Mi ex suegrito

No sabía que yo le gustaba, cuando me enteré? cuando estaba rendida en sus brazos.

Soy una mujer divorciada, tengo una excelente relación con mi ex marido, tenemos un niño el cual vive conmigo. Normalmente no tengo contacto con la familia de mi ex marido, pero cuando los veo, por educación, siempre los trato bien.

Llego vacación invernal y quede como de costumbre sola en casa, ya que mi niño acostumbra pasar las vacaciones en casa de mis padres. Habitualmente aprovecho esta época para salir y divertirme con amigos, bailes, fiestas, cine y toda clase de diversiones de adultos, ya que con el niño solamente puedo ser mamá a tiempo completo.

Era un día de trabajo un martes,  Salí del trabajo y me dirigía a realizar algunas compras antes de volver a casa,  caminando por la calle viendo algunas vitrinas y alguien se para frente a mí, al principio me asusté y le mire a la cara sorprendida. Resulto ser mi ex suegro,  el padre de mi ex marido, lo salude en forma muy educada y comenzamos a conversar mientras caminaba a mi lado, me puse un poco nerviosa ya que hacia mucho tiempo que no conversaba con él y me sorprendió que me acompañara, pero la conversación se puso muy amena y me invitó a cenar.

Por educación y por no comer sola acepté, fuimos a un restaurante  bastante agradable, donde sirven comida Italiana. Conversamos y conversamos mientras cenábamos y se fue pasando la hora, él había llegado solamente por un día, debía regresar por la noche a su ciudad de origen, al fijarnos la hora, nos dimos cuenta que era demasiado tarde para viajar, así que debía quedarse esa noche, no se porqué, pero lo invite a quedarse en casa, había la cama de mi hijo y el al ser su abuelo, podía tranquilamente quedarse.

Cancelamos la cuenta en el restaurante y tomamos un taxi a mi departamento, al llegar pasamos a la sala y continuamos conversando, le ofrecí un vino y él acepto gustoso, ya que la velada era muy agradable, escuchando música de su época él tiene como 56 años así que nos pusimos a escuchar Queen, que es el grupo que más le gusta, reímos y gozamos mientras bebíamos la botella de vino.

Decidimos que ya era hora de descansar, así que me paré muy rápidamente para dirigirme a mi habitación, pero el vino había hecho ya efecto en mí, así que me sentí mareada y casi caigo, él se acercó rápidamente y me sujeto con sus brazos; debo reconocer que a pesar de tener 56 años, es un hombre que se mantiene muy bien conservado, es alto y debido a su trabajo es un hombre fuerte y muy bien plantado, levanté la vista y sentir sus manos sujetar mi cuerpo, tenerlo tan cerca de mío, el efecto del vino nublo mis pensamientos, nos quedamos mirándonos un momento, no se cuanto tiempo, solo se que se acercó a mi y me dio un beso, quede atónita, me sorprendió el hecho, pero fue un beso suave y delicado que hizo que toda mi piel se erizara, me hice soltar inmediatamente y me fui rápidamente a mi habitación, tenía la cabeza perdida, estaba nerviosa y asustada, entré a mi habitación y me quede parada frente a mi cama, con la cabeza dándome vueltas, porque no sabia exactamente porque me había besado, tratando de recordar alguna frase, o gesto que indicara que yo le gustaba.

Pasaron unos minutos y yo no me movía, tocó la puerta de mi habitación y me di la vuelta para verlo ingresar, nervioso, y preocupado, disculpándose de diferentes maneras, intentando explicar lo que había pasado y se quedo parado frente a mi.

Discúlpame por favor me dijo pero pasamos una noche tan agradable y ya no te veo como la esposa de mi hijo, para mi  eres una amiga, alguien a quien encontré después de mucho tiempo y te vi tan linda, te portaste tan bien conmigo, me encantó tu compañía sentí que un beso era la mejor forma de terminar una velada tan agradable, te veo tan sexy, tu falda tu camisa que me tuvo loco toda la noche, pareciera que el botón de tu pecho está a punto de reventar, disculpa por favor, disculpa nuevamente.

Me sentí sexy, me gustó la idea de haber puesto tan nervioso a un hombre, a quien jamás había visto como hombre, sino solamente como el abuelo de mi hijo, le dije que estaba bien, que también me había sorprendido, pero que ese beso me había gustado y mucho.

A medida que íbamos conversando, se fue acercado poco a poco a mi hasta que quedamos muy cerca el uno del otro, mirándome a los ojos me dijo, nunca pude decirte esto, pero siempre envidie a mi hijo, al saber que serias su esposa y más aún cuando se casaron, suavemente levantó mi mentón con su mano y depositó un beso en mis labios, esta vez lo seguí y nos besamos lentamente, conociendo nuestros labios, sentí su aliento caliente en mis labios, ambos respirábamos en forma muy agitada, sentí su mano recorrer suavemente por mi cintura hasta abrazarla por completo, simplemente me dejé llevar, levanté mis brazos y lo abracé por el cuello, el beso dejo de ser suave era un beso desesperado, nuestras lenguas jugaban, tocándose por la punta y retorciéndose la una a la otra, buscando sentir cada parte de nuestras bocas, labios, lengua.

Sentía sus manos recorrer mi espalda, subir y bajar por toda la espalda y suavemente bajar a través de mis glúteos, masajearlos primero suavemente, luego apretarlos y buscar desesperadamente subir mi falda, mientras yo estaba abrazada a su cuello y seguíamos besándonos desesperadamente, sentí que me levantó  y me depositó suavemente sobre mi cama, la misma cama que había compartido hacia algunos años con su hijo, me sentí excitada y sucia a la vez, pero no podía dejar de disfrutarlo, dejo de besarme y me contempló, me miro a los ojos diciéndome suavemente, no puedo creer que al fin vas a ser mía, escuchar esa frase hizo que mojara mi ropa interior.

Mientras nos mirábamos excitados empezó a desabotonar mi camisa, yo llevaba un corpiño color negro, que había comprado para usar con un vestido bastante escotado, por lo tanto era un corpiño que sujetaba bien la parte de abajo, pero por arriba era tan escotado que prácticamente cubría solo mis pezones.

Volvió a recorrer con su mirada mis pechos y a besarme, mordía mis labios y con un dedo empezó a jugar con el borde de mi corpiño, metiendo suavemente su dedo dentro del mismo, mis pezones estaban duros por la excitación siguió jugando un poco y recién fue bajando el corpiño mientras empezaba a besar mi cuello y bajaba hasta mis senos besando todo mi cuello, lamio mis pezones, primero el uno y luego el otro, con una mano cogió uno de mis senos y se lo metió en la boca, no podía metérselo todo yo solo observaba el espectáculo y me excitaba aún más.

Con sus dos manos junto mis senos y los fue chupando alternando uno y otro, tratando de devorarlos a la vez, me sentía morir por el deseo, dejó de lamerlos y mientras los seguía masajeando continuo besando mi torso , jugando con su lengua húmeda en todos los rincones de mi hasta que llegó a la orilla de mi falda, levante un poco mi cola y me la bajó suavemente, quitándomela toda.

Quede en ropa interior frente a él, volvió a subir y a besarme en los labios, recibí su boca chupe su lengua y el la mía mientras sentía que volvía a jugar con mi ropa interior, sentí sus dedos ingresar bajo mi trusa  y llevar suavemente a mi vagina, la cual ahora acostumbro a llevar completamente afeitada, se sorprendió al tocarla y me miro a los ojos, sonrió al sentirla.

Me encanta como la llevas, me dijo, puedo probarla? Uffff claro suegrito es tuya le dije, bajó hasta llevar a la altura de mi vagina, me quitó la trusa , se acertó a mi rajita y aspiró el aroma, aaaaaaaa, me dejó loca , comenzó lamiéndola por fuera y dijo, se siente muy suave y rica , quiero comérmela toca, la abrió y mis jugos comenzaron a chorrear, estaba muy excitada, la lamio y empezó a besarla como si fuera mi boca, metiendo su lengua en mi vagina, penetrándome con ella, de rato en rato pasada con una lamida por mi clítoris,  y hacía que me estremezca toda.

Mis jugos chorreaban y el seguía lamiendo y bebiéndolos hasta que por fin decidió dedicarse exclusivamente a mi clítoris, metió un dedo el del medio en mi vagina y se abalanzó sobre mi clítoris lamiéndolo  desesperadamente y muy rápidamente hasta que estallé en un orgasmo descomunal, levantaba mi trasero de la cama, pèro el no se desprendía de mi vagina y seguía bombeándome con su dedo y comiéndose mi clítoris. Empecé a jadear muy fuerte, a gemir y a gritar mi orgasmo, sentía desfallecer de placer.

Seguía y seguía hasta que le pedi que ya noooo, ya no podía mas. Soltó mi clítoris, lamio sus labios y dijo que rica esta tu conchita mami, te gusta como tu suegrito te la come? Siiiiiiiiii suegrito cómasela es suya, y otra vez empezó a comérmela a lamerla a jugar con mi clítoris, lo mordía suavemente y lo lamía desesperadamente, lamia mi vagina y se tomaba mis jugos, volvi a tener un par de orgasmos extremos y a gritarle que parara que me iba a morir de tanto placer.

Sonrió satisfecho y subió a mi altura, beso nuevamente mis labios y quedo tendido en la cama a mi lado, ahí me abalancé yo lo besé y lo desvestí al igual que él había hecho conmigo, abrí su camisa y sentí sus bellos enredarse en mis dedos, lo acaricie y lo besé, desabroché su cinturón y le quité los pantalones, él solo me observaba y botaba su cabeza hacia atrás disfrutando mis caricias, así mami, así linda, no sabes cuanto te deseaba, le quite el calzoncillo y pude ver su pene, grande y gordo, con unos testículos bastante grandes que daba ganas de morderlos.

Empecé lamiendo el contorno de la zona púbica, solamente lamiéndolo, abrió sus piernas y me sumergí en su entrepierna lamiéndola suavemente, su pene estaba hinchado, deseoso de ser tocado, las venas lo tenían completamente hinchado y enooorme, sin tocarlo con las manos solo con la lengua empecé lamiendo la base del pene, jugando con mi lengua en sus testículos, él se retorcía de placer, me quité el corpiño y con la punta de mis senos empecé a tocar la punta de su pene, él abrió los ojos al sentir el contacto y sonrió al verlo, me agache nuevamente y mojando mis manos cogí su pene y empecé a lamer la punta fui lamiendo en círculos, mientras metía su pene en mi boca y con una mano sujetaba sus testículos  y los acariciaba con mis uñas, chupe su pene, lo lamí, lo sujeté con una mano y lo lamí por la parte de abajo empezando en sus testículos y subiendo hasta la punta lamí y chupe sus testículos, mientras observaba como se retorcía y empezaba a jadear. Jugaba con mis uñas en la parte interna de sus piernas, y con mis labios y lengua jugaba con su pene y testículos.

Dejé de chuparlo y me senté sobre él, sobre su estómago y lo empecé a besar, a lamer sus orejas y cuello, no me dejes así, cabálgame mi amor, levanté mi trasero y me clave su verga, larga y gorda, poco a poco fue entrando en mi vagina mientras nos besábamos, logre meterla toda y empecé a cabalgar, a meter y sacar su pene de mi vagina. Mientras mis senos saltaban cerca de su rostro, él sacaba la lengua y los lamía, trataba de chuparlos pero solo atinaba a lamerlos.

Cabalgando a mi suegrito apretaba mi vagina para que pudiese disfrutar aún más y con una mano empecé a tocar sus testículos, se puso como loco y se puso a saltar como si fuera mi caballo mientras yo lo cabalgaba, tomo mis senos y los apretó y los lamio, los chupaba y los mordía, aaaa me moria, que delicia esa sensación es deliciosa, sentir que te comen los senos y a la vez sentir una verga llenando tu vagina. Uffff, delicioso.

Me pidió que me levantara y le obedecí me puso de cuatro y me montó el, metió su verga en mi rajita  y empezó a cabalgarme, con una mano enredo mis cabellos  mientras me cabalgaba y con la otra me daba palmaditas en el trasero, ohhh que delicia, metía y sacaba su verga y me cabalgaba salvajemente, no pude evitar tocar mi clítoris y estallar en un orgasmo descomunal, con gritos y alaridos, mientras él descargaba toda su leche en mi vagina y gritaba siii, siii, siiiii,  los dos terminamos al mismo tiempo. Me tumbe en la cama y el se echó encima mío, sentí todo su peso sobre mi  y su pene seguía dentro mi vagina, moví mi cabeza y nos besamos nuevamente hasta que su pene salió por si solo de mi vagina.

Con sus poderosas manos me dio la vuelta y seguimos besándonos, bajo su cabeza y se apoyo en mis senos nos quedamos dormidos.

Desperté al día siguiente al sonar el despertador y seguíamos en la misma posición, abrazados, solo atine a sonreír y hablarle suavemente. El abrió los ojos y besando mis senos y cuello subió hasta mi altura y me dijo buenos días mi amor.

Nos abrazamos y nos fundimos nuevamente en un delicioso mañanero, donde en la posición de misionero, suavemente volvió a poseerme.

Era hora de ir al trabajo, desayunamos juntos y decidimos que ya que se había quedado, inventaría una escusa a mi ex suegra para quedarse “por motivos de trabajo” un par de días, los cuales pasamos juntos ya que aproveche también de tomar un par de días a cuenta vacación.

Dos días maravillosos donde estuvimos desnudos la mayor parte del tiempo, no solo haciendo el amor, sino besándonos y mimándonos el uno al otro con besos, caricias, lamidas. Y claro  que era un maestro para el sexo oral me comió tanto la vagina que cuando él se fue casi no podía ni sentarme.

No volvimos a vernos en mucho tiempo, pero nos mantuvimos en contacto vía telefónica, un par de meses después, tuve necesidad de viajar por motivos de trabajo a un taller en otra ciudad, coordinamos bien y viajamos juntos, pero eso es otra historia……….