Mi esposo me cambio por una puta barata
Este es un relato real, describe la historia de la esposa de uno de mis mejores amigos, quién por cosas del destino decidió cambiar una preciosa mujer por una puta barata y fea
Durante mi toda mi vida he sido un tipo con suerte con las mujeres, no soy ningún adonis, ni súper hombre, ni forrado de dinero, más bien soy un ser normal, muy sincero, leal y de mente muy abierta en cuanto a la visión de vivir la vida. Mi nombre es Juan José, todos me dicen cariñosamente Viejito, soy una persona mayor, contextura normal, 1,70 de estatura, blanco, profesional, muy heterosexual, amante del sexo con las mujeres y 65 años de existencia bien vividos.
Esta historia es real, sucedió desde hace un año y medio con la esposa de uno de mis mejores amigos, la cual llamaremos Iris, una dama de 43 años, atractiva, delgada, blanca, unas caderas interesantes, senos pequeños y un trasero llamativo y respingón. Su esposo, lo llamaremos Carlos, con 50 años, un tipo corrido por la vida, trabajador, profesional de la ingeniería, amante de la vida nocturna. Tienen tres hijos excelentes, dos niñas 6, 4 y un varón 8 años de edad. Nuestra amistad es de más de veinte años, compartimos muchos momentos especiales y duros en nuestras vivencias, tenemos mucha confianza para decirnos las cosas de frente.
Carlos y yo, salíamos con cierta frecuencia al terminar nuestra jornada de trabajo a tomarnos algún trago, bajar el estrés y picotear una tablita o pasapalos en variados negocios nocturnos en Valencia, ciudad donde vivimos y laboramos, después de unas semanas, empiezo a observar que mi amigo, no tenía espacio de tiempo para salir cada vez que lo invitaba; sin embargo, varios amigos me comentaban que Carlos andaba frecuentando un local nocturno de mala reputación donde se había levantado una trabajadora sexual, conocida popularmente como puta. Bueno esa es su vida, yo respeto las acciones de mis amistades y no opino nada al respecto.
Mi sorpresa es que un buen día, Iris, esposa de Carlos, me llama por teléfono y me pide que pase por su casa en la tarde que desea conversar conmigo algo muy privado, le respondí, que en verdad estaba comprometido con una agenda de reuniones muy complicada y no podía, que estaba libre a partir de las 6,30 pm y que podíamos reunirnos en su casa, ella me respondió, que mejor conversábamos en mi oficina, el tema era personal y muy privado de su matrimonio, que dada la confianza entre nosotros, ella consideraba que yo podía ayudarla, le conteste que estaba bien, la esperaría en mi oficina a esa hora.
Quiero señalar que Iris cuando se viste, es una diosa muy sexy, ella no es una mujer bella, es muy bien parecida, pero sabe combinarse y explota su figura y sex-appeal, lo cual da muy buenos resultados con los hombres y hasta con mujeres. Volviendo a mi historia, llego el día de la cita, en verdad no me acordaba de la reunión con ella, fue mí secretaría, quién antes de retirarse, me recuerda el compromiso en la oficina, razón por la cual, prepare el ambiente para el encuentro, minutos antes recibo una llamada de José Luis, otro amigo mutuo y me cuenta:
José Luis: Viejito, adivina a quien vi anoche con una puta de carretera más fea que memita,
Yo: ni idea José Luis
José Luis: Carlos papa
Yo. En serio, verga no te creo
José Luis: lo más arrecho es que andaba de abrazo, presentándola como su novia,
Yo: que bolas José Luis
José Luis: si su mujer se entera, tremendo peo se va a formar y seguro habrá divorcio,
Yo: si, Iris es muy jodida.
José Luis: chamo, Carlos está loco, cambiar ese culo tan bueno por una tipa tan ordinaria y fea
Yo: si hermano, tienes toda la razón
La verdad ese comentario me sorprendió mucho y me dio una luz de la necesidad de Iris de conversar conmigo, razón por la cual debería ser muy cuidadoso con mis respuestas y comentarios con ella.
Iris llego puntual, su semblante estaba afectado, se notaba que había llorado bastante, estaba vestida normalita, un vestido entero semi pegado, zapatos de tacones medianos, nada del otro mundo, la recibí con mucho cariño y afecto, le brinde unos tragos para diluir el ambiente de tensión en ella. Cuando la sentí más tranquila le pregunto: ¿Iris, me tienes intrigado, en que te puedo ayudar amiga? Ella me mira fijamente y se pone a llorar, respira profundo, me lanza casi en suspiro lo siguiente:
Iris: Viejito quiero que me respondas con toda sinceridad, sin reparos, ni pena, ni tabú todas las preguntas que te haga ok.
Iris: lo que hablemos, hagamos y digamos, debe ser entre los dos,
Iris: no me traiciones por favor, eres la única persona a quién recurro en este momento tan difícil para mí.
Solamente le dije:
Yo: Iris tu eres especial para mí
Yo: más de una demostración de silencio y discreción te he dado
Yo: cuenta conmigo para lo que sea, considérame tu amigo íntimo
Iris: ¿Viejito, necesito que me des tu opinión como hombre sobre mí?
Iris: ¿Te parezco una mujer fría, calculadora, de bajo libido, inestable emocionalmente y con muchos tabús sexuales?
Iris: ¿Si fuera tu mujer, esposa, amante o pareja, tú me cambiarias por una mujer que sea menos que yo?
Iris: ¿Viejito, yo despierto en ustedes o en ti, deseo sexual?
Iris: ¿Viejito te excitas cuando estoy cerca de ti, así sea en mi casa al lado de mi marido?
Esas preguntas me dejaron mudo, le dije:
Yo: Iris, cuéntame que pasa
A lo que ella, me respondió:
Iris: viejito, antes debes responderme cada una de las preguntas que te hice con total libertad, de frente y sinceramente, después hablamos de mi situación.
Yo: Ok, Iris
Yo: te las voy a responder desde mi punto de vista personal, no comprometo a nadie, solamente es mi opinión individual.
Iris: ok dime viejito
Yo: Mi opinión de hombre sobre ti, es muy amplia, te veo desde varias perspectivas:
- Como mujer de casa, eres increíble, excelente, toda una señora, como esposa, siempre te veo como un ejemplo de dedicación con su esposo, cariñosa, dispuesta a compartir momentos familiares sin menoscabo de nada.
- Como amiga, eres muy especial, atenta, pendiente de los detalles, animadora de primera con los amigos, optimista en los momentos críticos, amiga de amigos.
- Como mujer físicamente eres una hembra demás de buena, tienes un cuerpo de diosa, atractivo, muy sexy, provocas deseos de poder morderte, acariciarte, hacerte el amor a la máxima, ser muy ocioso contigo en la cama.
En cuanto a tu segunda pregunta:
- Hasta este momento Iris, no tengo elementos de juicio para afirmar que eres una mujer fría, calculadora, de bajo libido, inestable emocionalmente y con muchos tabús sexuales. En esto último, una vez, conversando con unos tragos en tu casa, me mencionaste que eras muy salida sexualmente y que Carlos era muy conservador contigo, no le gustaba practicar fantasías sexuales, sexo oral y anal, tampoco, sexo grupal ni swingers con su esposa; esas posiciones de él, te estaban afectando un poco, pero tenías que respetar sus decisiones al respecto. En base a eso pienso que tú debes ser muy abierta en la cama y en el sexo.
Referente a la tercera pregunta,
- solamente te diré que hay que estar bien loco, con la razón perdida, para pensar solamente en cambiarte por otra mujer, verga y menos por una por debajo de tus atributos. Yo en lo personal no lo haría.
La cuarta pregunta, te la voy a responder de esta forma,
- quítame en este momento la correa del pantalón, bájame el pantalón y el interior, lo que veas te dará la respuesta sobre si me excitas o no, jejejeje. En cuanto a mis compañeros, los cuales también son amigos y conocidos tuyos, puedo asegurarte, que a más de uno se le ha parado la paloma solamente de verte mover el trasero cuando andas en short, blueJean o faldas, más de un paja nos hemos hecho por ti, discúlpame la forma en que te respondo pero es lo más sincero que puedo ser contigo.
La quinta pregunta,
- en algunas oportunidades he sentido una envidia de Carlos, por no ser mía y poder tocarte íntimamente, apretarte, besarte y hacer el amor contigo en tu casa. A veces, me imagino tirando contigo en tu cama.
Iris: Gracias viejito por ser tan elocuente y sincero conmigo
Yo: de nada, me pediste sinceridad y claridad en las respuestas
Iris: te lo tenías guardadito, aunque, en varias ocasiones vi tu mirada picara sobre mi cuerpo.
Sonrió débilmente, con ironía y bajo unas lágrimas, me dice
Iris: ¿Cómo te parece que mi marido anda con una puta de un burdel?,
Iris: el desgraciado anda presentándola como su mujer, antenoche llego a la casa con unos tragos y me dijo ¡Me voy de la casa, ya no quiero estar contigo!, me abandonaba porque estaba cansado de mí, en la cama no lo satisfacía, me acuso de ser una mujer frígida, fría, sin emociones, que mi cuerpo era de una mujer cincuentona, muy fofa; además, con demasiado tabú.
Iris: Yo quede muda y sorprendida, le dije que se acostará a dormir, que en la mañana conversaríamos como una pareja adulta, de nada sirvieron mis pedimentos, simplemente, recogió sus cosas y se fue, me dijo que me quedará con todo, el sólo quería su libertad, como si yo lo tenía preso en nuestra casa.
Iris: ¿Qué te parece tu compinche de parrandas nocturnas?
Iris: Dime la verdad
Iris: ¿Tú sabias algo de esto?
Iris: y si lo sabias
Iris: ¿Por qué no me lo advertiste, si siempre fui tu amiga especial?
Iris: Háblame coño, dime que sabes tú de esa vaina.
En verdad, sentía que Iris me estaba culpando de su situación con Carlos, por lo cual tuve que decirle:
Yo: Iris, yo tengo cómo dos meses que no salgo con tu marido, ni siquiera visito tu casa,
Yo: antes de que llegaras a mi oficina, recibí una llamada de un amigo en común, chismeándome sobre lo de Carlos anoche en un sitio nocturno,
Yo: sabes mi manera de pensar, yo puedo verte con quien sea, haciendo lo que te dé la gana, eso no es mi problema, ni opino, no oigo, ni veo nada, soy mudo, sordo y ciego.
Yo: Siento que me estas acusando de cómplice en tu rollo y yo no tengo nada que ver con eso.
Yo: Tu marido es un tremendo pendejo, idiota y estúpido, dejarte a ti por una puta barata y fea. Era mejor que tú fueras su puta a ring pelado.
Yo: Creo que es mejor terminar esta conversación aquí, para evitar malos entendidos.
Mis palabras y mi intención de cortar la reunión parece que la hicieron reaccionar, me abrazo y me dijo:
Iris: perdón viejito, no te molestes coño, entiéndeme, me siento muy mal
Iris: Viejito no me dejes, te necesito ahora más que nunca, no tengo a más nadie a quien recurrir, por favor.
Mi sorpresa fue que se levantó de la silla, se me queda mirando fijamente y se empieza a quitar el vestido hasta quedarse en bikini, andaba sin sostén y me pregunta ¿tú crees que este cuerpito es de una vieja cincuentona, tócame toda? Y más loco me quede cuando se quita la pantaleta y totalmente desnuda me jala hacia ella, tócame viejito fíjate si estoy fofa, tócame toda, necesito saber tu respuesta, yo sé que has sido un gran puto, muchas mujeres hablan muy bien de ti, de tu sabiduría, consejos y atenciones; en especial, las sexuales con mujeres casadas. Por favor no te detengas, explora todo mi cuerpo, mi trasero, mis tetas, mi cuchara, todo mi rey, estoy accesible para ti, no tengas miedo ni pudor por ser la esposa de uno de tus mejores amigos, ni de tu respeto por mí. Hoy te necesito como mi hombre de confianza íntima y mi consejero. De repente, me levanta de la silla, me abre la correa, me bajo el pantalón, metió la mano, me lo saco todo mi miembro y empezó una divina mamada, enseguida empecé a tocarla, a besarla, acariciarla por todos lados, le mame esos senos divinos, la senté en el mueble de descanso y comencé a mamarla en toda su clítoris, labios y ano, ella suspiraba y me dice, viejito haz de mí una puta, hazme sentir mujer completa, lo que el marico de mi marido no me hizo, soy tuya, será tu puta favorita.
Esa reunión, fue uno de los mejores encuentros sexuales de mi vida, Iris fue una diosa del sexo en toda su magnitud, estuve mamándola por la cuchara hasta que alcanzo varios orgasmos que la dejaron casi inconsciente, después, me cabalgo aproximadamente media hora hasta que acabe de una manera brutal, quedamos tan cansados, que intente cogerla por el culo, pero ella, me pidió hacerlo al día siguiente. Estuvimos hablando de como ella iba a enfrentar su situación de divorcio, el rumbo que daría a su vida, su familia y sus relaciones sociales, las perspectivas de su trabajo actual y su futuro; también, su vida sexual y deseos reprimidos en su vida marital con Carlos; por último, me pidió que la acompañará hasta el final, que ella, no iba a afectar mi vida personal para nada, que fuera su amigo íntimo con derechos.
Al día siguiente, después de reunirse con un abogado de mi confianza para tratar el abandono de su esposo y la solicitud de separación de cuerpos y poder iniciar los trámites legales del divorcio, nos encontramos en un café y de allí, nos fuimos a un motel muy discreto a una nueva sesión de sexo, la cual describo a continuación:
En el camino al motel iba muy reservada, callada, casi temerosa, al parquear en el estacionamiento de la habitación, empezó a llorar de manera silenciosa, inmediatamente le dije que si se sentía mal o culpable moralmente, no importaba, nos retirábamos, otro día podía ser, a lo cual, ella comento en voz baja, sabes viejito, esta es la primera vez que entro a un hotel a tirar con un hombre que no es mi marido, lloro de la alegría de poder complacer mi cuerpo, el cual desde hacía mucho tiempo deseaba probar otro macho, otro machete, otra paloma, otro pene porque mi esposo no pudo satisfacer mis deseos sexuales.
Sentí con sus palabras una inmensa alegría, le respondí, trataré de cumplirte al máximo, vas a sentir y vivir experiencias sexuales distintas por vez primera, deseo que sean lo más placenteras y divinas para ti, aunque en ello, deje mi vida. Me beso con una calidez y emoción que jamás había sentido desde hace como diez años atrás. Entramos a la habitación, desnudándonos de manera violenta y agresiva, estuvimos acariciándonos casi una hora, besos y caricias, sin penetración, después, ella empezó a mamarme los testículos y mi miembro hasta acabar en su boca, me dijo que era su primera vez y que le gustó mucho el sabor de mi leche; en contraprestación, empecé a mamarla toda, desde sus senos tibios, mordía su pezón entre fuerte y suave, después bajaba a su clítoris, chupaba sus labios y toda su vagina, dedeaba su punto G y acariciaba con la punta de mi lengua su culito, mordía sus nalgas y su clítoris, pero fueron las caricias en su zona G, las que produjeron una acabada bestial de ella, me trague todos su líquidos vaginales, eran chorros calientes, hasta que del espasmo de los orgasmos quedo casi desmayada por varios minutos, reaccionando con mucha ternura, me dijo fue fantástico, nunca había tenido una serie de orgasmos de esa manera. Hasta ese momento no hubo penetración, solo sexo oral, nada de sexo vaginal ni anal.
Después de descansar, nos tomamos unas bebidas energizantes para disfrutar una sesión de sexo vaginal y anal muy buena y satisfactoria. La empiezo a besar con pasión, le muerdo los labios suavemente y le paso la punta de mi lengua por sus lóbulos de los oídos, diciéndole suavemente como le voy a partir su divino trasero y le voy a hinchar su cuca a punta de guevo, ella se estremecía, pase mi mano por sus labios vaginales y puede sentir como se mojaba rápidamente, ella buscaba mi boca y me absorbía mi lengua hasta lo profundo de su garganta, me decía que estaba demasiado caliente, que quería tirar hasta que no le quedaran fuerzas en su mente y cuerpo, seguí bajando con sus senos, los mamaba, los acariciaba y los mordía suavemente por varios minutos hasta que sentí que alcanzaba su primer orgasmo, me apretó fuertemente y susurro Ahhhhhyyy papi que rico, estoy acabando, mámamelos más fuerte, dale más rápido con la lengua, Chuuppaaammmellooooos, diooosss que ricooo, la atendí en base a su petición y sentí como se mojaba a chorros, sus líquidos mojaban mi pene, ella suspiro y me dijo déjame descansar viejito, fue demasiado fuerte y largo.
Después de descansar unos minutos, me pidió bañarnos para hacerlos en el baño, quería que tiráramos sobre la poceta, era una fantasía de ella que quería cumplir desde hace años, imaginándose a un extraño cogiéndola en cuatro patas en el baño de un hotel en la playa con un machete bien grueso. Me comento, que siempre se imaginaba como sería tirar con un tipo que lo tuviera bien grueso, no tan grande y que a ella le parecía, que yo reunía ese requisito, quería que le partiera el culo ahí, ese era mi premio por hacerla gozar tanto y apoyarla.
Se sentía libre de hablar sus deseos más íntimos en total libertad; además, tenía con quien compartirlo y conversarlo sin ningún temor, que la entendieran y la estimulara a probarlas. Me dijo, viejito bello, va ser difícil que me dejes, creo que nunca podré tener a alguien tan amplio de mente y acción como tú, en tan poquito tiempo, he sentido cosas y he alcanzado orgasmos que durante 23 años de casada nunca había experimentado y sentido. Quiero ahora que me desvirgues por lo más sagrado e íntimo, no tengo miedo de dolor de ningún tipo, tengo es una gran fiebre de sexo anal, ven ponme la punta de ese guevo rico en la entrada de mi culote, ensalívalo, hazlo como quieras pero dame placer papito bello.
Afortunadamente, me había llevado un gel líquido a base de agua para evitar quemadura por roce en el arco anal y no traumatizar a Iris por varios días, unte mis dedos y empecé a introducirlos en su culito, ella estaba muy receptiva y disfrutaba mis dedeos con palabras ociosas y estimulantes, abrí el grifo de la regadera de agua tibia y comenzamos a bañarnos y estimularnos, la enjabonaba por todas partes en especial por su rico trasero y sus nalgas estimulantes, subía de su clítoris y la besaba, mamaba sus senos, mordía sus pezones y sus labios, la besaba y rozaba con mi lengua sus orejas y garganta, y así, sucesivamente estuve durante 20 minutos hasta que se salió de la regadera, bajo la tapa de la poceta, se puso en cuatro patas, se abrió las nalgas y me dijo: Llego la hora viejito rico, ya no aguanto más, párteme el culo, cógeme ya, te necesito dentro de mi trasero, quiero que seas mi macho, quiero ser tu puta.
Me acerque a ella, tenía el machete bien erecto, mi cabeza estaba full de sangre y le dije, mira como tengo la cabeza de mi machete, bien gruesa como te gusta, siente como te va entrando en tu culo mi diosa, acto seguido, la coloque en la entrada, lubrique nuevamente con el gel de agua y empecé suavemente a presionar, le dije aflójate, no te tenses porque va a dolerte, al principio sentí resistencia, volví a lubricar el glande de mi pene y profundamente su ano, volví a colocarlo y empujar, inmediatamente entro lentamente, sentía su estrechez anal, ella al sentirlo se lo empujo hasta la pata y suspiro entre dolor y placer, le dije quédate quieta amor hasta que se adapte tu arco anal al tamaño de mi paloma, ella me dijo, papi no me dolió, solo quiero que me hagas gozar.
Le decía obscenidades de todo tipo, de cómo se la iban a coger varios hombres en la playa y le llenarían su culo y cuca de leche caliente haciéndole doble penetración, ella suspiraba y me contestaba: si papito, que me partan todos mis huecos, me llenen de leche toda mi boca, mis tetas y mis nalgas también, que sea la mejor puta para ti y los que me cojan, mientras le daba duro por ese culo y la dedeaba en el clítoris hasta que logre introducir un dedo en la zona del punto G, la maniobra era dolorosa, pero verla tan prendida de placer hacia que valiera el esfuerzo, a los tres minutos empezó a balbucear y convulsionarse con la serie de orgasmos que se encadenaron, ella miraba con la vista pérdida del goce que sentía en todo su cuerpo, se movía como una batidora y después se estiraba o contraía con gran presión cuando acababa y volvía de nuevo hasta quedar desfallecida, al final termine en su culo, fue una acabada bestial, me salió tanta leche, que la sacarlo de su culo todavía puede vaciar algo sobre sus nalgas y cuchara, después no fuimos a la cama, quedándonos dormidos por un buen rato.
Despertamos casi a los 40 minutos, volvimos a bañarnos y nos fuimos a la cama, conversamos sobre la experiencia y volvimos acariciarnos, ella se me monto encima a cabalgarme, le dije que se imaginara todo sus deseos sexuales mientras se clavaba mi estaca, yo aprovechaba de mamarles las tetas y morder sus pezones, besarla y acariciar su piernas, pecho y nalgas. Su goce se fue incrementando hasta que empezó a murmurar palabras inteligibles, subía la intensidad de sus movimientos hasta que empezó a acabar, parecía que se orinaba, salían chorros calientes de fluidos vaginales, temblaba de placer cada vez que acababa hasta que quedo exhausta sobre mi cuerpo, yo todavía no había acabado, pero no me importo, ella era lo más importante.
Una vez, reactivada, me pidió que la volviera coger por detrás pero en la cama hasta que me fuera dentro de su culo. Hice caso de su demanda, entro sin problemas, disfrutamos en demasía ese acto sexual anal, casi acabamos juntos, al terminar me di cuenta de sus lágrimas, sentí una gran angustia, ella me clamo al decirme, no fue nada doloroso, al contrario demasiado exquisito, lloro de rabia por haber perdido tanto tiempo con un ignorante sexual que no sabía atender una mujer, que lo enseñé la puta por la cual me cambio, en seguida me beso con tanta pasión y amor que sentí que ese encuentro no iba a ser transitorio.
Actualmente, Iris es libre, divorciada, cambio del cielo a la tierra, es toda una diosa física, intelectual y sexualmente. Ha tenido varias experiencias sexuales con varios hombres; sin embargo, ella siempre está pendiente de atenderme a pesar de mis 65 años. Todas las semanas me visita, tenemos una sesión completa de sexo con amor, donde me demuestra que es la mejor puta en la cama, la mejor compañera y amiga, la mejor mujer de un hombre, la mejor amante de un viejito, jejejejeje.