Mi fisioterapeuta
Como llegué a este punto con mi fisio? No lo sé, o tal vez si. Solo tal vez puede que la vida tuviera previsto ponerlo en mi camino.
Nunca debería de estar justificado una infidelidad, pero así somos las personas justificando siempre nuestros malos actos con tal de no sentirnos mal.
Vengo a contaros mi historia, para poneros un poco en antecedentes, desde hace un tiempo descubrí que soy bisexual, siempre me consideré lesbiana pero me he acostado también con chicos, me encantan las chicas de eso no hay duda, los chicos pues bueno ahí están.
Me presento mi nombre es Laura, soy una chica de estatura media, ni alta ni baja, de complexión normal ni gorda ni delgada, con un poco de culo y muslos, de pechos normales entre una 90 y una 95B.
Llevo 8 años con mi novia, llevamos la mitad de ese tiempo viviendo juntas, hemos sufrido mucho hasta llegar donde estamos, pero la monotonía y la desconfianza está destrozando la relación, poco sexo y malo, peleas constantes. Llega un momento en el que no quieres seguir con la relación, te planteas dejarlo... pero te das cuenta que estás en una zona de confort y que salir de ella conlleva muchos riesgos y miedos que en este momento de tu vida no quieres tener que afrontar.
Ahí es cuando cometemos ciertos “errores” que yo creo que no es un error, solo que la sociedad lo condena, porque tener una relación con alguien formal significa que eres propiedad de esa persona y de nadie más, será que yo soy más abierta de mente, que no tiene porque tener nada que ver el sexo con el amor.
Trabajo con personas digamos un tanto especiales y por mi trabajo conocí a Javier, un fisioterapeuta de mediana edad, no muy alto pero con un cuerpo trabajado en el gimnasio y el pelo canoso, esto último hace que sea más interesante y más atractivo a lo Richard Gere, que con la edad se pone mas interesante.
Como llegué a este punto con mi fisio? No lo sé, o tal vez si. Solo tal vez puede que la vida tuviera previsto ponerlo en mi camino. Me lo presentaron y hablando un poco el fisio, le pondremos de nombre Javier, bien pues hablando mi jefa y Javier incluyéndome a mi en la conversación solté algo así como, mi novia.... y Javier se quedó mirándome y me dijo novia? Y digo si novia, en ese momento cruzamos una mirada que encendió una chispa, algo había pasado, pero esto no lo descubriría hasta unos meses después. Por mi trabajo voy al fisio de vez en cuando a darle un repaso a la espalda, bien pues en una de las veces que me estaba tratando la espalda y el conjunto con los brazos molestaba mucho el sujetador, tirante para arriba tirante para abajo todo un fastidio así que como un acto reflejo me lo quité total ya se me había visto los pechos y aunque me da mucha vergüenza en ese momento ni siquiera lo pensé, mi subconsciente igual me hizo hacerlo, como he dicho antes una chispa se prendió en mi aquel día. Así que me veía sin más como cuando vas al médico. Me trataba mas que la espalda, me hacia espalda, brazos, piernas y glúteos, ese día en concreto me bajó bastante el pantalón pues se me veía el culo, me estaba tratando el psoas, que es un músculo que está en la parte anterior del muslo vamos en la ingle bueno abarca más pero esa es la zona que nos interesa donde hay que estirar y/o tratar...y en una vaivén de masaje en la ingle paso media mano por mi coño que se encontraba totalmente abierto y mojado, pues para que negarles que siempre ha sido una de mis fantasías sexuales, que un fisio te acabe con final feliz y más siendo el que ya de por si me ponía a mil... después de ese roce que no fue tan roce, se puso a estirarme las lumbares con las piernas flexionadas hacia el pecho , él estaba encima de mi para hacer mas fuerza con su cuerpo... y justo en ese momento bastante comprometido llaman al telefonillo porque tenía otro paciente que tratar después de mí, justo cuando parecía que iba a pasar algo pero no pasó, esto no acabó así, llegó el siguiente lo pasó al salón mientras acababa conmigo, por último el cuello tenia que estirarme el cuello, apoyaba mi nuca en su pecho y me cogía con las manos el cuello y tiraba hacia delante, acercó su boca a la mía con disimulo como si no lo estuviera haciendo a propósito, y como había una persona esperando y mi novia ya estaba esperándome abajo lo rehusé y giré la cara como quejándome un poco de dolor en el cuello, estuvimos a 1 milímetro de besarnos, y así nos quedamos los dos calientes y sin nada que poder hacer... al menos en esa sesión.