Mi Gran Danés Dante y las cosas que hemos hecho
En mi última historia les conté sobre mi curiosidad de dejar que Dante me penetrara...así que me he estado preparando.
Me he vuelto una completa obsesa con mi perro y él conmigo. Desde que escribí mi última historia las cosas no han cambiado demasiado, o bueno, solo de intensidad. Ahora ya no puedo vivir sin que Dante me lama el coño, ahora duerme conmigo en la cama y ya hemos creado una rutina de diario. Al despertar, jugamos un momento viendo la televisión en cama, cuando él se siente despierto y listo me ladra un par de veces para que le muestre mi coño y él ponerse a ello, me lame con tanto gusto que es capaz de darme hasta cinco orgasmos en un solo oral, y de ley el que me da en la mañana dura al menos media hora. Después nos levantamos y mientras lo saco al patio para que haga sus necesidades yo recojo y organizo nuestra habitación, hago algunos quehaceres y después voy a buscarlo. Entramos a la ducha todas las mañanas y en esa ducha juntos vuelve a darme otro oral, deliciosos, y mientras me visto le gusta lamer el agua de mis nalgas para ayudar a secarme.
Después vamos al desayuno y aquí es cuando definitivamente perdí el control, pues Dante me sigue lamiendo mientras cocino, no se detiene mientras sirvo mi plato y preparo el suyo, me continua lamiendo mientras desayuno y lo sigue haciendo mientras lavo los platos, no se detiene mas que para seguirme cuando cambio de lugar, se ha vuelto un obsesionado con mi sabor. Por la tarde me da un pequeño descanso y toma sus siestas, pero solo cuando duerme pues al despertar me busca de nuevo y me lame otro buen rato, lo saco a correr por las tardes y ha habido instantes en los que Dante no puede esperar a estar en casa y me ha hecho suya con su áspera lengüita mientras estamos en público, escondidos. Para cuando llega la noche repetimos la rutina del desayuno pero ahora en la cena y finalmente él se va a dormir antes que yo, seguramente agotado de darme tanto placer mi pobre bebito. Ahora siento que Dante es mi dueño y no al revés, que él es el hombre de la casa y que yo soy su perra, su propiedad, mi coño no es mas que la fuente que lo sacia de sus jugos favoritos y los almaceno y produzco para él...y estos pensamientos me han dejado hambrienta de pene, porque eso es lo único que mi novio me da que Dante no..así que me decidí a conseguirlo de mi amado perro. Me estuve preparando para conseguirlo, vi muchísimos videos y mientras Dante dormía yo ensayaba las posiciones en las que sería posible o más fácil que mi Dante me hiciera aún mas suya. Compré por internet un par de dildos de diferentes tamaños para ir acostumbrando mi vagina al delicioso tamaño de Dante. Compré un par de tamaños diferentes y muy realistas, además de otros juguetes sexuales que me han fascinado y que si desean puedo irles contando las historias. Me he preparado desde entonces para ser follada por Dante y que me anude. Como algunos sabrán, ayer fue día de muertos en mi país. En la familia de mi novio es común pintar a los animales que tenemos (pinturas completamente aprobadas para animales) nos reunimos y tenemos un pequeño concurso, este año por razones personales no pude ir de manera presencial, pero les mandaría las fotos del maquillaje de Dante por ser su primer año participando. Después de que me ayudó con el altar de muertos que mas que ayudar me distrajo lamiendo mi coño, nos sentamos en el patio para pintarlo sin que manchase las cosas dentro de casa. Al principio no quería, me bufaba con su naricita rosada y decía que no con la cabeza, pero solo faltó que yo abriese mis piernas y me sacara las bragas para tenerlo echado y lamiendo mi coñito mientras yo lo pintaba...nos tardamos un montón pues me dio tantos orgasmos que me impedía seguir pintando. Le tomé sus fotos y le envié un video a mi pareja de Dante corriendo en el jardín, pitado como un precioso perro esqueleto, al final del video se veía claramente cómo Dante corre hacia mí y entierra su nariz en mi coño humedecido. Se lo envié así por morbo a mi pareja y cuando llegó el momento de despintar a Dante ya cuando había anochecido, fuimos de nuevo al patio, mi suegra me llamó y me dijo que Dante no había ganado el primer lugar pero si el tercero, y me sentí mal por mi bebito. -No ganaste mi amor...pero mami te va a dar un premio que te va a gustar mucho mas, como premio de consolación.
Fui dejando besitos por su hocico, sus inflados cachetitos y sus orejitas paradas mientras le hablaba. -Mamá se ha estado preparando para ti mi amor, para que puedas follar el coño de mami. ¿Eso te gustaría bebé? Pasé un pañito húmedo por su pata, tratando de quitar la pintura pero esta no salía, por lo que necesitaría bañarlo más tarde. -Parece que me vas a tener que hacer tuya pintado de calaverita Dante...buen chico. No me desnudé, me pareció mas excitante hacerlo con el disfraz que llevaba puesto. Lo fui besando mientras él lamía mi rostro, después mi cuello, y finalmente desabotoné la camisa del vestuario para exponerle mis pechos. Mi gatito como ya sabrán si han ido siguiendo mis historias, comía directamente de mis pechos y me había acostumbrado ya a que succionara y mordiera mis pezones, cosa que ahora extraño terriblemente. Por lo que cuando le expuse mis pechos a Dante el pobre no supo que hacer y yo le ayudé embarrando crema de maní en mis pezones, el olor le encantó y se fue directito a lamerlos y hacerlos suyos, poniendo a mami a gemir de inmediato. -¿Te gustan mi amor? ¿Te gustan los esponjocitos pechos de mamá? Pronto producirán leche mi amor y te dejaré beberla toda. Mientras lo acariciaba y él me iba lamiendo los pechos, yo me iba masturbando con gusto, preparando el juguete favorito de Dante. Lo hice lamer mis pechos hasta que los dejó relucientes y bien erectos y le regaló a mami otro orgasmo tan rico. -Te mereces un premio bebé, te mereces el coño de mami, ven aquí chiquito, ven a cogerte a mamá. Tal como lo había estado ensayando, tomé la posición que mejor nos iría, a cuatro patas con el torso derecho para que Dante tuviera de dónde aferrarse a mis hombros y así empinadita le mostré mi entrada y él me mostró su rosado y delicioso pene. De inmediato se montó a mis caderas y con algo de ayuda de mi parte consiguió meterlo rápido, estirando mi vaginita pero sin lastimarme mucho pues yo ya había estado ensayando. -¡Joder! ¡Así bebito, fóllate así a mamá! Mamá te ama Dante. Dante me embestía sin miedo, entraba y salía con rapidez soltando sus gemiditos dulces y algo de su espesa baba caía por mi espalda. Abrí mi boca y recibí su áspera lengua en un beso sucio y necesitado, ahora no puedo dejar de besarlo también. Me folló con fuerza como a su perrita, soy su perrita y él es mi dueño ahora. Soltó toda su carga en mis entrañas y se quedó quieto...finalmente me había abotonado. Solté un grito enorme por la presión que generaba su pene caliente en mí, la enorme bola que quería entrar a mi cuerpo y la aterradora calma de Dante. Me anudó por más de treinta minutos, ambos nos mantuvimos quietos, y una vez se soltó de mí me dejó agotada y bien satisfecha tendida en el pasto del patio, fue malditamente delicioso.
Lo llevé a la ducha y aunque si me dio algunas lamidas en la vagina se estuvo mas tranquilo y solo se fue a dormir cuando lo sequé de la ducha, sospecho que me había estado excitando hasta el punto de dejarme tan en celo que no pudiera mas y lo dejara follarme. Hoy a estado tranquilo, olisquea mis pechos y ahora si le muestro mi coño le da algunas lamidas ricas y me deja, supongo que cuando desee volver a follarme regresará a obsesionarse con el sabor de mi coño. Si les gustó mi nueva historia déjenme saberlo en los comentarios, me encanta leerlos y créanme que los leo a todos! Gracias por apoyar mis relatos, espero seguirles escribiendo sobre la nueva aventura en la que me estoy embarcando, aún más sucia...y lo peor es que mi novio me deja hacerlo! Mucho amor, Isabel. XoXo