Mi encuentro con Alex

Cuando mi mejor amiga me cuenta que descubrió a su hijo pajeándose, no pude dejar de pensar en el follándome.

Hola mi nombre es Nadia y les contare lo que sucedió cuando me entere lo que hace un hijo de una gran amiga.

Para comenzar les cuento que mi gran amiga se llama Anna, ella es una mujer de 47 años  felizmente casada, madre de dos hijos, Soraya la mayor de 21 años y Alex de 16. A pesar de haber sido madre aún conservaba una bella figura, en la calle siempre nos decían piropos, a mí me fascina que me digan cosas, pero a ella le incomoda. En cambio yo, doy rienda suelta a mis encantos.

Ella y yo somos amigas desde el colegio, ahí conocimos a nuestros esposos, ella se caso primero y yo dos años después. Siempre hemos mantenido una gran relación, casi de hermanas, nos platicamos todo, desde lo mas típico hasta los mas íntimos secretos y nos vemos por lo menos una vez por semana.

Un día nos reunimos en un café; el lugar muy pintoresco y cerca de nuestros hogares, una tarde un día la notaba algo extraña, yo pensé que eran los nervios por su viaje.

(Anna y su marido están por cumplir 25 años de matrimonio y tienen planeado un viaje, yo diría una segunda luna de miel, casi un mes viajando por Asia, tenían más de 3 años con los preparativos, y gracias a nuestra gran amistad nos había pedido a mi esposo y a mí que le cuidáramos la casa y estuviéramos pendientes de sus hijos, en especial de Alex que aun va al colegio.)

Le pregunto Anna ¿Cómo estas lista para tu viaje?

Me responde algo nerviosa _ ¡Bien!

¿Pasa algo? Le pregunto

Puedes contarme, sabes que puedes confiar en mí.

Lo que pasa es que tengo un dilema y no se como actuar me contesto.

¿Es algo serio? Le pregunto

Me responde __ Es algo difícil de contar

Vamos mujer sabes que puedes confiar conmigo

Se trata de Alex me responde

Que pasa con el… ¿es un problema de drogas?

No para nada es algo mas… como te lo explico…

Venga mujer no puede ser algo muy serio

¡Lo he visto masturbarse! Me dijo con su rostro desencajado

Yo sintiendo un poco de alivio, porque en lo personal, no me pareció tan grave, son chicos jóvenes que tienen que explorarse y conocerse. Respire con tranquilidad y le digo

Anna… no debes preocuparte por lo que hayas visto, es algo normal, está en plena edad

Es un adolescente que empieza a descubrir sus necesidades físicas, no le des mas importancia, todas las madres hemos pasado por eso alguna vez.

Lo que no sabes es que lo he visto pajearse en mi cama, frotando su polla con mi ropa interior. Su voz cambio al decirme lo anterior… al parecer le incomodaba de tal manera que no sabía que hacer o decir

Yo mientras tanto al escuchar sus palabras sentí como mis pezones empezaron a endurecerse, empecé a calentarme con lo que me decía Anna al continuar con sus descripciones, y yo mas me mojaba, me había excitado, con tal revelación. Tratando de concentrarme en su problema le pregunto:

¿Y tú que has hecho?

¿Has hablado con él?

¡Para nada, no me atrevo!

Haces bien, son cosas de chicos, no debes darle la mayor atención, el chico lo hace porque necesita desahogarse, igual lo hará viendo porno, revistas, y demás. Pero no tiene nada que ver contigo.

Al escuchar mis palabras, creo que comprendió la situación, la sentí mas relajada y al final creo que le sirvió el decírmelo.

En cambio para mí, el saber eso, encendió mi lujuria, siempre he sido muy caliente, tal situación me hizo fantasear con su hijo.

Los días pasaron después de mi charla con Anna, y no se me quitaba de la mente la escena de su hijo haciéndose una paja en su cama. Se acercaba su viaje y aprovechando la ocasión le propongo a Anna que durante el mes que ellos estén fuera Alex puede quedarse en nuestra casa, dada la confianza que nos tenemos no veo ningún problema a tal propuesta.

Anna no lo dudo en ningún momento y acepto. Se acercaba la fecha de su viaje y me ofrecí a dejarlos al aeropuerto, de regreso a casa mi esposo, Alex y yo, llegamos a su casa para que recogiera su maleta, Alex es un chico simpático muy atento siempre ha tenido buena relación con mi esposo.

¡Bienvenido Alex! Esta es tu  casa siéntete como si fuera la tuya. Le comento mi esposo

Nadia por favor muéstrale su habitación.

¡Claro corazón! ¡Alex sígueme por favor!

Ese día traía puesto un pantalón bien ajustado color blanco y una tanga del mismo color y una blusa color azul, sabía que no podría dejar de ver mi hermoso culito, me adelanto a las escaleras y de reojo vi como se acomodaba su polla, estaba disfrutando el espectáculo que le daba al subir las escaleras.

Y como no iba a disfrutarlo, soy una mujer de 40 años, pero muy bien cuidada hago ejercicio todas las mañanas, para conservar mi figura, mis medidas son 102-64-106, mido 1.68 m. mi talla de sostén es de 36DD y mi pantalón es talla 9, tez clara, cabello negro, me encantan mis piernas, pero sobre todo mi mayor atractivo es mi culito, bien paradito y duro por el ejercicio, gracias a él, logro que los hombres me volteen a ver y con la ropa indicada puedo hacer parar el trafico.

Por aquí es Alex, pásale con toda confianza, esta es tu habitación ¿te gusta? Mi pregunta tenía doble sentido.

Alex me respondió ¡sí!, ¡me ha gustado mucho!

Tímidamente me recorría con los ojos. Una mujer siente esas miradas que irradian deseo.

Bueno corazón, ponte cómodo, acomoda tus cosas y nos vemos abajo. Me acerco y le doy un beso.

Gracias señora Nadia por permitir que me quede aquí con ustedes. Me dijo

De nada, tu sabes que somos buenas amigas tu madre y yo.

No podía creer lo que estaba haciendo, ¡estaba seduciendo al hijo de mi mejor amiga! Pero es que la verdad estaba tan cachonda desde que me conto lo que había descubierto, que no permitiría pasar esta oportunidad.

Al día siguiente, mi esposo salió a trabajar como todos los días, y yo me puse una batita sexy color blanco de licra con estampados de flores, me cubría hasta un poquito arriba de las rodillas, pero con un escote bastante pronunciado. Tenía puesto unas braguitas transparentes en encaje de color negro y sin sostén, aun estaba un poco mojada después de la ducha matutina, mis pezones estaban literalmente unidos a la bata, Alex debería darse cuenta al verme.

Alex tu desayuno está listo, baja a desayunar. Le grite desde la escalera.

Gracias señora, ¡bajo enseguida estoy alistándome para ir al colegio! Me contesta

Lo veo bajar, discretamente me quedo cerca, para que me vea, se que de ese ángulo puede ver muy bien mis tetas, sus ojos se abren para poder ver mejor.

Anda corazón desayuna pronto que llegaras tarde al colegio. Le dije

Si señora gracias por sus atenciones.

Te acompaño a desayunar… mientras le servía me inclino un poco, y el pobre se me queda viendo directamente en mis tetas, ¿quieres leche? Coquetamente le digo

Si por favor

La calentada que le estaba dando fue suficiente para ver como se le hacía bulto su polla. Tímidamente continúo con su comida y se retiro al colegio.

Seguramente en el colegio debió haberse una linda paja pensando en mis tetas.

El día transcurrió como cualquier día, hice las cosas de una buena esposa, después en la tarde mi esposo me llama para decirme que llegara tarde, asuntos de negocios me dijo

Le digo que no te preocupes, que tengo compañía con Alex

Me dispuse a darme una ducha, entre al baño, me quite mi blusa de algodón, mi sostén, el pantalón, mis medias y mi tanga una vez en la bañera, empecé a fantasear con Alex, empecé a acariciarme, me tocaba mis tetas, mis labios, recorría mi vientre, hasta llegar a mi coño, me deslizaba lentamente alrededor de mi entrepierna, mojaba con mi saliva y me lubricaba lentamente, introducía un dedo, y continuaba pensando en el. Así estuve un buen rato, cuando de repente pensé, que tengo que preparar la comida, para mi invitado.

De prisa, salí del agua, recogí mi ropa y me dirigí a cambiarme, me vestí algo casual, una falda con juego, zapatos bajos y una blusa de lino.

Alex llego de colegio, comimos juntos, vimos un poco de tv y después se retiro a su habitación tenía que preparar un trabajo escolar.

Yo continúe viendo tv, después de unas horas, llego mi marido, lo atendí y fue a recostarse, porque venía cansado.

Aproveche el tiempo para enviar nuestra ropa a la lavandería y me percate que me hacía falta una prenda de ropa interior, era mi tanga la que había usado el día de hoy, pensé que tal vez la olvide en el baño, así que fui a revisar y no la encontré. Volví a revisar el cesto y no la encontré por ningún lado,

¿Donde la habré dejado?

No le di mucha importancia, ya aparecerá después.

Me despedí de Alex.

¡Buenas noches Alex!

¡Buenas noches señora!

Me fui a mi cuarto, mi esposo dormía profundamente, yo aun no tenia sueño, así que me puse a leer un rato. Cuando de repente, vi una sombra que pasaba por el pasillo, pensé debe ser Alex.

Pasaron los minutos, y me levante por un vaso de agua, al ir a la cocina, escuche unos ruidos que venían del baño. Me acerque sigilosamente, la puerta estaba abierta, y pude observar tranquilamente.

Mis ojos brillaron como gata en celo al ver aquello. Era Alex haciéndose una paja deliciosa, como recorría su mano hacia arriba y hacia abajo, era bastante grande debo confesar. Era una enorme polla algo delgada pero en plena erección se miraba más gruesa de lo era, bajaba y subía, en su otra mano tenia…

¡Mi tanga!

¡Sí!

¡Era mi tanga! Se estaba pajeando en mi casa, en mi baño, con mi tanga.

Igual como lo hacía en su casa

Al ver aquello… yo estaba más que caliente, empecé a tocarme, mi coño estaba bien mojadito. Quería probar esa polla, gozarla al máximo.

Sin importarme nada, entro al baño, cierro la puerta y me dirijo a él.

¡Así que tú eres el que tiene mi tanga!

En un tono de sorpresa me contesta.

La encontré en el baño señora, y la verdad no pude aguantarme, pero es que desde que entre a su casa, la he deseado, hoy llevo dos pajas pensando en usted, y al ver su tanga, empecé otra vez.

¡Dos pajas! le dije

¡Sí!

Yo traía puesto mi bata de dormir, transparente, con unas bragas y sin top.

Al verme su polla empezó a chorrear.

No te vengas corazón… que aun no empieza lo bueno.

Me dirijo hacia él.

¿Así que me deseas eh?

¡Si mucho!

¿Te gusto?

¡Si señora!

¿Te gustan mis tetas?

¿Mi culito?

¡Sí!

¿Quieres tocarlo?

¿Puedo?

Me volteo y me agacho a recoger mi tanga, dando un ángulo de mi culito en todo su esplendor

¿Quieres que me quite las bragas y me ponga esta tanguita?

¡Me fascinaría!

De manera sexy me bajo mis bragas… tomo con una mano la tanga y con la otra me acaricio el coño.

¿Te gusta?

¡Sí!

La tanga estaba mojadísima con su lechita, esa sensación de viscosidad en mi piel me puso calientísima.

Me acerque a él, cerré la puerta, y empecé a acariciar su pecho, besando lentamente su cuello, el tocaba mis tetas y me besaba mis pezones erectos.

Lamia su cuello y le dije sensual mente al oído

¿Quieres una mamada corazón? Yo estaba ardiendo por dentro quería probar esa polla

Con un suspiro me dijo que si

Ponte de pie corazón.

Se levanto

Me puse de rodillas frente a su polla y empiezo a acariciar su abdomen, besarlo, mientras mis manos acarician  sus nalgas.

Con mi lengua recorro desde  su entrepierna, haciendo un caminito entre su vello púbico, que rica sensación, mi lengua humedecida por los líquidos que salen de su polla, los saboreo intensamente, le doy una lamida a sus bolas, que siento que se va a venir.

¡No quiero que se venga tan  pronto!

Dejo de estimularlo un poquito y le doy una masajeada a su trasero, lo veo de reojo y está gozándolo el chaval, me sujeta de mi cabeza y me dirige de nuevo a su polla, quiere que me meta su miembro en mi boca.

No puedo rechazarlo, es lo que estado queriendo hacer.

Empiezo a chupar lentamente, el sabor salado de su polla es afrodisiaco, el ritmo que produce el vaivén de mi cabeza es espectacular, el sigue sujetándome de mi cabeza, siento que se retuerce de placer, yo ya estoy mojadisima.

Corazón necesito sentir esa polla dentro de mi coñito le dijo.

Me contesta

¡Quiero metértelo!

¡Pues dámelo corazón!  Le contesto

Se sienta en el baño, su polla está bien dura, con mi mano la tomo, y la guio directamente a mi coño, el placer que voy sintiendo al ir metiendo esa polla en mi coño, hace que  me moje al recordarlo.

Bajo y subo lentamente sobre él, mientras él me da una chupada de tetas enloquecedora, casi me arranca mis pezones, por el placer que le estoy dando, lo tomo con mis manos su rostro y lo beso apasionadamente.

El vaivén de mi cintura, arriba y abajo, mi coño húmedo envuelve esa polla, me está penetrando sin dificultad alguna, siento como su polla, toca mi interior vaginal, rosándome un punto donde el placer es inimaginable.

Aprieto mi coño, presiono su polla, quiero que se venga dentro de mí, quiero sentir su leche caliente en mi interior.

Ahhhhh… son sus gemidos de placer

Dame corazón, dame polla corazón, le digo en su oído

¡Así papi, así papi! ¡Que rico me lo haces corazón!

Señora no puedo más….

Me abraza muy fuerte, siento como  me llena mi coño con su leche,

¡Ahhhhhh!

¡Ahhhhhhhhhh!

¡Mmmmmm! que rico

¡Ahhhhhhhh!

¡Dámela toda corazón!

¡Amor que rico lo haces, me has follado bien rico!

Me levanto…

Con mi lengua le voy limpiando su  polla, como toda una puta.

¡Que rico sabor la mezcla de mi interior  y su lechita!

¿Te ha gustado corazón?

¡Muchooooo!.... ¡señora!

¡Como recuerdo corazón te dejare mi tanga!

Para que hagas con ella lo que quieras.

Gracias señora.

¡Y no vuelvas a masturbarte con  la ropa de tu mama!

Al escuchar eso, sentí como su mirada se dirigía al piso, no supo que decir.

No te preocupes corazón… le dije

¡Cuando quieras puedo prestarte mi ropa interior!

Se incorpora y me dice

¿De verdad señora?

Claro Alex... ¡y puedo darte algo más!

FIN

Espero sus comentarios

!Besos!

nadhianez@gmail.com