Mi Gabriel y otra historia
Gaby quiere hacer realidad una fantasia. la doble penetración.
Hola, como conté en el relato anterior, tuve mi primer día de sexo con Gabriel.
A partir de ese momento buscábamos excusas, para terminar en una cama. Lo nuestro parecía una pasión adolescente. Nuestras parejas no sospechaban porque las excusas iban desde partidos de play, hasta prácticas de futbol o ir a la quinta, para arreglar tal o cual cosa.
Nuestra relación con Gaby se afianzaba. No pasaba semana sin que durmiéramos algún día juntos. Por un lado yo estaba enamorado de Karina, pero por otro sentía que lo nuestro era otra historia.
Gabriel era un chico dispuesto a probar de todo, quería conocer de todo.
Una noche, que habíamos terminado de cenar, me pregunto por la doble penetración. Si bien yo había sido pasivo muchas veces, jamás había recibido 2 pijas dentro mío, y después de haber soportado el misil que tenía Luz (ver mi relato llamado Luz), no sabía hasta donde tenía ganas de sufrir tanto.
Gaby:- no, en realidad, me gustaría que me penetren 2 a mí; -me dijo.
Eso era otra cosa. Yo pensaba en su tierno agujero, el cual yo lubricaba cada vez que lo visitaba, para que él solo disfrutara, sin recibir ningún tipo de dolor. Pero no sé si estaba listo para recibir 2 pijas juntas.
G:- probemos con tu pija y un consolador.
Así lo intentamos, pero por falta de experiencia, y no saber cómo meter ambas cosas al unísono, no pudimos hacer nada.
Paso un tiempo y Gaby me comento de un abogado colega, llamado Eduardo, el cual le parecía que tenía inclinaciones homosexuales. Pasaban los días, y Gaby insistía cada vez más con este tipo. Finalmente le dije que lo tanteara, a ver qué onda.
La quinta era nuestro lugar, y así lo hizo, lo invito con la excusa de jugar un partido de tenis allá, y pasar un día de pileta.
Llegamos por separado, y Gaby me lo presento en el quincho.
Eduardo era morocho, con un cuerpo torneado, sin vellos. El típico mulato de labios gruesos, parecía un modelo, si bien no era lindo, tenía facciones agradables. Gaby (que ya se había abierto a su costado bisexual) buscaba tentarlo con cualquier excusa, para conocerlo mejor. El calor de Bs.As, y la pileta hicieron el resto.
Yo: -voy a preparar el asado, porque no se van a la pileta mientras?
Empecé todo el ritual, y cuando pude poner la carne en la parrilla, me acerqué a la pileta, para refrescarme un poco.
Eduardo estaba en la orilla, parado, sin short y Gaby le estaba dando una mamada de ensueño.
Yo: jaja, chicos, empezaron sin mí.-
Eduardo giro su cabeza, y solo se rio. Me acerqué y ahí pude ver el motivo de la ansiedad de Gaby. El muchacho portaba una hermosa y negra verga. Cabezona, con una pequeña inclinación hacia la izquierda, y con el capullo rojizo y húmedo, se lo veía tentador.
Luego de algunas caricias en los pezones, y algún que otro mordisco, me arrodille y ayude a Gaby con la mamada. Alternábamos metiendo esa hermosa verga una vez cada uno. Se sentía como vibraba, la sangre fluía por ella, y ya empezaba a lubricarse sola. Eduardo cerraba los ojos, y disfrutaba la mamada a duo. Yo no quería que esa verga acabara, me levante y también lo hice con Gaby.
Yo-: vayan al dormitorio, que ahora voy.
Me fui a la parrilla, y quité toda la carne. Me imagine que la cogida seria larga.
Al entrar, Gaby estaba en la cama a cuatro patas, y Eduardo lo estaba cogiendo. Me deslicé debajo de mi chico, y metí su pija en mi boca. Así quedo armado el trio, Eduardo lo bombeaba desde atrás, abriendo su culo y yo recibía la verga de Gaby dentro de mi boca.
Luego de unos minutos así, mi pija estaba a punto caramelo. Me salí de debajo, me puse a las espaldas de Edu, y metí mi lengua en su hermoso culo. Mi lengua cogía su orificio, y aparte de darle placer lo estaba lubricando. Quería cogerlo.
Me calce el forro, me puse a su espalda y despacio lo penetre. Gaby estaba en su mundo, y Edu giro la cabeza y me dio un beso de lengua que me calentó mucho más. Fueron varios minutos donde bombeamos al unísono Edu y yo.
Gaby desarmo el trio, Edu también se salió y yo aproveche para acostarme cuan largo soy en la cama. Mientras Gaby lo mamaba a Edu, yo cambiaba el forro.
Gabriel giro su cabeza, me miro, se subió a mi panza y se metió mi pija en el culo, que ya estaba súper abierto. Nos besábamos como dos novios en su primera cita.
Eduardo se puso un forro nuevo, se lubrico con gel, y procedió a penetrar también a “mi” Gaby.
G-: ayy...despacio...por favor…-grito Gaby-.me están rompiendooo
Edu siguió metiendo su pija, yo sentía como el culo de Gaby se apretaba contra las dos pijas. Mi chico estaba recibiendo su doble penetración. Estaba como chico con juguete nuevo. Volvió a besarme, y por momento me mordía los labios, se notaba que estaba disfrutando.
Fueron unos cuantos minutos, hasta que Edu saco la verga del culo de Gaby, se quitó el forro, y le lleno la espalda de leche. Yo sentía como se iba escurriendo por la raya del culo, y también comencé a acabar. Pulse varias veces dentro de Gabriel.
Cuando terminé, y pude sacar la pija, Gaby nos besó a Eduardo y a mí.
G-: chicos, gracias. Tengo el culo a la miseria, pero es increíble lo que disfrute.
Esa fue la primera doble penetración que recibió mi Gaby.