Mi dulce amiga

Era amiga mia desde hace mucho tiempo, y tenía una sorpresa que enseñarme...

MI DULCE AMIGA

Como supondréis he cambiado el nombre de mi querida amiga, pero os puedo asegurar que esto que cuento sucedió no hace mucho tiempo. Espero que ella nunca lea esta historia porque puede que no le llegue a gustar, aunque algo me dice que si lo hace, sonreirá.

Esto sucedió en verano por el mes de julio, Madrid ardía y yo con el. Recibí una llamada que me alegro el día, era "Sonia", estaba contenta y me propuso tomarse una coca cola con ella, me quería enseñar una cosa que la hacía muy feliz.

Conocí a Sonia hace ya cuatro años, era una chica muy alegre y divertida, aunque siempre me dio la impresión de que había algo oculto dentro de ella. Aparte de muchas cosas que descubrí con el tiempo  y no vienen al caso, a "Sonia" le encantaba el sexo, y eso, era algo que nos iba a unir siempre. Le encanta follar, lo hace a las mil maravillas, lo disfruta al cien por cien, es capaz de estar hablando contigo y sin decirte nada, baja su tono de voz, te mira y te das cuenta que esta nerviosa porque quiere que te la folles, quiere que la rompas y eso yo, tampoco lo puedo evitar.

Pero "Sonia" tenía un complejo... increíble pero si, se avergonzaba de sus tetas. La verdad es que no las tenía bonitas, eran pequeñas y nada mas, pero se moría de vergüenza de ellas, cuando follábamos, siempre se las tapaba, de la manera que fuera siempre hacía lo posible para que no se las viera.

Por lo demás "Sonia" es una tremenda mujer, mide casi un metro setenta, su cara es preciosa, su mirada te pone a mil y su boca deliciosa, una gran boca con unos labios gordos que parece que te están pidiendo que los muerdas. De cuerpo tremenda, a mi me encantan las mujeres con curvas y "Sonia" tiene un culo que siempre me a encantado, gordito con unas nalgas que no paran de temblar cuando a cuatro patas la estás dando por detrás... deliciosa.

Quedamos en Atocha en el brillante a las 4 de la tarde, la terraza estaba bastante llena, llegue diez minutos tarde y allí estaba ella sentada esperándome, fumaba un cigarrillo y llevaba puestas unas gafas de sol negras de pasta. iba preciosa, , su melena rubia suelta, unos pantalones marrones ajustados marcando su terrible culo y...sorpresa, sus tetas, habían cambiado, eran enormes, se había operado!! llevaba una camiseta marrón sin mangas y esas dos tetas retaban a todo el mundo a que se fijarán en ellas...

Llevaba tiempo sin verla, se había echado novio y para evitar el pecado lo mejor es no tentarlo, desde que estaba con el nunca saco tiempo para verme, siempre me rehuía.

Estuvimos hablando una hora, su vida, su novio, su trabajo, el mío y yo no podía evitar fijarme en sus tetas eran increíbles, hablamos de ellas, estaba muy contenta, perdió su complejo... Acabamos hablando de mi trabajo y le comente la nueva oficina que había cogido por la zona centro. Casualmente ella me dijo que se iba de compras por la zona y me ofrecí a llevarla. Yo estaba muy nervios, quería tenerla y me decidí a preguntarla si quería ver mi nueva oficina que la pillaba cerca de sus tiendas. Accedió!

Mi oficina apenas estaba montada, en mi despacho solo había una gran mesa y las sillas. Le encanto, daba vueltas por toda la oficina, miraba a todas partes y no se quedaba quieta, para tranquilizarla me senté en una silla enfrente de mi gran mesa, nada más sentarme ella se sentó enfrente, la mesa estaba entre nosotros y eso la tranquilizo, estuvimos otra media hora hablando de tonterías, de cosas sin importancia, los dos estábamos muy nerviosos. De repente, sin aviso, y sin mirarme a la cara me dijo: se que quieres ver mis tetas y yo quiero enseñártelas pero nada más, y si más se levanto la camisa y me enseño esas dos tremendas tetas, la situación era súper excitante, me quede embobado mirándolas, ella sonrió de gusto al ver mi cara, se sentía protegida por la mesa y me decidí a jugármela, la pedí que se acercara, que quería tocarlas, que solo las tocaría y nada más, accedió con miedo y se acerco a mi, le puse mis grandes manos encima y ella...cerro los ojos, apretó sus labios y no aguante más, me tire a ellas, las bese las estruje, la comí los pezones, empezó a quejarse a decirme que no, que no, que no estaba bien que tenía novio, yo no quería que se me escapara me puse de pie, soy mucho más alto que ella y empecé a comerla el cuello a besarla la nuca a darle pequeños mordiscos en sus orejas, ella seguía quejándose pero no hacía nada por apartarme, la apreté contra la pared, yo tenía que ser rápido, y mientras la besaba la desabroche el pantalón y empecé a hacerla un dedo, me encanta masturbar a las mujeres y ella lo estaba disfrutando, estaba empapada, ya no se quejaba, se abandono a mi, puse su mano en mi polla que parecía que iba a romper mi pantalón, mi mano cada vez estaba más dentro de ella, empezaba a tener convulsiones de placer y de repente me separo de un empujón, me miro con esa cara que solo ella sabe poner y me pidió que la follase, fue increíble, me saque mi polla y me empecé a masturbar delante de ella, ella no paraba de mirarla y agarrándome de la cintura me atrajo hacía una silla, se sentó y empezó a hacerme una mamada deliciosa, ahora el que temblaba era yo.

Estuvo poco tiempo, igual que me cogió igual me quito, ahora mandaba ella, se puso de pie, se bajo los pantalones y puso sus dos manos sobre la mesa, saco su culo en pompa  y con esa mirada que solo ella pone: follame ya!

Se la metí de golpe con todas mis fuerza, grito de gusto, y empecé a agitarme dentro de ella, la visión era fabulosa, sus nalgas temblando ante mis empujones y sus tetas de vez en cuando asomaban por los costados, nos corrimos a la vez, agotados, resoplando y sudando. Se vistió corriendo y se marcho no sin antes prometerme que nos veríamos a la semana siguiente.

Mintió, Solo he podido verla una vez en este año y eso es ya otra historia.

Espero que mi primer relato sea de vuestro agrado, no dudéis en escribirme para cualquier comentario: siempre_1971@hotmail.com