Mi Diario de un Despertar Z Cap. 2
Segunda parte del diario, va algo lento, pero espero les guste...
3-Enero 2015
No sé si existe un libro de normas de cómo hacer un diario, pero estoy segura que no se empieza con groserías, pero tengo un “puta madre” atorado en mi garganta.
Hoy empecé mi día intentando hacerlo lo más normal posible, me arregle para la oficina mientras mi mejor amiga Paula me hacia un desayuno de campeonato, nunca he mirado a mi costilla con ojos más allá de la amistad, y su apoyo incondicional ha sido vital para ir saliendo de este mal momento.
Pero eso no quiere decir que este ciega, mi amiga tiene un cuerpo digno de mirar, y vestida solo con una piyama de short de tela y top, es casi imposible no hacerlo, su cabellera azabache contrasta con el blanco de su piel blanca como la leche, y su cuerpo, aunque como el mío delgado y pequeño, tiene todo justo donde debería ir.
Eso sin olvidar que el particular frio pos-navideño que hay en Caracas tenia erizado sus pezones a tal punto que parecían que iban a explotar debajo de su top, coño, fue la primera vez desde que murió mi novia que pensé algo morboso, no sé si sea algo malo, pero ahora que lo pienso, haber sentido algo diferente a tristeza o rabia fue reconfortante.
Nuestra conversación se baso más que nada en lo que pasa en Moscú, mi amiga que en sus tiempos libres es periodista (o eso dice ser) está muy interesada en el tema, parece que se están cerrando todas las fronteras y las comunicaciones están cada vez más limitadas, incluso son pocos los twitteros que tienen alguna información que se limite a alguna foto de fuerzas armadas cerrando los perímetros en la capital, pero parece que la cuestión se le está saliendo de control a Putin, e incluso se espera que la Unión Europea se pronuncie a primera hora mañana.
Tras eso fui a mi lugar de trabajo, realmente la oficina no es un buen lugar para alguien con problemas de memoria, pero estoy intentando hacer las cosas con calma, aunque mis compañeros de trabajo son personas a las que se le puede hablar, mi jefe, un robusto señor de unos 50 y tantos, es un cabrón de primera.
El ha tenido muchos percances con varios de mis compañeros, incluso una vez lo vi mientras tocaba con sus asquerosas manos a una pasante en su oficina, creo que fue ella misma que dejo la puerta entreabierta, yo quería entrar a dejar unos papeles y justo en ese momento pude ver por esa rendija que él la estaba obligando a dejarse tocar.
Hice un ruido y entre, la chica apenada salió de la oficina, y no volvió a vérsele la cara, desgraciadamente es algo que creo que pasa mucho en esta empresa, no solo con mi jefe, claro, el sabe con quién hacerlo y con quien no, si se hubiera atrevido conmigo no le hubieran quedado dientes, tal vez mida 1,61cm, pero tengo un derechazo que no juega carritos gracias a mis clases de defensa personal.
Cuando Salí del trabajo me fui a comprar (o mejor dicho, a hacer la cola para comprar) jabón de baño y otras cosas, tal como van las cosas en mi país, será mejor volverme una acaparadora y tener mi residencia bien repleta de diferentes víveres, prefiero a vivir en una cola.
Además de eso, parece que otra vez intentaron entrar en la día a la residencia, desde las 10am, hasta después de las 5pm no hay nadie, y llevan varios intentos de robo, a pesar de que los muros relativamente altos, el frente tiene unas rejas de hierro un tanto abiertas, y la puerta de frente no es muy resistente, hablamos con la dueña de la casa para que nos lo arreglara, así tengamos que dar una parte nosotras.
Al llegar a mi cuarto me di un baño de esos que acaban el agua caliente, quería sentirme viva otra vez, quería poder arrancar de mi cuerpo y mi mente el dolor que siento, extrañar tanto a alguien no puede ser posible.
Mientras pasaba el jabon por mis pequeños pechos, casi podía sentir su mano jugar con ellos, su lengua rozar mis pezones mientras con su cuerpo, brindarme ese calor de pasión que siempre sentía cuando estaba con ella.
No me dio animo de mucho más y me Salí del baño para acomodarme a dormir, y claro, escribir este extraño diario.
Y así se fue otro día, aburrido hasta las pepas y entre colas, tragedias y pezones….