Mi fantasía sexual
Una experiencia unica que me llevo a los limites del placer...
Un día soleado de abril, en el que recibo un mensaje de texto de mi amante, "en 30 minutos paso por ti, ponte sexi para mi trae un traje de baño", sin pensarlo me aliste, como no hacerlo!, ese hombre me estremece, con solo un rose de su piel a la mía, mi cuerpo deja de pertenecerme y me hace sucumbir ante los más inimaginables deseos de ser amada sin importar la forma.
30 minutos y ya esta puntual aquí por mi, yo con minifalda beige, camiseta negra y con el cabello suelto y ondulado como tanto le gusta, esperándolo ansiosa. Me subo al auto y el me recibe con un beso intenso y apasionado, yo le respondo, y en un minuto nuestras bocas se descubrían nuevamente, aunque ya lo hubiesen hecho antes.
Me dice lo linda que estoy, yo de manera osada le respondo que el también esta súper guapo, mientras mi mano recorre su muslo en búsqueda de su sexo, viril, duro, que deliciosa sensación, me éxito al máximo después de ricos toqueteos y palabras calientes, 20 minutos más tarde llegamos a nuestro destino, un rico riachuelo ubicado en las afueras de la ciudad, allí se encontraban algunas personas, me baje y me desvestí, traje de baño azul, súper pequeño, cubriendo lo necesario de mi cuerpo y dejando ver mis anchas caderas, mi voluptuoso trasero y mis divinos senos.. Al verme note como se elevaba su miembro mientras me decía:
_"Que rica te ves, no sabes lo mucho que me gustas, me tienes a mil, solo quiero penetrar tu rico culo"
Esas palabras resonaban en mí, me llenaban de emoción y podía sentir lo húmedo de mi coño deseoso de que hiciera realidad cada uno de sus deseos
Ya dentro de esas hermosas aguas cristalinas, y tras varios tragos de ron, sentíamos desaparecer a cada persona que nos rodeaba, el no dejaba de decirme el sin fin de cosas que me haría si solo estuviésemos los dos, eso hacia crecer mi morbo, en un instante se animo y comenzó a introducir sus dedos en mi vagina, quien los recibió feliz, los movía en un rico compás, mientras yo hacia un esfuerzo sobre humano de no hacer notar aquel maravilloso placer que hacia vibrar mi cuerpo entero . Movimientos leves pero con presión, me dejaban sin voluntad.. Quería mas le decía lo mucho que me gustaba y lo rico que era sentir su mano en mi coño, divina sensación de disfrutar de ese placer con todos aquellas personas a nuestro alrededor... nos adentramos más en el río, y nos ubicamos sobre un puente, no había mayor privacidad pero al menos lo hacia un poco más intimo. Continuo la ráfaga de manos buscando nuestros sexos, yo no dejaba de masturbarle y el hacia lo mismo, con movimientos cortos para disimular nuestros actos, hasta que ya no pude más y le pedí que se acercara, me deje llevar por la lujuria que ese hombre despierta en mi y lo sorprendí corriendo mi braga e introduciendo su grueso pene en lo más profundo de mi, dios, que placer tan grande. Yo juraba que nadie sospechaba de nuestra actividad, cuando al mirar arriba estaba un hombre disfrutando del espectáculo, eso enardeció la llama en mí, aunque no podíamos hacer movimientos bruscos que nos delataran, el solo echo de estar penetrada, era el paraíso del éxtasis.
Estuvimos así unos minutos hasta que mi hombre decidió que era mejor ir a otro lugar en el que pudiéramos desatar todo aquel salvaje deseo, nos montamos en el carro y sin más miramientos nos fuimos de regreso, que significaba una vía que atravesaba grandes pastizales poco transitados, el morbo continuo creciendo, yo comencé a masturbarle con mi boca mientras el manejaba, jadeaba y me decía palabras sucias que me excitaban a un punto extremo
_ "Me encanta lo que haces puta", "trágate mi pene y compórtate como una hembra" "que rica esa boca perra, mira como me tienes".
Sentía su miembro deseoso de mi boca, con la cual lo recorría lamiendo con mi lengua su humedad, tragándolo todo hasta llegar a mi garganta, succionándolo en un vaivén mágico, hasta que de pronto y en mitad del camino paro el auto, y me indico:
_"Eres una puta que hay que coger muy bien !bájate del carro!" .
Hice lo que me indicaba, ya ha este punto la humedad de mi vagina corría por mis muslos. Me tomo por las caderas subió la mini hasta mi cintura y allí en medio de la carretera y la nada, me poso sobre el capo del auto, abrió mis piernas, paso un lenguetazo por mi cuca y mi rico culo e inmediatamente me penetro, era demasiado para mi, solo introducir su miembro en mi, me hizo llegar al cielo dándome un divino orgasmo a el solo le importaba en ese instante su placer y me penetraba una y otra vez, apretando mis nalgas con fuerza, mientras tanto yo le pedía que me cogiera, indicándole:
_ "Cojéeme perro, esta puta esta aquí para ti, dame más, quiero tu pene bien dentro de mi coño"
No se puede describir con palabras la excitación que causa esa sensación de libertad, hacer el amor al aire libre, sin nada que te cubra, expuestos al mundo, resulta una experiencia única, que hace recorrer tu adrenalina al máximo.
Comencé a mover mis caderas con vigorosidad en movimientos circulares que se acoplaban a su vaivén, eso y mis palabras sucias le hicieron embriagarse del mayor placer, sentía apurar su paso, apretar con mayor fuerza mis nalgas, mientras repetía una y otra vez:
_" Puta me vas hacer llegar, que rica la tienes , eres una puta en celo, me gusta cogerte"..
Me inundo con su rico y caliente semen, otorgándome además, otro divino orgasmo que me llevo a la gloria. Ese era mi hombre viril, sin límites, apasionado sin remedio. A lo lejos divisamos que se acercaba otro auto, con rapidez baje mi falda y me subí al carro, el hizo lo mismo para regresar nuevamente a nuestro mundo, pero llenos de la mejor experiencia sexual de mi vida una fantasía erótica que pocos logran conseguir.