Mi esposo y mi cuñadito!

A las pocas semanas de haber hecho mi primer trió con mis dos amigos hermanos del gimnasio, mi esposo ya había vuelto de su viaje y un día llego del trabajo con la noticia de que su hermano menor estaría en la ciudad por una semana

Hola todos, muchas gracias a todos los lectores, nunca pensé que tantas personas fuesen a leer mis anécdotas sexuales, es supremamente excitante imaginar ¿cuántos orgasmos se han generado en personas que no conozco?, eso me encanta.

Este es mi tercer relato, los dos anteriores se llaman, ¡el primero “Cumpliendo mi primera fantasía” y el segundo “Jacuzzi Sorpresa!”, si me quieren conocer un poco más, les recomiendo leerlos.

Como ya es costumbre, para el que me leer por primera vez, mes describiré: Mi nombre es Fabiola y soy colombiana, tengo 30, mido 172cm, soy blanca, pelo negro y largo, uso lentes, a los 20 años me operé las tetas y mis amigos y esposo, dicen que tengo un culito muy Lindo. Pensé que estaba felizmente casada, pero eso fue antes de empezar mis aventuras, ahora sí puedo decirlo a ciencia cierta, ESTOY FELIZMENTE CASADA con un hombre que me deja poner a volar mi imaginación y hacer mis fantasías realidad.

La historia verídica que les escribo hoy, inició hace ya algunos meses, pero solo hasta ahora se concretó, por un momento pensé que nunca se daría. Todo inició después de mi primer relato, nuestro matrimonio se activó muchísimo sexualmente hablando, teníamos sexo en lugares donde hacía mucho no teníamos, lugares públicos, en el auto, en toda la casa y cuando teníamos tiempo jugábamos a que hacíamos un trío con un consolador enorme que tenemos hace algún tiempo, le decimos el negro, porque es de ese color y es enorme.

A las pocas semanas de haber hecho mi primer trio con mis dos amigos hermanos del gimnasio, mi esposo ya había vuelto de su viaje y un día llego del trabajo con la noticia de que su hermano menor estaría en la ciudad por una semana y él le había ofrecido nuestra casa para que se quedara, la verdad la idea no me emocionó del todo, ya que esa semana la tenía libre en mi trabajo y tenía unas excelentes ideas para que mis amiguitos del GYM me visitarán mientras mi esposo trabajaba, obvio con su permiso!

Mi esposo: no me hagas esa cara por favor, es mi hermano y hace mucho tiempo no lo veo, desde que se fue a estudiar a Australia.

Yo: está bien, pero me debes una, porque tenía unas muy buenas ideas para esos días jajaja

Mi esposo: jajaja si ya me imagino jajaja

Pasaron dos días y fuimos a recoger a mi cuñadito al aeropuerto, afortunadamente el vuelo estuvo cumplido y llegó a la hora que lo esperábamos, cuando salió del área de migración, mi esposo y mi cuñado, que, por cierto, se llama Ricardo. se abrazaron como lo hacen los hombres, sin mucha emoción, pero se veía que estaban felices de verse, la de la sorpresa fui yo, cuando me abrazó y me dio un beso en la mejilla, quién era este joven musculoso, bronceado y que olía espectacular, ¿qué había pasado con el chico flaco con acné que se había ido a estudiar fuera del país?

Nos dispusimos a ir hacía el carro y

Mi esposo: Eres una puta, límpiate las babas, ya te debes estar imaginando a mi hermanito encima de ti.

Yo: nooooo, ¿cómo crees? jajaja me lo estoy imaginado yo encima a de él !! jajajaja

Mi esposo: ¡¡¡jajaja puta!!!

Yo: ¡lo se… y te gusta!

Mi esposo: ¡ME ENCANTA! jajaja

Hasta ahí llego esa conversación, nos montamos al carro y durante todo el viaje nos contó sus anécdotas, sobre su estudio, sobre las playas y gran parte de su vida allá.

Llegamos a la casa, ya era tarde, le mostramos su habitación (que ya se lo habíamos arreglado), estuvo muy contento de llegar a descansar después del largo viaje, se despidió de su hermano chocando sus puños y afortunadamente para mí, me toco otro de esos besos y abrazos entre sus fornidos brazos mientras mi esposo no me quitaba los ojos de encima y se reía.

Llegamos a nuestra habitación:

Mi esposo: vaya que la va a pasar rico mi hermanito cuando se dé cuenta que su cuñadita se lo quiere comer.

Yo: jajaja no digas eso, no ves que, si lo dices, de pronto no se me cumple el milagrito jajaja

Mi esposo: ¡jajaja eres una puta!

Yo: gracias amor, pero lo mejor es que soy tu puta!

Mi esposo: ¡¡Ah!! sí? entonces ven dame una chupada que me tienes caliente

Yo: ¡con mucho gusto!

Pocas cosas en la vida me gusta más que dar ricas chupadas, ha llegado momento en que tengo riquísimos orgasmos mientras juego con un gran chimbo en mi boca. Me arrodille, des apunte el botón del pantalón, baje el cierre, metí mi mano en su bóxer y saque el delicioso chimbo de mi esposo y se lo empecé a mamar con mucho gusto, cuando ya lo tenía duro como una piedra:

Mi esposa: ¡vamos putica, imagínate que es el de Ricardo!

Esto me calentó muchísimo y se lo empecé a chupar con más saliva, a jugar más con mi lengua, a darle besos en la punta, a masajearle sus testículos y a pajearlo más rápido y duro.

Mi esposo: ¡No me hagas venir, porque te quiero clavar!

Me quedé un poco reacia a esto porque ya me imaginaba mi cara y mi boca llena de lechita, pero podía seguirle el juego a mi esposo, que se notaba que lo estaba excitando más de lo normal, me pare, mes desvestí despacho, haciéndole una especie de show, lo hice retroceder hasta llegar a la cama, quedó sentado, y de frente, me monte sobre él, cogí su chimbo para direccionarlo a mi chochita y le pregunte al oído:

Yo: ¿me vas a clavar tu? o me sigo imaginando que es Ricardo?

Mi esposo: Me encanta que sea bien puta. Imagina que es Ricardo.

Me dejé caer de un golpe sobre su chimbo que había dejado muy lubricado con mi saliva, y pegué un grito de placer, no muy fuerte, pero si con las más deliciosas intenciones de que mi cuñadito me escuchara, se diera cuenta la puta de cuñadita que tiene.

Continúe brincando encima del chimbo de mi esposo por un buen rato, mientras él me comía las tetas y me amasaba el culo, duro como él sabe que me gusta que me lo agarren, además me gustaba mucho que me nalgueara, me imaginaba y esperaba que mi cuñadito escuchará como su hermano mayor me comía con muchas ganas.

Mi esposo: quiero chupártela

Yo: ¿por quién hablas?

Mi esposo: tu sigue imaginado que es Ricardo el que te la chupa, mientras yo me doy el gusto de comerme tu chochita.

Yo: ¡¡¡¡que rico!!!!

Lo empuje hacia atrás, saque su chimbo de mi interior y me arrodille sobre su cara, para que me la chupara como él quisiera, y así fue, me lamía, apretaba con los labios, me penetraba con su lengua, se comía mi clítoris y todo eso mientras me apretaba el culo, tuve un orgasmo delicioso en su boca. Cuando deje de temblar, me puse en cuatro sobre la cama e hice algo que sé que le encanta, lo mire hacia atrás, y con voz de niña buena:

Yo: Amorcito, métemela duro, por favorcito.

Mi esposo: ¿cómo así? ¿Ya soy tu esposo? ¿No era Ricardo?

Yo: ¡jajaja ok! ¿Cuñadito se la quieres clavar a la esposita de tu hermano?

Sin decir ni una palabra, se avanzó sobre mí, y me lo clavó de un solo golpe, ese gemido fue mi segundo mensaje para mí cuñadito que esperaba que me escuchará en la habitación contigua:

Yo: ¡¡¡ahhhhhh!!!

Estuvimos un buen rato en es pose, que es mi favorita, cuando mi esposo me dice:

Mi esposo: cuñadita me voy a venir

Yo: dámela en la boca

Mi esposo: ¡¡¡con gusto!!!

Me acomodé boca arriba en la cama, abrí mi boquita, él se arrodilló al lado de mi cara, puso su chimbo frente a mí y descargo muchísima lechita sobre mi cara y dentro de mi boca:

Yo: mmmmmmmm me encanta tu lechita y es muchísima

Me limpie la cara con mis dedos y me los chupaba, sé que a él le encanta ver cómo lo hago eso.

Mi esposo: ¡definitivamente eres mi puta!

Yo: ¡me encanta serlo!

Nos levantamos y nos dimos una ducha riquísima y nos fuimos a dormir desnudos, porque él debía ir a trabajar mañana lunes en la mañana, y yo empezaría mi semana de descanso con mi delicioso cuñadito en mi casa.

Cuando me desperté a la mañana siguiente, mi esposo ya se había ido para su trabajo, el sol brillaba, era una linda mañana, hace mucho tiempo no me despertaba de día en un día de semana, normalmente es aún de noche cuando me despierto para ir a trabajar.

Mire hacía mi mesa de noche, había una nota de mi esposo: "Gracias por ser la puta de mis fantasías, la pasé riquísimo anoche. Te amo" Definitivamente amo a mi esposo.

Me levanté, me puse una de mis pijamas más pequeñitas, de tela satinada negra con un Short que deja ver el inicio de mi culo y una camiseta de tiritas que dejar marcas mis pezones completamente, no crean que porque amo a mi esposo no voy a intentar cogerme a mi cuñadito jajaja

Salí de mi cuarto, ví hacía la habitación de huéspedes, estaba abierta la puerta, pero mi Ricardo no estaba, busqué por toda la casa y tampoco, parece que había perdió la vestida y la perfumada. Tomé un poco de jugo de naranja, me serví cereal con leche y me senté a desayunar sola, mientras lo hacía empecé a revisar mis redes sociales, cuando se abrió la puerta, era Ricardo completamente sudado:

Ricardo: buenos días cuña (así me ha dicho siempre)

Yo: hola, ¿dónde estabas?

Ricardo: Disculpa, salí al parque a hacer ejercicio.

Yo: se nota que hiciste mucho.

Ricardo: más o menos, pero ya quiero una ducha, ahorita hablamos.

Yo: claro, dale tranquilo, en el baño hay toallas.

Ricardo: ¡gracias!

Sin decir más, enfrente mío se quitó la camisa y me dejó ver su espectacular cuerpo, no es que mi esposo esté mal, pero este chico era más musculoso, más bronceado y más joven, además estaba sudado frente a mí y me lo había comido imaginariamente solo hacía unas horas.

Ahí fue que me decidí intentar seducirlo, y si había oportunidad le diría a mi esposo. Empecé a maquinar mi plan, recordé que una vez, hacía un tiempo lo había escuchado hablando con mi esposo que lo que más le gustaba de las mujeres era el culo, entonces me dije, ese va a ser mi punto de partida, para ver si logro antojarlo de mí.

Terminé de desayunar me fui para mí habitación, me acosté de una forma que si veía para adentro me viera el culo, me quite el Short de la pijama y me coloque una linda tanga negra, me puse una cobija encima que me tapara casi toda excepto mi culo y un pierna, por medio de un espejo podía ver si lograba llamar su atención, escuché como cerro la llave de la ducha, como se abría la cabina del baño, cómo salió del cuarto y empezó a buscarme:

Ricardo: cuña, ¿dónde estás?

Me hice la dormida y lo ví como se paró frente a la apuesta de mi habitación, estaba en toalla, aún con parte de su cuerpo mojado, se quedó viéndome, colocó cara de sorpresa y de gusto por lo que estaba viendo, me volvió a llamar con voz baja para confirmar que estuviese dormida:

Ricardo: ¿cuña, estás dormida?

Al no obtener respuesta y sin saber que yo lo estaba viendo, se movió la toalla, se cogió su muy lindo chimbo, un poco más grande que el de mi esposo, y se lo sacudió, haciéndose una paja por unos segundos, le lanzó un beso a mi culo y se fue.

Yo estaba que brincaba de la felicidad, mi cuñadito acabada de comerse el anzuelo y me acababa de demostrar que le gustaba mi culo. ¡Apenas era lunes y él iba a estar toda la semana en mi casa, esto iba a ser muy divertido!

Se pasó mañana, me desperté cerca del mediodía, pedimos pizza para almorzar, hablamos, nos reímos, me contó muchos detalles de dónde él vivía y de su universidad, a la mitad de la tarde por el calor nos tomamos unas cervezas y así se pasó, hasta que llegó mi esposo, cenamos juntos, yo estaba cansada y me despedí, ellos se quedaron hablando en la sala y por si se volvía a asomar a mi habitación, me desvestí, solo me quedé con una tanga muy pequeña color rosado, como las que usamos las niñas buenas y me acosté sobre la cama.

No sé cuánto tiempo paso, cuando sentí una boca comiéndose mi chochita, me departe muy caliente, era mi esposo, no voy a decir que desilusioné, pero por un segundo pensé que era mi cuñadito, le pedí:

Yo: sigue comiéndomela, me encanta

Y así lo hizo hasta que tuve un riquísimo orgasmo, ya muy despierta le dije:

Yo: es mi turno

Me di cuenta que estaba desnudo, lo acosté boca arriba y empecé a darle una de mis chupadas, que sé que le encantan, con mucha saliva, haciendo garganta profunda mientras le masajeo los testículos, sacándomelo y dándome cachetichimbos, así llamamos a las cachetadas que me gusta darme en la cara con su verga, estaba como una poseída, se lo estaba chupando con muchas ganas cuando escuché la frase que me hace super feliz

Mi esposo: amor me voy a venir….

Y así, me dio mi premio directo en mi boca, y como toda niña buena, me trague todo lo que me dio, no desperdicie ni una gótica, estaba muy caliente y deliciosa, ahora el que gimió como loco fue el, y de inmediato pensé, para que se antoje mi cuñadito… jajaja

Después de un día largo y un esa deliciosa chupada, dormí como una bebé, tanto así, que, al despertarme desnuda en mi casa, me di cuenta que la puerta está semi abierta y mi cuñadito ya había vuelto de hacer ejercicio en el parque y estaba buscando que desayunar, no iba a dejar de pasar otra oportunidad de seducirlo.

Me puse una tanguita de encaje blanco y un camisón muy cortico con un buen escote del mismo color, salí, lo saludé con un beso en la mejilla, la verdad bastante cerca de la comisura de los labios, pero sin tocarlos, él estaba en pantaleta y camiseta muy sudada de hacer ejercicio, él se estaba comiendo un tazón de cereal, le pregunté

Yo: ¿quieres algo más?

Se quedó mirándome de arriba a abajo, y solo respondió

Ricardo: mmmm por ahora nada, gracias cuña

Me había encantó como me miro, y me disponía a jugar con él, puse a calentar un poco de leche y cuando estuvo, la serví en un vaso, y le dije:

Yo: ¿quieres?

Ricardo: no cuña, así estoy bien

Me tomé un buen trago, me acerqué a él, mirándolo a los ojos y con voz suave y le dije:

Yo: ¡a mí es que me encanta tomar mi la lechita caliente, podría tomarla a toda hora!

Y me volví a tomar otro trago, le di otro beso en la mejilla y le dije:

Yo: es una lástima que no quieras.

Yo: ¡me voy a ir a dormir otro rato, nos vemos después!

Seguí hacia mi cuarto con una sonrisa en mi boca he imaginado que se había quedado viéndome con la boca abierta y la verga dura.

Pero no soy tan mala, me subí el camisón dejando ver la totalidad de mi culo, me acosté boca abajo, abracé una almohada y clave mi mirada en el espejo que me dejaba ver el reflejo de Ricardo, espere unos minutos estaba a punto de quedarme dormida de verdad, cuando apareció de nuevo

Ricardo en voz baja: ¿cuña, estás dormida?

Al no recibir respuesta, el muy descarado se bajó la pantaloneta, acomodo en una silla y viendo mi culo saco su brillante espada de carne y se empezó a pajear con la vista en mi culo, no sé cómo me contuve para no pararme y chupársela como una loca, estaba empapada, sentía como mi chochita no podía estar más mojadita, me imaginaba todo es chimbo clavándome ahí, en mi cama matrimonial dónde hacía unas horas se lo estaba chupando a mi esposo.

Para mi desafortunada suerte, me moví un poco porque no aguantaba la calentura y parece que eso lo asustó, guardó su verga, subió su pantaloneta, acomodo la silla y me dejó ahí, caliente como fogata y sin haberme puesto un solo dedo encima.

Me desperté al medio día, lo busqué, pero solo encontré una nota en el comedor que decir:

"Cuña voy a verme con unos amigos de la infancia, no me esperen llegó tarde." Ricardo.

Increíblemente al fin iba a tener mi tarde sola como lo quería antes de saber que Ricardo venía de visita, pero al contrario de lo que esperaba, ya no quería estar sola, quería seguir jugando con él, pero intento hacer algo divertido, le escribí un mensaje a mi esposo por WhatsApp:

Yo: "Amor, tu hermanito se fue con unos amigos, tengo la tarde para mí solita, pero estoy muy caliente, ¿qué hago?"

Mi esposo: ¿jajaja sí que eres una puta… quieres chimbo?

Yo: ¡¡¡sí, mucho!!!

Mi esposo: el mío te lo ofrezco por la noche, porque no vas al GYM, ¿sabes que allá tus amigos te dan lo que pidas?

Yo: ¿me das permiso?

Mi esposo: sabes que no necesitas pedirme permiso.

Yo: si lo sé, pero soy una niña buena y me gusta leer o escuchar que me das permiso.

Mi esposo: entonces vuelve a pedírmelo.

Yo: ¿amor, me das permiso?

Mi esposo: si mi amor, tienes permiso de ir donde tus amigos a que te den chimbo, con dos condiciones, que me envíes fotos y si es posible videos, y la otra es que no te quedes si ganas de mi chimbo esta noche cuando me cuentas que hiciste con tus amigos

Yo: eres el mejor esposo del mundo

Mi esposo: eso es porque tengo a la esposa más linda y puta del mundo.

Yo: te amo… ya te cuento que me dicen

Empecé a escribirle a mis dos amigos del GYM para ver en qué estaban, y después de un segundo respondió el primero que estaba fuera de la ciudad en un tema de trabajo, y el otro minuto después me respondió que estaba con su novia en ese instante.

Me sentí desolada, ¿es tan difícil que una mujer caliente encuentre un miércoles quien la clave en la tarde?

Volví a escribirle a mi esposo y me conté:

Yo: "amor, nadie me quiere comer"

Mi esposo: como dices eso mi amor, yo soy el primero

Yo: si, pero no estás aquí

Mi esposo: jajaja es cierto

Y en broma, me dijo:

Mi esposo: llama a Ricardo jajaja

Yo: No, tú no me dejas (con voz de niña mimada)

Mi esposo: ¿quién dijo que no?

Yo: ¿si me dejas?

Mi esposo: con dos condiciones

Yo: ¿Las mismas de siempre?

Mi esposo: no, nuevas.

Yo: ¿cuáles?

Mi esposo: primero, no quiero fotos quiero estar presente y verlos.

Yo: ¡¡¡claro amor!!!… eso me encantaría!!!

Mi esposo: segundo sí quiero participar, puedo hacerlo en el momento que quiera

Yo: jummm mejor aún… esas no parecen condiciones sino regalos.

Mi esposo: entonces tienes mi permiso, pero debes conseguir que sea él el que del primer paso (para que no parezca a muy puta) y me debes esperar a que sea el fin de semana.

Yo: ¿hasta el fin de semana?

Mi esposo: ¿si, lo tomas o lo dejas?

Yo: lo tomo, pero él se va el domingo

Mi esposo: ¿si lo sé, lo tomas?

Yo: ¡¡¡claro que sí!!! Voy a hacer que él sea el que, del primer paso, voy a pensar como seducirlo.

Mi esposo: eso es fácil para ti. Además, no te quita los ojos del culo.

Yo: ¿jajaja en serio?

Mi esposo: no te hagas la inocente, lo sabes y se nota que te encanta

Yo: jajaja me conoces mucho, tienes la razón, me encanta que me vea el culo, por cierto, ¿me dejas que se lo muestre aquí en la casa en estos días antes del sábado?

Mi esposo: claro que sí, puedes hacer lo que quieras, pero no te lo comas hasta que sea sábado y estemos los tres.

Yo: listo, es un trato, ¡¡¡te amo!!!

La conversación me puso muy caliente, tanto así, que me fui a bañar, pero ni eso me bajó la calentura, me acosté en mi cama, me abalance sobre lo mesa de noche y saque al negro, hace mucho tiempo no me masturbaba tan rico, solita en mi casa, con la música que me gusta, desnuda, en mi cama, recién bañada y con mi imaginación volando con mi esposo y mi cuñadito al mismo tiempo.

Me encanta lubricar al negro con mi propia saliva, chupándolo y escupiéndolo, para después jugar con la punta sobre mi clítoris y después, pasándolo de arriba a abajo por toda su envergadura, para después clavármelo a mi ritmo, primero lento y suave, para después hacerlo rápido y muy profundo, este negro me llena completa, es una delicia, me puse en cuatro de pasaba mi mano debajo de mí y me seguía penetrando con mi negro, estaba dichosa, después de dos orgasmos muy gemidos y húmedos, me di cuenta que está calentura no bajaba, y me tocó sacar los refuerzos, del mismo cajón de dónde salió el negro, saque mi última adquisición, uno de mis regalos de aniversario de bodas, una joya anal, (son estos lindos dildos anales con una piedra que parece una joya cuando está clavada en el culito), sin sacarme al negro, lubrique mi lindo dildo de la misma forma que al negro, dándole una pequeña chupada con mucha saliva, y poco a poco me lo fui clavando en mi culito, estaba en la gloria, mi nivel de excitación estaba al máximo, cuando por fin entro del todo, mirando uno de los espejos de mi habitación, se me veía hermosa la joya clavada en mi culito mientras no dejaba de clavarme al negro hasta el fondo, en ese momento sentí que venía un gran orgasmo, y así fue, tanto así, que caí temblando sobre la cama, con mi chochita completamente empapada, con mis dos amigos plásticos dentro de mí.

Fue tan fuerte que quedé fundida sobre mi cama, alcance a sacarme al negro y me quedé dormida, había sido super fuerte.

Cuando me desperté, no sabía cuánta horas habían pasado, lo único que sé es que escuche ruidos en la casa, me desperté con susto porque mi habitación estaba con la puerta abierta, yo desnuda sobre la cama, con mi joya aún en mi culito, me levanté, fui a cerrar la puerta, con tristeza me saque mi joya, la lave, la guarde, me puse un Short y una blusita de tiritas sin ropa interior y salí, y así estaba mi cuñadito, viendo tv en la sala, con una sonrisa de haberme visto desnuda con mi joya clavada, demás que me vio todo lo que quiso, no sabía si sentir pena o feliz de haber logrado seducirlo son intentarlo, pero su cara desde ese día cambió, ya me veía con ojos de quererme comer y eso me encanta, tener dos hombres con ganas de comerme en la misma casa.

A los minutos llegó mi esposo, cenamos juntos, ellos, la tensión sexual se respiraba en el aire, cada mirada, gesto y movimiento se tomaba con doble sentido, eso me encanta y saber que aún faltan jueves y viernes para llegar al anhelado sábado.

Amaneció el jueves, y me dije:

Yo: hoy lo voy a enloquecer.

Me bañe, con mucho cuidado, Despacio, con un jabón delicioso, acariciándome muchísimo y consintiéndome cada milímetro, eso me calentó muchísimo, cerré la llave de la ducha me seque, me aplique una crema de cuerpo que me encanta por su sensación y su olor, desnuda salí del baño, ví que la puerta estaba abierta y dije:

Yo: ojalá me vea

Me acomode, acostada boca arriba, metí tres de mis dedos a mi boca, los lamí mucho para dejarlos muy lubricados, los baje a mi chochita y empecé a jugar con mi clítoris y a hacer circulitos con mis dedos, mire hacía la puerta y no veía a nadie, es posible que no estuviese mi cuñadito en casa, pero de solo imaginar que me pudiese ver, me excitaba cada vez más.

Sigue con mi juego, gemía cada vez un poco más y la intensidad de mis dedos aumentaban, estaba muy excitada imaginado que pasaría el sábado cuando por fin tuviera permiso para estar con Ricardo, cuando ví un sombra pasar por la puerta, pensé que era mi imaginación, pero no, se veía muy poco, pero si lograba identificar qué ahí estaba el, y si antes estaba muy excitada, ya con público si soy una puta completa, mis dedos dejaron de solo jugar encima de mi chochita, para convertirse en mi tres dedos penetradores, me los empecé a clavar muy rico y cada vez gemía más, cada poco tiempo veía hacia la puerta que mi espectador continuará ahí y continuaba con más ganas.

Con una mano me masturbaba y con la otra me acariciaba las tetas y me la metía a la boca imaginado que era una polla grande y gruesa como la de Ricardo, estaba por venirme, cuando lo sé de dónde me salió la idea de utilizar ese momento para llevar mi seducción a otro nivel, en el momento antes de explotar, gemir suave y dije en voz alta, sabiendo que me estaba escuchando:

Yo: Que rico cuñadito, dame toda tu lechita …

Y me vine con mucha fuerza, temblaba con la chochita empapada y con mis dedos dentro de mí. Definitivamente amo masturbarme, pero hacerlo con espectador diferente a mi esposo, me excitó sobre manera; voltee a hacia la puerta y ya no estaba, debía estar haciendo lo mismo que yo, pero en su habitación o en el baño, preferí no molestarlo para que terminara tranquilo la paja que se estaba haciendo por mi culpa.

Dejé pasar un rato, hasta alcancé a dormir unos minutos, cuando me desperté oí la televisión de la sala y quise ir a estar un ratito con nuestro invitado, siempre hay que ser una buena anfitriona, pero sin olvidar lo plan, me coloque una tanga diminuta negra que hace juego con un babydoll negro transparente que dejaba ver mis tetas completamente, ya estaba completamente descarada, ya era hora que él supiera mis intenciones y me dejara conocer las suya, porque el sábado necesitaba que él tomara la iniciativa para que mi esposo de me dejara montar a mi cuñadito.

Salí de la habitación, lo saludé, pase caminando hacia la cocina, amo ver y sentí como la mirada de los hombres se clava en mi culo, y más en esta situación que era la intensión de que así pasará, me ubique en un lugar donde sabía que me podía seguir viendo, saque un yogurt de la nevera, y me fui a tomarlo al sofá con el:

Yo: ¿hola, que ves que estás tan concentrado?

Ricardo: eeeee

(Estaba como atontado con lo que estaba viendo a través de mi babydoll) y cuando volvió en sí:

Ricardo: una película

Yo: ¿la puedo ver contigo?

Ricardo: claro, acomódate.

Me acomodo tanto que me acosté sobre sus piernas, y pude sentí el chimbo que me quería comer hacía 4 días en mi cara atreve de si pantalón de pijama, hacía movimientos suaves y tiernos con mi cabeza y empecé a sentir como se colocaba durísima, que delicia y que a antojo saber que tenía la verga de mi cuñado a centímetros de mi boca, cuando ya la tuvo muy dura debajo de mi cara, su chimbo hizo un brinquito suave que sentí en mi cachete y dije algo en voz alta y suave, solo para él, si necesidad de respuesta alguna:

Yo: jummmm que rico, y yo con esta hambre.

En colocó su mano sobre mi cabeza para sobarme el pelo, pero también hacía un poco de presión como si se le estuviera chupando, por fin había dado un paso, no podía dejarlo escapar:

Yo: me encanta que me cojan así

El me presionó un poco más y así estuvimos un rato largo, haciendo una paradia a una chupada entre cuñada y cuñado, estaba super caliente la situación, yo estaba por no cumplir la promesa de esperar haya el sábado, pero respira y me contuve son dejar de jugar:

Yo: ¿cuñadito tienes ganas de comerte algo grande? (Colocándome la mano el mi culo)

Ricardo: siiiiii

Me levanté de la posición en la que estaba

Yo: ok, voy a pedir una pizza familiar a domicilio,

NVH di un besito cerquita a la boca y me fui para mí habitación a pedir la pizza para el almuerzo y dejar que la situación se enfriará. Ya sabía que la intención era mutua.

Me quedé en mi cuarto hasta que llegó la pizza, le lleve a la sala para que continuará viendo la película, yo me fui para mi cuarto a leer mientras almorzábamos cada uno por su lado, y después hice una sienta hasta al anochecer, me despertó un beso en mis labios, abrí los ojos y era mi esposo, lo bese con todo el amor que le tengo y toda la pasión del momento. El beso duro unos minutos, hasta que me preguntó

Mi esposo: ¿Cómo había estado lo día?

Yo: muy rico…

Le conté casa detalle de lo sucedido mientras le sobaba si chimbo sobre el pantalón y empecé a sentir como le crecía:

Mi esposo: ¿quedaste antojada de chimbo?

Yo: si, mucho

Se sacó el suyo del pantalón y me dijo

Mi esposo: ¿quieres este?

Yo: ¡siii toda para mí!

Sin pensarlo mucho ya lo tenía dentro de mi boca, me encanta intentar metérmelo todo, aunque por si tamaño es seguro que nunca entrara completo, se lo estuve chupando hasta que estaba completamente duro y lleno de saliva:

Mi esposo: es mi turno de chupártela

Yo: Nooo, hoy quiero que me la claves ya mismo

Mi esposo: lo que pida mi puta

Frente a mí, acostada boca arriba, abrí mis piernas

Yo: dame duro

Y mi esposo es muy obediente, me coloco la punta de su chimbo en mi chochita, de mío un besito tierno y me lo clavó durísimo hasta el fondo, me encantó, le arañe la espalda y lo abracé con mis piernas para que por ningún motivo se le ocurrirá sacármelo, me siguió clavado durísimo j muy rápido, era tanta mi excitación que en menos de 5 minutos ya estaba teniendo mi primer órgano, gemía como una puta, estaba dichosa, cuando desde de temblar él se sentó en la cama y yo encima de él, me encanta esa pose, porque mientras el me clava, yo muevo y el me aprieta mi culo y al mismo tiempo me chupa las tetas, es deliciosa, ahí estuvimos un buen rato, cuando fui yo la que le propuso la siguiente

Yo: ¿quieres a tu perrita en cuatro?

Mi esposo: siii

Y así me puse, esa pose sé que es su favorita al igual que la mía, siento que me entra del todo, además me dice lo mal que me he portado y me da nalgadas:

Mi esposo: ¿eres una puta?

Yo: si

Tas tas… dos buenas nalgadas

Mi esposo: ¿estás seduciendo a ti cuñado?

Yo: si

Tas tas… dos buenas nalgadas

Mi esposo: ¿le quieres chupar la verga a tu cuñadito?

Yo: si

Tas tas… dos buenas nalgadas

Mi esposo: ¿quieres que entre los dos te clavemos?

Yo: si

Tas tas… dos buenas nalgadas

Y ahí no pude aguantar más

Yo: me voy a venir

Mi esposo: yo también

Y los dos empezamos a venir la juntos, mientras sentía mi segundo pegamos también sentía como me inundaba de semen, cada descarga se sentía deliciosa, fue magnífico venirnos al mismo tiempo, el cayó cansado sobre mí y nos acostamos, mientras me daba besos en el cuello y me repetía

Mi esposo: te amo puta de mis fantasías …

Mi esposo: ya solo falta un día para el sábado, aguanta un día más.

Yo: solo por ti y porque el precio va a ser delicioso.

Mi esposo: ¡así será!

Cuando abrí los ojos, ya era viernes, una mañana completamente diferente a las de toda la semana, llovía a cántaros, era muy temprano para esa cantidad de rayos y truenos, el cielo estaba casi negro, eran las 9am, mi esposo ya no estaba, pero parecían las 6am de lo escuela y frío que amaneció el día.

Yo: con este frío no me puedo colocar lo que había pensado para antojar a mi cuñadito

Se me daño todo el plan, pero toda situación se puede ser de forma positiva, me levanté desnuda, me coloque unas tangas tipo hilo, un camisón muy corto, fui a verificar que Ricardo estuviese en casa y así era, aún estaba dormido en su cuarto, estaba sin camisa, se notaba, aún que solo se veía eso debido a que, por el frío, estaba debajo de una cobija gruesa y calientica.

En ese momento se despertó en mi mente mi puta interna (que me da los mejores consejos), llegue corriendo al cuarto de Ricardo, subí un poco la cobija, me metí entre a la cama, me tire la cobija encima y le dije:

Yo: ¿Ri, puedo dormir contigo? Es que me dan mucho miedo los rayos y tengo mucho frío.

Ricardo entre dormido y asustado

Ricardo: claro que sí.

Yo: Ri, pero está haciendo mucho frío, hazme cucharita

Así lo hice, me apretó fuerte y ahí me di cuenta de algo, mi cuñadito duerme desnudo. Todo mi cuerpo tenía contacto con piel, sus brazos fuertes me abrazaban, su boca la sentía casi en mi cuello, y su polla estaba en medio de mi culo perfectamente ubicada y ganando tamaño cada segundo. Esto se sentía delicioso, hubiese Sido tan fácil solo correr un poco mi tanga y recibir ese mástil de carne dentro de mí, pero soy una esposa muy decente y cumplo mis compromisos con mi esposo, tenía que esperar un día más, pero que lo si podía hacer, con permiso total de mi esposo, era jugar con mi cuñadito a enloquecerlo por quererme comer.

Muy suavemente empecé a mover mi culo con dos objetivos, uno sentir como crecía su chimbo con el roce y eso me excitaba muchísimo y segundo, para antojarlo solo un poquito más, empecé gemir un poquito, muy suave al sentir su verga rozar el medio de mi culito, lo hacía por calentura y para que supiera que me estaba gustando mucho, me hubiese encantado pasar todo el día en ese lugar y en esa posee con Ricardo, pero no creo que hubiese soportado no tener sexo con él, pero ya era hora de ser un poco más directa, después de unos 30min de estar jugando entre mi culo goloso y su chimbo durísimo, me di la vuelta para quedar frente a frente:

Yo: Si tienes el valor de agarrarme el culo mañana al frente de tu hermano, me podrás comer como quieras y tanto como lo desees.

Lo tomé de la cara, pasé mi lengua por sus labios semi abiertos muy suaves y despacio. Con mi lado derecha tome si chimbo completamente duro y parado, con un poquito de líquido saliendo de la punta.

Yo: ojalá tengas el valor, porque ya quiero este chimbo dentro de mí.

Pase la punta de dos de mis dedos por la cabezota de si verga, tome mucho de ese liquidito y frente a él, me lamí uno de los dedos sacando mi lengua y después metí el otro a mi boca y lo chupe como si fuera un bombón.

Yo: tienes un sabor delicioso

Le di un besito en su cachete tocando la comisura de sus labios

Yo: me tengo que ir, nos vemos en la noche para la cena

El no dijo ni una sola palabra, tenía los ojos abiertos de sorpresa, pero al mismo tiempo mi miraba como una depredadora mira a su presa momentos antes de abalanzarse sobre ella para devorarla completamente, salí del cuarto caminando despacio, me quite el camisón despacio y seguí caminando, para que me viera casi desnuda, solo con mi tanga, pero solo podía verme desde atrás, el resto le tocaría imaginarlo.

Me fui a bañar, me metí a ducha, no sin antes pasar por mi mesa de noche, sacar al negro para que fuera mi compañía en mi baño, aún que el plan era seducir a mi cuñadito, no significa que sea de piedra, la situación me había dejado muy caliente, necesitaba una buena cogida y en ese momento el negro era la mejor opción.

Me enjabone y lubrique muchísimo al negro, para empezar a clavarmelo despacho pero sin pausa, uffff este negrote me llena completamente, estaba a mil y a esa misma velocidad me metía y sacaba mi consoladores enorme, saque la mano de ducha, tome mi teléfono e hice un video que envíe de inmediato a mi esposo, continúe con mi juego hasta que tuve un pegamos delicioso mientras el celular no dejaba de sonar, las notificación de que mi esposo me escribía por WhatsApp, eran seguidas, pero lo tomé con calma, me seque, me aplique crema en todo el cuerpo y ahí sí, me dispuse a leer los mensajes de mi esposo.

Mi esposo: WOW

Mi esposo: Amor que es eso tan rico

Mi esposo: háblame, que delicia de vídeo

Mi esposo: ¿qué te hizo Ricardo que te dejó así?

Mi esposo: dime algo

Yo: hola amor, solo quería mostrarte que estaba haciendo, y Ricardo no me hizo nada, por eso estoy así, porque aún no me hace nada y estoy que me enloquezco.

Mi esposo: jajaja puta, me encantas

Yo: tú a mí también, pero estoy que me estallo, por eso voy a salir con Martha y con Camila, toda la tarde, porque no aguanto estar sola con Ricardo y no hacer nada.

Mi esposo: listo mi amor, que bueno que te hayas aguantado, mañana será un gran día.

Pase toda la tarde con mis amigas, fuimos a almorzar, luego al cine y terminamos tanto unos cócteles en un bar que frecuentamos, fue una linda tarde, que me ayudó a pensar en otra cosa diferente a toda la situación super caliente que se estaba viviendo en mi casa, tipo 11pm llegue, ya todas las luces estaban apagadas, entre a mi cuarto un poco alicorada, intentado no hacer ningún ruido, llegue al habitación, mi esposo ya estaba dormido y en voz baja lo saludé que ya estaba dormido

Yo: hola amor… cómo estás?

Mi esposo: hola mi amor, bien, como te fue a ti?

Yo: muy bien amor, pasamos muy rico, almorzamos, fuimos a cine y me tomé 4 Margaritas.

Mi esposo: ¿wow y estás borrachita?

Yo: si, un poquito, ¿te lo puedo chupar? Es que quiero sacarle lechita a tu chimbo

Mi esposo: jajaja clara mi amor, cuando quieras.

Esto no lo recuerdo muy bien, pero me cuenta mi esposo que me desvestí, que lo desvestí a él y se lo chupe por un buen rato, hasta que me enoje porque no me daba lechita y que se lo seguí chupando con rabia hasta que se vino en mi boca, me la tomé todita, e intentaba sacar más de su chimbo, chupando de la punta de la cabeza de su rica verga, y cuando termine, solo le dije:

Yo: ahhh se acabó, pero está muy rica.

Le di un besito y nos quedamos dormidos.

Al día siguiente me desperté con un poco de resaca, pero bien, mi esposo me había puesto en mi mesa de noche un vaso con jugo de naranja, dos Aspirinas, una bolsa de regalo con un moño muy lindo y una nota que decía:

¡¡PARA QUE LA USES HOY!!

TE AMO MI PUTA

Soy súper curiosa, y me tomé las pastillas, me tomé el juego y abrí mi regalo.

Era un conjunto de lencería fina, de encaje que se compone de un sujetador que me hace ver las tetas hermosas, una tanga de encaje muy pequeña, unos ligueros y unas medias de mallas negras a media pierna, todo negro, precioso, estaba encantada, me encanta la ropa íntima de este tipo.

Lo estaba empacando cuando llegue Ricardo:

Ricardo: ¿Buenos días Cuña, como amaneces?

Yo: ¿muy bien y tú?

Ricardo: muy bien también, Cuña, ¿dice mi hermano que nos espera en la piscina para tomar el sol un rato, te espero o nos llegas?

Yo: dale, yo llego, ve subiendo.

Llame a mi esposo al celular a darle las gracias por mi regalo y por la sorpresa

Yo: amor gracias, todo está muy lindo, me encanta

Mi esposo: que rico amor que te gusto.

Yo: si, muchísimo, ¿y que vestido de baño quieres que me ponga para subir a la piscina contigo?

Mi esposo: mmmm no sé, el que te haga ver y sentir muy puta, porque quiero ver cómo antojas a Ricardo en frente mío.

Yo: ¡¡¡listo!!! Te amo, bye.

Busqué dentro de mis vestidos de baño y encontré uno que no recordaba, bikini con tanga brasilera y un strapless del mismo color, me encanta porque me siento muy puta cuando me lo pongo, es evidente que cuando me lo pongo estoy buscando sexo o así me siento y eso me encanta.

Tomé unas cervezas frías del refrigerador y subí a la piscina, ahí estaban los dos hablando, no sé cómo hice para que no notarán de mi cara puta, al verlos solo con su bañador y pensar que en poco tiempo estos dos hombres que me encanta, iban a estar haciendo conmigo lo que quisieran.

Yo: hola, les traje cerveza

Los dos me invitaron a meterme a la piscina con ellos, estuvimos tomándonos unas cervezas, hablando rico en la piscina, jugando un poco, la verdad era una tarde muy divertida

Mi esposo: voy por unas cervezas más a la casa, ya vuelvo

Me dio un beso y salió, subió al ascensor, las puertas no se cerraban cuando sentí que me apretaban el culo con la extensión completa de una mano.

Ricardo: ¿sabes que me tienes a mil, me vas a dejar así de cliente?

Yo: espero que no, solo tienes que ser tan valiente de volverme a coger el culo al frente de ti hermano y te daré lo que quieras.

Se abrieron las puertas, la mano de mi cuñado dejó de apretarme y le dije al oído:

Yo: espero que seas capaz de hacerlo.

Se abrieron las cervezas y seguirlo tomando, ya el sol había bajado, eran casi las 5 de la tarde, los tragos estaban haciendo efecto.

Ricardo: Hey Bro (diminutivo de brother, así de trataban), ¿esta es mi fiesta de despedida?

Mi esposo: ¿si claro, quieres que invitemos a alguien más?

Ricardo: ¿no, estamos los que somos… y que me vas a dar se despedida?

Mi esposo: bro, es sino que pidas!

Ricardo me abrazo por detrás, me cargo y dijo entre risas:

Ricardo: ¿me vas a prestar a esta mamacita de esposa que tienes? Jajaja

Mi esposo: si ella quiere es tuya con una condición

Yo: ¿yo soy las que elijo?

Mi esposo: ¿si, quieres comerte a mi hermanito?

Yo: si es por mí, encantada.

Ricardo: ¿cuál es la condición?

Mi esposo: nos la comemos los dos.

Ricardo: jajaja claro, con gusto. ¿Cuña y si aguantas?

Yo: lo voy a intentar.

Mi esposo llegó frente a mí a buscarme, mientras Ricardo, al fin con toda la excitación se la semana y la libertad para hacer lo que quisiera, me cogía el culo con sus dos manos y me daba besos en el cuello. Mi esposo entre sus besos, con una mano me amasaba una de mis tetas y con la otra, dentro de mi tanga, jugaba haciendo circulitos con los dedos en mi chochita.

Al fin, el momento deseado durante toda la semana, se estaba dando y se sentía riquísimo, saqué la mano de mi esposo y le dije:

Yo: amor debes compartir

Me voltee, y ahora tenía a mi cuñado de frente, sus manos recorriendo todo cuerpo, mientras mi esposo apretaba las nalgas y con uno de sus dedos me masajeaba la entrada de mi culito, eso me señaló que la fiesta iba a ser completa este día.

Yo: ¿amor, puedo hacer lo que yo quiera?

Mi esposo: claro mi puta hermosa.

Metí una mano para cada hermano, los dos estaban muy duros, solo las que hemos tenido un chimbo muy duro en cada mano y saber que los dos están así por mí culpas, me entenderán, me mojé muchísimo, mi calentura se triplicó, no podía creer que al fin los dos iban a ser míos.

Yo: niños vamos para el apartamento, no quiero que todos los vecinos puedan ver lo que quiero hacer.

Salimos rápidamente de la piscina, sin secarnos, recogimos las cosas que habíamos llevado y nos fuimos, en el ascensor mis manos estaban ocupadas con toalla, bronceador y varias otras cosas, y las de ellos cargaban algunas cosas, pero cada uno tenía una mano ocupada apretando mi culito deliciosamente, haciendo piruetas para que la cámara del ascensor no le diera un espectáculo al vigilante que monitorea las cámaras.

Fui la primera en entrar, la primera en descargar y tome a cada uno de mis chicos de una mano y los lleve a la sala, cuando llegamos, volví a darle un besito en la boca a mi esposo y otro a mi cuñado.

Yo: al fin….

Me arrodille, y baje la pantaloneta que llevaba puesto cada uno, dejándolos desnudos y yo con dos chimbos hermosos y dirigimos apuntando así mí:

Yo: ¿amor me los puedo comer?

Mi esposo: claro putica, son todos tuyos hasta que quieras.

Yo: Ñam Ñam… esto va a estar muy rico

Empecé a pajear cada uno de ellos al mismo ritmo, despacio, muy rico se sentía que cada uno crecía un poco más en mis manos, me puse cerca el de mi cuñado y lo escupí, acto seguido hice lo mismo con el de mi esposo, así la paja que les estaba haciendo deslizaba mucho más rico y se notaba en sus caras, cada vez se los había más rápido, pero fui yo la que no aguante más, tenía muchas ganas de meterlos a mi boca.

Yo: me soñé este momento toda la semana

Sin dejar de masturbar a mi esposo, me metí el de mi cuñadito a mi boca, pero que era esta delicia que estaba probando, no sabía si era la excitación de chuparme está deliciosa verga, si era la excitación de estar chupando está deliciosa verga que no era de mi esposo mientras mi esposo me veía, si era la excitación de estar chupando está deliciosa verga que no era de mi esposo mientras mi esposo me veía y pajeaba a mi esposo al mismo tiempo o si era la excitación de estar chupando está deliciosa verga que no era de mi esposo mientras mi esposo me veía, pajeaba a mi esposo al mismo tiempo y era la verga del hermano menor de mi esposo, pero estaba muy caliente, mi chochita estaba empapada, como nunca. Cuando ya tuve el chimbo de mi cuñado totalmente dura, y completamente babeada, hice los mismo con mi esposo sin dejar de pajear a mi Ricardo.

Llevaba más de media hora disfrutando de esos dos chimbos solo para mí, estaba encantada, pero fue mi cuñadito el que me saco de mi trance, me ayudó a pararme de mi posición arrodillada en la que había estado, ya de pie, mi esposo me ayudó a quitarme la parte de arriba del bikini, mientras Ricardo me quitaba la tanga, en 5 segundo me tuvieron desnuda y me sentaron en el sofá, se me quedaron viendo

Ricardo: Bro tu sí que comer rico todos los días

Mi esposo: Si, y eso que aún no sabes lo puta que es.

Ricardo: que rico, así deben ser todas las mujeres lindas como mi cuñadita

Mi esposo: pero no te preocupes, después de hoy, quedará siendo tu puta también, cuando vuelvas te la podrás comer cuando tú quieras.

Ricardo: ¿en serio?

Yo: por supuesto que sí, a menos que no quieras

Ricardo: cómo no voy a querer si te llevo ganas desde que eras novia de mi hermano. No te imaginas cuántas pajas me hice a tu nombre.

Yo: ¿en serio? Que rico… pero que desperdicio de lechita

Mi esposo: jajaja viste lo puta que es.

Ricardo: si eso veo, me encanta

Cada uno de ellos se empezó a encargas de una de mis tetas, me las besaba, manoseaban, mordía suave y con sus lenguas jugaban con mis pezones que estaban muy duritos. Luego me besaban el cuello, el abdomen y las piernas, y todo esto pasaba mientras 4 manos no dejaban de manosearme por todas partes, estaba en el cielo del placer y parecía que yo era su diosa, me trataban como tal.

Yo: mis niños, ya no aguanto más, quien va a ser el primero en clavarme

Mi esposo: ¿cómo así amor? La educación, ante todo, primero los invitados

Todos reímos mientras a mi cuñado se le dibujaba una sonrisa en la cara, con unos grandes ojos de maldad, lujuria y deseo.

Mi cuñadito se acercó a mi oído

Ricardo: ¿te la puedo chupar antes? Me he soñado chupártela desde hace años.

Yo: ¿jajaja claro… cierto amor que Ri puede hacer conmigo lo que quiera?

Mi esposo: claro, no necesitas pedir permiso.

Mi esposo no había terminado de hablar cuando Ricardo ya estaba pasando la punta de su lengua por mi muy mojada chochita, era una sensación deliciosa, retorcía su lengua jugando con mi clítoris, de dónde había sacado este chico esos dones para hacer sexo oral, me tenía gimiendo riquísimo.

Mi esposo: ¿amor quieres algo para comer mientras te la chupan?

Tenía su verga casi en mi boca y obvio, no iba a desperdiciar tan delicioso manjar, sin pensarlo dos veces y sin necesitar ayuda de mis manos, ya tenía casi todo el chimbo de mi esposo en mi boca, mientras su hermano jugaba golosamente con mi clítoris. Además, sus manos no dejaban de tocarme y una de ellas encontró mi culito, esta empezó a acariciarlo y a jugar con él para dilatarlo.

Ricardo: ¿de quién es este culito tan apretado?

Cómo pude, saqué solo un segundo la verga de mi esposo de mi boca para alcanzar a decirle

Yo: de ustedes dos…

Y continúe con mi suculento banquete, hasta sentir que mi cuerpo temblaba sin parar y mi orgasmo era inminente, si algo le gusta a mi esposo es que tenga orgasmos mientras se lo chupo, porque como él dice, "se lo chupo duro como una loca queriéndoselo arrancar" y a él, eso le encanta.

Después de unos 30 o 40 segundos donde mi cuerpo no me pertenecía y solo temblaba y se retorcía

Ricardo: ¿cuñadita, crees que ya es hora de clavarte?

Yo: ¡siiii por favor… no sean malos conmigo, métemelo yaaaa!

Y así fue… y estoy segura que me tuvieron que escuchar en todo el barrio, de una sola embestida mi cuñadito me clavo toda su chimbo en mi muy pequeñita y apretada chochita, emití un grito de placer absoluto que aún retumba en mi cabeza. Al fin tenía me estaba comiendo mi esposo y mi cuñado, una semana de espera que había valido la pena, estaba dichosa, el morbo de estar con dos hermanos no tiene comparación alguna.

Así estuvimos un buen rato, yo boca arriba, con las piernas muy abiertas, con mi cuñado frente a mi clavándome una y otra vez sin descanso, unas penetraciones lentas y profundas, otras rápidas y duro, pero lo más importante, sin parar en ningún momento, y mi esposo que no dejaba de disfrutar del show y de la chupada con paja que le estaba haciendo.

Mi esposo: Ri, préstame a tu mi esposa un ratico

Todos nos reímos un poco

Ricardo: jajaja claro que sí, dale…con confianza, como si fuera tuya.

Mi esposo se sentó en el sofá y yo me monte de frente él y sin mucho esfuerzo de lo mojada que estaba y lo duro que están él, su chimbo entró resbalando dentro de mi hasta el fondo, y como es conozco sus gustos, le puse mis tetas en su cara, le encanta comérmelas mientras me lo mete, sicarios nos estuvo viendo unos minutos hasta que mire a los ojos

Yo: ven, te lo quiero chupar

Se acercó a mí, se paró en el sofá y puso su chimbo a la altura de mi boca, lo cogí con mi mano izquierda, y yo misma me di unas ricas cachetadas con su verga en mi cara, lo masturbé unos segundos, y a mí boca; amo chupar un chimbo que me estado clavando, esa combinación de su sabor con el mío, me hace sentir la puta más grande del mundo, es una sensación indescriptible.

Volvía a estar con los dos hermanos dentro de mí, pero ahora en lugares diferentes, mientras yo movía mi culo encima de mi esposo y el con una mano me manoseaba y con la otra, después de lamer dos dedos, me los clavaba en mi culo, yo chupaba y pajeaba a mi cuñado, me entró una calentura de esas que solo las mujeres que disfrutan tanto el sexo como yo me entenderán, una calentura de esas que te hace hacer las locuras más deliciosas del mundo, una calentura de esas que te hace pedir cosas que normalmente no pedirías.

Saque el chimbo de Ricardo de mi boca, me acerque al oído de mi esposo y en voz baja:

Yo: ¿me está preparando el culito para ti hermano?

Mi esposo: ¿si, lo quieres?

Yo: siiii claro…

Mi esposo: pídeselo.

Y volviendo a colocar ojos y voz de niña buena y mimada:

Yo: Ri, quiero que me claves el culito.

Con una sonrisa en su boca, se bajó del sofá, mi esposo sacó día dos dedos y Ricardo puso la punta de su hermosa y deliciosa verga en la entrada de mi culito, mi esposo y yo nos quedamos quietos, mientras su hermano me metía cada milímetro de chimbo, abrazaba cada vez más fuerte a mi esposo

Mi esposo: ¿te duele?

Yo: No, me está matando de la dicha

Mi esposo: ¿páramos?

Yo: si paran los mato a los dos.

Hasta que al fin los tuve, mis dos chicos, uno en mi chochita, comiéndome las tetas y con sus manos abría mi culo, mientras el otro me clavaba el culito, me jalaba del pelo hacia atrás y me besaba el cuello, el ritmo lo llevaba mi cuñado, al principio eran penetraciones suaves muy ricas, podía sentir a los dos dentro de mí, cada minuto que pasaba la velocidad, fuerza y la profundidad de las embestidas aumentaba, estar en medio de este par de hermanos, me generaba demasiados sentimientos, pasión, deseo y toda la lujuria existente, era una maravilla estar sintiendo todo lo que sentía mientras observaba que la tarde terminaba y estaba empezando a caer el sol por la ventana, estaba a punto de llegar a un gran orgasmo y se los dije casi gritando

Yo: ¡¡¡chicos, me voy a venirrrrrr!!!

Fue como haberles dicho hagan conmigo lo que quieran, mi esposo me tomó de la cintura y me empujaba hacia los dos mejores chimbos en mi vida, para que la penetración fuese más profunda, y al mismo tiempo mi cuñadito aumentaba el ritmo hasta la locura, y lo que era inminente llegó, empecé a venirme muy fuerte, era un gran orgasmo, de esos que solo se dan cuando ha sido de los mejores sexos de la vida, temblaba, gemía, mi cuerpo se contraía y a punto de terminar:

Ricardo: me voy a venir

Mi esposo: yo también

Yo: quiero que se venga encima mío

Y mis chicos, como siempre muy complacientes, mi cuñado me sacó su hermosa y muy complaciente verga de mi culito y yo me levanté saliendo sacando la verga de mi esposo desde lo más profundo de mi chochita, me arrodillé en medio de los dos y comencé a pajearlos al tiempo, el primer gran chorro de semen salió de mi esposo, la mitad cayó en mi cara y la otra en mi boca y antes del segundo chorro, llegó el primero de Ricardo, que fue a dar a lo más profundo de mi boca, después de eso fueron múltiples chorros de su muy caliente y deliciosa lechita que caía por todas partes, la mayoría en mi cara pero al ser tanta, se deslizaba hasta caer en mis tetas, y en mis muslos, cuando sentí que ya estaban terminando, sin aún tragarme los dos primeros chorros que aún tenía en mi boca, succione lo que les quedaba a cada uno en la pintura de sus chimbos y como sé que a mí esposo le encanta, mirándolo a los ojos, abrí la boca para mostrarle que su chica aún tenía su lechita y la de su hermano en mi boca, y acto seguida me la tomé todita. Solté sus pollas y empecé a limpiarme con mis dedos por toda mi cara, dedos que me ayudaron a recoger más lechita para después chupármelos, cuando estuve casi limpia, le di un beso a más a cada polla como agradecimiento a tanto placer.

Ellos se sentaron, en el sofá y yo me recosté colocando mi cabeza en las piernas de Ricardo y los pies encima de mi esposo, ellos me acariciaban con sus dedos por todo mi cuerpo

Ricardo: Tienes la mejor mujer y puta del mundo

Mi esposo: ¡Gracias, lo sé! Pero se dice tenemos, ya también es tuya cuando ella quiera.

Yo: ¿ah sí?

Mi esposo: jajaja tú sabes que sí, puedes hacer lo que quieras.

Yo: gracias amor, te amo!

Entre caricias y caricias me fui quedamos dormida en medio de mis dos chicos, no sé cuánto tiempo paso, abrí los ojos, miré el reloj de pared de la sala y eran las 11pm, en otro momento hubiese pensado que la noche aún no había empezado. Me levanté con mucho cuidado para no despertar a mis hombres, me dirigí al baño, quería tomar una ducha, no necesitaba desvestirme, los tres nos habíamos quedado dormidos desnudos, prepare el agua a la temperatura del agua, me gusta caliente, como casi todo en mi vida, y empecé a recordar lo sucedido, cada segundo, cada caricia, cada beso, cada pose, cada penetración y el súper final, siempre lo había querido hacer, me sentí como estrella porno.

¡No podía ser, he había vuelto a calentar, solo sonreí sola diciéndome a mí misma, Fabiola, te has convertido en una puta total, y me encanta!

Salí de la ducha, me sequé con la toalla y me apliqué crema con un delicioso olor a kiwi por todo el cuerpo, ¡salí desnuda del baño y Oh sorpresa!

Mi cuñado, desnudo en mi cama sentado, con si chimbo enorme muy duro agarrado con su mano izquierda, y sin la mirada clavada en él, le dije:

Yo: ¿todo eso es para mí?

Ricardo: ¿se te antoja?

Yo: muchísimo

Ricardo: si me lo pides como me gusta, te lo doy

Me dirigí a él, me monté en la cama, lo abracé desde atrás, con la mano derecha cogí su chimbo con mucha fuerza y al oído le dije:

Yo: ¿tu cuñadita quiere está delicia de chimbo, me lo das?

Ricardo: ¿y que me das a cambio?

Yo: lo que quieras…

Me agarró y me coloco como una niña castigada en sus piernas lista para recibir unas buenas nalgadas.

Ricardo: ¿cómo te has portado?

Yo: muy mal

Ricardo: ¿que has hecho?

Yo: pase toda la semana calentando a mi cuñadito (dos fuertes nalgadas, una en cada lado de mi culo)

Ricardo: ¿qué más has hecho?

Yo: se lo chupe a mi cuñadito

TAS TAS

Ricardo: ¿qué más has hecho?

Yo: me deje clavar mi chochita de mi cuñadito

TAS TAS

Ricardo: ¿qué más has hecho?

Yo: me deja clavar mi culito de mi cuñadito

TAS TAS

Ricardo: ¿qué más has hecho?

Yo: me dejé bañar de mi cuñadito y me tomé si lechita

TAS TAS

Ricardo: has sido una puta

Yo: si lo sé…

TAS TAS

Ricardo: mi hermano va a recordar que su puta también es mi puta

Cogió mi culo con fuerza y me dio un mordisco y me lo chupo hasta dejarme una marca, yo sé que suena algo loco, pero si él me quería marcar como su puta, no iba a ser yo quien lo detuviese, al fin de cuentas, si lo era. Mientras hacía su marca, me clavaba 3 desnudos dentro de mi chochita, estaba muy mojada y no era por el baño que acababa de tomar, estaba muy caliente.

Cuánto termino

Yo: ahora me toca a mi

Me baje de sus piernas, me arrodillé frente a él, que estaba sentado en el borde de la cama, agarre fuertemente su chimbo con mi mano derecha y se lo empecé a chupar como una loca, lo pajeaba, lo lamía, lo escupía, me lo intentaba meter todos a la boca, jugaba con sus testículos, estaba hecha una perra, cuando lo tuve muy duro y muy lubricado, me pare di media vuelta y me senté dándole la espalda sobre su verga que entre con mucha facilidad y me deje caer sobre el para que entrara todo

Yo: ¡¡¡¡ahhhhhhhh que rico!!!!

Empecé a brincar sobre el sin parar, sentía como entraba completo en mi mientras el me manoseaba el culo y jugaba metiéndome dos deditos, volteé para mirarlo, y él me vio a los ojos

Yo: ¿te gusta mi culito?

Ricardo: muchísimo

Yo: solo tienes que pedírmelo y es tuyo.

Ricardo: quiero clavarte tu culote ya mismo

Esas palabras taladraron mi cerebro de la forma más morbosa y me hizo tener un rico orgasmo, pero lo había quería hacer esperar a mi cuñadito, me pare, sacado si chimbo desde lo más profundo de mí, camine hacia la cama y me puse en 4 como la perra que soy, invitándolos a comerse mi culito

Yo: todo tuyo

Me coloco detrás de mí, me dio unas lamidas con mucha saliva en la entrada de mi culito y colocó la cabeza de su chimbo listo para clavarme.

Ricardo: ¿lo quieres?

Yo: siii por favor

Ricardo: ¿te lo mereces?

Yo: si he sido una buena niña, dame mi premio

Y lento, pero sin pausa fue clavado me cada delicioso centímetro de su chimbo, fue espectacular, unos segundos que nunca olvídate, una sensación muy rica y empezó a clavarme seguido cada vez más rápido, hasta llegar al punto en que los dos gemíamos, no nos importó despertar a mi hermano, casi que lo habíamos olvidado, yo solo disfrutaba de sus penetraciones, sus manos en mi culo, sus nalgadas ocasionales y sus gemidos, estás a puntos e correrme cuando el

Ricardo: me voy a venir

Yo: yo también

El empezó a hacerlo más rápido y empecé a venirme muy rico, amo los orgasmos anales, estaba temblando mucho y sentí que de golpe me lo saco y se empezó a venir en mi culo, era mucha lechita, no me imagino hacía solo un rato ya se había corrido muchísimo sobre mí, y ahora otra descarga enorme de lechita, definitivamente hermano de su hermano, son muy lecheros, me dejó todo el culo y parte de la espalda llena de semen, wow había sido fenomenal. El cayó a mi lado.

Escuchamos la voz de mi esposo, voltee a ver a la puerta y ahí estaba parando desnudo con su chimbo durísimo en una mano y en la otra con si celular grabándonos:

Mi esposo: amor vas a tener un buen recuerdo para cuando lo quieras volver a ver.

Yo: ¿jajaja desde hace cuánto estás parado ahí? Jajaja

Mi esposo: desde que saliste el principio, desde que saliste del baño.

Todo reímos un poco, él se vino y se acostó a mí otro lado y los dos me acariciaban la espalda, uno desde cada lado, estar en medio de mis dos chicos me hacía sentir una diosa, y con mi culo aún bañado en lechita de Ricardo, algo indescriptible y poco imaginable que pudiera suceder hace una semana.

Entre caricias nos quedamos dormidos, no sé qué hora era, pero sé que faltaba poco para amanecer, cuando abrí los ojos fue porque me están besando en la boca, era mi cuñado, de forma tierna y rica, jugando con su lengua entre mis labios

Ricardo: buenos días linda

Con una sonrisa en mi rostro

Yo: hola lindo

Ricardo: nosotros ya nos arreglamos, mi hermano me va a llevar al aeropuerto, ¿nos quieres acompañar?

Yo: si, yo voy

Ricardo: no tenemos mucho tiempo

Yo: listo, ya me arreglo

Así fue, me metí corriendo al baño, me bañe, arregle y maquille en tiempo récord, salí de la habitación

Yo: estoy lista

Mi esposo: genial, vamos

Nos montamos al carro, mi esposo manejaba, yo a su lado, mi cuñado atrás y las maletas en el baúl del carro.

Nos fuimos hablando de tonterías hasta salir de la ciudad, en carretera rural donde faltaban 30mim aún para llegar al aeropuerto, llegamos al peaje y cuando pasamos, mi esposo al oído

Mi esposo: te quieres pasar para atrás a despedirte

Lo mira, y hasta yo misma sentí la cara de diabla que puse

Yo: siiiii

Me quiere en cinturón, me pare en la silla y me pase para la silla de atrás, frente a Ricardo me senté sobre el a besarlo mientras él me agarraba fuertemente el culo y mi esposo nos miraba por el espejo retrovisor; me encantan los besos

Yo: ¿que quieres de despedida?

Ricardo: de todos, pero con el tiempo que tenemos, quiero una de tus espectaculares chupadas.

Yo: mmm con gusto, sabes que son mis favoritas

Me acomode a su lado, saque su chimbo que estaba durísimo y me dispuse a comerme este manjar, chupar es de las cosas que más disfruto en el sexo, se lo estaba haciendo de la única forma que se, duro, profundo, con mucha saliva, lamiendo, chupando y pajeando como una loca, desde la parte delantera del carro

Mi esposo: ¿amor, si está rica?

Sacándola un segundo de mi boca

Yo: delicioso amor

Y me la volví a meter en la boca, entre gemidos de mi cuñado, agarradas de pelo y dos o tres comentarios como "eres la mejor chupadora" y "mi hermano y yo tenemos la mejor puta del mundo, se pasó el tiempo

Mi esposo: amor hazlo terminar, llegamos en 3 minutos

Voltee a ver a mi cuñadito

Yo: me das mi lechita por favor

Eso lo calentó mucho y mientras se lo chupaba, escuché la frase que amo

Ricardo: me voy a venir

Empecé a recibir descargas de lechita en mi boca, al punto de casi ahogarme por la cantidad, estaba deliciosa y caliente como me gusta, limpié su chimbo perfectamente, como si nada hubiese pasado, al mi momento que mi esposo frenaba, yo subía el cierre del pantalón de Ricardo.

Salimos del carro y nos despedimos de él, con la promesa que volvería más seguido, besos y abrazos y un hasta muy pronto...