Mi esposa con su empleado
Dejé a mi esposa con ganas porque no tenía mucho tiempo, pero ella se desquitó de la mejor manera.
Esto sucedió el mes pasado, por la mañana llevo a los niños muy temprano a la escuela y regreso a casa a desayunar con mi esposa y prepararme para el trabajo; sin embargo, ese día cuando regresé encontré a mi esposa desnuda en la cama, me sentí muy mal ya que tenía una junta muy temprano y no tenía mucho tiempo, así que sólo le levanté su hermoso trasero y se lo metí hasta venirme. Por supuesto, ella se quedó con muchas ganas y ese rapidín no fue suficiente. Ella solo me dijo que iba a estar todo el día ganosa y oliendo a sexo, a lo que yo le respondí que de ella dependía el estar así todo el día o quitarse las ganas en su trabajo.
Ya por la tarde cuando regresé me pidió salir a tomar algo porque quería contarme como le había ido; de inmediato supuse que algo había tenido que ver con el rapidín de la mañana.
Resulta que al llegar al trabajo, se sentía súper cachonda y no podía concentrarse por estar pensando en sexo. Dentro de su oficina estuvo buen rato viendo videos sexuales y esto la ponía cada vez más y más cachonda, hasta llegar al grado de entrar al baño y estarse tocando un rato. Cuando regresó a su oficina encontró un mensaje de Skype en el que uno de sus compañeros le decía “………que buena página de videos dejaste abierta en tu compu” ella se moría de la pena, pero pronto pasó de la pena a la excitación, ese compañero es varios años menor que ella, el clásico chico de 22 años que acaba de terminar su carrera y consigue un trabajo de oficina; es alto, bien parecido y siempre viste de manera impecable. Ella le respondió el mensaje y empezaron una conversación que poco a poco fue subiendo de tono…
El: Que buena página de videos dejaste abierta en tu compu jefa……
Ella: porqué entraste a mi oficina?
El: solo entré por la auditoria de ayer y fue imposible no ver
Ella: y que, tu no entras a esas páginas?
El: si, muy a menudo
Ella: y de qué te gusta ver videos?
El: de grupos y de chavitos con señoras
Ella: mmmmmmm
El: es algo que no he hecho y me encantaría
Ella: estar con alguien mayor que tú?
El: si, así como tu
Ella: jajajajajajaja, en serio?
El: por supuesto y después de ver ese video en tu máquina, no sabes lo caliente que me pone pensar en encerrarme en tu oficina contigo y hacértelo ahora mismo
El: de hecho, ya la tengo súper parada
Ella no podía evitar la excitación, su entrepierna ya se sentía súper húmeda y no dejaba de pensar en la idea de quitarse las ganas con aquel joven.
Ella ya no contestó más los mensajes y cuando llegó la hora de la comida, todo el mundo salió de la oficina y ella se quedó resolviendo pendientes; de pronto entró el joven a su oficina; con una mirada de complicidad que no podía ocultar, ella de inmediato se puso muy nerviosa y no sabía que decir, él solo se sentó frente a ella y le ofreció disculpas por la plática, ella le dijo que no había problema y que harían como que no había pasado nada, pero él tenía toda la intención de que sí pasara algo.
Le comentó que en verdad se había excitado mucho y que aún sentía la excitación, ella de nuevo se prendió y ya no pudo controlarse, por lo que lentamente le tomó la mano, mientras con la otra, se tocaba la vagina por debajo de su falda y sobre su ropa interior. Él se dio cuenta de inmediato y puso su silla junto a ella como si estuvieran viendo algo juntos en la computadora, se dio cuenta de que ella estaba con las piernas abiertas y la mano bajo su falda, por lo que hizo lo mismo y metió su mano para sentir lo mojada que estaba ya la ropa interior de su jefa. Se hizo camino con los dedos entre la tanga y empezó a meterle un dedo en su completamente rasurada vagina que estaba ya muy mojada, ella tenía la mirada fija al monitor de la computadora y sólo se dejaba consentir por esa mano que ahora tenía dos dedos dentro. Bajó su mano y le abrió el pantalón para darse cuenta de que efectivamente, ya la tenía súper parada, se la sacó y se dio cuenta de que en realidad era de buen tamaño y la excitó muchísimo ver que ya estaba muy húmeda de la punta, así que se la empezó a jalar y en un momento se inclinó y empezó a chupársela.
En realidad estaban solos en la oficina, así que ella no se preocupó de que alguien pudiera verlos, se la estuvo chupando por un rato y después se sentó en la silla con las piernas completamente abiertas para que él hiciera lo mismo, se la chupó riquísimo hasta hacerla venir, la puso inclinada en el escritorio, le levantó la falda y se la metió de un solo golpe, ella gritaba de placer mientras él cumplía su fantasía de estar cogiendo con una mujer mayor y que además era su jefa.
Cuando él estaba a punto de terminar, ella le preguntó donde quería y él respondió que en su boca, así que ella se puso de rodillas y se la volvió a chupar hasta hacerlo terminar dentro de su boca y limpiársela completamente con la lengua.
Se levantaron y él quiso besarla, a lo que ella le dijo que no, que solamente había sido sexo y que más le valía que nadie se enterara porque ella se encargaría de hacerle la vida miserable mientras siguiera trabajando ahí para ella.
Cuando me contó esto en la cafetería yo estaba completamente excitado, pedimos la cuenta y de inmediato nos metimos al primer motel que encontramos camino a casa, le di una de las mejores cogidas de nuestras vidas y ahora ella me pide que invitemos a su asistente a salir para hacer un trío con él.