Mi familia - 4

Jacinta, demuestra a Rosa y a su madre lo aplicada que es y debuta en la Casa de las flores

MI FAMILIA – 4

Durante los días de la clínica, además de los videos que tenía en el ordenador, Marga me indicaba como me tenía que comportar en la calle como una mujer normal, como me tenía que sentarme.

-          Jacinta, los hombres se sientan con las piernas abiertas, nosotras las mujeres nos sentamos con las piernas cerradas y las ponemos de lado, con mucha feminidad, suponte si nos sentásemos como los hombres cuando tenemos faldas, se nos verían las bragas si las llevásemos, cuando nos bajamos de un coche, sacamos las dos piernas al mismo tiempo, de esa manera no tenemos que abrir las piernas y nuestro coño queda escondido. Tienes que fijarte como actúa una mujer en su vida cotidiana, los hombres si les pican los huevos, se rascan algo disimuladamente, las mujeres tenemos que aguantarnos, además no tenemos huevos, bueno tu si, pero no te vas a estar tocando por debajo de la falda. Eso es muy importante para que tengas éxito con los hombres.

Cuando salí de la clínica y me puse un pantalón, comprobé que mi cintura era más pequeña, mi culito más respingón y mis caderas un poco más anchas, me encontraba guapa con aquellas curvas, en la tienda las clientas me veían y me decían.

-          Hay hija, me das una envidia con esa figurita que tienes, me recuerdas cuando yo tenía tu edad, pero ya ves después de tres hijos y 25 años aguantando al marido estoy como estoy.

-          Bueno Sra. Ud. aun esta de muy bien ver, seguro que su marido le hace muchas carantoñas.

-          Que va, ya no sabe de qué color son los pelos de mi coño.

Por la noche practicaba delante de Marga los movimientos que tenía que hacer el día de mi presentación. Una noche, Rosa me llamo y me dijo.

-          Haber Jacinta, Marga me dijo que le has comido el coño y que lo haces muy bien, pero antes, quiero ver como harías una mamada. Hazte a la idea de que soy un hombre, y poniéndose el arnés con pene, me dijo. Ahora hazme una buena mamada.

Me puse de rodillas, y sin tocarlo en un principio, me lo metí en la boca, y comencé a meter y sacar de mi boca, después, lo cogí y girando las manos sobre él lo acariciaba al mismo tiempo que lo tenía en la boca y así durante 10 minutos. Cuando termine me dijo.

-          No está mal, pero claro es distinto hacerlo con uno de verdad y ahora me vas a comer el coño.

Se tumbo en la cama y se abrió de piernas, yo me acerque y ella cogiendo mi cabeza la apretó contra su coño y me dijo.

-          Ahora demuéstramelo, haber si es verdad.

Comencé a pasarle la lengua de arriba abajo y viceversa, le separe un poco los labios mayores para tener mejor acceso al clítoris, cuando lo encontré mis labios se pegaron a él y comencé a succionarlo, metía un dedo en su vagina y giraba dentro de ella buscándole el punto G sus fluidos vaginales comenzaban a llenarme la boca, los notaba un poco ácidos pero era una acidez agradable, enseguida, la oí gritar, era un grito de placer que además del grito me decía.

-          Sigue hija dame mas fuerte no te pares, cómeme el coño, tienes que darle lecciones a tu madre de cómo se come un buen coño, lo haces mejor que ella, dame fuerte no pares por favor.

Y así durante media hora, cuando de repente dio un fuerte grito y quedo medio inconsciente, había llegado a tal punto en su último orgasmo que casi le da un infarto.

Cuando me levante me dijo.

-          Jacinta, hija, es la mejor comida de coño que me han hecho, me parece que tendrás que venir con más frecuencia a comérmelo.

Y acercándose me dio un beso en la boca, metiendo su lengua hasta mi campanilla, esa noche me pidió que durmiese con ella, me dijo que hacía mucho tiempo que no dormía agarrando una buena polla y ya era hora que la agarrase.

Nos metimos en la cama, las dos desnudas me agarro la polla y me dijo que yo le metiese una mano en el coño y la otra en una teta. Así nos quedamos dormidas.

Al día siguiente durante el desayuno Rosa le dijo a mi madre.

-          Hortensia, tienes una hija que es una maravilla, me hizo una comida de coño de infarto, esta noche te lo comerá a ti y haber si aprendes de tu hija.

-          Yo conozco muy bien a mi hija y sé que dejara bien alto el pabellón de esta casa en todos los sentidos.

Me fui a duchar, Marga ya se había marchado, me arregle, maquille, peine, en fin me puse en condiciones de ir a trabajar, y me presente en la tienda. Marga al verme me dijo.

-          Que tal anoche, creo que mi madre quedo muy satisfecha, sabes, te eche de menos en la cama, me parece que tú y yo podríamos formar pareja, déjame pensarlo.

El día fue monótono en la tienda, la venta de una bragas para niñas, una camiseta algún formador para jovencitas a las que recién les comienza a crecer el pecho, cintas, medias, pantis, tangas, camisones, largos y cortos bueno lo que se vende en las tiendas del ramo.

Ya no usaba, la faja ni las bragas de sujeción postoperatorio, mostraba mis curvas, mi culito respingón era la admiración de muchos hombres que querían acariciarlo y la envidia de chicas que tenían el culo casi plano, dentro de tres días era mi debut, Marga se preocupo de escoger la lencería para mi, escogió un corpiño blanco, con liguero incluido, las copas del mismo eran del tamaño ideal para las prótesis que le pusimos, unas bragas blancas, medias blancas y un vestido también blanco, como si fuese una novia, mi culito ya estaba bien dilatado, aunque no me quitaría el plug, hasta antes de mi debut y un secreto que tenía guardado Marga, sería una sorpresa de último momento. Llegada la hora, me maquille bien bonito, mi pelo ondulado y yo como una novia a punto de ser estrenada.

En el salón de presentación había dos señores y tres señoras, se habían enterado por mediación de la pagina web en la que se anunciaba el debuto de JACINTA, una verdadera joya en las artes amatorias para hombres y mujeres, cuando llego el momento, yo estaba nerviosa, Marga puso una música acorde con la situación en eso aparecí en el salón, los hombres se quedaron con la boca abierta y a una señal de Marga, comencé a moverme como me había enseñado, me fui quitando el vestido, lentamente sin prisas, ya en el suelo comencé a desabrocharme el corpiño después de desenganchar las medias, me quite las sandalias de aguja, un tacón de 18 que estilizaban mis piernas. Ya sin el corpiño, me acerque a los clientes, estiraban las manos para comprobar la suavidad de mi cuerpo, estaba únicamente con las bragas de color blanco, en eso a una señal de Marga, comencé a bajármelas, muy lentamente, siempre ocultando mi pene y dándole la espalda a los clientes, cuando ya no las tenía puestas, me di la vuelta de golpe, mostrando mi pene de 18cm en erección al que Marga le había atado un lazo rojo como si fuese un regalo. Al llegar ese momento todos los presentes aplaudieron y comenzó la subasta, una señora ofreció 200€, otra se fue a los 250, un señor subió a los 350, una señora paso a los 500 y el ultimo dijo 1.000, en eso me acerque a él, le di un beso en la boca, lo cogí de la mano y me lo lleve a mi cuarto. Le invite a pasar al baño, lo lave con suavidad y al secarlo le di un beso en el pene. Luego le pregunte por donde quería empezar, y me dijo.

-          Mira niña, quiero que me la pongas bien dura, después te la voy a meter y correrme dentro y por ultimo tu me la metes, después ya veremos.

Entonces, comencé haciéndole una mamada de campeonato, con los correspondientes masajes le pregunte si quería correrse en mi boca o no, me dijo que no, que eso lo dejaba para otro día, cuando comprobé que ya estaba bien dura, y gorda me puse a cuatro patas, me lubrique bien el culo, le puse un preservativo que también lubrique y le ofrecí mi culo virgen. Se acerco y enfilo su pene, que no era muy gordo, pero si largo, como el mío aproximadamente, lentamente puso la punta del mismo a la puerta de mi ano ya algo dilatado y empezó a empujar, lentamente pero sin pausa, yo notaba como se metía dentro de mi cuerpo, di un pequeño grito de dolor y el paro, tras recuperarme le pedí que siguiese empujando, en eso sentí que sus huevos chocaban con los míos, la tenía toda dentro, entonces poco a poco comenzó a moverse, primero con lentitud y según pasaban los minutos sus movimientos eran mas rápidos, me tenia sujeta por las caderas, a cada empuje, notaba como sus huevos chocaban con los míos, llego un momento que el movimiento era tan rápido que me desplazaba a lo largo de la cama, en eso soltó un grito y eyaculo dentro del condón, sentí como el mismo se llenaba dentro de mi intestino, saco su pene de mi culo, el condón estaba completamente lleno de su semen, se lo quite, hice un nudo y lo tire a la papelera, luego me acerque a él y le limpie su pene con mi lengua, me lo agradeció con un beso en la boca, tumbados en la cama reposamos un rato, me pregunto cuánto tiempo llevaba con esto y le dije que él era el primero, el que me desvirgo, me gustaba comportarme como una mujer, mi madre y la novia de ella así como su hija, me habían ayudado a ser Jacinta, ya repuestos ambos, el cogió mi pene y se lo metió en la boca para ponérmela dura, lo consiguió en pocos minutos ya preparado, me puse un preservativo y le unte su culo con el lubricante, se tumbo boca arriba en la cama, levanto las piernas ofreciéndome su culo, yo cogi sus piernas y las apoye en mis hombros y acerque mi pene a su esfínter, que ya no era virgen, había sido penetrado varias veces, le agarre las piernas a la altura de los muslos y de un solo golpe se lo metí entero.

-          Que gusto, tienes un buen cipote, largo y gordo, como a mí me gustan, venga empieza a moverte, jodeme bien que sienta dentro de mi esa hermosura que tienes entre las piernas, no pares cariño, que te daré una buena propina si te corres bien. Así que rico dame fuerte hay que gusto me da en que estés dentro de mí, no pares por favor dame fuerte.

Yo apure al máximo mis movimientos y el a cada embestida me pedía mas y mas que no parase, en eso dando un grito de placer me dijo que había tenido un orgasmo descomunal pero era un orgasmo interior, estiro los brazos y agarrándome de los hombros me acerco a su cara y me dio un beso con lengua que correspondí, así como estábamos nos quedamos un rato traspuestos, luego le invite a ducharse conjuntamente, lo enjabone y el me enjabono, el se vistió y yo me puse un salto de cama, saco su cartera y me dio un billete de 500€ diciéndome.

-          Esto es para ti solo, he gozado mucho contigo, te prometo que volveré seguramente para el próximo mes, resérvame hora.

-          Puede venir el día que quiera, me llama antes y yo le doy día y hora, no se preocupe.

Cuando salió de la habitación, en su cara se reflejaba la satisfacción de haber pasado un rato muy agradable, bajamos y nos sentamos en el salón que estaba vacío, las demás personas estaba atendidas por mi madre, Rosa y Marga y la quinta se había marchado ya que no sabía cuánto tardaría yo, quería estar conmigo, diciendo que me llamaría mañana para concretar cita.

CONTINUARA