Mi esposa y yo, ahora con mi compadre
Mi compadre y yo nos estamos cogiendo juntos a mi esposa y estamos preparando el camino para el intercambio de comadres.
En esta ocasión, relataré otra experiencia en nuestra vida sexual como pareja pero con la intervención de mi compadre Antonio. En el lugar donde trabajó mi esposa Linda por varios años, conocimos un matrimonio mas joven que nosotros, Linda y yo de veintinueve y veintiocho y Antonio y Mary de veinticinco y veinticuatro (solo el era compañero de trabajo de mi esposa) hubo muy buena aceptación por parte de los dos matrimonios aunque Mary tenía su primer embarazo algo avanzado y comenzamos a salir y a visitarnos con cierta frecuencia. Por supuesto que Linda y yo desde un principio los vimos como candidatos al intercambio pero no encontrábamos la forma de iniciarlo o plantearlo, por lo pronto solo nos servía de estímulo para excitarnos en nuestras relaciones sexuales con fantasías acerca de ellos y nosotros en el acto sexual.
En el mes de Noviembre hubo un día festivo y en el trabajo de Linda se programó un día de campo en el que podían asistir los hijos y esposos (as) de los empleados, así que nuestros hijos y yo asistimos y fuimos trasladados en un autobús junto con los demás asistentes. Antonio asistió solo porque Mary su esposa estaba a punto de dar a luz a su primer bebe, así que se juntó con nosotros en el viaje y en el rancho al cual fuimos.
Platicamos mucho y resultó que Antonio es nativo de la misma ciudad que yo en un estado vecino del que ahora residimos los dos, recordamos lugares, escuelas, y paseos de nuestra ciudad natal y pasamos algo del tiempo juntos platicando. Yo noté que Linda y Antonio se miraban de una manera muy especial y pensé que se podría haber algo entre ellos que yo no sabía.
Mientras yo me retiré un poco para complacer a mis niños en un juego, Antonio se quedó con Linda platicando mientras bebían una cerveza, yo los observaba sin que fuera muy notorio mientras jugaba con los niños. Llegó la hora de comer y nuestro "invitado" seguía con nosotros. Después de la comida hubo música que se antojaba bailar y yo compartía a mi esposa con Antonio, para atender a los hijos pequeños en ratos que no andaban con otros niños. Terminó el día de campo y de regreso a la ciudad, seguimos platicando mientras tomábamos las últimas cervezas que había en nuestra hielera. Le propusimos a Antonio que nos acompañaran el y Mary a la casa para cenar una carnita pero al hablar con su esposa nos dijo que ella no asistiría pero que el tenía permiso de hacerlo.
Llegamos a casa, mi hijo de cinco años iba en el coche de Antonio mientras nosotros en la camioneta nuestra, pensando en la primera vez que estuvimos juntos con mi hermano Juan en casa teniendo sexo, pasamos por unas bebidas antes de llegar. Linda se apresuró a bañar a los hijos para prepararlos para dormir mientras Antonio y yo salimos a nuestro patiecito para encender el carbón y cocinar una carne asada. Mientras bebíamos algo, platicamos acerca de lo bien que baila Linda y lo atractiva que es, yo hice el comentario de que físicamente estaba muy bien, a pesar de los tres partos que ya tenía a lo que Antonio se apresuró a ratificar de manera enfática lo dicho por mi. Salió Linda, bañada y cambiada, vestía un pantalón corto algo flojo con blusa de botones y anudada por el frente, le abrí una cerveza y comenzamos a platicar los tres, después de unos momentos yo la abracé por detrás y la besé en el cuello.
Antonio sonrió y buscó mover las brazas de la lumbre sin voltear hacia nosotros, Linda se volvió hacia mi y me besaba cuando interrumpió Antonio diciendo: No cuenten el dinero delante de los pobres, no sean así, yo le contesté sobre todo en tu condición con Mary a punto de dar a luz, Linda comenzó a decir: Pobrecito, no tiene quien le haga cariñitos. Si tengo, contestó pero ahora no se puede. Como habíamos bebido varias cervezas, Antonio fue a orinar y mientras Linda y yo acordamos que enseguida iría yo mientras ella se le insinuaba diciéndole que así estaba planeado y que además, el no hubiera venido si no pensara lo mismo, que ella me había comentado acerca de las insinuaciones de el en el trabajo. (lo cierto es que eso la cabrona de Linda me lo comentó en ese mismo momento) Así lo hice, apenas volvió Antonio, me fui al interior de la casa con la idea de tardarme mas de lo debido con el pretexto de ver a los hijos.
Me tardé algunos diez o doce minutos, cuando volví Linda estaba colgada de su cuello y lo besaba, Antonio la abrazaba con una mano en su espalda y otra en las nalgas de mi esposa. Dije, verdad que está buena mi esposa, el quiso separarse del abrazo pero Linda no lo soltaba, me acerqué por detrás de mi esposa y me le pegué por las nalgas empujándola contra Antonio, mientras pensaba "esto ya se hizo", comencé a mover mi cadera como queriendo penetrar a mi esposa por detrás y a la vez haciéndola que pegara su pelvis con la de Antonio ( el es mas bajo de estatura que yo, así que le quedaba muy bien a la altura de mi esposa) nos separamos por un momento y pudimos observar los bultos que formaban las vergas nuestras bajo la ropa. Antonio dijo miren ya ven lo que me hacen y ahora como le voy a hacer, "de eso se encarga mi Linda, tu no te preocupes" contesté yo, mi esposa tomó su tiempo para ir a orinar mientras nosotros dando unos sorbos comentamos que ya lo habíamos hecho una vez antes con un "amigo intimo mío". (ese fue mi hermano Juan hacía como dos meses)
Linda tardó un poco y volvió con su camisón a manera de bata, sus pezones saltaban ala vista y no había indicios de que trajera nada de ropa interior, como cuando mi hermano Juan. Tomó un trago y se me acercó acariciándome la verga que ya estaba algo flácida pero yo le indiqué haciendo una especie de caravana "primero los invitados". Mi esposa se acercó a Antonio lo tomó de las dos manos y se acercó para besarlo, el se notaba nervioso y me miraba de reojo, yo le indiqué que siguiera adelante con una sonrisa, enseguida linda de arrodilló frente a el para sacar su verga, yo estaba muy atento porque quería ver lo que traía nuestro invitado. Mi esposa comenzó a sacar el instrumento lo vi, era como de dieciocho o veinte centímetros de largo, de circunferencia era como la verga de mi hermano (algo mayor que la mía) pero muy morena, se veía brillar bajo la luz del patiecito. Mi esposa lo acarició casi mostrándomelo, sabedora de que eso aumentaba mi excitación, lo besaba y lo recorría con sus labios y lengua, Antonio solo disfrutaba sin quitarle la mirada a mi esposa tal vez para no encontrarse con la mía.
Mi esposa comenzó a mamarle la verga a quien en el futuro sería nuestro compadre ya que los asistiríamos con su bebé según acuerdo posterior. Yo me acerqué a ellos y saqué mi verga y me masturbaba muy cerca de la cara de mi esposa quien entendiendo la señal, tomó mi verga con su mano y me acercó para mamar las dos juntas, Antonio y yo quedamos cadera con cadera y nos mirábamos y sonreíamos disfrutando la mamada doble de Linda, la tomé por su barbilla hincándole que se pusiera de pie y comencé a subir su camisón en lo que me acompañó mi futuro compadre, se lo levantamos hasta los hombros y el empezó a acariciar los pechos de mi esposa y yo sus nalgas, el se inclinó para mamarle los pezones y yo me acomodé a las espaldas de Linda y comencé a desvestirme totalmente, Linda hizo lo mismo, se sacó el camisón sin soltar la verga de el y le empezó a quitar la ropa, pude ver que es muy velludo del cuerpo sobre todo en la base de la verga donde tiene una gran mata que casi le esconde los huevos, que luego admiré por su gran tamaño.
Sin mas preámbulos mi esposa se le acercó y se acomodaba la verga de el, así estando de pie, levantaba una de sus piernas haciendo esfuerzos por clavarse en aquella verga que apuntaba hacia el cielo, al fin lo logró mientras yo observando me masturbaba muy suavemente, me senté en cuclillas para ver de cerca mientras Linda, de reojo me decía ¿te calienta esto mi amor? Y dirigiéndose a Antonio le dijo, "y tu lo creías muy difícil". Ahí me di cuenta de que en realidad había habido algunos avances entre ellos. Eso me produjo una sensación algo extraña, pero sin molestarme, solo pensé que si no hubiera sucedido lo de estos momentos, tal vez me hubieran engañado y eso me hacía sentir diferente. Pero el momento había que disfrutarlo. Antonio tomándola de por su pierna levantada la comenzó a bombear y yo podía ver su verga entrando y saliendo de la panocha de mi esposa, por la posición algo incomoda pero excitante, linda no alcanzó orgasmo, pero Antonio, gimiendo de placer, descargó sus chorros de semen dentro de la vagina de mi esposa, se quedaron inmóviles por un instante, disfrutando la cogida.
Linda se dio la vuelta quedando de espaldas a el y me hizo una seña doblando su dedo índice para que me acercara hacia su vagina para mamársela, sin pensarlo me acerqué y comencé a mamar los jugos que salían de su panocha y me parecieron mas espesos que los de mi hermano, la rodeé por las nalgas con mis manos y pude tocar a propósito con el dorso de mi mano, la verga de Antonio que estaba dura todavía y su vello pubico era tan áspero como un estropajo, eso me calentó mucho y puse mucho énfasis en la mamada que le estaba dando a mi esposa haciéndola que alcanzara su orgasmo en esa posición, pero la muy puta, cuando terminó, giró nuevamente a la posición anterior buscando los labios de el y volviendo a levantar su pierna para volver a clavarse en su gruesa verga, yo me seguí masturbando mientras Linda me decía, "el pobre está mas urgido que tu, dale chence otra vez".
Luego cambió de posición, se volteó poniendo sus nalgas e inclinándose para que Antonio la penetrara desde atrás mientras ella me daba una mamada que tanto necesitaba yo. Cuando me di cuenta que Antonio estaba por depositar nuevamente su leche dentro de mi esposa, mi calentura estaba al mil, así que cuando noté en la cara de el que ya estaba descargando, yo también descargué al mismo tiempo en al boca de ella, así mi esposa estaba recibiendo dos descargas de leche al mismo tiempo, en su panochita y en su boquita. Esa noche cuando nos despedimos, Antonio se fue muy satisfecho y con tarea para que cuando fuera oportuno, hablara con su esposa acerca de la posibilidad de un acercamiento entre los cuatro, ya que yo le confesé a el que a mi me excitaba mucho su esposa y el dijo que ella le había dicho a el que yo le parecía un hombre muy guapo e interesante eso me emocionó mucho pero habría que esperar algunos meses por lo mínimo.
Pasó algo de tiempo, Mi esposa y yo, volvimos a coger juntos con mi hermano varias veces, (sin comentar lo sucedido con Antonio) hubo varias visitas a la casa de Antonio para acercamiento "social" y avivar la llama de lo sucedido, pero también para provocar algo de acercamiento entre Mary y yo. Hablamos del compadrazgo entre nosotros cuando fuera el momento y nos pusimos de acuerdo. Ha pasado el tiempo, ellos tienen a su bebé que es nuestro ahijado, mi compadre y yo nos volvimos a coger a mi esposa en dos ocasiones mas antes de la primera vez del intercambio de comadres.