Mi esposo graba como me cogen los dos viejos semen
Estos dos viejos sementales demuestran no es necesario la juventud para el buen sexo y una buena película porno
Ya habíamos repetido sendos encuentros con Pablo y Raúl por separado, y no habían defraudado en absoluto pues todo lo contrario habían subido de tono e intensidad y Paco ya había sufrido también una noche una escaramuza con Raúl a petición mía, si bien no llego a consumar la descarga dentro de él, si le perforo su trasero durante un buen rato a la vez que yo le aliviaba con una manadita.
Paco estaba cada vez más animado a estas fiestas y yo les tengo que decir que también y mucho, una tarde Paco me propuso que por que no juntábamos a Pablo y Raúl y él nos grababa para tener un recuerdo y poder animarnos nosotros en las noches que estábamos solos, yo rápidamente le dije que encantada aunque interiormente la barriga se me encogió por unos segundos, en pensar tener a Pablo con aquellas embestidas por un lado y Raúl con su tremendo mástil por otro, o esperando terminar uno para meterla el otro, y lo cierto es que solo de pensarlo me mojaba.
Mi marido no tardo ni dos días en hablar con ellos diciéndole su plan y que les daría una copia a ellos de la grabación siempre que ellos fuesen también discretos con la misma, ellos no dudaron ni un segundo en estar de acuerdo y al día siguiente a la hora del café ya estábamos los cuatro en casa.
Tras las correspondientes presentaciones y una taza de café donde mi marido les explicaba que si no querían no les sacaba la cara, ellos como actores principales y deseosos de protagonismo dijeron que no les importaba, Paco rápidamente fue a preparar la cámara, y mientras Raúl comenzó a quitarse algo de ropa ya Pablo me había echado la mano a mi conejito a la vez que me quito la falta y la blusa dejándome en con un body negro que me había comprado para la ocasión. El resoplido de pablo fue tremendo diciéndome que estaba buenísima y mirando a Raúl le dijo, amigo aquí tenemos faena para los dos y buena.
Raúl se había quedado en con un slip ajustado marcando su paquetón y Pablo ya andaba quitándose la ropa quedándose con un boxes de tela fina caída que marcaba su rabo ya medio animado. Paco apareció con la cámara y comenzando a grabar me dijo comienza mostrando esos dos mástiles venosos que tanto te gustan. Yo no me hice de rogara y metiendo la mano por sendos slip deje al descubierto aquellas dos trancas que ya estaban más que en forma, Pablo dijo, amigo veo que no andas descalzo tu tampoco, las acerque a mi cara y la vista era colosal, dos pollones duros y venosos el de Raúl algo más ancho pero la dureza del de Pablo le hacía también enorme, comencé a chupar las cabezas a la vez que las juntaba y las restregaba una contra la otra.
Sus manos intentaban coger mi cabeza para dirigirla cada uno a su polla, y yo haciéndome la dura iba comiendo de una y otra a la vez que masajeaba los enormes huevos de los dos, el body ya me entraba por mi rajita toda mojada de la excitación y mi marido no paraba de dar vueltas con la cámara tomando la mejor vista, a veces tan cerca que se llevó la lente un rabazo de Pablo, agarre ahora con las dos manos la polla de Raúl cuando Pablo se puso por detrás levantándome y manoseándome todo mi cuerpo a través del body y restregando su duro rabo por mi culo, echo mano al mi conejo y soltando el body con rapidez lo subió y me lo retiro suavemente como enseñándole mi cuerpo a Raúl que andaba frente a mí con su mástil ya sujetándose solo.
Pablo agarro la polla de Raúl con decisión y acercándola a mi chochito la restregaba por todo el exterior mientras la suya andaba haciendo presión como intentando subirme pues la tenía metida entre mis piernas rozándome por abajo. Parecía que lo habían hecho antes juntos pues estaban coordinados como actores expertos. Yo sentía el aliento por detrás de Pablo así como su pecho peludo en mi espalda, no paraba de darme bocados sobre los hombros y cuellos mientras Raúl con sus manos sobaba con maestría mis pechos y me estaba dando un soberano beso.
Mi marido buscaba las mejores tomas incluso desde el suelo, se había quedado también desnudo y su rabo mostraba la gran excitación que estaba llevando, con los restregones de la polla de Raúl en manos de Pablo, mi conejos estaba ya abierto y mojado y nos les engañare diciendo que casi a punto de mi primer orgasmo, Pablo como adivinando mi estado la dirigió hacia dentro y dejo que Raül hiciera el resto metiéndola de una certera embestida, yo intentaba gemir pero la su lengua me tenía dominada y hurgaba en mi boca como si fuese la suya, ahora pablo ya se había apoderado de mis pechos a los que pellizcaba mientras seguía mordiendo mi cuello, las mano de Raúl, estaban entre mi culo y pablo abriendo ya con algún dedo mi estrecho ano y con la otra cogida a la polla de su aliado me restregaba por todo mi trasero, y a la vez dando pequeños embestidas con su rabo que al ser de tal calibre parecía que me partía en dos.
Raúl alargo la mano y tomo sobre la mesa el bote de vaselina que mi esposo ya había dejado antes abierto, y untando con un dedo un buen pegote lo llevo a mi otro agujero donde ayudado por sus gruesos dedos ya dilataba, con la otra mano que agarraba al falo de Pablo, dirigió su cabeza a esta mi forzada abertura, y cuando estuvo en posición de entrar este con un leve impulso hacia adelante me taladro, mi grito fue instantáneo pero ensordecido rápidamente por la boca de Raúl que ahora estaba acelerando sus embestidas, y no menos la de Pablo por detrás, ya no lo pude soportar y lance un suspiro con un orgasmo colosal, con la altura que tenían los dos yo casi estaba en el aire empalada por detrás y por delante por esos dos viejos sementales que no tenían nada que envidiar al mejor actor porno.
Mis gemidos continuaban con las enculadas de pablo y los empujes de Raúl, continuando así algunos minutos dejándome casi exhausta con otro rápido orgasmo que no vi llegar, estaba casi mareada y Raúl viendo mi cara le dijo a Paco deja un segundo la cámara y moja una toalla con agua fría y dámela, pero sin dejar de clavarme, paco con la cámara y todo, mojo un paño y Raúl me lo puso en la nuca, rápidamente me hizo efecto y tome aliento un segundo.
Pablo dijo vamos a la cama que estamos más cómodos, y soltándome los dos al unísono, me tomo este en brazos y me llevo al dormitorio, mi marido encendió las luces para enfocar bien , mientras Raúl se tumbó boca arriba con su mástil en mano esperándome, Pablo ahora me tomo y me dirigió a sentarme de espaldas a él clavándome su enorme rabo, yo pensé que Raúl seguiría por mi coñito, pero lo dirigió a mi abierto y dolorido trasero y no sin algo de dificultad me ensarto hasta los huevos, abrazándome hacia atrás y pegándome a su pecho con sus enormes manos sobre mis pezones, moviendo levemente su cadera y a mí con penetraciones suaves y gozosas.
Cuando pensé que Pablo se lanzaría a follarme como u poseso por delante, este se puso de rodillas y a la vez que masajeaba los enormes huevos de Raúl que asomaban sobre la cama entre mis piernas, comía sabiamente mi conejo que estaba empapado en jugos de mis dos corrías y abierto como una flor por el pollon de Raúl, mi estado era tal de gozo que me sentía flotando, estaba como en otra dimensión, ya no sabía por dónde me llegaba el placer, cuando intentaba gemir fuerte una mano de Raúl llegaba a mi boca y metiendo los dedos la silenciaba, estos los chupaba como si fuese un duro rabo de la excitación que tenía.
Paco tenía la cámara a treinta centímetros de mi conejo viendo como la lengua de Pablo lo perforaba y comía mi duro botoncito, y como premio grabo en directo mi tercera corrida en boca de este viejo semental, mientras mi culo se contraía por los espasmos apretando el duro mástil de Raúl que ya gemía como avisando de que me llenaría pronto de leche aquel estrecho agujero.
En ese momento aprovecho Pablo para pegarme una embestida tan tremenda que creo que dejo sus huevos marcados en los labios de mi abierto coño, este viejo estaba ahora resoplando como en anteriores encuentros y la tranquilidad que había llevado hasta ahora se había transformado en un monstruo del sexo, fallándome con tanta fuerza que hasta Raúl sufría esos acosos y esas embestidas con el peso de los dos, pero que agradecía pues su rabo entraba hasta las entrañas de mi trasero.
Yo les tengo que decir que creo que sufría pérdidas de segundos de conciencia ante tanto placer y ya podría decirles si aquello que sentía eran orgasmos múltiples o uno pronunciado durante un buen rato, pero lo cierto es que lo que sentía en ese momento era único.
El ritmo endiablado que había impuesto Pablo no tardó en dar frutos y Raul con unos gritos y gemidos que asustaron hasta mi marido, a la vez que levantaba con su cadera el peso de los dos por los espasmos , comenzó a soltar su leche en mi trasero con tal virulencia que sentía como golpeaban las ráfagas de leche en mi interior, parecían perdigones con la fuerza que las lanzaba, esto encendió mas a Pablo que ahora me ahogaba con su boca en la mía, gimiendo y balbuceado mientras su culo subía y bajaba con una fuerza que de golpe se transformó en golpes secos, levanto la cabeza a la vez que resoplaba y comencé a sentir su leche dentro de mí, entre esto escuchaba a Paco , diciendo esto es colosal, que polvazo, que polvazo, dios cuando lo veas no te lo crees..
Me soltaron los dos tras unos segundos de descanso, sacando sus dos tremendas trancas de mis perforados y agradecidos agujeros, quedándose boca arriba sobre la cama y yo en medio, anestesiada por aquel polvo. Miraba esos dos rabos ahora morcillones pero brillando por los jugos impregnados y mi deseo no era otro que lanzarme a comerlos y chuparlos, pero mi cuerpo no me respondía y no podía ni moverme, y para colmo Paco que andaba como un poseso resoplando se subió en mi barriga y poniendo su duro rabo entre mis pechos comenzó a pelearlo, diciendo dame un poco a mí también de placer cariño, no necesito mucho y cuando yo intentaba incorporar mi cabeza para chuparle la suya, soltó su leche sobre mi cara con tanta fuerza también que me llego hasta el pelo.
Tardamos como quince minutos en tomar aliento y tras otro café y algún pequeño baño, Raúl le dijo a mi esposo si quedaba más espacio en la cámara para otra película, pero que él también iba a participar, que no se iba a llevar yo todo el protagonismo, este encantado acepto, pero no sabía aun lo que le esperaba.. Pero esto se los cuento otro día si veo que les gusta mis aventuras.