Mi entrenador anal
Una app para citas me abrió por completo a la verdadera felicidad
Hace un mes conocí a un chico, amigo de un amigo, me parecía buena persona pero nos dejamos de hablar. Hasta que tiempo después lo encontré en Tinder, hablabamos como antes, pero cierta madrugada la conversación se tornó sexual, contamos nuestras fantasías el dijo sexo en un parque y yo ir al centro comercial sin ropa interior y en mini falda, dijo que podia ayudarme con eso pero solo quedó en un plan arriesgado, porque tengo nalgas y piernas grandes así que para ser la primera vez exponiendo mi coño a ese nivel, las faldas que tengo ahora no me dejarían hacerlo sin sentirme muy incomoda.
Por unos días continuamos hablando con poco contenido sexual, solo contandonos nuestro día a día, hasta que publicó en uno de sus estado esos tipicos memes con indirectas de sexo, y yo le contesté para tener una concersacion respecto a eso.
Esa noche nos pasamos nuestras primeras nudes, una verga gruesa que me llamaba a mamarla, mis tetas ese día estaban más grandes, y mi hermosa cualidad de hacer de mi coño un oceano lo hicieron enamorarse de esta cuca peluda. Decidí enviarle un video antiguo donde entraban dos de mis dedos en mi ano y eso lo hizo venir, toda una mano llena de leche, más lo que había en mi estomago, me emocioné al imaginar toda esa leche escurriendo de mi culo abierto.
A partir de esa noche todas nuestras conversaciones han sido sexuales, si alguno tuvo un mal día o bueno, no importa, mandamos un diablito morado como llamado, no vivimos cerca por eso las videollamadas nos ayudan mucho. Ya no son dos de mis dedos sino tres de los suyos, que son demasiado gruesos, y su verga con mucho lubricante. Me siento mal cuando no tengo algo en mi culo, un vacío fisico que se siente emocional, desde que empezó mi entrenamiento anal mi felicidad depende de que tan abierto y lleno tenga el culo.
Cuando lo veo mi coño comienza a gotear, mis pezones están siempre duros me encanta que los muerda y me deje moretones en las tetas y las nalgas, en realidad es algo que les pido a todos ultimamente, que dejen un recordatorio en mi cuerpo además de su leche en mi garganta.
Mi adorado entrenador es el único que penetra mi culito, y no me meto nada sin su autorización, quiere ver todo lo que hago, los lavados, los ejercicios de dilatacón, esta última semana me ha pedido que me grabe orinando, que enjuague mi coño con leche después de masturbarme, hemos pasado noches en vela dilatando mi ano, una vez entró un gran frasco de perfume pero mi culo se rajó y no pude meterme nada más que mis dedos por dos semanas.
Toda esta historia fue escrita mientras me abro el culo antes de dormir.
Gracias por leer este relato, espero que escribas en comentarios que te pareció,alguna sugerencia o petición que deseas compartir será bienvenida.