Mi destino
Cuando la vida te moldea, no hay nada más que aceptar tu destino.
Cuando la vida te moldea, no hay nada más que aceptar tu destino.
Tras lo vivido con Ismael, mi despertar a mi sexualidad fue inminente, sentía el deseo de estar con alguien, de sentirme deseada y protegida, y fue ahí tan solo 2 años después que aparecieron 3 hombres en mi vida, Eduardo, Arturo y Damián, mis primos y mis amantes, ellos terminaran el trabajo de Ismael, y sellaran, mi destinó, los próximos 5 años de mi vida ellos me transformarán en Adriana, por ello les iré contando poco a poco como comenzó todo y hasta que punto llegamos, así que me tomaré mi tiempo para contarles y espero que sigan leyendo estás partes tan importantes de mi vida.
Eduardo llegó de Michoacán, México, para vivir con nosotros, su vida nunca fue tranquila, ya que iba de aquí para allá, entre su papá y su mamá, así que esperando estabilidad, se quedó con mi abuela, en donde también vivíamos mi mamá y yo, el era un chico muy flaco, alto y de tez muy blanca, al principio me daba mucha pena estar con el, pero conforme nos fuimos conociendo no podía separarme, me enseñaba muchas cosas, realmente me divertía mucho, fue entonces que mi deseo de estar con otro hombre se aria realidad.
Fue en verano, los días en mi ciudad son muy calurosos, y al llegaré las vacaciones, mis tíos y primos llegan a la casa para nadar y convivir un rato, así que tras uno de estos días, en los que estuvimos jugando y divirtiéndonos todos, llegaría la noche, como éramos varios, mi mamá tuvo que acomodarnos y a mi me tocó dormir con Eduardo, así que después de las 12 ya todos cansados nos fuimos a dormir, paso un rato y de repente siento algo en medio mis nalgas era un palo suave y caliente, en ese momento me paralice, no sabía que hacer, solo sentía que iba creciendo más y más, después de despertar bien, siento la mano de Eduardo, en mis piernas y mi cola, por fin entendí lo que pasaba aún que era diferente que con mi amado Ismael, me gustó la sensación, y percibí el deseo y las ganas de Eduardo por poseer mi culo que ya en ese momento se veía grande a pesar de mi edad, sus manos se apoderaron de mi cadera sentía la punta de su pene en mi agujero (pero no, esta vez no perdería mi virginidad), yo nosé por qué, si fue instinto, pero me incline más para sentirlo más cerca, su cadera empezó a golpear más y más mis nalgas, mi cama empezó a moverse su mano apretaba más mi cadera, su respiración se hizo más fuerte y de repente sentí su néctar, entrar en mi agujero, me abrazo y me beso, su pene se desvanecido adentro de mi, ese verano fue increíble para mí, Eduardo a partir de ese día me trató como su mujer, aún que nosé por qué no pudo quitarme mi virginidadme lleno de su néctar, tanto en la alberca, como en el baño, en mi cuarto, como en la sala, por fin tenía otro hombre a mi lado, lo único que lamento es que nunca me quitó mi virginidad, pero durante un año y medio, me dio lo que en ese momento necesitaba, tras ese tiempo, el se fue a Estados Unidos y nunca más lo volví a ver, aún que la verdad lo recuerdo con mucho cariño, y sabe que el día que regrese yo lo recibiré de la mejor manera.
Espero que les gusten mis historias, poco a poco les iré contando más de mi, esto es una probadita y apenas mis inicios, los espero en mi siguiente relato.