Mi gran amiga (1)
Desde que recuerdo, siempre la había visto con admiración, para mi ella era alguien superior, con ella podía yo tener cualquier tipo de charla y siempre nos entendíamos, teníamos un acuerdo secreto en el que ni ella ni yo podíamos...
MI GRAN AMIGA (I)
Desde que recuerdo, siempre la había visto con admiración, para mi ella era alguien superior, con ella podía yo tener cualquier tipo de charla y siempre nos entendíamos, teníamos un acuerdo secreto en el que ni ella ni yo podíamos reprocharle algo a la otra, no había jerarquías, sino algo mas allá de una simple amistad... quizás siempre hubo algo mas.
Daniela siempre fue una chica bella, de rasgos finos y delicados, siempre tuvo esa dicha de ser delgada, con una figura que aun andando en fachas se veía impresionante, al cumplir los 19 años ya contaba con algo de experiencia en cuanto al tema del romance, había tenido algunos novios, y algunas experiencias mas... intimas. Su cara contenía un toque de seducción, sus ojos pequeños con esas pestañas rizadas le daban un toque muy especial; su nariz recta, indicando la belleza de sus labios delgados pero bien delineados, dando un toque de gracia sensual a su boca, una boca de fácil sonrisa. Su pecho estaba surcado por dos senos de tipo mediano, pero con una firmeza envidiable por cualquier cuarentona, los complementaban dos pezones pequeños, aparentemente, pues cuando estos se erectaban mostraban un tamaño mas que agradable, rodeados estos, de una pequeña aureola. Sus piernas, que sin ser demasiado exuberantes tenían una llamativa forma, bien torneadas, con una piel suave y tersa, completamente depiladas; el justo complemente de estas columnas eran esas dos semiesferas que tenia justo por debajo de la espalda, si algo en este mundo desafiara sus senos, esto seria su redondo y levantado trasero, se trataba de unas nalgas redondas, firmes de piel suave, con un aroma intenso de seducción. Con ese cuerpo no podía dudarse de que traía a media colonia detrás de ella, por eso es que dos años mas tarde ella se podría decir que era toda una experta en el arte del amor, por lo menos en el arte de la seducción si lo era, como mas tarde lo comprobé. Quizás la pregunta sea, como es que conocía su cuerpo tan bien, bueno, en mas de alguna ocasión estando en la habitación de Daniela, tuve la dicha de poder apreciar su cuerpo, ya fuera que había salido del baño o nos probábamos ropa que acabábamos de comprar, juntas nos parábamos frente al espejo y contemplábamos nuestros cuerpos, enfundados en vestidos, jeans y hasta en alguna ocasión, solo con ropa interior; por supuesto, al principio todo esto me parecía de lo mas normal, sin embargo, con el pasar del tiempo, todo esto me atraía cada vez mas. Todo empezó cuando ella tendría 18 años, habíamos vuelto de las consabidas compras, y mientras nos cambiábamos de una prenda a otra, yo la miraba con mayor atención a las partes que mas me interesaban; Daniela estaba inclinada tratando de enfundarse un pantalón súper entallado, ella en esa ocasión vestía unas pantaletas tipo bikini, pero al ser estas de encaje trasparentaban casi todo, así que podía notar como sus labios vaginales se marcaban debajo, yo me daba perfecta cuenta de que los tenia afeitados, al girarse me di cuenta de que solo tenia un pequeñísimo triangulo de vellos por encima de su pubis, Daniela noto mi interés en su entrepierna y me dijo: -Caray Mariana, cierra la boca, las moscas se te van a meter! Yo no sabia que decir, pensé que me iría a recriminar algo. -Acaso nunca me has visto solo con ropa interior? -Eh..., si, lo que pasa... es... que... -, solo atinaba yo a tartamudear. -Que pasa, por que esa turbación, eh? - me contesto. -Bueno, es que... si te había visto con ropa interior, pero, no sabia yo que tenias tan poco vello - me hice la ingenua, ya que sabia perfectamente que ella se había arreglado de esa forma su vello púbico. -Jaajajaja, vaya contigo Mariana, que acaso piensas que no me sale vello ?, acaso no sabes que yo me he afeitado así? - -Como?, acaso te has recortado los vellos?- -Si, así es, que cuando te pones el traje de baño no te arreglas tu también el vello para que no escape del bikini?- -Claro..., pero una cosa es cortarlos y otra que tu parece que no tienes nada. -Pues vaya contigo!, lo que pasa es que a los chicos los enciende el saber que una vulva esta libre de vellos, y bueno, aunque al principio es algo extraño el sentir la tela de las panties sobre de la piel desnuda, ya cuando te acostumbras es bastante cómodo - -Creo que yo nunca lo haría, me parece algo muy... no se, quizás algo muy atrevido. -No lo creo, a mi me parece algo muy sexy. Mira, te mostrare para que puedas ver que quizás es hasta algo muy normal -, y uniendo la acción a la palabra, paso sus dedos por sus caderas para tomar los laterales de su pantie, justo por el elástico e irlos deslizando por sus caderas. Yo sentía un creciente calor en mis mejillas que se iba apoderando de mí. Ahí la tenia y, justo frente a mi, con sus panties a la mitad de sus muslos, con esos pequeñísimos vellos, yo a cada momento me sentía mas acalorada, sin embargo Daniela hacia todo esto con tanta naturaleza que poco a poco me iba yo tranquilizando, pero no por mucho tiempo, pues aun hizo mas. De pronto abrió sus piernas un poco y saco hacia delante sus caderas, para mostrarme su vulva libre de vellos, se paseo los dedos por sus labios y pude apreciar por completo su arreglada entrepierna, yo sentía como mi boca se secaba por completo por todo lo que veía; ella me miraba con un brillo desconocido por mi en su mirada. -Que sucede Mariana, acaso nunca habías visto algo así??, que nunca has visto alguna película porno o alguna revista? - -Pues... no, acaso tu si? - -Pues mira, ya va siendo tiempo de que tengas más conocimiento en cuanto al sexo - Daniela se dio la vuelta y así como estaba se arrodillo frente a mi para debajo de su cama sacar un juego de maletas, estaban guardadas como aquellas muñecas rusas, una dentro de otra, dentro de la mas pequeña se encontraban algunas cosas, yo no pude saber que era todo lo que había, ya que, desde su posición yo me dedicaba a ver su trasero bien abierto, y entre sus redondas nalgas podía apreciar su anito también libre de vellos, un pequeño ojito cerrado, con unos pliegues alrededor, franqueando la entrada. -Ahora que sucede Mariana -, me dijo cuando salio de su posición. -Es que... veo que también por atrás no tienes vellitos... - -Ah, es eso, si también ahí me afeito, bueno, en otra ocasión te contare mas, por ahora quiero que te lleves esto, obsérvalas y otro día platicamos, ok? - Daniela me dio una bolsa negra en la que dentro se sentía que contenían algunas revistas. Ya estando en la seguridad de mi habitación, saque el contenido de la bolsa, habían algo así como unas cinco revistas, algunas de títulos muy sugerentes, otras con títulos que apenas ocultaban el contenido en alguna tonta frase sensual, les di una rápida ojeada, pero de momento me percate de algo, mis panties estaban mojadas por la entrepierna, me di cuenta de que me había excitado, en realidad no sabia bien cual había sido la causa, en ese momento escuche la voz de mama que me llamaba pues la cena estaba lista. Iba de una sorpresa a la otra, si todo esto seguía así quizás mi corazón no lo resistiera, con el sobresalto al escuchar la voz de mama, solo avente casi todas las revistas debajo de mi cama, me quite mis panties y me puse unas limpias. Durante la cena mi mente volaba de un lugar a otro, comía automáticamente, todos mis pensamientos iban del cuerpo de Daniela, de sus senos, de sus nalgas a su entrepierna depilada. Esta vez sin darme cuenta termine de cenar más rápido que comúnmente lo hago. Me levante de la mesa y me despedí, alegando que al otro día tendría un examen pesado y que mi intención era la de estudiar un poco y luego dormir temprano para poder hacerle frente a dicha prueba, en realidad si habría una prueba pero no por parte de la escuela. Ya dentro de mi habitación fui sacando las revistas de debajo de mi cama, observaba las portadas, una a una, por fin me decidí por cual comenzar, me senté frente a la mesa en donde hago mis tareas de la escuela, pensé que así si alguien preguntaba, yo estaría de espaldas a la puerta "estudiando", con un cuaderno muy cerca, con el cual taparía yo la revista rápidamente. A medida que fui revisando la revista, leía casi todo, los anuncios de "líneas calientes", los anuncios de objetos sexuales, pude apreciar una gran cantidad de juguetes, vibradores, consoladores, ropa interior provocativa y quizás hasta algo pervertida, contenía algunos anuncios clasificados, algunos en donde ofrecían venta de películas, tanto normales como algunas mas especificas, algo así como mujeres con senos enormes, o con una increíble cantidad de vello púbico, mi boca esbozo una sonrisa al recordar que Daniela nunca podría hacer una de aquellas películas, al momento sentí como si mis pezones hubiesen recibido una descarga, con el simple hecho de recordar a Daniela sentí mucho mas calor que el causado por la revista; pensé que algo no estaba bien, pero no le di tanta importancia, así que seguí con la revista. Pronto llegue a la parte de las modelos, habían algunas muy pero muy guapas, con unos senos que pincharían ojos al descuido, otras con un trasero envidiable, el cual así tuviese 60 años la modelo nunca estaría caído. Sin embargo habían también algunos estudios fotográficos de parejas, fue así como por primera vez pude ver un pene en toda su extensión, la chica en cuestión lo tomaba con sus dedos rodeándolo, en otra pose estaba el con la cara entre sus piernas, para la siguiente se les veía en la clásica pose del 69, otra mas en donde el estaba sobre de la chica, una mas en donde aparecía ella sentada sobre de el, para terminar con un par de fotos en donde ella estaba a gatas y el por detrás con sus caderas muy hacia el frente, la ultima se le veía a el con un rictus como de dolor pero aun en la misma pose anterior. Sin embargo fue hasta que llegue a otro relato fotográfico, mi excitación dio un vertiginoso aumento, ahí se encontraban dos chicas con solo ropa interior, primero se acariciaban, luego se abrazaban pegando sus pechos la una a la otra, mas tarde ya desnudas se frotaban sus partes, lo mejor era que en este encuentro si se mostraban mas abiertamente los sexos de las chicas, no eran como el anterior en donde solo se notaba que la pareja estaba haciendo como que hacían el amor, en este se notaban mas claros los labios, los clítoris, todo. Sin darme cuenta mi entrepierna estaba inundada, mis panties estaban empapadísimas, era como si me hubiera hecho en mi ropa interior, todo esto lo sentí mucho más nítido pues mis dedos comenzaron a bajar por mi abdomen hasta llegar a mi vientre. Mis dedos subían y bajaban por mis muslos, hasta que de pronto comencé a pasarlos por encima de la tela que me cubría mi entrepierna, sentía como mi clítoris estaba completamente sobresaliente de mi vulva, mis vellos mojados por mis flujos estaban como si recién hubiese salido del baño. Mis pezones amenazaban con rasgar la tela de mi camiseta, nunca los había sentido así, mi mano libre subió por debajo de mi camiseta y comencé a acariciarlos suavemente, mis dos manos se movían a un mismo ritmo cada una se encargaba de una parte de mi cuerpo. Sentía como mi respiración comenzaba a entrecortarse. El orgasmo era inminente, todo mi cuerpo se contoneaba a un solo ritmo, justo se detuvo al instante en que mi orgasmo llego, muy fuerte, muy intenso, casi salvaje, de mi garganta se me escapo un gemido. Mi cuerpo empezaba a relajarse luego del placer vivido y mi respiración tomaba su regular ritmo, fue cuando me sobresalte de nuevo mi mama tocaba a mi puerta y me preguntaba que si todo estaba bien, yo apenas pude contestarle que si, que solo me había golpeado un pie con la base de la cama, que no se preocupara. Ya en este momento de completa lucidez pude notar como tenia mis dedos empapados de mis jugos, se extendían por el dorso de mi mano hasta casi llegar a la muñeca, tome un par de pañuelos desechables y me limpie por completo, al levantarme me di cuenta de que el asiento de la silla estaba mojadísimo, quizás ahora si me había orinado por la intensidad de lo gozado. Una vez que limpie un poco todo el desorden me fui a mi cama, mis padres ya debían de estar durmiendo. Aun me encontraba excitada, así que tome una nueva revista, me encontré con una sección de cartas al editor, algunas alabando el trabajo de la revista, pero mas tarde comenzaban con algunas confesiones y experiencias. Algunas se trataban de las clásicos deseos por hacerlo con tal o cual persona, iban desde el cartero hasta algún elegante hombre de negocios visto en la calle; algunas muy sensuales otras mas descriptivas acerca de todo lo que harían con esa persona. De pronto comencé a leer una en donde se trataba de una mujer que deseaba tener un encuentro con una chica que había visto en una exposición, se trataba de una edecán, la describía con tanto sentimiento que se notaba que se trataba de un amor puro por esa chica, mi entrepierna comenzó a segregar sus flujos y al momento me decidí a seguir con otra sesión masturbatoria, pronto me levante de mi cama y tome una toalla que utilizo para secarme el sudor cuando juego tenis, la coloque justo debajo de mis caderas y continué con el relato, mientras mi mano izquierda sostenía la revista mi mano derecha se zambullía dentro de las sabanas para llegar a mi entrepierna. Contaba la mujer como recorrería todo ese cuerpo soñado y luego lo saborearía con su boca, pasando su lengua por el contorno de sus formas, como la chica correspondería luego de algunos orgasmos, compenetrándose una con la otra como si se conocieran de años sus cuerpos. Esta vez el orgasmo fue mas sensual pero con mayor duración, sentí que me secaría por completo a causa de todos los jugos que salían de mi vulva, mi cuerpo se arqueaba a cada una y otra tensión de mi vagina. Pronto comencé a relajarme y a sentir como me invadía el sueño. Durante la noche solo desperté en un par de ocasiones solo para constatar que mi cuerpo se encontraba mojado, mis senos estaban perlados por un poco de sudor, pero mi entrepierna parecía que no tenía fin de acabar de mojarse. Ya por la mañana al despertarme me encontraba feliz, algo alegre, todo mi cuerpo estaba relajado, ya mi entrepierna solo estaba un poco húmeda, no así la toalla, estaba mojadísima, aun estaba la revista a mi lado. Comencé por cambiar la sabana y arreglar mi cama, decidí esconder muy bien las revistas y me fui a darme un baño, estaba toda empapada de mis anteriores masturbaciones. Dentro del baño mi mente vagaba a causa de mi estado en el que me encontraba, parecía recordar un poco de lo que había soñado, me concentre y me vi haciendo el amor con alguien, a medida que hilaba algunas cosas con otras, me di cuenta de que me veía haciendo el amor como la protagonista del relato, lo hacia con una chica, sin embargo esta no tenia cara, solo veía como nuestros cuerpos se entrelazaban y se prodigaban un sin fin de caricias. Mis dedos comenzaron a moverse automáticamente, a medida en que recordaba todo mi sueño me llevaban cada vez mas cerca del final, casi caigo ahí en la bañera cuando de pronto como un flashazo me llego la imagen que hizo que todo mi placer se desbordara, pude ver con completa nitidez como mi boca se acercaba a la cara de mi compañera para fundirnos en un prolongado beso, lo mas sorprendente fue que me di cuenta de que esa chica era ni mas ni menos que Daniela!!
Durante todo el día mi mente daba de vueltas y era un mar de confusión, quizás tenia algo de reproche, pues no era normal el pensar en chicas, menos aun en alguien tan cercano a mí como Daniela. No sabia ni que pensar, por un lado todos los valores que me enseñaron mis padres, la escuela y quizás un poco la religión se agolpaban en mi mente, que si esto era correcto o incorrecto, normal o anormal, no tenia fin todas estas cavilaciones; llego un momento en que decidí dejar todo esto para mas adelante e investigar que podría ser lo mejor. Una vez que llego la noche ya estaba un poco más calmada, no así mi entrepierna, me pedía a gritos que nos fuéramos a la intimidad de mi habitación. Llegado el momento me despedí a la hora acostumbrada y me encerré en mi habitación. Una vez que obtuve el preciado tesoro me desnude por completo y comencé con el ritual de la noche pasada. Ya en la comodidad de mi cama mis mano recorría una revista y aunque me encontraba excitada no conseguía sentirme lo bastante para comenzar con las caricias, me di cuenta de que me excitaban las sesiones de fotos de hombre mujer, pero yo buscaba algo mas. Tome la ultima revista que me faltaba, en esta solo eran sesiones fotográficas, pero para mi sorpresa en esta se mostraba todo, absolutamente todo!. Mi vulva al momento comenzó a separar los labios y a segregar esa tan característica cantidad de jugos, ahora podía ver con mayor exactitud lo que era hacer el amor, ahora si veía como la lengua de la chica recorría toda el "asta" del chico, los labios besaban, tomaban los testículos y los estiraban, para en la siguiente toma meterse por completo el glande entre sus labios, luego era el turno de ella, la lengua del chico recorría uno y otro pezón, succionándolo y apretándolo entre los labios, mas tarde esa lengua bajaba hasta la vulva de la chica, lamía y sorbía los labios vaginales, la pasaba entre ellos y luego trataba de meterla tan profundo como pudiera. Yo no podía mas y descargue toda mi excitación en un prolongado orgasmo, mis caderas subían y bajaban al encuentro de mis caricias, con las yemas de mis dedos acariciaba la protuberancia de mi clítoris erecto, mis piernas en un momento desfallecieron para que todo mi cuerpo cayera sobre de la cama, estirándome en ella cuan larga era. Ya recuperada un poco continué con la revista, mi excitación no bajaba y casi se podía decir que aumentaba mucho más. Ahora veía como la chica se colocaba por encima del chico y ella misma se iba empalando en ese duro mástil, luego lo tenia por completo dentro de ella, se le veía por la espalda mientras ella estaba de frente al chico, sus nalgas abiertas dejando lucir un ano redondo y con apenas una pelusilla de vellos alrededor. Mis dedos ahora continuaban con el jugueteo, a medida que las fotos se sucedían una tras de otra, cambiaban de posición un par de veces mas hasta que llego una foto que era todo un poema a la lujuria, el fotógrafo debía de haber ganado un premio importante, justo en el momento en que del pene salía un chorro de semen espeso y caliente, algo blanquecino, justo para unirse con el que ya había caído anteriormente en las tetas de la modelo. Ya la última foto contenía a la chica embadurnándose sus senos con toda la leche que le habían derramado, mientras entre sus labios sujetaba el glande del pene ya un poco fláccido. No sabía que me sorprendía más, si el contemplar un acto sexual o la excitación a la que había llegado, en cualquier momento quería venirme, pero me imaginaba que aun era muy pronto, quería disfrutar más tiempo el estar excitada, pensaba que lo mejor estaba por venir y vaya que tuve razón. Creí morir cuando al dar vuelta a la página me encontré con una chica que frente a un espejo de cuerpo entero se desnudaba, al fondo se veía otra chica, quizás de menor edad que la primera, pero lo más sorprendente era el parecido físico que tenia esta con Daniela. Parecía que esta se probaba ropa mientras que la otra chica la observaba, en un momento dado esta se le unió por detrás, liberando sus pechos del pequeño sujetador salían un par de senos tan sensuales como los de Daniela, los dos pares de manos los sostenían, quedando las manos de la otra chica sobre de la piel de estos y las de la chica gemela de Daniela por encima de las manos de la otra, luego le daba vuelta para probar y comprobar la dureza de los pezones salientes. Sin disimulo alguno se arrodillaba frente a la gemela y deslizaba el pequeño bikini para dejar al descubierto dos macizas nalgas, el reflejo que daba el espejo era de la lengua de la chica pasando por una cortita mata de vello sobre del pubis, para luego con las piernas abiertas tocar la vulva libre de vellos, justo como la de Daniela. Se notaba como la gemela disfrutaba con tan sensual caricia y la lengua se internaba profundo dentro de los labios vulvares, alcanzando la puntita del clítoris ya erecto. La siguiente foto mostraba como los dedos de la chica se metían dentro de las nalgas de la gemela, alcanzando ese redondo anillito, un dedo pugnaba por introducirse, mojado como estaba. La gemela tomaba sus pezones y tiraba de ellos a la vez que parecía gemir de gusto. Mis dedos encontraron la abertura de mi vagina y comenzaron una lenta danza para comenzar a meterse despacio en su interior. Mis caderas rotaban con la cadencia que mis dedos marcaban. En la foto se veía como habían cambiado los papeles, ahora era la otra chica quien estando recostada sobre de la alfombra abría sus piernas al máximo, la lengua de la gemela recorría toda la extensión de la vulva, con sus dedos separaba los labios vaginales y lamía interiormente, para luego darle de lenguetazos al clítoris de esta. Ahora en un momento soltaba la revista para pasar mis dedos alrededor de mi clítoris, imaginándome que era la lengua de la chica la que me lo hacia a mi. Paraba un momento para cambiar las páginas, ahora con su boca churreteaba el clítoris y lo sorbía entre sus labios, su dedo medio se enterraba casi hasta la tercera falange en el apretado orificio posterior. Yo no aguantaba mas, necesitaba liberar todo mi placer, dejarlo escapar. El momento llego cuando se complementaban en un delicioso 69, una foto a doble pagina, con algunos acercamientos de la acción en los alrededores de tal fotografía, así cada uno mostraba como la lengua se movía sobre del clítoris, como los dedos se metían profundamente en la vagina de la chica, mientras que la gemela al estar encima de esta mostraba sus nalgas abiertas, mostrando como la lengua de la chica trabajaba desde abajo en la vulva, y dos dedos se introducían a placer en el rosado orificio. Todo mi cuerpo se tenso, mi vagina parecía tener vida propia, apretaba mis dedos que entraban y salen una y otra vez, los exprimía y los soltaba, mi clítoris vibraba a cada estertor de mi cuerpo, mis senos se movían a cada salto que daba en mi cama, solo atine a morderme un labio para no dejar salir mis gemidos que este brutal orgasmo me producía, mi entrepierna destilaba jugos como si de una llave abierta se tratase, no se cuanto tiempo duro mi orgasmo, solo se que fue el mas intenso que tuve hasta ese momento. Cuando abrí mis ojos era ya de madrugada, solo atine a acomodarme en mi cama para continuar con ese relajador sueño, sin embargo algo había en claro a la mañana siguiente. De camino a la escuela mi mente continuaba con sus cavilaciones, me había excitado mucho el ver como el chico de la revista penetraba a la chica, así que me gustaban los chicos, pues había deseado ser yo quien disfrutaba de esa penetración, pero igual me había excitado en demasía la sesión de las dos chicas, mas por ser una chica casi idéntica a Daniela, y por lo demás, ahora no tenia sentimientos de culpa, aun tenia alguna pequeña confusión, pues me atraían personas de los dos sexos; en esta ocasión tome la decisión de dejar para mas tarde mi dilema y buscar la manera de trazar un plan, un plan que me llevaría a disfrutar de algo que comenzaba a nacer en mi, o de disfrutar con alguien, Daniela.
CONTINUARA..