Mi experiencia con la señora del ensanche
El Ensanche de Barcelona es una zona cara de gente bien en la mayoría de los casos y esta es la experiencia que tuve cuando contaba unos 44 años al conocer a una mujer que vivía allí con una historia bastante peculiar, cómo he dicho en otros relatos estoy contando de
Mi experiencia con la señora del Ensanche.
El Ensanche de Barcelona es una zona cara de gente bien en la mayoría de los casos y esta es la experiencia que tuve cuando contaba unos 44 años al conocer a una mujer que vivía allí con una historia bastante peculiar, cómo he dicho en otros relatos estoy contando de una manera más o menos fiel mis recuerdos sexuales, el caso en cuestión es el de una señora que vivía en un piso del Ensanche que había tenido mucho dinero ya que su marido era el director de una empresa grande y de golpe se había encontrado separada porque su marido se había ido con la secretaria y además le pedía el divorcio y con tres hijos de mediana edad, el ritmo de vida que esta mujer llevaba había pasado de la opulencia a no tener cómo pagar las facturas de la luz y el agua ya que su marido no le pasaba nada y todo estaba en manos de abogados, por otro lado el marido no tenía casi nada a su nombre y lo que suele pasar en estos casos como en este en particular, se quería dar por insolvente con lo cual las carencias de esta mujer eran preocupantes económicamente hablando.
Carmen la podríamos llamar, Era una mujer que a simple vista no resultaba especialmente atractiva, de unos 46 años rubia, pequeña estatura, que conocí en uno de esos chats para ligar, quedamos a tomar una copa y cuando la vi me pareció una mujer del montón, sin embargo a medida que iba hablando con ella me resultaba un poco más interesante, pero en un principio supe que con ella solo podría sacar un polvo y poco más, lo cierto es que esta mujer necesitaba afecto y a quien contarle todas sus preocupaciones, me dijo que trabajaba en una oficina donde ganaba un poco de dinero y solamente unas horas y gracias a ello podía pagar las facturas y mantener a sus hijos porque su marido, su ex no le pasaba absolutamente nada, y que esto iba para largo puesto que habían quedado muy mal, por otro lado también su abogado le había dicho que al no tener propiedades, incluso este piso era de alquiler, lo tenía bastante mal para demostrar que su marido tenía solvencia y que le pudiera pasar una pensión razonable, poco después me ofrecí a llevarla a su casa ya que tenía el coche cerca y mi sorpresa fue qué lógicamente tuvimos unos besos pero que se me ofreciera a que subiera a su casa porque sus hijos estaban con su abuela y no tenía a nadie en casa, me pareció peculiar ya que era el primer día que me conocía, sin duda debí de haberle gustado bastante y pasamos a su casa, sin problema nos encontramos en la cama, una cama lujosa, amplia y ella haciendome una buena mamada para poco después ponerse encima y cabalgarme como una posesa, en esa situación y desnuda como estaba era una mujer muy sexual, resultando apetecible para pasar un rato con ella, lo cierto que fue un buen polvo y a la semana siguiente nos vimos dos veces, entre semana, cuando sus hijos estaban en el colegio y también hubieron buenos polvos.
Resultaba apetecible pasar un rato con ella y poco a poco se fue abriendo, sincerandose conmigo, me comentó y eso es lo intuía por las llamadas insistentes aunque fuera a horas intempestivas que recibía de su jefe y las muecas que hacía cuando hablaba con el, que tenía una historia con su jefe, su jefe era un hombre mayor que estaba mal con su mujer y se desahogaba con ella pero últimamente la demandaba mucho.
Dependía de ella el seguir en esa pequeña oficina así que no le quedaba otra una vez comenzado, más que acceder a todo lo que a su jefe le apetecía.
Por desgracia muchos jefes hoy como siempre se aprovechan de la situación económica de la gente necesitada, todo comenzó según me dijo porque un día quedo con él por la tarde y él se le abrió emocionalmente, le dijo que estaba mal con su mujer y eso la enterneció, se acostaron y a partir de ahí la cosa fue cada vez a más hasta tal punto que ya le exigía cuando acababan la jornada que ella le preguntase si tenía alguna necesidad y en muchas ocasiones tenía que arrodillarse ante él y hacerle una buena mamada antes de acabar la jornada, eso aparte qué más de un fin de semana la llamaba para quedar, y en ese caso cuando no tenía sus hijos se veían en su piso o bien en la oficina.
Pero no acababa aquí el asunto ya que ella tenía un amigo de hacía meses con el cual se veía un par de fines de semana al mes, se podría decir que era como su novio aunque hacía tiempo que ella le había perdido el cariño la pasión del principio, lo cierto es que se portaba muy bien con sus hijos jugaba mucho con ellos y eso la tenía enganchada emocionalmente a ese hombre, era un hombre bastante poco agraciado físicamente de unos 55 años.
Lo cierto es que se había apoyado en mí y por eso su sinceridad ya que yo le gustaba, tal vez eso estuviera un poco mezclado con la pasión del principio, lo cierto es que en contra de tirarme para atrás el hecho que esta mujer tuviera una relación con dos hombres a la vez y yo el tercero, eso me daba más morbo, por una parte era una garantía sanitaria en el acto ya que eran dos hombres fijos y por otra me daba mucho morbo saber todos los detalles de sus encuentros, hasta tal punto que le preguntaba cosas muy íntimas tanto de uno como de otro, como por ejemplo quien tenía la leche más espesa o cuál era más fuerte y espesa, o cómo se tragaba la leche, si le gustaba cómo se la follaban, ?? ella sin ninguna cortapisa me contaba todo con lujo de detalles y eso me daba mucho morbo para follármela.
En una ocasión su jefe la solicito un sábado por la mañana y tuvo que ir a la oficina, a mediodía había quedado con su entre comillas novio, y a partir de las 8 de la tarde noche había quedado conmigo, había tenido un día, ese en particular, bastante completo, yo veía que esa situación no iba a llegar a más, así que poco a poco fui distanciando mis visitas aunque pude saber que la relación con su digamos novio explotó una vez que ella le quiso ser sincera y explicarle sus relaciones con los demás, la cosa no acabo bien, en ese momento supe que no había nada qué hacer y solte amarras, poco después he sabido de ella, alguna vez nos hemos tomado un café y sé que sus aventuras no sólo no acabaron allí sino que continuaron de una manera exagerada cuando le dio por ir a un club de salsa dónde cada día se acostaba con uno diferente, como era lógico y previsible la cosa pues acabo mal, ya años después se retiró de esa "frescura" y pudo conseguir un novio andaluz, y ahí se acabo mi contacto con ella.
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