la tiene tu cornuda maricona?

  • No  Mi Señor, mi cornuda tiene pilila, no tiene esta pedazo de polla.

  • Esto sí que es una polla de verdad! Una polla de hombre!- Contesté mirando su polla con los ojos abiertos como platos.

Me encantó su polla. Es perfecta para saciar mi coñito pensé. Larga, gordita y muy jugosa. Mmm

  • Ala ya sabes que tienes que hacer, ¿verdad putita?

  • Verdad Mi Señor

Asi que la besé, la olí, la acaricié con mis labios y le dí un chupetón a la puntita, que rica estaba. Empecé a lamerla por todos los lados y a metermela en la boca.

De repente se apartó y sacó sus cojones diciendome

  • Mira puerquita aquí estan mis cojones, bien cargados para ti, los notas puta?

  • Los voy a descargar en tu boca de putita mamona, y te lo vas a tragar todo como lo buena puerquita que eres ¿Verdad putita?.

Empecé a acariciarlos, a lamerlos, estaban muy llenos, tenía muchas ganas de que los vaciara en mi...

  • Estoy deseando que lo hagas Mi Señor, quiero que los vacies dentro de mi. Y si, me voy a tragar todo como la buena puerquita tragona que soy! Estoy deseando probar tu leche. Tiene  que estar muy pero que muy rica

Me cogió del pelo y me levantó .

  • Vamos perrita

Se sentó en la cama, y se echó para atrás. Me excité mucho más de lo que ya estaba al verle ahí tumbado, vestido, con sus pantalones bajados y su preciosa polla empalmada. Rapidamente me puse entre sus piernas a conocer más a fondo su atractivo miembro.

  • Sigue mamando mis cojones putita

Y yo lo hacía gustosamente, los lamía, me los metía en mi boca, jugaba con ellos con mi lengua, con mis labios

  • Prueba mi culo perrita

Empecé a chuparle el culo, le lamía desde su agujerito hasta sus cojones una y otra vez. Se levantó y se quitó las zapatillas, los pantalones vaqueros que le hacían un culo de lo mas apetecible, la camiseta. Y yo... aprovechaba a observar su atractivo cuerpo mojando más mi tanguita y acariciando mi cuerpo, excitandome al ritmo de su sensual estriptis, aunque él pensara que solamente se quitaba la ropa.

  • Ahora ponte a mis pies, quitame los calcetines y besamelos putita!

Me postré ante sus pies y le quité sus calcetines con mucho gusto mirandole de reojo, y empecé a besarlos, a lamerlos, a demostrarle que era digna de él, enseguida me dijo

  • Ven aquí perrita, te voy a poner ese culito que tienes bien rojo para mi.

Me besó y me ordenó ponerme a cuatro patas encima de la cama con mi culito expuesto para él. Y comenzó a azotarme, poco a poco y cada vez más, y más fuerte, mi culo hervía , yo cada vez lubricaba más y más, me encantaba sentir sus manos golpeando mi trasero una y otra vez.

  • Colocame tu coñito para mi,  que vas a saber lo que es una polla de verdad en tu coño estrecho de novia de maricona!

Y plaf, intentaba meter su pedazo de polla en mi coño y no podía entrar, mi coñito esta muy estrecho, el pito de mi novio lo ha mantenido cerrado por mucho tiempo.  Yo la ansiaba, la quería dentro... Muy adentro... Quería que mi xoxito conociera lo que es una polla de verdad, su polla. Quería sentirla entera, contraer los musculos de mi coñito y... Buff... Gozar de ella. Gozar de la tremenda polla de Mi Señor.

Y de repente, de una embestida, la metió entera dentro de mí. Buff... Que gustazo, nunca había sentido una polla tan grande en mi coñito. Empezó a follarme gustosamente a cuatro patas,  mientras me decía

  • A cuantos tios te has follado puta?

  • Tienes el coño muy estrecho perrita, la pichafloja de la NeNiTa lo ha dejado bien cerrado para mi!

  • Nunca había probado un coñito tan estrecho perrita, te lo tengo que abrir!

Yo casi no podía contestar, gemía y disfrutaba cada segundo que me regalaba metiendome su privilegiada polla, la estaba notando al máximo. Cada vez que la sentía clavada dentro de mí, estaba viendo las estrellas, me encantaba, quería que me follara hasta dilatar mi coñito, hasta que me doliera, no quería que parara...

De forma repentina, me cogió por la cintura, me dió la vuelta con fuerza y empezó a jugar con mis tetitas, me las aplastaba, pellizcaba, agarraba... Buff... Ya estaba muy extasiada... Me sujetó de las manos por encima de mi cabeza y me dijo:

  • Bueno perrita, ya va siendo hora de que hagas el baile ese que tienes preparado para mí...

Continuara...