Mi Día Seguro

A veces odiaba el escultural cuerpo de mi hermana y como este era tomado una y otra vez por su gemelo, mi preciado hermano, así que elabore un plan para tenerlo, al menos por una noche.

Esta es la continuación de mi anterior relato, así que recomendaría leer el previo.

El brillo del sol pasaba por aquellas lindas cortinas, las cuales sin oponer resistencia dejaban pasar los rayos de sol hasta mis ojos. Fastidiada, me levante, solo para darme cuenta que eran alrededor de las 9:25 a.m, hora excesivamente tarde para mis habituales labores, pero ya no me preocupaba. Había terminado la secundaria y ahora, por fin, podía tomar mi merecido descanso, después de tantos años al último, la secundaria, a pesar de ser aburrida con sus cursos, fue bastante generosa en la parte amical. Así pues, me sentía más liberal y podía relajarme con todas sus expensas: tomaba las diferentes consolas de mi hermano y me ponía a jugar los diferentes videojuegos que tenía, me concentraba en mi arte y me dejaba llevar por la imaginación y luego me ponía a escribir historias. Todo era perfecto excepto, tal vez, por el hecho que no tenía novio y como explique en la anterior vez, la mayoría aunque eran lindos y todo, siempre encontraban la manera de aburrirme.

Mi familia me alentaba mucho elogiándome los cuadros que pintaba, los cuales solo los gemelos podían entender, y bueno, aunque todas mis hermanas mayores estaban en la universidad, estas no podían ir más allá del marco que dibujaba. La inteligencia de los gemelos, sin embargo, los hacía entender las bellas imágenes que trazaba y que día a día me esmeraba más en perfeccionar.

Luis : Pues ya va siendo hora que nos traigas un prometido a la casa

Dijo mi hermano burlonamente

Yo : Pues que me aburro con los chicos de ahora, no tengo la culpa de ser culta

Dije esto sin interrumpir, mi labor de pintar

Luis : Ven a la Universidad entonces. Te aseguro que encontraras alguno

Yo : Acabo de terminar la secundaria, quisiera un tiempo libre de los cursos para continuar con mi arte

Luis : Pero, puedes seguir una carrera ahí… la que tu decidas, pintora, escritora… y mientras más rápido termines mucho mejor para ti.

Yo : Pero no tengo el dinero y creo que es mejor ahorrar para la familia en estos tiempos

Luis : No te preocupes, tenemos un conocido ahí, gracias a él podemos recibir la instrucción prácticamente gratis. ¡Anímate!

Ahora recordaba que mientras mi padre aun estaba con vida, se había metido en diferentes tipos de proyectos, su fin: el preciado lucro. En uno de sus tantos proyectos, encontró a esta persona, Carlos, creo que se llamaba, a quien cordialmente invito a su casa y a cenar en su mesa. La amistad fue creciendo y creciendo hasta esa fiesta de los gemelos, cuando sello su amistad con su preciado amigo jurándole pagar la educación superior de todos sus hijos, siempre y cuando sea en su Universidad.

Yo : Puede ser, pero déjame pensarlo

Luis : El tiempo que quieras, pero no crezcas vieja con eso

Yo : Jaja

Luis : ¿y como se llama esta obra?

Yo : La he llamado… "Incesto"

El día de hoy me sentía algo malvada, quería ver su reacción al decir esto, que es lo que pensaba acerca del tema al mismo tiempo que lo acorralaba como un indefenso conejo.

Luis : ¡Vaya! Menudo tema has escogido

Yo : Si bueno… hoy me sentía algo mala, así que pensé en dibujar esto, ¿Qué opinas?

Luis : Pues parece algo erótica, aunque no puedo diferenciar todo el cuadro, hay dos personas amándose ahí

Yo : Haciendo el amor, hermano, haciendo el amor.

Luis : Bueno pues eso

Yo : Pero no me has dicho tu opinión sobre el tema. ¿Qué crees? ¿Esta bien? ¿esta mal?

Luis : ¿Quiénes son los que estas dibujando?

Yo : Un hermano y una hermana, amándose locamente como solo una pareja haría, libres al viento, consumando su amor

Dije melodramáticamente

Luis : Eres bien teatrera cuando quieres.

Yo : La pregunta, hermano, la pregunta.

Luis : Pues… yo creo que si dos personas se aman, no importan esos detalles.

Yo : ¡Que pervertido!

Dije burlonamente

Luis : No he dicho que lo haría

Yo : Jajaj… claro si no este sería tu harem

Luis : Jaja… tonta

Yo : Pero dime, en el supuesto que amaras a una de nosotras. Le demostrarías tu amor y te casarías con ella.

Dije esto mientras dejaba mi lienzo para mirarlo a él, quería ver su cara de preocupación, pero al mismo tiempo, también, que me viera de pies a cabeza, y vea, por fin, en la hermosa mujer que me estaba convirtiendo.

Luis : Yo creo

Antes de decir palabra alguna, mi hermana apareció en mi costado, cortando la ansiada respuesta de mi hermano.

Angela : Apuesto a que están sedientos, aquí les traigo limonada

Luis : Justo lo que necesitaba

De la que se salvo, pensé yo.

Angela : Hermana, creo que deberías hacer estas cosas dentro de la casa, afuera te puedes quemar o dañar tu piel

Dijo preocupada

Yo : Es que afuera me inspiro más

Angela : Pero debes tener cuidado, no quiero que te maltrates.

Luis : Justamente le estaba diciendo para que vaya a la Universidad.

Dijo tomando un sorbo de su vaso

Angela : Pues eso estaría bien, ya va siendo hora de que decidas una carrera.

Yo : Sí, lo estaba pensando, no parece una mala idea.

Angela : Claro que no, es todo otro mundo allá. Te gustara.

Yo : Lo pensare

Angela : Sí, piénsalo, por favor.

Luis : Bueno… será mejor que me vaya alistando, tengo que ir a la Uni

Angela : Nos vamos juntos, ¿verdad?

Luis : Sí, te espero

Mi hermano se adelanto y se fue directamente a la casa, dejándonos solas. Mi hermana lo vio perderse en la puerta y se acerco a mí, me tomo de la cintura y de la cabeza y me dio un beso, beso que solo ella me podía dar para satisfacer mi lujuria, un beso que parecía interminable o mejor dicho que no quería que terminara. Me quede inmóvil por un momento, pero luego accedí a su juego, moviendo mi lengua al ritmo de ella, mientras se entremezclaban unas con otras intercambiando nuestra pasión. Me beso largamente y termino, dejándome con su miel en mis labios.

Angela : No quiero que maltrates esa linda y blanca piel, gatita.

Yo : Esta bien

Dijo sumisa

Angela : Por que no quiero perder la pasión por ese cuerpito tuyo

Dijo ella con su típica perversidad

Sin temor a ser vistas, apego su cuerpo con el mió y me subió el enterizo, comenzando a tocarme la rajita a través de mi braguita. Que dulce era aquello, el placer de ser tocada por ella, sabía muy bien donde tocarme y como hacerlo, recorriéndome y excitándome todo el sexo con sus suaves dedos blancos.

Yo : Nos van ver

Angela : Y eso te excita ¿verdad?

Dijo hipnotizándome con sus grandes y bellos ojos azules

No quiera decirlo, pero sí, la sensación de ser descubierta ahora me excitaba y no me importaba que lo hicieren, quería que sepan que llegaba al clímax por manos de mi hermana, que parecían siempre saciar mi perversión. La mire tratando de que reaccionara, pero sus lindos ojos azules se encontraban mirándome el rostro lleno de placer. Esos ojos que me hacían perderme en su increíble azul, esos mismos ojos que ahora se llenaban de lujuria y me hipnotizaban para solo amarla a ella, esos mismos ojos que seguramente alguna vez encendieron la flama del incesto entre ella y su gemelo. No podía resistirlos, me encantaban y me enamoraban, me hipnotizaban y me violaban.

Angela : Será mejor que termines rápido o mi hermano saldrá y te pillara… así que mejor te doy una ayudita.

Detuvo su movimiento y metió sus dedos dentro de mi braguita, primero concentrándose en mi clítoris, tocándolo y presionándolo entre sus dedos. Mis gemidos pronto se descontrolaban así que me lleve un dedo a mi boca para morderlo y parar mis pervertidos sonidos. Su otra mano jugaba con mis juveniles senos, manoseándolos y acariciando lo mejor que podía mis puntitos. Pero pronto subió sus dedos a mi boca, así que comprendiendo lo que quería, comencé a lamer sus dedos como si se tratara de una verga mientras con su otra mano me apuñalaba en mi rajita, moviéndose por cada rincón de mí y entrando y saliendo más y más rápidamente.

Yo : Me corro

Me dije abrazándola y ocultando mi cara de excitación

Pare mis gemidos y me vine frenéticamente, salpicando mi perversión sobre toda mi braguita. Cansada de amar, me arrodille en el verde gras tratando de calmar mi apresurada respiración mientras mi hermana sostenía aun en sus dedos ese espeso liquido mió. Lentamente mi líquido comenzó a perderse en la boca de mi hermana, quien parecía disfrutar de cada gota de mi lujuria.

Angela : ¿Quieres divertirte hoy en la noche?

Otra vez ella deseaba ponerme esas palabras en mi boca, tratando también de involucrarme en su juego, le gustaba que le dijera que me gustaba el incesto.

Lo pensé por un momento pero mi cuerpo lo pedía con ganas y yo no estaría dispuesta a negárselo

Yo : Sí

Angela : Sí ¿Qué?

Dijo ella inocentemente

Yo : Sí, ama

Respondí avergonzada

Mi hermano salió de la casa, ya listo para ir a su universidad. Parecía ser que ese día tenía una agenda bastante apretada por la prisa que llevaba. Yo, no quería levantarme por que había manchado la braga y ahora mi liquido estaba bajando por mis piernas, así que me quede allí arrodillada, como mirando el gran jardín. Mi hermano pronto recorría el sendero hasta la puerta, al tiempo que mi hermana tomaba el rumbo junto con él, no sin antes volverme la mirada y guiñarme un ojo.

Limpie mis piernas de mi espeso liquido, me sentía muy avergonzada, pero ese día, al menos, no había nadie en casa excepto por los gemelos y yo, así que entra para tomar algo helado y calmar mi ardiente cuerpo. Entre en la residencia, tratando de calmar mi sed, cuando vi en el sofá una figura jugando con la consola de mi hermano.

Yo : ¿Hilda?

Hilda : ¿Sí?

Dijo ella despreocupada

Yo : No tenías ir con mi mama a comprar las cortinas para su cuarto

Hilda : Pues… sí pero, las gemelas se desesperaban por salir así que fueron juntas.

Yo : Ah!!! Entiendo

Hubiera sido una pena que ella me hubiera visto con mi hermana mayor, pero normalmente ella se distraía tanto en los videojuegos que todo el mundo desaparecía para ella.

Hice un espacio para contarle acerca de mi inseguridad sobre ir o no a la universidad, es decir, no quería hacer las cosas premeditadamente, ni tampoco perder mi juventud. Así que comenzamos a dialogar, y ella tuvo la delicadeza de apagar la consola y concentrarse en mí. Dialogamos lo suficiente como para que me motivara a seguir una carrera en la universidad, Hilda era una de mis hermanas que gustaba mucho de la imparcialidad de las cosas, así que me dio la suficiente información para que tomara una decisión. Era odioso tener que ir a estudiar de nuevo, pero en todo caso era necesario si no quería ser una carga para la familia, especialmente ahora que mi padre no estaba y los gemelos tenían que soportar todo ese cargo de la familia en sus hombros. En fin me decidí por ingresar, pero no sin antes tener mi ansiado premio.

Ya llegada la noche, me aliste con una pijama ligera y con mi cámara de video, esa noche mi lujuria estaba al máximo, como esa esperada película porno que ya uno planea pero tiene que esperar por las diferentes molestias. Me ajuste en el armario de mi hermana con mi cámara, esta vez tenía el consentimiento de ella, nada podría fallar… así que espere pacientemente a la llegada de los amantes.

La puerta se abrió dejándolos pasar y yo encendí la cámara para filmar el tan ansiado suceso. Personalmente, ya saboreaba la escena en mi mente, pero debería estar lo suficientemente calmada para no hacer algo estupido.

Los amantes entraron con mucho sigilo, parecían reírse de haber alcanzado la calidez de su dormitorio sin que nadie se enterara. Pronto mi hermana quito esa sonrisa, por una más picara, besando a mi hermano y saboreando con sus manos el bulto que crecía en el pantalón de su amado. Mi hermana lo dirigió a su cama y lo tiro allí sobre sus blancas sabanas mientras mi hermana se situaba encima de él, sobando su chochito con el bulto que formaba en su pantalón. Lentamente, mi hermano la desnudo de la cintura para arriba, encontrándose con esos inmensos, firmes y blancos senos, los cuales comenzó a acariciar con las manos y dándoles largos y apasionados besos. Cuando hacia este movimiento mi hermana acercaba su cabeza a sus predominantes tetas para no dejar de experimentar tan exquisito placer, él las mordía y estiraba sus pezones con su boca delicadamente mientras su otro pezón era presionado simultáneamente por sus dedos, causando en mi hermana la saciedad de su perversión.

Mi hermana no espero más y lo desnudo todo hasta llegar a su boxer y a su más ansiado premio, que ya se alzaba palpitante ante ella, quien agradecida de la emoción de su glande, lo llenaba de mimos, acariciando manualmente su verga y moviendo incesantemente su mano de arriba abajo todo el tronco mientras besaba y mordía sus bolas, según ella, para que produzcan rica miel. Luego comenzó a recorrer su lengua por todo el tronco, se preocupaba muy bien en dejar toda la verga mojada de su saliva, por que no paro hasta estar completa y ligeramente mojada, para luego, concentrarse en la cabecita, dando, al principio, unas pequeñas succiones que poco a poco devoraban toda la verga de mi hermano. Ya dentro de ella, comenzó su raudo movimiento succionando la verga apresuradamente, deleitándose y jugando con ella, llenándola de su líquido y reclamándola como suya, mientras con las manos movía inquietantemente sus apreciadas bolas. Ocasionalmente dejaba su movimiento para succionar apresuradamente la cabecita, la cual parecía estar agradecida de este actuar, ya que mi hermano apresuraba su respiración cuando ella hacia esto. Seguía succionando y succionando tratando acabar su caramelo de carne, tratando de que este por fin brote su delicioso líquido que ella tanto reclamaba.

Angela : Quiero moverme a tu placer, mi amor

Dijo ella, dejando su succión y situando las manos de su amante en su cabeza para seguir su ritmo.

Ahora mi hermano la tomaba de la cabeza y la atraía y alejaba a su verga mientras ella succionaba violentamente, dejando rastros de su liquido preseminal, los cuales caían de su boca incesantemente. Mi hermana disfrutaba mucho de este violento acto, ya que no paraba de acariciar con su boca la verga que se introducía y salía fuertemente de ella. Con cada arremetida de su amante ella aumentaba su succión, sincronizándose apasionadamente para llevarlo al orgamos.

Luis : Ya estoy, Mi amor

Dijo mi hermano con el climax en la cara

Mi hermano aparto sus manos de la cabeza de mi hermana, quien ahora se separaba de él, cerrando sus luceros para recibir los descontrolados disparos de semen de mi hermano, que ahora manchaban todo su rostro con su espeso liquido blanco. Abrió sus hermosos ojos azules y comenzó a tomar con sus dedos el semen esparcido en su bella cara, para luego llevárselos a la boca.

Angela : Ya ves que aun te gustan mis orales

Dijo ella dibujando su picara sonrisa y tragando la miel de mi hermano

Luis : Ahora me toca, mi amor

Mi hermano la situó delicadamente en la cama, removiéndole el jean, y quedándose con su bragua, besándola a través de su ya mojada prenda, parecía que quería jugar con ella un poco más, pero yo no esperaría más y mientras situaba mi cámara en el zoom correcto, divise con más detenimiento como su lengua se movía como una serpiente encima de la rajita de mi hermana, con mi otra mano me llevaba la mano a mi conchita. Que exquisita y real porno era aquello. Él le quitó la braga y comenzó a lamer toda su conchita deslizándose por toda ella e introduciéndola en su sedienta vagina que pedía a gritos sus mimos, todo esto hacia que mi hermana se retorciera de placer allí en su cama. Él le levantó sus blancas piernas y comenzó a lamer su ano e introducir su lengua una y otra vez en su arito al tiempo que mi hermana gemía de placer, llevándose las manos a sus pezones y estirándolos como lo hizo su amado, pensé en que tan bien se sentiría que te lo hicieran por el culito y la cara de mi hermana extasiada en su placer me dio la respuesta.

Me di cuenta que si ajustaba la cámara con las mantas del ropero obtenía una buena imagen, así que con una mano ocupada en mi chochito, use la otra para acariciarme los senos. La pareja ahora se disponía a ser uno y la excitada verga de mi hermano, lo deseaba a gritos, así que poco a poco penetro su glande en la rajita de mi hermana, quien esmeradamente pedía que fuera lento, ya que ese día estaba sensible. Mi hermano, escuchando las suplicas de su amada, empezó con un ritmo lento, metiendo toda su gran verga para luego sacarla y nuevamente introducirla en la raja de su amada. Sacaba lentamente su exquisita pieza de carne de mi hermana y luego la embestía dura y raudamente, repitiendo este movimiento una y otra vez, emitiendo un pequeño estruendo al golpearla con su verga. Mi hermana le reclamaba un beso, así que se tiró sobre ella por la tan ansiada recompensa.

Angela : Ya puedes ir más rápido

Dijo ella abrazándolo y continuando con su beso. Mi hermano ahora con el consentimiento de su amada, penetro una y otra vez raudamente mostrando esa pasión descontrolable de su incesto. Sus acelerados movimientos me hicieron enfocar y poner zoom en esa parte donde su miembro se encontraba con el sexo de mi hermana, clavándola y chocando innumerables veces sus bolas contra ella.

Angela : Te dije que hoy estoy sensible, no tan rápido, amor

Dijo ella aun gimiendo

Pero mi hermano no la escucharía y seguiría con su actuar, ya sumido en su placer. Mi hermana trataba de alejarlo pasivamente con sus manos, pero no sería rival para los embistes de su amado, quien ya pronto dibujaba en su rostro el climax. Sería mi hermana quien llegaría primero al climax, disparando su lujurioso liquido y orina mientras mi hermano aun le introducía su falo. Mi hermano se detuvo a admirar dicha escena que también me ponía a mil, y aunque nunca había llegado así con un hombre, era increíble verla correrse de esa manera. Mi hermana trataba de cerrar sus piernas ante tan vergonzosa escena, pero mi hermano no la dejaba y permitía que sus líquidos le salpicaran en todo su cuerpo.

Angela : ¡Malo! Que vergonzoso

Dijo ella aun viniéndose

Luis : Te ves hermosa, mi amor

Dijo él calidamente

Angela : Mentiroso… Soy una lujuriosa

Dijo ella picara

Luis : Y así me gustas

Dijo él nuevamente introduciendo su cimbrel, para retomar su movimiento tan raudo como antes. Esta vez, mi hermana lo recibía placenteramente, parecía adorar su rapidez mientras su verga le repasaba su sexo una y otra vez, perdiéndose entera en la sedienta vagina de ella. Pronto mi hermano llegaría al climax y mi hermana aconsejaba correrse en su cuerpo, así que su amante pronto a llegar al climax saco su falo de su amada y comenzó a disparar su caliente semen sobre el cuerpo de mi hermana, llenándola de su espeso liquido blanco por todos sus predominantes senos.

Yo, por otra parte, me partía el chochito con mis dedos y me había venido tan bestialmente como mi hermana en el exacto momento en que mi hermano disparaba su miel sobre su amada, dentro de mí me imaginaba ser ella, recibiendo el afecto de mi hermano y sofocada por su rico semen. Mi hermano, aun lujurioso y con el pene en alto, comenzó a lamer apasionadamente la pie de mi hermana saboreando cada uno de sus blancos dedos mientras mi hermana tomaba con sus manos su verga preferida y la agitaba tratando de no perder su dureza.

Angela : Hoy quiero ser traviesa, mi amor, ¿puedo verdad?

Dijo ella lamiendo el semen que tenia en los dedos

Luis : Sí, linda

Ella se puso de cuatro patas en la cama, alzando su exquisito monte para que mi hermano se deleitara. Él la tomo por entre las nalgas, sobándolas por su encantadora firmeza, besándolas en medio de estas y separándolas para llegar a su pequeño arito, recorrió, pues, con su lengua el contorno de su culito e inmediatamente introdujo su lengua en ella. Parecía que esto extasiaba de placer a mi hermana y personalmente me hacia imaginar que deliciosamente placentero sería tener una verga tan grande en mi culo. Pronto mi hermano alistó su tótem de amor para la sedienta rajita de mi hermana.

Angela : Penétrame ya, mi amor, no puedo esperar

Decía ella volteando la cara a mi hermano, sin perder su posición.

Mi hermano alisto su deliciosa verga para introducirla en la rajita pero justo antes de entrar en la placentera calidez de mi hermana, ella obstaculizo con su palma la entrada a su rosada vagina.

Angela : Ahí, no, mi amor

Dijo ella pícaramente

Mi hermano entendió y yo también, era hora de ver un anal y yo estaba muy excitada de ver por primera vez esa picardía en los hermanos. Puse zoom a la cámara en el arito de mi hermana, tendría suficiente material para ver aquella escena después una y otra vez. Posó su cabecita en su arito e introdujo progresivamente su palpitante pene, primero se perdió la cabeza, la cual ingreso atropelladamente y con lo alaridos de placer de su amada. Una vez adentro, lentamente introdujo el tronco, el cual progresivamente se perdía en su hambriento ano. Mi hermana se sofocaba de placer, algo que su rostro no podía ocultar, gimiendo suavemente su placer, al tiempo que sus piernas parecían soportar el pequeño dolor producido por la verga de mi hermano, así pues se tiro con sus pechos a la cama, tomando con fuerza las sabanas mientras sus piernas aun permanecían levantando su monte. Mi hermano la había hundido toda y ya no se veía su venoso tronco, sino que por el contrario, lo único visible eran sus bolas que permanecían duras y listas para derramar miel.

Mi hermano ahora empezaba su movimiento lentamente, sin sacar la cabecita del ano, perforándola una y otra vez. Pronto sus movimientos se volvían más rápidos al unísono con los gemidos de mi hermana, quien explotaba en placer y no reprimía sus gemidos.

Angela : ¡Ah! ¡que rico! ¡que rico! Mi amor, sigue así perfórame hasta el fondo.

Decia ella en su lujuria

Luis : Estas más apretada que la última vez, hermana

Dijo sin perder el movimiento

Angela : Solo para ti, cariño

Mi hermano incremento su movimiento, parecía tambien querer complacer a su amante, cuyo cuerpo ya mostraba los signos del cansancio y del lujurioso sudor de aquel amor, mi hermano, aun cabalgándola le pidió a mi hermana.

Luis : Levántate un rato, quiero sentirte toda.

Angela : Pues que amante más tierno

Dijo ella con una risa picara

Ella se levanto, sosteniéndose con las manos y quedando en cuatro patas mientras mi hermano, ahora la sostenía con sus brazos, besándola todo el cuello y dando rienda suelta a su movimiento. Rauda y apresuradamente sacaba y penetraba su pedazo de carne en el ano de mi hermana, quien parecía no solo disfrutar del placer y dolor, sino también unirse a él, al presionar su cuerpo contra el cuerpo de mi hermano para conseguir más de esa combinación de sensaciones.

Angela : Así mi amor, clávamela hasta que reviente… déjame rojo el arito… rómpelo mi amor, rómpelo.

Decía ella en su lujuria mientras se hacia uno con mi hermano, salvajemente.

Luis : Que rica estas, mi amor

Dijo él saboreando con su verga cada rincón de ella

Angela : Dame tu jugo de amor, hermano, quiero que me llenes todo mi arito.

Su salvaje movimiento continuo moviendo la cama de aquí para allá, mientras ellos como todos unos animales consumaban su amor encima de esas blancas sabanas.

Luis : Me voy a venir, mi amor… en tu arito

Angela : Llénala toda por que estoy sedienta de amor.

Mi hermano la tomo fuertemente, mientras su verga descargaba la deliciosa miel blanca que mi hermana tanto deseaba, disparando en las paredes interiores de su ano y causando la saciedad de su amada. Cansados de aquel salvaje amor, mi hermano retiro su verga del arito de mi hermana, saliendo junto con esta los restos de semen de aquel bestial climax. El inundado culo de mi hermana despedía el espeso semen de su amado, que ahora se revalzaba de su ano y recorría sus largas piernas blancas.

Ambos se limpiaron de su incestuosa perversión y se acurrucaron en la cama.

Angela : Hoy te quedas a dormir conmigo, ¿verdad?

Luis : Sí, hoy no hay problema.

Dijo él concediéndole su deseo

Se dieron un apasionado beso y luego mi hermana lo abrazo, cerrando sus lindos luceros para luego dormirse ahí con su amado. Yo hice lo mismo, aquel día había sido bastante agitado incluso para mí que me había venido como 3 veces. Pero pronto figuraba, en ese mismo espacio, un plan para tener lo que por derecho me pertenecía.

Me había decidido a entrar a la universidad y así lo comunique a mi familia, la cual lo recibió con el mejor agrado y halagándome la decisión. Personalmente, me sentía muy madura al haber hecho tal elección, pronto podría conseguir un empleo y fácilmente hacerme en la vida. Mi hermana pensó que lo mejor sería postular de inmediato, cosa a la que accedí de inmediato ya que comenzar más rápido era tambien terminar más rápido. El examen se realizaría en más o menos 2 semanas

Yo : ¿Pero tan rápido?

Dije asombrada, tomar un examen estaría bien pero no me daría tiempo para estudiar del todo

Angela : Pues, te digo que no es muy difícil entrar a una universidad privada

Yo : Tu dices eso pero

Julia : No es nada, en realidad las hacen muy fáciles, la cosa es lucharla adentro.

Yo : Pero es muy poco el tiempo

Hilda : Para tu carrera no se pide muchos puntos, pero igual te ayudare a estudiar si deseas. En todo caso, si fallas te servirá como experiencia para la próxima vez.

Tanto entusiasmo en el comedor, incluso con mi madre apoyándome, decidí tomarlo. Me prepare bastante leyendo y resumiendo los diferentes libros, fueron días de exhausto estudio y conocimiento. Pero al mismo tiempo planeaba cuidadosamente, como solo una mujer lo haría, el plan adecuado para obtener mi propio y delicioso incesto, el cual planeaba realizar en mi siguiente "día seguro".

El esperado día del examen de admisión llegó y debo admitir aunque estaba muy nerviosa pude hacer un par de amigas allí en la cola, especialmente una deliciosa joven llamada Amy, a la cual espere hasta terminar el dichoso examen. Casualmente ella vivía a solo dos cuadras de mi casa y estaría también en mi misma carrera, si es que entrábamos, claro esta. Fueron angustiosos días de reposos, el día de la entrega de resultados concordaba exactamente con mi día seguro, pero no echaría el plan pon la borda, ese día necesitaba un hombre y no cualquiera, sino ese

Me acuerdo muy bien, haber ido a recoger el veredicto con mis hermanas Hilda, Julia y mi nueva amiga Amy. Era una mañana soleada pero no de esas que ahora queman con tanto fulgor sino de esas calidas mañana que lo invitan a saborear la vida, así pues, llegamos a la universidad nuevamente para divisar los papeles pegados en las paredes anunciando a los ingresantes. Recuerdo con viveza tener la descarades de revisar desde el primer puesto haber si mi nombre estaba ahí, lógicamente no estaba entre los mejores pero me di con la sorpresa que había quedado con el 4to puesto, un buen puesto para alguien que solo había estudiado 2 semanas, debo admitir que eso me aumento la moral.

Mi amiga parecía también haber ingresado en un puesto más lejano, pero ingreso, era lo que verdaderamente importaba. Me vanaglorie de mi 4to puesto ante mi pequeña audiencia, causando el disgusto de Julia, quien años atras había ingresado casi a las justas. Sin embargo, ella misma, trato de minimizar lo que yo había hecho al decir que Hilda había ingresado en 1er puesto y bueno… sin haber tocado siquiera algún libro. Personalmente recordaba ese suceso, Hilda nunca estudiaba pero aun así obtuvo esa gran puntuación, recuerdo también que muchas academias se prestaron para que ella dijera que pertenecía a esas diferentes instituciones, pero nunca acepto ¿Por qué? Nunca lo sabré. Me ayudo bastante en mis estudios, demasiado diría yo demostrando una gran inteligencia y capacidad de resumen, veía por un fin una parte de mi hermana que nunca había percatado, cuando pregunte por que no hacia alarde de estas habilidades, ella solo contesto:

Hilda : Las habilidades solo se muestran cuando estas quieren ser mostradas.

Volvimos a la casa, una gran fiesta me esperaba

Toda la familia se había reunido en nuestro precioso jardín aguardándonos con un gran buffet de comidas y bebidas. Yo había invitado a mi amiga para disfrutar de aquella improvisada fiesta e irnos conociendo, es decir, íbamos a compartir la carrera juntas y ese era un buen comienzo. Tomamos, dialogamos, festejamos, brindamos y disfrutamos todos de nuestra gran fiesta, ese día me sentía más viva que nunca, pero mi verdadero obsequio estaría después de la fiesta. Amy me llenaba de preguntas aquel día y creo que es que no comprendía la magnitud del hecho de que nuestra familia, a pesar de ser numerosa, se podía dar tales agasajos y aun más.

Amy trato de servirse un poco más de la refrescante limonada, pero antes de tomar con sus manos la asa de la jarra fue detenida por Hilda, quien amablemente llamo a mi hermano para servirnos la bebida.

Amy : No lo llames, yo puedo hacerlo

Reclamo muy pasivamente

Hilda : Son las reglas de la casa

Dijo ella desconcertando a nuestra visitante

Yo : Lo que pasa es que son las reglas de mi padre… como varón debe complacernos

Amy : Ahhh!

Dije comprendiendo

Hilda : Son las reglas que mi padre nos heredo y las respetamos

Yo : Sí, además no es nada malo que un hombre se comporte como todo caballero

Terminada la reunión y cansadas del gran ajetreo, cada una nos fuimos a descansar, la noche nos había atrapado con sus innumerables estrellas y con su frió tan cotidiano. Y mientras cada una desfilaba a sus cuartos, mi hermano se encontraba descansando de aquel exhausto día, en el sofá. Tirado allí trataba en vano de recuperar sus energías. Mi plan comenzaba exactamente allí, me dije entusiasta, así que subí rápidamente a mi cuarto por mis cosas y regrese a la cocina.

Tenía en mi poder tres cosas fundamentales para mi delicioso incesto: la primera, una inocente taza, la segunda, un perfume que rocié en parte de mi cuello y mi tercera y más letal arma, mi astucia para conseguir las cosas que realmente quería.

Me acerque, muy pegadita, a él y le ofrecí la bebida, él me agradeció el gesto y se la tomo todo de un bocado.

Yo : Verdad que esta bueno ¿no?

Luis : Gracias, realmente este día a sido muy pesado

Yo : Disculpa por las molestias, la próxima será diferente pero en tu cumple

Luis : Esperare con ansias, entonces.

Yo : Sí, por favor se paciente… será inolvidable

Dije con una malicia adentro

Yo : Pero bueno… seguramente ya estas cansado, será mejor que te vayas a acostar.

Mi hermano se paro con gran dificultad, casi cayendo en su intento de despegarse del mueble para irse. Esa era mi segunda señal, me ofrecí pues para ayudarlo a subir las escaleras hasta su cuarto, al cual le hice acceder a regañadientes. Pronto llegábamos a su cuarto y le pedí las llaves para entrar, ingresando pesadamente e ironizando la situación, ya dentro, deliberadamente, hice que huela un poco del perfume que había puesto en mi cuello.

Luis : Me siento muy raro, ahora mismo

Dijo él recuperando sus fuerzas, parecía que el tono azul de sus ojos se encendía por ratos tan lindos y bellos como el de su gemela en su más apasionada lujuria.

Lo tire en la cama raudamente, parecía tan cansado que al solo tocar de su blando colchón se puso a dormitar, así pues me prepare silenciosa y lentamente en su baño para el último ataque. Súbitamente, la puerta del baño se abrió, revelando a mi preciado hermano detrás de esta, tenía sus hermosos ojos con un tono azul intenso, los mismos en los que pude definir su perversión sobresaliendo de estos. Me acerque a él, sin temor alguno, y lo bese como solo mi hermana me había enseñado, ya era mió

Nuestras lenguas se entremezclaron por fin y saboree cada uno de nuestros roces, los cuales formaba el exquisito incesto que hasta hace un rato planeaba: el afrodisíaco que le había dado de tomar, el perfume que nubla la conciencia y mi maliciosa inteligencia, me había sugerido poner un poco más de esa combinación en mis labios, con los cuales besaba a mi amante.

Le desabroche la camisa y repase con mis manos todo su pecho, reconociendo al hombre que tenía en frente y que en poco tiempo lo disfrutaría, un bulto en su jean crecía y ya se mostraba impaciente por salir y yo como buena chica, no dejaría que se sofocara allí, así que lo despoje de su jean y su boxer.

Luis : Hermana, me pusiste algo en la bebida

Yo : Sí, cariño, pero no te preocupes para mañana no recordaras nada, así que relájate y disfruta

Luis : Pero ¿por que?

Yo : Tú y mi hermana lo hacen, ¿verdad?

Luis : Pero

Yo : ¡Que tonto eres, cariño!

Dije maliciosamente y ya me apresuraba a saborear mi caramelo con mi lengua.

Tome con mi mano su cabecita y me concentre en lamer su tronco, dándole especial cuidado en las partes que estaban venosas, las cuales lamía con el fervor que solo una hermana incestuosa podía hacer y declarando en el rostro de mi amante, el delicioso placer de mis movimientos. Luego me metí en la boca sus deliciosas bolas sacudiéndolas con mi lengua, las cuales producirían más de la ansiada lechita caliente, mientras con mis manos sacudía su bella verga de arriba abajo, para no perder su excitación. Desnude mi pecho y puse la punta de su glande en mis pezones, los cuales mágicamente se disparaban al sentir la verga de mi hermano, así que en retribución puse su deliciosa carne entre mis senos, apretujándolo y movimiendo incesantemente mis melones para mayor goce de mi hombre, cuyo falo se perdía y aparecía entre mis senos, dándole un pequeño beso o una rápida succión cada vez que este reaparecía.

Yo : Así mi amor, así, dale a tu hermana tu caliente semen

Luis : Patty, me voy a correr.

Yo : En mi boca cariño, no te perdonare si lo haces en otro lugar.

Dije yo, adoraba que él me hablara por mi nombre.

Retire mis senos de su labor y lo tome de su pene para llevármelo a la boca, succionándolo rápida y largamente, loca por su jugo de amor. Divise a mi hermano aun con su carne en la boca, esta imagen se veía extremadamente pervertida en las diferentes revistas que había visto, pero estaría dispuesta a hacerlo para enamorarlo.

Yo : Te gusta ¿verdad, hermano?

Dije meneando con mis manos su pedazo

Luis : Eres divina, Patty

Dijo él sumido en su placer

Yo : Quiero tu lechita caliente, así que córrete rápido, ¿ok?

Dije ansiosa de su espeso blanco

Volví a succionar con rudeza, esta vez deseaba mi premio y lo iba a obtener sí o sí, continué mi pasión lamiendo su tronco y nuevamente sus bolas, esta vez me concentre en la cabecita, la cual según leí era muy sensible a los placeres. Mi hermano ya no aguantaba más y en su gemido, exploto su verga en mí, disparando en mi boca tres grandes chorros de su rica miel, esa deliciosa y pegajosa miel que, ahora, se esparcía por todos los rincones de mi cavidad, saciando mi lujuriosa boca y su sed de amor. Recolecte con mi lengua su pegajosa miel, la cual aun permanecía caliente dentro de mí para luego tomar los restos de mi añorado jugo de su parada y tieza verga. Saque mi lengua, mostrándole todo ese jugo blanco que ahora me pertenecía y me lo trague de un bocado y aunque se sentía algo salado, la perversión de esa acción me sumió en las nubes.

Yo : Vamos a hacerlo en la ducha.

Dije quitándome la falda y dirigiendo a mi amante a ese gran jacuzzi.

Yo : Tienes que ser delicado, es mi primera vez con un hombre.

Dije esto, sentándome en una esquina del jacuzzi y abriendo mis piernas, la bragua roja, era mi última adquisición, la cual había comprado ahora último escogiendo la más sexy de toda la tienda y dibujando un excelente diseño, que invitaba a mi amante a poseerme.

Yo : Juega un rato conmigo.

Dije mientras me sobaba el chochito, a través de mi bragua.

Él se acerco a mi trampa y comenzó a lamerme a través de mi ropa tan deliciosamente, causándome el placer que tanto ansiaba. Con mi dedo presione mi clítoris y le pedí darle los mismos agasajos a este punto, mi petición fue escuchada y comenzó a darme placer en mi puntito, lo cual me hacia retorcer en placer, acercándolo con mis manos hacia mi sexo, para obtener más de sus preciadas caricias, pero la bragua se interponía ante mi lujuria.

Yo : Quitamelo

Le dije toda lujuriosa y arremetiendo mis dedos dentro de mi bragua.

Luis : ¿Segura?

Yo : Tu estas a mil y yo también… o no quieres hacerlo.

Luis : Claro que quiero hacerlo

Yo : Y que más podrías hacer… el afrodisiaco que te di es bastante potente, mira tu verga ya esta lista para el amor, mi perfume en el cuello te hará olvidar estas cosas y en mi boca puse una combinación de estas sustancias.

Luis : Todo esto para tener sexo conmigo

Yo : Tú no sabes de lo que es capaz una mujer por su hombre

Luis : Tú, en realidad

Yo : Calla

Le dije abrazándolo y besándolo para que no termine esa frase que ya me temía.

Yo : Tú y mi hermana lo hacen muchas veces, yo también quiero ser amada.

Él empezó a quitarme la odiosa bragua, la cual estaba ya mojada de mi perversión y es que creo que tontamente había bebido algo del afrodisíaco, que había puesto en mis labios. Mi hermano ahora concentraba sus caricias en mi desnuda rajita, acariciando con su lengua mi clítoris, la cual explotaba de sus deliciosas caricias y sometiendo a mi cuerpo a esa aun más placentera electricidad. Me lamía todo el contorno limpiándome del pervertido jugo que salía de mi vagina, viéndolo ahí causándome ese infinito placer, pensaba en como los gemelos eran los únicos que despertaban mi lujuria, con sus bellos ojos azules y su interminable e incestuosa pasión. Le acaricie la cabeza suavemente, haciendo presión en los puntos en donde sentía más placer, su excitante lengua se movía deliciosamente por todas mis paredes internas, saboreándome y haciéndome sentir cerca de llegar al clímax. Había encontrado el punto correcto.

Yo : Allí, cariño, sigue… ese es el punto

Me agitaba yo, gimiendo y deseando con todo mi ser que mi hermano, mi primer hombre, me llevara al climax.

Me corrí descontroladamente, brotando de mi rajita ese jugo pervertido causante de sus amorosas caricias. Mi hermano, quien se deleitaba de mi placentero climax y de mi aun más inmensa perversión, se aproximo a limpiarme la conchita con delicadeza para luego levantarse con su maravillosa verga en alto. Ya era hora de hacerme una con él y yo lo esperaba tan ansiosamente que babeaba de solo pensarlo.

Tome a mi hermano y lo senté junto al jacuzzi, premiándolo con un amoroso y apasionado beso por su obediencia. Ya sentado me acerque a él tomándolo de su tiesa carne y guiándola sobre mi rajita, que pedía a gritos el amor de mi hombre. Poco a poco me senté sobre mi amado, de manera que quedaríamos mirándonos disfrutando de nuestro incesto. Así pues, guié su cabecita dentro de mi sedienta vagina, su palpitante pene me reclamaba sexo y ya pronto se lo daría. Que delicioso era tener su cabeza ya dentro de mí, y ni me podía imaginar que sería tener su tronco también dentro de mi, también. Así pues, me senté sobre él lentamente hasta devorar toda su verga, la cual parecía llenarme toda mi intimidad e incluso tocar mi fondo, así que me moví de lado a lado para saborearla toda, sintiendo en cada una de mis paredes internas su palpitante verga, que se alzaba tiesa y firme, lista para nuestra perversa actuación.

Comencé mi movimiento de arriba abajo saboreando su tiesa verga, la cual me hacia gemir descaradamente, una y otra vez, sintiendo tanto pero tanto placer que creía que me venía cada vez que su amorosa pieza me invadía el cuerpo. En cada oportunidad que entraba en mi rajita me sentía explotar y la sensación se incrementaba aun más cuando su deliciosa cabecita parecía tocarme el fondo. Así pues continué con mi acto, escuchando nuestra agitación unirse e incrementarse mientras nuestro acto de amor se hacia más rauda y ruda. Mis gemidos ahora me delataban de ese inmenso placer que recibía de mi hermano y no tenia reparos en casi gritarlos. Quería que sepa lo lujuriosa y apasionada que podía ser su hermana en el amor.

Agite aun más mis movimientos, queriendo sentir más de su adorada verga y llegar por fin al climax, acción que fue comprendida por mi hermano, quien ahora me tomaba para apuñalarme con su carne, aun más fuerte y deliciosamente. Nuestros gemidos se unieron invocando el deseado climax, que parecía demorar más de lo requerido, pero que me apetecía, ya que chocábamos nuestros cuerpos salvajemente.

Luis : Me voy a venir Patty

Decía sumido en su pasión

Yo : Vas a disparar tu leche adentro, hermano

Dije moviéndome aun más rápido

Nuestros gemidos se alzaron por toda la habitación mientras mi hermano disparaba su blanca miel dentro de mí. Que delicioso era que sus calientes disparos me estocaran mis parades e incluso creo haber sentido uno en mi fondo. Cansada de ese brusco desenfreno, abrace a mi hermano tratando de recuperar mi aliento.

Luis : Patty, me he corrido adentro

Yo : No importa, cariño, hoy es mi día seguro

Le dije aminorando su preocupación

Luis : Lo tenias buen tiempo planeado, ¿verdad?

Yo : Sí, y caíste como un tonto

Dije con mi superioridad

Luis : Pues así parece.

Me quede inquieta ante esta respuesta y sintiéndome algo culpable le acaricie su rostro.

Yo : Esta vez lo vamos a hacer en tu cama

Luis : Ok

Dijo obedientemente para luego alzarme en sus fuertes brazos y dirigirme junto con él a su dormitorio, mientras él hacia su recorrido yo lo besaba como premio a sus delicadas caricias. Pronto encontrábamos su cama donde continuamos nuestros besos y caricias, tratando de no alzar mucho la voz, por si alguien pasaba por su puerta a chismear. Desfile por su cama y me puse de cuatro patas sobre esta, señalándole a mí amante el siguiente punto donde su carnosa pieza debería ingresar. Mi amante ya me había quitado la virginidad de mi boca y mi rajita… ahora sería mi culo, así que apresure a mi hermano a tomarme como suya una vez más.

Su palpitante cabecita ya se acercaba a mi arito, lo sentía dando esos temblorosos movimientos, los cuales parecían tratar de erigir aun más alto su gran verga. Poco a poco la cabecita entraba con dificultad en mi arito, la cual me producía una exacta combinación de dolor y placer, pero en mayor parte una exquisita delicia, que saciaba mi lujuria. Su cabecita ingreso toda en mi culito, la cual ya sentía palpitar dentro de mí, encontrando en parte la saciedad de mi ano, que pedía a gritos la verga entera. Poco a poco su venoso tronco ingresaba dificultosa y progresivamente hasta ser devorado completamente por mi ano, saciada de ese gustazo trataba de no gemir mucho, por temor a ser descubierta, sin embargo, la suerte siempre jugaba a mi favor así que decidí abusar un poco de ella y expresar lo que mi cuerpo sentía, gimiendo el rico placer que mi hermano me daba.

Me tomo de la cintura y comenzó a taladrarme el culo una y otra vez, su gran pene ingresaba en mi, tocándome toda y deleitándome con su pasión. Sus raudos movimientos hacían que sus bolas chocaran contra mí innumerables veces golpeando mi vagina, cosa que me hizo tomar una de mis manos para excitar mi clítoris, aumentado aun más mi placentera posición.

Yo : Más rápido, mi amor, más rápido

Le reclamaba

Luis : Pero te dolerá más

Yo : No te preocupes, quiero sentirte todo

Dije yo, que lindo era que se preocupara por mí, pero mi lujuria podía aún más y quería sentir su juventud en toda su magnitud.

Así que apresure mis movimientos, chocando mi culo contra su verga con más fuerza y rapidez, deseaba provocarlo a darme aun más placer, cosa que conseguiría. Así que comenzó su rauda y bestial embestida contra mi, apuñalándome el aro que ahora explotaba de dolor y delicioso placer. Mis movimientos se unieron junto con las de él, casi golpeándonos uno contra el otro, haciendo un pervertido sonido al chocar mis nalgas con su cuerpo, sonido que trataba de hacer en su mayoría, ya que eso significaba que me estaba dando con todo. Mis piernas flaqueaban de tanto amor recibido y poco a poco perdían su fuerza, pero las mantenía en alto tratando de no defraudar a mi amante y a su aun más exquisito movimiento.

Yo : Sigue así, cariño, no te detengas

Luis : Te gusta así, Patty

Yo : Me encanta, me encanta. No pares

Luis : No voy a parar Patty, hasta que llegues al climax

Yo : Así es mi amor, corrámonos juntos, en mi culo

Luis : Te voy dar todo mi jugo

Yo : Sí, dame tu espeso jugo de amor, mi culito esta sediento.

Dicho esto, mi hermano disparo grandes borbotones de semen en mi culo, que parecían inundarlo y llenarlo de ese líquido caliente que con tantas ansias pedía. Ese solo sería el comienzo de nuestra gran noche, en la cual hicimos tantas y diferentes poses, hasta el punto que mi hermano dejo de producir su rica miel. Cansados y sudorosos de nuestro amor nos acostamos en la cama abrazados, él se durmió placidamente y yo como una ladrona me retire de su cuarto, habiéndole robado a mí hermana por una noche su más preciada posesión.

Al día siguiente, me levante a las 11 de la mañana, la noche anterior me había dejado totalmente agotada y lo mejor de todo es que nadie se había percatado. Trate de levantarme pero mi cuerpo estaba totalmente enmudecido y mis piernas se encontraban tambaleantes, pero me sentía agraciada de llegar a ese estado por el hecho de hacer el amor con mi hermano. Baje lentamente a la cocina donde Angela y mi hermano estaban haciendo el almuerzo.

Luis : Hola Patty ¿como estas? Has dormido mucho ¿eh?

Yo : Sí, lo que pasa es que me quede alistando unas cosas hasta tarde.

Dije esto, sentándome rápidamente para ocultar mis tambaleantes piernas provocadas por ese sexo duro, pero también para que mi hermana no se diera cuenta de mi situación.

Angela : No te sobreesfuerces, ¿ok?, aun no has empezado la universidad y ya estas así

Yo : Sí, disculpa hermana

Dije aliviada que no se había dado cuenta

Yo : Hermano gracias por lo de ayer, debes estar cansado

Angela : El pobre había trabajado tanto ayer, hoy parece muy reanimado

Luis : Si bueno, nada que un descanso no pueda recuperar

Yo : ¿A que hora te levantaste, hermano?

Luis : A las 8, tenia que hacer un par de cosas

¿A las 8? Pensaba a mi misma, con todo lo que había ocurrido anoche no parecía tener una pizca de cansancio, ¿sería acaso que no lo había explotado totalmente? Mi hermana siempre comentaba sobre su resistencia, pero esto era un poco ridículo. Ayer yo estaba muy cansada y adolorida, lo mismo debería ocurrirle a él ¿o sería el afrodisíaco? En fin deje ese pensamiento y comencé a picar un poco de pan. Parecía que mi plan había resultado, mi hermano no recordaba nada de lo sucedido y aunque me daba envidia que estos dos se habían unido tantas veces, poco a poco reclamaría lo que es mió, esperando pacientemente a despertar a esa amante rudo que me tomo ayer, esperando y esperando como solo un cazador espera a su presa, esperando mi siguiente día seguro y despertar a mi hermano y su calida pasión.