Mi feminización

Como un amigo me propuso convertirme en su puta.

Estaba en casa de un amigo y los dos habíamos bebido un poco. Estábamos viendo unos vídeos porno y los dos empezábamos a estar excitados. Entonces mi amigo me preguntó si o había hecho alguna vez con otro hombre. La pregunta me dejó muy sorprendido, le dije que no. - ¿Nunca le has chupado la polla a un hombre? Le dije que no y seguimos viendo la peli porno y bebiendo.

De repente me dijo que por qué no echábamos una partida de cartas y el que perdiera tendría que hacer todo lo que le ordenara el otro. Me pareció muy excitante y le dije que sí. Perdí yo. Se acercó a mí mirándome fijamente y pasándose la lengua por los labios: - ¿Sabes lo que quiero? Le dije que no empezando a estar muy nervioso y excitado al mismo tiempo. – Tengo algunas ropas de mujer en mi habitación, quiero que te las pongas y vuelvas aquí convertido en una mujer. Me quedé sin habla, no esperaba nada parecido. Me dijo: - Si no quieres no pasa nada, sólo era un juego. Me quedé observándole y casi sin pensar le dije que lo haría.

Fui a su habitación y vi que sobre la cama había varias prendas de vestir femeninas. Empecé a tocar los sujetadores y las bragas y cada vez me iba excitando más, así que me desnudé y me vestí de mujer. Elegí unas medias blancas, unas bragas muy ajustadas, un vestido muy fino y cortito y unas sandalias de tacón; me maquillé un poco y me puse una peluca. Debo reconocer que no estaba mal.

Cuando volví al salón mi amigo seguía sentado fumando y bebiendo. Se levantó y se acercó a mí. Me rodeó la cintura con un brazo y arrimó su boca a mi cara: - Estás muy buena. Y empezó a besarme la boca, al principio los labios, luego abrí la boca para dejar pasar su lengua, mientras con una mano me tocaba el culo. Empecé a relajarme y a disfrutar de esta nueva experiencia. Metió la mano por debajo de la falda y continuó sobándome el culo, luego pasó a tocarme la polla y me la acarició durante un rato. Entonces mi amigo se desabrochó el pantalón y me dijo que le acariciara la polla. Se la cogí con una mano y empecé a acariciársela. Era increíble, nunca antes había soñado con tocar una polla que no fuera la mía, y ahora lo estaba haciendo y me gustaba. - Agáchate y chúpamela. Me arrodillé delante de él y me encontré con esa polla enorme delante de mi cara, olía fuerte, pero saqué la lengua y empecé a lamérsela poco a poco. Después ya no pude contenerme más y me la metí en la boca. Mi amigo empezó a gemir y a decirme que siguiera, me agarró de la cabeza y empujó para que me la tragara entera. Me encantaba. Paró un momento, quería que le chupara los huevos, lo hice y le metí un dedo por el culo. – Qué bien lo haces, me encanta, sigue chupándomela . Me la volví a meter en la boca. Cada vez estábamos más excitados, mi polla iba reventar y la suya igual. – Ah, me corro, me corro, trágatelo todo. Y diciendo esto soltó una corrida enorme dentro de mi boca. Tuve que hacer esfuerzos para tragarla toda. No me lo podía creer, un hombre se estaba corriendo en mi boca y me gustaba. Cuando se calmó me dijo que se la acabara de limpiar con la boca. - ¿Te ha gustado? Me dijo – Sí, pero ahora necesito algo más, qué te parece si vamos a tu habitación.

Entramos y él en seguida empezó a sobarme el culo y la polla, me quitó las bragas y me dijo que me pusiera a cuatro patas en el borde de la cama. Se agachó y empezó a lamerme el culo. Cuando lo tuve bien mojado y dilatado me introdujo su polla, lentamente al principio. Yo la notaba llenarme entera. Se fue introduciendo poco a poco dentro de mí hasta que la tuvo totalmente dentro de mi culo, entonces empezó a sacarla y meterla rítmicamente. Yo estaba en el paraíso, me dolía pero no podía dejar de gritar de placer: - ¿Te gusta mi polla, verdad, puta? – Sí, me encanta, Quero que te corras dentro de mí, y que me digas lo puta que soy.

Entonces me dijo que cambiáramos. Se tumbó en la cama y me dijo que me quitara los zapatos y me pusiera de espaldas a él y de cuclillas sobre su polla. Me coloqué así y aguanté en esa postura mientras se tocaba la polla:-Vamos, métetela en tu coñito. Me agaché y me la metí, y empecé a subir y bajar, hasta que mi amigo ya no pudo más y se corrió dentro de mí. Fue otra corrida enorme, mi culo estaba lleno de su semen que me chorreaba por su cuerpo. Me enderecé y se la chupé bien para dejársela limpia mientras de mi culo salían chorros de semen.

- No puedo más, necesito correrme . Le dije. – Vale, ponte de rodillas sobre mí y machácatela encima de mí. Hice como me dijo y casi en seguida estaba gritando de placer otra vez y corriéndome encima de su pecho y cara. Le eché una corrida impresionante, le caían chorros de leche por toda la cara. – Límpiamela con tu lengua. Esa noche me tragué dos leches diferentes: la suya y la mía, y las dos me encantaron.

Cuando terminé nos tumbamos los dos uno al lado del otro para fumar un cigarrillo y descansar. Me dijo: - ¿Te ha gustado? ¿Te gustaría repetirlo otro día? –Ya lo creo, pero la próxima vez quiero que seas más cabrón conmigo, quiero ser tu puta particular.