Mi feminizacion
Relato escueto de como mi mujer me convierte en su mejor amiga
Somos Annie y Paul tenemos 32 años, somos pareja desde los 15 años para mas tarde con 28 casarnos, desde pronto empezamos a tener relaciones sexuales y estas se volvían cada vez mas monótonas, hasta que un dia Annie me sorprendió con una sesión exquisita de BDSM en el cual me toco ser su sumiso y que a partir de ese dia fue un rol que ya nunca abandone y que me ha llevado a mi posición actual.
Una tarde de Domingo estando en casa Annie como siempre me ordeno que le preparara un baño, pero a diferencia de otras veces tenia que esperarlo dentro de la bañera, cuando estuvo todo a punto se lo hice saber y ella entro al baño desnuda y con un neceser, se metió en la bañera me ordeno darle un maseje y cuando estuvo bien relajada me dijo “ahora me toca a mi” yo pensaba en que iba a darme un masaje pero lejos de la realidad no fue asi, me rasuro el pubis y el ano y después me hizo salir de la bañera y con cera caliente me depilo entero no dejando ni un vello en el cuerpo, me duche y me puso una crema hidrante por todo el cuerpo y me ordeno que me fuera a la habitación y me vistiera con la ropa que había encima de la cama.
Allí encontré un sujetador con dos prótesis colocadas, un tanga a juego, medias de rejilla blancas con aberturas, zapatos de plataforma negors con tacon de unos 15 cms, minifalda de colegiala, una blusa blanca y una peluca larga de pelo azabache, me excite solo de observar lo que tenia preparado para mi, me vesti completamente con la ropa que mi Ama me había preparado y volvi al baño, ella me estaba esperando cuando me mire en el espejo solo de verme tuve una erección me hizo despertar de mi sueño con una fuerte nalgada.
“ven aquí perro” me sento en un taburete y empezó a maquillarme como una autentica zorra, cuando acabo me había transformado en una autentica mujer, me miro y dijo “ de ahora en adelante te voy a llamar Susan cuando estemos en casa, ve y prepara la cena.
Prepare una buena cena regada con una botella de cava y cuando estábamos acabando me ordenor traer una bolsa que estaba en su armario, fui a por ella se la entrege y de ella saco un arnes con una polla respetable se lo coloco y me ordeno que la mamara yo me arrodille delante de su silla y empece a mamar la polla de plástico al principio tenia un sabor raro pero pronto desapareció, me tuvo unos diez minutos y después me pidió que me pusiera en cuatro y que me levantara la falda, sin poner lubricación en mi ano con solo la saliva que había quedado en el arnes me la introdujo de forma brusca provocando un dolor extremo y transformándose en un placer inmenso en poco tiempo y una erección muy potente que me llevo al orgasmo muy rápido manchando el suelo, cuando Annie lo vio se enfando y me mando limpiarlo con la lengua cuando acabe de limpiar el suelo seguía con el arnes puesto y se intuía algún resto de mi maltrecho culo y me lo introdujo en la boca para que lo limpiara después se lo quito me lo puso a mi con un preservativo me hizo acostar en el suelo y me regalo con una meada en la boca para después sentarse en mi cara y decirme guarradas como “ chupa puta, dejame el coño bien limpio, haz que me corra” y cuando estaba a punto de venirle el orgasmo de un salto se introdujo el duro arnes en la vagina y alcanzo el climax dos veces seguidas quedando los dos abrazados.
Desde ese dia mi nombre en casa es Susan y siempre que llego a casa y no hay ni se espera ningún tipo de visita me viste con ropa de mujer zapatos y peluca. De esto hace mas de un año y aunque parezca mentira mi amor por ella a crecido, ahora vamos de tiendas juntas a comprar la ropa para las dos, le pinto las uñas, nos depilamos la una a la otra e incluso hemos ido a darnos masajes juntos con un chico cada una, cada dia me gusta mi condición y las sesiones de BDSM son mucho mas placenteras.