Mi ex-compañera de trabajo

Tenia ganas de hacer algo con ella, desde hace tiempo pero siempre me había cortado

Esto que estoy a punto de contaros, no pensé que me pasara, no por ganas sino por que no esperaba que ella quisiera entrar en el juego.

Soy un tío normal 48 años con mi barriguita cervecera y con un rabo que me vale para irme defendiendo.

Hace algún tiempo me cambie de trabajo, pero seguía teniendo buena relación con algunos de mis compañeros y había algunas veces que quedábamos a tomar algo. Había una compañera en particular, una señora de unos 60 años, no muy guapa si os digo la verdad, pero cada vez que nos veíamos y me abrazaba notaba sus tetazas contra mi y yo me ponía todo burro, además tenia un buen culo, de los que me gustan a mí de los generosos.

Un día recibí un mensaje de ella quieres desayunar mañana? Yo no tarde en contestarle que sí, quería notar esas tetas contra mi cuando me diera un abrazo de bienvenida, y así hicimos al día siguiente que salíamos los dos del turno de noche nos fuimos a desayunar. Como siempre me recibió con un abrazo y dos besos, yo aproveche para rozarme con esas tetas que me traían loco. Mientras desayunamos hablábamos de cosas sin trascendencia, pero de vez en cuando soltaba yo algún comentario pícaro haber si ella entraba al juego y si entraba, antes se me olvido, yo estoy casado y ella también. Pues saqué la conversación del satisfayer que ahora estaba de moda y al parecer todas las mujeres tenían uno en casa, ella me dijo que efectivamente ella tenia uno, yo la empecé a picar diciéndola que yo le podía hacer lo mismo o mejor que el dichoso aparato, ella reía y me decía que eso no se lo creía, yo seguí picándola y diciéndola que, si ella quería que se lo demostraba, y entonces fue cuando me sorprendió. Mi marido no esta en casa vamos y haber si lo hacer mejor que mi aparato, esas palabras fueron como un interruptor para mi polla, la cual se empezó a poner tiesa, y ella se dio cuenta ya que se notaba mi erección en mis pantalones, venga vamos haber quien lo hace mejor.

Pagamos y nos fuimos del bar, fuimos andando y yo solo era capaz de ir mirando su culo y cada vez estaba mas cachondo. Entramos al portal y de ahí al ascensor, en el ascensor no pude mas y me acerque a ella clavándole la polla en su culo, ella echo el culo hacia atrás y no se retiró, ella llevaba unas mayas azul oscuro y una blusa negra, en un momento dado, metí la mano dentro de la maya y la toque el culo, ella me dijo “espera que ya estamos en el piso” abrió la puerta del ascensor y seguidamente la puerta de su casa, iba andando delante de mí por el pasillo y esta vez me acerque y la baje las mayas y las bragas hasta las rodillas, dejándome ver así su culo blando. Lo toque le separaba las cachas y se las volvía a juntar, se lo amasaba como si fuera pan, le arrime mi polla y la abrace, ella se dejaba hacer, la desabroche los botones de la camisa y empecé a tocarle los pechos por encima del sujetador, que gusto me dio eso, cuantas veces en las cenas de empresa me hubiera gustado haber tocado esos pechos. Ella seguía andando hasta que llegamos a la habitación, se quito los zapatos y yo sin apartarme de ella le di la vuelta, la besé y la metí la lengua en la boca, al separarnos un fino hilo de saliva quedo entre las dos bocas. Me agache y le baje asta el suelo las mayas y al incorporarme ella ya se había quitado el sujetador, que pechos, grandes con unas aureolas rosadas y con unos grandes pezones que estaban bien duros, me metí uno en la boca y lo mame, le deje bien lleno de saliva, me quite yo también la ropa, y le tumbe en la cama “ahora veremos quien succiona mejor si yo o tu aparatito” empecé a comerla el coño, le metía la lengua lo mas profundo que podía, se lo abría y recorría sus labios con mi lengua dejándolo bien salivado, algunas veces ella me agarraba la cabeza y me apretaba contra su raja, yo entonces metía mas profundamente mi lengua y notaba como ella se movía más rápido, pare un segundo para coger aire y ella me sorprende diciéndome, “mi aparatito también me subciona el culo, tu no vas a hacerlo” me sorprendí pero me puse mas cachondo todavía, le di la vuelta y así hice, le abrí las cachas y empecé a pasar mi lengua por su ano, primero por fuera y luego empecé a follarselo con mi lenga, estaba muy cachondo, tanto que en una de las veces, coloque la cabeza de mi polla contra la entrada de su ano, ella lo noto y en vez de alejarse, empujo hacia atrás, entrando la cabeza sin ninguna dificultad, “parece que tienes experiencia” la dije yo “ese juguetito no ha entrado en mi culo, pero si otros que tengo, así que ya está acostumbrado”. Yo empecé cada vez a ir subiendo el ritmo de mis empujones, si seguía así me iba a correr y no quería, así que le saque la polla de su culo y empecé a hacerle un dedo, primero metí uno, dos, tres y sin dificultad, “venga sigue” me pidió ella, eche un poco mas de lubricante y el cuarto entro sin dificultad, y cuando me di cuenta mi puño estaba dentro de su culo, estaba dilatado y yo hacia el movimiento de entrar y salir, y ella incluso empujaba. Ella jadeaba y me decía “ que cabron vas a hacer que me corra” mientras ella se estaba introduciendo un dedo en su coño, yo seguí un rato metiendo y sacando el puño de su culo, hasta que me pidió que le follara el coño, saque el puño y aquel culo era espectacular que dilatación mas rica, se la hubiera metido y me hubiera corrido dentro, pero ella quería otra cosa y yo también. Se dio la vuelta y me puse de pie encima de la cama y ella se metió mi polla en su boca, al principio la deja hacer, pero en un momento dado la coji de la cabeza y empecé a follarla la boca, empecé a ver como se la caían babas encima de sus grandes pechos y que alguna que otra vez la daba alguna arcada, se la saque, le recogí babas con mis manos y se las volví a meter en al boca y nuevamente volví a follarle la boca. Ella me hizo parar y me pidió que se la metiera en el coño y yo no le quise hacer el feo y empecé a clavársela, primero despacio y fui subiendo el ritmo, mientras me la follaba, nos besábamos haciendo que nuestros fluidos se juntaran, yo miraba esas tetas llenas de babas y me ponía mas cerdo y con mas ganas de hacer cerdadas con ella. Seguí follandola durante un buen rato, se la saque y me dispuse a hacerla un dedo al igual que había echo con su culo un rato antes, primero un dedo, luego dos y luego ya sin ningún miramiento la metí todo el puño, el cual entro suavemente debido a todos los jugos que ella había soltado, empecé a moverlo de una forma lenta, pero ella solo hacia apretar y pedirme que fuera mas rápido, y eso es lo que hice, empecé a subir el ritmo hasta que ella se corrió, al sacar el puño un montón de flujo salió también, que rico sabia, también se lo di a ella para que disfrutara de su sabor, después de esto nos besamos, seguidamente volví a meterle la polla y empecé a follarla como un loco, me tenia a mil con tanto guarreo, yo me iba a correr sin tardar mucho, ya que estaba muy excitado, empecé a empujar cada vez más y la avise “me voy a correr” ella se retiro un poco y cual fue mi sorpresa que se puso a chupármela y me dijo “ahora si córrete” empecé a follarle la boca hasta que no aguante mas y me corrí dentro de su boca, ella según le llegaban las corridas ella tragaba, era una máquina.

Caí en la cama a su lado, los dos estábamos empapados en sudor y fluidos, “quieres que nos duchemos” yo le respondí que sí, y nos dirigimos a la ducha, ella iba delante de mi y ese culo seguía pidiendo guerra, pero cual fue mi sorpresa que cuando entramos en la ducha y ella puso el agua se arrodillo delante mía y me dijo, “ahora quiero que me mees en los pechos” yo me quede parado, pero con el estado de excitación que tenía, solo asentí con la cabeza, tarde un poco pero empecé a soltar mi meada sobre sus pechos, mientras ella se los masajeaba y tiraba de sus pezones que los tenia duros y en punta. Al acabar ella se incorporo y empezamos a jabonarnos y a limpiaros. Al salir de la ducha y me estaba vistiendo, ella me dijo “vamos a repetir esto mas veces, verdad” no me estaba haciendo una pregunta, ella hacia una afirmación, así que yo solo asentí con la cabeza y ya está. Cuando acabe de vestirme salí de su casa y cogí el ascensor, ahora miro el teléfono todos los días muchas veces solo deseando que ella me ponga, “desayunamos esta mañana?”