Mi fetiche más íntimo, se hizo realidad

Solo quería excitar a unos viejos y que se toquen pensando en mi, pero me calentura pudo más

Encerrada en mi departamento, no podía más… por la cuarentena sólo hacia trabajos de escritorio y dejé el modelaje. Me mantenía en forma con mis rutinas de ejercicios pero llegada la noche sentía que me hacia falta sociabilizar. Leia mis dos anteriores relatos: “ Soy una modelo independiente con un fetiche raro ” “ Engañada en el chat nuevamente... ” y de vez en cuando revisaba correos y revivía esos momentos de excitación extrema, no podía creer que de lo recatada que era ahora ya enviaba fotos a cualquiera que me lo pedía, cuidando mi identidad por supuesto y aunque eso lo dejé ya que me trajo problemas con personas mal intencionadas, al revivir esos momentos y pensar que muchos, quizás cientos entre hombres y mujeres se tocaban pensando en mi me calentaba mucho, me imaginaba a todos en fila cogiéndome uno tras otro cumpliendo su fantasía y la suerte de haber tenido a alguien como yo apareciera de repente y fuera tan fácil de convencer… Pero lo dejaba ahí en fantasía.

La mayoría de esos mensajes solo pedía fotos y otros cuantos me animaba a seguir con mi fetiche, el de satisfacer a hombres viejos u hombres feos, vagabundos, entre otros sabiendo que yo era una modelo con una figura estrictamente cuidada ya que vivía de eso, experimentar más y quizás llegando a consumar el acto sexual, otros chats también trataban de ir mas lento, con una charla tranquila pero al final todos y todas sacaban su verdadera cara, solo querían fotos mías principalmente de mis tetas las cual las muestro con un escote en mi foto de perfil y quizás en su más profundas fantasías y aspiraciones llegar a convencerme de un encuentro y cogerme

Admito que me gustó y no buscaba ayuda, aunque eso ponía al final del primer relato, descubrí que quería más morbo, ya me había tocado muchas veces pensando en algún pobre diablo que nunca pudo tener una mujer como yo, disfrutándome, pero como lo mencioné al principio, por la cuarentena ya no pude cambiar mi rutina, quería algo más y cuando se dio la oportunidad no la deje escapar…

Me llegó un video al WhatsApp de una amiga mía, era de una organización que ayudaba a la gente que está quedando sin recursos por esta situación, gente de la calle… Pedían donativos en dinero o en especies, claro que podía ayudar, pero podía dar más… en el video aparecieron unos señores con mala pinta, bueno, no se veían tan mal, o sea en tan mala situación, tal vez porque ya recibieron la ayuda o por marketing o yo que sé pero si eran visiblemente ancianos y pobres, también familias enteras.

Llamé al número que daban al final y quedaron en venir a mi departamento para recoger víveres, al día siguiente alisté todo en bolsas y llegaron como las 11 am. Tocaron el timbre y salí por la ventana, eran unos jóvenes muy amables y una chica me dijo si quería unirme a ellos, pregunté que hacían, yo pensé que solo recogían cosas y ya.. me dijo que en el albergue necesitan ayuda para limpiar, cocinar y atender a las personas, la verdad es que acepte pero con buenas intenciones, así que para esa misma tarde vendrían a recogerme porque ellos tenían la licencia de tránsito.

Pero llegada la tarde, me vino nuevamente esa sensación, ese morbo, iba a estar con gente de la calle, pensé en los viejos del video, volvía a verlo y me calenté, ¿estaba actuando mal? Como podía pensar en satisfacerme cuando estas personas necesitan ayuda, pero la diablita de mi oído me decía: “y que? Estas ayudando, donaste cosas y tabién iras a trabajar gratis, además puedes ayudarles en algo más… tú sabes como” y otra ves la sensación como si fuera un susto similar a cuando ves una película de terror y te aparece un screamer o algo así…

Me dejé llevar, me bañé, luego busqué en mi ropa y decidí ponerme unos leggins plomos con los que iba al gimnasio, por dentro solo un brasier negro con encaje que ayudaba a levantar mis senos y una polera azul que dejaba cierto escote, mirándome al espejo me agaché y el escote se agrandaba dejando ver la mitad de mis senos cubierto por el brasier, unos tenis blancos y me maquillé sutilmente, Aunque en mis anteriores relatos ya me describí, vuelvo a decir que tengo unas orgullosas tetas grandes, las cuales puedo estimularlas y llegar al orgasmo, tengo un cuerpo bien cuidado ya que trabajo como modelo independiente para revistas, Instagram, ropa, lencería y otros, solo fotografías, sin hacer desnudos.

Por fin, esa tarde llegaron para recogerme, claramente llamaba la atención, los muchachitos aun tiernos no podían disimular, yo les calculo menos de 20 y yo con mis 25 con un cuerpo bien formado seguramente les resultaba muy atractiva, las muchachitas claramente sorprendidas, pero nadie me dijo nada.

Llegamos y todos salieron disparados, menos uno de ellos que me ayuda bajar tomándome la mano, ni siquiera lo necesitaba, pobre calenturiento jaja… le di las gracias y comenzó a hablarme, me explicaba todo, que hacían donde guardaban todo, cuanto tiempo estaba ahí y me ofreció trabajar junto con él haciendo inventarios, pero ya ni le hice caso cuando vi a las personas de la calle, unas estaban en carpas y otras en un ambiente grande, mis ojos buscaban a los mas ancianos y los más feos, quería sentir sus ojos en mi cuerpo, deseándome y recorriéndome toda, por fin, note muchas miradas que se iban sumando comencé a excitarme, quería mostrarles todo ahí mismo, otros ya vieron mis tetas por correo porque no ayudar a estos viejos poco afortunados y alegrarles la vida, mi corazón latía mas fuerte pero me interrumpió la voz de una señora que me dijo: dicen que eres nueva, te gustaría ayudar en la cocina? Sin que pueda decir nada el muchachito calenturiento me corto diciendo: trabajará conmigo en inventarios… pff que descaro ni siquiera me acuerdo su nombre, y con vos autoritaria miré a la señora y le dije en la cocina está bien y la seguí…

Pobre muchachito, ni me llamó la atención que se conforme viéndome de espaldas con los leggins ajustados que llevaba, que saque foto si quiere y luego se la jale porque no me interesaba para nada…

En la cocina fue algo decepcionante ya que los que estábamos ahí no hacíamos nada mas que pelar cosas y preparar verduras y aparte todo debía ser lo mas rápido posible, nos dieron un mandil y después de casi dos horas comenzaron a servir y fue otro trabajo intenso, platos por aquí, ollas terminadas que deben ser lavadas, en fin, me arrepentí de ir, preferiría estar en mi cama.

Cuando todo se calmó había un mar de platos para lavar, el servicio estaba lleno así que con un par de chicas salimos a la lavandería, bueno, se puso interesante ya que había una ventana que daba al comedor compartido que no parecía comedor, gente en el suelo, otros durmiendo y el olor era nauseabundo y llegaba hasta afuera… pero miraba a los hombres de ese triste lugar y me calentaba, así que me acomodé de frente a la ventana que era grande y lavaba los traste lo mas agachada que pude dejando ver mi escote más pronunciado, las chicas lo notaban pero no decían nada, yo me hacía a la desentendida, terminamos y la gente también comenzó a irse, yo pensaba que dormirían ahí, ya eran las 6 de la tarde y no me traje abrigo, que pérdida de tiempo pensé.

Ya quedaban pocos, quedaba limpiar el comedor, ya ni ganas tenia de seguir con mi juego, ni loca iba a volver, me conformo con donar cosas, al entrar en la cocina vi a dos chicas discutiendo, estaban hablando sobre don Venancio, que no quería comer, ni la sopa, ni el pure con ensalada pero al mismo tiempo se quejaba de tener hambre y no se quería ir, había sobrado comida pero la rechazaba y para el colmo se había entrado en un dormitorio donde planeaba pasar la noche porque no tenía donde ir….

Así que llegó mi oportunidad, les mentí diciendo que estaba estudiando psicología y que podía intentar convencerlo, me dieron la sopa y fui a la habitación

-Don Venanciooo… es hora de comeeer – El tipo era mediano, gordo, tenía poco pelo alrededor de la cabeza, unos ojos saltones los labios secos, parecía un alcohólico, pero lo que más me estremeció fue su cara llena de granos pequeños y uno mas resaltante casi en la punta de la nariz, estaba con una playera sin mangas, se le notaba parte del pecho con pelos pocos blancos y un pantalón negro pero grasiento, zapatos con punta redonda super anticuados… que asco pensé… pero al mismo tiempo era lo que había estado esperando, me gustaba calentar a pobres diablos como él y lo sobornaría para que coma la sopa, le iría mostrando más piel mientras más cucharadas pruebe…. Pero el muy idiota, tal vez impactado por mi presencia acepto comerse la sopa sin hacer drama mientras me mira de reojo

-Eso eees- le dije mientras pensaba que viejo mas tonto, no sabe lo que se pierde

No terminó toda la sopa, así que tuve que forzar la situación: -No quiere terminarse la sopa? ¿Quiere que traiga el puré?, solo asintió con la cabeza y me lancé -Si se acaba la sopa me quitaré el mandil para que pueda verme, se quedo viéndome, me recorrió el cuerpo y solo levanto la mano para pedirme el plato, se lo di y sin usar la cuchara lo sorbio haciendo un ruido repugnante pero se acabó la sopa rápidamente, yo debía cumplir, me desaté el nudo del espalda baja, saque el mandil por encima del cuello y lo dejé sobre la cama, otra ves me recorrido con la mirada, tenia la boca abierta y jadeaba lentamente como si hubiera terminado de hacer alguna actividad de fuerza.

Me agaché para pedirle el plato y de paso dejarle ver mi escote, me di la vuelta y salí a recoger el puré, las chicas se sorprendieron, pero les dije tranquilas es parte de mi trabajo, volví al cuarto de Don Benancio. -Si se come el pure pero también la ensalada me quitare esta polera que me está apretando- rápidamente me pidió el plato y comió lo más rápido que pudo, mientras yo lo animaba -Por favor de prisa, ya no aguanto- No terminó el plato del todo pero yo también me había calentado así que le sonreí e hice un bailecito mientras me quitaba la polera azul dejándome ver mis senos con el brasier negro con encaje puesto, el tipo no cabía en sí, sus ojos casi se salían mas saltones que antes… sin más preámbulos le dije –Si se termina el plato dejaré que se pajee- entonces hizo un nuevo esfuerzo pero estaba temblando, yo lo único que quería era que se corriera, que me dedique un orgasmo y con eso me iría satisfecha a tocarme en mi cama, así que me acerque y tome la cuchara y el plato para hacerle comer como si fuera un bebé, tenía una vista espectacular de mis senos, no se animaba a tocarme, yo lo sabía, tampoco le dejaría

Tras una mala coordinación no pude meterle la cuchara en la boca y el pure se resbaló a mi mano, me quede ahí con la mano levantada, solo recuerdo sentir su áspera lengua apresurándose en lamer el puré de la parte superior de mi mano derecha, tomé un poco más de puré y lo volví a poner en mi mano, él volvió a lamer como si fuera un gatito, eso me prendió bastante y otro tanto lo eche en mi muslo, pude sentir su lengua por lo delgado que son mis leggins, me senté sobre la cama, mas cerca y puse otro tanto en mi hombro izquierdo, se levanto se arrodillo sobre la cama y lamió mi hombro con un lengüetazo largo, cayó un poco en la parte superior de mi seno izquierdo, me miró a los ojos y luego bajo a lamerlo también, aún quedaba un poco de puré así que puse mas sobre mi cuello por encima de mis senos, el los lamía apresuradamente, no pensé llegar hasta ahí, ese no era el plan, solo quería que se corriera, o en su mejor caso, que se corrieran todos los que me hubieran visto con mi ropa tan provocativa, solo con que me miren y pensar que más tarde se tocarían me bastaba, tal vez al mismo tiempo que yo pero en lugares diferentes de la ciudad… ahora ya era tarde, estaba tan caliente que no pude más, me levante el brasier hacia arriba dejándolo por encima de mis senos, pero no me lo desabroche, el negro resaltaba mas mis tetas blancas con mis pezones grandes y ya duros, tomé el puré, esta vez fui yo la que temblaba y me lo unte por mis senos, ya no era mucho pero bastaba, don Benancio bajo, comenzó a lamer la redor  de mis senos, por debajo, prolongaba mas, dejaba mis pezones para el final, eso me excitaba tanto…. Me sorprendió, llego a mi pezón izquierdo tan rápido y no lo lamió, comenzó a chuparlo haciendo fuerza, lo jalaba muy rico, comencé a gemir así que me tapé la boca para que no oyeran ahí afuera, don Benancio me empujo sobre la cama y cambió de lado, ahora atacaba el pezón derecho pero esta vez con lengüetadas muy rápidas, me hizo gemir muy fuerte: aún lo recuerdo, sabiendo que eso esta mal pero al mismo tiempo uqeria que siga: oooohh, no, aahh no, uuuuuy, noooo…. me tapaba la boca, él se dio cuenta y con una fuerza que yo no le calculaba, me agarro los brazos para que no pueda taparme la boca, tuve que morderme los labios, mientras sentía su respiración muy fuerte sobre mis tetas y las lengüetadas iban y venían de una a otra, me soltó un brazo y pude taparme la boca, pero el se sacó el pene como pudo y luego volvió a tomarme de los dos brazos, pensé que me iba a violar, era muy fuerte, mas de lo que esperaba, de todas formas mi ultimo recurso seria gritar muy fuerte para que vinieran a rescatarme pero lo dudaba ya que todo el personal me vería así, sobre todo el muchachito calenturiento que no se lo merecía.

Por suerte don Benancio no pudo más, se apoyó sobré mi y comenzó a moverse, dando embestidas a mi abdomen, sentí su pene en mi cintura, luego su semen caliente entre mi legging y mi ombligo, se había corrido, daba suspiros largos, se recostó sobre mi con la cabeza a un lado, no me lo podía quitar de encima, esperé como dos minutos cuando de por sí el solo se levanto sin dejar la oportunidad de tocarme las tetas nuevamente, yo aproveche ese momento para pararme y vestirme, me limpié con la frazada que había ahí y salí…

Afuera en el comedor estaba como si nada, todo vacío, el personal estaba afuera yo seguía caliente, tenía que correr a mi casa para darme un baño y tocarme muchas veces, pero me dijeron que nos iríamos dentro de una hora más, no sabia que hacer, el baño igual estaba siendo usado a cada rato, no encontraba un lugar privado para bajarme la calentura, salvo el dormitorio de don Venancio, tal vez ya se durmió pensé, es lo mas seguro… en eso apareció el estúpido amiguito para hacerme mas platica, que de donde soy, cuantos años tengo, si me gustan los perritos, me dijo un par de cosas que me hizo reír… en fin, por lo menos lo intento, no me calentaba excitarlo, pero de alguna forma pensé que me gustaría hacerlo sufrir, eso si me calentaba… como la ventana de don Benancio daba a un jardín le dije que vaya ahí que le daría alcance y de paso una sorpresa, el muchachito sin preguntar obedeció como un perrito,

Yo entre nuevamente al dormitorio de don Venancio, como era de esperarse estaba dormido, tranque la puerta para que nadie pueda entrar (detalle que había olvidado antes, uy) lo vi al muchachito que ni siquiera me había molestado en aprenderme su nombre, toque el vidrio y me vio, me saque nuevamente la polera, su cara era super chistosa, me quite el brasier y el no pudo más, se saco el pene y comenzó a tocarse y yo también, estaba protegida por ese vidrio solo le quedaba sufrir y tratar de disfrutarlo, pero me hizo una señal de espera con la palma de su mano y corrió, unos segundos después tocaba la puerta y yo no le habría, traba de forzarla y movía la perilla desesperadamente, yo ni le hablé, luego volvió a la ventana y yo le sonreía, me hizo un gesto de ruego juntando las manos y se arrodillo, yo le hice la señal con la mano de que se pajeara, se saco nuevamente su pequeño pene y comenzó a masturbarse, yo me quite el legging y quedé en tanga, me hizo un gesto de enrollando los dedos como diciéndome, “ya verás después” y luego movió su cadera apuntándome y apuntándose a él después… eso me enfadó, jamás amiguito, ni lo sueñes… fui hacia don Venancio y lo desperté bruscamente, me vió y se apresuró en abrazarme mientras volvió a chuparme las tetas, la cara del muchachito era de otro mundo, super sorprendido, yo hacía gestos de placer, mirándole- uuuuy- vi cómo se corría atrás del vidrio, yo sentía esos lengüetazos y chupones en mis tetas de Venancio nuevamente y me concentré en él, ya no pude más, por fin después de tanto tiempo en duda era hora, me arrodille en el piso, mis dos manos agarraban la cama de Venancio, encorve lo mas que pude la espalda dejando ver a lo largo de mi figura, levantaba el culo como cuando hacia ejercidos de glúteos, me acomodé el pelo al lado izquierdo del hombro, mis tetas colgaban…

Venancio se apresuró en bajar de la cama, me rodeo, estiro sus manos para alcanzar mis tetas y comenzó a moverlas en círculos y me iba jalando los pezones, vi a la ventana y el muchachito estaba pegado al vidrio, con los ojos bien abiertos expectante, entonces Benancio toco mi vagina para buscar el lugar exacto y luego sentí su pene que entro muy lentamente, solo la punta, yo estaba lista, sentí algo de dolor pero fue placentero, lo saco y luego volvió a intentarlo esta vez me tomó de la cintura, volví a encorvar lo mas que pude mi cintura y saque el culo hacia arriba, esta vez lo pudo meter mas adentro y se quedó ahí sin hacer nada, yo comencé a moverme… Escuche sus gemidos jadeantes y fuertes, se iba a correr, tuve que separarme de él…. Me di la vuelta y le ofrecí mis tetas nuevamente, yo puedo correrme así, solo estimulando mis pezones, esta vez fui yo quien le tomé de los brazos para que no pueda pajearse y no se corriera, aunque podía forzarme creo que él entendía, que rico se sentía su lengua en mis tetas chupándolas ocasionalmente, llego un momento en que debía correrme, me vote al piso, abrí las piernas y el se votó sobré mi, otra vez el muy idiota no le apuntó bien tuve que acomodarlo con mi mano para que me penetrara, mientras con la otra lo forzaba a seguir chupándome las tetas, me corrí, fue delicioso, un viejo asqueroso me estaba follando, mientras un muchachito calenturiento observaba, me separe del viejo pero el seguía moviéndose, lo deje acabar otra vez en mi abdomen y con mucha fuerza le hice a un lado, cerré las cortinas, me vestí lo mas rápido que pude, no me importó nada y me fui del lugar, por suerte había un taxi que me llevo a mi departamento y no me cruce para nada con el muchachito.

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