Mi experiencia asombrosa con un osteopata

Este relato lo voy a poner en la categoría de gays aunque encuadra como todos los que estoy escribiendo en confesiones ya que es una experiencia

Una experiencia asombrosa con el osteópata

Este relato lo voy a poner en la categoría de gays aunque encuadra como todos los que estoy escribiendo en confesiones ya que es una experiencia qué me pasó asombrosa diría yo y digna de relatar vale decir que me considero bisexual porque lo he probado en alguna que otra ocasión pero mi preferencia son las mujeres, en este caso no busque nada sino sencillamente tenía dolor en la columna y fui a un osteópata que me recomendaron que vive en un pueblecito de la costa en Cataluña para no dar más detalles, yo en esa época contaba con unos 38 años, la experiencia en sí resultó irrepetible si la hubiera querido planificar.

Llego por la mañana a eso de las 12 del mediodía, tenía consulta y me recibe un hombre corpulento Atlético de unos 50 años que posiblemente hacía culturismo, en bata y pantalón de enfermero, una consulta seria.

Me quito la ropa excepto un boxer que era ajustado y me llegaba unos dedos por encima de la rodilla y me tumbo en la camilla boca abajo, me masajea la parte de la espalda y luego después de un cuarto de hora me pone de lado y empieza a hacer posturas forzadas en la parte del muslo, con una mano en la parte de dónde nace el muslo de la pierna y la otra en la parte de las nalgas forzandome la pierna para atrás y aguantando así durante unos segundos, al poco de hacerlo me dijo que ese boxer imposibilitaba los ejercicios, yo le dije que no tenía inconveniente en quitármelo si a él le parecía, me dice que mejor, una vez liberado de ese boxer me puse en la misma posición y continuó con los ejercicios.

Con la mano puesta en la nalga y la otra enfrente en la parte superior del muslo cerca de la ingle, la verga se me puso en un momento erguida y tanto yo como él nos dimos cuenta lógicamente, le pedí disculpas porque era una cosa involuntaria.

El entonces comenzó a explicarme que uno de los problemas que tenía era que tenía mucha tensión sexual acumulada y que tenía que liberarla porque sino era improbable que tuviera mejor la tensión de la columna e incluso los ejercicios que estábamos realizando no servirían de mucho, luego me dijo que iba a hacer algo que no es habitual pero como éramos dos hombres adultos no había problema y así luego seguir con los ejercicios qué estaba haciendo.

Así que ni corto ni perezoso cogió y se embadurnó una mano con un aceite me cogió la polla y me la empezó a descapullar con fuerza y la firmeza de su mano grande, de una manera casi diría como quien domina la situación, yo me quedé de piedra no podía decir nada porque me quedé congelado, tan solo notaba su firme mano apretándome con fuerza todo el vergajo, ella entonces estaba en su cenit y sabiendo que en pocos minutos de seguir así iba a eyacular de forma abundante, sin embargo miré su pantalón y aprecie que estaba ostensiblemente empalmado, él se había excitado sobremanera haciéndome todo esto y sin pensarlo dos veces ya que su cuerpo estaba cerca de la altura de mi cara le baje el pantalón y los slips y apareció una polla de unas dimensiones tremendas con un grosor considerable toda empalmada, sin dudarlo la metí como pude en mi boca cogiéndole con la mano los testículos y empecé a hacerle una mamada con delirio, él se dejó hacer incluso se puso más cerca de mi cara y con la otra mano me levanto la cabeza para poderme introducir más la polla dentro.

La escena resultaba de lo más morbosa que uno se puede imaginar pero al poco rato sabía que iba a eyacular yo y no quería que mi ansia acabase de una manera rápida sin poderle acabar la faena a él, de forma que le aparté la mano de mi polla y me levante de la camilla, había una especie de sillón en la consulta dónde le dije que se sentara y allí le baje del todo los pantalones y me arrodillé delante para seguir mamando, la polla era impresionante estaba rezumando jugos cómo que parecía que se estuviera orinando sin estarlo le empecé a mamar desde la punta hasta los testículos y por debajo de los testículos en el espacio que llega al ano, mientras con la mano le masturbaba, el hombre estaba extasiado, sabía que no iba a aguantar mucho así que me centré en tragarme lo que podía de su polla, pero a punto de estallar note como su mano me cogía la cabeza y me aguantaba de forma firme, apretándomela contra su polla para que me cayera todo dentro de la garganta, note al poco un torrente que iba disparado a mi garganta y antes de que pudiera reaccionar otro y otro en un momento me dejó la boca completamente llena hasta tal punto que tuve que empezar a tragar para que hubiera sitio ya que el hombre no paraba, tenía una leche espesa muy fuerte con un punto picante y amarga a la vez, aguante la embestida como pude y cuándo el acabo me soltó la cabeza y pude limpiarle la parte superior estrujandole desde la raíz de la polla para sacarle hasta la última gota y poder cumplir mi faena con perfección, después le mire, el hombre estaba totalmente tirado en el sofá agotado, esperaba que me dijera de seguir y acabar conmigo pero nada de esto ocurrió, enseguida me dijo que me vistiera, yo no me opuse, sencillamente me vestí, sin embargo antes de salir me pidió los 50 € de la sesión, dijo que el tiempo lo tenía que pagar cosa que me volvió a asombrar pero le pague, no volví a ir a su consulta aunque guarde este recuerdo asombroso.

Espero vuestros comentarios y sugerencias

Espontaneo48372@latinmail.com