MI DON: Raúl - Bellas y bestias (39)

Que dificil es controlar los sentimientos.

Veo que lo del prologo se esta haciendo pesado así que lo elimino, cualquiera que quiera seguir la historia puede leer algún relato de los primeros, respecto a los errores ortográficos trato de que no haya muchos pero ya no se que mas hacer, le paso varios correctores, y releo bastante, así que siento si no puedo mejorar mas.

Os agradezco a todos los comentarios positivos y negativos, así mejoro, pero oye, los positivos me suben el ánimo.


Se dice que el hombre piensa en sexo cada 7 segundos, es mentira, o al menos para mí,  será una media mal hecha, ni siquiera yo a estas alturas llegaba a eso, pero había creado un sucedáneo de esa frase, podía follar en menos de 7 segundos, y con mas de 6 mujeres distintas, había creado un micro hábitat en mi casa, una especie de harén propio, y me encantaba, eso si, las latas de bebidas energéticas eran base de mi dieta,   no podía ser de otra forma, todo conlleva un precio y el mío era una sensación constante de cansancio, pero a mi juicio era bajo coste, y cualquier hombre mataría por estar en mi situación.

Mi semana estaba casi completa del todo, llevaba 3º semanas con Liz viviendo en mi casa, y sin ser una mujer de bandera, se convirtió en una persona importante,  era la unión que hacia aquello posible, Eli cubría mis mañanas desde la 10 y media hasta que se iba a la hora de comer, era la única a la que trataba con cierta diligencia, casi cariño, Jeni estaba aprendiendo rápido en nuestras clases de las tardes después de salir a correr, seguía negándose al anal pero me bastaba con el resto de su cuerpo, Yasira se ocupaba de mi las noches de los fines de semana, solo de recordarla bailar en la pista sobre mi se me pone dura. También tenia a un par mas de chicas de repuesto, nada que merezca la pena relatar, la hija del panadero de la esquina, de mi edad, era fea como un cardo pero tenia un cuerpo de escándalo y olía  a pan recién hecho, tuvo buena/mala suerte y la pillé cuando a Liz le llegó el periodo, o la vecina del 6º, una MILF de 50 años con un cuerpo de 30, no hizo falta mas que 3 viajes juntos para que ella pulsara el botón del STOP echándoseme encima y la diera un par de revolcones acabados en mi casa. Y cuando ninguna estaba disponible,  cuando tenia ganas, Liz nunca me decía que no, se mostró tan servicial y tan frágil entre mis manos que la dije que podía ir vestida normal si quería, en vez de solo con las faldas que la dejaba llevar,  se negó en redondo, la sensación de que me excitaba verla con minifaldas elásticas o las faldas del colegio recortadas, y de poder ser penetrada en cualquier momento,  la tenían en una nube y no deseaba perderlo. Por lo tanto di por concluido mi objetivo, había logrado una meta que me sacó de la apatía, se lo agradecí celebrándolo con Alba, la enfermera que me devolvió a la vida, con su marido ya en casa se escabulló para ser destrozada con gratitud.

Lo mejor es que, si no todas, la mayoría ya se conocían, se habían visto en las entradas y salidas de mi casa, o  se quedaban charlando en el sofá entre ellas, más de una vez tenia a 3 o 4 en casa, y me tiraba a 1 mientras las otras comían, o a 2 a la vez mientras la otra dormía, ninguna se mostraba violenta por la situación ni me mencionó nada en ningún momento, todas entendieron que aquello era mi picadero, y allí mandaba yo, las había dejado claro que seria así, y a todas,  que si no les gustaba la puerta estaba abierta para irse, ninguna se fue. Liz fue una gran ayuda para todo, no solo en casa, donde ayudaba a Dani y se mostraba divertida y social, si no que en el sexo estaba a mi lado, cuando alguna chica desfallecía antes de tiempo ella me calmaba y cuando era yo el que me desvanecía de cansancio me demostró que no mentía cuando me dijo que era muy buena con las mujeres, comía coños mejor que yo, sabia donde tocar, lugares que hasta Eli no sabia, o no me dijo en mi “formación”. Cuando no la necesitaba se ocupaba de la casa o permanecía en su cuarto, tenia total libertad, pero cuando silbaba estaba siempre cerca para atenderme, me odio al decir que la trataba como a una esclava, no ya en lo sexual, eso tiene su morbo, si no en la rutina diaria, ponía lavadoras, planchaba, limpiaba la casa,  la mandaba a por recados……..o simplemente en vez de bajar a la nevera la hacia traerme las cosas, pero no rechistaba nunca, y más que tomárselo como algo denigrante, creo que lo usaba para intentar provocarme erecciones, su forma de moverse era demasiado sensual como para ser espontánea, y a menudo lo conseguía, aunque tuviera a 2 en la cama exhaustas y rotas, y yo no estuviera mejor, era verla con una falda con vuelo meneándose y me iba a por ella. Mi hermana,  se enteró de lo de Iziar, esta misma se lo dijo, me cayó una bronca de época, me chillaba en el piso con Iziar al lado, maldiciéndome por que la había violado o algo así, pero cuando la puse la grabación de Iziar pidiendo que la follara se tuvo que tragar sus palabras, (si, seguía grabándolo todo con las cámaras que dejé puestas, a modo de precaución, esas grabaciones me habían salvado la vida mas de 1 vez, y lo seguían haciendo, ¿por que parar?, me compré 3 PC baratos que  tenían gran memoria de almacenamiento, solo para ir guardándolo todo, lo relevante, Liz me pegó enfadada por no decírselo, pero la enseñé las cintas y se calentó tanto que terminamos follando 4 veces seguidas.).Pero de forma increíble, no sabían ni sospechaban nada de Liz y de mi,  Iziar no se acordaba de haberla empotrado contra es cristal  con Liz mirándonos, estaba ida de placer, y Liz se las ingeniaba para quedar con mi hermana cuando estaba bien cubierto y así no levantar sospechas, era gracioso y excitante el juego que nos traíamos con ella, así que lo juzgábamos sin parar, siempre lejos de mi madre, queríamos jugar con  fuego, no quemarnos, estaba seguro que en cuanto nos viera juntos mas de 10 minutos lo sabría. Un día estaba charlando con Liz y Dani, esperando  a que Eli llegara de su programa, desayunando con ellas mientras nos reíamos y charlábamos, entre las 2 tenían la casa en perfecto estado y podían permitirse trabajar relajadas sin presiones, cuando mi felicidad, aquella que nublaba mi vista y me hacía ver todo con un extraño velo de borroso, se puso en entredicho.

-YO: en serio, sin Liz seguiría follando a diario.

-DANI: tu claro, pero no ser….¿serrias? - trataba de empezar a conjugar los verbos y sus tiempos al hablar se extendían - ……….serias mucho menos feliz.

-LIZ: así es, ¿que seria de ti sin mí?

-YO: pues lo mismo hasta mejoraría mi vida, no te fastidia, aquí cuestionándome - me agaché besándola con fuerza, aquella camaradería entre ellas era de lo mas refrescante, materia mi mente ágil y me reía muchísimo.

-LIZ: tu veras, pero tal como vienes de trabajar, que me haces correrme tanto que tengo que cambiar las sabanas, se diría que me tienes ganas.

-YO: eso es por que en el trabajo no tengo a nadie……….

-LIZ: lo ves, no acabaste tu semana perfecta jajajaja -  caí de golpe.

-YO: tengo a Adriana……..- lancé a la desesperada.

-DANI: ¿Adriana?, no ser chica que tu fo….¿follarte?..... ¿y dejó trabajo? – mi silencio era un “si”, se rieron a carcajadas.

Era cierto, después de tirármela me huía y a la semana dejó el trabajo no se si fui yo o no, pero la cosa era que, en mi semana perfecta,  había un momento en que realmente no estaba follando si quería, el trabajo, había levantado los brazos antes de cruzar la cinta del final, por suerte sabia que ese despiste no me costaría la meta, era la hora, mi jefa iba a caer.

Maldecía por ser miércoles aun, hasta el sábado no la vería, tenia el móvil de la jefa, podía llamarla y hacer mi show  en  casa, pero eso “no valía”, tenia que ser en el trabajo y con ella, era un reto más, un último esfuerzo, esa apuesta conmigo mismo no era banal, no era ego, era un juego pero tenia un sentido para mi, un propósito, si podía completarlo significaría que estaba listo para lo que me aguardaba en el futuro, ya tenia clara la idea de lo que iba a hacer, pero para eso, para poder hacerlo necesitaba un empujón anímico y moral, y era llenar la semana, así que me puse  a pensar 1000 maneras de abordarla en el trabajo, eso era fácil, muy a menudo se pasaba por el almacén a “hacer inventario”, lo que hacia era devorarme con los ojos mientras sudaba colocando cajas con la camiseta trasparente de la humedad pegada a mi piel, y cuando cogía la escalera la metía mano para que no se cayera, saltaban chispas cuando la rozaba, me deseaba más que yo a ella, y no era fácil.

Mi jefa era una mujer de 29 años, rubia de pelo algo corto,  le daba para hacerse coletas pequeñas, rubia de bote con raíces castañas, guapa sin destacar y con ojos negros, de 1,70 de altura, nunca la había visto desnuda, ni con otra ropa que la de trabajo,  aunque su me conocía bien su cuerpo, las ropas finas del uniforme ayudaban a ello, era estrecha y delgada, incluso sus brazos y sus piernas eran demasiado esqueléticos para mi, pero por lo que venia tenia buen culo bajo los pantalones verdes, prieto,  alto, redondo y bien formado, se le marcaban las bragas, o el tanga, de forma clara,  sus tetas no eran nada del otro mundo, una 90 como mucho, pero siempre usaba sujetadores llamativos de color rosa, rojo, amarillo, y se le translucían  claramente bajo la camiseta caqui  de encargada, con los cual era inevitable mirarlo, repasando el contorno de las copas del sostén y perdiéndote entre sus senos cuando se movía para coger algo y se le veía el escote. No por faltar, pero de carácter,  era una mala zorra, era de esas jefas que te sacaban de quicio,  se cebaba cuando cometías un error, tenia a la mitad de la plantilla acojonada y a la otra con demasiado respeto como para cuestionarla, o si quiera bromear con ella, solo yo y mi afabilidad la sacaban alguna sonrisa, era el  único con el que hablaba de forma distendida, por que era el único que no la cagaba casi nunca, cierto es que es difícil cagarla cargando y colocando cosas en un almacén, y lejos de las cajas registradoras y de los problemas de los cambios, así que a mis espaldas me llamaban el perro de la jefa, por que siempre que ella necesitaba algo, me lo pedía a mi, y el verbo es lo importante, “pedía”, al resto se lo ordenaba, y si no cumplían, me llamaba, me lo pedía y soltaba el látigo de su lengua contra los demás, halagándome por mi buen trabajo mientras ellas eran una panda de inútiles sin cerebro. Me ponía en una situación delicada, pero nunca me he llevado mal con nadie, como sabéis soy muy social y me cuesta caer mal a la gente y que me caigan mal, y cuando pasa, simplemente me alejo de ellos, así que usaba mi influencia sobre ella para apaciguar sus sermones con bromas o momentos divertidos para rebajar la tensión, luego venia y me decía que la restaba autoridad ante el resto, pero nunca se mostró enfada conmigo,  ni colérica como la llegué a ver con alguna novata, era suave, lo era en parte por que quería serlo, necesitaba un descanso de aquella fachada de maldad que se ponía, y en parte por que era inútil contra mi , cada vez que venia hecha una furia con 2 bromas ya le sacaba una sonrisa que la relajaba, hasta creo que me buscaba por eso, para calmarse, y alguna vez terminaba llorando de nervios y la tenia que consolar con abrazos, luego salía y la oía pegando gritos, ya no sabia que parte era la real y cual fachada, pero me daba igual, ahora era mi objetivo.

El viernes me deleité con Eli antes de que se fuera, y de noche Yasira me llevó a un sitio de marcha con sus amigas, un local latino en una zona de mala fama, sus amigas disfrutaron de mi compañía y yo aun más, alguna podría entrar en mi cajón, pero estaba centrado, le había pedido a Yasira que volviéramos pronto a casa esa noche, tenia que trabajar al día siguiente y no podía presentarme sin dormir, pero la noche es la noche y se nos hizo algo tarde, la “suerte” fue que una chica pasada de copas se me tiró al cuello, a Yasira no le hizo gracia, y al novio de la chica aun menos, comenzó una gresca en que me aseguré de que a Yasira no la pasaba nada, la protegí con mi cuerpo y me llevé un puñetazo en la espalda, me escoció, tuve ganas de girarme y apalear a quien hubiera sido, pero no podía pelearme y proteger a Yasira a la vez, así que la cogí del brazos y la saqué  del infierno de borrachos, salidos y violentos que se convirtió el local, justo a tiempo para salir y que llegara la policía, sinos llegamos a quedar dentro nos tienen interrogando hasta el amanecer, alguna navaja había aparecido, tenia sangre en la camiseta, Yasira se asustó,  pero me miré la piel y no tenia heridas, la revisé a ella y tampoco, seria de alguien que dejamos atrás a empujones, era poca cantidad pero la línea era recta y clara, de un filo de arma blanca, di gracias a dios y salimos de allí evitando broncas. Yasira me agradeció en casa  protegerla, con un par de polvos en los que no me moví lo mas mínimo, lo agradecí, tenía que estar fresco, y me dormí relativamente pronto, al levantarme le pedí a Liz que cuidara de Yasira, las quería a las 2 en casa a mi regreso, no sabia como iría con mi jefa y si no daba la talla volvería con ganas de saciarme, es más, tenia tan poco tiempo para terminar mi trabajo, seducir a mi jefa y follarla que seguramente aunque fuera bien volvería con ganas de más. Llegué al trabajo puntual, mi jefa ya estaba allí hacia rato y me saludó con frialdad, estaba abroncando a un chaval por alguna historia de las latas de refresco, esa mujer era incansable en sus reprimendas, cuando se cansó y le dejó irse medio sollozando se me acercó.

-YO: ¿ya estas liada? – la hablaba sin dejar de apilar los bandeja  de tomates que había dejado el camión.

-JEFA: si es que no aprenden, estoy harta de tanto niñato, si no sabe ni poner unos precios ¿que coño hace aquí?

-YO: pues trabajar, como todos……..menos tu.- giró la cabeza medio ofendida.

-JEFA: perdona guapo, que yo trabajo como la que más.

-YO: pues yo no te veo amontonando cajas…..- puse 3 de un solo movimiento en su sitio.

-JEFA: no si encima de todo lo mío me quieres ver cargando como una mula…..- sonreía secándose un sudor inexistente de la frente.

-YO: quizá si te vieran dando ejemplo y no echándoles la bronca,  trabajarían mejor.

-JEFA: ¿a estos?, no se merecen ni que les mire a la cara, 2 han llagado tarde y una a su hora por que se ha quedado dormida borracha en la entrada, vestida de fiesta,  que parecía una puta.- se alejó vociferando.- y el pescadero es un payaso, ni ha aparecido todavía, el único que merece la pena aquí eres tu, créeme lo que te digo- gritaba al pasillo para que la oyeran todos.

Me subía el ego un poco pero es que el nivel no era muy alto, cajeros de supermercado, tampoco era el MIT, había hasta algún deficiente mental que fregaba los pasillos, el estado les daba un pico de dinero por tenerlo, y según decía mi jefa era el único que cumplía su cometido sin errores,  aunque fregar pasillos no es difícil. Me centré en lo mío y en 1 hora coloqué el almacén entero de todos las descargas de camiones, estaba empapado en sudor y jadeante, pero la 1º fase estaba acabada, ahora tenia 2 horas para seducirla y follarla, no pedrería tiempo disimulando, me quité la camiseta dejando mi torso trabajado brillando de la transpiración, me coloqué la polla bien marcada y estuve 10 minutos moviendo la misma ultima caja de forma que cuando entró mi jefa pareciera que acababa de terminar, al verme se quedó pálida.

-YO: ¿que te pasa?

-JEFA: nada………….esto……… ¿ya has terminado? – disimuló.

-YO: esta es la última caja, hoy había poco – mentira, había lo mismo de siempre.

-JEFA: joder, estas……digo eres muy bueno…….pero…….¿y tu uniforme?- me acerqué a ella secándome con la camiseta el pecho,  ofreciéndola una visión libidinosa.

-YO: es que aquí hace mucho calor, me molestaba al moverme y me la he quitado, ¿me la pongo? – la pregunta era la prueba, su estricto código la obligaba a que lo hiciera.

-JEFA: no…..si ya has terminado…pues descansa unos minutos si quieres y ahora me ayudas………….con el inventario.- se mordió el labio mirando mis pectorales a escasos centímetros de su cara.

La abracé levantándola medio metro del suelo agradeciéndoselo, ella sonrió, y al separase tenia la camiseta tan empapada de mi sudor que se le marcaba todo, como tenia calculado, la vi sonrojarse un poco antes de meterme en la cámara negativa, como algunos sabréis estos sitios tiene el almacén, luego una cámara positiva entre 2º y 6º grados  para productos frescos, y la negativa, a -20º grados  para congelados, es malísimo y me costó algún resfriado, pero me encantaba meterme en la negativa sudando, sentía las gotas recorrer mi cuerpo enfriándose y la piel endurecerse hasta parecer una película quebradiza, me pasaba allí minutos enteros, con el vapor de mi calor haciendo vaho en el frío, al salir la vi cogiendo unos papeles y me miró consternada.

-JEFA: no te puedes meter ahí sin camiseta, no es higiénico.

-YO: ¿y que más da con o sin camiseta? – me hacia el tonto.

-JEFA: pues por que no………el sudor y los pelos……- su mirada era a mi torso aunque trataba de alzarla.

-YO: mis manos y brazos no cubiertos por la camiseta sudan igual y sin ve algún pelo en mi cuerpo,  avísame.- me abrí de brazos dejando que me radiografiara relamiéndose con una sonrisa picara.

-JEFA: ya veo, pero no lo vuelvas ha hacer, nos pueden meter un puro si te ven. – asentí de forma falsa.

-YO: bueno, ¿y el inventario? – soltó una risa fugaz y alzó los papeles.

-JEFA: aquí esta todo, empezamos ya.- casi era feliz de mi entusiasmo por contar cajas, paneles y bolsas.

Como siempre empezamos por abajo, lo mas grande y fácil de contar, yo movía cajas y ella contaba, de vez en cuando venia alguien a preguntarla pero había otro encargado de menos jerarquía fuera, mucho más amable que ella,   así que nos solían dejar en paz, iba apuntándolo todo mientras yo hacia esfuerzos por mantener una caja volcada o levantada para que ella se agachara para contar mejor, yo me comía con los ojos sus escotes, y su culo prieto al moverse marcando un tanga claramente, su sujetador rosa hoy me parecía más llamativo que nunca, la vi las copas cuando se aplastó contra una columna, eran blancas rodeado de rosa, y al encorvarse para contar otra cosa,  su tanga salió despedido de la cintura de su pantalón dejándome ver la parte de atrás rosada también, fue tan notorio que se puso en pie y con algo de disimulo se lo metió de nuevo en el culo, la gastaba bromas soeces mientras nos movíamos y la dejaba contar tranquila cuando señalaba con el bolígrafo lo que fuera que mirara. Le tocó el turno a las cosas de los estantes, menos grandes pero que se contaban fácil, y luego a la parte alta de los estantes, ella no llegaba bien pero yo de sobra, así que le iba bajado las cajas y ella contaba lo que había dentro, tan rápido iba que se adelantó y trató de bajar una caja ella sola y se volcó hasta casi caerle encima un montón de desodorantes, llegué justo a tiempo de poner la mano y evitar la caída pero del gesto quedé pegado a su espalda agarrándola del vientre por si tenia que doblarla para protegerla con el cuerpo, con mi rabo en su culo y mi pecho desnudo en su espalda, con los  brazos estirados hacia arriba cogiendo la caja.

-YO: ten cuidado bonita, que te has podido hacer daño.- no soltó palabra, ni se movió, casi creo que  degustaba  la sensación de estar rodeada de mis brazos y mi verga posada sobe sus nalgas.

Bajé la caja y lo contó dándose algo de prisa, la situación se repitió varias veces, creo que las provocaba, y cada vez mi llegada era mas apurada, y mi golpe con la pelvis más violento, la salía un suspiro cada vez, hasta que a la ultima no me dio tiempo,  tiró de 2 cajas y se volcaron, me dio tiempo a echarme encima de ella y sentir como paquetes de arroz de 1 kilo me caían en la espalda sobre nosotros, si crees que 1 duele imagina  37, no todas me alcanzaron  pero aguanté agachado con ella escondida debajo de mi, hasta que cayó la ultima.

-JEFA: ¿estas bien?

-YO: como una rosa – mentí, alguna me había hecho daño, pero era un tío fuerte y orgulloso.- ¿y tú?

-JEFA: no me ha dado ninguna, gracias – me besó en la mejilla y nos separamos un poco, su mano se poso en mi pecho levemente antes de apartarla.

-YO: pues nos acabas de enterrar en arroz - nos reímos al vernos rodeados, alguno había reventado al chocar  y teníamos arroz por todos lados, me puse en pie y le ofrecí mi mano con gentileza para ayudarla a ella,  se elevó repasando de cerca mi cuerpo y cuando estuvo en pie la cogí de las costillas y en un movimiento de arco la saqué de la montaña paquetes posándola entre risas a salvo.

Las coloqué y conté a la vez para dejarlas en su sitio, al terminar sentí las manos de ella en la espalda.

-JEFA: mira como te he puesto……..- me giré inútilmente intentando ver mi espalda, aunque si vi en un costado una rojez en forma de paquete.

-YO: joder, no me veo, ¿esta mal?

-JEFA: ¿no te duele?

-YO: que va……..- me escocía, pero solo si rozaba ciertas partes.

-JEFA: tienes a espalda llena de golpes……….lo siento – creo que fue la 1º vez que se lo oí decir.

-YO: no pasa nada, todos cometemos errores, venga que queda al parte de arriba - la cogí de la mano y la besé para restarle importancia a mis golpes, en unas horas se irían las marcas de la piel.

Sonrió aliviada, y se mostró mucho más cauta con la escalera que usábamos para llegar a las zonas mas altas aun, era vieja,  le faltaba el escalón de abajo y cojeaba de una pata, era un peligro publico en si misma, pero era lo que teníamos, ni siquiera yo llegaba a ver lo de arriba del todo así que ella, mucho más menuda y grácil, se subía mientras yo mantenía la estabilidad con los brazos, era divertido verla subir y bajar tantas veces, arriba las cosas pequeñas y más sueltas costaba contarlas así que me deleitaba con su trasero, al faltar el ultimo escalón siempre daba un salto al bajar y al subir, sus senos botaban los suficiente para que , muy recatadamente, se tapara con los papeles para no dejarme verlos rebotar. Lo mejor eras las esquinas, había poco espacio por 2 columnas así que tenia que ponerme detrás de ella según subía y para evitar que se moviera al escalera sujetar con ambas manos, así que se frotaba la espalda contra mi mientras subía y bajaba, dando saltos, la divertía tanto como a mi, estaba acalorada y sudando la camiseta se le pegó

hasta ser solo una segunda piel, se le marcaban los lunares y salvo el sujetador podría hacerlos una descripción de cada palmo de su torso, al estar abajo la veía por encima del hombro el amplio escote vibrando cuando escribía, yo me seguía haciendo el tonto y le pasaba los bazos por encima para indicarla cosas obvias, así la rodeaba con los brazos, ella giraba la cara mirando como si fuera retrasado, pero sus labios y la nariz se rozaban con mi mejilla o mi cuello, la devolvía la mirada quedando a escasos milímetros de su cara, mirándola a unos profundos ojos negros sin apartarla la mirada, y cuando me explicaba lo tontería que había preguntado dejaba caer mi cabeza en su hombro fingiendo sentirme avergonzado, pero la hacia reír y yo olía su cuerpo, el trabajo allí no olía a jardines, pero el cuerpo de una mujer bonita rara vez huele mal, y ella no era diferente. En las ultimas veces movía algo la escalera con el arriba para bromear, ella se aferraba gritando de nervios, en la última fui a por todas, habíamos terminado y me quedaba como una hora hasta salir, volví a mover la escalera cuando terminó de contar.

-JEFA: para, Raúl, que me vas a matar.

-YO: no seas boba, no te vas a caer.

-JEFA: me puedo caer de la escalera.

-YO: podrías, pero no tocarais el suelo, te cogería antes de que te ocurriera nada.

-JEFA: no podrías conmigo si caigo desde esta altura - tenia algo de razón, sus pies encima de la escalera estaban a la altura de mi cabeza.

-YO: como a una pluma

-JEFA: exageras……….

-YO: ¿no me crees? Salta……..- me miró incrédula.

-JEFA: ¿que dices chalao? – se puso colorada ante la idea.

-YO: ¿no te fías de mi o que?

-JEFA: claro que me fío, pero….- la corté.

-YO: pues salta,  ¡¡venga!! - movía la escalera un poco haciendo que se agachara para aferrarse a la parte alta.

-JEFA: vale, para, para, por dios, jajajajjaa - era una travesura y a toda mujer estricta le gusta hacer alguna de vez en cuando.- pero cógeme por lo que más quieras…….

-YO: no aceras, te agarraré como sea,  pero no tocaras el suelo.

Contó hasta tres y cerrando los ojos con un ligero grito de vértigo se dejó caer de espaldas, medí perfectamente, una mano rodeó su cintura y la otra una de sus tetas, encorvé el cuerpo para recibir el impacto y su espalda se pegó a mi pecho, con las piernas dobladas y encogidas,  bufé del esfuerzo pero la tenia sujeta y a salvo, de la caída, claro esta. Reía sin parar cuando sin dejarla posar los pies andaba hacia atrás dándola con mi polla semi erecta en su trasero, al posarla en el suelo la doble la espalda hacia delante besándola la nuca como gesto de cariño, al ponernos rectos sonreíamos sin parar.

-YO: ves, como una pluma, tú confía en mí.

-JEFA: lo hago, si no,  no me hubiera tirado jajaja estas muy fuerte.- acaricia mi antebrazo en su vientre.

-YO: es que cargo mucho peso en el trabajo, mi jefa me explota.- me golpeó la mano en su ombligo como replica aspirando abriendo la boca.

-JEFA: serás mentiroso…..- a todo esto mi mano seguía aferrada a su pecho, de la caída se le había salido la camiseta y la sostenía del sujetador directamente, rozando con las lemas la parte descubierta de su seno -  ………anda suéltame.

-YO: no quiero……….- burlón de mí parecía otra broma.

-JEFA: Raúl……..me esta agarrando una teta – su tono denotó que por ahora tenia que recular, era un aviso inocente,  como si no me hubiera dado cuenta, no acusador.

-YO: joder, perdona……- solté de golpe mientras ella reía se gritaba para mirarme.

-JEFA: no pasa nada…….…así te compenso por lo del arroz jajajaja……..…- se colocó la camiseta con delicadeza -………..anda ayúdame a pasar al ordenador todo eso.

La seguí improvisando, me la había puesto durísima tocarla así,  y aunque no se note en este relato, su actitud tan cruel con los demás y tan dulce conmigo me calentaba aun más, estaba resultando difícil, pero a estas alturas ya sabia que solo tenia que ser yo y esperar el momento adecuado. Nos sentamos en el cuarto de encargados donde solo ella tenia acceso, para hacer los pedidos y las incidencias, había un par de tomates pochos con los que jugaba a malabares mientras repasaba las cuentas del inventario con ella, me había sentado a su lado con la polla bien marcada y dura sobre mi perita izquierda, recostándome haca atrás para dejar que luciera, y la pillé mirando 3 o 4 veces, me repetía que me estuviera quieto con los tomates hasta que se hartó.

-JEFA: raúl, para ya.

-YO: solo estoy jugando…….

-JEFA:   pues para, no todo es jugar, deja los tomates en la mesa……….. y haz el favor de sacarte eso de los pantalones……- aluciné sin entenderla.

-YO: ¿que?

-JEFA: no me gusta que juguéis con la comida, es género que perdemos.

-YO: son tomates pochos que vamos a tirar……- aun no la entendía, per se me daba bien seguir el rollo sin delatarme.

-JEFA: ya, y el pepino que te has metido en los pantalones para hacer la gracia, ¿que?- estaba enfadada realmente, y más cuando me eche a reír.

-YO: no es un pepino jefa…………

-JEFA: pues calabacín, o lo que sea, no puedes estropear producto de es forma………- rompí en carcajadas que la pusieron roja de furia.- ¿se puede saber que te hace tanta gracia?

-YO: ¿quieres la verdad? – me secaba las lagrimas de la mejilla.

-JEFA: claro……..- espetó seria.

-YO: no me he metido nada, lo que ves es mío.- un leve gesto en la cabeza con una sonrisa ñoña falsa me indicó que no me creía.

-JEFA: ya………. – seseó la palabra mirándomela  con el descaro en  su seguridad  en la broma del bulto de mi pierna, me lo puso en bandeja, de un gesto hábil y rápido desabroché el pantalón sin llevar  slips y me saqué la polla delante de ella, saltó orgullosa ante sus ojos, tiesa de los roces previos.

Su cara fue una mezcla de incredulidad, vergüenza  y pánico, se levantó de la silla echándose atrás tapándose la boca con ambas manos, solo una inspiración de su parte y mis risas rompían el silencio, eso y mi mano meneándola ante sus ojos.

-JEFA: no…..no puede ser…….¿eso es tuyo? - lo señaló desde la lejanía.

-YO: no, me lo han prestado, no te jode………

-JEFA: haz………..el favor y meterla en los pantalones, por dios. Lo siento……….no creía que…… dios………- me reía mientras me la volvía a guardar.

-YO: ¿no creías que? - apreté la tuercas mientras me la colocaba igual de clara y evidente que antes.

-JEFA: joder, es que……..nada, déjalo, sigamos.- asentí con risas, ella me miraba con odio por haberla dejado en ridículo, pero en su cabeza pasaba la imagen de mi polla, y la miraba aun de reojo.

Terminó de contar perdiéndose mas de 3 veces por prestar mas atención a mi entre pierna que a sus números, estaba distraída y tensa, como me gusta tenerlas, al acabar se pensó en pie,  archivando las hojas y me puse en pie para dejarla pasara al armario donde las dejaba, no era un palacio, era estrecho y no me aparté demasiado así que su culo se rozó con mi polla de nuevo, se le cayó una hoja, le temblaban las manos, quiso agacharse pero se dio cuenta de que si lo hacia me dejaba el culo ofrecido, así que fui yo quien me agaché a por ella, se la di y la cogió sin apenas mirarme , me estaba rozando bastante cuando se giró de bruces.

-JEFA: tengo que saberlo, ¿estas………empalmado?- había caído.

-YO: un poco, peor no estaba del todo.- su expresión era de curiosidad erótica.

-JEFA: ¿pero la tienes así siempre o………?

-YO: me la has puesto morcillona tú, con tus roces y tu seno agarrado, soy un hombre  y no puedo evitar que me excites.

-JEFA: pero solo estabamos jugando Raúl, no puedes ponerte así.

-YO:   díselo a ella – me agarré la polla con desdén -  ¿que hago?  ¿no te miro tu precioso culo cuando te agachas o dejo de mirarte el sujetador llamativo bajo tu camiseta? - se sonrojó- no pidas imposibles, bastante tienes con que no te haya saltando encima al estar con la camiseta empapada de sudor.- se miró apreciando como la tenia pegada al cuerpo.

-JEFA: pues más te vale desahogarte antes de que alguien te vea en el trabajo,   eso es mala imagen.

-YO: eso es fácil de decir, pero si se me pone como ahora contigo, o follo o no se me baja. – mi franqueza siempre bien recibida, esta vez la ruborizó.

-JEFA: ese es tu problema…..- balbuceó cuando me vencí sobre su cuerpo.

-YO: tu lo has provocado, soluciónalo, “así me compensas por lo del arroz” – repetí sus  palabras, ella clavó su mirada en mi cara esforzándose por apartarse de mi peor le armario se lo impedía y mi polla palpitaba en su vientre.

-JEFA: soy tu jefa……..- no dijo más, un suspiro la acalló cuando la besé el cuello.

-YO: si, me voy a follar a mi jefa.- la cogí de la cintura y la senté en la mesa mientras nos besábamos con pasión.

Sus manos fueron a mi paquete sin duda alguna, acariciándolo con las manos, yo la besaba mientras la sujetaba la cara, metiendo mi lengua hasta ahogarla, se soltó la coleta y tiré de su pelo para echarla la cabeza haca atrás y lamer su cuello y el escote, con habilidad sacó mi miembro de los pantalones y al rozarlo quiso mirarlo, tiró de la piel hacia atrás y pajeó son suavidad, sus dedos no daban abasto, y su cara era de estupor, la rompí los botones de la camisa y la saqué por detrás aprovechando para quitarla el sujetador, unas tetas muy bien colocadas, aunque no grandes,  aparecieron coronadas por pezones minúsculos, casi sin aureola, las acaricié levemente antes de chupar uno de ellos, mi polla ya estaba empalmada cuando se arrodilló a chupármela, más bien lamerla, no le entraba en la boca más allá del glande, pero sabia moverse, pegó su boca a la base lamiendo los testículos mientras masturbaba con fuerza y me miraba a los ojos directamente, la devolví la jugada poniendo en pie y bajándola el pantalón, el tanga salió disparado y la abrí una pierna lamiendo su coño, una línea gruesa de cabello castaño no evitó que la metiera la lengua buscando el clítoris  trabajándolo, gimió ahogadamente, cuando metí un dedo en su coño sentí su calor, me apartó y cerró la puerta con llave, me sentó en la silla y se abrió de piernas para sentarse encima de mi de cara, apunté a su coño y la fui penetrando lentamente, su registro de caras pasó de la impresión al placer y luego a la exclamación más grande de lujuria cuando lamía sus senos mientras daba golpes ligeros de cadera, una vez gran parte dentro empezó a botar encima mía, gemía desaforadamente, apenas contenía sus gritos besándola y provoqué 2 orgasmos seguidos que la derritieron, la levanté y la puse a 4  patas sobre la silla, lamí su coño y la volví a penetrar del tirón, sus  labios  se abrían con fuerza y me aferré a sus caderas para bombearla  sin compasión, era la hora de darla de su medicina, saqué a la bestia y la folle salvajemente sin hacer caso de sus palabras de clemencia y socorro, hasta que se acabaron y solo gemía de placer, se corrió tantas veces que la silla quedó pringada del fluido que bajaba por sus muslos,  la azotaba divirtiéndome ante la visión de su espalda tensándose como la de un gato al que pillas por sorpresa, pero con cada embestida, daba golpes a al silla con las manos mientras pedía que no parara nunca, se desfondó cuando su interior empezó a emanar fluidos a chorros,  allí aceleré y demostré parte de lo que era capaz, gritaba de forma continuada hasta quedarse sin aire, babeando, cuando me corrí sentí sus paredes vaginales contraerse de forma visceral, justo a  hora de finalizar mi turno, la cogí de las tetas y la pegué a mi espalda,  besándola el lóbulo de la oreja.

-YO: a partir de hoy te voy a quitar la mala leche a golpe de sexo - asintió girando la cabeza para besarme.

-JEFA: yo……………….dios……………..yo…………..soy tu jefa………..- la pellizqué los pezones haciéndola retorcerse.

-YO: cierto, procura que pasemos mas tiempo juntos, una aumento de sueldo no estará mal, esto solo ha sido un aperitivo - la azoté el culo y para asegurarme la hice un vídeo chupándome la polla, dejándola limpia, no vio el móvil, solo una verga imponente,  algo flácida, llena de su emanaciones.

Me guardé sus tanga en el bolsillo mientras me vestía, ella se recomponía pedazo a pedazo sobre la silla, me fui dejándola ida, preguntando donde estaban su tanga, cuando se diera cuenta y tuviera que volver al trabajo y a casa sin ellas se enfadaría mucho, me fui a mi casa con una sensación plena, de conquistador triunfal, subí corriendo al piso de arriba y me quedé deleitándome con el culo de Liz en pompa, con la cabeza metida entre las piernas de Yasira que se revolvía de placer sujetándola la cabeza, tardaron unos minutos en percatarse de mi presencia, Liz me miró con la boca llena de babas y fluidos de Yasira, que una movía la cadera de forma residual.

-LIZ: ¿que tal en el trabajo? – le tiré el tanga de mi jefa a la cara.

-YO: ya ha caído, ya tengo mi semana completa. – lo cogió e inspiró de él la humedad que quedaba.

-LIZ: felicidades, ¿quieres que lo celebremos juntos? – me llamaba con el dedo índice.

-YO: no se si molestaría, parecíais muy entretenidas sin mi. – ya me estaba desvistiendo.

-YASIRA: se bueno y ven a la cama con nosotras, Liz solo me estaba entreteniendo. – las sonreí aunque solo Liz entendió mi agradecimiento más profundo.

-YO: dejad que me de una ducha, apesto a sudor y sexo. – sus miradas parecieron indicar que no les importaría, pero a mi si.

Las dejé en la cama retozando una con la otra, mis diosas de ébano, me di una ducha fugaz pensado en ellas 2, Liz era  más corpulenta, Yasira era mucho más estilizada y atractiva, pero ambas me la tenían ya dura al salir de la ducha, ni me molesté en secarme, me fui a la cama con ellas, Yasira se derretía abierta de piernas ante la lengua de Liz en sus senos, al verme se apartó levemente dejándome a Yasira totalmente ofrecida, me tumbé en la misma poción donde abría estado ella y penetré lentamente el coño de Yasira, Liz se levanto para irse, Yasira era bastante mujer como para deleitarme con ella sola, y los 3 lo sabíamos, pero al girarse la agarré del brazo tirándola a la cama, entre risas  la puse a 4 patas encima de Yasira y mientras me la follaba Liz la acariciaba y besaba por todas partes, los orgasmos de Yasira llegaron y al tercero  cambié de agujero y fui al coño de Liz que al sentir mi verga abrirla de una estocada arqueó la espalda con una deliciosa desesperación, era maravilloso meterla así en una mujer y que no berreara de la impresión, si no que la disfrutara, la bestia salió al ruedo, Liz apenas se contenía con la lengua de Yasira, y cuando aumentaba el ritmo se cuadraba aferrándose a la mujer que tenia debajo compartiendo la carga que tenia detrás azotándola, sus corridas fueron aun más rápidas  y me corrí en su coño descargando cierta ira retenida, mi jefa solo me dio para 1 polvo y me había reservado para nada. Liz cayó rendida a un lado y Yasira salió al rescate, me chupó el miembro hasta que estuvo duro, me tumbé boca arriba y ella se preparó el ano, metiéndose mi rabo de espaldas a mi, boca arriba, su gemidos al follarla por el culo eran diferentes, como un ronroneo de gata, le encantaba más que nada, y cuando Liz se puso entre sus piernas comiéndola el coño mientras la follaba el ano se movió como nunca la había visto, golpeaba la cintura al bajar con tanta energía que me hacia daño, y se corrió de tal manera que Liz se atragantó con un chorro que salió disparado, pero continué hasta llenarla el culo de semen, Yasira se retiró del  partido gateando fuera de si. Liz se me subió encima a 4 patas y frotó mi polla con su pelvis hasta que estuvo dura de nuevo, apuntó a su coño pero la mandé que se perforara el ano, sonrió gustosa, se empaló el culo con tanta facilidad como su coño, aunque su rostro era de dolor al principio,  cuadro empezaba a moverme lentamente se le iba pasando y disfrutaba gozando de como la abría, sus orgasmos anales eran descomunales y se retorcía de forma animal, le agarraba de los senos mientras los lamía pellizcándolos con los dientes, hasta vaciarme otra vez, jadeante y satisfecho.

Liz bajó a la cocina y subió tambaleante una botella de agua, me podría enamorar de ella si no dejaba de complacerme de esa manera, me bebí la botella entera, y me acosté a dormir, estaba cansado, y ellas dos se recostaron sobre mi pecho una a cada lado, acariciándonos en un festín erótico en el que cualquier hombre desearía quedar dormido. Al despertar Yasira ya no estaba, pero Liz permanecía a mi lado, me preparó algo de comer y pasamos el día en la piscina jugando y follando cuando me apretaba la polla, ella parecía tan cansada y exhausta como yo,  pero era un castigo divino, mi rabo erecto tenia que ser colmado. La noche la pasamos algo más tranquilos y al día siguiente acudí al trabajo como si nada, mi jefa estaba como siempre, echándole la bronca a una chica, la imagen se repitió, me saludó con seriedad, empecé mi trabajo y a mitad de turno se presentó ella para ayudarme, entre los 2 acabamos en nada.

-YO: que rápido.

-JEFA: mejor, así pasamos a otras cosas.

-YO: ¿inventario? – sonrió mientras se acercaba a mi y me agarraba el paquete por encima de la ropa.

-JEFA: vamos a dejar el inventario para otro día – me besó con pasión jugando con su lengua. – Vamos a ver de que eres capaz, y que sepas que quiero mi tanga de vuelta – me agarró la mano y la metió en su pantalón  hasta sentir su coño desnudo.- no pienso llevar bragas hasta que me las devuelvas. – apreté su coño con suavidad y suspiró acariciándome  el pecho.

-YO: pues te vas a ahorrar un dineral en ropa interior.

Me arrastró a su despacho, cerró la puerta y me desnudó a empujones, al ver mi polla su coño casi goteaba, se arrodilló a comérmela con una pasión desenfrenada, se desnudó tan rápido como a mi y tan cierto era que no llevaba bragas como que me daba igual, la empotré contra el armario de espaldas y la penetré el coño por detrás, levantándola una pierna e incidiendo directamente en su punto G, follándola fuerte y sin miramientos, ella no dejaba de jadear y decir “vamos………..sigue……..doma a esta yegua salvaje……. tírate a tu jefa”, me reía ante aquella estupidez, pensaría que me calentaba o algo, pero no hacia falta, sus fluidos cayendo por mi verga eran suficientes, me daba ordenes sobre acariciarla un pecho o besarla temiendo con un “a tu jefa” cada frase. Cuando la llené de semen se pasó 10 minutos temblando en una silla, mientras de rodillas le comía las tetas, cuando la tuve dura otra vez a penetré tal como estaba, sentada en la silla de piernas abiertas, eso la pilló por sorpresa, no esperaba una 2º tanda y eso la mató, se dejó de payasadas de jefa y solo gozó corriéndose a borbotones, me clavó las uñas en la espalda y se aferró a aquella sensación tan dulce y placentera, estaba mareada y aun así exigía que no parara, al ir a correrme la saqué de su coño y la puse a chuparla hasta que la llené la boca con palpitaciones en el glande, no mostró el menor atisbo de repugnancia y se tragó todo, dejándomela tan limpia que parecía que aquello no había pasado.

-JEFA: ¿me das mi tanga ahora?

-YO: jamas.

-JEFA: pues tender que repetir esto contigo cada día hasta que te obligue a dármelas.

-YO: me parece justo, soportaré la dura carga lo mejor que pueda – tiré de su pelo hacia atrás besando con furia.

Me fui media hora antes de mi turno, no tenia nada que hacer allí, aquella mujer ya era mía, no se que tendría con aquel tanga pero no pensaba devolvérselo, y menos si era lo que la mantenía abierta de piernas, seria un juego o no, pero no iba a ser tan tonto de averiguarlo.

Viajando en el tiempo pasaron otras 2 semanas en las que ya si, contando mi jefa,  follaba cada hora del día, o podía hacerlo,  el lunes siguiente del estreno con la jefa me llamaron de la empresa y por recomendación de mi jefa me aumentaron el horario y el salario, me ascendieron  a encargado de las mañanas en fines de semana, pero hacia lo mismo con alguna responsabilidad extra, eran solo un par de horas más y el doble de sueldo, en realidad  solo trabajaba las mismas horas que antes, el resto lo pasaba encerrado en el despacho follándola sin parar. Tuve que dejar a Liz un poco de lado a lo largo de la semana por que ya no daba para más, aunque siempre tenia 1 o 2 horas con ella, se lo ganaba a pulso, su forma de tratar, seducir y dar placer a las mujeres era similar a la mía, incluso me consiguió un viejo sueño erótico de mi juventud, una amiga, bueno, ex amiga de mi hermana, el  “zorrón” de la promoción  de Liz  que se pasó por a la piedra a medio instituto, cura incluido según decían,  y tenia la fama  que se merecía, era amiga de mi hermana hasta que se intentó tirar al chico que le gustaba, allí la puso la cruz, para mi y mis amigos con  4-5 años menos era como un mito erótico del instituto, el sueño de nuestro despertar en la pubertad,  me la trajo tan blandida que ella misma la desnudó en la puerta y me la llevó así para que me la follara sin más, tenia tal fama de guarra que fue de las pocas a  las que me tiré con condón por miedo a coger algo, estaba tan demacrada y estropeada que fue horrible, los mitos han de quedar como mitos, si los conoces pierden su valor.

En una de esas tardes con Jeni después de correr, y en un intento más de empezar con el anal  cuando la estaba penetrando muy animadamente, se puso furiosa y estalló gritando que estaba harta de todo, traté de calmarla pero fue imposible, aun no se que la pasó,  se marchó dejándome allí tirado, me importo muy poco, Liz acudió al rescate y terminé con ella, jadeando y jugando con los dedos en mi vientre se estremecía de placer.

-LIZ: ¿que ha pasado?

-YO: creo que me he quedado sin mi “zorra de las tardes”.

-LIZ: una lastima……- la ironía en su sonrisa era evidente.

-YO: pues si, aunque teniéndote a ti no me preocupa……- superé cansado-……..lo mismo me viene bien, no tengo fuerzas para más.

-LIZ: eso dices siempre, pero siempre vas a por otra……..- me besó en el pecho, mordisqueándome un pezón con una sonrisa caliente.

-YO: jajaja pues si, quizá pueda traerme por las tardes a la vecina de abajo, es muy mayor pero me encanta como grita cuando la follo por detrás.

-LIZ: ¿y la hija del panadero? – me estaba ayudando a decidir, que espectáculo.

-YO: esa solo merece la pena cuando sale de trabajar por las mañanas, cuando  huele a pasteles y bollos.

Pasamos una media hora hablando de opciones, cuando mi móvil sonó, no era un mensaje ni ninguna llamada, el tono era diferente, lo cogí extrañado y al leer la pantalla esbocé una sonrisa, Liz me miró y quiso verlo. -“CULMPE LOLA MAÑANA.”. Era la alarma que me puse cuando le cogí el DNI a la Benjamin del grupo de deporte, al día siguiente cumpliría los 18 años y ya podría ser mía, la sola idea de tenerla abierta de erinas por fin después de la espera, me la puso dura, era un fruto prohibido que por fin probaría, Lola me tenia unas ganas locas, y ya sin Lucy para “educarla” estaba mucho más suelta, recuperando mis palabras ( Lola, la menor,  que  en realidad se llamaba Casandra,  pero todas la llamaban lolita por su aspecto y su forma de ser, tanto que al final  se quedó en Lola, era una muñequilla preciosa, rubia, pelo largísimo hasta la cintura, iba sin coleta, solo al correr se hacia un moño de forma graciosa, con una cinta de pelo y un bolígrafo,  de ojos azules y un cuerpo diminuto pero repleto de curvas que se desarrollaban, senos bien formados, enseñando gran parte del ombligo, con un  piercing en el, y la espalda al aire, con los leggins bien bajos en la cintura y el culo prieto y firme que su edad le concedía, si pasaba del 1,60 era de milagro, con los pómulos llenos de pecas, una cabra loca en su forma de comportarse y actuar, una de esas crías que son buena gente pero que parece que no tenían padres que la educaran, hablaba de forma barriobajera, mascaba chicle sin parar,  no se, cosas como meterse la mano en el culo para sacarse el hilo del tanga mientras decía abiertamente que la picaba el culo, poco refinada por así decirlo,  se comportaba como una adolescente rebelde, Lucy y las demás  la tenían tiesa como una vela, al ser la mas joven todas hacían de madre, parecía que la estaban educando ellas con continuos rapapolvos,  habían conseguido que dejara de montar líos, ya que  a la mínima se ponía hecha una furia, y que mostrara respeto y algo de educación.)

Liz se percató de que ya había encontrado a mi objetivo, y se aprovechó para que la diera   por el culo durante una hora, pero en mi mente solo estaba el cuerpo de Lola, sus curvas juveniles, y su actitud alocada me parecían de lo mas apetecible, al terminar con Liz la dije que se pusiera algo de ropa encima y me acompañara a un centro comercial, tenia que regalarla algo que la gustara por su cumpleaños y nada como una mujer similar para decidir, Liz no lo era, obviamente, era mucho mas lista y de personalidad opuesta, pero conocía a las mujeres, al llegar la pedí que buscara a alguna dependienta “choni”, término acuñado para definir a esa parte de la juventud de barrio bajo y sin muchas luces, adoradores de la musca electrónica, los coches tuneados, las drogas y los borracheras  en polígonos, Liz localizó a varias, dependientas de ropa y zapatos en donde suelen encontrar trabajo, a ellas las pedí que escogieran la ropa que a ellas les gustaría que les regalaran, alguna siendo buena vendedora me quería colar la ropa mas cara, pero Liz las frenaba los pies. Al final salí con un par de bolsas de ropa, unos zapatos y una caja de maquillaje completa, todo lo que una choni desearía, minifaldas, tops ajustados, leggins ceñidos, pantalones deportivos, hasta me permití el lujo de comprarla sujetadores y tangas a juego, aunque eso era con trampa.

Estaba tan entusiasmado que no solté a Liz en toda la noche, ayudó bastante que Eli volviera a estar de viaje, por la mañana no salimos de la piscina ni dejamos de follar, Liz parecía a punto de desmayarse cada vez, pero quería estar bien desahogado para Lola, estaba convencido de que su cuerpecito de niña no me llenaría, era mas el morbo que otra cosa, a la hora de comer Dani y Liz se esmeraron en complacerme, Dani con uno de sus platos deliciosos y Liz comiéndome la polla por debajo de la mesa, Dani se quedaba mirando mientras sus mulos se frotaban, la veía en los ojos que Liz la ponía cachonda, la sumisión que mostraba conmigo la recordaría algo que la excitaba, no tardaría en caer en mi red. Dani me pidió que si podía llevar a su hijo a la piscina de casa  y le dije que si sin pestañear, su hijo era una monada y muy gracioso, delante de él nos comportamos como gente normal, y su marido en paro se moría de celos al verme bromear con su esposa, no me lo creía, era un cuarentón con barriga cervecera, solo dios sabrá que hacia una preciosidad como Dani con el, “conseguir papeles” me dije, pero no era mi problema.

Pero seria otro día, descansé para llegar fresco y me vestí de forma normal, ni iría a hacer deporte, cogí las bolsas con todo y me dirigí al parque por la tarde, al verme vestido normal las mujeres se desanimaron un poco, pero Lola llegó justo a tiempo, al verme la solté un abrazo.

-YO: felicidades preciosa.

-LOLA: joder tronco, muchas gracias, ya tengo los 18. – noté sus incipientes pechos en mi vientre, iba como siempre, leggins bajos, tanga marcado, y sujetador deportivo enseñando el ombligo con el piercing, el pelo largo rubio cayéndole  a la altura de la cintura.

-YO: ya te veo, ya puedes votar y beber alcohol……

-LOLA: yo paso de votar, eso es de “carcas”, además yo bebo cubatas desde hace años jajajaja menudos pedos me cojo jajajajaja, oye que te pasa hoy, ¿no corres con nosotras?- señaló mi cuerpo.

-YO: no, hoy estoy muy cansado, solo he venido a traerte esto.- saqué las bolsas y se las di, su cara fue como la de la niña que era, en Navidad, se lanzó a mi cuello a besarme la mejilla colgada  de mi  rodeándome con sus brazos.

Se olvidó del resto de mujeres que echó a correr detrás de Jeni, que me fusiló con la mirada, se fueron  sin Lola, y nos sentamos en un banco a charlar y mostrarla lo que le había comprado, di en el clavo y le encantó todo, sonreía sin parar y se ponía en pie colocando las prendas encima del cuerpo para ver como la quedaban, incluso la ropa intima, al ver los sujetadores torció un poco el gesto, sonreí al saber por que.

-LOLA: joder, te agradezco mucho to´ esto, me mola  to´, pero es que estos sujetadores son muy grandes……- los había comprado así a propósito.

-YO: ¿si?, será que tengo mal ojo.

-LOLA: no pasa nah, si tienes los tickets puedo ir a descambiar - rebuscaba en las bolsas, pero no los encontraría,  estaban en mi casa.

-YO: pues si no están ahí estarán en mi casa.

-LOLA: ¿y ca´ hacemos?  ¿me los traes mañana?

-YO: puff no por que se me olvidan seguro, si no vas a correr puedes pasarte ahora y los buscamos. – torneó los ojos.

-LOLA_ jo primo eres la hostia.- lo interpreté como un si, por que no lo dijo.

Al ponerme en pie me abrazó colgándose de nuevo sobre mi, fuimos charlando el camino a mi casa, al tener 18 años ya sus padres no podían decirla nada y tenia pensado hacerse un tatuaje tribal encima del culo, el conejito de play boy en un lado de la cintura  y le piercing de la lengua, todo muy original, entiéndase la ironía, a mi es tipo de tonterías no me gustan, sobretodo lo de  la lengua, y se lo dije, pareció disgustada, pero le daba igual, su forma de hablar tan estrambótica no me despistaba de mis objetivos.

-LOLA: tienes el pelo mazo largo tu…….- ¿era una pregunta?

-YO: si, me lo tengo que cortar en breve.

-LOLA: mejor, estas más mono con el pelo corto, ¿sabes? Voy a ser peluquera, me encanta to´  ese tema, de peinar y eso.- me contenía la risa, su forma de hablar era tan limitada que me podía, pero la verdad es que me enseñó fotos suyas en el móvil de peinados  que se había hecho o a sus amigas/os, y eran muy bonitos,  peluquera es otro oficio al que suelen acudir esta tribu urbana, y vi la oportunidad.

-YO: pues ya que eres tan buena, ¿por que no me lo cortas tu?- me miró ilusionada.

-LOLA: ¿me dejarais?, no tengo titulo ni nah……..

-YO: mientras no me cortes la cabeza – se riñó pegándome en el brazo con fuerza, para ella, a mí apenas me dolió.

-LOLA: pos claro que no capullo, soy una profesional, en cuanto acabe el curso pienso meterme a hacer un curso de peluquera.

-YO: ¿esteticista mejor?

-LOLA: bueno, eso, en cuanto me libre de mis viejos me meto a currar donde la Yoli.- supuse que seria una peluquera que conocía.

Llegamos a casa y el ritual de siempre, el edificio y el piso hablaron por mi, su cara y sus palabras soeces fueron igual que la de tantas otras, pero mas atrevida, el “ala tronco,  que pedazo choza” solo era una forma diferente de decir lo que todas las que habían entrado pensaban. Busqué los tickets y se mostró mucho más amigable, la enseñé la casa menos la habitación de Liz, donde sin duda estaría encerrada.

-YO: pues aquí los tienes – le di los tickets.

-LOLA: muchas gracias, que sepas que esto me ha llegado a la patata. – se golpeó el pecho con el puño cerrado.

-YO: no pasa nada, pero me da cosa que haya metido la pata con más tallas, debería de probártelo ahora para saber que te queda bien.

-LOLA: hostia….pues si, ¿ande me puedo cambiar? – la acompañé a la habitación de abajo y la dejé sola, corrí al piso de arriba y me mentí en la habitación con Liz, estaba con el PC ya preparado, con la cámara oculta de esa habitación puesta.

Me tumbé a su lado mirando como Lola 1º revisaba la habitación quedando asombrada, luego se fue desnudando y no pude evitar aun erección, que belleza de cuerpo, era lo que llaman una petite, joven, aun sin desarrollar del todo y con un tipín de escándalo, Liz se dedicó a chupármela mientras yo no apartaba la vista de la pantalla, se ponía las prendas y se quitaba y todo le quedaba de cine,   ceñido y ajustado, los sujetadores obviamente le quedaban grandes, naturalmente, aun estaba desarrollando los pechos, tendría una 85 y el compre una 95, fue una apuesta personal, algún día lo llenaría, estaba seguro, así que se probaba todo sin sostén, los llevaría de adorno por que sus senos estaban firmes y duros, cuando ser probó los tangas y la vi el coño depilado casi me da algo, no se si era Lola o la lengua de Liz pero me estaba poniendo malo, descargué mi semen en su boca y se lo tragó como siempre, me serené un poco y me dejé solo un bañador con la polla medio tiesa notándose al moverme, salí al salón y la esperé con cautela, al salir se quedó mirándome y se mordió el labio al ver mi torso desnudo.

-YO: ¿que tal todo?

-LOLA: genial, me encanta, menos los sujetadores todo esta bien.

-YO: pues ya esta, todo para ti, podemos ir a descambiarlos mañana, y así te traes las cosas para cortarme el pelo.

-LOLA: ¿mañana?

-YO: claro, así te acompaño y te compro algo más que te guste. – sonrío lanzándose a mis brazos, era aun cría, con unos cuantos regalos se abriría de piernas sin problemas.

-LOLA: eres un crack, que bien te portas conmigo.

-YO: solo quiero ser bueno como mi princesa – sonrió poniéndose colorada.

-LOLA: jo es que nadie se porta así, ni mis padres.

-YO: te habrán preparado alguna fiesta o algo por tu cumpleaños, no hables así de ellos.

-LOLA: que va, son unos idiotas, me han regalado un móvil nuevo y nada más - joder, nada más era mucho.- y ni me han hecho fiesta ni nada, un puto pastel al comer y se creen que ya vale con eso.

-YO: pobre niña mía, eso no puede ser, ¿no lo celebras con amigas o el novio?- me había dado cuenta que no sabia si tenia pareja, y meterse en líos de faldas con chonis puede salirte mal.

-LOLA: si, el fin de he quedao, pero solo con amigas, no tengo novio ni nah.

-YO: no me mientas, eres demasiado bonita para que ninguno se fije en ti.

-LOLA: si no es eso, es que mi ex es un mala pieza, y como le conocen todos mis colegas pues no se atreven a entrarme.

YO: pues eso no puede ser, ahora mismo te pones algo bonito y te saco a cenar.- se iluminó su cara.

-LOLA: ¿en serio?

-YO: vamos, que no tengo todo el día - la di una palmada en el culo, para medir el nivel de confianza que teníamos, sonrío acariciándome el pecho con delicadeza.

Se metió de nuevo en el cuarto, se duchó y salió vestida para romper corazones, con una falda ceñida hasta el muslo azul oscura, un top blanco ajustado con un escote increíble, como le quedaban grandes y solo tenia el deportivo que era muy llamativo iba sin sujetador, no lo necesitaba, y los zapatos altos sin llegar a ser exagerados, con una pinza se puso parte del pelo de la cara junto en la nuca, se giró sobre si misma para mostrarse y mi pantalón habló por mi, se ruborizó al notar moverse mi paquete, me acerqué directo a besarla, iba maquillada mucho más de lo que necesitaba, era guapa y unos potentes ojos azules que evitaban  que miraras a cualquier otro sitio, aun así tenia sus pómulos marcados con colorete y una sobra de ojos exagerada. Se lo dije aunque no era nadie para decirla como ponerse, estaba para follármela allí mismo, me puse algo decente y salimos a cenar a un restaurante, no fuimos a ningún sitio caro, como me demostró sus formas no eran nada cuidadas, pero si algo mejor que un restaurante de comida rápida a los que sin duda estaría acostumbrada, cenamos entre risas, y caminado por una calle tomando un helado,  los tíos no podían apartar la vista de ella, la llevé a su casa en mi coche, al verlo mojó las bragas,  estoy convencido, si hubiera querido podría habérmela tirado esa noche,  y lo deseaba, pero la dejé con el calentón impresionada hasta el día siguiente, tampoco era buena idea quedarme mucho tiempo con aquel coche en la zona en la que vivía.

Al regresar a casa Liz pagó mi calentura, por la mañana al faltarme Eli y Liz estar aun recuperándose de la noche, me fui a la panadería y me zumbé a la hija del panadero en el trastero mientras su padre cuidaba de la tienda, es una sensación extrañamente rara acariciar el cuerpo de una mujer lleno de harina, rara y excitante, ¿que una mujer sepa a donuts es bueno o malo? A mi entender muy bueno. Por la tarde me pasé por su casa  recogerla tal como quedamos, bajó con la bolsa de la ropa y una maleta con las cosas de peluquería. Me saludó con dos besos, con la cara mucho menos maquillada que al día anterior, solo un pintalabios rosa chicle y un ahumado muy ligero en los párpados, sin tapar sus pecas en el rostro con medio quilo de polvos, estaba aun mas bella que por la noche, el toque natural el favorecía, y al quedarme mirándola algo atontado sonrío de forma coqueta, eso solo me derritió aun más, no era solo sexual, no es que me excitará, es que me gustaba, en cuanto  abrió la boca estropeó el momento, era como ver un cuadro precioso de Velázquez y que alguien lo rajara con un tenedor.

Acudimos al centro comercial, de la tienda,  Lola escogió otros sujetadores de su talla, y la invité a que cogiera algo más, le costó por que casi todo lo que la gustaba ya se lo había regalado y estaba en las bolsas, aun así escogió unas botas con tacones algo subidas de precio, pero su cara era de haberse enamorado de ellas, se aprovechó de mis intenciones.

-LOLA: por favor, por mi cumpleaños.

-YO: ya te di tu regalo ayer.

-LOLA: no me seas agarrao, solo esto.- se inclinó con rostro de corderito sobre mi pecho.

-YO: te los compro si me haces un favor.- asintió riendo, me acerqué a su odio apartándola la espesa cortina rubia. – si me dejas entrar al probador contigo y  te lo pruebas a ver como te queda todo. - se puso roja como un tomate abriendo la boca incrédula.

-LOLA: eres un cerdo - su tono no era para nada de desagrado.

Me cogió de la mano y me metió a empujones en el probador, cerró la cortina entre risas, me senté en el  taburete y me deleité con su contoneo, de desvestía con suavidad y se quedó en ropa interior, cubriéndose algo avergonzada, se desabrochó el sujetado viejo y se lo sacó tapándose con las manos los senos, se me puso como una piedra al oler su cuerpo jovial y ver de cerca su piel suave y tersa, sus senos ni se movieron al quitarse el sostén, y sus manos apenas cubrían sus senos, aunque mi mano lo haría sin problemas,  me pareció la mujer mas bella y frágil de la historia, me controlé como pude mientras si iba poniendo y quitando algunos sujetadores, al 3º ya le dio igual y no se tapaba, sus pezones rosados estaban apuntando al techo, con una aureola delicada, se giraba un poco para no ser tan groseramente descarada pero eso solo hizo que su culo en tanga me volviera loco, era la perfección, claro esta que su fino y delicado cuerpo no tenia la exuberancia de Liz o Ana, pero con las nalgas bien colocadas, el culo redondo y la carne firme, no pude evitar estriar la mano y acariciarla una pierna con suavidad, me soltó un azote rápido en la mano.

-LOLA: estate quieto, aquí no. – lo interpreté como un “allí si”.

Se vistió con las botas de tacón recién compradas, una minifalda negra ceñida y un top de piel de leopardo ajustado por dentro de la falda, elástica y bien pegada a la piel, tanto como pasa saber que no llevaba sujetador,  salió así vestida conmigo comiéndomela con los ojos, pagué sin mirar el precio, y fuimos tonteando a mi casa, si yo no apartaba la vista de su minifalda y de su escote ella menos de mi rabo tieso, tenia un calentón como hacia mucho que no sentía, al subir a casa mis manos luchaban por acariciar su cintura, aunque ella se mostraba poco dispuesta, casi parecía tener pánico a que perdiera el control, al entrar en casa dejó las bolsas y me pidió que subiera la maleta con sus cosas a donde me fuera a cortar el pelo, la subí al baño de mi habitación,  el más grande, ella me siguió con problemas para subir los escalones con las botas.

-YO: bueno, ¿y que hago?

-LOLA: siéntate en esta silla, que eres tan alto que no te veo bien el pelo – sonrío acariciándome el brazo, obedecí y se pegó a mi poniéndose entre mis piernas azuzando con los dedos mi cabello,  algo mas largo de lo que me gusta.

-YO: ¿te ves capaz? – mientras ella estudiaba concienzudamente mi pelo yo hacia lo mismo con su cuerpo a escasos centímetros de mi, sentado en la silla era tan alto como ella, apenas me sacaría medio palmo y tenia sus tetas rozando mi rostro y sus cartucheras frotándose contra la parte interna de mis piernas.

-LOLA: tienes muy buen pelo, fuerte y espeso, aunque esta algo seco, seria mejor que te mojaras la cabeza para ayudarme.

-YO: me doy una ducha rápida, espera.

-LOLA: deja que me salga……- la corté poniéndome en pie y dejando mis abdominales en sus manos.

-YO: déjate de tonterías, ya me has dejado verte a ti desnuda, ahora te toca a ti – sonreí con gracia – ya somos adultos, ¿no?  -   asintió algo aturdida - así vas preparando tus cosas en la maleta.

Me quité la camiseta delante de ella y cuando saqué la cabeza estaba acariciando mi pecho grabando en su cabeza aquella imagen, mordiéndose el labio repetidamente, se apartó un poco mientras me quitaba los pantalones y mi polla medio erecta salió en su esplendor, ella se giró sacando unas tijeras, botes, maquinilla  y cremas, me miraba de reojo, asombrándose al vérmela, la pillé mirándola mientras me metía en la ducha y se sonrojó girándose de golpe, al salir desnudo y empapado me senté en la silla  tal cual, al volverse se hizo la fuerte, mirándome el pelo, pero en cuando se acercó su mirada fue a mi rabo que seguía a media hasta, volvió a meter sus dedos entre mis cabellos húmedos, sentir sus manos acariciándome de esa manera y ver en 1º plano  como su respiración se agitaba un poco en el pecho,  me sacaba una sonrisa larga, habló con un tono mas agudo del habitual, según Eli eso significaba que se sentía atraída por mi, nada que no supiera ya.

-LOLA: pues así esta mucho mejor, puedo unas una mascarilla que te suavice mucho el pelo, y luego……- miró mi rabo palpitando en su muslo cuando se acercó un poco más -…….y luego puedo cortarte un poco por aquí……- volvió a mirar mi rabo creciendo en el contorno de su pierna- ……….y si te peino hacia un lado……….- se mordió el labio cuando una vez la tenia totalmente hinchada y  la veía apoyada a lo largo de su pernera, desde algo por encima de sus rodillas hasta su cintura, era una visión que hasta a mi me pareció obscena.

-YO: como tú veas,  estoy en tus manos.

-LOLA: quizá si……- pasó una pierna por encima de la mía metiendo mi pierna entre las suyas con mi rabo apuntando directamente a su coño, metiéndose por debajo de la minifalda,  sentí rozar su tanga con el glande.-…….por aquí lo echo hacia atrás-………fingía seguir atenta a mi cabello cuando frotaba levemente sus muslos apretando mi polla en ellos, la sujeté de la cintura pegándola la pelvis a mi pecho.

-YO: ¿y si dejamos mi pelo por ahora? - hundí mi cara en su senos, ella cerró los ojos echando la cabeza hacia atrás aferrándose a mi cabeza apretándome contra ella.

Mis manos repasaron su cintura hasta sus senos por encima de la ropa, apretándolos al llegar a ellos mientras besaba la parte descubierta del escote y su cuello, sabia a manzana, y su piel se erizaba al sentir mis dedos, los pezones se pusieron tan duros que sobresalían en la piel de leopardo, por donde pasaba mis dedos, al alzar la vista sus ojos azules me invadieron el alma, tenia los iris totalmente expandidos de la luz y,  salvo Marina, no había visto unos ojos tan azules, me agarró el rostro con sus diminutas manos y me besó de forma inocente y cariñosa, cuando la cogí del culo y la amasé las nalgas sonrió con dulzura, volvió a besarme con mas fuerza tirando del pelo de mi nuca, mi cara era 1/3 mas grande que la suya, y mi lengua la llenó la boca  casi ahogándola, pero se manejaba bien, sus labios sabían a fresa del pintalabios y chupó mi lengua como si fuera un pene, separándose un poco y jugando con su dedos en mis labios, se los lamía con ternura sin apartar mi mirada de sus increíbles ojos, eran 2 ventanas a un cielo despejado, bajo su cintura notando ahora si como presionaba contra su coño húmedo mi glande, y se sentó en mi pierna, mi polla erecta la levantaba la minifalda ceñida, bajó una mano para agarrarla del tronco y haciendo fuerza sacarla de allí, al tenerla a la vista y cogida con aun mano casi le da algo, “oh dios mío”, exclamó, apenas rodeaba con sus dedos el ancho de mi verga, un escalofrío me erizó la piel al pensar en penetrar su cuerpecito de niña con aquel monstruo, supongo que a ella le pasó lo mismo, tuve que dar un golpe con la pierna en el suelo para sacarla de su estado de inopia, reaccionó agarrándola con la otra mano, le pasaba exactamente lo mismo, pero comenzó una masturbación lenta y placentera, la cogí de la nuca para besarla con desenfreno, apenas podía con mi lengua en su boca, y mis manos la acariciaban su cuerpo con fuerza, sus senos, su culo o el contorno de su pierna entre las mías, la imagen era abrumadora, para hacerlos una idea, aunque seguro que exagero, era como ver a una adulta tratando de subir por una  farola, fue como volver a tener a Iziar encima, pero mucho mas guapa y atractiva, no tenia sus tremendas tetas pero si un cuerpo morboso, odio a los abusadores infantiles, que quedé claro pero si alguna vez estuve cerca de comprender su fascinación por las menores, fue ese momento.

Los besos subieron los grados y sus manos bajaban y subían con un esfuerzo elevado, a ojo puedo decir que mi rabo mediría 4 de sus manos, estaba fascinado, se elevó “desmontando” mi pierna, para luego arrodillarse entre mis muslos,  si estaba poco cachondo ya , ver mi rabo enorme al lado de su bello y pequeño rostro casi me hace correrme, mi polla era más larga  que su cara, hizo vibrar sus labios soltando aire al tenerla tan cerca de la cara, sin dejar de masturbar con ambas manos, sonrió incrédula.

-LOLA: ¿pero que burrada es esta?

-YO: es una buena polla ¿verdad?

-LOLA: es la polla mas grande que he visto nunca.- como las actrices porno puso su codo en la base del tronco y pegó su brazo a lo largo de él, pasaba de largo su muñeca, su cara era de impresión absoluta.

-YO: joder, pareces una enana a su lado.- sonrió medio ofendida, para a continuación lamer el glande con suavidad, mostró dotes de experta con la lengua y se pasó todo el pelo largo por encima de un hombro de forma sensual.

Daba pequeños lametones y trataba de meterse el glande pero apenas le entraba , bajaba a lamer el tronco y volvía a intentarlo, a la 3º o 4º vez logró meterse el capullo chupándolo como una bola de helado enorme, no le pasaba mas, mi polla tras el glande se ensanchaba un poco así que no pasaba de allí, no hacia falta sus manos hábiles y su lengua estaban haciéndolo bien, podría ser mejor, claro,  pero el morbo era descomunal, como la diferencia entre mi rabo y sus manos, casi la oía crujirle la mandíbula cuando metía mi polla en ella, no lo hacia mucho, debería de dolerle, se levantó ante mi, la levanté el top besándola en el vientre, se dio la vuelta dejándome su culo ofrecido inclinándose al que mordía, le bajé la cremallera y ella se agachó bajándosela sin doblar las rodillas, un par de nalgas que ya me encantaban aparecieron separadas por un tanga rojo fuego, le saqué el top y me puse en pie detrás de ella, mi rabo la golpeaba en la espalda mientras mis manos abarcaban sus senos mientras la besaba en el cuello, temblaba a rozarla detrás de la oreja, aparte de todo el morbo, resulta que tenia punto débil y lo había encontrado, un fuerte olor a hembra necesitada de sexo llenó el baño, fui bajando mis manos hasta su cintura metiendo los dedos por debajo del tanga y tirando de él hasta sacárselo por los pies, me senté con su cuerpo echado hacia delante metiendo mi lengua entre sus nalgas, dándola ligeros azotes que la hacían suspirar, la cogí de la cintura y solo con los brazos la elevé por el aire hasta meter mi boca en su coño, pesaba tan poco que aguanté un minuto chupándola los labios mayores mojados por su excitación, si pasaba de los 55 kilos seria por poco, al dejarla de nuevo en el suelo se dio la vuelta llena de lujuria, resonando las botas en el suelo, lamió y besó mi vientre musculoso y mis pectorales trabajados antes de romper en un beso erótico en los labios, se abrió  de piernas  lo más que pudo pasándolas por encima de las mías, y apuntó mi rabo a su coño.

-YO: espera, aun no.- asintió con cara de desearlo.

Mojé  mis dedos con la cantad de fluidos que salían de ella y metí un dedo masturbando con cuidado, gimió de placer, y como sospechaba lo tenia algo cerrado, no era virgen, pero no había follado tanto como se podía esperar, ni tenia grandes caderas,  si intentaba de primeras con mi rabo la podría hacer daño o asustarla, y no iba a permitir que mi nuevo juguete se me escapara, fui acariciando con suavidad y haciendo sitio en ella, metiendo de forma escalonada un dedo tras otros, para mi sorpresa, aunque mas bien era un deseo, su coño se abrió bastante, y ya con los dedos no podía hacer más, la hice chupar mis falanges impregnadas de su pasión, los lamió demostrando que si no era descomunal, sabia que hacer con un objeto cilíndrico en la boca, la abrí de piernas lo más que pude y sentada sobre mi a horcajadas cara a cara apunté a su coño y apreté suavemente, su rostro al sentir como mi glande pedía paso fue de desesperación agónica, había hecho bien en trabajarla antes y entró con algo de presión, a partir de ahí pase mas de 15 minutos apretando para que fuera entrando dentro de ella, muy despacio y sin moverme demasiado cuando su rostro se compungía, la hacia subir un poco y seguía bajando, sentía como su cadera se expandía y sus paredes interiores palpitaban al dejar sitio para el invasor, mientras en leves descansos me comía sus pechos de forma estudiada, sentía su melena rozar mis muslos por detrás de ella cuando de forma imposible la penetré entera sin sentir la pared de su útero, me corrí nada mas moverme, la presión y la sensación fue tan placentera que no pude evitarlo, ¿como era posible que le entrara toda a aquella muñequilla cuando a mujeres mucho más corpulentas no le habían entrado?, me daba igual, estaba pasando, y aunque físicamente debería de estar rozándole el diafragma la tenia totalmente empalada rozando pelvis con pelvis, Lola estaba entregada, le dio igual que me corriera y ni me oyó cuando el dije que no se preocupara al tener la vasectomía hecha, jadeaba aun sacudiendo una mano de la oleada de sensaciones.

Mi polla apenas se puso flácida dentro de ella y se mantuvo  dura sin roce alguno,  me levanté y la senté en un mueble que hacia de encimera, la sujeté de la cintura y comencé  un vaivén lento y largo, su rostro se fue relajando de una tensión que la hacia rechinar los dientes, para cuando abrió la boca gimiendo de sentirse completa la estaba follando a buen ritmo, era suficiente para tenerme loco, era una diosa de bolsillo, hasta movía sus caderas hacia mi cuando la penetraba, a los pocos minutos comenzó a correrse sin parar, uno tras otro los orgasmos la hacían temblar y mis embestidas se hacían más fáciles, noté como algo cedía y se ensancho aun más, una especie de clic en su caderas, sentí tentación de sacar a la bestia pero no era necesario por ahora, estaba gritando loca de lujuria y pidiendo a voces que me corriera y la llenara de semen, hizo un montón de exclamaciones fuera de lugar y de mal gusto, algunas ni las entendí, estaba centrado en ver como era posible aquello, la sacaba entera y la metía de golpe cada vez en la mujer más menuda que me había tirado nunca, la sujetaba del vientre y mi mano la cubría desde la cintura hasta los senos, casi palpaba mi polla dentro de ella, rememoré la sensación con Raquel en el hospital la 1º vez que fui consciente del tamaño de mi verga, al compararla con el cuerpo de ella y no el mío o el de mis amantes, y me encantó disfrutar hasta sacarla en uno de sus orgasmos y eyacular sobre su vientre, bueno, eso pretendía, pero mi polla era tan grande que salpiqué desde los senos hasta la cara, lejos de asquearse lo cogió con los dedos y lo chupó desinhibida de toda razón.

-LOLA: dios………..- solo lo repetía una vez tras otra -  que animal, que polla, que todo……….- se tocaba el coño como si fuera lava y al rozarlo le ardiera.

-YO: no ha estado nada mal para ser la 1º vez.- al sacarla vi algo de sangre, supongo que no tendría el himen totalmente roto o que se había regenerado, había leído que eso pasaba.

-LOLA: por favor………no más…….no me puedo mover……….- sentí algo de lastima por ella, tenia una tiritera que la recorría todo el cuerpo.

Llame a Liz por que apenas me dejaba tocarla, al verla por alguna razón se sintió aliviada, Liz sonrió y la ayudó a bajar y darse una ducha caliente que la devolvió a la vida, por razones obvias esperé fuera, y salieron ambas desnudas, Liz la cogía de la mano y la trataba como a un bebe, diciéndola que se sentara y estuviera tranquila.

-YO: ¿estas bien?

-LIZ: no habla, o al menos por ahora.

-YO: joder, no me digas que me he pasado- temía haberla perdido.

-LIZ: mírala a los ojos- lo hice y disfruté de una mirada llena de  deseo.- esta locamente enamorada, ya te lo digo yo.

-YO: pobre niña - la acaricié el rostro, le tembló la cara hasta sentir mi mano, cerró los ojos y recostó su mejilla en la palma de forma alegre.

-LIZ: déjala tranquila un rato para que se recupere.

Así lo hicimos, charlando suavemente mientras que Lola volvía en si, hasta que de forma natural volvió a hablar, se mostró aturdida pero encantada, la conversación en si no tiene interés, lo importante era ver como Liz la iba ganando poco a poco, fue como verme a mi en 3º persona, la dejó claro las bases de su relación conmigo, nada serio, solo sexo y sin celos, ella la enseñaría a follar conmigo y a disfrutar, Lola iba asintiendo mientras Liz la metía mano, cuando terminó la explicación Liz la estaba masturbando con una mano mientras le comía las tetas, Lola solo gemía mirándome desesperada por que la follara, Liz era un tesoro, me había hecho todo el trabajo y solo tenia que disfrutar de ellas, claro esta que al verlas así me lancé a por ellas como un animal, penetré a Lola según estaba, boca arriba con las piernas abiertas, esta vez entró del tirón y sentí como gritó hacia adentro, no tenia energías para hacerlo hacia afuera, me rodeó a duras penas con sus piernas cortas y la follé aumentando el ritmo  sacándola  tantos orgasmos que se desmayó, fue glorioso ver sus ojos azules perdiéndose en el más allá, susurrándome que no parara, Liz rompió a reír cuando lo vio y se puso a 4 aptas para que continuara con su ano hasta reventar en una cantidad de semen no posible para  el numero de veces que había practicado sexo. Bajamos a cenar hasta que Lola volvió en si, la ayude a vestirse y la llevé a casa, entre caricias tenues.

-YO: me gustaría que cada día pasaras por casa tras ir a correr.- asintió con una amplia sonrisa.

-LOLA: allí estaré, y gracias por el regalo.- al decirlo en singular se refería a otra cosa que la ropa que llevaba en la mano.

-YO: de nada, el regalo eres tú, que sepas que me has puesto lo más caliente que recordaba.- la acaricié la pierna con suavidad.

-LOLA: gracias……….- se sonrojó-……espero que mejore pronto - la cogí la mano y se la besé con caballerosidad.

-YO: lo harás.- se incorporó para que la besara una ultima vez con lengua antes de que se bajara del coche, no me resistí a azotarla el culo cuando su minifalda se le subió al salir, si tuviera que jurarlo, diría que ahora tenia mejor culo todavía, mas ancho, se giró arqueando la espalda regalándome la visión de su escote.

-LOLA: me he dejado las cosas en tu casa, a ver si mañana podemos hacer algo con tu pelo.- sonreí al recordar que entre tanto no me había cortado el pelo.

Cerró la puerta y planto un beso dulce en la ventanilla dejando sus labios marcados de gloss, lo llevé con orgullo unos cuanto días, y al volver a casa le di a Liz mi más “profundo” agradecimiento, me había conseguido a la joya de la corona, me importó aun menos perder a Jeni, ahora tenia algo mejor, una diminuta obra de arte, con pulirla un poco los modales seria perfecta, y a fe que lo hicimos con el paso de los días.

Cada día después del ejercicio venia a casa.  Liz y yo jugábamos con ella, para finales de semana su coño era lo más delicioso que había tenido nunca, prieto,   estrecho y jugoso, dejó de desmayarse y disfrutaba loca de pasión, era indescriptible hacerla el amor de forma lenta y suave, pero no me duraba ni 2 polvos, Liz tenia que acabar le trabajo, encantada de hacerlo. No es posible plasmar en palabras el morbo que me daba Lola, era la que peor follaba de todas las que tenia y la que más dura me la ponía, era puro fuego, y su cuerpo el mejor de los perfumes, como dicen, vienen en frascos pequeños, cuando supo que había mas chicas que Liz me llevé una bronca enorme de su parte, no le gustaba nada que tuviera tantas “amigas”, aunque lo aceptaba a regañadientes. El día que se me ocurrió salir con sus amigas un fin de semana que Yasira no pudo, le soltó un puñetazo a una amiga suya por tontear conmigo, la tuve que separar y se quedó con un mechón de pelo en la mano, me obligó a llevarla a casa y allí follamos como salvajes, que una chica tan joven y tan pequeña tuviera tan mala hostia me encantaba, solo a Liz la dejaba acercarse a mi, dejé de lado a casi todas las chicas pero por que quería hacerlo, y me quedé con Eli, Liz, Lola y mi jefa,  Yasira encontró un novio y dejamos de vernos, la echaba de menos pero era insignificante para mi, como todas, tenia el cupo cubierto y todo el morbo que quisiera con Lola, que aparte de las tardes se ocupó de mi los fines de semana de fiesta, vestida siempre de forma provocativa y sensual. Casi, y recalco el casi, Lola pasó a ser mi pareja, siempre que salía, o iba a algún sitio,  me la llevaba a ella, cuando Lola estaba en clase por las mañanas, tenia a Eli, y cuando yo trabajaba,  a mi jefa,  que ya me dejaba metérsela por el culo, sumándole a que en cualquier momento Liz estaba por allí, si estaba recelosa por la atención que recibía Lola, no lo demostró, pero seria de lo mas lógico, me estaba centrando demasiado en Lola, ayudándola a sacarse el instituto y refinar su carácter, se enfadaba mucho cuando me reía de su forma de hablar y Liz la ayudaba bastante, aun así era indómita y muy terca, me recordaba a mi en muchos aspectos.

Disfruté de aquello hasta Navidades, en vísperas a las fiestas salí de marcha con Lola, con un vestido de leopardo morado,  elástico con la espalda al aire y uno tacones de infarto que la alzaban a mi cuello, fuimos a un sitio que la gustaba mucho, una macro discoteca de música thecno, bailamos, si es que a eso se le llama bailar y no saltar haciendo el memo, la quité la idea del piercing en la lengua aunque le costó pagarla el tatuaje en la base de la columna,  un  tribal que aunque no fuera original, al curarse la piel le quedaba de cine y los exhibía con estilo, su larga melena y su cuerpo me parecía  más desarrollado,  eran la viva imagen de la perfección en miniatura, como siempre pasaba se enfrentó a 4 chicas que me entraron cuando me dejaba solo, era como parar una pelea de gatas, la cogía en alto  y me la llevaba a otro sitio mientras soltaba guantazos al aire e insultos y amenazas, luego se mostraba mas pasional conmigo, queriendo macar terreno. Bebía bastante y me dijo que había probado algunas drogas duras, y no tan duras, la dejé claro que conmigo ya no era una niña revoltosa, si no una mujer y las mujeres de verdad no se meten mierda en el cuerpo, asintió, yo era lo único a lo que quería ser adicta,  alguna copa de más y punto

Estabamos en mitad de la pista besándonos mientras la sobaba el culo descaradamente, cuando sentí que alguien me agarraba del hombro, al girarme un puñetazo me impactó de lleno en la cara haciendo tambalearme y casi caer al suelo.

-LOLA: ¡Javi  ¿Que haces? ! – gritó tan alto que casi se rompe la voz.

-JAVI: ¡¡ ¿que haces tu? zorra de mierda!! - me recompuse del golpe, sentí el sabor de la sangre en la boca al mirar a mi agresor, me había roto el labio por algún lado.

-LOLA: ¡¡¡estate quito ¿me oyes?!!!

-JAVI: ¡¡¡haré lo que me salga de los huevos, ¿como te atreves a venir aquí con este payaso?!!!- Lola se lanzó a por el, apenas podía sujetarla.

-LOLA:   ¡¡VETE A LA MIERDA IMBECIL!! Este sitio no es tuyo ni yo soy tuya tampoco ya.- intuí que era su ex, el mala pieza.

-JAVI: ¡¡a mi no me jodas guarra, has venido a regodearte en mi puta cara y de mi no se ríe nadie, NADIE!! -  levantó la mano con gesto de pegarla, me interpuse con rapidez.

-YO: basta ya, no quiero problemas.- me miró con sonrisa burlona, pero al menos apartó la vista de de Lola que estaba aun intentado agredirle aunque la tenia sujeta.

-JAVI: ¿y  esta basura de donde la has sacado?- me dio una palmada más o menos fuerte ene l pecho, mi intención inicial fue devolverle el puñetazo, pero estaba en desventaja, no solo era el, y un local donde le conocían por lo visto, si no que tenia a 2 colegas detrás apoyándole, y con tanto ruido no sabia si habría más.

-LOLA: ¡¡es mi novio así que no te pases o te abro la cabeza,   pichacorta!!- clavé mi mirada en Lola, que agachó la cabeza, tenia la lengua más rápida que la cabeza, no éramos técnicamente novios y meterse con su hombría no ayudaría en nada.

-JAVI: pues bien que gritabas cuando te abrí tu coñito virgen - se lamió la punta de los dedos,   Lola casi le alcanza con un zapato que se quitó y trataba de alcanzarle con el tacón.

-YO: esta bien, nos vamos y os dejamos en paz – me preocupaban sus ojos, estaban rojos y el muy nervioso, seguro que iba metido de alguna mierda de droga, pastillas de éxtasis me arriesgo a  decir.

-JAVI: eso, nos vamos, claro que si, vamos fuera y te doy una paliza por cobarde.- seguía golpeándome el pecho con fuerza siguiendo el ritmo de la música, al oír eso todo el mundo a nuestro alrededor se separó, mal asunto si ya saben que pasa.

-LOLA: no…….déjalo, ya nos vamos – si no estaba tenso ya, ver a Lola dejar su actitud bravucona y tirar de mi brazo para irnos no me calmó.

-YO: eso es, nos vamos y………..- me agarró de la pechera con  ambas manos.

-JAVI: no te vas a ningún sitio - me empujó os suficiente para llegar a Lola, la señaló con dedo mientras se acercaba “valientemente” a ella  -  tu  eres la peor de todas, se va a llevar una paliza por tu puta culpa – y la soltó un bofetón que la hizo caer al suelo- me puse rojo de rabia, me agaché a ayudarla, sus ojos vertían lagrimas y tenia la mejilla enrojecida, la puse en pie acariciándola con cariño, me di la vuelta protegiéndola.

-YO: como la vuelvas a tocar te parto el brazo – si recordáis como evalúo  las amenazas entenderéis la profundidad de esta.

-JAVI: vaya – bromeaba con sus colegas - a la gallinita le han salido pelotas, venga vamos fuera - nos escoltaron entre los 3 que veía y un 4º que no había visto.

-YO: en cuanto puedas llama a la policía y a una ambulancia y diles que vengan ya -  le susurré al oído a Lola que sacó el móvil y lo hizo sin que se dieran cuenta, gané  asegurarme refuerzos si iba mal, solo tenia que ganar tiempo, pero una llamada advirtiendo de pelea en Madrid a las 2 de la mañana? , podían tardar mucho,  o directamente no venir.

Salimos y de inmediato se formó un corralito de gente a favor y en contra, me quité la cazadora y todo lo de valor y se lo di a Lola, de las formas que pude fui ganando tiempo, calentando y tratando vanamente de calmarle los nervios, pero Javi estaba muy enfurecido, una vez fuera busqué  una parte cubierta de la calle por las cámaras de seguridad, que al menos quedara documentado, Javi era el mas corpulento de los 3, algo mas bajo que yo, tenia la parte de arriba del torso muy marcada de músculos, mas que yo, no sabia si era asiduo al ejercicio o las inyecciones, iba rapado casi al 0 con un piercing encima de una ceja, su aspecto imponía bastante, era normal que fuera el líder de la manada, los otros 2 eran mucho menos corpulentos, mas bajos y sin tanto músculo, para identificarlos uno era  escuálido y el otro cara de cerdito, el 4º no parecía ser de su pandilla, más bien se convirtió en el organizador de la pelea, pidiendo espacio al corralito y gritando unas normas leves, me tranquilicé al oír que no se podían usar armas bancas y solo seria 1vs 1, si era así tenia una oportunidad de salir de una pieza, Lola lloraba pidiendo clemencia a Javi, me dolió en el orgullo su poca confianza en mi, hasta que me temí que solamente conociera bien a Javi. Traté de ganar más tiempo.

-YO: mira, no tenemos por que pelear.

-JAVI: ¿ahora te rajas?, no, de aquí no sales sin que te muela a palos.

-YO: no tienes que demostrar nada, nos vamos y puedes seguir divirtiéndote toda la noche.

-JAVI: claro que me voy a divertir, pero 1º pateándote el culo.- puso pose de boxeó y soltó un par de puñetazos al aire bien lanzados y rápidos.

-LOLA: por favor Javi,  para ya.- lloraba desconsolada mientras una chica la sujetaba con cariño, debería de conocerla.

-JAVI: vamos, deja de hablar y vamos a ver de que estas hecho,  payaso.- camino hacia mí con decisión.

Ya no era posible la diplomacia, de hecho desde que me pegó en el pecho en la discoteca sabia demasiado de la noche de Madrid como para saber que si re cruzas en el camino de un choni cabreado estas jodido, dancé a su alrededor alejándome lo más posible de el, mientras el ruido de silbidos y gritos de apoyo era ensordecedor, al pasar junto a su colegas uno me dio un empujón que me acercó más de lo querido a Javi,  que lanzo un gancho potente pero muy previsible,  lo esquivé con velocidad y seguí danzando, rezando por que apareciera la policía, pero no había noticias, y el se movía bien, seguro que practicaba boxeo, me fue cerrando espacios hasta que me quedé arrinconado, era inevitable ya, así que divisé la cámara me puse en posición para que pillara bien la imagen y me tensé para recibir el golpe, un solo puñetazo me golpeó en la mandíbula, se hizo el silencio cuando caí al suelo, ya tenia lo que quería, el había empezado y a partir de ahí todo seria en defensa propia, intente una ultima jugada y quedarme en el suelo sin moverme, quizá así el saldría victorioso y se acabaría esa locura, pero no coló, me cogió de la pechera y me puso en pie, lanzando un par de puñetazos más, con la mano derecha, la buena, los aguanté con furia, se enfadó por que no cedía y el 3º cogió más inercia al ir a golpear,  bajé la cabeza en el momento justo haciendo una fuerza descomunal en mi cuello, y me golpeó con el puño cerrado en la coronilla, (muchos no lo saben pero una vez de adulto, y quitando codos y rodillas, es la parte mas dura del cuerpo), sentí como le crujía la mano, y el grito de dolor provocó un silencio en todos, planté bien los pies recuperando la postura, sentía un fuerte escozor en la cabeza pero le había quitado su mejor arma, tenia a mano inútil,  solté una patada sorpresa en su estomago empujándolo, di dos pasos para coger cinética y soltar una patada de tijera en su cara, cayó al suelo ante la fuerza, cuando dejó de rodar sangraba por el piercing de la ceja, hasta Lola  guardó silencio sorprendida, Javi estaba en el suelo sangrando una ceja y con la mano derecha inmóvil y dolorida.

-YO: ya esta, ¿nos podemos ir? – inocente de mi.

-JAVI: ¡¡maldito cabrón tú no sales de esta!! –se giró a sus amigos - ¡¡destrozar a ese imbécil!! – se miraron entre ellos dudando- ¡AHORA!- todavía le temían mas a el que a mi, un error.

Ambos acudieron a su llamada le rodearon y se cuadraron delante de mi, bufé desesperado, la policía no llegaba y ahora eran 2, esquivé el puñetazo de uno pero una patada en el costado del otro me dobló de dolor, cuando fue a darme otra le cogí la pierna barriendo la otra y cayó al suelo, pero el otro percutió en mi cabeza con un puñetazo y rodé por el suelo, en parte por los golpes y en parte para ganar terreno para levantarme rápidamente y tener tiempo de pensar, al ponerme en pie Javi me rodeó con el brazo sano por detrás, codazo al vientre y le cogí la mano magullada con una llave se la retorcí hasta hacerle  rodar a los pies de Lola. Es muy bonito en las películas cuando varios se enfrentan al héroe y esperan pacientemente su turno, en la vida real no pasa, los 2 colegas me saltaron encima y escuálido  me pegó un rodillazo en el vientre mientras me quitaba a cerdito  de encima, ese impacto me dejó sin aire un segundo, lo que les dio tiempo para agarrarme e inmovilizarme, les costaba por mi corpulencia pero eran 2, Javi se puso en pie tapándose la sangre del ojo, mientras mis parejas de baile me pegaban puñetazos en el estomago ante el abucheo del publico.

-LOLA: ¡¡¡basta ya!!! ¡¡¡LO VAIS A MATAR!!!- Lola lloraba de nuevo y casi babeaba agarrada al brazo de Javi.

-JAVI: apártate zorra – le soltó un manotazo con la mano del revés en la cara, me encendí como nunca.

-YO: ¡¡ven aquí cabrón, vamos a bailar tú y yo solos maricón de mierda, ¿o solo tienes huevos de pegar a una niña?!! – su mirada  aprecia terrorífica pero otra vez me miraba a mi y se alejaba de ella.

-JAVI: eres un pedazo de mierda, si no me hubiera hecho daño en al mano estarías pidiéndome perdón de rodillas.- se acercó y estando agarrado me golpeó el estomago con la mano sana

No dolió tanto como esperaba así que me soltó otro en la cara, pero no tenia tanta fuerza y precisión como en la otra,  del gestó golpeó de refilón al que me tenia sujeto de los brazos, de forma instintiva se tapó al cara soltándome un brazo, un golpe seco con el puño cerrado fue a la cara de Javi, no fuerte pero ti justo en su ceja, retrocedió un paso, a la vuelta del golpe cerré el brazo pegándole con el codo a la nariz de cerdito, saltó un río de sangre al romperle la nariz, antes de que cayera por el suelo me revolví sobre escuálido, le hice un barrido con la pierna al empujarle y cayó al suelo, allí un fuerte puñetazo a sus testículos le dejó doblado e inmóvil al lado de cerdito, que se trataba de colocar la nariz en su sitio. Al darme la vuelta Javi se abalanzó sobre mi con algo en la mano, por instinto, y algún suspiro de fondo,  le di una patada con la planta del pie en el pecho para alejarlo varios metros, fue un empujón mas que un impacto, allí vi la navaja en su mano, no era mucho más grande que un corta uñas pero allí estaba, tenia la cara inyectada en  odio y un ojo cerrado por el chorro de sangre que le caía  en el, un abucheo y estupor sonó en la boca de todos, alguno gritaban “NO”.

-YO: venga valiente, ya me he librado de tus 2 amigos,  ahora el que esta asustado eres tu, y como no soy ninguna niña a la que puedas pegar,  me sacas la navaja, eres todo un hombre – alguna risa tensa saltó de fondo.

-JAVI: te voy a  rajar pedazo de mierda.- soltó una estocada muy mal enfocada, no veía bien, y me aparté con facilidad.

-YO: fallaste, estoy aquí – se giró buscando - ven a jugar.

Se repitió la jugaba varias veces, siempre lejos de hacerme daño, hasta alguno me animaba, me confié, en una de sus lanzadas no me dio tiempo y se pegó a mi clavando el filo en mi cintura, fue una sensación extraña, no me dolió, cierta seguridad en que no me había llegado en ningún sitio vital y ver de fondo sirenas me tenia tranquilo, le sujeté la muñeca y tiré sacándome el acero de la herida, me miró sonriendo,  pese a que le tenia agarrado.

-YO: te dije que no la tocaras – lo dije en alto mirando a Lola que tenia las manos en al cara asustada.

Estrujé su brazo hasta doblarle el cuerpo, apretando la mano contra la muñeca con el brazo totalmente estirado, además era la mano herida, sus alaridos de dolor fueron estrepitosos, soltó la navaja al sentir como su codo se tensaba de la presión ejercida, rodillazo al estomago y una barrida con el pie lo tumbó,  tirado roto de dolor y ya vencido, fui rodeándole el brazo con las piernas, haciendo palanca con ellas sin importarme su gritos.

-YO: te dije que no la tocaras - giré su brazo hasta que sentí el “crack” de su codo rompiéndose.

Un “ohhhhh” mayor que cuando me clavó la navaja  se oyó en toda la calle, alguno apartó la mirada al oír el crujido, le solté mientras se agarraba el brazo moviéndose como una anguila en el suelo, camine victorioso hasta Lola pero a mitad de camino me fallaron las piernas, me miré en el costado y una mancha de sangre enorme crecía en mi camiseta, caí de rodillas apretándome la herida, Lola acudió enseguida pidiendo ayuda a gritos, todos llamaron la policía, pero ya estaban cerca, gracias a dios la ambulancia fue la 1º en llegar, me atendieron a mi 1º al ver la sangre, y la policía acudió enseguida, detuvo a los 3, y fue hablando con los testigos que contaron la misma historia,   llamaron a más ambulancias, uno tenia el tabique nasal fracturado, el otro apenas podía caminar del dolor en la entre pierna y Javi chillaba cuando le movían el brazo, con el codo dislocado, 4 dedos de la mano rotos y un corte feo en la zona del piercing.

Mi herida no fue nada más que llamativa, la limpiaron y cosieron con 5 puntos, mientras Lola y yo éramos interrogados, Javi y su amigos decían otra cosa, sobretodo que el cuchillo era mío y le había  atacado, les señalé la cámara de seguridad que enfocaba toda la calle, era de la discoteca, y les pidieron ver las imágenes, por suerte estaba grabando y captó todo tal como pasó, cuando vieron que Javi sacó la navaja pidieron la cinta como prueba y los detuvieron allí mismo, nos fuimos todos al hospital, pasamos la noche allí con la policía bien atenta, Javi tenia antecedentes y cerdito llevaba droga encima, el pobre escuálido solo lloraba pidiendo que no llamaran a su familia. No llamé a nadie para no asustar, no tenia nada grave, alguien sugirió una transfusión al ver mi camiseta manchada, y la tenían preparada por si la necesitaba,  Lola lloraba a mi lado, y era yo quien la consolaba, estaba horrible con el rímel corrido pero sus ojos azules eran reconfortantes, le enyesaron el brazo a Javi y le situaron la nariz cerdito, el 3º estaba bien, así que cuando pudieron les leyeron sus derechos y se los llevaron detenidos, yo pasé el resto de la noche en observación, no solo era la herida de la cintura, tenia hematomas en el estomago,  un ojo amoratado y un ligero corte en el labio.

-LOLA: lo siento mucho, no debí llevarte allí.

-YO: no pasa nada rubia, estoy bien.

-LOLA: no lo estas, casi te matan.

-YO: soy más duro de lo que parezco.

-LOLA: ya lo he visto, pero no tenia que haber pasado.- se tumbó a mi lado en la camilla, del lado no herido, y la rodeé con mis brazos.

-YO: si  tenía que pasar, prefiero que haya sido así, les va a caer un buen puro, tengo amigos abogados, y de los buenos.

-LOLA: que se pudran, Javi es un carbón despiadado, se lo merece - se levantó y me besó con ternura - ¿le has roto el brazo? - preguntó aunque  lo había oído quebrarse como todos, la miré  a los ojos secándole una lagrima con un dedo en la mejilla colorada donde la había pegado.

-YO: se lo había advertido.

-LOLA: lo se, le dijiste que si me tocaba otra vez le partirías el brazo, y lo has hecho.

-YO: así es.- se acurrucó contra mí apoyándose en el abdomen dolorido sacando un siseo de dolor.

-LOLA: perdona – la besé en la frente para quitarle importancia- nadie……nadie había hecho algo así por mi…..nunca.

-YO: ahora eres mi pequeña, yo cuidare de ti. – suspiró mientras se adormecida acompasando su respiración a la mía y sintiendo mi latido fuerte tranquilizándola.

Me quedé adormilado abrazado a ella, sentía en mi estomago un profundo dolor pero algo mas, algo que no reconocía, ¿que me pasaba?, estaba dejando a mujeres por ella,  había algo que me era familiar pero no atinaba a saber que,  crecía en mi cabeza una  idea irregular, algo que no había experimentado en mucho tiempo, casi me matan, me había jugado el tipo por esa cría que solo me tiraba desde hacia 1 mes, algo  sentía, pero no lo sentía  desde que vi  a Ana reaparecer en mi vida, “joder, eso es amor, mierda, la quiero”, apreté su cintura contra mi, oliéndola el cabello, “¡¡¡¡Me he enamorado de Lola!!!!”

CONTINUARA……………