Mi experiencia como esclava sumisa IV

Esperanza y sus acompañantes hacen una visita al marido de ella a su oficina. Tras esto es prostituida en una pensión cercana, teniendo como cliente a un compañero del marido de Esperanza. Desde aquí, se trasladan al municipio donde nuestra heroína es profesora y donde es follada por el encargado del parking donde ella aparca su automóvil a diario cuando va a trabajar. Después se trasladan al pueblo donde Esperanza tiene su residencia, aquí mientras saca dinero del cajero Ignacio la hace que exhiba mostrando su cuerpo y siendo sobada por él a la cámara del banco. Tras esto visitan el bar a donde habitualmente suele ir nuestra profesora con su marido, donde será follada por el dueño del bar en los servicios.

Mi experiencia como esclava sumisa IV

Recordareis, que tras follar Ignacio y su tío Adrian a Esperanza, la preguntan y que decida si está dispuesta a seguir a delante y hacer todo lo que ellos la digan y pidan o no. Ella decide que sí sigue adelante y tras ducharse y vestirse con la ropa que Adrian la ha comprado se disponen a salir para comenzar la aventura de esa noche. Aquí es donde dejamos el relato anterior y ahora continuamos con la historia:

Montamos en el coche de Adrian, yo en el asiento del copiloto e Ignacio atrás, cuando arrancamos me dice:

“Dame la dirección de la oficina de tú marido”

Yo no sé porque, sin querer hacerlo, se la doy. Él entonces se dirige hacia la dirección que le he dicho y cuando llegamos, me dice:

“Vamos a subir a ver a tú marido, como a Ignacio le conoce (según me ha contado mi sobrino) me presentas como su tío y ahí arriba haz y di todo lo que yo te indique (ahora veremos si es verdad que funciona la sustancia que Said te ha inyectado)”.

Yo nerviosa le digo:

“Adrian, yo no puedo presentarme así como voy vestida en el lugar de trabajo de mi marido, sería un escándalo y una humillación muy grande para él. Pues pensarían sus compañeros que soy una puta, y perdería la buena reputación que tengo con ellos”.

Y él riéndose me dice:

“¿Y es que realmente no lo eres, no eres una puta? ¿Entonces qué es lo que estás haciendo conmigo?, te recuerdo que he pagado por estar contigo igual que se hace para estar con cualquier puta. Venga vamos para allá”

Yo no quiero ir y mi interior me dice que me oponga a ello, pero no sé qué es lo que me pasa que sin querer acepto lo que dice Adrian, diciendo:

“De acuerdo, como usted quiera”

Bajamos de coche y subimos al tercer piso del edificio que es donde mi marido tiene su despacho. Llamamos y nos abre la puerta una secretaria, que me conoce y un poco extrañada me saluda:

“Hola Esperanza, su marido está en su despacho ¿quiere que le avise que está usted aquí?”

Adrian me hace un gesto con su cabeza diciéndome que no y entonces la contesto:

“No, no le llames, vamos nosotros a su despacho, gracias”

Pasamos delante de la chica y nos dirigimos los tres (Adrian, Ignacio y yo) al despacho de mi marido, pasando delante de dos operarios que aún siguen trabajando, los cuales al verme no pueden por menos que dejar lo que están haciendo y seguirme con su mirada puesta en mi cuerpo hasta que franqueamos la puerta del despacho de mi marido. Al abrir mi marido se queda sorprendido, pues no me esperaba, ya que sabe que esta semana estoy cedida, en prueba,  como esclava a Said y entonces pasados unos segundos, nos hace pasar y cerrar la puerta y dándome un beso en los labios, me dice:

“¡Oh! Que sorpresa, no te esperaba, pensaba que estarías con…..¿y cómo bienes a mi trabajo vestida de esa forma?, que habrán pensado mis compañeros cuando te han visto”.

Entonces en vez de contestarle yo, se me adelanta Adrian y le dice:

“¿En casa de Said? Es donde debería estar sí, pero el moro es amigo mío y por una cierta cantidad de dinero me ha cedido unas horas a su esclava sumisa para que yo y quien yo quiera, disfrutemos de ella y de su cuerpo y podamos hacer con ella lo que queramos, sin que ella se pueda oponer a nada. Y de cómo va vestida, he sido yo quien la ha mandado vestirse así y cómo ves va vestida como lo que realmente es una puta golfa, lo quieras tú o no y te duela oírlo. Esperanza preséntame, pues a Ignacio, ya sé que lo conoce, por favor”.

Yo entonces dirigiéndome a mi marido le digo:

“Pepe, este es Adrian , es  tío de Ignacio y amigo de mi AMO Said, el cual por una cantidad de dinero me ha cedido, durante 12 horas, a él como esclava sumisa para que pueda hacer todo lo que quiera conmigo y con mi cuerpo. Cuando se presentó a por mí en casa de Said no sabía que era el tío de Ignacio, me enteré después en su casa cuando me presentó a su sobrino y vi que era Ignacio”.

Adrian, me hace callar y dice:

“Basta ya de tanta charla, como comprenderás Pepe, sé todo lo que ha pasado con tú mujer, mi sobrino y sus amigos, así como lo que ha sucedido con el negro Ibra. Y que esta golfa ha tenido un hijo con él y que ahora tienes en tu casa al amante negro de tú mujer, a su mujer negra y al hijo de esta puta y el negro. La verdad es que eres todo un cornudo, con todas las letras y con toda la razón del mundo. Sé que sabiendo que el hijo era de Ibra, lo aceptaste sin mandar de paseo a esta puta que tienes como mujer y asumiste una vez más ser un cornudo consentido. No contento con eso les arregla los papeles  (al negro y su mujer) para que estén legalmente en España, les permitiste vivir en tu casa. Pasas a ocupar un segundo término o puesto en tú matrimonio y dejas que el amante negro de tú mujer, ejerza realmente de marido de ella y sea el que toma las determinaciones y actos que se hacen en tú casa e incluso le tengas que pedir permiso para poder follar de vez en cuando con tú mujer, aunque a cambio te deja follar con su mujer negra, también de vez en cuando. Incluso no te opusiste a que a cambio de dinero la vendiera por una semana como esclava sumisa a su actual AMO Said. Desde luego eres un cornudo calzonazo que no mereces tener este pedazo de hembra como mujer”.

Mi marido baja la cabeza y se queda callado, ni siquiera se defiende. Entonces Adrian se acerca a mí y cogiendo la chaqueta que llevo puesta, me la va bajando por mis hombros y brazos, hasta que me la quita, dejándome delante de mi marido con la blusa transparente y el sujetador, también transparente bajo ella, pudiendo apreciar perfectamente mis aureolas y pezones completamente hinchado y tiesos por la excitación y calentura de sexo que en esos momentos tengo. Después me baja la cremallera de la faldita y ayudándose con sus manos me la va bajando hasta que caen a mis pies y me indica que me salga de ella, quedando ante mi marido e Ignacio solo con los zapatos, medias, ligueros, bragas y blusa y sujetador. Ahora mi marido puede apreciar perfectamente mi abultado e hinchado coño todo rodeado de mi pelambrera así como la mancha mojada que mis jugos están haciendo en la braga negra transparente que llevo. Luego me hace girar sobre mi misma y le dice a m i marido:

“¿Te gusta el nuevo aspecto de tu mujer?¿te gusta las tetas, chocho y culo que Said la ha dejado?. Como ves la ha aumentado varias tallas sobre las habituales suyas y los labios de su coño se los ha inflamado e hinchado, lo que hace que su raja se haya quedado más estrecha y cuando nos la follamos sintamos más placer al sentir su entrada tan estrecha como si fuera una mujer que aún no ha perdido el virgo. Sé que ya la habías visto así, pues Said te envió por WaptsApp las fotos de su transformación a la vez que me las envió a mí y a Ibra. Pero no sé si sabes que esta transformación solo durará 24 horas o a lo sumo 36 o 48 horas, ya que a medida que vayan pasando las horas el cuerpo ira absorbiendo la sustancia que la ha inyectado para aumentarle el tamaño de estas partes de su cuerpo y este irá volviendo poco a poco a su estado normal. Como sé que llevas por lo menos más de un mes sin follar con tú mujer he querido regalarte el que lo puedas hacer con su nuevo aspecto, ya que esta será la única vez que puedas hacerlo con ella así. Pero no estaría bien que lo hicieras aquí en tu lugar de trabajo, dado que eso podía ocasionarte problemas e incluso que te despidieran, si quieres puedes venir sobre las 10 de la noche a esta dirección: ….(le da una dirección de una urbanización en una población cercana a Madrid en la carretera de Burgos). Pero hasta entonces puedes acercarte y tocar sus pechos, culo o lo que desees, así irás abriendo boca y me aseguraré que de las ganas que te entren de estar con ella irás irremediablemente a la cita, aunque esta cita te pueda traer consecuencias que no esperas ni deseas”. Mi marido se queda quieto son moverse y entonces me indica a mi Adrian que me acerque a él y comience a acariciarle. Yo hago lo que me dice y me acerco a mi marido, le paso mi mano por su cara y pecho bajando por todo su vientre hasta su bragueta y encima de su pantalón comienzo a sobar el bulto que noto que cada vez se le va haciendo más grande. Él no puede aguantar más y lleva sus manos a mis pechos que empieza a apretar y acariciar, lo que hace que yo por mi excitación no pueda reprimirme y  salgan de mi garganta y boca unos suspiros de placer:

“Aaahhhhh…..siiiiiiiiii….oooooohhhhh sigue….sigueee….mi amoooorrr….np pares por favor sigue acariciando y haciendo disfrutar a tu mujer, por favor….”

Él parece que se vuelve loco y comienza a besarme desesperadamente sin dejar de sobar mis pechos por encima de la blusa y el sujetador, luego baja una de sus manos a mi entrepierna y cuando acaba de colocarla sobre mi braga mojada y comienza a jugar con mis labios vaginales, Adrian agarrándole de la mano que toca mi rajita le dice:

“Basta, si quieres seguir, tendrás que venir a la hora que te he indicado al lugar que te he dicho, sino otros gozarán de sus encantos y tú te atendrás a las consecuencias de tus actos. Ella ahora durante estas horas es mi esclava sumisa (para eso he pagado a su AMO Said) y hará todo lo que yo la indique. Sé que irás a esta dirección, no solo por el morbo que esto te está proporcionando, sino porque sé que estas deseando de nuevo follar con ella ya que se los ha pedido en varias ocasiones y no te ha dejado ni ella ni dado su consentimiento su amante Ibra. Allí podrás apreciar lo guarra, puta y golfa que es tú mujer, pues no solo va a follar contigo sino con todos los que estén allí, no obstante te reservaremos un tiempo para que este solo contigo. Una vez que acabe todo hablaremos y supongo que no te quedaran ganas de seguir casado con ella, pues ahora nos vamos y ella saldrá ahí fuera delante de todos tus compañeros tal como esta, para que todos ellos sepan como es y lo que es en realidad, una puta. Incluso les invitaré a la fiesta por si quieren ir. Ignacio, coge la ropa de Esperanza y tú golfa abre la puerta y sal para fuera, nos vamos”.

Yo en mi interior me negaba a salir, pero no sé porque otra fuerza que no podía refrenar y dentro de mí que me empujaba hacer lo que Adrian me mandaba en esos momentos. Mi marido fue hacer un gesto para detenerme diciéndome:

“Por favor Esperanza, no lo hagas ya sabes lo que puede suceder si lo haces, toda nuestra reputación….se derrumbara y…..”

Pero Adrian no dejo que acabara, dirigiéndose a mí marido le dijo:

“Bueno para que veas que no deseo eso. Ignacio dala la falda que se la ponga y graba todo lo que pase ahí fuera igual que acabas de hacer aquí dentro”

Yo cogí la falda que me acababa de dar Ignacio y me la volví a poner, tapando de esta forma mis bragas, evitando que los compañeros de mi marido pudieran ver mi sexo y mi culo. Cuando la tuve puesta, Adrian me dijo:

“Abre esa puerta y sal ahí fuera, como te he ordenado, perra”.

Yo sin voluntad ninguna, salí e hice lo que Adrian me ordenó. Cuando estuve delante de los compañeros de mi marido, trate de tapar mi desnudez, pero me era imposible. Todos me miraban y se sorprendían de que hubiera salido así, entonces Adrian dejó caer las llaves del coche al suelo y mirándome me hizo un gesto para que las cogiera y se las diera. Al hacerlo y agacharme para cogerlas e inclinarme hacía delante deje todo por mi parte trasera al aire, mostrando mis bragas donde se podía apreciar perfectamente toda la raja de mi culo y gran parte de la pelambrera de mi sexo, las recogí y de nuevo se las devolví a Adrian, este entonces sonriéndome me dijo:

“Gracias, Esperanza”

Y después dirigiéndose a los compañeros de mi marido les dijo:

“Buenas tardes ¿os ha gustado lo que habéis visto?”

Ellos se callaron y sonriendo movieron sus cabezas en modo afirmativo.

Después se acercó a mí y cogiéndome por la cintura, desabrocho de nuevo la cremallera de mi falda y me la bajó hasta los pies, haciéndome que de nuevo me saliera de ella, mostrando ahora perfectamente mi cuerpo solo cubierto por mis medias, liguero, bragas sujetador y blusa, todo de tejido negro y transparente. Y por tanto los compañeros de mi marido en esos momentos me estaban viendo perfectamente mi sexo, culo y toda la pelambrera que llevo entre mis piernas y por la parte de mi cuerpo, mis grandes pechos mostrando perfectamente sus grandes aureolas y erectos y gordos pezones. En la puerta de su despacho podía ver a mi marido mirando toda la escena avergonzado pero sin hacer nada  para parar todo  aquello. Yo también estaba avergonzada pero a la vez muy excitada, tanto que si cualquiera de los compañeros de mi marido se hubiera lanzado a mí me hubiera dejado hacer todo lo que hubiera deseado hacerme.

Yo me tape la cara y me dirigí hacia la salida y tras de mi salió Ignacio con mi ropa, ya fuera de la oficina, en el rellano Ignacio me dio la chaqueta y la faldita, me la puse y esperamos a que llegara su tío, que lo hizo unos minutos después, sin hacer ningún comentario, solamente nos dijo:

“Vamos, creo Esperanza que por ahora ya es bastante de exhibirte, estas demasiado caliente y lo que realmente necesitas es calmar esa calentura follando, sabes de algún hotel o pensión por aquí cerca en esta calle?”.

Yo le contesto:

“Creo que dos o tres portales más arriba de este portal (el de la oficina de mi marido) hay una pensión, pero creo que es bastante modesta, no sé si será lo que usted busca”

Él me dice:

“Para follarte y prostituirte con que haya una cama tenemos bastante. Vamos a ver si llegamos a un acuerdo con los dueños, tenemos veinte o treinta minutos hasta que salgan los compañeros de tú marido, que estoy seguro que alguno de ellos va a ser tú primer cliente esta noche”.

Yo le miro sorprendida y le pregunto:

“¿Los compañeros de mi marido has dicho?”

Él riéndose me dice:

“Sí, estoy seguro que si cuando salgan estamos en la puerta, alguno de los dos o los dos que estaban donde te he bajado la falda, pagarán por pasar un rato contigo. Se lo he dejado caer cuando habéis salido Ignacio y tú de la oficina y han mirado a tu marido, que estaba en la puerta de su despacho y este ha bajado su cabeza sin decir nada (dando su consentimiento, creo yo pues el que caya otorga dice el refrán) y se ha metido de nuevo en su despacho. Los dos se han mirado y se han sonreído y una de ellos me ha dicho que si moviendo su cabeza”.

Fuimos a la pensión y nos recibió un matrimonio maduro de unos cincuenta tantos años. Le preguntamos si tenían alguna habitación libre, nos dijo que sí y nos la enseñó. Era una habitación muy humilde, con una cama de matrimonio, una mesa y un lavabo. Entonces Adrian le pregunto por el precio de la habitación y el hombre nos dijo que 35 €uros por adelantado. Entonces Adrian le explicó para que era y el hombre dijo que para eso no nos la alquilaba, que aquella era una pensión seria y no un prostíbulo. Adrian le cogió a parte y le dijo:

“Mire , seguramente solamente sea un cliente o a lo sumo dos, y va a ser dentro de lo más tarda en media hora y el tiempo que estará esta mujer con ellos no va a pasar si es que llega a una hora, después, nos iremos y podrá disponer de nuevo de la habitación y no se preocupe que nadie va a sospechar nada de que sea par follar a esta puta, pues lo haremos con tacto, pues subirá solo ella con su cliente, el cual te pagará los 35 €uros que vale la habitación. Si acepta le pago, aparte de haberle pagado el cliente por la habitación, otros 200 €uros  por ese rato”.

El hombre mira a su mujer, hablan un momento y después dirigiéndose a nosotros nos dicen:

“De acuerdo, aparte del coste de la habitación, que me pagará el acompañante de la señorita, usted me dará ahora 200 €uros por adelantado y solo como máximo por una hora desde que entren en la habitación, y sin escándalos y todo con mucho tacto”

Adrian sacó de su cartera 200 €uros y se los dio al hombre. Después nos fuimos y nos dirigimos a la puerta del portal donde mi marido tenía su oficina. A los 10 minutos de estar allí, bajó primero uno de los compañeros que había arriba con mi marido, era Agustín, un hombre de unos 40 años, que siempre que habíamos tenido alguna comida o acto de empresa, se ponía a mi lado, me adulaba y se me insinuaba diciéndome piropos y dándome bromas, siempre pensé que le gustaba y sabía que si en alguna de esas ocasiones yo hubiera querido él habría tenido algo conmigo al menos referente a sexo. Él al vernos se acercó a Adrian y le dijo:

“¿Lo que has dicho ahí arriba, era en serio?”

Adrian le contesta:

“¿A qué te refieres?

Y el compañero de mi marido mirándome de arriba abajo le contesta:

“Lo de poder follarnos a Esperanza la esposa de mi compañero y jefe”.

Adrian le contesta:

“Si siempre que pagues para ello, pregúntaselo a ella sino te lo crees”

Adrian me mira a mí y me indica con su cabeza que le conteste, y yo le digo:

“Si puedes hacerlo si pagas y es lo que quieres, como te dice Adrian”.

Agustín pregunta:

“¿Cuánto cobras?”

Adrian le contesta:

“50 €uros la medía hora y pagas la habitación al dueño de la pensión”

Entonces Agustín saca de su cartera 50 €uros y se los va a dar a Adrian y este le dice:

“No a mi no me los des, siempre se paga a la puta”.

El hombre entonces me los va a dar a mí y yo le contesto:

“No por favor aquí no, arriba cuando estemos solos. Ven vamos a esa pensión que hay ahí dos o tres portales más arriba, que ya lo tenemos hablado con los dueños”

Mi cliente me agarra por mi cintura y nos encaminamos hacía la pensión. Al entrar pido la llave de la habitación y el dueño, dirigiéndose a mi acompañante le dice:

“Son 35 €uros y hay que pagarlos por adelantado”

Agustín saca su cartera y le paga lo que pide, al hacerlo el dueño de la pensión le da la llave y le indica donde se encuentra la habitación. Mi acompañante coge la llave y nos dirigimos los dos hacía la habitación que nos ha indicado el dueño de la casa. Ya dentro de la habitación le digo:

“Me pagas”

Y él sacando de nuevo los 50€uros me los entrega. Los cojo y me los guardo en el un bolsillo de la chaqueta. Luego le digo:

“Quien te iba a decir a ti, en la última reunión de empresa que hemos estados juntos, que al final consiguieras lo que llevas tantos años deseando, es decir follarte a la mujer de tú jefe, y que ella consintiera y se convirtiera en una prostituta para ti y que solo te costara 50 €uros”.

Él entonces se acerca a  mí y me dice:

“Si Esperanza, llevo muchos años y tiempo deseando follarte. Siempre lo he deseado desde el primer día que te vi en la primera cena de empresa a la que acudí, entonces solamente tenía 25 años y ahora ya tengo 42 años, he estado 17 años soñando y pajeándome contigo, pensando e imaginándome como te tocaba y sobaba estas tetazas tan grandes y hermosas que tienes y como te follaba una y otra vez en mis sueños, echando gran cantidad de semen pensando que lo depositaba en el interior de tu vagina. Y ahora resulta que voy hacerlo costándome solamente 50 €uros y pagándote como a una vulgar puta y encima con el consentimiento tuyo y quizás incluso el de tú marido (pues cuando tú amigo, el que está abajo, nos lo propuso, mi jefe, tú marido estaba presente y ni siquiera dijo una palabra, cayó como si otorgara su permiso. Nunca pensé que esa dama tan educada, elegante y tan hermosa, al final se convirtiera hoy en una prostituta vulgar, cobrando incluso tan solo como una puta callejera. Que sepas que si hubiera sido por dinero hace tiempo hubiera pagado lo que me hubieras pedido por estar como estoy ahora mismo contigo “

Yo entonces le digo:

“Sabía todo este tiempo que me deseabas y me gustaba tenerte así, tampoco yo pensé que a la hora de entregarme a ti lo haría como una puta callejera, pero las circunstancias así lo han querido. Para compensar tú larga espera, te lo premiaré dejándote follarme, si tú quieres, sin usar preservativo. Puedes correrte dentro de mí y con un poco de suerte quizás puedas decir a todo el mundo que has preñado a la mujer de tú jefe, pues estoy en estos momentos en mis días fértiles”.

Entonces él cogiendo su móvil va a sacarme una foto y yo le digo:

“Quien te ha dado permiso para sacarme fotos. El pago del servicio no incluye fotos”

Él entonces me dice:

“Es que me gustaría tener unas fotos tuyas, siempre he deseado tener alguna y solo he podido conseguir las que nos sacábamos en las cenas y las reuniones e empresa, pero me gustaría tener algunas en las que se te pueda ver tu cuerpo lo hermoso que es, por favor déjame hacerte hoy algunas, te prometo que solo serán para mí”.

Yo entonces le digo:

“De acuerdo, pero eso te costará otros 100 €uros y solo te dejaré que me fotografíes , si cuando acabes de hacerlas se las envía a mi marido, para que vea claramente que es un cornudo y que incluso follo con uno de sus empleados”.

Él duda un momento y me dice:

“Pero si hago eso, él se enterará y puedes tener problemas con él y a mi puede incluso despedirme”

Yo le digo:

“No te preocupes, no te despedirá , de eso me ocupo yo y más si me cuentas algún trapo sucio que tengáis en el trabajo y que él sea el responsable y de los problemas que me pueda acarreare a mi es cuenta mía- De modo que decide si aceptas la propuesta o no, si es no vamos a lo que hemos venido aquí y si es sí, págame y comienza a sacar todas las fotos que quieras, puedes hacer también follándome, no me importa aunque será difícil que puedas sacar alguna en que se nos reconozca a los dos haciéndolo. Eso sí estas fotos solo las podrá ver tú, mi marido y yo (que cuando se las mandes a mi marido, también me las mandarás a mi por WaptsApp).

Él entonces vuelve a coger su cartera saca dos billetes de 50 €uros y me los da y cogiendo su móvil comienza a sacarme fotos. Yo poso en varias posiciones con la ropa puesta y le digo:

“Ves desnudándote, mientras yo hago lo mismo,  y sigue sacando cuando lo hago todas las que quieras, pero si quieres follarme tenemos que comenzar ya , pues el tiempo está contando”.

Yo me quito la chaqueta y la falda, luego desabrocho la blusa y me la quito, tirándole al suelo y quedándome de nuevo ante el compañero de mi marido en sujetador, bragas liguero, medias y zapatos. Miro hacía mi cliente y veo que él ya está completamente desnudo. No puedo quedarme sin dirigir mi mirada hacia la entrepierna del hombre que está conmigo en esos momentos en la habitación. Ante mis ojos puedo ver su sexo ya erecto, de un tamaño medio – normal de unos 16 o 17 centímetros de largo y unos 3 ó 4 centímetros de diámetro. Continuo desnudándome y llevando mis manos a mi espalda me desabrocho el sujetador dejándole caer también al suelo. A continuación me quito mis bragas, dejando a la vista de mi cliente mi sexo rodeado por la pelambrera que me le adorna y mis grandes pechos al aire. Cuando voy a desabrochar el liguero para quitarme las medias me para Agustín diciéndome:

“No por favor, quédate como estas, quiero follarte con el liguero y las medias, puedes quitarte los zapatos. Antes de continuar, tengo una duda y me gustaría que me aclararas: ¿te Has aumentado tus pechos y culo?, pues me parece recordar que aunque tenía pechos grandes no eran tan grandísimos como los tienes ahora y el culo lo mismo”.

Yo me quedo como estoy y le contesto:

“Tienes razón, yo tengo mis pechos y culo normalmente más pequeños, pero hoy me están haciendo una prueba para ver si me quedan bien más grandes o mejor como los tenia y para hacer la prueba me han inyectado en esas partes de mi cuerpo una mezcla con suero fisiológico y acido hialurónico. Pero no solo me lo han inyectado en los pechos y culo sino también como puedes ver (por la hinchazón que tienen) en mis labios vaginales. En este estado y tamaño solo estarán durante 24 horas pues mi cuerpo irá poco a poco absorbiendo la solución hasta que vuelva a tener todo con las medidas que tenía anteriormente. De modo que vas a ser una de las pocas personas que vas a poder disfrutar de mi cuerpo con las dimensiones que hoy tiene y además te adelanto que si te gusta y deseas podrás mamar de mis pechos que actualmente están amamantando a un hijo que he tenido con un negro y los tengo llenos de leche (mi marido lo sabe y lo ha aceptado, aunque no hemos dicho de ello nada a nadie. Al negro y a su mujer los tenemos contratados como criados de servicio en casa y a nuestros conocidos les hemos hecho creer que el hijo es de ellos dos, aunque lleva mi apellido y el del negro)”.

Agustín, durante todo este tiempo no ha dejado de sacar fotos y continúa haciéndolo. Se acerca a mí y lleva sus manos a mis grandes cantaros y comenzó a tocarlos y sobarlos, después acercó sus labios a mi pezón del pecho derecho y comenzó a succionar y apretar el resto de este pecho hasta que consiguió que comenzara a salir y brotar leche del mismo, Saca unas cuantas de fotos ordeñándome y viendo salir la leche de mis dos pezones. Después acerca de nuevo su boca a mis pechos y comienza a mamar como un niño pequeño un ratito de cada uno de ellos. Esto me calentó aún más y no pude reprimir el llevar mi mano hasta su entrepierna y comencé a acariciar sus testículos para al final agarrar su endurecida polla y comenzar hacerle una suave masturbación y entonces acercando mi boca a su oído le dije:

“Fóllame y cumple por fin tus sueños conmigo por favor, te deseo y quiero sentirte dentro de mi”

Él entonces me lleva a la cama, me hace que me tumbe boca arriba y me indica que abra bien las piernas y coloque mis manos en la nuca, para de esta forma se pueda ver bien la pelambrera de mis axilas. Tras hacerlo me saca varias fotos en esta postura y después otras cuantas sacando de cerca mis axilas, otras de mis pechos y bastantes de mi sexo. Después deja el teléfono móvil, sobre una mesilla que tenemos en la cabecera de la cama y se tumba junto a mí y comenzamos a abrazarnos y besarnos, a la vez que el no deja de sobar todo mi cuerpo y sobre todo mis pechos y culo. Cuando llevamos unos minutos así se tumba encima de mí, me hace abrir las piernas y ayudándose de sus manos dirige su polla hacía mi sexo. Juega con ella sobre mis labios vaginales, dando varias pasadas arriba y abajo entreteniéndose unos momentos en mi clítoris para después bajar y dando un fuerte empujón de caderas consigue entrarme su polla dentro de mi vagina hasta que topa con su pubis contra mis labios vaginales. Yo entonces le paso mis piernas alrededor de su cintura apretándole con fuerza contra mí y le digo:

“Muévete, muévete por favor, quiero sentirte dentro de mí, fóllame como tantas veces has soñado quiero sentir tu semen dentro de mí, por favor fóllame con todas tus fuerzas y ganas lo deseo y lo necesito, muévete cabrón, muéveteeee…..”

El al oír mis palabras comienza a moverse hacia dentro y hacia fuera, y siento como se desliza una y otra vez dentro de mi sexo, produciéndome en cada pase y movimiento un placer inmenso. Yo quiero sentir como se corre dentro de mi, quiero sentir el calor de su semen, lo necesito y comienzo a moverme también al ritmo que él marca, quiero que se corra cuanto antes pues necesito ya sentir su esperma dentro de mí. Para ello comienzo a jugar con los músculos de mi vagina lo que hace que él sienta un placer que estoy segura nunca le han proporcionado en su vida. Continuamos con este ritmo durante unos minutos, y yo comienzo a notar cómo se me va acercando el orgasmo pero en ese momento noto como mi cliente se tensa  y a continuación comienza sin poderlo evitar a correrse y a depositar su semen dentro de mi vagina, a la vez que comienza a gritarme:

“Si, siiiiiiiii por fiiiiiiinnnnnn…..aaaahhhhhh me corrrooooooo siiiiiiii tomaaaaaa Esperanzaaaaa  …….por finnnnn cumplooooooo mi deseeeeoooooo de correrme dentro de tíííí……después de tantos años deseandoloooooo……Nunca pensé que fueras tan buenaaaaa follandooooooo pedazooooo de putaaaaaa……que suerte tiene el cornudo de tu maridoooooooo….mi jefeeee…..de estar casado contigooooo y poder hacer esto cuantas veceessss……..qui…….aaaahhhhhhhhhhhh-----oooooohhhhh”

Tras correrse se queda tirado encima de mí, dejándome a mí a medias sin haber podido llegar a conseguir el orgasmo, lo cual hace que se me acentué aún más mi calentura. No pensé nunca que durará tampoco, pues no hemos llegado ni a los 5 minutos desde que me comenzó a follar y a los 15 minutos desde que entramos en la habitación, y le digo:

“¿Qué te ha pasado? ¿Cómo que te has corrido tan rápido?, esperaba que durarás un poco más, me hubiera gustado haber llegado al orgasmo contigo y no lo he conseguido, pues cuando se me estaba acercando has tenido el tuyo dejándome con más ganas y calentura que tenía cuando hemos comenzado”.

Él me contesta:

“No suele pasarme esto, pues con mi mujer duro bastante sin correrme, incluso ella suele tener dos o tres orgasmos antes de que lo llegue a tener el mío. Pero debe de haber sido por las ganas que tenía de estar contigo, pues como ya te he dicho este momento le he deseado desde la primera vez que te vi, hace ya 17 años. Me ha encantado como follas y he disfrutado como nunca ninguna mujer me había hecho disfrutar antes. Me gustaría volver a repetirlo más veces, verás como la próxima vez (si la hay) no te falló y te hago disfrutar a ti, te prometo que si vuelvo a estar contigo alguna otra vez antes de llegar a mi orgasmo haré que tú tengas como mínimo dos o tres”.

Yo le contesto:

“Yo estoy dispuesta a volver a follar contigo cuantas veces quieras y siempre que pagues, eso sí. No siempre el precio va a ser el de una puta de, calle la próxima te costará un poco más. Si estás dispuesto a ello apunta si quiere mi número de teléfono y cuando quieras volveré hacer de prostituta para ti”

Él se levanto de encima de mí y fue donde tenía su ropa, cogió un papel y un bolígrafo y apuntó mi número de teléfono. Estuvimos tumbados en la cama, hablando, besándonos y sobándonos, en este tiempo pude convencerle para que me contara esos trapos sucios del trabajo, para poder utilizarlos si las cosas se ponían mal con mi marido , para sacar el mejor partido posible caso de que se decidiera a separarse y divorciarse de mí. Yo a cambio le conté cosas de mi vida, que solo sabíamos mi marido, mis amantes y yo, quedándose muy sorprendido y también me dijo que las utilizaría todo lo que le había contado si mi marido trataba de despedirle o ir contra él en el trabajo. Así estuvimos hasta que se cumplió la medía hora que había pagado, entonces miré el reloj y le dije:

“Bueno, acabó tu tiempo, mándale las fotos a mi marido y otra copia a mí, era lo pactado ¿no?”

Él cogió su móvil, miramos las fotos que me había hecho, seleccionamos las que a mí me parecieron y se las mandó a mi marido por whatApp y a mí me envió una copia de todas las que había hecho, entre las que estaban incluidas también las que habíamos elegidos para mandar a mi marido”.

Cuando lo hizo, acerque mi boca a la suya y le di un beso en sus labios y al acabar le dije:

“Gracias, vamos a vestirnos y ya sabes cuando quieras pagar por follar de nuevo conmigo me llamas y lo hacemos”.

Nos vestimos y salimos e la pensión, al llegar al portal me dio un beso en la mejilla y se marchó diciéndome:

“Ten por seguro que te llamaré”

En la acera de enfrente me estaban esperando Ignacio y su tío, me acerque a ellos y al hacerlo me preguntaron:

¿Qué tal?

Yo les contesto:

“Bien, pero me ha durado tan poco sin correrse que yo no he llegado al orgasmo, de modo que ya os podéis imaginar cómo me encuentro de excitada y caliente en estos momentos”.

Entonces Ignacio me dijo:

“Se de alguien, que tú ya conoces, que seguro que consigue sacarte esos orgasmos que tú cliente no ha conseguido sacarte”

Yo le pregunto:

“¿A quién te refieres? ¿No será ninguno de tus amigos, ex alumnos míos, no?”.

Él me contesta:

“No es el cobrador o encargado del parking, donde tú dejas todos los días tú coche cuando vas a trabajar al instituto. Ya te follo hace algún tiempo y parece que a los dos os gusto. Y sabes que este seguirá guardando el secreto y no dirá nada al no ser que yo le diga que lo haga. Así tío, podre exhibir también a Esperanza por los sitios habituales que suele ir en donde trabaja, si te parece para tener más motivos su marido para dejarla”.

Su tío le contesta:

“Buena idea, aunque debo de pensarlo, pues una cosa es que hagamos lo que sea necesario para que su marido se separe y divorcie de ella y otra cosa es poner en peligro su trabajo. Date cuenta que a parte de lo que yo te doy con ese dinero es con el que vais a comer a parte de si puedes conseguir con ella otro dinero de la forma que se te ocurra”.

Nos montamos en el coche y nos dirigimos hacia el pueblo donde trabajo, fuimos directamente al parking, donde aparcamos en el lugar que habitualmente suelo yo hacerlo. Tras dejar el coche, nos dirigimos los tres hacía la oficina donde se encontraba el trabajador del parking, el cual al vernos se sorprendió, entonces Ignacio le dijo:

“Te acuerdas de ella”

Él muy educadamente dijo:

“Si es Dª Esperanza la profesora del instituto, aunque la veo un poco cambiada y no esta vestida como habitualmente ella viste cuando viene al colegio”.

Ignacio le dice:

“No hace falta que disimules, este señor que nos acompaña es mi tío y sabe vuestra historia. Venimos porque Esperanza está un poco salida, es decir caliente y yo he pensado que quien mejor para sacarle esa calentura que tú. Estas dispuesto hacer ese favor a esta señora, eso sí con la discreción de siempre pues caso contrario ya sabes lo que puede pasarte”

Nos dijo que pasáramos a la oficina del parking, bajo la persiana del cristal con el fin de las personas que entraran no nos vieran y entonces Ignacio le dijo:

“Perdona, no recuerdo tú nombre, me le puedes volver a decir, por favor”

El hombre le contesta:

“Me llamo Domingo, es normal que se le haya olvidado, ya hace casi un año que se lo dije, no tiene importancia, no se preocupe”

Entonces Ignacio continúa diciéndole:

Recuerdo que siempre te han gustado las tetas de la profesora, pues míraselas bien, si, si la han crecido un poco sobre todo desde que ha parido a su hijo negro, al cual está ahora amamantando. Ven puedes tocarla sin problemas y si acercas tus labios a sus pezones y se los chupas y aprietas sus tetas, podrás beber la leche que llenan estos dos pedazos de cantaros que tiene ahora por tetas esta puta”.

Diciendo esto Ignacio me desabrocho la blusa y metiendo sus manos en mi sujetador me sacó fuera del mismo mis dos grandes pechos. Entonces el encargado del parking se acercó a mí y comenzó a sobarme y apretarme con fuerza mis pechos, luego acerco su boca a uno de mis pezones y comenzó a chupar y succionar con fuerza de él a la vez que con sus gruesas manos apretaba con fuerza mi pecho para conseguir que saliera mi leche y él comenzara a mamar como un niño de mis cantaros. Todo esto me estaba calentándome aún más que ya estaba, sentía muchísimo calor y como pude me quité la chaqueta y se la di a Adrian el cual la puso sobre una de las sillas que había en la oficina. Mientras tanto Ignacio nos grababa y Adrian también con su móvil comenzó a sacarnos fotos. Así estuvimos durante unos cinco minutos, yo ya estaba totalmente empapada con el trato que Domingo estaba dando a mis pechos y estaba deseando entregarme a él, estaba a punto de pedírselo cuando Ignacio separándonos le dijo a mi amante:

“Basta ya de mamar las tetas a esta puta. ¿Has vuelto a preñar a tú mujer?”

Y el encargado del parking le contesta:

“Si otra vez la tengo preñada, nos descuidamos después de parir y en cuanto se la ha pasado la cuarentena follamos y otra vez preñada. Ahora va a cumplir el tercer mes y comienza a notársela un poquito la barriga”

Entonces Ignacio le contesto:

“Joder estas hecho todo un semental, con este ya vas a tener 4 hijos y aún tú mujer es joven, aunque tú seas ya un cuarentón, porque me dijiste que la sacas 10 años, ¿no es así?”

El hombre le contesta:

“Si, será el cuarto si todo va bien, y mi mujer tiene solo 32 años y yo 42, al final tendremos que poner medios para que no quede preñada, porque sino en pocos años nos juntamos con un montón de hijos y el sueldo no nos da para tanto”

Ahora es Adrian el que le dice:

“Pues vas a estar de suerte, puedes hacer a esta puta una barriga y no tener que ocuparte del hijo que tenga. Pues hace poco ha parido un hijo negro que le hizo un emigrante africano y de nuevo quiere quedar preñada. Lleva toda esta semana follando con varios hombres para que la queden preñada, y no sabemos si ya lo estará o no, por eso si quieres puedes follártela y preñarla con un poco de suerte, pues estos días está en sus días fértiles y es fácil que si la follas bien follada la quedes preñada. ¿Quieres probar a preñarla?”

El hombre se sonríe y mira a Ignacio, el cual  afirma con la cabeza, y entonces contesta:

“Me encantaría follarme a Dª Esperanza, me ha puesto caliente y la he deseado desde que comenzó a dejar aquí su coche y sobre todo desde que Ignacio me dejo chuparla sus pechos hace ya bastante tiempo. Y si encima me tengo que hacer responsable de la criatura que pueda venir, si es que la dejo preñada, aún mejor y con más ganas”

Entonces Adrian le dijo:

“Pues venga adelante, pero queremos que la folles donde ella normalmente aparca y hoy hemos aparcado nosotros, pero antes para que no tengas problemas con tu empresa, tendrás que hacer que las cámaras (mientras la estés follando) no graben esa zona”.

El hombre entonces se fue al control de cámaras y la quedó fija hacía una zona, de tal forma que no pudiera grabar la zona del parking donde habíamos aparcado nuestro coche. Luego cogiéndome de la mano tiró de mí me dijo:

“Vamos, que estoy deseando meterte mi polla Dª Esperanza y más ahora que tengo posibilidades de preñarte”.

Entonces Ignacio nos paró y me dijo:

“No salgas así Esperanza, colócate las tetas dentro del sujetador, abróchate la blusa y ponte la chaqueta, no vaya a ser que mientras vais para el coche entra alguien y te ve así medio desnuda y si te conoce que va a pensar de ti”.

Yo hago lo que me ha dicho Ignacio y cuando acabo, digo:

“Ya estoy lista, cuando queráis”

Entonces domingo (el encargado del parking) me vuelve agarrar, pero esta vez en vez  de la mano me coge por mi cintura y nos dirigimos hacia donde tenemos nuestro coche. Tras nosotros nos siguen Ignacio y Adrian.

Por el camino, el hombre no ha metido su mano bajo la chaqueta y mi clusa y no deja de sobar mi cuerpo. Mete su mano por la cintura de la falda y consigue llegar a tocarme mi culo, eso me gusta y me moja un poquito más. Entonces yo dirijo mi mano a su bragueta y comienzo a sobar y tocar, por encima de su pantalón, s sin ningún disimulo el gordo bulto que le sobresale en esa zona. Al final no aguanto más y le bajo la cremallera de su bragueta, entro mi mano y salvando su calzoncillo, logro llegar con ella a su dura y gruesa polla, se la cojo y como puedo se la saco fuera de la bragueta y comienzo a sobársela con ganas. Antes de llegar al coche vemos como se encienden y se apagan sus luces y oímos un ruido, es el de apertura del seguro de puertas, Adrian con el mando a distancia ha quitado el seguro de apertura de las puertas, para sí lo necesitamos podamos abrirle y si queremos entrar dentro de él. Vuelvo mi cara para atrás donde se encuentran Ignacio y Adrian y sonriéndoles les digo:

“Gracias”.

Por fin llegamos donde tenemos aparcado el coche, es mi sitio habitual de aparcamiento, está en una zona tranquila, en un rincón, pero no muy lejos de la salida peatonal y se ve perfectamente desde la cabina donde se encuentra la oficina del parking. Lo pongo en ese lugar para que el encargado (Domingo) pueda vigilarlo constantemente.

Domingo acerca su boca a la mía me hace abrirla e introduce su lengua dentro de ella y comienza a pasármela por toda mi cavidad bucal, yo me dejo llevar y colaboro a darnos un morreo con una fuerza y ganas como hacía tiempo no me daba. Esto me pone ardiendo y cojo y me desprendo de la chaqueta y de la falda, la cojo y abriendo una de las puertas de atrás del coche dejo las dos prensas en el asiento. Luego cojo una de sus manos y se la llevo a mis pechos para que comience de nuevo a sobármelos y apretarlos achuchándolos con ganas. Él no aguanta más y comienza a desabrochar mi blusa yo que estoy tan caliente y tengo tantas ganas como el llevo mis manos a mi espalda y me desabrocho mi sujetador, dejándolo caer junto con la blusa al suelo. Miro hacia los lados para ver si viene alguien y al ver que no viene nadie, cojo y me quito también mis bragas, (completamente te mojadas de mis jugos y de los restos del semen del compañero de mi marido que hacía un rato me había follado en aquella pensión de mala muerte) quedando mi sexo y culo al aire y ofreciéndoselo por completo todo mi cuerpo, entonces le dije:

“Domingo, toma mis bragas si las deseas, te las regalo para que tengas un recuerdo de esta noche. No debía de decirte esto, pero estoy muy excitada, con el sobeo y toqueteo que me has dado en mis pechos en tú oficina me has puesto a cien y solo deseo entregarme a ti y que me folles.  Puedes hacer conmigo y mi cuerpo todo lo que quieras, solo deseo que me hagas disfrutar y te corras dentro de mí cuantas veces quieras y me quedes preñada si puedes”

Él coge mis bragas empapadas de mis jugos y semen del compañero de mi marido, se los lleva a su nariz y las huele y guardándoselas en el bolsillo de su pantalón me dice:

“Gracias Dª Esperanza,  las guardaré como un tesoro preciado y cada vez que las vea y huela me recordará todo lo que pasé esta noche”

Yo le contesto:

“Domingo, cuando estemos solos y no haya nadie delante, llámame Esperanza, no hace falta que me digas Dª Esperanza, aunque cuando este con otras personas o en su trabajo cotidiano de todos los días si lo siga haciendo”

Y ahora es Ignacio el que le dice:

“Domingo, aquí los que mandamos somos mi tío y yo, y a los que tienes que hacer caso es a nosotros y no a esta puta. Por eso queremos que te la folles y lo hagas con fuerza, sin cortarte porque sepas quién es. Ni te cortes por miedo, hacerla daño. Incluso si estas excitado, fuera de ti por lo bien que lo estas pasando y no puedes reprimirte puedes pegarla, golpearla e incluso darla azotes a la vez que la follas, pellizcarla sus pezones y pechos cuantas  veces quieras, y meterla no solo tu polla, sino todo lo que tú quieras por cualquier parte de su cuerpo. Ella por la cuenta que la tiene no se quejara y aguantará todo ello, aunque la duela y sufra con lo que la haces, la muy puta también disfruta cuando se la humilla y castiga o la hacen daño. Nosotros estaremos presentes y grabaremos y sacaremos fotos de todo lo que queramos e incluso quizás en algún momento hasta participemos, ¿de acuerdo? Pues toda tuya, ya ves lo ofrecida y calienta que la tienes, estoy seguro que nunca pensaste que la profesora que ves dejar su coche todos los días en tú parking la tendrías como la tienes ahora mismo delante de ti. Eso sí riégala bien su vagina con tu semen, debes de quedarla preñada, si es que ya no lo está”.

Él me dice:

“Esperanza, ¿es verdad lo que dice Ignacio? ¿Puedo tratarte como me han dicho que puedo hacerlo si quiero?”

Yo le contesto:

“Si Domingo, han pagado una fuerte cantidad de dinero al hombre que ahora pertenezco como sumisa y pueden hacer conmigo durante esta noche todo lo que quieran y yo no me puedo negar a nada, mi AMO o dueño, me inyecto antes de salir de su casa una sustancia (con mi consentimiento para que lo hiciera) la cual es afrodisiaco y a la vez anula mi voluntad, por tanto quiera en mi interior o no hacerlo al estar bajo la influencia de esa droga no soy capaz de negarme a nada que me manden u ordenen hacer. A parte de eso estoy muy excitada y te deseo muchísimo y quiero que me folles y me preñes si eres capaz y esto no es porque ellos así lo quieran también, sino porque yo también te deseo, eso sí por favor hazme disfrutar muchísimo, de una u otra manera, es decir siendo delicado o un bruto y bestia conmigo. Aprovecha esta noche que lo vas a poder hacer, pues a lo mejor después no vuelves a tener otra oportunidad, hazme todo lo que hayas imaginado hacerme alguna vez y no has tenido la oportunidad de hacerlo hasta esta noche”

Diciendo esto, miro a su cara de sorpresa, me acerco más él y llevo mi mano al cinturón de su pantalón, lo desabrocho, desabotono también el botón del pantalón, se lo abro y cogiendo con mis dos manos el pantalón y su calzoncillo, tiro hacía abajo de ello, hasta que lo llevo al suelo, le hago que se quite sus zapatos y le saco las dos prendas que le he bajado, dejándole completamente desnudo de cintura para abajo. Después le quito su chaqueta de trabajo (con el nombre de su empresa) y le voy desabotonando uno a uno todos los botones de su camisa. Luego me pego a él tocando con mis grandes pechos su torso, acerco mi boca a la suya y nos unimos en un beso. Él baja una de sus manos hasta mi entrepierna y me la toca y soba durante un momento, luego entra uno, dos y hasta tres de sus dedos dentro de mi rajita y yo no puedo evitar emitir un suspiro de placer y seguir a la vez besándole con más pasión:

“Unnmmmm….oooohhhhhhh…siiiiiiiiii….aaahhhhhhh”

El al notar completamente mojado mi sexo, sin sacar sus dedos de él me dice:

“Esperanza, estas completamente mojada, debes de estar súper excitada, joder tía así me gusta, me parece que vamos a disfrutar muchísimo y que esta noche me será difícil de olvidar a lo largo de toda mi vida”

Luego saca sus dedos de mi vagina y dejamos de besarnos. Entonces yo voy pasándole toda mi lengua a lo largo de todo su torso y voy bajando hasta llegar a su polla que le doy unas chupadas, esta tiesa y dura y tiene un buen tamaño (aproximadamente 16 centímetros de largo y de un grosor de unos 5 centímetros), me la saco de mi boca, me arrodillo y coloco su herramienta en la hendidura que forman mis dos tetas, con mis dos manos me las aprieto y comienzo a masturbarle, cuando llevamos unos segundos, parece que le gusta lo que le estoy haciendo, me mira y me sonríe y no puede evitar un sonido de placer:

“Aaahhhhhh asiiiiiiii siiiiiiiii como me gustaaaaaa y las veces que he deseado que alguien me hiciera estooooooo….aaaahhhhhhh…..siiiiiiiii”

Él comienza a moverse como si me estuviera follando y cuando su glande corona por encima de mis pechos yo acerco mi boca abierta y aprovecho para entrármela en mi boca y darle una chupada a la vez que con mis pechos le masturbo. Así seguimos unos minutos, yo cada vez estoy más caliente y solo deseo que pronto Domingo me folle y se corra dentro de mi vagina, ruego porque no llegue a correrse con la paja que le estoy haciendo con mis ubres. Parece que él me ha leído mi pensamiento, pues a los pocos segundos me agarra por mis axilas y me hace que me levante y le deje de masturbarle. Me agarra por mi brazo y me hace que me suba encima del capó del coche de Adrian y que coloque mi culo al borde del mismo, me da uno, dos, y tres azotes y al hacerlo me dice:

“Ábrete bien de piernas Esperanza, ha llegado la hora que tanto he deseado, voy a follarte, me correré dentro de tú vagina y estoy seguro que si ya no lo estas, te preñaré como tanto deseas tú y tus amigos”

Yo hice lo que me dijo quedando completamente abierta y ofrecida por completo encima del capó. Entonces él se puso de rodillas en el suelo y entre mis piernas y acercando su boca a mi rajita comenzó a pasar su lengua a todo lo largo de mi rajita par de vez en cuando detenerse un poco y abriendo sus labios succiona y absorbe con ganas los jugos que yo no paro de echar por mi coñito y se los va tragando. Eso a mi me vuelve loca y le digo:

“Sigue, sigueee oooohhhh que bien lo haceeeessss como me gustaaa sigueeee, sigueeee aaahhhhhh que placeeerrrr ,,,,me vas hacer llegar al orgasmooooo sin siquiera follarme cabrón….siiiiiiii…..aaahhhhh….”

Él entonces al oírme me dice:

“Si quiero hacerte correr sin follarte, para que cuando te llegue el orgasmo follarte y hacer que te subas al cielo y no pares de tener orgasmos hasta que yo llegue al mío y te riegue todo el interior de tu coño con mi leche caliente, pedazo de puta”

Diciendo esto me da una serie de palmadas en el interior de mis muslo y continúa con su boca chupándome mi sexo entreteniéndose a partir de ahora más tiempo en mi clítoris, hasta que yo no puedo más y comienzo a gritar porque me está llegando un gran orgasmo:

“Aaaaahhhhyyyyyyyy siiiiii, siiiiiiigueeeeeee cabrón no pareeees me corro , me corroooo ….me llegaaaa, siiiii Domingooooo ya esta aquíiiiii mi orgasmoooooo aaahhhh siiiiii no pares ahoraaaa….por favooorrrrr me estas volviendo loca de placeeerrrrr……”

Él entonces deja de golpe de chupar mi coñito, se pone de pie y agarrándose su tiesa y gruesa polla, la acerca a la entrada de mi sexo. Busca mi rajita, siento como la cabeza de su polla toca los labios de mi coño. Cuando tiene encarada su herramienta  da un fuerte golpe de caderas (sin siquiera avisarme ni prepararme), y noto como se introduce en el interior de mi vagina, consiguiendo que mi coñito reciba en su interior más de la tercera parte de su esplendida polla. Luego se agarra con fuerza, con sus dos manos, a cada uno de mis pechos, los aprieta con saña, y a la vez vuelve a dar otro golpe de caderas, consiguiendo con él, introducirme lo que aún quedaba fuera de su espada. Noto como sus huevos golpean mis nalgas y como él sin apenas darme respiro comienza a moverse rápidamente hacia dentro y hacía fuera dentro de mi coñito. Yo no paro de tener un orgasmo tras otro, estoy fuera de mí. Le paso y cruzo mis piernas alrededor su cintura y aprieto con fuerza su cuerpo hacía el mío, no quiero que se escape, le quiero todo dentro de mí. Solo quiero sentir su polla en mi vagina y que se corra abundantemente en mi interior y disfruta como una loca, quiero disfrutar de esta follada a tope y no me importa nada que él a partir de ahora deje de tenerme por una señora decente y respetable para pasar a tratarme lo que realmente soy una gran puta y golfa y fuera de mi empiezo de nuevo a gritarle:

“Siiiiiiii dame duroooooosiiiiino pareeees fóllame con fuerza, pégame fuerte cabrón, quiero que me aprietes y me destroces mis pechos, pero a la vez quiero que sigas follándome como lo estás haciendo así, sin miramientos a lo bestia, que bien me follas cabrón no puedo , no puedo ni quiero de parar de correrme cabróóóónnnnnn…quiero que te corras dentro de mííííí´…..siiiiiiiiiiiiiii y me preñeeeeessss cabróóóónnnnn de mierdaaaaaa……aaahhhhhhhhh….que placeeeeerrrrr……”

Él sigue dándome con fuerza, dentro y afuera, sigue apretando mis pechos con lo que consigue que salga de ellos ráfagas de leche que caen por todo mi cuerpo. Se le ve agitado y excitado, pero aarece que aún tiene suficiente aguante para continuar al ritmo que me está follando durante un tiempo más. Yo sin embargo no paro de tener orgasmo y cada vez tengo más ganas de que él se corra dentro de mi coño, quiero sentir esa sensación tan agradable que se siente cuan un hombre inunda tú vagina con su esperma caliente. Pero cuando más excitados estamos Ignacio y su tío se entran en el vehículo bajan la ventanilla del lado del copiloto y  dicen a Domingo:

“Domingo, deja de follarla en el capó y follalá de pie por este lado (el del copiloto) que entre ellas sus tetas por la ventanilla para que nosotros se las podamos tocar, chupar o hacer lo que queramos, ella con sus manos que se sujete en el techo del coche y tú te la follas de pie en la posición que quieras, anda que cuando te habrás visto tú en otra como esta, ja, ja, ja….”

Mi follador hace como si no los hubiera oído y sigue follándome sobre el capó como estamos, pero entonces de nuevo Adrian le dice con una voz más severa y de mando:

“Tú muerto de hambre, no nos has oído, o haces lo que te hemos dicho o ahora mismo o se acabó el seguir follándotela y se acaba tú diversión. Tú verás lo que haces”.

Yo entonces le digo:

“Domingo, haz lo que te dicen o te harán dejarme de follar y yo estoy súper caliente y solo deseo que te corras dentro de mí, por favor hazles caso y sigue follándome como te han dicho·

Él hombre, contrariado se sale de mí, me coge del brazo y me lleva a la parte exterior del vehículo por la parte del copiloto (donde ya se encuentra la ventanilla bajada), me hace ponerme de frente al coche, con las manos apoyadas en el techo y con sus manos me introduce mis pechos dentro del habitáculo del vehículo por la ventanilla. Entonces Ignacio sentado en el asiento del copiloto aprovecha para comenzar a sobarme y chuparme mis grandes pechos, haciendo especial hincapié en mis gruesos pezones, inflamados a tope por lo excitada que estoy. Luego Domingo me hace abrir bien las piernas y me coloca en una posición inclinada a la altura adecuada para que él pueda acceder sin problemas a introducir su polla de nuevo en mi chochito. Se agarra su instrumento y lo dirige hacía mi coño, lo apunta a mi rajita  no sé si por la posición o porque, el caso es que no consigue introducírmela, entonces muy excitado y con prisas y con voz de contrariado me dice:

“Joder, no puedo entrártela, en esta posición y con las piernas en tensión como las tienes es como si la puta de la raja de tú chocha se cerrara. Vas hacer una cosa pedazo de puta (se le nota muy excitado y ya no guarda las composturas en su forma de hablar y tratarme)  ábrete la raja de tu puto culo, más bien por la parte de abajo para que quede bien abierta la raja de tu chocha y mantén bien abiertas las piernas al menos hasta que te haya metido hasta bien adentro de nuevo mi polla, zorra “.

Yo solo le contesto:

“Sí, eso seguramente haga que se me abra un poco mi vagina y además con lo mojada que estoy en estos momentos, todo ello te facilitará la entrada de tu polla”.

Yo hago lo que me dice echando los brazos hacia atrás y con mis manitas me abro la raja del culo por la parte de abajo, exponiendo la rajita de mi coño bien abierta y toda recubierta de pelos. Domingo acerca de nuevo su polla a mi sexo

y de nuevo de un solo golpe de cadera logra introducirme toda su espada dentro de mi vagina, yo al sentirla digo:

“Aaahhhhhhh por fin la siento de nuevo dentro de mí, muévete de nuevo, por favor, con fuerza sin remilgos, como lo estabas haciendo antes, muévete por favor, lo necesito”

Domingo comienza a moverse hacia dentro y hacía fuera despacio hasta que coge el ritmo. Yo de nuevo comienzo a correrme como una loca, vuelven a mí un orgasmo tras otro. A él se le nota muy excitado y con prisas para correrse, entonces me pasa un brazo de los suyos por debajo de mi pierna izquierda y me sube esta de tal forma que en esta posición quede totalmente abierta mi chochita y el puede follarme con más facilidad. A la vez que me empuja y folla con más fuerza parece que se le va acercando su orgasmo y comienza a golpearme fuerte con su otra mano mi otra nalga, me da fuerte y me duele, pero el dolor que siento no es nada comparado con el placer tan grande que me está proporcionando con su polla. Entonces siento que el cristal de la ventanilla comienza a subir hacía arriba, el cabronazo de Adrian ha dado al mando de cierre de la ventanilla, sigue subiendo hasta que me aprisiona contra la parte superior de la ventanilla. En uno de los vaivenes de la follada puedo comprobar que mis pechos se han quedado sujetos con el cristal de la ventanilla y con el marco superior de la misma, de tal forma que no puedo movérmelos ni sacarlos del interior del vehículo, pero Adrian sigue presionando el botón de cierre hasta que me aprieta tanto que me hace daño en los pechos. Luego lleva una de sus manos a uno de mis pezones y comienza a pellizcármelos con fuerza y le ordena a su sobrino que haga lo mismo con el otro pezón, produciéndome los dos un daño horrible en ellos y comienzan mis grandes ubres a ponerse rojas y poco a poco van cogiendo un color cada vez más rojos y van tomando un leve tono morado. A pesar del dolor que siento en mis pechos y en mi nalga por las palmadas, de mi follador en ellas, no dejo de tener un orgasmo tras otro, entonces viendo que Domingo tiene prisas por correrse y no llega, comienzo a jugar con mis músculos vaginales apretando y aflojando su polla. Esto parece que le gusta y le excita aún más y me bombea con más interés y más fuerza. Pasan unos segundos y noto como el encargado del parking se tensa, prueba evidente de que le está llegando su orgasmo. Me agarra con fuerza mis nalgas clavándome sus dedos y uñas hasta que al final explota en un fuerte orgasmo, notando yo como me va inundando con su caliente esperma todo el interior de mi encharcada vagina, a la vez que grita:

“Sii, siiii, guarra asquerosa, me viene, me vieneeee, me corroooooo  pedazo de puta cuanto te he deseadooooo, me corro, me corro, dentro de tu puta chocha, golfa que eres una zorra siiiiii queridaaaa , siiiii, siiiii me corrroooooooo, tomaaaa tomaaaaa toda mi lecheeeeeeee, es para tiiiiiiiiii siiiiiii, ooooooohhhh que placeeerr , eres, ereessss la lecheeee que tía tan cojonudaaaaaa, aaaaahhhhhh, me corrooooooo oooooohhhh siiiiiiiii, siiiiiiiii que placeeerrrrr me estaaaaas dandooooooo Esperanzaaaaa…aaaaahhhhhh siiiiiiii…pedazoooooo de putaaaaaa me corrroooooooo me coroooooooo quiero preñarteeeeeee y hacerte una buena barriga y que todo el mundo sepa cuando te vea lo puta que ereeeesss,siiiiiiiii……aaaahhhh…ooooohhhhhhhh…aaaahhhhhh te llenooooooo…siiiiii , siiiii, siiiii me corrroooooooo, tomaaaa tomaaaaa toda mi lecheeeeeeee, es para tiiiiiiiiii pedazo de putaaaaa…aaaahhhh….ooooohhhhhhhh golfa aaahhhhhh te llenooooooo…siiiiiiii…pedazoooooo de putaaaaaa me corrroooooooo me coroooooooo te estoy llenando con mi leche toda tu chochaaaa…..siiiiiiiii……perra golfa asquerosaaaa…mujer infiel que vas de decente por el mundo y eres una golfa adulteraaa.”

Yo a la vez que siento como el interior de mi vagina es regado con su caliente esperma le grito al unisonó con sus gritos:

“Por fin, por fin siento tu caliente leche dentro de mííííí siiiii asiiiiii, ooohhh que placerreeee , ahhhhhhhhha, me corooooooooo una vez maaaasss siiiiiiii ahhhhhhh….siiiiii, me corooooooo, aahhaooooaaaaaaa Domingo siiiiiii yo también quiero que me preñeeees cabrón, échamelo todoooooo siiiiiiiiiiiii lléname por completo todas mis entrañaaaassss”.

Cuando acaba de correrse, se recuesta sobre mi espalda y yo me apoyo sobre el lateral del coche. Adrian e Ignacio, al ver que nos hemos corrido y que el encargado del parking descansa sobre mi espalda, dan a bajar el cristal de la ventanilla y liberan mis grandes pechos de la presión que el cristal hacía sobre ellos. Como se me habían puesto ya morados, comienzan a darme guantazos sobre mis grandes ubres y con sus dedos a pellizca una y otra vez mis aureolas y pezones, me duele pero aguanto el dolor sin protestar, no quiero que disfruten de mi dolor y yo si quiero disfrutar de la polla de Domingo en mi interior y del impresionante polvo que este hombre anónimo y casi desconocido hasta entonces por mí, me acaba de echar y lo mucho placer que me ha producido al hacerlo. Pero mi felicidad no dura mucho, mi follador, ya recuperado y descansado, se aparta de mí, sacando de golpe su hermosa polla de mi coñito. Al hacerlo de mi coño comienza a salir una gran cantidad de liquido, mezcla de su semen con mis jugos, que como un reguero comienza a recorrer mis dos muslos y piernas hasta acabar en mi pies y depositándose en el suelo del parking. Yo me vuelvo hacía mi amante ocasional y le doy un beso en sus labios, él entonces me pregunta:

“¿Te ha gustado?, ¿Has disfrutado?”

Yo le respondo:

“Si mucho, ha sido fantástico, me has hecho subir al cielo. Hacía tiempo que no…”

Y él sigue preguntándome:

“¿Te gusta follar en sitios así, como el parking?

Yo le contesto:

“Sí, no sé como explicártelo, me excita el ser tratada como una vulgar …prostituta y sentir el morbo y el miedo a que te puedan ver hacerlo”

Y sigue preguntándome:

“Y tú marido ¿lo sabe?”

Yo le contesto:

“Si no lo sabe se lo imagina, le gusta pensar y ver como otros hombre me follan. Para que veas que hasta en la clase alta media (como es la nuestra) hay mujeres respetables que se comportan como putas y maridos de ellas que les excita y les gusta el morbo de ser cornudos”.

Él me dice:

“Joder con tú marido, el muy maricón (perdona, no quiero que te ofendas por mis comentarios), como es posible que le guste y consienta que follen otros hombres, con lo buena que estás”.

Yo le contesto, mirando con lujuria el hermoso pollón que acabo de tener metido dentro de mi ardiente vagina, (ya cada vez más flácido, colgándole hacía abajo):

“Gracias Domingo, vuelvo a decirte que me ha gustado mucho poder entregarme a tí”

Seguido acerco mi boca a su oído y muy bajito (para que no puedan oírlo Ignacio y Adrian) le digo:

“Fíjate lo que me ha gustado y disfrutado, que siempre que desees follar conmigo estoy dispuesta a ello. Cuando te apetezca, como todas las mañanas de los días laborables dejo aquí mi coche) cuando pase por la ventanilla de tú oficina pones dobladas las braguitas que te he regalado, para que yo las vea. Yo me acercaré y te diré si ese día es posible y a la hora que podemos hacerlo aquí en el parking o donde tú puedas. Pero por favor de esto que ha pasado esta noche y de lo que acabo de decirte no se puede enterar nadie pues si se enteran se te acabará el follar conmigo”.

Cuando estamos así, sale Adrian por la puerta del conductor del coche y dirigiéndose a Domingo le dice:

“¿Te has divertido y disfrutado con esta puta que te hemos traído?.

Y él le contesta:

“Si señor, hacía mucho tiempo que deseaba y me imaginaba que me la follaba, y hoy usted y D. Ignacio, me han concedido ese deseo, muchas gracias señor”.

Entonces le dice Adrian:

“Bueno, me alegro que lo hayas pasado bien y que te hayas corrido dentro de ella, para ver si conseguimos entre todo volver a dejar a esta perra de nuevo preñada en esta semana, que es cuando tiene sus días fértiles. Ahora por favor, vete a tú oficina y pon de nuevo el sistema de cámara normal y que enfoque hacía aquí hasta que nos marchemos, quiero que quede grabado esta golfa desnuda y lo que a continuación hagamos con ella tanto mi sobrino como yo y haz una foto con el móvil al monitor cuando a ella se la vea bien y me la mandas por whatsApp a este número y si puedes sacar un video también a través del monitor también me lo mandas, no me falles amigo. Cuando este ya todo normalizado y la cámara parada enfocándonos me haces una señal, por favor”

Domingo recoge su ropa del suelo, y comienza a vestirse. Yo voy hacer lo mismo, pero Adrian no me deja y me dice que me quede como estoy, es decir desnuda. Una vez que el encargado del parking se ha vestido se va hacía su oficina para hacer lo que Adrian le ha mandado. Cuando llega y lo tiene todo preparado y la cámara nos está enfocando hacía nosotros, sale a la puerta y hace con la mano una señal hacía donde nos encontramos nosotros. Entonces Adrián, me coge y me hace girar sobre mi misma para que se me pueda ver bien desnuda, luego me acerca a él y me besa con pasión a la vez que con sus manos me soba exageradamente mis pechos y después va deslizando sus manos a lo largo de todo mi cuerpo. Se desabrocha el pantalón y se le baja mostrando su inmensa y gorda polla en todo su esplendor y comienza a pasármela por mi cuerpo, por mi culo, por mi sexo. Después abre de par en par las dos puertas del coche que dan hacía donde está la cámara y me dice:

“Entra en el coche y mirando hacía el parabrisas te vas introduciendo despacio, la bola de la palanca de cambios y cuando la tengas toda dentro te dejas caer para que te entre el resto de la palanca, te echas hacía delante apoyando tú cara en salpicadero y con tus dos manos te abres bien ese bonito culo que te ha dejado Said y luego espera a que yo me suba y te diga lo que tienes que hacer, ¿entendido perra?”.

Yo hago lo que me ha dicho y entro en el vehículo y con mis dos piernas (bien abiertas) apoyadas de rodilla, una en cada asiento, delanteros, voy bajando despacio hasta que noto la bola de la palanca de cambio en los labios de mi coñito. Entonces muy despacio comienzo a bajar sobre ella, para que se vaya introduciendo dentro de mi vagina, hasta que consigo en pocos segundos que entre toda la bola dentro de ella y después de golpe me dejo caer sobre ella notando como la bola de la palanca me llega hasta tocar la entrada de mi útero. Luego me inclino hacía delante y apoyo mi cara en el salpicadero y llevo mis manitas a mis nalgas, separándolas todo lo que puedo, de tal forma que quede el orificio de mi ano completamente abierto y expuesto. Adrian dice a su sobrino, que se monte también atrás con él en el coche y que siga grabando todo sin perder detalle. Luego acerca su gorda polla a mi orificio anal, me agarra fuerte por mis caderas y dando un fuerte empujón y sin miramiento alguno, me introduce de un solo golpe todo su glande dentro de mi ano, yo no puedo soportar el dolor y grito fuerte:

“Aaaahyyyyyyy…..bruto me vas a partir en doooosss….”

Él entonces me da una fuerte bofetada en mi culo y comienza a follarme por mi retaguardia como un loco, sin cuidado ni delicadeza ninguna, a la vez que me dice:

“Calla pedazo de zorra, si te duélete aguantas puta, he pagado por ti y esta noche mientras me pertenezcas harás y aguantarás todo lo que yo y a los que te ceda quieran hacer con tú cuerpo, pedazo de puta”

Sigue dándome fuertes palmadas y a follarme mi culito con fuerza y sin descanso, esto hace que a ese ritmo tan estrepitante me este follando también a la vez mi coñito la palanca de cambio del coche que me ha hecho introducírmela en la vagina antes de que él me perforará con su gorda polla mi culito. A ese ritmo que me está atacando con su herramienta sé que no va a poder durar mucho y aguanto como puedo, hasta que en pocos minutos noto como se corre dentro de mi ano y clavándome con fuerza sus uñas en mis caderas, se deja caer encima de mi consiguiendo con ello que la palanca de cambio casi me taladre mi útero. Así esta un ratito descansando y luego cogiendo la ropa que había dejado en el asiento la tira por la ventanilla al suelo del parking y me dice saliéndose de mi culo y quedándose sentado en el asiento trasero al lado de Ignacio:

“Vístete, rápido y ponte una braga nueva ya que la que traías se la has regalado al portero del parking y ponte también otro par de medias, pues esas las tienes todas rotas pues tienes en ellas unas carreras que te corren todas las piernas. Date prisa y no tardes, que tenemos mucho que hacer todavía. Cuando yo acabe de vestirme quiero que estés ya vestida y montada en el coche”

Salgo deprisa y comienzo a ponerme las ropas que voy recogiendo del suelo, luego me siento rápidamente en el asiento del copiloto ya vestida con todo menos las bragas y las medias y cuando me voy a poner las bragas, me dice Ignacio:

“Profe, no te pongas aún las bragas, tienes tu chocha toda llena de fluidos tuyos y semen de Domingo y por el culo no deja de salirte la leche de mi tío, aprovecha que vas a deshacerte de las medias y límpiate con ellas y si quieres al pasar por la entrada del parking se las puedes regalar, todas impregnadas de tus jugos y semen de los dos (las medias), también a Domingo. Y una vez que te hayas limpiado entonces sí te pones ya las bragas nuevas y las medias nuevas, ¿de acuerdo cariño?”

Hago lo que me dice y cuando me he secado bien mi coñito, mi culito y muslos a las medias rotas, me pongo primero las bragas y después las medias que me abrocho al liguero que no me he quitado en toda la noche, luego me colocó de nuevo mi faldita, me abotono bien la blusa (que con las prisas la había abotonado mal) tras la cual se puede apreciar el encaje del sujetador transparente y por último la chaqueta. Adrian cuando termina de vestirse se sienta en el asiento de atrás y le indica a su sobrino que se ponga al volante, Ignacio lo hace y cuando está listo le dice su tío:

“Ahora vamos al pueblo donde vive tu futura mujercita. Joder sobrino, ¿pero de verdad quieres casarte con ella, si logramos que el cornudo de su marido la deje y se separe y divorcie de ella?, pero no ves lo golfa que es la muy puta, te vas a convertir en lo que es ahora su marido un cornudo de mierda,”

Ignacio dándome un beso en mi boca con mucho cariño y cuidado le contesta:

“Si tío, es la mujer que quiero desde el primer día que la vi dándome clase y es a la que amo y siempre he deseado que fuera mi esposa. Sé que muchas personas incluso mis amigos, pensarán como tú, que voy a ser un cornudo, pero puedo decirte que no será así, pues Esperanza follará con otros hombres que no sea yo y será porque yo se lo mande u ordene y porque yo quiera”

Yo entonces le cojo con una de mis manos su cara y acercando la mía le doy un beso en sus labios y le digo:

“Gracias, Ignacio, te quiero, pero piensa en lo que te ha dicho tú tío de lo que pensaran todas las personas que te conozcan y me conozcan a mí. Tú sabes bien que estoy dispuesta a convertirme en tu esposa pero también quiero que lo pienses bien antes de dar este paso”

Adrian le contesta:

“Bueno sobrino, si tú a eso no lo consideras cornudo, tú mismo, pero viendo lo que está haciendo esta noche y habiendo contratado sus servicios en el sitio y a quién se la he alquilado, te aseguro que esta golfa no solo va a follar con los hombres que tú la digas o proporcione sino con algunos más que tú ni te enterarás. Pero bueno he prometido ayudarte a que su marido se separé de ella y tú te cases con ella y es lo que vamos hacer, de modo que pon el coche en marcha y vámonos hacía el pueblo donde esta puta vive y todo el mundo está engañado pensando que es una señora decente, cristiana y católica, beata y una fiel esposa y madre”

Yo me siento dolida y humillada por todo lo que Adrian ha dicho a su sobrino sobre mí y no puedo soportarlo ni callarme y no sé de donde soy capaz de sacar fuerza para contestarle:

“Adrian, tienes razón de que con mis actos y por lo que has visto lo que llevamos juntos que soy ahora una golfa y una puta. Pero si soy así, no es porque yo lo haya deseado, sino porque ha habido hombres que he creído que me amaban y al final ellos mismos me han entregado a otros hombres como tú, como Said, como Ibra. E incluso tú, Ignacio, y tus amigos habéis bajo chantaje y engaños convertirme en lo que ahora mismo soy y acaba de decir tu tío: una puta y una golfa. Cuanto daría yo por volver a ser esa mujer decente, cristiana, beata y amante madre y esposa como era antes de que todos esos hombres se cruzaran en mi camino, pero eso ya es imposible y menos después de lo que está pasando y va a pasar esta noche. Por eso Adrian, si soy así no toda la culpa es mía (aunque la tenga al no haber sido valiente y haberme revelado a ellos y a los sentimientos que han ido naciendo en mí) sino por esos hombres y las circunstancias que me han llevado a ello. Si llego a convertirme en esposa de Ignacio (y todo parece que así va a ser) ten en cuenta que si se convierte en cornudo, será porque él quiera y le guste y desee ver como yo su mujer soy follada y entregada a otros hombres para que gocen de mi cuerpo, pues si él no lo quiere yo y mi cuerpo solamente seremos suyo. Y siempre haré lo que él desee que haga, bien serle fiel y solo suya o de todos los que él quiera y me entregue a ellos e incluso e los que él no me entregue pero me facilite que lo haga por su comportamiento”.

Adrian entonces, permanece callado un momento como pensando y después nos dice a los dos:

“Bueno parece que los dos estáis dispuestos a casaros y Esperanza ha quedado claro su punto de vista. De modo Ignacio, si llegas a ser cornudo, será porque tú quieras y goces con serlo. Eso sí, si así lo decides, quiero que siga en pie nuestro acuerdo de  que esta esplendida mujer, será también mía cuando lo desee, pero eso será si tú no decides que solo sea tuya, sobrino”.

Ignacio arrancó el coche y al pasar ante la oficina, donde se encuentra Domingo, para el coche, me bajo, cojo las medias viejas y dirigiéndome a la ventanilla se las doy al encargado del parking. Este, con una sonrisa las coge, se las lleva a su nariz, las huele y después se las guarda en uno de sus bolsillos, supongo que junto con mis bragas que le había dado antes.

Sin decir palabras, vuelvo al coche, la barrera ya esta levantada y en cuanto estoy sentada en mi asiento, Ignacio arranca saliendo a la calle y cogiendo dirección a la localidad donde yo vivo. Por el camino Adrian me hace varias preguntas, sobre mis costumbres y hábitos en el pueblo, las amistades que tenemos mi marido y yo, los lugares donde solemos ir, bares, iglesia, tiendas, etc. Me pregunta si algunas de nuestras amistades o personas que trabajan en los lugares donde solemos frecuentar, se han fijado en mí o se me han insinuado o si yo he notado que alguno de ellos (siempre personal masculino) está interesado en mí y mi cuerpo o si yo pienso que desearían estar conmigo y disfrutar de mi cuerpo. Yo en principio no caigo para que pregunta esas cosas y le indicó, varios de los amigos nuestros que siempre he notado que les gusto y que si hubieran podido o se hubieran atrevido habrían deseado pasar un buen rato conmigo, así como el dueño de la cafetería que hay cerca de casa y a la que solemos ir mi marido y yo a menudo y que siempre me está tirando piropos y diciéndome cosas bonitas sobre mí. Me doy cuenta que él ha ido apuntando varios nombres en una libretita que se ha sacado del bolsillo y le oigo que me dice:

“Esperanza, por favor déjame un momento tú teléfono móvil, solo es un momento, quiero ver una cosa”.

Se lo doy, y el se va a la agenda del mismo y comienza a buscar los teléfonos de las personas cuyos nombre ha anotado anteriormente. Luego me le devuelve y me dice:

“Gracias, con esto ya tengo suficiente. Te voy a poner en copia del whatsApp que estoy mandando a tú marido con las fotos y videos que te hemos sacado en el parking, follando con Domingo y conmigo para que las tengas y sepas sin engaño todo lo que le mandamos”. Yo le miro con cara de enfado, pero él entonces dando al botón de envío el móvil, me dice:

“No debías de enfadarte, sino todo lo contrario agradecerme que le envíe esas fotos y otras cosas que le enviaremos de lo que pase esta noche (que aún quedan bastantes cosas por pasar). Ten en cuenta que esto lo hago para que el cornudo se decida al verse ridiculizado a separase de ti y a divorciarse para que tú y mi sobrino tengáis el camino libre para poderos casar”.

Cuando llegamos al pueblo donde vivo, le dijo a su sobrino:

“Ignacio, antes de ir a casa de Esperanza, ya que tú sabes donde vive, me gustaría que dieras una vuelta por el pueblo, quiero ver el ambiente y así elegir zonas para que tu futura esposa pueda pasear y saludar a sus vecinos”.

Su sobrino le hace caso y comienza a recorrer valles y lugares conocidos y en esa hora concurridos de la ciudad donde vivo. Pasado un rato en el que habíamos recorrido ya casi todo el pueblo, Adrian le dijo:

“Vamos a la calle donde está la oficina del Banco …….. (le da el nombre del banco donde mi marido y yo tenemos nuestras cuentas), y aparca en ella , si puedes a unos 20 metros de la puerta del mismo”.

Ignacio hace lo que le dice su tío y logra encontrar un sitio para aparcar en la acera de enfrente del banco, a unos treinta metros de la puerta. Para el coche y entonces Adrian me dice:

“Esperanza, bájate del coche y por favor cruza la calle y junto con Ignacio del brazo, ves hasta el banco, entra y ponte en el cajero a sacar dinero, no hace falta que saques dinero, solo con que pidas saldo y estés durante unos minutos dentro de la puerta es suficiente. Luego sales y al hacerlo mira hacía la cámara que hay en esa zona donde está el cajero y regresáis aquí al coche. ¡Ah!, lleva bien abierta la chaqueta, que se te vea bien la blusa y la faldita, pues con lo guapa que estas, merece la pena que tus convecinos te vean y que quede constancia en la grabación para que los empleados del banco, mañana cuando revisen la grabación, puedan ver también lo guapa y hermosa que estas y puedan disfrutar al menos con su vista de tú cuerpo, ya que por ahora no van a poder disfrutar de él”.

Yo me paro, como si no quisiera hacerlo, pero algo dentro de mí me obliga hacer caso de lo que Adrian me ha mandado hacer. Me bajo del coche, me abro la chaqueta y separo un poco las solapas y laterales de la misma, de tal forma que se pueda ver perfectamente mi blusa mostrando bajo ella el sujetador y mis grandes pechos, así como la pequeña faldita que prácticamente no tiene más de una cuarta de una mano de tela. Ignacio me agarra por la cintura y cruzamos la calle y nos dirigimos hacía la puerta de la sucursal bancaria, tengo suerte y a penas me cruzo con dos parejas en el trayecto, una de ella no la conozco de nada pero la otra si que nos conocemos de vista, me miran y se sorprenden de que un chaval tan joven (que es aún más pequeño de mi hijo) me lleve agarrada de mi cintura y pegada a él e incluso haciéndome arrumacos y besándome de vez en cuando en la cara y boca. Cuando llegamos ante la puerta de la sucursal veo mi imagen reflejada en el cristal de la misma, y me da vergüenza verme con esa pinta y en mi pueblo y encima en un lugar público donde soy bastante conocida, por eso me quedo parada un momento como si no estuviera allí, vuelvo en mí y me doy cuenta que tengo todo el aspecto de una puta preparada para hacer su trabajo en la calle, con mi aspecto incitando y sexi, mostrando bajo mis ropas transparente todos mis grandes pechos, pudiéndose ver y notar perfectamente mis grandes aureolas y pezones. Entonces Ignacio me dice al oído:

“Profe, cariño, saca tú tarjeta bancaria del bolso y pásala por el lector, para que se abra la puerta y podamos entrar dentro al cajero”

Yo hago lo que me dice, pues en esta sucursal el cajero está dentro (en una especie de entrada entre la puerta de la calle y la de la oficina), paso la tarjeta por el lector, la puerta se abre y entramos los dos al cubículo donde se encuentran dos cajeros. Entonces Ignacio me hace mirar hacía la cámara que hay en esta zona y me va desabrochando la blusa, dejando a la vista mi sujetador negro transparente en el que se puede ver ahora perfectamente mis aureolas y pezones. Yo le digo, tratando de taparme:

Por favor Ignacio, no me hagas esto, es el banco donde tengo mi cuenta y todos me conocen, mañana cuando vean la grabación todos me verán y perderé la reputación de mujer decente que tengo y además todos pensarán que soy una fresca y una puta”

Él me contesta:

“Por eso lo hago, para que todos sepan realmente lo que eres y tú marido por el bochorno te repudie y se separe de ti y pida el divorcio, pues aunque no te lo parezca, estoy haciendo todo esto por ti y por mí, porque te amo y quiero que seas mi mujer, mi esposa mi amor, y no me importa lo que tenga que hacer para conseguirlo. Y este plan de mi tío, de abochornar a tu marido y ridiculizarle, humillarle haciendo que todos vuestro entorno sepa, vea (y algunos de vuestros amigos y conocidos incluso puedan pasar un rato contigo) y compruebe lo puta que es esa mujer que tienen por decente y beata y lo cornudo que es su marido, creo que puede llevarme a conseguir el poder que cumplas tu palabra dada y escrita en el contrato que firmamos en su día de convertirte en mi esposa si algún día te deja el cornudo de tú marido”.

Luego comienza a sobarme mis pechos, y metiendo una de sus manos dentro de mí sujetador saca mis dos grandes ubres fuera de las copas de mi prenda interior mostrando ahora sí, sin nada, mis pechos a la cámara y a toda persona que pase por la calle y mire hacía dentro. Luego con sus manos lleva primero uno y después el otro de mis pechos a su boca, los chupa y succiona, siempre mirando hacía la cámara para que se vea bien. Yo al sentir sus labios en mis pezones, no puedo reprimir un suspiro de placer y cerrar mis ojos, mostrando a la cámara sin querer, el placer que este muchacho (casi un niño) me está haciendo sentir en esos momentos. Después de estar al menos un minuto chupándome mis pechos, me da un cachete en mi culo y me dice que me ponga mirando al cajero, que introduzca la tarjeta y haga alguna gestión en él, de forma que al menos me tire haciéndola uno o dos minutos. Yo hago lo que mi joven amante me dice y mientras la estoy haciendo, Ignacio me sube mi faldita y muestra a la cámara mi culo con mis bragas negras transparente, donde se me puede apreciar perfectamente la raja de mi culo y gran parte de mi pelambrera que sobresale por sus extremos. Cuando ya llevo más de medio minuto en esta posición, lleva sus manos al elástico de mis braguitas y me las baja hasta las rodillas y a después lía la falda a mi cintura, dejando a la vista de todos y de la cámara mi culo completamente al aire. Cuando termino de hacer la gestión, me voy a subir las bragas y bajarme la falda, pero él me lo impide y me hace darme la vuelta mostrando a la cámara todo mi coñito al aire y rodeado todo él por mi gran pelambrera, completamente mojado tanto mi coño como los pelos que le rodean. Luego lleva su mano a mi coñito y con sus dos manos separa mis muslos para que se me vea bien toda mi rajita. Luego con sus dedos abre mis labios vaginales para que se vea bien el interior de mi vagina encharcada por mis propios jugos. A continuación, me va introduciendo uno, dos tres y hasta cuatro dedos dentro de mi vagina y comienza a masturbarme, lo que hace que yo me ponga muy excitada y comience a sentir de nuevo la llegada de un orgasmo y esto me hace perder la cabeza y olvidarme de donde estoy y que todo se está grabando por las cámaras de seguridad del banco así como de que cualquiera que pase por la calle y mire hacía dentro, puede vernos y conocerme, y comienzo a decir a Ignacio:

“Sigue, sigueeee no pares ahora, me viene, me viene otro orgasmoooo siiiii no pareees , quiero que me folles aquí mismo, no me importa nada hazlo por favor lo necesitoooooo, siiiiii follameeee por favoooorrr……”

La sustancia inyectada en mi cuerpo, aunque ya hace bastante tiempo que me la pusieron, sigue haciendo su efecto en ambos sentido, es decir afrodisiaco y perdida de voluntad, pues no es posible que tras las corridas del parking con domingo y Adrian en condiciones normales yo estuviera tan caliente y excitada y siguiera teniendo tantas ganas de sexo hasta el extremo de no importarme nada de lo que pueda ocurrir cuando se vea la grabación o si nos descubren en estos momentos. Pero Ignacio tiene otros pensamientos, cuando ve que estoy a punto de llegar a m i orgasmo, deja de masturbarme con sus dedos, los saca de mi vagina y dejándome a punto, me dice:

“Por ahora ya es bastante, lo que me pides lo haré dentro de un momento, pero no aquí en otro lugar que aún enfadará más al cornudo cuando lo vea. Súbete las bragas y bájate la falda. Quítate también el sujetador y guárdalo en el bolso y luego abróchate solamente tres botones de la blusa, la chaqueta déjala así abierta y no tardes que tenemos todavía mucho que hacer. Cuando estés lista (como te he dicho) salimos y nos vamos a ver donde quiere mi tío que nos dirijamos ahora”

Yo pasados unos segundos vuelvo en mí y mirando hacia la puerta veo a Adrian grabando o sacando fotos con el móvil y a un par de chavales de unos 14 0 15 años mirando a su lado desde la calle, hacía el interior de la entidad bancaria donde Ignacio y yo nos encontramos. Cuando estoy lista, abrimos la puerta y salimos. Adrian ya no está en la puerta, miramos hacía el coche y le vemos que está dentro del mismo y n os indica con su mano que vallamos donde él se encuentra. Cuando llegamos, nos hace entrar y nos muestra el video que nos ha graba do cuando estábamos en el cajero. Comienza con una vista general de la calle y va enfocando hasta que acaba en la puerta del banco y comienza a grabarnos a Ignacio y a mí lo que hacemos, no es muy largo, pero lo suficiente para que se pueda ver lo que ha pasado y donde ha sido. Tras mostrármelo, marca en su móvil y a los pocos segundos recibo un whats-App en mi móvil, es de Adrian, lo abro y compruebo que es el mismo video que acaba de enseñarnos, entonces me dice:

“Acabo de enviársele al cornudo, para que vaya viendo todo lo que hace su mujercita, a ver si con lo que le mostramos es suficiente para que se separe y no tenemos que hacer uso de la información que nos dio su compañero de trabajo sobre los negocios sucios de él en la empresa”

Luego me dijo:

“Estas caliente, y deseando que alguien te folle de nuevo, la estrategia de mi sobrino de ponerte a punto ha sido buena. Ya veo que aunque no te gusta lo que has hecho en la sucursal, si que te ha calentado hasta el punto de haber sido capaz, si Ignacio hubiera querido, de follar ahí mismo. Bueno pásate aquí atrás un momento conmigo, quizás te alivie un poco tu calentura lo que te voy hacer”.

Yo de nuevo salí del coche y me metí con Adrian en el asiento de atrás. Sin decir una palabra, Adrian con la mano izquierda me agarró de la nuca y acercó mi cabeza a su paquete, mientras se sacaba la polla con la derecha. Estaba completamente empalmado y yo simplemente abrí la boca para que entrase toda. Me costó trabajo (al ser tan gruesa) para que me pudiera entrar en mi boca, pero una vez que conseguir entrarme el glande, rápidamente Adrian hizo que me llegara hasta la garganta. El tío de mi ex alumno sujeto mi cabeza por los lados con ambas manos y la movió arriba y abajo follándome la boca con golpes secos y violentos. Fue muy rápido y al quinto o sexto empujón, hundió mi cabeza hasta el fondo, mi nariz se presionó con su vello púbico y comenzó a correrse en mi boca. Soltó cuatro o cinco chorros que fueron directamente a mi estomago, luego se quedo completamente quieto. Su verga se estaba desinflando dentro de mi boca, lo cual aproveche para recorrerla entera con mi lengua, bañándola en mi saliva y sorbiendo hacia dentro. Quería devorar el poco semen que no estuviera ya en mi estomago. Al cabo de unos minutos, me empujo, apartándome de él, y volviendo a esconder su polla. Se echó hacia atrás y dijo a su sobrino:

“¿A cuánto está la casa de esta golfa de aquí?

Ignacio le contesto:

“Esta cerca, como a unos 500 metros, dos calles más allá a la derecha”

Y dirigiéndose ahora a mí me dijo:

“¿El bar donde soléis juntaros tú, marido y tú con vuestros amigos, está cerca de tú casa?”

Yo le digo:

“Sí en la misma calle unos 70 ó 80 metros más abajo en la acera de enfrente”

Entonces él dijo a Ignacio:

“Arranca el coche y párale en la puerta de su casa”

Yo al oír esto, me quede mirándolo, con cara de bobalicona, estaba extasiada, no tenía ni idea de que pretendía hacer y tenía miedo de lo que se le ocurriera, pero a la vez me excitaba y me calentaba aún más. Este hombre parecía saber exactamente como me tenía que tratar y que hacerme para sentirme humillada y sumisa e hiciera todo lo que me ordenará y lo malo es que eso me calentaba muchísimo y encima lo sabía hacer muy bien. Estaba aún con parte de la saliva que tenia acumulada en mi boca y goteaba de mis labios por la comisura de mis labios. Me pasó su mano por mi boca y barbilla, limpiándomela y después acerco esa misma mano a mi boca para que se la chupara y le limpiara la saliva mezclada con su semen que acababa de quitarme.

Ignacio arranco y se dirigió hacía mi casa, donde cuando estábamos delante de mi puerta, aparcó allí mismo y le dijo a su tío, indicándole con su dedo:

“Hemos llegado, es aquella puerta de la reja del jardín, ¿Qué hago?”.

Su tío le dice:

“Para el motor, vamos a bajarnos, quiero tomar algo en el bar donde Esperanza y su marido suelen ir, después ya entraremos. Pero antes, quiero Esperanza que te tumbes sobre mi rodilla, aunque veo que aún estas bajos los efectos de la mezcla que te inyectó Said, quiero inyectarte el resto que sobró, para que tú calentura y docilidad no baje de nivel. ¿Quieres que lo haga o no?, haré lo que tú quieras, pero piensa que nos dijiste ha Ignacio y a mí que estaba dispuesta hacer todo lo que te dijéramos que hicieras esta noche cuando te preguntamos si estabas dispuesta o no hacerlo. Y creo que muchas de las cosas que aún tengo planeado hacerte y aún no he hecho son demasiado fuertes o te comprometen tanto que si no estás bajo los efectos de esta droga dudo que seas capaz de hacerlas?-

Yo con lo excitada que estoy y con las ganas que tengo de que alguien me folle de nuevo, no lo pienso y le vuelvo a decir que sí que me inyecte el resto que queda del preparado que había hecho Said, que no me importa lo que pueda pasar y que yo asumo todas las consecuencias. Cuando acabé de decirlo, me di cuenta que Ignacio había estado grabando todo e incluso mis palabras asintiendo y dando mi aprobación para que me introdujeran de nuevo más droga.

Adrian sacó la jeringuilla y el frasquito con lo que aún quedaba de la mezcla. Clavo la aguja en el tapón de goma del frasquito y con la jeringuilla extrajo todo el contenido del frasco. Después, me subió la faldita y pincho con la aguja encima justo del puntito que había pintado en mi nalga cuando Said me inyectó aquella tarde. Apretó el embolo de la jeringuilla y yo comencé a sentir en mi pierna como me entraba muy despacio el liquido a medida que salía de la jeringuilla. Cuando acabo, me sobó un poco con sus dedos y mano la zona de mi nalga donde me había pinchado, con el fin de que se distribuyera bien todo el líquido por el interior de mi pierna y después dándome una fuerte palmada en mi culo me dijo:

“Pues lista, tú lo has querido y has consentido, lo que quiere decir que todo lo que pase y se haga a partir de ahora igual que anteriormente ha sido con tú pleno consentimiento. Ignacio has grabado todo ¿no?, pues mándalo por whats-App al cornudo, a esta puta y a mí”.

Ignacio hizo lo que le dijo su tío y mando el video y la grabación de audio a los que Adrian le había indicado. Luego nos dijo que saliéramos del coche y que esperáramos a que él saliera. Así lo hicimos y cuando él se bajo dirigiéndose a mí , me abrió mi chaqueta y me miró de arriba abajo durante un rato, después me dijo:

“Ha sido buena idea la de que te quitaras el sujetador, de esta manera, tras la transparencia de la blusa, se te ven mejor tus bonitos pechos y sobre todo esas grandes aureolas y pezones que tienes y más así erectos como por lo caliente que estas los llevas ahora mismo. Pero vamos a completar el cuadro y le vamos a dar un aire todavía más morboso y sexual. Por favor quítate también las bragas y guárdalas junto con el sujetador en tu bolso, de esa forma te respirará tu chocha y las bragas no estarán tan mojadas como tenias las anteriores, ya que hay que conservarlas un poco, pues solo te quedan dos y una de ellas quiero que sean para tú marido, para que la tenga de recuerdo de esta noche tan especial, ja, ja,ja…”.

Hice lo que me indicó, allí mismo en la acera (menos mal que en ese momento no había ni pasó nadie por donde nosotros estábamos) y luego nos dijo:

“Venga vamos a bebernos esa cervecita que tanto nos apetece y que bien nos hemos ganado. Esperanza vamos al bar que frecuentáis tu marido y tú, ya que es el que más cerca tenemos. Ven agárrate a mi brazo y llévanos has él”.

Yo hice lo que me dijo y me encaminé hacía el bar, tras nosotros nos seguía Ignacio. En ese momento, no podía apartarse de mi cabeza el preguntarme ¿Qué sería lo que tenía preparado Adrian hacerme en ese bar?, pues estaba segura que lo de beber la cerveza solamente era una escusa para que fuéramos allí y llevar a cabo lo que tenía pensado y premeditado.

Cuando llegamos al bar y en la puerta me quedé parada como si tuviera un presentimiento y algo en mi interior me impidiera entrar, entonces Ramiro (que así se llama el dueño del bar), viéndome y dirigiéndose a mí me dice desde la barra:

“¡Doña Esperanza! ¡Cuánto tiempo sin vernos y sin pasar por aquí! ¿Qué tal se encuentra?, por lo menos hace más de una semana que no se la ve a usted por aquí, porque su esposo si ha venido entre medias dos o tres veces con sus amigos”.

Adrian entonces empujándome en  mis nalgas, con sus manos, hace que me introduzca en el local y le respondo a Ramiro:

“Bien, bien, muchas gracias Ramiro. Y usted, ¿Qué tal se encuentra? “

Y él me responde, mirando sin apartar su mirada de mis grandes pechos que se transparentan tras la blusa (que queda completamente a la vista, por llevar abierta del todo mi chaqueta):

“Desde luego no tan bien como usted, que esta noche viene tan hermosa. Les pongo a usted y sus amigos un par de vinitos, especiales para usted, doña Esperanza, que ya verá como la gustan y estoy seguro que esta noche la sentara de maravilla”.

Yo le contesto:

“Por mi está bien, pero mis amigos prefieren cerveza”.

Ramiro puso una copa y dos vasos, puso dos botellas de tercio de cerveza, las abrió y después cogiendo una botella de vino que tenía en la estantería, la abrió y echó un poco de él en la copa que había puesto, llenándola hasta la mitad. Yo me la lleve a mi boca y bebí un poco, pudiendo observar como Ramiro era incapaz de apartar su irada de mis tetas. Yo me dejé mirar durante unos segundos y después dirigiendo i mirada a sus ojos dije:

“Perdonad, tengo que ir un momento al baño”

Cuando me dirigí hacia el baño, tras andar unos pasos, volví la cabeza y pude ver cómo tanto el dueño del bar como los clientes que había en el local seguían con sus miradas mis pasos y no perdían detalle de mi culo y de todo mi cuerpo, comprendí en ese momento que para todos ellos en ese momento era el manjar más deseado en el bar. En ese momento veo como Adrian le comenta a Ramiro algo a su oído, que sin duda era referido a mí, entonces Ignacio al ver que les estoy viendo me hacía una señal como indicándome que siguiera hacía el baño. El sentirme observada y deseada por todos los hombres que en ese momento había en el local, me gustaba y acrecentaba aún más mi propia calentura y deseo de hombre. Al llegar al servicio, entré en el de señora y me introduje en la cabina donde se encontraba el WC y antes de sentarme en él para orinar, pude ver que quedaba muy poco papel. Y sin pensarlo salí y al hacerlo me vi reflejada en el espejo que había por encima del lavabo, pudiendo apreciar que se me transparentaban perfectamente mis pechos viéndose con toda claridad mis grandes aureolas y pezones. Entonces comprendí perfectamente porque Ramiro no podía quitar su mirada de mis pechos y eso me excito muchísimo e hizo que por mi cabeza pasara el poder jugar un poco con él, calentándolo y excitándolo y si se lanzaba esperar que es lo que pudiera pasar. Sin pensarlo dos veces salí al recinto del bar y desde el comienzo del pasillo, con voz un poco melosa y dirigiéndome al dueño del bar le dije:

“Por favor, Ramiro, puede traerme un rollo de papel, pues no queda nada en el servicio de señora”

Él muy atento y presuroso me dijo:

“Si Dª Esperanza, ahora se lo llevo, no se preocupe”

Hice  con que me dirigía de nuevo hacía el servicio pero me quedé escondida en el pasillo viendo como Ignacio y su tío le decían algo a Ramiro, antes de que se dirigiera hacía los servicios, ya con el rollo de papel en la mano.

Yo me metí dentro del servicio de señoras y me desabroche dos otoñes de mi blusa, la situación más con las ganas que Ignacio me había dejado en el cajero me tenían muy caliente y con muchas ganas de que algún hombre me metiera su polla dentro de mi vagina, en ese momento me daba igual quien fuera y las consecuencias que ello pudiera tener luego en mi vida y la de mi esposo. Por eso quería provocar y excitar, si aún era posible más a Ramiro para que perdiera la cabeza y me follara si fuera posible allí mismo dentro del servicio de señoras.

Cuando llego a la puerta del servicio de señora, no se atrevía a entrar y dijo desde el pasillo:

“Dª Esperanza, ¿está ahí en el servicio?, ¿puedo entrar? La traigo el papel higiénico que me ha pedido”

Yo le contesto desde dentro:

“Sí Ramiro, por favor pasa y dame el papel, estoy en la cabina”

Yo al sentir los pasos del hombre, abrí la puerta de la cabina y él se paró de golpe. La imagen que tenía delante era yo sentada en la taza del wáter orinando. Él no supo reaccionar y se quedo parado como un pasmarote, como si le hubieran hipnotizado. Yo entonces, cuando terminé de orinar, me levanté dejando durante unos segundos que Ramiro pudiera contemplar perfectamente todo mi coñito y la abundante pelambrera que le rodeaba y después, me acerqué a él, le quité de la mano el rollo de papel higiénico, corte un trocito y me limpié con él mi rajita. Luego me volví, para que colocar el rollo sobre la cisterna, inclinándome todo lo que pudo sobre la cisterna, para que pudiera ver perfectamente mi culo desnudo bajo mi faldita. A continuación me volví, el seguía quieto y sin quitar ojos de mi cuerpo,  y haciendo como que me colocaba mi falda, le dije:

“Ramiro, ¿te ha gustado lo que acabas de ver?”

Él se queda aún mas cortado y no es capaz de contestarme nada, sino que se ruboriza y se pone toda su cara colorada, entonces yo acercándome más a él le sigo diciendo:

“Llevo observándote hace tiempo, cuando venimos al bar que no dejas de mirarme y cuando te miro, bajas la cabeza. Sé que te gusto e incluso que me deseas, y hoy nada más entrar con mis amigos, he podido observar que no has quitado tu vista de mis pechos. Contéstame sinceramente, estamos solos y no saldrá lo que me digas de aquí, te lo prometo- ¿Te gusto, me deseas, te gustaría poder tenerme y poseer mi cuerpo, aunque solo sea una vez?

Él me mira ahora fijo a los ojos y un poco nervioso, me contesta:

“Dª Esperanza, es verdad que llevo mucho tiempo que usted me gusta y que la deseo y aunque sé que será imposible (dado que usted es una señora decente y de una intachable reputación) si me gustaría poder tenerla entre mis brazos y poder poseerla aunque solamente sea una vez en la vida. Muchas veces cuando ha estado usted con su marido, he tenido que ir al almacén, con el pretexto de ir a por algo,  cuando en realidad a lo que he ido ha sido a masturbarme pensando en usted, y perdone por mi sinceridad”

Yo miro hacía la puerta del servicio y veo a Adrian con su cámara grabando todo- Adrian al ver que le miro me hace señas para que siga a delante y me decida y haga que el dueño del bar se lance para tocarme y si es posible poseerme.

Yo entonces decidida, le agarro su mano y le introduzco dentro de la cabina del wáter donde yo hace unos minutos he orinado. Le cojo su mano y se la llevo hasta uno de mis pechos para que le toque por encima de mi blusa y el digo:

“Ramiro, ha llegado ese día que tanto has deseado, se que te sorprende mi forma de actuar y cómo voy vestida, pero es que estoy muy excitada y ahora mismo solo deseo entregarme a ti, de modo que si tú quieres aquí me tienes”

Diciéndole esto, me desabrocho los pocos botones de mi blusa, que aún quedan abrochados, y me saco la prenda fuera del elástico de mi falda y al hacerlo le digo:

“Tócame mis pechos y chupa todo lo que quieras de ellos, si aprietas puedes sacar leche de ellos y probar mi leche, eres uno de los pocos hombres que tendrán la suerte de poder probarla”

Él hace lo que le digo y antes de acercar su boca a mi pezón izquierdo, me dice:

“Entonces Dª Esperanza, es verdad lo que me han dicho sus amigos, cuando usted se ha venido hacía el servicio, que es una golfa y una puta y que siempre lo ha sido aunque aquí en el pueblo haya guardado las paraciencias y haya hecho creer a todos que era toda una señora respetable, joder si hubiera sabido antes”.

Dicho esto acerca su boca a mi pezón y con sus manos empieza a manosear mis tetas y apretar con fuerza hasta que consigue sacar la leche de mis pechos y comienza a succionar como un loco. Yo estoy ya muy excitada y entonces llevo mi mano a su cintura le desabrocho el cinturón y el botón de su pantalón, le bajo la cremallera del mismo y metiendo mi mano derecha dentro de su calzoncillo, llego a su polla, ya erecta y dura, se la saco fuera y comienzo a acariciársela. Yo suspirando de placer le digo:

“Así, así sigue, sigue, no pares por favor aprieta y ordéñame chupa con fuerzaaaa….aaahhhh siiiiii asiiiiiiii aaahhhh que placeeer me estas dandoooo   sigueee….te, te,, gustaaaa verdad dime que te gustaaaaa mi lecheeee…..oooohhh….unnnmmmmmm”

Él sin dejar de chupar, cuando aprovecha para coger aire me dice:

“Siiiii….ooohhhh que leche mas ricaaa, que tetas me vuelven loco me encantaannn que gordas y grande son…joder Dª Esperanza cuanto he deseado este momento y las veces que he soñado con estas tetas, quien me iba a decir a mí que usted era tan putaaa……”

Yo ya estoy fuera de mí y solo deseo que me la meta por eso le digo:

“Ramiro, por favor fóllame, quiero que me metas tu polla en mi coño, quiero sentirme llena con tu polla y que te corras dentro de mí, y no te preocupes si me quedas preñada, es lo que más deseo en estos momentos”

Él al oírme me dice:

“Ven mejor lo hacemos ahí fuera, ya es tarde y han pasado muchas personas por ellos y están un poco guarros y una puta como tú no merece que se la follen en un sitio como este”.

Tiene razón la cabina del wáter daba asco, y debido al haber pasado bastantes personas por él estaba bastante sucio y desprendía un olor pestilente muy desagradable. Todo el suelo estaba pringoso, lleno de pisadas y charcos de haberse meado la gente fuera. La taza del wáter tenía todo el borde salpicado de goterones amarillentos. Sólo el rollo de papel higiénico, recién puesto por mí,  parecía en buen estado.

Salí de la cabina y en la zona del servicio donde están los lavabos estaba con su cámara Adrian que había grabado todo, siguió haciéndolo y no se inmuto cuando nos vio y el dueño del bar hizo también como si no le viera, entonces me dijo Ramiro:

“Ven vamos ahí junto a los lavabos”

Según me decía esto, con una mano me agarraba de uno de mis brazos y con la otra se sujetaba su pantalón, para que no se le cayera. Cuando llegamos hasta el lavabo se puso detrás de mí, me subió la falda, contemplando mi desnudo culo enmarcado en los enganches del liguero y mis medias y mis torneados muslos. Luego se bajó el pantalón y los calzoncillos hasta el suelo, dejando al descubierto una enorme polla, erecta, gruesa y larga y cubierta de abultadas venas azules que emergían de una gran y densa mata de pelos negros y rizados. Se quita los zapatos apoyando uno en el talón del otro y se sale del pantalón y de los calzoncillos dejándolos en el suelo tirado. Se acerca a mí y comienza a restregar su instrumento por todo mi culo, me hace separar un poco más mis piernas e introduce su polla entre ellas restregándome ahora mi rajita con la punta de su gruesa polla. Juega y juega a lo largo de toda la rajita y cuando llega a mi clítoris se entretiene un ratito en él dándome muchísimo placer, luego vuelve a bajar y comienza a apretar hacía dentro, como si quisiera entrármela ya, yo jadeo de placer:

“Ahhhhhh….oooohhhhhhh siiiiiiiii…sigueeeee.siiiii aprietaaaaaa yaaa entramelaaa….oooohhhhhh me gustaaaaa…..”

Pero cuando creo que lo va hacer, retira su polla y la sustituye por una de sus manos, pasando la palma de esta por todo mi coñito, luego la saca la mira y se la chupa y haciendo que me ponga de frente a él, me dice:

“Joder Dª Esperanza, está usted, totalmente mojada, debe de estar súper excitada, no me esperaba que fuera usted así de caliente, con lo recatada y mojigata que parece cuando esta con su marido y sus amigos”.

Yo fuera de mí y con un inmenso deseo de que de una vez por todas me entre su polla y me folle le digo:

“Si Ramiro, estoy muy excitada y cliente y solo deseo que me folles de una puñetera vez, y por favor de ahora en adelante trátame de tú y no te cortes en decirme o llamarme todo lo que se te ocurra, pues incluso me excita que me insulten y me traten como una p…., eso sí una vez que acabemos y cuando no estemos solo, por favor vuelve a tratarme de usted cómo has hecho hasta ahora.”

Él como no creyéndose lo que le he dicho y lo que está viviendo en esos momentos conmigo, me dice:

“Esperanza, lo estoy deseando, estoy deseando de follarte, pero no tengo preservativo y…”

Yo con voz de enfadad le corto y le digo:

“No importa. No pasa nada, hazlo sin protección, o ¿es que tienes alguna enfermedad que me puedas pegar?, porque yo estoy sana y muy salida y caliente, es más necesito que me folles ya, y si me dejas preñada por no tener protección mejor aún, es lo que estoy deseando ser preñada por algún macho que no sea mi marido. Por favor fóllame, de una puñetera vez, si lo haces ahora, te prometo que no será la última vez que lo puedas hacer, pero házmelo ya, si es así estaré dispuesta y ofrecida a ti las veces que sean necesarias, podrás follarme cuando quieras y siempre que yo pueda, no te lo negaré nunca, pero por favor ahora fóllame, córrete dentro de mí, lléname toda con tu leche y préñame de una puñetera vez cabrón, no me tengas más tiempo asííííí……”

Yo con el rostro encendido por el deseo y mirándole a sus ojos, esperé a ver si se decidía de una vez. Ramiro entonces me agarró con una mano una de mis nalgas y comenzó a pasarla a lo largo de toda ella, sobándomela y dándome más placer con cada una de sus pasadas. Se acercó a mí quedando casi pegados, colocándose su erecto miembro a la altura de mi coñito, yo acerqué un poco más mi pubis a él, hasta que sentí la punta de su polla rozarme mi rajita. Entonces él colocó sus dos manos, una sobre cada uno de los cachetes de mi culo, me atrajo hacía él y no hijo falta que colocará su polla, para que en este impulso me introdujera toda la punta de su instrumento, yo al sentirla como se va deslizando en mi vagina, no puedo evitar emitir un suspiro de placer:

“Siiiiiii aahhhhhh…..por fiiiiiinnnnnnnn que pkaceeerrr, entramela toda, aprieta, mueveteeee, te deseo por completo dentro de míííí……”

Ramiro, entonces me levanta con sus manos (que tiene en mis nalgas) del suelo y dando otro empujón más fuerte consigue meterme del todo su hermoso, largo y grueso miembro en mi vagina. Yo le rodeo con mis piernas, cruzándoselas en su espalda, para que no se me escape y le aprieto con fuerza contra mí. Él así como me tiene se va acercando a la encimera donde se encuentra el lavabo y me hace que estire mi espalda sobre la fría piedra de la misma, quedando mi culo fuera de ella y sin que ya yo le tenga que indicar nada él comienza a follarme con fuerza, con un mete saca continuo y fuerte, lo que hace que me vuelva loca y comience a chillar diciéndole:

“Aaaahhhhyyyyyy, siiiiiii, siiiiiii sigueee, sigueeee no te pareees dame fuerte cabrón quiero que te corras dentro de mí , y quiero que me llenes con  tu lecheeee dame fuerte Ramiro no te cortes, no veas a esa mujer decente que crees que soy, trátame como la puta y golfa que realmente soy y hazme todo lo que has deseado hacerme en todas esas veces que te has masturbando pensando que me lo hacías, siiiii ahora soy tuya soy tu putaaaa y me estas follando aprovéchalo, fóllame , fóllame con fuerza cabrón”.

Mis grandes tetas están esparramadas sobre mi cuerpo, se mueven para todos  lados, incluso noto alguna vez, que mis tetas dan con la piedra el frio de la misma. Ramiro al ver el movimiento de mis cantaros y la cara de golfa que en esos momentos debo de tener por el placer que estoy sintiendo, le hace que me folle a un ritmo muy alto y deprisa, a la vez que me pregunta:

“¿Te gusta, te gusta zorra? Joder cuantas veces me he imaginado esta escena, siiiii ….siiiii, me la he pelado muchísimas veces pensando en ti pedazo de golfa, si llego a saber que eras tan puta, cuánto tiempo haría que ya te la habría metido. Toma, toma , no querías mi polla, pues toma hasta el fondo pedazo de putaaaa,,,,,ooooohhhh que ricoooo, que ricaaaaa chocha tieneeessss ……Esperanzaaaaa…..golfaaa….pedazo de putaaaaa….., estoy segura que eres así y vas buscando a hombres como yo porque el maricón de tú marido no te folla así ¿verdad, hija de puta?, dilo, dilo hija de putaaaa….quiero oírlo de tus labiossss…..y dime que cumplirás tú palabra de volver a follar conmigo más veces a partir de ahoraaa-----aaaahhhhhh”.

Yo ya fuera de mí, pues estoy enlazando en esos momentos varios orgasmos seguidos, le contesto:

“No, no Ramiro, mi marido ahhhhyyyyyy…oooouuuuuhhhhh no me folla asiiiiii…..y te aseguroooo que si seguiras follandome siempre que tú quieraaaasss y yo puedaaa en ese momentoooo….te lo prometoooooo y más si siempre es tan bueno y placentero y me vas a dar tanto placeeeer como en estos momentos me estas dandooooo,,,,,pero siguuuueeee cabróóónnnn no pareeees ahoraaa quiero que te corrrasss yaaa siiii dentro de miiiii, quieroooo que me llenes este coño de puta que tengooooo por completoooo con tu lecheeee, por favoooor correteeee yaaa…..necesito tu lecheeee cabróóóónnnn quiero que me preñeeeesss yaaaaaa…….”

Él como, si se animara con mis gritos, acelera aún más sus envestidas, se tensa y a los pocos segundos comienzo a sentir en mis entrañas el calor de su leche inundándome, a la vez que él como si estuviera fuera de sí comienza a gritar:

“ Siii, siiiii yo también quiero correrme dentro de esta caliente y hermosa chocha que tienes, te voy a reventar el coño, hija de puta y te le voy a inundar de mi leche y te voy a preñar como tú quieres, hija de puta, pero que buena estas, hace tiempo que me tenias loco por tus huesos pero ahora solo pienso en cuando podrá ser la próxima vez que te vuelva a follar. Aaaaahhhhhhh siiiiiii …..me corrrooooooo Esperanzaaaa…..siiiiii….tomaaaaa….toda mi lecheeee…….ahhhhhhhhh…siiiiiiiiii…..aaaahhhhhhhhh…….tomaaaaa…..todaaaa mi lecheee….ooooohhhhhhh….”

Mientras esto hacía no dejaba de darme azotes en mi culo, se curvaba hacía atrás con los ojos cerrados, y a los pocos segundos comencé a sentir los abundantes chorros de su leche dentro de mi coñito, chorros intermitentes y calientes que me llenaban por completo y me llenaban de placer. Y cuando acabó de correrse se echó sobre mi cuerpo resoplándome por su cansancio sobre mi cara. Yo también estaba cansada y aproveche para descansar. Tras unos segundos descansando, él acercando su boca a mí oído me dice:

“Gracias Esperanza por haberme concedido el mayor deseo que he tenido en mi vida, desde el día que te vi por primera vez entrar en mi bar, que no ha sido otro que el poder hacer contigo lo que acabamos de hacer. Y si me permites usar un lenguaje un poco bajero y basto es el mejor polvo que he echado en mucho tiempo. Espero que tras haber saciado tu calentura no te olvides de tú promesa de volver a follar conmigo cuando te lo pida y siempre que tú puedas, joder “Dª Esperanza” quién me iba a decir a mí que fueras tan caliente y tan puta, ja, ja, ja,…”

Ramiro, tras esto me sacó la polla al incorporarse, saliéndose de dentro de mí se incorporó y al hacerlo comenzó a salir gran cantidad de semen mezclado con mis jugos, cayendo a lo largo de mi rajita y culo para continuar las piernas abajo. Adrian no dejaba de hacerme fotos y video con su teléfono móvil. Mi casual amante se agachó a coger su ropa y comenzó a vestirse, tras hacerlo me saludó con su mano y salió del servicio de señora, dejándome allí espatarrada tirada sobre la encimera del lavabo y Adrian mirándome y sonriendo, entonces me dijo:

“Perra, ¿has disfrutado, he puta?, pues ahora arréglate y sal pronto al bar, me tienes que presentar a los parroquianos y sobre todo si en este ratito ha entrado algún amigo de tú marido y tuyo, pues también es posible que si alguno te desea en secreto, esta noche tenga también la oportunidad de follarte como la ha tenido el dueño de este bar”.

Diciendo esto, salió también del servicio y se dirigió hacía el bar. Yo me limpie con papel higiénico el semen que salía de mi coño y cogiendo un poco de agua en mi mano, volví a limpiarme mi rajita con mi mano mojada en el agua. Luego volví a coger otro trozo de papel y me seque mi sexo. Luego me arregle mis ropas y salí dirección al bar dejando tras de mí el servicio, donde hacía unos momentos tanto había disfrutado. Cuando iba por el pasillo hacía el bar, me entró el whats-App que me mandaba Daniel, en el cual me enviaba varias fotos y dos videos de la follada que acaba de tener en el servicio con Ramiro, el dueño del bar, me imaginé que también se le había mandado a mi marido, como había hecho con los anteriores. Cuando llego a la barra, están ya Ignacio y Daniel esperándome y hablando con Ramiro, cuando llego Ramiro me enseña su móvil y me dice:

“Mire Dª Esperanza, ¿hemos salido bien, verdad?”

Yo miro lo que me enseña en el móvil, y son las fotos y los dos videos que Adrian me acaba de enviar a mí. El muy cabrón se lo ha enviado también a él, esto no me gusta, pues no sé nada de la discreción del dueño del bar y no sé si será capaz de solo usarlo para su uso personal o lo irá enseñando por ahí a todos los que le de la gana, yo entonces le digo:

“Por favor Ramiro, borra esas fotos y esos videos, me da vergüenza que los tenga usted y que en cualquier descuido suyo lo pueda ver y visionar cualquier persona y vea lo que ha pasado y en que me han convertido todos ustedes, por favor….”

Entonces él, se queda unos momentos pensando y luego me dice:

“Mire, para que eso pase tendrá que darme usted algo. Vamos hacer una cosa (todo esto lo dice delante de Ignacio y Adrian), voy a ir borrándolo según usted vaya cumpliendo lo que me ha prometido en el servicio. Primero borraré las fotos ahora mismo, si usted me da su número de teléfono personal. Si quiere que lo borre comience ahora mismo con lo que le he dicho que haga como condición para que eso ocurra, mándeme ahora mismo el número de su teléfono”.

Yo me quedo un poco dudando, pero al cabo de unos segundos, le hago una llamada perdida. Cuando él la recibe me enseña el teléfono con la llamada de mi número y me pregunta:

“¿Es este su número de teléfono?”

Yo le miro y compruebo que sí, que es el mío y le digo con un movimiento de cabeza que sí es. Entonces él coge el teléfono y va al whats-App me enseña las fotos y señala 5 de ellas, las da a borrar, desapareciendo en esos momentos de su móvil. Y me dice entonces:

“Cómo ve usted Dª Esperanza yo cumplo, si quiere que borra las otras fotos y los videos, lo haré cada vez que usted cumpla lo de follar conmigo cuando yo quiera, cada vez que lo haga yo iré borrando fotos o videos, ¿de acuerdo?, sino el resto de las fotos que quedan y los videos seguirán aquí en mi teléfono. No crea que lo hago porque dude de la palabra que me dio en el servicio de que lo haría, solo lo hago por si se la pasa por la cabeza cambiar de idea y no cumplir lo prometido”

Yo mirándole, le digo:

“”De acuerdo, pero no hacía falta que me hicieras esto, pues yo siempre cumplo lo que prometo y esta vez no será menos”-

Entonces él sonriendo nos dijo a Ignacio, Adrian y a mí:

“Bueno apuren las copas, esta que viene va por mi cuenta”

Bebimos lo que aún quedaba en nuestros vasos y tras hacerlo él nos volvió a rellenar nuestros vasos con la misma bebida que acabábamos de tomar. Cuando estábamos en esto, entraron por la puerta dos matrimonios amigos nuestros, uno era el formado por Pedro y Alicia y el otro eran Antonio y Andrea. Nos saludaron y me preguntaron por mi marido, les dije que Pepe estaba trabajando y les presente a Adrian y a Ignacio como unos amigos. Adrian, pareció interesarse por Alicia, pues rápidamente se puso hablar con ella muy simpático y en un momento a darla broma e incluso se atrevió a tocarla como si fuera por causalidad en varias partes de su cuerpo. En un momento dado me di cuenta, que cuando Pedro miraba para otro lado, como la metía en el bolsillo de la chaqueta que lleva Alicia, un papel con su número de teléfono (esto me lo dijo luego cuando salimos del bar, que yo le pregunte que ponía en ese papel).Tras hablar un rato y beber con ellos otra ronda nos fuimos hacía mi casa y por el camino Adrian me pregunto:

“Esperanza, parece que estos dos no te quitaban ojos de encima y creo que si hubieran podido habría hecho lo que Ramiro ha hecho contigo en el servicio. ¿Te has dado cuenta de ello?, yo creo que a esos dos llevan tiempo deseándote y no se han atrevido a dar ningún paso por ser amigos de tú marido. Pero no te preocupes que esta noche les vamos a dar el empujón que le hace falta, ja, ja, ja….”

Yo le contesto:

“Si, ya me he dado cuenta, pero eso no es nuevo, yo sé que a los dos le gusto e incluso que me desean, pues llevan ya tiempo mirándome de esa forma y de vez en cuando al hablar se insinúan haciendo con que me dicen algún piropo, pero como bien has dicho, nunca se han atrevido a ir más lejos por miedo a que se rompa nuestra amistad. Lo que también me he dado yo cuenta esta noche es que a ti también te ha gustado mi amiga Alicia, y más arriesgándote cómo has hecho al meterle en bolsillo de su chaqueta ese papel, aprovechando que su marido Pedro miraba hacía otro sitio. Pero yo creo que con mi amiga lo tienes muy difícil, pues es una señora respetable y muy beata y católica, y siempre fiel a su marido, es de misa diaria, con eso te digo bastante”.

Él me contesta:

“Tienes razón, el papel que la he metido en su bolsillo va anotado mi número de teléfono y una nota en la que la digo que me llame. Y no te preocupes porque tú amiga sea muy decente y beata de misa diaria, pues tú también lo eras o al menos tenias esa fama y mira donde estas y en lo que te has convertido”

Yo me callo y continúo andando hacía mi casa.

Me  he extendido de nuevo demasiado y lo dejaremos aquí, en un próximo capítulo continuaré contándoles como continua esta historia.

Cornoturga.

Continuará

Si queréis comentarme algo de este relato o si alguno quiere ser mi AMO, pues tras la experiencia creo que, si puedo ser una buena esclava sumisa, podéis contacta como siempre conmigo en el correo: j.trujicornu@hotmail.com