Mi esposa me prostituye, mi primera vez 2

Me case con una prostituta y ahora ella me prostituye a mi,

oye Gabriela, pero vengo con un amigo, dejarías que el también lo probara,

  • claro José, es mas te lo voy a dejar al mismo precio,

Las palabras de mi esposa me provocaron escalofrios, todavía faltaba otro tipo….


El tal José termino de acomodarse la ropa y después le dijo a Gabriela,

-tu mariconcito tiene un culo muy rico, deja que mi amigo también disfrute de el y ahorita seguimos charlando,

-OK José,

El tal José bajo del auto y aproveche ese momento para decirle a Gabriela que detuviera todo, que mi culo me dolía bastante,

-ya no Gabriela, me está doliendo mucho,

-tranquilo cariño, seguramente su amigo no tiene la verga tan grande como José,

Gabriela y Pamela comenzaron a reír, mientras que yo me quedé hincado en el asiento con las nalgas al aire, a los pocos minutos escuché como la puerta del auto de José se abría y después escuché la voz de un hombre,

-Gabriela, Pamela, que tal están chicas,

En ese momento Gabriela comenzó a decirme,

-huyyy... mariconcito, creo que te toca sufrir un rato más,

al escuchar eso voltee hacia atrás y vi la silueta de un hombre parado en la puerta del auto, era muy alto y bastante corpulento y sin decir más subió al auto y cerró la puerta, y aquel hombre comenzó a decirle a Gabriela,

-dice José que el putito es muy bueno,

-claro negro, es carne fresca y está recién desvirgado,

-es lo que me hace falta, llevo ya varios días sin descargar,

-bueno, pues ahora es cuando,

Escuché como el tal negro se comenzaba a desabrochar el pantalón y se acomodaba en el asiento, después sentí como sus dedos se metían entre mis nalgas y comenzaban a hacer presión en mi orificio anal,

-tienes razón Gabriela, está bien cerradito,

Instantes después sentí como su dedo comenzaba a introducirse en mí y no pude evitar lanzar un gemido,

-ouchhh...despacio,

Mi súplica solo causo risas en los tres y más en Gabriela, que solo atino a decirme,

-ya cariño, vete acostumbrando,

lentamente el dedo de aquel hombre comenzó a entrar en mi, pero no solo eso, mientras lo hacía comenzó a moverlo de un lado a otro, provocando que mi espalda se arqueara y parará más mis nalgas, el negro al verme así, comenzó a reír y le dijo a Gabriela,

-mira Gabriela, su culo pide ser penetrado

-así es mi negro,

-pero, creo que mejor me apetece que me de una mamada,

Gabriela al escuchar eso le contesto,

-puedes usarlo como gustes, de todos modos ya está pagado,

Aquel hombre al fin saco su dedo de mi trasero, después me sujeto por el cabello y de forma brusca me enderezó hasta dejarme sentado, después se hincó en el asiento quedando su pelvis frente a mí, se desabrochó el pantalón y de un segundo a otro una enorme verga comenzó a blandirse frente a mi rostro,

-mira mariconcito, lo que te vas a comer,

Su verga se blandía frente a mi rostro y tenía un olor bastante desagradable, así que eche mi cabeza hacia un lado pero el tal José me sujeto por el cabello y me soltó una bofeteada a la vez que me decía,

-que pasa putito, no te gusta mi verga...jajá jajá

El negro comenzó a restregarme su verga en la cara, el olor que desprendía era bastante desagradable y sentía como sus fluidos se embarran en mis mejillas,

-que piel tan suave tiene tu mariconcito, mira como se me está poniendo la verga,

El miembro del negro se ponía cada vez más grande y duro y no dejaba de restregármelo en la cara, su glande se estampaba contra mis labios y había instantes en que lo tenía completamente recargado en mis mejillas, pero me tenía agarrado tan fuerte del cabello que me era imposible moverme, hasta que después de algunos segundos así, me jalo la cabeza hacia arriba, lo queme obligó a abrir mi boca y en ese momento el negro aprovecho para introducirme su verga,

-abre bien la boca mariconcito,

sentía que me ahogaba aquella verga era más grande que todas las que había probado, sentí como me llegaba hasta las anginas y su olor me provocó horcadas, comencé a moverme pero el peso del negro me lo impedía,

-ya mariconcito, es mejor que te relajes,

el negro comenzó a moverse, su verga era tan grande que forzaba mi mandíbula al máximo y me dificultaba respirar, así que no tuve más opción que dejarme hacer, el negro al no sentir más resistencia de mi parte comenzó a moverse más y más rápido,

-así está mejor mariconcito,

aquella verga entraba y salía de mi boca, sentía como su vello púbico se metía a mi boca y sus fluidos se llegaban a mi lengua y mi paladar, y aprovechaba los instantes en que la sacaba para poder jalar aire, pero aún así me provocaba bastantes horcadas,

-mmggg...siiii...que buena putita te conseguiste Gabriela, tiene si boca bien caliente,

-lo estás disfrutando negrito,

-no sabes cuanto...jajajaja,

Para ese momento ya había cerrado mis ojos y me concentraba en respirar, aquel pedazo de carne se movía dentro de mi boca de una forma tremenda, su olor y sus fluidos la habían inundado por completo, el negro continuó moviéndose durante varios minutos más, hasta que de un momento a otro la metió por completo y sentí como si semen comenzó a inundar mi boca, al fin había terminando,

-arrghhh...siiiii...que bien..mhhhh

El negro se quedó quieto unos instantes y después me soltó y su verga salió de mi boca, comencé a jalar aire pero su semen era tanto que solo logré tragármelo, y comencé a toser y Gabriela me dijo,

-que pasa mariconcito, es mucha leche para ti...jajajaja

El negro se quitó de encima de mí y me hice hacia un lado cayendo en las piernas de Gabriela,

-ya mariconcito, no exageres,

Gabriela y su hermana comenzaron a reír, después el negro y Gabriela bajaron del auto y me quedé en el asiento recuperándome y mientras lo hacía podía ver cómo Gabriela charlaba con el negro y con José, no podía escuchar lo que decían pero sabía que era sobre mi, cuando al fin ella subió, me dijo,

-acabas de agarrar dos buenos clientes, ya hasta quieren que te ponga nombre artístico....jajajajaja..

Pamela echo a handar el auto y salimos de aquella pensión.

continuara...