Mi Fantasía sexual con mi amigo metalero
Corta historia de como un chico de 18 años tiene su fantasía deseada con su amigo maduro, fanatico del metal
Dicen que las fantasías sexuales son un apogeo de un buen sexo, no importa si es un diferente estilo erótico de hacer el amor. Una locura que te pone cachondo sin desmeritar la persona con la que lo hagas, es excitante. Las manías que te hacen sentir un placer caliente y el morbo que te pone a millón, no tiene precio.
Me llamo Felipe, tengo 18 años y si, como todo ser humano tengo una fantasía sexual, que no se si será dada a cumplir o si se realizara prontamente. Soy de cabello negro, difícil de peinar, por eso me lo dejo bastante corto, 1’76 de alto, moreno tostadito y por así decirlo soy flaquito, porque no hago ni una pizca de ejercicio pero me dicen que tengo una cara muy perfeccionada, de buenas facciones de frente, pero de perfil se daña un poco el supuesto adonis de cara que soy. Según las chicas tengo unos bellos ojos pardos.
Mi forma de vestir es descomplicada, uso camisetas negras de bandas de rock y metal que se ajusten a mi cuerpo, jeans azules rotos característicos y tenis DC de colores negro y bueno… más que todo negros. Dicen que las mujeres les atraen los hombres de ese tipo de pintas, pero a mi me gustan otras cosas. Cosas que hacen que mi pantalón vibre como solo de guitarra eléctrica.
Cabelleras largas, tatuajes maleantes y poderosos, brazos musculosos y un buen solo de un tema, son el ambiente perfecto para que mi polla se ponga en erección a un 100% Guitarristas de bandas, bajistas o vocalistas, me excitan bastante. Me hacen levantar un bulto inmenso que se me hace muy difícil contener. Por eso es que no se me resulta muy común quedarme quieto viendo algún video de música en el internet.
Hace poco mi mamá me introdujo a uno de sus amigos con quien trabajo hace poco, me lo presento porque teníamos muchas cosas en común y lo que vi me dejo estupefacto. El tipo estaba buenísimo, un Dios de puta madre.
Andrés, 29 años, 1´80 de alto, musculoso y acuerpado con una cara de rasgos medio asiáticos que me hacen tener mucha curiosidad. Si su cabello negro fuera un poco mas largo, estaría por así decirlo, perfecto.
El hecho de que sea 12 años mayor que yo, me ponía cachondo. Siempre me han gustado los tipos adultos, llegando casi a la edad media, una fantasía mía es hacerlo con un maduro delicioso con lo que me gusta de ellos.
Pero toda mi corta vida he ocultado mis gustos por lo que la gente pensaría de mi, por eso es que pongo una personalidad de alguien que no quiere la cosa. Me pongo serio, medio antipático y un poco tosco, pero mas que todo soy tímido. No soy ese tipo de persona cuando veo a tipos que me hacen volver como yo mismo por un momento cuando me hablan o me preguntan algo. Soy de pocos amigos por esa forma de actuar que me he impuesto, aun así seguía adelante con mi vida de esa forma.
Andrés es un rockero empedernido al igual que yo. Sabe tocar la guitarra eléctrica y gracias a eso, toca en una banda de covers, tocando diversas canciones metódicas del genero punk rock, hardcore y metal. Mi madre quiso aprovechar para enseñarme como manejar la guitarra para yo en algún momento, cantar en mi propia banda. Aun así el recorrido para ser un as en los acordes era largo y tedioso para llegar hasta allá. Cuando salía de estudiar de la universidad por la tarde que iba a mi casa, recogía mi guitarra para practicar mientras me transportaba en el bus pasando por su casa para aprender un poco más.
_____________
Era un día habitual como siempre, estaba en mi casa encontrando lo que necesitaba para ir la casa de Andrés. La guitarra, el libro de acordes y mi maleta para disponerme de mis habituales clases. Salí de mi casa, cruce las dos cuadras que me faltaban para llegar a paradero y así esperar el bus que me llevaba por la calle donde vivía. Pasaron solo 6 minutos cuando llego el bus que me destinaba, el circular sur 302. Me fui acomodando en la parte de atrás después de haberle pagado al conductor.
Llevaba la guitarra en mi espalda. Contaba calle por calle para bajarme en mi selectiva acera. Me baje volteando a mano derecha llegando al apartamento donde vive. Contaba cada paso de las escaleras. Mi timidez siempre relucía cuando estaba en clase con Andrés, pero lo disimulaba para que no sospechara acerca de que me gustaba.
Cada vez que estaba distraído sexualmente, es decir…cuando se volvía provocativo al verlo. Cuando se agachaba, se le veía una partecita de sus bóxers, o estando de espaldas, dejando ver esa estructurada espalda resaltando cada parte de sus bellos músculos. Aprovechaba cada momento para tenerlo guardado en mi mente. Soy completamente afortunado de tener una memoria fotográfica.
Estaba en frente de su puerta. Fui y presione el botón del timbre de su casa. Pero aun no entendía porque me sentía tan extraño. Era como si fuera la primera vez que he iba, pero me daba una sensación de que pasaba algo diferente, fuera de lo habitual, una vibra inesperada recorría mi cuerpo, generando un corto escalofrío. La puerta se había abierto levantando mi cabeza para generar contacto visual, corriéndose la puerta de par en par.
-¡! Mi pipe!! ¿Cómo estas? ¿Cómo te fue?- me abrazo como si fuera un oso transmitiéndome todo su afecto.
-bien Andrés..em ¿Cómo has estado?
-Bien, bien acá practicando un temita que me encontré de unas de mis bandas preferidas, así una canción bien pesada, bien heavy, heavy
-Ah, bien… y… ¿Qué banda es?
-un temita de Slayer, vení yo te lo muestro
Me había invitado a pasar a su casa, mientras que se colocaba su Gibson Firebird de color rojo poniendo su amplificador, notaba como agachado miraba su vestimenta gritaba metal y músculos alrededor. Usaba una camisilla de Slipknot de color negra, al estilo tank top. Jeans desteñidos de color azul con gris y unos tenis Vans de color café con suela y cordones blancos. Su pelo estaba mojado, como que se había dado una ducha mientras me esperaba. Ya compuesto todo, se puso a tocar la canción, mas bien, el solo de la guitarra.
Iba como en la cuarta parte del tema, hacia acordes de sol mayor en un mini solo, ejecutando los tonos a una alta vibración… ¿Qué podía decir? Para mi era sensacional, era todo un profesional. Sabe mucho, pero yo solo seguía con todo esto de las prácticas o por saber más… tenia el síndrome de enamorarme de mi maestro. Perfectamente esta como quiere y para mi, lo tiene todo.
_________
-¿Qué te pareció pipe?
-me gusto mucho…pues, te salió bien, no, te salió perfecto
-¡que bueno pipe! Te lo agradezco, gracias…bueno te toca a vos- se sentó al lado mío dejando su guitarra en el pedestal de soporte
-no pero yo, pero-
-dale tranquilo, saca la guitarra y me mostras los acordes que te mostré para que los practicaras
-eh…bueno pues
Estaba nervioso...me colmaba el miedo. Estar frente a el en esa facha me hacía sudar las manos, cayéndole gotas al diapasón de la guitarra llegando a mojarse un poco las cuerdas. Pero el, por lo frenético que yo estaba no se inmutaba, le preocupaba mas el calor que hacia en su apartamento empezando a sacudirse su camisilla con las dos manos tratándose de dar aire a su preciado cuerpo. Su siguiente movimiento me dejo pasmado dejándome derretir de pena y placer al mismo tiempo.
-ufff…Pipe hace un calor tremendo – secándose el sudor de la frente
Ni me pregunto. Se quito su camisilla como un stripper en despedida de soltera. Agarrándola desde la parte de la cadera, levanto sus brazos hasta quitársela completamente, acabando de acomodarse sus bien trabajados pectorales. Ese sudor le recorría todo el pecho dejándolo con unas pocas gotas por el borde de sus tetillas. Era como si acabara de salir de una piscina, quedando un poco brillante todo ese complemento pareciendo tener aceite en todo su torso.
Quede maravillado y excitado. Mi cerebro y mi polla querían tomar decisiones apresuradas y no sabia a quien creerle. Nuevamente se había vuelto a sentar dejando ver como se le marcaban su paquete de abdominales, poniendo su pie izquierdo en su rodilla derecha, haciendo como un gesto de espera, sacudiendo su zapato constantemente.
-Dale pues Pipe…empieza a tocar
Era como pánico escénico y apenas era un puto ensayo de práctica de guitarra, pero eso no era lo que me importaba. Solo sentía era…miedo. Ese cuerpazo era la estocada final a todo esto. Me rendí fácilmente sin poderlo solucionar, la verdad es que…no me pude concentrar. Creía que podía sacar todo esto en una buena posición, pero el morbo ante la escenita y su cuerpo de escena porno me pusieron alterado.
-n-no puedo hacer esto- me quite la guitarra buscando el forro para guardarla
-pero Pipe viejo… ¿Qué pasa?
-yo…no puedo, no puedo - metí la guitarra en el forro para tratar de irme guardando lo demás de mi mochila para salir de ahí. Intente ir hacia la puerta pero Andrés no me dejo. Paro la puerta de su apartamento con su grande mano deteniéndome sin dejarme escapar. Solo quería dejar que mi erección no se notara enfrente de mi maestro. Aun así no pude salir a ningún lado.
-Pipe guevon, ¿a vos que te pasa? ¿Estas mal o que?- me agarro de mis hombros juntando nuestros cuerpos sin llegar a algo afectivo. Me sostuvo tratando de averiguar que me sucedía, sentía como mi cara se llenaba de la vergüenza, mínimo estaba rojo por puro encogimiento.
-Andrés, es que…yo- por alguna razón, mi polla que estaba envuelta en dos capas de ropa, se rozo en su pierna por el sacudón que me efectuó. Ni el miedo hizo que mi miembro se bajara. Peor, estaba a mil ante el momento. Frente a esa fricción, se aparto de mí como reacción de mi pene cachondo haciendo un gesto estrafalario y negativo
-ep…! P-pipe! ¿Que te pasa? ¿! Estas feliz de verme!? ¿! Por qué lo tenes parado!?
-…- yo no le dije nada…solo miraba al suelo
-Viejo ¿yo te gusto? ¿Vos sos gay? No, no puede ser
Sonó como una burla, una mentira, eso no era cierto, pensaba. Me tape mi boca con mi mano mirando para un lado. Estaba que se me salían las lagrimas, sentía mis ojos llorosos…suspiraba de tristeza. Se lo había dicho con los gestos expresivos de mi cuerpo, a lo que el dejo de hacer esa cara de burla, quedando sorprendido. Si, le dije a el que era gay sin musitar palabra. Había agarrado su cabeza con las dos manos volteándose dejándome ver su desnuda espalda.
Esperaba todo tipo de insultos, golpes que me iba a dar, echándome de su casa, me imaginaba todo tipo de cosas malditas que fueran a quedar grabadas para toda mi vida. Gracias a eso, no lo resistí.
Me deslice en la puerta poco a poco tocando el suelo. Empecé a llorar tapándome los ojos…rara la vez lloraba por personificar a alguien que ocultaba su verdadero ser, me daba culpa por tratar mal a la gente que me rodea. Solo mis padres con los que no llevo una buena relación, me han visto llorar. Era la primera persona que lo sabia, pero no quería que fuera de ese modo. Sufrí una crisis que me hizo hablar sin pensar, solo trataba de aclararle las cosas, pero por las dificultades de mi dolor, no lo expresaba claramente.
-perdóname…es que yo…me gustan, si (sniff) pero no tengo la culpa. Yo…no quise ser gay…solo era mi manera de tener mis propios gustos. Para mi era difícil admitirlo. Yo…nunca lloro. S-soy un pendejo (sniff) lo siento. Nunca p-ense que fuera a llegar a estos extremos…p-por ser así, como soy (sniff) nunca se me dan las cosas…a-así soy yo.
Solo escuchaba mi propio llanto. Era algo horrible. Quería que me tragara la tierra, pero era algo que no podía evitar. Todo el mundo lo tendría que saber. Aunque encajara una personalidad fuerte, tosca y un poco amargada, me iba a salir el tiro por la culata por gustarme los hombres. Solo escuchaba silencio y como mis lágrimas y mocos se peleaban por estar en mis palmas.
Algo se junto a mi lado quedando frente a mi sintiendo su energía. Sus manos acariciaron las mías retirándolas de mi cara lentamente…soltó mis manos. Ante un giro inesperado del destino a mi manera de ver, seco mis lágrimas con sus dedos pulgares mientras yo chiflaba mi nariz por el dolor que tenia. Mire y Andrés me miraba serio, pero pude ver como el contacto de mis ojos a los suyos, reflejaban mis desolaciones.
-p-perdon…yo
-no Felipe, no hables
Veía como milímetro a milímetro se me avecinaba. Su manos estaban junto a las mías mientras estaba agachado dejando ver su rodilla desnuda por el roto de su pantalón. Se acercaba lentamente. Me deje llevar cerrando mis ojos haciendo un contacto cercano de un roce de labios, haciendo que por obra racional, comenzara a gesticular mi boca con la suya dándome un cálido beso.
Nunca me habían dado un beso, fue alucinante en cierto sentido. No sabia como hacerlo, era un completo ignorante en esta materia. Solo me dejaba llevar, porque ser un amateur no iba a detenerme ante lo glorioso y placentero. Me comía la boca entrelazando nuestras lenguas, compartiendo saliva, gesticulando y forjando ruido de nuestros besos.
Paro por un instante mirando hacia abajo, dudoso. Me había dado en un punto fuerte, dejándome sensible, siendo yo un hombre de gustos pesados y personalidad indecisa, me había dejado llevar por un adulto que me había transmitido una excitación conjunta por primera vez.
-Pipe yo…
-nunca me habían dado un beso, en toda mi vida
-me-me mirabas con intriga, no se yo…. ¿yo te gusto?
-si siempre, desde la primera vez - me ofreció la mano para levantarme del suelo mientras me quitaba la suciedad que tenia en mis pantalones.
-me dio miedo verte de esa manera, sentí temor por lo que podrías pensar al verte de esa manera. Por eso fue que reaccione de ese modo. Andrés yo-
-te quiero mucho Pipe
Agarro mi mentón acercando ese viril cuerpo junto al mío. Empezó a darme un beso corto pero suave. Era impredecible que dos personas del gremio del rock, fueran a gustarse…pero no pensé que las cosas se fueran a llevar de esta forma. Me cargo entre sus dos feroces brazos generándome un poco de vértigo. Es un gorila fuerte, aunque yo no es que pese mucho.
-no sabes cuanto te quiero Pipe
-g-gracias Andrés…em…yo… también
-No se ¿queres ir a mi cama? Allá estaríamos más cómodos
-…si vamos
Parecíamos como si nos hubiéramos casado, estando en el papel de la novia furtiva, me llevo a su cuarto acomodándome sin ningún esfuerzo como si fuera un príncipe siendo protegido por el guerrero de hacha grande. Puse mis brazos en su cuello mientras que continuábamos con los besuqueos.
Era literal lo que vivía en ese lugar. Me besaba con un maduro, con todo su suculento cuerpo encima de mi escuálida persona. Agarro mi camiseta negra quitándomela lentamente con cuidado desprendiéndome de la cabeza quedando desnudo del torso mostrando lo débil que era. Nuevamente me había puesto rojo de la vergüenza. Se rio de mi por la pena que tenia rozándose nuestros penes por debajo de nuestros jeans rotos cayéndole parte de su sudor en los pelos que tengo debajo del ombligo.
Me empezó a morder suavemente en mi pecho. Era una completa bestia que me hacia transmitir morbo y delicia suculenta estar con alguien mayor que yo, aunque Andrés solo le faltaba poco para llegar al tercer piso. Comenzó a acariciar lo que me queda de pecho con sus grandes manos llegando a mi hebilla del pantalón retirándolo ágilmente. Se acomodo hasta el final de la cama quitándome los tenis negros mientras me ayudaba zafando el botón del jean. Me retiro el pantalón deshaciéndose de el, entero. Dejando ver las medias blancas que llevaba.
Me las quito también empezándome a hacer cosquillas en los pies echando yo a reír. Me calme un rato de tanta risa acomodándose al lado mío, entrecruzando los dedos descansando en su estomago. A tan solo unos bóxers azules de estar desnudo frente a el. Comencé a acariciarle su cabello con mi mano mientras el pensaba.
-te quiero mucho pipe, me gustas así todo delgado la verdad.
-Andrés…porque no te pones mas cómodo
-¿Quieres que quede como tu?
-Si mucho
Se acomodo en mi cadera. Dejando mi bulto frente a su culo nuevamente con la rutina de cortos besos compartiendo lenguas nuevamente. Me miraba con felicidad. Era como si me ayudaba a quitar por completo mi virginidad sin que a el le importara. No era por obligación sino por propio gusto. Con sus rodillas se iba para atrás retirando su cinturón con las dos manos mordiéndome el labio de abajo con ganas de ver a Andrés, en sus interiores. Acomodaba mis brazos sobre mi cabeza, esperando ver el corto espectáculo.
Desprendiendo el botón de su pantalón, se los bajo completamente dejando notar unos bóxers negros con elástico rojo usando su pies para quitarse los zapatos. Pude ver el estampado de un cráneo rojo en uno de los lados de sus interiores. Con sus pies se quito el resto del jean dejando ver sus medias nike largas de color negras. Empezó a hacerme poses resaltando sus músculos como si fuera tremendo fisicoculturista haciendo muecas y gestos que me hacían reír por las bobadas que hacia, llevando la escenita porno de otra manera.
Todos esos movimientos, hacían que mi corazón se acelerara. Lo tenia semidesnudo jugando a punto de experimentar el sexo por primera vez…a manos de un gorila musculoso. Después de haber terminado de bromear, se acercaba a mí nuevamente abrazándome fuertemente mientras acomodaba sus pies.
- Pipe…aun así no practicamos nada jajajajaja
-pero vamos a practicar otra cosa- saque a relucir lo que íbamos a hacer tocando con mi dedo uno de sus pectorales.
-… ¿este va a ser nuestro secreto no?
-si claro…nadie va a saber nada, ni siquiera mi mamá
-quedamos pues así, sin decir nada.
Estuvimos abrazados sin decir nada. Me quería dormir ahí al lado entre esos hermosos brazos y perfeccionado pecho. Esa protección que me daba y todo lo que hacia por mi, nunca lo iba a olvidar. Pensaba que, haberme delatado ante el, lo iba a perder. Pero lo tengo casi desnudo en su cama junto a mí. Creo que yo mismo batí un record. Veía era a solo hombres en la cama, teniendo sexo en el Pc cuando me quería hacer una paja. Ahora, ya estaba con uno, el deseo de haberme imaginado a Andrés desnudo, valió sus frutos.
-Pipe
-Dime
-tengo meras ganas de consentirte
-…ya me estas consintiendo
-jajajaja no mi pipe, yo hablo de otra cosa
-de que
-de esto
Se levanto de donde estaba, acomodo su cuerpo entre mis dos piernas acariciándome mis muslos. Nos mirábamos morbosamente. Me gustaba que me mimara dándome un abrazo desnudo, pero la sexualidad entre un mismo genero, se destaca mas que todo por el sexo. No me iba a quejar, manteníamos esa mirada de complicidad sexual llegando sus manos completamente al elástico de mi bóxer deshaciéndose de ellos suavemente, retirándolos de mis pies dejando ver todo mi escuálido cuerpo y un pedazo de carne que media 16 centímetros al tope y unas bolas peludas llegando esos vellos hasta mi ingle.
Agarro mi polla con su mano derecha. Tenía cara de primera vez abriendo la boca y los ojos como todo un neandertal primerizo. Que bueno que Andrés no es falto de conocimientos. Me sonreía por el gesto que hacia. Miro despacio desde mi pene hasta llegar a mi cara mirándonos nuevamente. Sonrió ante mi reacción riéndonos mutuamente, todo un primíparo al tratar de mimarme, de satisfacer a mi compañero de abajo.
-¿alguna vez le has hecho una paja a alguien?
-no…la verdad no, soy todo un guevon en esto. Solo yo me hago mis propias pajas- su sonrisa se había disuelto quedando un poco nervioso por no saber nada del sexo gay.
-solo, relájate un poco.
Se tensiono un poco con mi filosa pregunta. Me levante de la cama acariciando su cara haciendo que me mirara para poderlo calmar un poco
-Mira Andrés. Yo también soy todo un primíparo en todo esto. Solo…hay que dejarnos llevar, confiar en el otro - Me acerque a sus labios juntándolos por un momento empezando a generar movimientos suaves a su boca. Lo percibía como si hubiera tomado el mando por un momento. Sus músculos estaban tensos, pero en el momento en el que actué se fueron desinflando por la tensión para así seguir con el clímax del momento. Agitadamente me respondió con afección.
-g-gracias Pipe
-Bueno… ¿ahora si con toda no?
Me empujo a la cama fuertemente explotando el momento intimo en el que estábamos, se arrejunto frente a mi estando frente a frente, nariz con nariz.
-aun no has visto nada…
De todas sus mordidas, besos flamantes y chupadas en mi pequeño y lampiño cuerpo, llegaban desde el cuello haciendo una hilera de morreo de besuqueos hasta lo que parece una V en mi cadera. Era lo único que se me formaba aparte de mi esqueleto carnoso. Al respirar, se me resaltaban las costillas. Mire de nuevo mi polla, oliéndola levemente, saboreando el olor de mis vellos combinados con el sudor y masculinidad en mis ingles.
Cerré mis ojos. Una fuerte provocación mojada y resbalosa, se acentuó en el tronco de mi pene, llegando al prepucio que cubría el glande. Su saliva era como el lubricante perfecto para que mi pene se sintiera como el masaje mas delicioso y mojado que pudo haberle pasado a mi penecito. Con sus labios bajo nuevamente mi prepucio, notando mi glande color oscurito, lo único oscuro que tengo la verdad.
Con mis ojos entrecerrados miraba como de arriba abajo chupaba mi pene haciéndome gemir por lo bien que lo hacia. Su boca suave, hacia contacto con las venas que rodeaban mi polla succionando todo el jugo conteniéndome de placer, agarrándome de los bordes de su cama.
-Pipe, este chimbito tuyo esta muy bueno
-vos podes hacer conmigo todo lo que queras,
-te voy a poner a sufrir de placer.
-ese cuerpo tan bueno debería estar completamente desnudo ¿no?
-¿con que mi mariconcito quiere verme en pelotas?
-si, quiero tener completamente desnudo a mi gorila maricon
-jajajaja bueno pues
Se levanto de la cama haciéndose en el borde, despidiéndose de sus medias y esos provocativos bóxers que hacían que su bulto se viera regordete. Vi como ese rinoceronte venoso hacia su aparición estelar. Unos suculentos 20 centímetros, calculo yo con unos deliciosos pero poquitos vellos púbicos a su alrededor. Directo a donde yo me posaba, se dirigió a mi virgen y apretado culito.
-Déjame ver ese culito mi putito
-sos mas bello de lo que pensaba…sos hermoso
-vos también, esa carita tuya resaltando esos pocos pelos en tu frente, hacen que me den ganas de matarte
Sus pequeños besos llegaban desde mis piernas aproximándose al hoyo negro, usando su saliva para lubricar mi ano. Su lengua se precipitaba por el borde del esfínter excitando todo mi cuerpo apreciando como ese beso negro me hacia ver la estratosfera sin llegar todavía a ver las estrellas.
Acaricio con dos de sus dedos los pelos de mi ano. Un cosquilleo por mis costillas, se rozaban hasta llegar a mi estomago. Su atracción fue como un voltio de electricidad haciendo que ese desasosiego se acariciara por mis piernas peludas, llegando hasta los dedos de mis pies apoyados en la pared.
-... ¿que pensas de un dedito en tu culito?- insertando uno de sus dedos despacio intentando relajar mi esfínter para que entrara.
-tu dedo…se siente…ufff como un miembro chiquito
-¿y que tal dos deditos?- sacando el dedito de mi culo llegando a juntar los dos dedos haciendo el mismo procedimiento.
-ahora…ya veo…como es comportaste…como todo un puto
-y si meto mi lengua otra vez… ¿Cómo se sentiría? – puso su cara nuevamente en mis dos cachetes traseros tornando su musculo baboso en una forma rígida y fornida enfocando todo en la punta de su lengua en mi rosado hoyito.
-eeestooo…ufff…nhn ¡nnargh! Sos…putaaa…no, no aguanto. Mamas…Como todo un pro- saco esa lengua que por unos tres centímetros más, seria igual a la del señor Simmons de Kiss
-me gusta cuando gemís y te revuelcas de placer…me pongo cachondo al oír esos balbuceos
-¡me complaces con unas ganas guevon! Sos todo un marica semental- le decía agitado mientras me quitaba las gotas de sudor de mi cara
-¿mi Pipito esta listo para el plato fuerte?
-quiero que me taladres mi marica culo hasta dejar una puta fosa común
-te voy a poner a sufrir, te va a doler el culo por varios días
Levantándose de su cama, agarro mis talones separándolos sintiendo como se estiraban los tendones de la contra pierna, con un poco de dolor. Abrí mis ojos entrecerrándolos viendo como por arte de magia, aparecía un condón. Lo saco de una del empaque embolsándoselo a velocidad extrema. Ya faltaban solo nanosegundos para dejar de ser virgen y poder sentir un placer exorbitante gracias al miembro viril de Andrés.
Entrecruzamos miradas otra vez. Se sentía como una pregunta sin decir nada…sus ojos decían ‘¿seguro que quieres hacerlo?’ como que no estaba como tan preparado verme sufrir y drogarme de placer. Yo solo quería que me lo metiera, perdía mi calentura y mi doble personalidad de cretino desalmado…me pasa eso cuando me enojo o cuando me excito.
-¡dale de una!
Surgió una sonrisa picara ante mi conveniente y satírica respuesta dirigiéndose a su polla. Inserto en primera fase su cabeza concibiendo a mi amigo el dolor gracias a su glande. Segunda fase, su venoso y grueso tronco hacia que gimiera mitad y mitad entre dolor y placer. Tercera fase, no miraba el irradiante esfuerzo que me hacia causar el miembro maduro de Andrés tendiendo a su vaivén de arriba a bajo perpendicular por debajo sufriendo todo mi cuerpo interconectado a mi culito.
-tienes un culito apretadito, estas nalguitas hacen que me caliente mas
Sus manos en mis ingles, hacían desatar el calor que teníamos los dos. La cama rechinaba por el movimiento que le hacia su polla para hacerme deleitar por lo salvaje del sexo. Bote esa virginidad maldita por la ventana, siendo una persona completamente nueva, distinta e incomparable. Agarraba sus pies tocando sus dedos tratando de mantener la pose de mi contraproducente orgasmo, causado por 1000 caballos de fuerza enfocados calientemente en su pene.
Sus pectorales subían y bajaban a la intensidad de cómo me cabalgaba como una yegua apunto de partirme en dos literalmente. Se bajo de mi adolorido culo poniendo mis piernas en sus hombros, aligerándose para juntar labio con labio nuevamente juntando nuestra saliva saboreando esa suculenta boca llena de mis masculinas partes satisfaciendo mi lengua quedando absorto de nuevo con su cuerpo.
Puso su bestia en mi indefenso hueco, colocando nuevamente mis pies en sus hombros agarrando yo sus caderas y parte de sus nalgas para aguantar otra vez la tremenda corrida. Empezó lentamente con un poquito de afecto hacia mí, acercándose para acomodar su cuerpo junto al mío mientras que me besaba el cuello con pasión. Sus omoplatos y mis nalgas chocaban haciendo ruido gracias a que aumento un poco la velocidad.
La vocal a sonaba repetidas veces de mi boca ante la fricción golpeada que causábamos los dos. Era su objeto sexual y me encantara que lo fuera, desquitaba toda su actividad en mí disfrutando de cada momento. Nuestro vaivén se fue descontrolando sin importar las horas, minutos y segundos de contraste al estar juntos.
-¿te gusta? Si marica de mierda ¿te encanta?
-(jadeo) que pregunta tan pendeja (jadeo) ¡claro que me encanta!
-mi puto, vas a gozar como nunca
Agarro mi polla comenzándola a pajear, quería hacerme descargar todo lo que me quedaba de energía, la palpitación de mi pene se transmitía a su mano. Mientras este sacudía mi glande de arriba abajo sin descuidar la penetración que me hacia sentir en las maravillas del placer gay. No pude resistir mas….el flujo de mi leche lo sentía como cosquillas desde mis bolas hasta dispersarse hacia afuera.
-A-Andrés…me voy a correr ya
Era suficiente presión en forma de delectación usar esa polla como penetradora. Suavemente retrocedió su mano driblando yo mi polla para su perfecta eyaculación.
Todo mi cuerpo transpiraba gracias al servicio que me ofrecía mi maduro metalero. Tan solo ver su grueso pedazo de carne con todo su varonil cuerpo brillante por el sudor, me vine disparando grandes chorros de mi caliente lefa en todo mi pecho y unas cuantas gotas en mi mentón. Mis gemidos hicieron excitar mas a Andrés desprendiendo su condón dejando un anillito de bolsa de semen.
Cogió su polla por el medio, veía como su glande estaba colorado apunto de que la represa del orgasmo fuera a estallar. Disparo tres chorros en grandes cantidades aterrizando en todo mi cuerpo llegando al final caerse algunas en la cama.
Ambos gemíamos y sentíamos como estallaban nuestros penes por nuestra fecundada felación. Su pene en la puntica expresaba todo lo bueno que paso en mi interior, reflejándose en la cara de Andrés
A pocos esfuerzos, juntamos nuestros cuerpos sintiendo como el grumo pegajoso del semen, se pegaba en nuestro pecho, aun así ignoramos eso. Nos dimos un último beso para satisfacer lo poco de arranque que poseíamos. Yo solo pensaba, que mate dos pájaros de un solo tiro. Deje de ser virgen y pude cumplir mi fantasía sexual… ’El algún día’ me llegó finalmente.
____________
Las bocinas que hacían su llamado para avanzar por el trancón que había, me despertaron. La ducha que me di, hizo que me diera bastante sueño. Me fije y Andrés no estaba en la cama. Los zapatos estaban en el suelo…por lo grandes que son, no tuve necesidad de usar mis manos para ponérmelos. Al organizarme el pantalón por el ruedo, vi que estaba por el balcón.
El día estaba un poco nublado apunto de que la lluvia fuera a hacer su saludo. Un sabor medio agridulce se reflejaba en el ambiente. Me levante y fui al balcón donde estaba, a ver que era lo que sucedía en su entorno. Empezaron a caer unas pocas gotas que se acentuaron en mi cara, mientras que veía a Andrés como miraba el apretujeo de los carros.
-Andrés…
-hola Pipe ¿dormiste bien? – puso su brazo en mis dos hombros, como afecto de cariño.
-si bien…yo
-¿Qué?
-gracias
-¿y eso?
-me cumpliste eh pues…una fantasía
-¿yo era tu fantasía?
-no pues…hacerlo con alguien mayor que yo
-ahí nos ayudamos mutuamente
-¿en que te ayude? – lo miraba sorprendido de una manera fingida
-si, ya supe que es lo que me gusta
-¿y?
-¿Qué?
-pues digamos que me gusta el pan y la salchicha
-jajajajaja ¿en serio?
-jejejeje si mi Pipe, soy bisexual, me ayudaste a saberlo.
-¿y si te ponen un hot dog vos que haces?
- lo disfruto el doble
Me alegre completamente con una sonrisa de oreja a oreja, cosa que me emociona. Tremendo hombre hice que me prestara sus servicios que fueron de principio a fin. Pero por supuesto que iba a ser un secreto hasta a muerte. Aunque se viviera en el anonimato. Era lo mas bonito y espectacular que me ha pasado en la vida, nunca lo olvidaría…seria uno de mis mejores recuerdos cuando madure.
Andrés y yo seguíamos común y corriente ante nuestra amistad y ante nuestro compromiso alumno y maestro. Pocas veces, refiriéndome a la palabra ‘pocas’ en énfasis, tenemos relaciones para desquitarnos de las ganas de hacer el amor, ya que pensamos que somos buenos para tener sexo, pero sin llegar al límite. Era un secreto de los dos, pero no pasaba a mayores. Nos catalogamos como amigos con derechos, de cuidado al manejar, pero bueno al sentir, aun así le tenía mucho afecto a Andrés. Sigue siendo uno de mis mejores amigos.
Caían gotas indicando que iba a llover fuerte. Me dio un abrazo sintiendo su olor corporal. Levante mi cara mirando sus facciones orientales, recibiendo un último beso del maduro metalero. Así se iba a quedar hasta la posteridad o hasta que cambie de genero.
-te quiero mucho Pipe
-yo también Andrés
un corto relato que quise hacer, espero que les haya gustado. Comenten...aca estoy dispuesto a escuchar buenas y malas opiniones, saludos!