Mi fantasía mas sordida en Cuba
La vida no da las vueltas que uno espera, en mi caso, por desgracia se estanco en la peor de todas, el matrimonio con un hombre asexual, o al menos, al cual no parecía atraerle mi cuerpo lo suficiente como para levantarse del sofá y hacerme gozar una y otra vez, es por eso, que me meto en mi mente..
La vida no da las vueltas que uno espera, en mi caso, por desgracia se estanco en la peor de todas, el matrimonio con un hombre asexual, o al menos, al cual no parecía atraerle mi cuerpo lo suficiente como para levantarse del sofá y hacerme gozar una y otra vez, es por eso, que me meto en mi mente jugueteando con mi cuerpo mientras mis fantasías fluyen, voy a describirme para que quien lea esto, me tenga presente en su mente.
Treinta y dos años, piel pálida, casi de porcelana, con las mejillas sonrosadas, unos ojos grandes azules con pintas verdes, unos labios carnosos, apetecibles para muchos, de color rosado y una garganta profunda, una nariz respingona con pecas adornándola a ella y a mis mejillas, pelo castaño oscuro, casi negro, liso, que me llega por la mitad de la espalda, de estatura media, unos ciento sesenta y cuatro centímetros la ultima vez que me medí, brazos largos y unas manos preciosas y cuidadas, pechos grandes, uso una cien de sujetador, con unos pezones rosados de aureolas medias, ni muy grandes ni muy pequeñas, bajando un poco mas, mi vientre plano y unas caderas algo anchas que hacen que mi trasero se vea firme y apetecible, mi coño rasurado, a veces, lo llevo con una tira de vello en la parte superior, pero rara vez, me gusta mas sin vello, con los labios rosados y calientes, piernas firmes y largas que acaban en unos pequeños pies de la talla treinta y ocho, bien, así soy yo, ahora, os contare una de mis fantasías.
Me levanto en mitad de la noche, a mi lado se encuentra mi marido, dormido como siempre, sus ronquidos se escuchan en cualquier lugar de la casa, lo he comprobado alguna que otra vez, me quedo mirándole fijamente, no aguanto mas, antes de casarnos era un hombre fantástico, atento, guapo, y que satisfacía cada deseo sexual que tuviese, ahora, a pesar de seguir siendo guapo, empezaba a echar algo de barriga y solía estar de mal humor por el trabajo y de sexo... Demasiado es si consigo que me haga caso una vez al mes y siempre llega antes que yo y me deja olvidada, no puedo mas con él, le quiero, y no voy a dejarle, pero necesito un tiempo sola, en silencio saco la maleta del armario y meto ropa como para un mes, neceser, cargador de móvil, pasaporte, todo lo que pueda necesitar, le escribo una nota en la cual me despido de él por un tiempo, alegando necesitar estar sola y pensar, el cuando lo lea se lo tomara bien, que fantasía es esta si aparece mi marido cabreado a joderme el polvo, es hasta comprensible y entiende el que me haya ido, estoy segura que de hacerlo en la vida real me dejaría por la primera fulana que le hiciese la comida. Salgo de casa con la maleta y me dirijo al aeropuerto, miro los vuelos, quiero saber cual es el mas próximo y lejano que saldrá, los primeros que veo son países orientales, no, el rumor de que la tienen pequeña me echa para atrás, después llega América, no quiero ir a Estados Unidos, así que esta claro que acabare en algún país de Sur América, el primero que salga, a boleo, Brasil, me tienta, pero no se hablar portugués y prefiero entenderme con la persona con la que vaya a follar, Cuba, perfecto, ese seria mi destino. Facturo la maleta, relleno impresos, pago y ya estoy en el avión, a medida que este despega me voy poniendo cachonda por momentos al imaginarme lo que pasara, el vuelo no va muy lleno hay asientos vacíos, el de al lado mio por ejemplo, aquello me da una idea que quiero aprovechar, el palpitar de mi clítoris es demasiado fuerte como para aguantar las nueve horas de viaje, pido una manta, es de noche así que sin mas pensaran que voy a descansar, cuando me veo casi sola, separo mis piernas e introduzco la mano en mi pantaloncito, no da demasiado de si por lo que lo bajo hasta la mitad de los muslos junto con el tanguita, repaso mi coñito lentamente con un dedo de abajo a arriba, esta chorreante, en mi mente esta la imagen de un buen pene cubano, de un macizorro que me arrodilla y me da a comer su ''puro cubano'' se lo como con ansia y mi coño chorrea mas aun, estos delirios de mi mente me hacen llegar rápido al orgasmo, acariciando mi clítoris con los dedos rápidamente, pero quiero mas, bajo los dedos e introduzco uno en mi coño moviéndolo, pasando a introducir un segundo, no puedo gemir, lo que hace que la situación sea mas morbosa, pueden pillarme en cualquier momento, llego a introducirme tres dedos en mi chorreante coño, muevo la mano de atrás a adelante con rapidez, estoy segura de que alguien de los presentes escucha el sonido de mis dedos chocando contra la entrada de mi coño por la humedad de este, me deshago en otro fuerte orgasmo, pero esta ve no puedo retenerlo y se me escapa un leve gemido, noto una mirada sobre mi pero nadie dice nada, me relajo y tras toquetearme un poco mas, me vuelvo a vestir y ahora si, me duermo, el viaje es largo y quiero que se pase cuanto antes.
Me despiertan una vez hemos llegado, mi aventura esta a punto de comenzar, bajo del avión, recupero mi maleta y salgo al mundo exterior, lo primero, buscar un hotel, no voy a cargar con la maleta todo el día, encuentro rápido uno bastante bueno, suerte que es una fantasía y ahí el dinero poco importa, estoy segura de que si algún día quiero, en mi fantasía podría comprar una isla entera, pero bueno, dejo las cosas en el armario y cierro con llave, no quiero que me roben a pesar de que es un hotel con varias estrellas, antes me he cambiado de ropa, la humedad ya llegaba al pantalón, me había dado una ducha calentita y me había vestido con unos pantalones cortitos, de estos que dejan ver los bolsillos del pantalón por abajo de lo cortos que son, lo que si mirabas desde atrás, remarcaba mi culo de una forma impresionante, un tanguita negra debajo que se veía si me agachaba un poco, en la parte de arriba una camiseta blanca completamente ceñida al cuerpo, no llevaba sujetador lo que hacia que se transparentase y se viene con claridad mis pezones a través de la fina tela, unas deportivas y el pelo suelto, nadie me iba a llamar y puesto que es una fantasía no necesitaba llaves si quería entrar al hotel de nuevo o dinero si quería comprar algo, aparecería de la nada, por lo que no llevaba absolutamente nada encima, tal vez fuese un error no llevarlo, pero es parte de mi fantasía.
Salgo a la calle ante la atenta mirada de todos, me había maquillado y remarcado los ojos para que destacasen, pero se que eso no es precisamente lo que miran todos aquellos pervertidos que me desnudaban con la mirada, comienzo a caminar por las calles, no conozco Cuba así que eran calles mas que inventadas, acabo en unas no demasiado buenas, de esas típicas en las que están las bandas, quizás no debiese haberme metido allí, pero a quien engañar, era lo que me ponía, el peligro de encontrarme con algún pandillero y así es, a lo lejos viene un hombre, alto y musculoso, de piel morena, pelo negro peinado con las tiras de trencitas que van pegadas a la cabeza, unos labios jugosos y unos ojos oscuros que me miraban con deseo desde hacia rato y a medida que me acercaba a el aumentaba mas y mas, una camiseta negra, pequeña, remarcaba sus abdominales y unos pantalones vaqueros no podían impedir que se notase la gran erección que le había provocado, una gran polla se marcaba bajo estos, paso a su lado como si nada pero este me agarra del brazo con fuerza.
- Eh linda, ¿Donde vas tu solita? ¿Acaso no sabes que estos barrios son peligrosos para las chicas lindas como usted? - Dice con ese acento que me vuelve loca.
- Estoy de turismo y he perdido a mi grupo, los estaba buscando - miento para excusarme y que me deje ir, pero no quiero que me deje ir y el lo sabe.
Pega su cuerpo al mio y siento en mi espalda una pared.
- Ya los buscaras mas tarde, ahora vas a pagar el precio por entrar a estos lugares perrita.
Siento como arranca mi camiseta de un solo tirón y me quedo sin nada en la parte de arriba, mis pechos botan por el tirón y se quedan expuestos al chico que los mira con hambre, sin decir absolutamente nada comienza a chuparme los pezones dando mordiscos suaves en estos, yo repito una y otra vez que pare, pero no quiero que lo haga, tiene mis manos agarradas con una sola de las suyas, en lo alto, impidiendome cualquier movimiento, su lengua recorre mis pezones haciendo que me derrita en espasmos de placer, sube y comienza a besarme el cuello mientras su mano libre se libra de mi pantalón y con un leve sonido a roto me doy cuenta de que ya no tengo tanga alguno, mi coño esta chorreante por la excoriación, por el morbo de ser ''forzada'' en mitad de la calle por un hombre así, me separa las piernas con fuerza y comienza a acariciar mi coño con sus grandes dedos.
- Ya estas caliente perra, ¿De verdad has perdido a tu grupo o solo querías que te follasen como a la perra que eres?
- No... No iba con... Ningún grupo... - admito con bastante dificultad por el placer que sus dedos me otorgan.
- Vas a pagar por mentirosa, puta perra.
No digo nada mas y el no me da tiempo a decir nada mas tampoco, introduce de repente un dedo en mi coño, Dios, es como cuando yo meto dos mios, sus dedos son enormes, comienza a meterlo y sacarlo repetidas veces con fuerza introduciendo de repente otro, mas, aquello es la gloria, mi estrecho coño se resiente al principio pero no tarda en acostumbrarse al tamaño de sus dedos, los introduce al máximo y comienza a separarlos y juntarlos, como queriendo preparar mi interior para soportar un mayor tamaño ¿Enserio su polla iba a ser tan gruesa o es que me iba a meter otro dedo? saco los dedos de mi interior de repente, mis labios estaban entreabiertos y soltaban pequeños gemidos de placer entre suspiros, mis mejillas sonrojadas y mis ojos entrecerrados, el placer era incondicional hasta cuando no me tocaba, el simple deseo hacia que sintiese placer, se baja la bragueta y los pantalones caen por su propio peso, bao la mirada, su polla sobresale por encima del boxer, se lo baja, un miembro de unos veinte centímetros, gordo, con las venas marcadas y el glande rosado sobresaliendo húmedo con ganas de fiesta, no dice nada, tan pronto como se ha sacado el miembro siento como me comienza a desgarrar por dentro, no estaba preparada para sentir algo tan grande dentro de mi, pero a pesar del dolor de la primera embestida, enseguida se convierte en un placer indescriptible, separo mis piernas estomáticamente y el me suelta las manos, las paso por sus hombros para agarrarme a el, es mucho mas alto que yo por lo que estoy en el aire practicamente, comienza a mover la cadera lento, entrando por completo hasta el fondo de mi ser, llenandome con esa polla que hacia que mi cuerpo se estremeciese, mientras se mueve de tal forma agacha su cabeza y comienza a comerme nuevamente los pechos con ansias mordiendo los pezones y tirando de estos haciendo botar mis pechos al soltarlos de golpe, las embestidas comienzan a aumentar, a medida que aumentan, el sale menos de mi interior pero sin embargo el placer s mayor, comienza a moverse de una forma que jamas había sentido, mi marido apenas había llegado a la mitad de esas embestidas antes de casarnos, después ni a eso, este hombre me estaba dando lo que jamas me habían dado, no puedo evitarlo, llego al orgasmo de repente con un fuerte gemido que resuena por el eco del lugar, la saca de mi interior, me quejo pues quiero que siga, pero el es quien manda, me arrodilla de repente en el suelo y separa mis piernas, giro la cabeza para mirarle e intentar ver sus intenciones, su polla se restriega por mi ano y me alerto, jamas había tenido sexo anal.
- No por favor, eso no, nunca lo he hecho por ahí.
- Te jodes putita, eres mi zorra y te voy a reventar por donde yo desee.
No da tiempo a nada mas, siento como desgarra mi ano al introducirme de una sentada entera su polla en mi ano, grito de dolor, noto como algo escurre entre mis piernas, sin verlo ya se que es sangre, me ha roto por completo, pero a pesar de eso, en varias embestidas el dolor se ha vuelto placer y mis lágrimas cesan, esta introduciendo por completo en mi ano su polla, noto como sus huevos dan golpes contra la entrada de mi coño, Dios, como desearía que me metiesen algo también por ahí, el lo nota, e introduce dos dedos de golpe por mi entrada sin cesar las embestidas por el ano, los gemidos de placer aumentan mas y mas, ahora sus dedos han entrado con bastante facilidad, por mis piernas aun escurre algo, pero esta vez son fluidos que salen de mi coño a causa del placer, enseguida llego a otro orgasmo, que hace que mis brazos tiemblen y no me sujete, quedando únicamente con la cintura en alto gracias a que el me sujeta con la mano libre, noto mi rostro contra la fría tierra del suelo, sus embestidas aumentan, noto como sus venas se marcan mas y mas y como aumenta el ritmo de sus dedos en mi coño, la saca de repente de mi ano y la introduce en mi coño inundandome con esta hasta el fondo y corriéndose en el interior, su chorro es tan potente que me corro nuevamente, nuestros fluidos se mezclan y caen por mis piernas, estoy exhausta a causa del placer, me sienta en el suelo tras sacar su polla y acerca esta a mi rostro, esta llena de semen, la acerca a mis labios.
- Comienza a comer y limpiamela cerda.
Obedezco sin oposicion alguna, comienzo a lamerle la polla de abajo a arriba hasta que esta ha quedado completamente limpia, aun esta dura y las venas se marcan, se que se correrá nuevamente si sigo así, acabo de limpiársela y agarro la base con mi mano comenzando a masturbarle mientras me introduzco el resto de esta en mi boca, siempre me he considerado de garganta profunda, pero dios, apenas sobrepasaba la mitad de esa polla con mi boca, no me entraba mas sin sentir arcadas por el roce en mi garganta, comienzo a merla dentro de mi boca mientras muevo la cabeza de atrás a adelante y mi mano se mueve a la par, escucho sus suaves gemidos de placer, me agarra del pelo y obliga a tragar mas, pero el mismo ve que no puedo sin ahogarme por lo que no me fuerza demasiado, comienza a moverme la cabeza de atrás a adelante de forma intensa, follándome la boca con ganas, alzo la vista como puedo y le miro a los ojos, el sonríe con malicia, esta disfrutando tanto como yo, me deja de mover para dejarme ir a mi ritmo, la saco de mi boca y comienzo a lamerle el glande como si fuese un helado, sin parar de mover la mano y con la otra bajando a acariciar sus huevos, de vez en cuando acerco mis labios a estos y me introduzco uno en la boca succionando suavemente, volviendo enseguida a su polla, me la introduzco nuevamente en la boca, este no me avisa y de repente se corre en el interior, como un reflejo la saco rápido y trago lo que tenia en esta pero el aun sigue con su potente chorro y me mancha la cara y los pechos de su leche caliente, me relamo y recojo un poco que se encuentra en mis pechos con el dedo llevándomelo a la boca, el sonríe.
- Te mereces un premio por ser la mas zorra.
Dice mientras se arrodilla y me agarra las piernas colocándomelas en sus hombros y alzándome un poco, siento su aliento en mi coño y como este comienza a lamerme con rapidez en clítoris, se mueve su lengua mas rápido de lo que mis dedos han llegado jamas a hacerlo, me vuelvo a deshacer en placer introduce su lengua de vez en cuando dentro de mi coño lamiendo y absorbiendo los fluidos que salen de este, pero se centra mas en mi clítoris, mordisqueandolo y lamiéndolo con intensidad, le da toques con la lengua de vez en cuando, los escalofríos me recorren, jamas me creí multiorgasmica, pero ese hombre ya me había hecho llegar varias veces y estaba a punto de hacerme llegar una ultima vez, los dedos de mis pies se encojen y aprieto los puños de las manos, encorvo la espalda y cierro los ojos mientras gimo con bastante fuerza llegando a un fuerte orgasmo que hace que las contracciones de mi vagina sean fuertes e intensas, el placer recorre cada centímetro de mi cuerpo hasta el punto de desmayarme de placer
Él desaparece, todo se vuelve negro y cuando abro los ojos, estoy en mi balera con la alcachofa de la ducha apuntando a mi clítoris, vuelvo a estar en mi aburrida vida nuevamente, con mi marido en el sofá y mis los orgasmos que me tengo que producir yo misma, suspiro, algún día, algún día me iré y dejare que me folle cualquiera que aparezca por la esquina, por que esta claro que soy una perra, una perra sedienta de sexo.