Mi esposa y su amiga se ponen de acuerdo.
Del trio pasamos al cuarteto, con la esposa de mi amigo Paco. Y mi esposa que sigue dando sorpresas.
Mi esposa y su amiga se ponen de acuerdo
Después de algunas evasivas Lucy acepta la invitación de Inés para salir a tomar un café, Lucy estaba nerviosa y me decía; - tengo miedo de salir a solas con ella, nunca sabes lo que va ocurrir - no te preocupes, la tranquilizaba. Yo pienso que quiere hablar a solas sobre lo ocurrido en su casa de Valle de Bravo.
A las seis en punto paso Inés por mi mujer, como a las diez me llamó Lucy para avisarme que llegaría un poco más tarde, por ahí de las doce quince entraba a la casa con sus ojos jaladitos (síntoma que tomó unas copitas) y sus mejillas rojas (síntoma de un calentón) y me saludo con un ¡hola! Y corrió al baño.
Salió del baño, me beso en la boca y me platicó; fuimos a una tienda departamental a tomar el café pero estaba abarrotada la cafetería, entonces me dijo vamos al bar a tomar una copita, entramos y nos sentamos en una mesa de un rincón bastante oscuro, pedimos unas piñas coladas, hablamos de todo y de nada hasta que tocó el tema de ¿cómo la habíamos pasado en su casa de campo?, le dije que me sentía apenada por lo sucedido que estábamos muy borrachos con la cantidad de champaña que bebimos, que tenía mucha vergüenza con ustedes por el intercambio de parejas que hicimos.
Bueno me dijo Inés, ¿pero les gusto?, Apure mi copa y le conteste que sí, que nuestras relaciones sexuales eran más intensas y que nos llevamos mejor ahora. Y que se la suelto: Que a ti te fascinó ver como me cogía tú amigo Paco. - A mi también me gustó mucho verte coger con mi marido, no se como te cabe esa vergota.- sentía como se me mojaba mi coñito y mis pezones me estaban delatando.
Pedimos otra ronda de bebidas, y volvió al tema, - ¿te gustó cuando te bese tú coñito?; ¿sabes que tienes un aroma delicioso?, - casi se me cae el vaso de la mano. Bueno fueron muchas experiencias totalmente nuevas para mí en un solo momento, por ejemplo; ver coger a mi esposo contigo me produjo una calentura que subía de mi sexo hacia mis pezones que nunca hubiera imaginado, siempre pensé que si lo veía con otra mujer me destrozaría el corazón y me moriría de coraje pero fue totalmente contrario.
- Bueno pero no has contestado mi pregunta, ¿te gustó lo que te hice con mi lengua?- pues te digo que fueron muchas sensaciones al mismo tiempo pero todas fueron deliciosas, entonces su cara esbozó una gran sonrisa, bajo su mano y me acariciaba suavemente mi rodilla, le comenté que nunca había tenido relaciones amorosas con una mujer, pero que había sentido cosas indescriptibles cuando me lo hacías y le decías a Paco que sabía muy rico, cuando escuchó esto inmediatamente su mano subió por abajo del vestido a mi muslo y lo oprimía con pasión, - pues sí amiga, sabes muy rico,- mi tanga se humedecía.
Yo tenía la polla a punto de reventar en los pantalones escuchando la plática de mi esposa, y le apuraba sigue contando, Lucy me revelaba; entonces me disculpe con ella para ir al baño y fue cuando te llamé para avisarte que llegaría más tarde, cuando terminé de orinar y secaba mi panocha con el papel acariciaba mi clítoris totalmente exítado, me estaba calentando mucho la cabrona de Inés, cuando caminaba a mi lugar unos tipos me dijeron piropos y me comían con los ojos, cosa que Inés se dio cuenta y me dijo: - Hay amiga, traes unas feromonas muy ricas por donde pasas calientas a la gente, a mi ya me tienes ardiendo.- levantó su vaso y brindo conmigo, inmediatamente sentí su mano recorriendo mi muslo, yo separe un poco mis piernas para darle más acceso, pues me estaba calentando bastante, pude sentir la punta de sus dedos como acariciaban la entrada de mi coñito y corrían mi tanga a un lado, cuando empezó a meter un dedo sentía que me desmayaba de placer y morbo de ver la cara de lujuria de Inés, y tratar de contener mi orgasmo en un lugar publico.
Me llevaba una servilleta a la boca para ahogar mis gemidos de gozo, tenía un orgasmo bien fuerte mis caderas se movían involuntariamente y ella tenia su otra mano perdida bajo su falda, un momento después se acercaban un grupo de personas a la mesa contigua, entonces ella retiró su mano y me sonreía, llevando sus dedos a su nariz y los olía como si fuera una delicada fragancia, para luego llevarlos disimuladamente a su boca y lamerlos, mientras me volteaba a ver fijamente a los ojos con mucha pasión.
Apuramos nuestras copas y salimos del bar, ella me insistía que fuéramos a un hotel pero yo le dije que era muy tarde, que mejor lo dejáramos para otro día y que me gustaría que nuestros esposos estuvieran presentes para hacerles un súper show. Cuando llegamos al estacionamiento y subimos a su camioneta, ella se me abalanzó y me beso en la boca rozando su lengua con la mía, me empezó a calentar muchísimo yo le devolvía los besos con mi lengua, su mano la tenia en mi panocha me hurgaba todo mi sexo con gran maestría. Empezó a bajar mi tanga, me estaba volviendo loca.
Con una mano apretó el botón eléctrico del asiento y lo corrió hasta atrás, brinco la consola, quedando hincada entre mis piernas recostó el respaldo del asiento y me empezó a mamar mi panocha con una pasión que jamás he sentido, mordisqueaba mi clítoris que estaba súper duro su lengua entraba y salía me arranco una cadena de orgasmos tremendos, las dos jadeábamos me metía dos dedos, y con la otra mano ella se masturbaba.
Después de un buen rato se lanzó encima de mi para besarme a fondo, yo disfrutaba de sus besos mezclados con mi sabor y le puse mi mano en su panocha, nunca había tocado otra que no fuera la mía, corrí su tanga y la tenía empapada se la acariciaba suavemente, estaba muy suavecita al tacto como si fuera rodeada de terciopelo, hasta que le metí un dedo que rica sensación. Ahora los entiendo a ustedes los hombres, ella tubo un orgasmo muy intenso, me volvió a besar y un rato después regresó a su asiento, y me dijo; - he tenido pocas relaciones con mujeres, pero tú amiga me vuelves loca.- en el camino a casa yo olía mi dedo y discretamente empecé a chuparlo, me quemaba mi coñito su sabor. Cuando llegamos a casa, me beso rápidamente, y me insistió que no fuéramos a fallar en ir a su casa a cenar el próximo sábado.
Después de escuchar su relato yo no podía más, en seguida nos desnudamos y le decía; te dejó bien caliente tú amiga ¿verdad? Sí Papi me dejó muy caliente, mira mi pepita como la tengo dura no se me ha bajado - déjame mamarla mi amor, le comía toda su panochita y le pasaba mi lengua por su culito, mordía suavemente su clítoris su orgasmo no se hizo esperar me llenaba la boca con sus deliciosos jugos, jadiaba y le vibraba todo su cuerpo se levanto y quedamos en un 69, con mi esposa arriba se atragantaba con mi verga, la chupaba y pajeaba con desesperación, sentía como mi glande sobre pasaba su garganta, literalmente me estaba cogiendo con su boca. Yo le hundía mi lengua en su coñito sus nalgas se movían de un lado a otro.
Le gritaba; ¡para, por que siento que me voy a correr!, lejos de hacerme caso acelero más su mamada me pajeaba la polla mientras mamaba la punta, empecé a gemir y a llenar su boca de leche, tan pronto como terminé se giró y se ensarto mi verga a fondo de un solo sentón, moviendo frenéticamente sus nalgas, mientras le pellizcaba sus pezones se inclinó y me besaba rozando mi lengua con la suya, compartiendo restos de la leche, teniendo un orgasmo muy intenso, un momento después movía lentamente su coño sus punzadas las sentía fuertes, mientras seguían nuestras bocas unidas en un profundo beso.
Una vez pasado todo el calentón le pregunto a mi mujer; así que tenemos fiesta en casa de Paco el sábado,
- en eso quedamos Inés y yo, confírmalo con Paco el jueves haber que te dice.-
Y de veras; ¿te vas a animar a hacer el show con Inés?
- Pues definitivamente creo que sí por que sentí muy rico tener una panocha en mi mano tan suavecita, delicada y palpitante, la verdad si tengo ganas de correr mi lengua por todos sus rinconcitos, sí tú no te opones, claro; me gustaría mucho que Paco y tú me cojan al mismo tiempo.-
Ya me estas parando la verga otra vez con tu plática, mejor vamos a dormirnos por que es muy tarde, quien lo creyera que hace como tres meses eras una aburrida esposa, y ahora eres la reina del porno.
- Tú planeaste que me cogiera Paco, y ustedes me encendieron mi panochita que nunca había sentido tantas cosas, me volví a sentir deseada. ¿No te gusta que sea tan puta Papi? - Me encanta mi amor te quiero mucho, disfruta todo lo que puedas y no te refrenes en nada.
Paco me llamó a la mañana siguiente se oía feliz,
- ¡que van a venir a cenar a la casa el sábado!
Pues sí, en eso quedaron las señoras le respondí, parece que hay buena química entre ellas.
- Que bueno por que estoy muy ansioso de ver a Lucy.
Que piadoso eres que solo te conformes con verla.
- Es que no me has entendido bien; .. quiero verla, pero sentada en mi verga, ja ja. Es mi deseo más profundo.-
Cabrón Paco vas a ver; .. Pero a mi verga clavada en tu culo buey.
Bueno ya enserio ¿que te llevo? - Nada por favor no traigan nada, lo único que deseamos Inés y yo es solo su presencia.-
Los días transcurrieron con lentitud, mi esposa y yo andábamos más calientes que un bote de tamales, pero no nos tocamos ni un pelo para llegar con las baterías totalmente cargadas a la fiesta. Los hijos los dejamos en casa de los abuelos el fin de semana.
Hoy era el gran día; como siempre la pregunta - ¿Qué me pongo?- le contesté ponte un conjunto de medias con liguero. - ¿Cómo este?- . Y girando se quita la bata, casi me da un paro por los dos lados. Traía un conjunto precioso de medias, liguero, con un mini sostén y un micro tanguita de encajes en color negro, se veía preciosa, sentí el clásico "tannn" en mi polla, le sobresalían las nalgas y tetas en una forma maravillosa.
- ¿Te pregunto de ropa?,- bueno, por qué para calentar más a Paco no te pones el mismo vestido de la primera vez que te cogió, - no por que ya me lo vio,- pero él lo único que te va ver es lo buena que estas, y le va a traer muy buenos recuerdos, el vestido nunca lo ha visto Inés.
Al fin salimos de casa con su mini vestidito negro muy escotado, muy ceñido y muy cortito, perfectamente bien maquillada y con un perfume francés riquísimo, mientras manejaba le metía mano en su panochita y me decía. Papi no me toques tanto mi papayita que voy a llegar con la tanga toda manchada de las mojadas que me estoy dando, estoy muy caliente.-
Al fin llegamos a casa de Inés y Paco, nos recibió Paco con un silbidito a mi mujer con un beso entre mejilla y boca, un abrazote para mí. Pasamos a su sala y nos va saliendo un mesero que nos dice; ¿que gustan tomar los señores? Yo me quedé pasmado, le respondí solo una cuba de ron para mí, Y ¿para la señora? - Una copa de vino blanco respondió Lucy.-
A los pocos minutos llegó el mesero con nuestros tragos, le comenté a Paco que yo tenía pensado que la cena sería un poco más íntima, me contestó; - ya ves como se las gasta mi señora, - y ¿Dónde está? - Arriba en un momento baja.- Mientras el mesero traía varios platones de quesos y carnes frías. Aprovechaba para comerse con los ojos las piernas y tetas de mi mujer, y esbozarle una gran sonrisa.
Unos minutos después bajaba Inés con un vestido totalmente ceñido a su cuerpo en color beige, a primera vista parecía que estaba desnuda se veía impresionante, me saluda de beso en la mejilla esquina con boca, y a mi esposa le da un rápido beso en sus labios, diciendo; estás preciosa, nos pregunta - ¿que están tomando?- Le dijimos y se molestó, llamó al mesero y le ordenó, - solo traiga Champaña. -
Inmediatamente nos trajo unas copas largas con champaña, nos sentamos a platicar del mundial de fútbol, y mil cosas más, después de cómo tres copas nos sugirió Inés que si pasábamos a la mesa a cenar, todo estaba elegantísimo, ordenó al mesero que se nos sirviera, y va saliendo de la cocina una jovencita preciosa con una mini faldita escocesa y una blusita blanca, traía en sus manos una sopera y nos fue sirviendo nuestros platos, a Paco y a mi se nos iban los ojos con los muslos de la muchacha, y que le pregunto a Inés que si también estaba invitada a la fiesta, me contestó; eso quisieran par de cabrones, pero no, solo son personal del restaurante de donde contrate la cena. Lucy añadió; - pues el mesero no está tan mal amiga, y se le salen los ojos cada vez que ve mis pechos, fíjense en él. -
Disfrutábamos de una deliciosa crema de langosta, mientras el mesero nos servía más champaña mi mujer erguía sus tetas, y el joven le clavaba la vista, todos reíamos con la escena, a Lucy se le enrojecían las mejillas. Después llegaron unos platones de salmón rosado, camarones, los aderezos y ensaladas, la jovencita nos servía con cierta coquetería y una sonrisa, cada ves que se inclinaba a servir un plato mi amigo y yo nos inclinábamos a ver sus nalguitas, Paco le pregunta eres muy joven ¿verdad? y le contesta - veinte años señor,- pues te vez más joven y estas muy guapa replicó mi amigo, - Gracias contestó ella. - Girando y contoneando su trasero se fue a la cocina. La cachondería flotaba en el ambiente.
Terminamos de cenar, la joven pareja recogía los platos, el camarero no se despegaba de Lucy, retirándole los platos y sirviéndole más champaña, cuando el muchacho fue a la cocina, Inés le indicaba a mi esposa; - tus feromonas lo traen caliente y atrapado, no se te separa, ¿por que no le coqueteas un poco?.- Lucy me volteó a ver y yo le asentí con la cabeza. Mi esposa jaló su vestido para darle más vista a sus pechos.
Cuando regreso a servirnos, mi esposa le llamó y le preguntó melosamente; - ¿como te llamas? Miguel, para servirle señora. Podrías hacerme el favor de traer un vaso de agua mineral, por que siento que la bebida me está mareando un poco. enseguida señora, - en un momento estaba de regreso con el vaso de agua, mi esposa recargaba su espalda en la silla y levantaba sus tetas aspirando aire, el joven se inclino hacia ella le ponía el vaso en la mano, mi esposa tomaba el vaso con dos manos pasando el vaso a su mano izquierda, pero mantenía agarrada la mano del joven con la derecha.
Miguel seguía inclinado a centímetros de las tetas de Lucy que se encargaba de subirlas y bajarlas con sus respiraciones, y "descuidadamente" llevó la mano del joven junto con la suya a la parte de arriba de sus pechos, donde el joven la dejó apoyada pues mi mujer tenía su mano arriba de la de él. Miguel seguía inclinado concentrado en los pechos, sin querer voltear a vernos aspirando el perfume junto con las feromonas de mi mujer, diciéndole a mi esposa; - tome otro trago de agua y siga respirando profundamente, verá que enseguida se le pasa, mi mujer mas inflaba sus tetas - acto seguido mi mujer levanta su cara muy cerca de la de él y regalándole una gran sonrisa le dice; - gracias Miguel, me siento mucho mejor, - Lucy baja su mano "torpemente" y le acaricia el paquete al joven, que inmediatamente rodea la mesa, y se va a la cocina con un buen bulto en sus pantalones.
Comentábamos que su actuación fue magistral, Inés se pone de pie y me agarra mi paquete y le dice a mi esposa; - a este también se la paraste y toca a Paco, le dice; y a este creo ya le sacaste la leche.- todos reíamos fuimos a la sala y nos pusimos a bailar muy pegaditos, Paco y mi esposa, e Inés y yo. Pero no podíamos manosearnos por que seguían en la cocina la pareja guardando y poniendo en orden todo, pero eso no era impedimento por que Inés me restregara su panocha en mi verga.
Unos minutos después venía Miguel con una botella de champaña a rellenarnos las copas, Inés le preguntó que si ya habían terminado, sí le contestó él, pues ya se pueden ir. - Gracias señora. -
Miguel; volteando a ver a Lucy explicaba; - pero si gustan me quedo a servirles más tiempo no llevo ninguna prisa. - Gracias Miguel, te llamaremos en otra ocasión. Gracias a ustedes señores que la pasen muy bien, se despidieron y salieron de la casa.
Cerrando la puerta Inés se acerca a nosotros, y nos dice; - Si ustedes están de acuerdo para la próxima le digo a Miguel que se quede, para que mi amiga lo seduzca y se lo tire, por que tú mujer lo dejó bien caliente, Claro si tú le das permiso,- me volteaba a ver con una risita burlona. A mi esposa le brillaban sus ojos.
Luego nos anunciaba; - Lucy y yo les vamos a hacer un show que no van a olvidar, traigan la cubeta de hielo para la champaña y varias botellas, vamos a nuestra recamara que me muero de ganas de "comérmelos", - subimos a una recamara enorme con una cama king size, una sala, una pantalla gigante de plasma, un vestidor anexo repleto de ropa y un baño enorme con un gran jacussi woow esto es saber vivir.
Paco encendió un sistema de audio espectacular, Lucy bailaba sola con su copa en la mano, Inés nos mando a sentar a la sala mientras ella bailaba con mi mujer, abrazándola por atrás restregando su panocha en las nalgas de Lucy, besando su cuello y posando sus manos en los pechos, las mejillas de mi esposa inmediatamente se encendieron, y fue girando lentamente.
Inés la esperaba para pegar sus labios a los de mi mujer, que disfrutaba intensamente de la lengua de su amiga, y le devolvía los besos con la misma pasión, mientras unidas en un abrazo desabotonaban sus vestidos al mismo tiempo, un momento después los vestidos caían al suelo, quedando las dos con unos micro atuendos de lencería preciosos solo que el de mi amiga era en color beige, luego voltearon a nosotros para modelarnos los conjuntitos, a Paco y a mi se nos salían los ojos y otras cosas.
Nos pusimos de pie, las manos de Paco sobaban delicadamente las nalgas de mi esposa, yo hacía lo propio con Inés, brindamos con ellas, Inés nos dice; -¿por que no nos desvisten? Y nos dan una calentadita, Lucy le replicaba; pero si ya estoy muy caliente. -
Paco en un instante despojaba a mi mujer de su mini sujetador y liberaban sus tetas y se comía los pezones, Lucy echaba su cabeza hacia atrás mientras su amiga le besaba su boca trenzando sus lenguas, mientras yo ya había soltado las tetas del sujetador y empezaba a bajar la tanguita de mi amiga, le besaba sus nalgas que le olían riquísimo a perfume de mujer, mientras mis manos le acariciaban su humedecida panocha, los gemidos iban cobrando fuerza, mientras Paco se iba hincando lentamente bajando la micro tanga y pegando su boca al coñito de mi esposa, su lengua se movía espléndidamente. Mientras yo le estrujaba sus nalgas a Inés muy fuerte como a ella le gusta lengüeteando su culito.
En eso ellas se separaron, la esposa de Paco me decía; - tú mujer me vuelve loca, déjenos un momento solas y observen bien.- Acostó a mi esposa en el centro de la cama y le empezó muy tiernamente besar su boca, trenzando sus lenguas, y rozando sus pechos, luego fue descendiendo a sus tetas se las acariciaba con delicadeza, para luego chupar sus pezones, siguió su descenso corriendo sus labios llegando a comerle su coñito, su lengua la iba penetrando con avidez le hacia presión en su clítoris, que mi esposa en ese momento lo tenía como piedra, Inés estaba arrodillada con sus nalgas al aire se le veían muy ricas, con los labios rosas de su panocha entreabiertos y mojados por sus jugos, los jadeos de las dos eran acompasados. Inés gritaba con pasión; - ¡sabes deliciosa, que aroma tienes!-
Paco y yo empezamos a desvestirnos, nuestras vergas estaban como rocas escurrían líquidos de las puntas, pero la de mi amigo estaba enorme y gruesa, venosa con una cabezota morada tenía punzadas, brindábamos en silencio para no perdernos nada del show, un momento después mi mujer moviendo sus nalgas jadeando muy fuerte le gritaba a su amiga; - ¡te la quiero mamar por favor voltéate!, te quiero besar y comer toda tú panocha ¡¡haag!! me estoy viniendo muy fuerte.
Inés se acomodo arriba en un rico 69. Y lo impensable mi esposa le pegaba a fondo su boca y gimiendo le metía con todas sus fuerzas la lengua lo más profundo que podía, le mordisqueaba el clítoris, le enterraba las uñas en las nalgas a su amiga como para que no se le escapara, los orgasmos de las dos eran fuertísimos al igual que sus jadeos y gemidos. Mi amigo y yo nos volteábamos a ver con ojos de plato, las dejamos un rato para que siguieran con su idilio.
Paco y yo no podíamos más, nos acercamos uno por cada lado, Lucy me jalo hacia ella, cerca de su cara por atrás de Inés, mi mujer corría su lengua por mi verga y luego le mamaba la panocha a su amiga mientras me pajeaba, luego me la mamó a fondo y me hizo hincar sobre su cara, levantó las nalgas de su amiga tomo mi verga la empezó a restregar en la entrada del coño, disfrutando con una cara de lujuria como la iba penetrando, pegando su boca al clítoris y a la polla simultáneamente.
Las nalgas de Inés se movían de arriba hacia abajo, los gritos y jadeos de mi esposa eran tremendos pues mi amigo se la estaba metiendo a fondo hincado con las pantorrillas de Lucy en sus hombros, mientras Inés les daba de lengüetazos a los dos. Las sensaciones y las imágenes eran tremendas, parecía película porno. Le sobamos las nalgas a Inés a cuatro manos, las movía rapidísimo en todas direcciones, me ensalivé un dedo y se lo metí en su culo, jadiaba y gritaba con todas sus fuerzas su orgasmo era interminable.
Mi corrida era inminente, jadeaba y resoplaba, apreté con todo las nalgas de mi amiga, se la metí a fondo me estremecía, salían como con diez chorros de leche, se desbordaba de su coñito, un momento después me separaba saliendo un chorro de leche directo a la cara de Lucy, que inmediatamente hundía su boca en la panocha de su amiga, acerque mi cara para ver a escasos centímetros como Paco le metía su vergota bien adentro a mi esposa y la lengua de Inés como la corría ávidamente entre sus sexos, mientras movía sus nalgas.
Mi mujer jadeaba movía su cara de calentura llena de leche de un lado al otro, mi amigo resoplaba y se cimbraba gritaba; ¡me voy a venir! Lucy le contestaba; - ¡Paquito, que rico te estas corriendo, tú leche esta muy caliente! haag, siento que me quema las entrañas, ¡que sabroso métela toda Paquitoo! - y se desvanecía jadeando con un orgasmo muy largo. Un momento después Paco se separaba, con su polla escurriendo leche que Inés no desperdiciaba pues le daba una rápida mamada, para después hundir su boca en la panocha de Lucy disfrutando de la leche de los dos, para luego girar a la cara de mi esposa y prenderla con un apasionado beso intercambiando leches y trenzando las lenguas, para luego descender a los pezones dándoles una buena chupada y voltearnos a ver diciéndonos; - ¿que les pareció el show? súper caliente le conteste.
Paco llenaba las copas y brindábamos, Inés nos decía; - a partir de hoy son mis compadres - y Paco reía a carcajadas y me decía; - pues claro que sí. Si le "bautizaste" el chico a mi esposa (por que le mojé el culo de leche) en la casa de campo, ja, ja, ja. Nos moríamos de la risa, y brindamos de nuevo por el feliz compadrazgo. Las señoras tuvieron que salir corriendo al baño por el efecto de las risas y el champagne.
Mientras Paco encendía la pantalla gigante con una película porno, y sacaba un cigarro de marihuana, cuando regresaron nos preguntaba - ¿no les molesta?- para nada le comentamos, lo encendía dándole las clásicas tres chupadas profundas, ofreciéndolo a las damas, Inés lo fumaba profundamente y se lo pasaba a mi mujer, Lucy le dio una chupada argumentando que ya estaba muy borracha y se lo regresó a Paco, que le volvía a dar unas fumadas bien fuertes.
Unos minutos después, nos acostamos los cuatro en la cama las dos señoras juntas al centro y Paco y yo en los extremos, todo eran risas y bromas con la espectáculo de la película, en la cual había una escena de un matrimonio que invitan a cenar a dos amigos del esposo, y acaban los tres dándole una cogida tremenda a la anfitriona, con dos tipos al mismo tiempo y el tercero le daba caña por la boca, y luego iban cambiando posiciones.
Inés exclamaba; - que rico se la están cogiendo ¿verdad comadre?- riquísimo contestaba mi mujer, - viendo la imagen sin parpadear. Inés le insistía; - sí te dan permiso llamamos a Miguel para que se la mames, mientras estos dos cabrones te cogen al mismo tiempo mi esposa contesto con un gemido, mientras los dedos de Inés jugaban en la panocha de mi mujer, Lucy que pasaba su brazo por abajo del cuello de Inés le pellizcaba un pezón, y con la otra mano pajeaba lentamente la polla de Paco, mientras yo me daba vuelo con las nalgas de mi comadrita, que estaba recostada de lado apretando sus nalgas con una mano y con la otra metiendo dos dedos en su coñito, y sobando su culito con mi dedo pulgar, la tenía como bola de boliche.
Entonces mi comadrita dijo; - no puedo más estoy muy caliente,- me dio una mamada muy fuerte con mucha succión y se subió encima de mi, se acomodó mi polla y se dejo caer, subía y bajaba, le pellizcaba los pezones bien fuerte como le gusta a ella, jadeaba se retorcía en mi polla. Mi esposa se asomaba a centímetros y metía su mano nos acariciaba nuestros sexos y le daba un masaje rotativo en el clítoris, eso hizo que Inés tuviera un orgasmo, luego Lucy giró y me besaba rozaba su lengua con la mía, me decía en vos baja; - me calienta mucho ver como te coges a mi amiga y vas a ver que cogida le voy a dar a Paquito - estaba hincada besándome mientras Paco le acomodaba su pollón en su coñito.
Mi mujer gritaba; ¡que rico me la estas metiendo!, Paco se la cogía lentamente y luego se la dejaba enterrada a fondo sin moverse, se arqueaba hacia atrás para dejársela caer toda jalando las nalgas hacia él, los ojos de mi mujer en blanco, Lucy le grito a Paco jadeando con un orgasmo; - ¡haber si te gusta como te la estoy mordiendo!- y Mi amigo aullaba, - ¡tienes unas punzadas durísimas que rico me la estas apretando! la sacaba y se la dejaba caer a fondo y se quedaba quieto, mi esposa aprovechaba para besarme con fuego, y darle otra dosis de "mordidas" para luego mover sus nalgas como baile hawaiano, le venía un orgasmo tras otro.
Mi esposa con una cara de puta le suplicaba a su amiga; - me dejas coger con los dos al mismo tiempo estoy muy caliente, como lo vi en la película Inés jadiando le contestó; - con todo gusto comadrita yo misma te preparo.- Todos cambiamos posiciones quedando Paco acostado boca arriba, mi esposa aprovechaba para darle una chupada y una ensalivada a la verga, mi comadre le chupaba la panocha y el culo acariciándole con un dedo, yo me ponía abundante gel en mi polla.
Inés le dijo ya esta lista, inmediatamente mi mujer se centro la polla de Paco y se dejaba caer lentamente desapareciendo totalmente, luego se inclinó hacia el frente rozando sus pezones en el pecho de mi amigo se dio unos tres sentones, levanto sus nalgas sacando casi toda la verga de Paco, listo Papi cógeme con cuidado, me acomode le rozaba la punta en su culito y se la fui empujando lentamente cuando entro la cabeza pare un momento.
Cuando sentí que sus nalgas pedían más se la hundí toda, en eso sentía la presión de la verga de mi amigo y sacaba la mía, nos coordinamos los tres en una sincronía perfecta con unos jadeos y gemidos impresionantes, el roce que se sentía por dentro del coño con la verga de mi amigo era increíble.
Inés se asomaba por todos lados con una cara de puta, se arrancaba sus pezones y jadiaba. No pudo más y se hinco encima de Paco para que le mamara su panocha mientras Lucy le besaba sus nalgas y culo, los jadeos de los cuatro retumbaban en el cuarto, mientras yo abrazaba a mi amigo con mi esposa de por medio en un clásico sándwich, besando el cuello y orejas de mi señora. Los orgasmos de mi mujer los sentía en su culito como le punzaba y nos "mordía" la verga a los dos.
Mi comadrita después de un orgasmo se separó y corrió a un mueble, de donde sacó un consolador que parecía una verga muy real no muy grueso pero si largo, lo pasaba por los labios de mi mujer para que lo chupara, Lucy ¡le daba unas mamadas tremendas! Inés le decía; - mira estas como la de la película, mi esposa respondía con un orgasmo muy violento.
Inés se acostó a un lado lo encendió, lo acomodó en su coñito y desapareció el aparato totalmente, lo apretaba con sus piernas y se pellizcaba los pezones. Me separe de Lucy y le dije a mi comadre que si quería me la cogía por atrás, mientras podía seguir jugando con el aparato por el coño, con una cara de puta me dijo siií.
Se puso de inmediato en cuatro levantando sus nalgas, le unte gel y le di un masaje en su culito, sus nalgas se le movían con ansiedad le hice presión con la punta de mi polla y de inmediato cedió, lentamente se la fui metiendo a fondo, ella empezó a introducir el consolador en su panocha, gemía y poco a poco fuimos coordinando nuestros movimientos, pero que se le ocurre encender el vibrador y que sensación tan deliciosa la de sentir su polla de hule en el otro hoyo, como pasaban las vibraciones a mi verga.
Mi esposa cogiendo con todo a mi lado jadiando y gritando; ¡que rica polla la siento hasta mi garganta me estas haciendo venir como loca!, se besaban con mucha pasión Paco jadeaba y resoplaba, - si Paquito dámela toda, lléname de leche, ¡que rico te estás viniendo!.... ¡Haag!, - movía sus nalgas frenéticamente. Un momento después Inés la llamaba; - comadre acércame tu coño para limpiarlo le suplicaba jadeando y gimiendo, inmediatamente mi esposa recostada le puso la panocha en la boca a su amiga que le recogía la leche que escurría desde su culito hasta mordisquear el clítoris.
yo me la cogía lentamente pues quería alargar al máximo ese momento, Paco estaba de pie viendo por todos lados como le metía la verga en el culo a su mujercita, le separo la mano del consolador y lo empezó a manipular él, se lo empujaba para adentro totalmente, luego casi lo sacaba todo, entonces yo entraba a fondo íbamos acelerando los movimientos, mi comadre estaba en éxtasis con una cadena de orgasmos, con su boca hundida en el coño de mi esposa y sus manos extendidas acariciando los pezones, las nalgas de mi mujer moviéndose lentamente con una cara de puta que no podía con ella.
Sentía que mi corrida estaba próxima, Jalé con todo las nalgas de mi comadrita se la dejé ir a fondo y me convulsionaba le llenaba su culito de leche, en cuanto me separé, el cabrón de Paco le sacó el consolador y se lo cambió al culo, entro sin problemas, le encendió el vibrador se lo movía rápidamente, un rato después jadiaba y gemía le venía un orgasmo muy violento, dejándole bien limpia la panocha a mi mujer.
Nos disponíamos Paco y yo a ir al baño cuando Inés nos dice; esperen yo los acompaño, le dijo a Lucy; - ven para que aprendas un muevo placer.- Abrió las puertas de la regadera y se hinco en el piso, nos decía por favor mójenme de pipi mi esposa tenía sus ojos de plato, Paco fue el que empezó a orinarla con un chorro gordo y a presión en su cara abría su boca, le mojaba sus pezones me volteaba a ver con cara de suplica y me decía; - que esperas, mójame toda,- se arqueaba hacia atrás, empecé a descargar mi vejiga en sus tetas y panocha, se retorcía de placer, metía su cara en mi chorro.
Cuando terminé le dijo a mi mujer; y ¿tú que esperas? Báñame amiga con tus maravillosas agüitas, - no puedo le decía Lucy, - sí por favor quiero sentirte,- entonces mi esposa para no contrariar a su amiga abrió sus piernas arriba de la cara y soltó su chorro, Inés levantaba su cara le golpeaba el chorro en sus labios abría su boca y bebía le escurría por sus pechos se los sobaba, ya se me estaba parando la pinga con el numerito, y que le dice a Lucy: - Ahora ponte tú yo te lo voy a hacer a ti, para que veas que rico se siente-, mi esposa no se animaba, pero por no contrariar a su amiga se coloca, Inés se acerca con las piernas abiertas y le pone un gran baño de las tetas para abajo Lucy corría sus manos por las tetas y los pezones se le paraban, se restregaba su panocha con la pipi de Inés. Abrieron las llaves de la regadera y se bañaron, enjabonado sus cuerpos entre ellas.
Cuando salieron de la regadera, Paco y yo las esperábamos en el jacussi con una nueva botella de champaña y un cigarro de mota con cocaína, que según mi amigo daba efectos insuperables, entraron a el agua se sentaron tomaron sus copas y brindamos por las nuevas comadres por el bautizo que se habían dado una a la otra. Paco encendió el cigarro, y lo fumaban los tres por igual, notando en los ojos de mi esposa el efecto que le producía de risa y euforia, seguimos bebiendo, Inés abrazaba a Lucy, la besaba en la boca, y le apretaba las tetas y quien sabe lo que se hacían por debajo del agua pues tenía mucha espuma.
En eso sentí que me agarraba mi verga, lentamente me la pajeaba no sabía si era mi esposa o Inés pero yo cerraba los ojos y lo disfrutaba, estaba convencido que era mi comadre, pero en eso veo que con las dos manos abrazaba a Lucy, baje mi mano a la verga y resultó que era mi amigo Paquito que tenia la cara roja, yo me quedé mudo, apuré mi copa y me calmé, me la apretaba y pensé . Me vale madres aquí todo se permite, estire mi brazo y le agarré su vergota que la tenía bien dura, que sensación tan caliente pues nunca había tocado otra polla, Paco me hizo una cara de aprobación.
Me pasaron varios pensamientos; ¿me estaré volviendo puto? ¿Como es que mi mujercita tan delicada se puede meter todo esto? Mi mano, por mucho no cerraba con el grosor que tenía, la palpaba a lo largo la media con mi palma extendida que mide como 23 CMS. Y me sobraba polla, se la empecé a pajear lentamente y se sentía muy rico como le corría su prepucio, cosa nueva para mí por que yo tengo hecha la circuncisión, total que las señoras estaban jadiando y tenían un orgasmo, se besaban sus bocas.
Cuando les pasó el clímax nos voltearon a ver, nos preguntaron ¿Cómo están?, Que cara de calentura tienen, y mi amigo se pone de pie con su fierro bien parado con unas punzadas tremendas, y nos preguntan las ingenuas ¿a poco los calentamos tanto? Los dos titubeamos y les dijimos pues sí, enseguida me puse de pie, y les mostré que estaba en las mismas condiciones que Paco. Pobrecitos no los podemos dejar así ¿verdad?
Nos acercamos a ellas, y nos empezaron a pajear con muchas ganas y a darnos unas mamadas profundas, mi comadre me succionaba muy fuerte. Les propuse que tal si las dos se la maman a Paco al mismo tiempo y luego me lo hacen a mí, inmediatamente mi esposa abría su boca y se empezaba a meter la cabezota de la verga de mi amigo, mientras Inés recorría su boca por los costados, luego Lucy se esforzaba y entraba más allá de su garganta le provocaban espasmos y la sacaba, con unas hebras de los líquidos preseminales para correr su boca por el costado hasta encontrar los labios de su amiga y rozar sus lenguas con la punta de la polla de por medio.
Luego mi comadre abría su boca pero definitivamente no le entraba toda la cabeza, pero lo que entraba lo mamaba con unos chupetes tremendos, mientras mi mujer le mamaba los huevos y le corría la lengua, cuando podían ellas se metían mano una a la otra, Paco tenía los ojos en blanco y sus piernas empezaban a temblarle, cambiaron de nuevo posiciones y ahora mi esposa se tragaba el monstruo, alternándole una paja y corriendo su boca hacia delante y hacia atrás ¡¡se lo estaba cogiendo con la boca!! Mientras Inés le corría la lengua por el culo, Paco empezó a gemir sus piernas le temblaban gritaba; ¡que rico me voy a correr!, inmediatamente se convulsionaba, mi esposa no dejaba de pajearlo y mamaba con todo la leche que salía de su verga, no se le escapaba ni una gota, inmediatamente se acerco mi comadre a besar los labios de Lucy, para compartir la leche.
Con la escena anterior y la paja que me estaba haciendo, ya estaba a punto de turrón, les cerque mi polla, inmediatamente me recibió Inés con una mamada profunda, rebasando todo mi glande sus anginas, luego me succionaba con todo mientras mi esposa me pasaba la lengua por los lados llegando hasta la punta, mi comadrita se la cedía un momento, mi mujer me cogía con su boca apretando sus labios y haciendo un mete saca en su garganta mientras mi comadre pasaba su lengua por mi culo, ¡que sensación! Nunca lo había sentido Veía estrellas, le dije a mi esposa que me corría, inmediatamente se acercó Inés y empecé a aventar leche en la boca de las dos pues movían mi verga de lado a lado, repartiéndose mi corrida, se besaban y se acariciaban los pechos.
Paco y yo salimos del jacussi como mocos, totalmente exhaustos las piernas apenas nos sostenían, nos secamos y nos fuimos a la recamara los cuatro, las señoras se acostaron al centro y nosotros uno a cada extremo, me quedé profundamente dormido con mis manos en las nalgas de mi comadre, Paco hizo lo propio con Lucy, mientras ellas se acariciaban con ternura.
Cuando despertamos, solo estábamos en la cama los tres, Paco había bajado a preparar café, yo tenía una cruda terrible, y fui al baño a lavarme la boca, y a tomar unas aspirinas para el dolor de cabeza, cuando regresé a la recamara me acosté en medio de las señoras a reposar mi calvario, las dos adormiladas me abrazaban pegando sus pechos al mío, corrían sus manos por mi polla y huevos, yo me dejaba querer para que mi malestar no fuera tan cruel, poniendo una mano en cada panocha y reposando mis aspirinas.
Como los relatos largos son muy aburridos, luego les seguiremos contando. Lucy les manda un beso a todos los amigos lectores de los relatos anteriores, agradeciéndoles de corazón todas las pajas recibidas.