Mi experiencia como sumiso
Un humilde sumiso cuenta su experiencia y su pasión por servir a alguien especial.
¿Mi experiencia como sumiso? Puedo resumirla a que es bien escasa, pero me ha convertido en adicto.
Estuve saliendo con una chica de Madrid durante tres años, desde los 21 a los 23. La conocí en Inglaterra y ella era estupenda, era azafata, muy guapa y simpática, y me quería muchísimo, me encantaba la sensación de sentirla mía, pues yo sentía como yo podía hacer lo que quisiera, que ella siempre me permitía, y siempre quería tenerme contento. Poco a poco, el sexo normal fue haciéndose poco, y fuimos probando cosas, donde ella hacia de sumisa, pues ella era bastante mas sumisa que yo. Empecé por amarrarla un poco, por azotarla un poco el culo, por jugar con ella y humillarla un poco, pero poco mas, nunca pasamos de ahí, pues viviendo ella en Madrid y yo en mi pueblo, pues todo se fue perdiendo.
Fue poco antes de romper con ella, cuando empezamos con jueguecitos mas especiales, cuando empecé a sentirme atraído por este mundo, empecé a leer relatos, y cada vez me gustaba mas; entraba en páginas y veía fotos, leía experiencias reales, etc.
Cuando rompí con mi novia, intente de contactar con gente buscando contactos, pero no me resulto fácil; puse anuncios en webs y no conseguía hablar con nadie, hasta que empecé a entrar en chats, y un día, hablando con una señora, me dijo que entrara en el chat de mazmorra, en el irc, y fue cuando lo descubrí. Allí empecé ya a hablar con gente, pero no me gusto mucho, aunque una vez que ya utilizaba el irc descubrí mas canales y entré en uno que se llamado dominas3, donde conocí a una señora que jamás podré olvidar. Yo pasaba unos momentos muy duros en mi vida, con mi familia, mi trabajo, me puse a estudiar bachillerato, acababa de romper con mi ex, etc, y ella me ayudo de tal manera, y sin ningún interés que no pude evitar desearla, estar a sus pies, servirla, y ser lo que ella quisiera que fuera. Ella me enseño a ser paciente, a hablarle a una mujer, a hablar sobre bdsm, me ayudo a descubrir que es lo que me gustaba, y a ser un autentico sumiso, pues mi experiencia como dominante solo fue para descubrir este mundillo. Todo mi amor y deseo hacia ella, lo guardaba conmigo, sin contárselo a ella, pues me había enseñado que en este mundo del bdsm, la que manda es la mujer y no tengo que pedirle nada, pues si ella desea algo, me lo hará saber.
Ésta es una Señora de los pies a la cabeza, inteligente, hermosa y muy dominante; ella tenia su vida normal, y aparte su vida como dominatrix, y no le interesaba tener un sumiso, sino que le gustaba tener una sesión cuando le apetecía y nada mas. Y por fin, un día, después de tanto desearla, entendí que estaba interesada en quedar conmigo, y así lo hicimos.
Mi primera sesión, y con una autentica Diosa, nunca puedo olvidar cuando la vi, nos presentamos, pues nos conocíamos por los nicks, y me pareció la mujer mas bella del mundo. Nos fuimos en mi coche, y empezamos a hablar, yo estaba nervioso, nunca había estado a los pies de nadie, y empezamos a jugar, haciendo nudos y yo intentaba soltarlos, poco a poco me sentía como si estuviera con una amiga de toda la vida, y el juego fue mejorando, la adoré, lamí cada centímetro de su cuerpo, disfrute sintiendo como me daba palmadas en el culo, no podía borrar la sonrisa de mi cara cuando con las manos atadas a la espalda, me arrodille para lamer sus pies y podo a poco subí por su pierna y, sin poder tocarla, la vi disfrutar y retorcerse gracias a un humilde, sencillo y total sumiso, que es como me sentía en ese momento. Aquella noche no me dedique a disfrutar, pero me sentía feliz, de saber que aquella Diosa se sintió satisfecha con mi servicio.
Como ya he mencionado, esta Señora solo quería una sesión, algo esporádico. Aquello no volvió a ocurrir por el momento. Mi amistad con esta Señora continuo como hasta el momento, cuando dejo de conectarse al irc. Pasaron los meses y no conseguí conocer a otra señora, al menos no tener mas de un par de conversaciones. Así que decidí probar con una profesional. Aquella experiencia fue satisfactoria, pues me gusto sentirme humillado, azotado, y utilizado, pero en todo momento yo era quien controlaba la situación, y después de mi experiencia anterior, me supo muy frío estar con una Señora que claramente buscaba dinero, por lo que no me ha apetecido nunca volver a probar.
Empecé a hablar con gente, a conocer otras señoras y sumisos/as con las que hablando compartía mi experiencia, cuando de repente me volví a encontrar con mi Señora, mi Diosa, esa mujer que nunca podré olvidar en mi vida, y que siempre estaré dispuesto a volver a ella cuando me lo pida. Se notó que habían pasado meses; volvimos a quedar, y jamás podré olvidar como aquella mujer hizo de mi lo que quiso, como me azoto con su cinturón de napa, me hizo sentir sensaciones contradictorias con hielo y cera, me hizo adorarla, me hizo recibir su líquido mas intimo, me privó de los sentidos, donde lo único que yo podía sentir era mi entrega total a esa mujer. Esa fue otra noche, que sin haber sentido placer físico, he disfrutado mas que nunca en mi vida.
Pero esa situación ya no se volvió a repetir, seguimos hablando pero cada vez menos, y ya casi nunca coincidimos. Hacia pocos meses que me vine a Sevilla, y ya notaba como vivir en la ciudad da muchas mas posibilidades, aunque fueran escasas. Un día, leyendo el periódico, me dio por pararme en la sección de contactos, y casualmente vi el teléfono de una Señora dominatrix profesional, , casualidad que era el mismo teléfono que ya había llamado en otra ocasión. De repente, se me ocurrió de poner un anuncio en un periódico. "Chico joven desea conocer a mujer dominante, no dudes en llamarme si necesitas expresar tu lado imperioso". Pasaron un par de semanas, y cuando ya había perdido la esperanza de que alguien lo hubiera leído, recibí la llamada de una señora madura, 51 años, que vivía en mi misma ciudad y le interesaba un sumiso que someter.
Lo primero que me hizo saber esta señora era que ella tenia su vida privada, su trabajo, su familia, hijos, etc, y que no se me ocurriera nunca llamarla, sino que ella se encargaría de ponerse en contacto cuando tuviera ganas de sentir su poder sobre los hombres.
La relación con esta mujer fue también corta, no fue mas allá de cuatro sesiones. Cierto es que me entregue al máximo, y me gusto adorar a esta mujer madura y muy dominante. Esta mujer disfrutaba mucho haciéndome lamerla desde los pies hasta su culo, y yo disfrutaba muchísimo sintiendo como me humillaba y hacia lo que ella quería. Le gustaba azotarme, aunque era una mujer de palabras, prefería humillarme verbalmente y disfrutar corriéndose a costa de su sumiso. Nunca me obligo a nada que yo no quisiera; eso hizo que no me sintiera totalmente entregado, aunque estoy seguro de que con el tiempo lo hubiera conseguido, pero dejo de llamarme, y yo continué con mi eterna búsqueda.
Actualmente, como sabes, mi vida como sumiso esta mas parada, y aunque me enseñaron a ser paciente, muchas veces uno se desespera, y piensa en abandonar. Mientras tanto, uno piensa en otras cosas que también son importantes, como el sexo con chicas, lo estudios, la familia, etc, pero sigo con mi búsqueda.