Mi entrega (una noche como ninguna)
Me agarré a una de las mujeres más ricas de mi barrio, le quité la virginidad y soy su amante.
Era un día de Agosto, cuando volvía de andar con mis amigos; me puse en camino a casa despidiéndome de ellos, antes de llegar a mi vecindad cerca de la plazoleta de mi barrio, estaba Rita.
Ella era una mujer de muy buena presencia, pechos impresionantes y un trasero enorme que daba ganas de agarrar. Ya hacía algún tiempo venía persiguiéndome pero yo no le hacía mucho caso.
Tome yo entonces la iniciativa y me conduje a hablarle, estaba con un pantalón de esos pegaditos y una cafarena, le dije que si podíamos hablar un momento, ella respondió a mi pedido con un talvez y continué la conversación hasta que sediera.
Luego de unos momentos me encontré caminando con ella en una calle desolada que tenía como un callejón en uno de sus laterales. Ella viendo que estaba muy oscuro me tomo del brazo y seguía caminando, al llegar al callejón, la tomé de la cintura y se me apegó más, lo que propuse darme la iniciativa y es así que de un momento, la tomé con fuerza y le di un beso, era tan placentero que metí mi lengua en su boca y ella hizo lo mismo.
Pasaron unos minutos y comenzé a bajar mis manos para explorar algo mas, fue cuando sentí que no ponia objeciones. Metí mis manos por debajo de su bluza y me di cuenta cuando estaba agarrando uno de sus senos, eran tan grandes y se empezaron a endurecer, seguí unos minutos mas y decidí explorar más.
Bajé mi mano hasta la altura de su trasero, tenia un culo durito y redondito y cuando traté de meter mi mano bajo su pantalón, se apartó de un sopetón.
Me dijo que era mejor que no siguiéramos y que nos fuéramos de ese lugar.
En seguida comenzamos a caminar por la alameda, junto al río y me invitó a charlar, sin nada de lo que había pasado a orillas de este.
Bajamos hasta la orilla del río y ella se sentó en mi costado, me empezó a hablar de que si era la primera vez que tocaba a una mujer, yo le respondí que si, cosa que no era sierta.
Me preguntó que que sentía por ella, yo le repliqué que era un poco de todo, pero en realidad ella sabía que yo estaba enamorado de su amiga.
De repente me entró el ánimo y me fui contra ella, la tomé fuertemente y le di un beso mas intenso que el primero, meti nuevamente mis manos para tocar sus pechos y cuando recorde estaba sobre ella. Empecé a sentir como su respiración aumentaba y lo exitadísima que estaba, entonces metí mis manos bajo su pantalón y toqué su trasero, tenia un calzoncito de encaje muy corto y cuando quize llegar hasta su parte mas íntima, me empujó y se apartó de mi.
Que es lo que quieres? Me dijo. Entonces yo le repondí que hacerle todo lo que ella desconocía, entonces comenzamos una charla que a la final no tenía sentido. Ella luego de esto vino a mi y me abrazó, tomó mi mano y la puso sobre su parte inesplorable, me sorprendí cuando me di cuenta que el sierre de su pantalón estaba bajo, entonces medijo que probaramos solo con el toque, metí mi mano y la sentí húmeda, caliente en ese instante. La puso sobre el sespet y comense a darle un masaje, con mi mano izquierda la más utili (soy surdo), tome su vientre y con la otra jugaba con sus pechos, luego de seundo de mesajeo, sentí un líquido calientito a la par que apretaba con furia sus piernas y gemia incansablemente, en este intante, se espanto, se paró rápidamente y me dijo que era la primera vez que había sentido algo así.
Comenzó a marcharse y yo no me podía quedar así, puesto que ella solo había recibido el beneficio, corrí tras ella y antes que llegue a un viejo arbol, la tomé fuertemente, la besé, de manera brusca , por debajo de su cafarena quité su bracier, tomé sus pechos y la hice exitar, estaba tan a punto que tomé una de sus piernas, la separé y me puse en medio. Levante una de sus piernas como enredándolas con la mía, en ese instante suspiró cuando sintió que debajo de mi pantalón estaba algo duro y que la exitaba, comenzo a rozar pu parte con la mia y a gemir de placer, estaba yo tan cachondo, que me podía venir en ese instante.
Entonces le dije que si no quería seguir lo parábamos, para ver si le gustaba o no, ella me dijo que mucho y que por fabor le hiciera lo mismo que un rato atraz. Le bajé el cierre del pantalón, sus pantalones y su calzoncito de encaje, comenzé a masajerla con mano y me dijo que así no, que le hiciera probar lo que quería, entonces tomé mi miembro, que por cierto se sentía muy liberado, luego de haberlo tenido tan prisionero y empezé a rozar su monte de venus, de una reacción gustosa, replicaba, ¡Que rico¡ Ah, ah,
De manera brusca me dijo, métemela, que lo quiero, sin mas que decir puse la cabeza de mi miembro delante de su parte y empezé a empujar. Ay, que dolor¡ dijo, y replicó, pero sigue¡ ah, ah, más, ah. Y en ese instante me di cuenta que había traspasado un umbral inexplorado, la susodicha había dejado en mi su virginidad. De empujón se la metí y la empujé contra el arbol. Ah, Ah, Ah , Ah, Ah, Ah, gritaba, se movía como loca Oh, ah,ah, que rico, que sensación, que rico, replicaba.
Yo la seguía bombendo, era tan angostito su huequito, así estando parada, que aumentaba el placer, tanta fue mi exitación que me venía, quice sacarlo, pero ella no me solto sino que me gritó, derrámame, derrámame. Me vacié dentro de ella y ella había tenido ya para ese rato como tres orgasmos seguidos, sin contar los anteriores.
Me dijo que era lindo lo que había pasado y que ella estaba sola en su casa y si quería acompañarla, sin mas que decir me fui con ella.
Llegamos a su casa, me invitó a pasar y me sirvió un refresco. Me tomó del cuello y comenzó a meter sus manos por mi camisa, yo entonces le quité la cafarena y lo demás, comenzé a chupar esos pechos duritos y redondos.
Entonces me invitó a recostarme en el sofá, de repente le bajé los pantalones, la tiré contra el suelo y le saqué el colzoncito, era negro y de encaje, vi en ese instante su s bellos, abrí sus piernas y me puse sobre ella, Ahaaaaaaaaaa gritó, no seas tan brusco me dijo y comenzé como un animal a darle, levanté sus piernas sobre mi hombro como había visto en muchas páginas de la internet y seguí dándole sin pudor, gritaba exitadísima de placer.
Hicimos el misionero, la silla, la rana, el 69, por el trasero (se los contaré pronto). Y muchas poses que satisfacieron nuestro instinto animal. Ahora cada vez que queremos lo hacemos, ella me lo pide como una perra en celos y yo voy como el trabajador a su hora de jornada.
Cualquier dama que sienta o quiera ser satisfecha de esta manera, comuníquese con migo.
Ojalá les guste parte de de mi vida como es esta.