Mi Diario de un Despertar Zombie Cap 9
Perdón el retraso, esta semana santa agarre unas merecidas vacaciones! esta es la 9na entrega de este extraño diario, los zombies ya están en casi toda Caracas, y nuestra protagonista tiene un encuentro bien cercano con ellos! disfruten y no se olviden de comentar!
10-Enero 2015
Eran casi las 9pm de anoche, cuando deje de escribir en este diario y observado el cuerpo desnudo de Paula dormir, decidí ir a la cocina a intentar comer algo, Anni y Flor estaban desesperadas intentando contactar a sus parejas y averiguando todo lo que podían sobre lo que ocurría en nuestra ciudad.
En este país las comunicaciones son realmente malas, pero ahora estaban casi inservibles por el colapso de tanta gente intentando llamar al mismo tiempo.
Pero en ese momento Anni recibió un texto de parte de su novio diciéndole que estaba bien, atrincherado dentro de un complejo de apartamentos cerca del aeropuerto, están esperando ordenes o alguna evacuación.
Eso la calmaba, pues por momentos se desesperaba cada vez que pasaban horas sin saber de su novio, pero francamente a la vez nos preocupaba que en cada momento todo parecía estar lejos de volver a la normalidad.
Flor por otro lado no sabía nada de su Señora, ella había quedado en pasar la noche con nosotras, pero tenia que buscar a su perro, además de revisar algo de sus empresas.
Aunque Flor no quiso admitirlo, estaba realmente preocupada por ella, gracias a su ayuda había podido seguir estudiando, incluso manteniéndose viviendo con nosotras, además siempre estuvo pendiente de ella en cada faceta de su vida.
Las imágenes que se observaban en las redes sociales de Caracas eran dignas de una película de Romero, las personas en las colas de los mercados huían despavoridas cuando un grupo de Zombies atacaron a una señora distraída.
Paula salió del cuarto al rato para obligarme a comer una sopa, y yo a pesar de que no había comido nada en todo el día, no me provocaba comer con todo lo que estaba pasando.
Eran cerca de la media noche cuando empezamos a escuchar disparos muy lejanos, incluso algunas explosiones que debieron ser realmente fuertes.
En ese momento otra cadena de Tv empezó, en ella el ministro de defensa implementaba el toque de queda y restricción de garantías, por lo que cualquier persona que estuviera fuera de su casa a partir de este momento podía ser considerada una amenaza para los organismos de seguridad del estado.
La cara de Flor fue un poema, sabia que su Señora estaba en la calle en estos momentos, y se sentía impotente por no poder comunicarse con ella.
Así que para nuestra sorpresa nos dijo -Ella esta afuera, tengo que buscarla, seguramente no sabe lo que esta pasando con claridad.- Las palabras de Flor retumbaron en la sala.
-Flor seguro ella esta bien, es una mujer adulta e inteligente, sigue intentado comunicarte con ella, y si no puedes, o no llega para mañana temprano, te prometo que voy contigo a buscarla.- Le dije yo, intentando calmarla, además, la empresa de su Señora esta relativamente cerca, tal vez a unos 45 minutos caminando.
-Si ustedes van, voy yo, todas son mi única familia y no dejare que vayan solas en la calle.- dijo entre lagrimas Anni, lo que provoco un abrazo entre todas.
Justo cuando Paula iba a decir que también iría, la detuve, alguien tenia que quedarse en la residencia para esperarnos en cualquier emergencia, o si alguien lograba contactarnos, además de estar pendiente de las noticias.
Y aunque no le gusto mucho la idea, Paula acepto a sabiendas de que yo tenía razón, así que nos terminamos de poner de acuerdo del plan de acción y decidimos irnos acostar aunque sea para descansar y estar preparadas para la mañana.
Paula me abrazo fuertemente antes de acostarnos, ambas acostumbramos a dormir completamente desnudas, así que nuestros pechos se tocaban mientras nuestros labios empezaron a fundirse en un suave y tierno beso.
Mis dedos recorrían toda su espalda, además de sus hermosos glúteos, mientras ella solo estaba aferrada mí, como si no quisiera soltarme nunca más.
Fue ella quien dejando de besarme empezó a habar.- Rosy, no puedo describir lo importante que eres para mi, prométeme que no te pasara nada a ti, ni a las chicas.- me dijo con sus ojos llenos de deseo y real cariño.
-No puedo prometerte nada, pero si te puedo decir algo, jamás podría vivir sin ustedes, además.-dije yo para romper el momento de tensión-Tengo una derecha que no juega carrito, sin mencionar que pienso que debemos llevarnos la escopeta, aunque es enorme, nos puede servir.-
-A ok, listo, mi novia es una combinación de Rambo y Rocky Balboa, excelente.- respondió Paula, haciendo que ambas estalláramos en risas, hasta que caímos en la cama, yo sobre ella.
-Espera un momento, ¿dijiste que soy tu novia?- dije yo al rato dejando de reír y mirándola fijamente a los ojos, intentando decidir si estaba bien o no hablar de ello en estos momentos.
-Lo siento de verdad, solo lo dije sin pensar, para mi, eres como mi novia, pero no quiero presionarte ni nada de eso, se que no es el momento, por lo que te paso, y por lo que esta pasando.- me respondió Paula roja de la vergüenza.
No le conteste, solo cerré mis ojos y la bese largamente, de esos besos que no quieren que terminen nunca, suaves, delicados, pero con mucha pasión y entrega.
Sus manos empezaron a recorrer mi espalda desnuda, abrió sus piernas a mi, hasta que su sexo estaba pegado a mi vientre, instintivamente empecé a moverme de arriba a bajo para estimular su clítoris con el roce de nuestros cuerpos.
Ella agarro con sus manos mis glúteos apretándome más hacia su sexo, y aumentando así el placer que sentía, ella estaba completamente rendida al placer, y fue en ese momento que rompí nuestro beso y fui bajando con mi lengua poco a poco, recorriendo su cuello, senos, barriga, vientre, hasta que llegue a esa deliciosa fuente de la vida misma.
Su sexo brillaba por los jugos que brotaban de el, y su clítoris estaba rojo e hinchado como invitando a ser recorrido por mi lengua, y no perdí mucho tiempo para ponerme a esa tarea.
El olor de su sexo es sencillamente mágico, dulce, embriagante, y su clítoris vibraba con cada roce de mi lengua, mis dedos aprovecharon la corriente de sus jugos y empezaron a penetrarla furiosa y profundamente.
Sus caderas empezaron a moverse al ritmo de mi penetración y sus manos apretaron mi cabeza avisándome que su clímax estaba cerca, en ese momento saque mis dedos de su interior, y aprovechando lo empapado que estaba, apreté el índice en ese delicioso botón blanco entre sus glúteos.
Y antes de que pudiera protestar apure mis lengüetazos y penetre su esfínter apretado y caliente por primera vez.
Tal vez fuese por el momento de excitación, o lo lubricado que estaba mi dedo, pero Paula soltó un grito que se confundió entre dolor y placer, pero lejos de alejarme, ella solo apretó aun más mi cabeza sobre su sexo.
En ese momento empecé a moverme suave pero rítmica y profundamente en su interior, mientras con mi lengua mantenía esa estimulación en su clítoris.
No tardo mucho en llegar a un orgasmo que hizo que me obligo a levantar mi cabeza para ver su rostro completamente perdido en ese orgasmo, su blanca piel estaba completamente ruborizada, y podían verse como brillaba del sudor que emanaba por el calor del momento.
Tal vez ella pensó que eso había sido todo, pero esa noche podía haber sido la ultima de mi vida, por lo que la volví a acostar y poniéndome de cuclillas sobre su rostro, puse mi sexo a la altura de su boca para que lo devorara.
Ella ni corta ni perezosa no perdió ni un segundo, y con su lengua recorrió cada centímetro de mi entrepierna, era sencillamente espectacular, su lengua ya estaba empezando a conocer mi sexo, y había aprendido el ritmo que me lleva rápido al clímax.
Mis manos empezaron a apretar mis pequeños y pecosos pechos, y apretar mis erectos pezones, mientras que ella misma se estaba masturbando al ritmo de los lengüetazos que me propinaba.
En esa faena ambas llegamos a nuestro primer orgasmo simultáneo, haciendo que callera desfallecida sin fuerzas a su lado.
Ella subió hasta mí, y se abrazo a mi cuerpo mientras su boca jugaba con mi pezón, yo en eso solo acariciaba su cabello.
En esa posición nos quedamos dormidas, tal vez no fue la mejor noche de descanso, pero si una de las mejores noches de mi vida.
Cuando desperté ya Paula estaba en la cocina preparando el desayuno de todas, el olor de su piel estaba completamente impregnado en mi cama, haciendo que provoque no pararse nunca.
Me di una rápida ducha, y cuando me pare frente a mi closet no sabia exactamente que ponerme, en los juegos de Resident Evil, Jill Valintine, Alice, y Claire Redfield prácticamente enfrentan a los zombies en minifalda, o con vestidos, pero eso no era algo realmente practico, mucho menos para salir a una Caracas infectadas de Zombies, ladrones, o quien sabe que cosa peor, un político por ejemplo.
Recordé que Vannesa había leído un libro hace casi un año sobre zombies, ella era fanática de ese tipo de libros, y nos conto a todas que se debía usar ropa resistente, algo que cubriera toda la piel si fuese posible para evitar cualquier contacto por un mordisco.
Curiosamente esa conversación salió un día que todas en la residencia “debatíamos” quien era la mujer más sexi de los videojuegos, y ella como siempre, daba su punto de vista realista de las cosas que para nosotras eran fantásticas.
Mi Vanessa tenía eso, tal vez ella hubiera sido la más indicada para sobrevivir todo lo que esta pasando, pero ya no esta, y tengo que aceptar que debo seguir adelante.
Así que haciendo caso del consejo, me puse una chaqueta de cuero negra, especialmente gruesa, la había comprado para mis viajes a los paramos, y aprovechando el frio de Enero, no iba a pasar tanto calor, además, bajo ella prácticamente solo iba con un top negro bien ceñido a mis pequeños pechos.
De pantalones opte por unos levis clásicos igualmente gruesos, que tenia ya casi 10 años conmigo, y unas botas de seguridad de cuando trabaje hace muchos años en McDonald.
Agarre la escopeta que estaba en mi cuarto (no se porque, pero se les ocurrió que era la más “cuerda” e indicada para tener el arma) y me mire al espejo antes de salir de la habitación.
Parecía que Daryl de The Walking Deah y Claire Redfield habían tenido una hija pecosa, pequeña y medio chiflada, así que amarrándome una cola y respirando profundamente, Salí del cuarto.
Mis amigas estaban vestidas de manera muy similar, Anni con una chaqueta de cuero negra que se veía era de su novio, y Flor con una especie de camisa de neopreno que usaba cuando iba a surfear.
Todas en la sala nos miramos mutuamente, y fue Paula la que no pudo aguantar la risa y soltó un carcajada que hizo que todas nos riéramos también.
Fue bueno para bajar la presión, y nos ayudo a tener estomago para desayunar, hablar sobre las noticias y terminar de planear nuestra excursión.
Al parecer ya los medios nacionales empezaron a dar eco de lo que realmente sucedía, sin importar las presiones del gobierno para ocultar los hechos, incluso se decía que las sedes de varios de esos medios de comunicación estaban asediadas por zombies.
En los canales del estado, solo repetían el mensaje del ministro de defensa, donde decía que nadie podía salir a la calle, pues seria considerado una amenaza para las fuerzas del orden publico, lo que nos llenaba de terror, pero nos afianzaba la idea que teníamos que ir a por la novia de Flor.
Y ni ella, ni el novio de Anni se habían reportado, incluso, nadie había llamado esta mañana, ni siquiera la familia Paula, que prácticamente la llamaban 3 o 4 veces al día para saber como estaban, pero a pesar de todo nos pusimos manos a la obra.
El plan era realmente simple, vivimos en un conjunto residencial de una calle en forma de L, con dos entradas y dos salidas, nosotras estábamos justo en medio de esa L, y solo teníamos que salir por la punta norte, Llegar a la avenida principal, y recorrer unos 2 kilómetros de calles hasta la tienda/casa de la novia de Flor, pan comido pensamos.
Además, vivíamos prácticamente al otro extremo del aeropuerto, y aunque varios de los reportes ya estaban realmente cerca de hacia donde nos dirigíamos, pensaba que seriamos lo suficientemente rápidas para evitar cualquier contacto.
Paula nos despidió a todas con un abrazo grupal, y antes de que nos fuéramos me dio un beso para decirme que me esperaría.
Tratamos de ser lo más rápidas posibles, aunque en nuestro conjunto residencial hay como 20 casas, pudimos ver que casi todas estaban vacías, nuestros vecinos eran todos pudientes, y tenían casas en el interior del país, por lo que seguramente ya habían partido en sus carros nada más este problema empezó.
Solo pudimos ver que se encontraban todavía en sus casas una pareja de ancianos, y una joven pareja que tenia una niña de unos 6 años, el chico era policía.
La casa de la pareja joven esta justo en la salida que íbamos a tomar, y casualmente el chico llegaba justo cuando estábamos saliendo, tenia partes del uniforme rasgado, tenia una expresión de cansancio extremo y un herida vendada en uno de sus brazos.
-¿Qué carajo piensan que van a hacer?- nos dijo el policía casi gritándonos. -¿No saben que estamos en suspensión de garantías y pueden darle un tiro, o algo peor, encontrase con uno de esos bichos y que se las coman con todo y botas? ¿Y qué creen ustedes que hacen con esa escopeta?- fue tal su escándalo que su esposa se asomo por la puerta de su casa al escucharlo.
-Bue, buenos días, lo sabemos, pero necesitamos buscar a una amiga que no sabe lo que ocurre y puede estar en peligro.- Le respondí yo, intentando ser lo más fuerte y decidida posible, si algo me enseño María con mi jefe, es que se debe evitar parecer sumisa ante cualquier amenaza.
-Ustedes están locas, las calles son una locura, no solo están esos bichos, están saqueando casi todos los locales de la ciudad, así que es mejor que regresen a su casa, o las regreso yo mismo.- nos dijo sacando su arma y apuntándonos amenazante.
Estaba claro que algo no estaba bien en el, pero antes de que pudiéramos hacer nada el policía soltó la pistola y se dejo caer al suelo victima de un fuerte dolor en la cabeza.
Su esposa salió corriendo para abrir las rejas y nosotras entre las 3 lo ayudamos a entrar a su casa, al acostarlo en su cama, ya estaba inconsciente.
La niña todavía dormía, pero la mujer, Lucia, como nos dijo que se llamaba nos dio las gracias y nos dijo que saliéramos, que fuéramos a buscar a quien necesitaba ayuda, que su esposo nunca se comportaba así, tal vez fue por el dolor de cabeza.
Cuando salimos de la casa nos dimos cuenta que el arma del policía todavía estaba en el suelo, justo cuando Anni la levantaba para devolvérsela al policía la cogí del hombro y la obligue a apurar el paso para salir por la puerta que de a la avenida.
-No soy experta en armamento, pero si se que es mucho más fácil apuntar con una pistola, que con una escopeta que era casi de mi tamaño.- les dije mientras bajábamos por la avenida principal rumbo al negocio de la novia de Flor.
Cuando nos adentramos a la ciudad nos dimos cuenta de lo grave de la situación, las calles estaban prácticamente desiertas, y mientras nos acercábamos al comercio podíamos ver algunas tiendas saqueadas.
Aunque no habíamos visto a ningún zombie todavía, pudimos ver a varios de esos saqueadores todavía rapiñando lo que quedaba en las tiendas, ropa, electrodomésticos, si por lo menos hubiera sido comida, o bebida no hubiera sentido tal rabia, pero ellos solo buscaban lucrarse, no sobrevivir.
Cuando faltaban un par de cuadras para llegar al negocio de la novia de Flor, vimos al primer Zombie, que para nuestra sorpresa cuando estaba viva se trataba de una voluptuosa morena de tal vez unos 20 años, sus ojos eran rojo sangre y le faltaba un trozo bastante grande de mejilla, al punto que se podía ver el blanco de sus muelas.
Prácticamente iba desnuda, solo llevaba puesto la tanga de un traje de baño blanco, y sus grandes pechos desnudos estaban libres a la vista de todos.
En otro momento, tal vez me hubiera detenido a observar mejor ese escultural cuerpo que por momentos me recordó al de mi salvadora María, pero el terror que sentimos cuando se abalanzo hacia uno de los saqueadores que distraído extraía el reproductor de un vehículo estacionado en la calle.
Su rostro fue justo a la ingle del saqueador y solo pudimos escuchar el grito de dolor y terror que le siguió, mientras nosotras corríamos lo más rápido que podíamos.
Cruzamos la calle, y llegamos al negocio de la novia de Flor, era una especie de supermercado, pero de esos que venden al mayor, su Santamaría estaba abierta y de su interior podía verse un hilo de humo salir del establecimiento.
No pude evitar que Flor saliera corriendo para entrar al establecimiento así que solo pude jalar a Anni y apurar también el paso para que no nos dejara atrás.
Dentro, el escenario era desolador, no solo se habían llevado casi toda la mercancía, había dos personas muertas en el mostrador, ambas con heridas en la cabeza.
Justo cuando Flor iba a gritar para llamar a su novia, le tape la boca con mi mano y le dije al oído que no sabíamos quien podía estar acá, que mejor buscábamos primero.
Fuimos directamente a la oficina de la novia de Flor, le pase a ella la escopeta, ya que de nosotras era la más fuerte físicamente, quedándome yo con la pistola.
Apretando fuertemente el frio y pesado metal de la pistola fui la primera en entrar a la oficina, que para mi sorpresa estaba abierta de par en par, el problema fue que lo que mis ojos vieron era por mucho, la imagen más horrible que hasta ese momento había visto.
La novia de Flor estaba sobre el cuerpo inerte de un chico muy joven, tal vez de unos 15 años, ella le estaba devorando los intestinos con un hambre voraz.
Cuando me di cuenta ya Flor estaba entrando a la oficina, soltando la escopeta y con sus ojos completamente llenos de lágrimas.
Su novia, o mejor dicho, el zombie que en algún momento fue su novia se dio cuenta de nuestra presencia y se incorporo poco a poco, tenia una gran mordida en su pantorrilla, sus ojos inexpresivos y su ropa completamente llena de sangre.
Empezó a acercarse lentamente, su herida casi a la altura de su rodilla no permitía que se desplazara con rapidez, y eso me dio la oportunidad de reaccionar rápido y halar a Flor para salir de la oficina.
Pero un grito desesperado de Anni desde atrás de nosotras me hizo detenerme y voltearme rápidamente, un anciano, con las tripas fuera de su estomago y sin un ojo se le hecho encima a Anni ante nuestras miradas atónitas.
Tuvo la suerte de que los dientes no eran muy fuertes y aprovechando su chaqueta uso su propio brazo para mantener distancia.
Levante la pistola e intente dispararle al viejo, pero no salía ninguna bala, Flor reaccionando increíblemente rápido levanto la escopeta del suelo y colocando el caño cerca de la cabeza del viejo apretó el gatillo.
Un fuerte estallido lleno la habitación y los sesos del zombie quedaron regados en la pared, en ese momento una mano me agarro por el hombro y me tumbo al suelo con fuerza.
La novia zombie de Flor se había acercado a nosotras lo suficiente como para tumbarme, y justo cuando estaba a punto de echarse sobre mi para clavar sus dientes en mi cuello, Flor la golpeo fuertemente con la culata de la escopeta en su cabeza.
El impacto fue tal, que el zombie solo callo sobre mi sin moverse, momento que aproveche, para que a pesar de mi terror, quitármela de encima e incorporarme rápidamente.
Flor grito de rabia y desesperación, y yo solo pude abrazarla fuertemente y sacarla de apoco de la oficina, si para algo me sirvió ver tanto The Walking Death, fue para saber, que el ruido atraería seguro una gran cantidad de visitas no gratas.
Corrimos lo más rápido que pudimos hacia la salida del negocio, Flor no dejaba de llorar y justo cuando llegamos a la calle, un grupo de tal vez 10 o más zombies se acercaban a nosotras.
Casi nos tenían rodeadas, pero Flor logro tumbar al zombie que teníamos más cerca de nosotras usando la culata de la escopeta como maza, y corrimos como alma que lleva el diablo.
El problema fue que los caminos más directos a nuestra residencia estaban llenos de zombies o saqueadores, así que tuvimos que dar un rodeo de tal vez un par de kilómetros para poder llegar, ya que las manzanas en Caracas son en realidad grandes avenidas.
Cuando por fin llegamos a nuestra residencia eran casi las 6 de la tarde, por la zona de la ciudad donde caminamos todavía habían personas buscando provisiones, o como nosotras a sus seres queridos.
Incluso una señora nos dio la oportunidad de descansar dentro de su casa, ella vivía con sus dos hijos, y ambos estaban apuntalando la entrada para que nadie pudiera forzarla.
Es bueno ver, que a pesar de tanta locura y maldad, todavía había gente buena en este mundo loco.
También pudimos ver algunas unidades de la guardia nacional y la fuerza armada, incluso un par de tanques, pero se dirigían hacia la zona pudiente de la ciudad, donde viven los generales y políticos ricos de nuestro país, seguramente para hacer un gran perímetro de defensa.
Paula estaba en la puerta de la urbanización esperándonos para abrirnos, con lágrimas en los ojos abrazo nos abrazo y nos dijo que entráramos rápido a la casa para que le contáramos todo, y que ella tenía noticias importantes.
Flor nada más entrar se encerró en su habitación, Anni hizo el amago de ir con ella, pero yo la detuve y le dije que le diera tiempo, que lo que había pasado es algo fuera de lo normal, y que seguramente estaba destrozada.
Paula nos había preparado comida, pero en realidad, ninguna tenia ganas de comer, así que sin mucho preámbulo le contamos a Paula todo lo que nos había pasado.
Mientras Anni le contaba todos los detalles, Paula agarro fuertemente mi mano, y la beso, sus ojos me expresaron lo mucho que se preocupo por nosotras, por mi, y fue una bonita sensación a pesar de todo.
Luego de eso fue Paula la que empezó a hablar para contarnos lo que había pasado, en primer lugar, le dijo a Anni que su novio había logrado comunicarse, y que había decidido desertar y en la primera oportunidad que se presentara, escaparía para llegar acá.
Lo otro es que en las noticias habían dicho, que todo el gabinete de gobierno, incluyendo al mismísimo presidente había abandonado la capital, montando sus operaciones en el interior del país, además que los canales que estaban más cerca del aeropuerto habían dejado de funcionar en el trascurso del día.
En otros países la situación no era mejor, prácticamente media Europa estaba muerta, no solo en sus comunicaciones, sino en sus habitantes, los videos de grandes mareas de muertos vivientes chocando contra las barricadas de soldados en toda el continente eran escalofriantes.
Parecía que no existían suficientes balas para tantos zombies, que no tenían descanso, que no solo eran hombres o mujeres adultas, la mayoría era niños, ancianos, incluso me pareció ver en un video a una mujer embarazada.
Incluso en Estados Unidos la cuestión no estaba mejor, casi toda la costa oeste estaba tomada por los zombies, y lo increíble es que los gobiernos no parecía que hacían algo para remediarlo.
Luego de tantas noticias, decidí ir a mi cuarto a descansar, Paula se quedo con Anni para seguir viendo las noticias que podía en internet (mientras hubiese) asi que aproveche para escribir esta entrada, ojala este día termine mejor, pero ya lo escribiré mañana.
Y así termino otro día aburrido, entre policías, escopetas y sesos.