Mi experiencia de adolescente con un abuelito.
Cuando en la adolescencia las hormonas se revolucionan y buscan nuevas experiencias, aparece en mi vida un abuelito especial.
Yo tengo 18 años y me siento con todas mis hormonas convulsionadas, deseo siempre algo diferente, estoy en búsqueda de no sé qué. En medio de esa confusión mental nos, mudamos con mis padres y mi hermano a una nueva casa más grande con un gran jardín en contra frente y una bonita piscina.
Este era siendo verano era el lugar más utilizado por mi hermano y yo. La pasabamos en la pileta sólos porque todaavía no habíamos hecho nuevas amistades. Con los días de calor en curso era frecuente nuestra presencia en ese sector de la casa. También para evitar los constantes pedido de mamá, para que la ayudaramos con los quehaceres de la casa.
Mi mamá decía que estabamos de vagos todo el tiempo allí, Los juegos de mano entre mi hermano y yo en la pileta eran habituales, con la diferencia que ya no eramos niños y ciertos tocamientos nos ponían un poquito hot, y junto a la temperatura ambiente era un problema para mi. porque comencé a sentir deseos de manos sobre mi cuerpo. Algo mal visto entre hermanos...
Al poco tiempo descubrimos la presencia de nuestro vecino un señor mayor diría yo que tenía entre 65 a 70 años, pero bien llevados, veía que cuidaba mucho de su cuerpo y le gustaba tomar sol todas las tardes. Un día jugando al Water polo con mi hermano, éste arrojó la pelota con tanta fuerza que fue a parar a su jardín. Yo salí de la pilet, me asomé por la ligustrina y llamé su atención y le pregunté si podía alcanzarme la pelota, el muy desgraciado de mal modo me dijo si la quieres la vienes a buscar tú, con cara de enfado.
Yo que con la arrogancia de mi juventud, envalentonada dije bueno, ya salto, tome un reposera me trepé y salté ante los ojos sorprendidos de mi hermano, él ni se inmuto solo subió su lentes de sol y los clavó su mirada en mi cuerpo. Debo decir que la naturaleza junto con mi papá y mi mamá mr dotaron de buenos atributos, con unas generosas tetas y un culito redondo, paradito y que yo meneaba provocativamente. Cosa que hice adrede, porque me gustó su mirada, la sentí exitante sobre mi piel. No me puse en cuclillas para levantar la pelota, giré mi cuerpo ofreciendo mi cola a su vista y me doble en dos, a sabiendas que la diminuta bikini poco cubriría de mi conchita.
Al enderezarme vi como me veía más en detalle centrando si mirada en mi tetas, y muy suelta y atrevida le pregunté si le parecían bonitas, asintió con la cabeza y me preguntó mi edad, noté su sorpresa ante al respuesta, sabía yo que mi cuerpo parecía más de 18 años. Me miró y me dijo te veo sudando, si queres te puedo ofrecer una gaseosa bien helada. Ya un poco complacida por su mirada y el ofrecimeinbto de la gaseosa decidí ser más agradable con él, conversamos un rato como un acto de presentación vecinal, hasta que mi hermano preocupdo se asoma y me llama y me despido, con la promesa a su pedido de visitarlo otra vez.
Estas visitas se fueron repitiendo yo lo ayudaba en algunas tareas que a su edad se le complicaban, mis padres preocupados decían que esta bien que ayudara al señor mayor pero que no fuese malcriada y me comportara. Eso los dejaba tranquilos. Es que no sabían lo que le estaba sucediendo a su nena, estaba mirando al abuelito con ojos no de nieta precisamente. El abuelito por su parte comenzó a sentir y desear cosas ya olvidadas. Sus ganas se notaban en ciertos gestos o invitaciones como a compartir un helado en el living o una pelicula, con la excusa de escapar del calor al fresco del aire acondiconado .
Una de esas tardes, se presentó con muchos deseos para mi, decididamente fui yo quien comenzó aprovocar buscaba que se animara y me tocara, como no lo hacía le dije que yo había traido un cd, de la película las "40 sombras de Grey", refiriendo es buensima, si no la viste no te la podes perder, aceptó y vi entonces una mirada especial sobre mi, uffffffffff el efecto fue tan grande que mis pezones endurecieron marcandose en el corpiño de mi bikini, el me miró y con una sonrisa me pregunta tenes frío, apago el aire o te acercas a mi, elegí lo que más hacia a mis planes.
Me acerque y el me rodeo los hombros con su brazo, hummm se sentí delicioso tenía muy tibia la piel. Comenzó la película y amedida que avanzaba y se veían las practicas sexuales de la pareja,yo me ponía más inquieta. El sólo atinaba acariciar mi hombro como un gesto de ayuda a que se me pase el frío, que eran ya como espamos pero no de frío precisamente más bien de un gran calor interno. En un momento dirijo mi vista a su paquete y para mi asombrolo veo importante bulto y bien visible a través del short, que ganas de tocarlo!! Entonces decídi ser más atrevida y comencé con una serie de consultas sobre como había sido su vida sexual de joven. Sentí que al principio le incomodó pero luego como que le complacía hacer en cierta forma como un maestro de teoría sexual. pero yo quería práctica, hasta que se lo confesé: quería su enseñanza ...
Abrió grandes sus ojos con una mirada caliente imposible de contener y me dijo nena, pensé que no me lo dirías nunca, ven aqi a mi falda, el abuelo te va a dar felicidad, y apenas me senté me dijo asi no frente a mi y con tus piernas abiertas...uffffffffffff Tomó sus manos y las depositó en mis pechos primero por encima de la ropa pero en contados minutos, desprendió el corpiño y puso sus labios en mis tetas y me las comió, Ningún chico me lo había hecho tan rico, sentí como se humedecía mi conchita y pronto sus dedos corrieron lo costados de la bikini en mi entrepierna, escurriendose previamente chupados por mi en mi augerito, jugaba con mi clítorís haciendo que jadeara de placer. los sacaba y me los daba a chupar.
Yo sentía en mi cola la presión de ese bulto grandioso, se lo dije y me dijo queres verlo ahora? , respondi si con mucho entusiasmo, me bajo y me dice saca el chiche que te va a dar felicidad, cuando lo vi me impresionó,comparado a la de mis amigos, esta era portentosa y bien cabezona. me preguntó soi me atrevía a montarla, uffffffffffff claro que si ya. Cuando comenzó a entrar en mi vagina mis gritos eran de puro placer y su boca me comía con mas intesidad las tetas, me pidió que montara como si fuese un caballo, y si que lo era la tenía tan grande como uno. Me enloquecí de goce sentía como crecía dentro mio,la fricción de entrar y salir sobre mis paredes vaginales. Hay ya no daba más creía morir hasta que el dijo ya esta bonita vamos juntos yo te mojo y vos a mi y sentí un chorrazo de liquido caliente que me inundaba y mis jugos corrian por sus piernas.
Luego vino el plus, me acostó em el sillón y se dedico a limpiar todoa mi conchita con su lengua, tuvo que reptirlo varias veces no paraba de acabar con este tratamiento, claro luego yo le limpie su pija y la soboreé para delicia de él, sentir mis labios chupando su pene.
Hubo más tardes como ésta, pero eso será tema del próximo cuento.