Mi dulce prima
De pies a cabeza, esta fruta es digna de probarse.
Mi dulce prima.
Hola, ¡Que tal!, sean bienvenidos y disfruten de este relato que les presento, acepto sugerencias, comentarios y observaciones para mejorar mis líneas.
Hace tiempo conocí más ampliamente a mi primita que es 4 años menor que yo (tengo 25 años) y para ser sincero siempre he sido muy caliente y fetichista de pies...
Bueno el caso es que mi prima es una chiquilla de buen cuerpo, con un trasero redondito, pechos pequeños y firmes, sus piernas van de acuerdo con esas nalgas, sus tobillos tienen una forma muy sexy, sus pies siempre están limpios y sus uñas pintadas. Es una chica muy linda.
Resulta que desde hacía tiempo nos veíamos y platicábamos de cualquier tontería pero, las pláticas fueron tomando un tinte más cachondo (cosa que me agradaba, porque siempre le he tenido ganas), así que en un verano que pasamos juntos..sucedió lo ampliamente esperado.
Fue en una tarde soleada, mis padres se fueron con mi tía a plaza Satélite, así que nos dejaron solos.
Ella se encontraba en la compu revisando su correo, por lo que decidí darle tiempo para eso, y me fui a dar un buen baño...cuando me encontraba casi para entrar a la regadera escuché la puerta abrirse...!Era ella, semi desnuda!, estaba con un top blanco casi transparente y una pantaleta pequeña muy ajustada, las uñas de sus pies estaban pintadas de color rojo.
Con una risa pícara me preguntó:
--¿Te molesta si me ducho contigo?
--Pues no--Le respondí asombrado. era tanta mi sorpresa que mi pene seguía flácido.
--Bueno, ¿Porque no me quitas la ropa?--dijo
--¿Eh?--
--Pues si, acaso no te gusto--dijo al momento que ponía su mano en mi pene y comenzaba a masajearlo.
--Claro que me gustas, pero me tomaste por sorpresa--contesté, sintiendo ya el calor de su boca que ahora ya comenzaba a chupar mis pezones, mi pija crecía con cada movimiento.
Su lengua bajaba lentamente hacía mi abdomen, hizo circulos en mi ombligo y sin más preambulo atrapo mi pene con su boca, lamiendola desde la cabeza hasta mis huevos, suave y caliente...de pronto la tomó toda con su boca hasta tocar con su garganta...
--Sigue, sigue--le decía mientras le apretaba los pezones oscuros.
Mientras acontecía esa mamada de campeonato (una de las mejores que he tenido) ella se desnudaba, bueno, terminaba de quitarse lo que sobraba.
Ella golosa chupaba desde la base hasta la cabeza de mi pene, y lo metía una y otra vez, cada metida era más fuerte que la anterior.
--- ¡Que rica chupada sigue chiquita!!---
--- mmmmhhh, espero que te vengas, mmmmhhhh- y nuevamente chupaba y chupaba.
---¡Me vengo!!!!---y estallé en su boca.
Ni tarda ni perezosa siguió chupando hasta que no quedó más semen en mi pene.
---A ver papito, antes de que se te vayan las ganas----y acabando de decir eso se acomodó de nalgas a mi y de un golpe ella sola introdujo mi pene (algo cansado y sensible) en su vagina.
---Ahhhh, así te quería tener papito, muévete!---
Desde esa posición veía su estrellado ano que se fruncía cada vez que lo tocaba con mi dedo húmedo, así que sin más se la saqué para poder lamer su ano.
---¡¿Qué haces?!, se siente tan rico---decía inclinada.
---Espera, ya lo sabrás---Le dije
Cuando por fin su ano estaba dilatadito y ensalivado, coloqué la cabeza de mi pene en ese agujerito y cuando ella lo sintió poco a poco se fue moviendo para que entrara en su intestino final.
---¡wow!, se siente tan rico, tan diferente...mmmmhhhhh---
---Así es chiquita, muévete, muévete---
Sus nalguitas chocaban con mis huevos, con cada entrada y salida, Era fascinante ver como mi pene se perdía en esas nalgas gueritas.
---Me vengo!, me Vengo!---comenzó a gritar mientras me agarraba por los huevos para que entrara cada vez más rápido.
---Pues te alcanzaré...Agghhhh!!!---y terminamos los dos juntos.
---UF!, me imaginaba coger contigo primito, pero no sabía como iba a ser---
---Vaya, que eres cachonda!---
---Pero todavía no acaba esto, ahora quiero que me beses y lamas los pies---me dijo mientras se sentaba en el wc.
---No creas que no te he visto cuando observas mis pies y tu verga queda paradota---continuó, yo me sentía en los cielos, por fin iba a tener esos pies.
---Pues siéntate---le ordené mientras me colocaba sentado en el piso frente a ella...
Tomé entonces uno de sus pies, rosaditos, bien cuidados, suaves, tersos y lo lamí desde el talón hasta los deditos por la planta, después subí por su empeine, y regresé a sus dedos, una a una sus uñas fueron lamidas, sus deditos chupados...cambié de pie y ella colocó su otro pie en mi pene y comenzó a masajearlo. Su otro pie disfrutó de mi lengua y mi boca que no sentía cansancio de estar besando esos hermosos pies. Mis huevos ya avisaban que otra venida iba en camino.
---Me voy a venir en tus pies chiquita---le dije
---SI, SI hazlo papito, déjame sentirlos en mis pies---Gemía y gemía ya que había estado frotando su clítoris ya rojo por tanta fricción.
---Ahora, ahora, así junta los pies!!!!, aaahhhhh----y me vine en una tremenda eyaculación, deliciosa, de esas que se piensan y que pasa el tiempo sin poderlas experimentar.
---UF!, estoy exhausto chiquita---le dije
---Yo también papito, pero esos mecos no se pueden quedar ahí---y se llevó a la boca sus pies que lamió con urgencia comiéndose mi lechita.
Después nos abrazamos y besamos tranquilamente, nos duchamos rápidamente porque el tiempo era nuestro enemigo.
Como a la media hora de que todo pasó, llegaron mis padres, no sospecharon nada porque ella se quedó viendo la televisión y yo desaparecí argumentando que iba a visitar a mi entonces novia.
En el camino me encontré con una nota que estaba en mi bolsillo trasero que decía:
"Espero que guardes energías para cuando regreses papito"
Pero ya les contaré esa nueva aventura en otra ocasión.