Mi Diosa y Yo
Como superé mis miedos y me enfrenté a mi lado oculto
Bien, me presento. Soy un chico de 36 años, de Barcelona, y me considero heterosexual, ya que me encantan las mujeres, de hecho he llegado a mantener relaciones con 3 chicas, con una de forma estable y con dos de forma esporádica.
Pero quizá por morbo un día me planteé como sería tener sexo con alguien de mi propio sexo. Y el principal problema es que los tios no me van, así que tomé la decisión de buscar una chica transexual.
La verdad es que no es difícil y por internet encontré una que me gustó, así que en cuanto ahorré los 100 de tarifa de la nena me decidí a visitarla.
Al llegar a su casa me abrió semidesnuda, y en ese momento ya pude apreciar lo bonita que era y el cuerpazo que tenía. Yo estaba super nervioso, despues de haber estado con más de 30 mujeres sentía algo totalmente diferente.
La chica me dió dos besos y me hizo pasar. Me puso un refresco y me pidió que la acompañara, llevándome al baño.
Me pidió que me desnudara y que me lavara en el bidet, haciendo ella lo mismo despues, aunque no pude verla.
Después me llevó al dormitorio, donde tenía puesta una tele con una pelicula porno.
Me pidio que me relajara y que me tumbara boca arriba.
Empezó a acariciarme todo el cuerpo, besándo y mordisqueando hasta que llegó a mi pene, en el que realizó una de las mejores mamadas que he recibido. Cuando empezaba a llegar al orgasmo, se paró y se quitó el sujetador, dejandome ver sus grandes tetas, que no pude evitar comerme, y entonces me preguntó... Quieres follarme? Le respondí que sí, estaba super excitado, la tía tenía uno de los mejores cuerpos que he visto, y de cara era una muñequita. Hubiera dicho que sí a cualquier cosa...
Así que se colocó en la posición del perrito, se lubricó el culete, me puso el preservativo y me pidió que la follara.
La verdad es que la sensación no fué diferente a penetrar analmente a una mujer, me encantó su calor y estrechez, y no tardé en correrme como un animal.
Entonces salí de ella, me retiré el condón y me limpié, y ella me dijo: ¿Me dejas jugar ahora a mi? Le dije que sí, así que se puso lubricante en la mano y empezó a tocarme el agujerito del culo. Es una sensación placentera, que ya había experimentado con alguna chica. Lentamente empezó a meterme un dedito describiendo círculos. Yo me asusté y me pidió que me tranquilizara, así que confié en ella. La verdad, no me dolia, pero era una sensación extraña. Siguió con el dedito y al final me metió otro, diciéndome al oído.... quiero follarte...
Yo estaba super excitado y me dejé, quería probar, así que me puso a 4 patas, se puso condón y empezó a empujarla contra mi culito. Me dolía un poco, pero iba muy despacio. Yo notaba presión y placer al mismo tiempo. Ella no se movía, solamente empujaba, y su ... iba entrando, hasta que me la metió entera.
Una vez dentro, se quedó quieta un poco y empezó a moverse muy despacio y muy suavemente. Yo me sentía muy raro, pero me encantaba...
Estubo un ratito así pero me empezó a molestar, supongo que la falta de costumbre, así que la hice parar y salir.
Se quedó un poco decepcionada, pero yo guardaba una sorpresa para ella... nunca he dejado a una mujer con ganas, así que me sentía en deuda con ella.
Le quité el condón y empecé a chupársela. Ese sabor, esa suavidad, ufff. En ese momento entendí porqué hay tantas chicas a las que les encanta chupar una ... aunque no lo cambio por una deliciosa vagina, la ... me encantó. Disfruté mucho, estaba super excitado, si hubieran entrado en ese momento en la habitación ni me hubiera enterado.
Ella me dijo para, que me voy a correr. Y yo no quise parar, así que se corrió en mi boca, no me importó, lo deseaba. Me levanté a escupir sus jugos, me enjuagué la boca, y volví rápidamente a la cama con ella, a abrazarla y besarle los labios carnosos otra vez.
Me dió las gracias por todo y me dijo que había disfrutado muchísimo y que le encantaría que nos volviéramos a ver.
Entonces le expliqué que tengo novia y que mi vida son las chicas, aunque la recordaría como una de las mejores experiencias de mi vida.