Mi despertar sexual 7

Al fin Merche convence a Alex para ir... relato basado en historial rela, tal y como se explica.

Lunes 25 de abril de 1999

A la hora del recreo me dirigí a mi taquilla, recordando que Merche me había dicho el viernes mientras nos despedíamos que mirara hoy en mi taquilla, en el interior encontré un folio donde me indicaba que esa tarde me dirigiera a segunda hora (de 4 a 5) al laboratorio de química. Estuve nervioso todo el día, no era un lugar habitual donde solíamos quedar como fuera el despacho o alguna de las aulas vacías, recuerdo que hacia unas semanas, mientras estábamos en el coche metiéndonos manos, que el profesor de química ya no iba a usar el laboratorio en lo que quedaba de curso… además, la puerta daba al pasillo central del edificio, podían vernos cualquiera salir o entrar.

Al terminar la primera hora de la tarde recogí mis cosas y me fui al baño como todos, luego salí y me dirigí al hall, el pasillo principal tenía 3 accesos que comunicaban la planta interior, que era donde dábamos clases prácticas con la superior, justo al lado del laboratorio había una, por la que nunca nadie bajaba pues dabas mucha vuelta para llegar al hall. Al llegar al hall entré en los talleres y me dirigí a esa salida, mientras andaba los 120 metros de pasillo sonó el timbre de entrar a clase, iba con miedo que algún profesor de los que tenía asignados en el curso me viera pasar por una zona por donde yo a esas horas no debería estar, se escuchaba como todos iban entrando en las clases y el pasillo se quedaba poco a poco en silencia, llegué al acceso y subí, me asomé al pasillo y estaba desierto, la puerta del laboratorio estaba cerrada y no sabía si Merche estaba dentro o no, fui hacia ella y accioné la maneta, me sorprendió que se abriera y vi a Merche de pie mirando las vitrinas, al escuchar la puerta se giró sorprendida, vino hacia mí y me hizo entrar, miró que no hubiera nadie en el pasillo y cerró la puerta con llave, dejándola puesta. Me acompañó a una de las mesas, dejé la mochila en ella, me apoyé en una mesa, Merche se puso enfrente y la atraje hacía a mí por las caderas, nos abrazamos y empezamos a besarnos lentamente. Nos dejamos llevar sin prisas, besándonos y acariciándonos, una de mis manos bajó hasta sus nalgas, manoseando uno de sus glúteos mientras que la otra acariciaba suavemente sus pechos por encima de la blusa, ella tenía una mano acariciándome la mejilla y el pelo y la otra frotaba mi pene por encima del pantalón.

-          Tengo ganas de ti Alex.

Dijo como un suspiro acercando su boca a mi oído mientras yo le besaba el cuello, embriagándome de su perfume

-          Quiero follarte

Decía mientras seguía acariciándome el pene por encima del pantalón. Se giró poniéndose de espaldas a mí, llevando mis manos a sus pechos y pidiéndome que le desabrochara la blusa, obedecí mientras le besaba el cuello y ella jugaba con su lengua lamiéndome mi oreja. Cuando se liberó de la blusa se volvió a girar, se la sacó y la dejó encima de la mesa, se agachó y me desabrochó los pantalones, bajándolos hasta los tobillos, luego los slip y se puso a lamer mi pene,  primero el glande y luego el tronco, para terminar mamándolo con deseo, no me dejó tocarle el cabello, cuando yo estaba a punto se reincorporó y me estuvo masturbando frenéticamente mientras me decía que me corriera, nos besamos y eyaculé en su mano, un chorro de semen salió disparado al suelo haciendo una parábola, ella siguió masturbándome hasta que no salía nada, la miré extrañado pero feliz.

-          ¿No querías follar?

-          Sí, pero quiero que dures más rato, no hubieses aguantado ni un minuto. Tenemos hasta las 5 y media, no tengas prisa.

Me llevó de la mano a una mesa que había al lado de la puerta, se quitó la blusa y me hizo quitarme los pantalones y la camiseta, ella dejó caer la falda y la puso en la mesa junto con la blusa, se sentó en el borde de la mesa y me pidió que la lamiera, su coño estaba brillante de fluidos y olía a excitación, me acomodó entre sus piernas, ella sentada en la mesa, yo de rodillas en el suelo lamiendo su coño, siguiendo sus indicaciones que hacia apretando sus manos en mi cabeza, me encantaba hace aquello y al rato noté como mi pene volvía tener una erección, noté como sus piernas me apretaban junto con sus manos contra su entrepierna y su cuerpo se tensaba hasta que quedé atrapado en esa posición durante unos 15 segundos porque su cuerpo tuvo un orgasmo. Ella se bajó de la mesa y nos besamos, me hizo ponerme de pie y esta vez ella se arrodilló, empezó de nuevo a mamar y lamer mi polla, nos sorprendió el timbre de las 5 de la tarde en esa posición, ella me miraba mientras seguía haciéndome una felación, su mirada era de lujuria, al otro lado de la puerta se escuchaba a la gente gritar y charlar, nosotros dos seguíamos a lo nuestro y ella puso sus dedos en mi boca para que no gimiera, se levantó y me dijo que me pusiera en el suelo estirado boca arriba, ella se quitó el sujetador y cogió de su bolso un preservativo, me lo colocó suavemente, se supo a horcajadas encima de mí, agarró mi pene y se lo encaró en su vagina, yo miraba y ella me dijo que la mirara a ella, esa primera sensación de que una vagina abraza tu pene por primera vez, sintiendo la humedad y calor es indescriptible, en el pasillo seguía habiendo gente charlando ella se acabó sentado encima de mi con mi pene totalmente en su interior y empezó a moverse de forma pausada, mientras nos besábamos.

-          Respira y cálmate, déjame a mi.

Yo asentí, se reincorporó y puso sus manos en mi pecho, empezó a moverse cada vez mas rápido, volvió a sonar el timbre que indicaba la entrada otra vez en clase, la situación para mí fue brutal, menudo morbo estar allí follando con la profesora Merche y mis compañeros en el pasillo. Merche empezó a moverse y respirar más rápido, se arqueó hacia atrás sujetándome por los tobillos con sus manos mientras las mías se posaban en su cintura acompañando el vaivén, nos cogimos las manos en un falso pulso de haber quien ganaba

-          Correte alex,

-          Ahhhh ahhhhh ufffff siiiiiiii

yo vi su cara, desencajada y con un tono rosado de pecho hacia la cara, noté unas convulsiones en su vagina que hicieron que yo me corriera en su interior a la vez  que ella se derrumbó encima de mi, quedándonos quietos unos par de minutos. Ella se levantó  y me quitó el preservativo, recogiéndolo y guardándolo para no dejarlo ahí, nos limpiamos y nos vestimos sin prisa.

-          ¿te ha gustado?

-          Ha sido genial, espero repetir profe.

-          Claro, yo también. Espérame en el cruce del polígono, tengo que hacer unas cosas en el despacho.

-          Ok.

Nos besamos apasionadamente antes de salir, primero salió ella para comprobar que no hubiera nadie, me hizo salir y yo anduve todo el pasillo, ella cerró el laboratorio y me seguía a unos 20 pasos de distancia, salí del edificio y ella se quedó en la sala de profesores. Cogí el bus que salía a las 17:46 y me bajé en la primera parada y me dirigí al cruce, donde solíamos ir después de clase a estar a solas. Yo iba andando y un vehículo se paró a mi vera, era Merche. Nos miramos, ambos teníamos una sonrisa de oreja a oreja, me subí e hicimos el último tramo en el coche, estacionó donde siempre íbamos desde ese primer día, ella movió mi asiento hacia atrás y se sentó encima, como había hecho hacia menos de una hora en el suelo del laboratorio, empezamos a besarnos, ella me sacó la camiseta y yo la blusa, desabroché el sujetador y con las dos manos en mi cabeza las acertó guiándome para que lamiera y mordiera sus pezones. Allí estuvimos cerca de dos horas más, lo hicimos una vez más, pero esta vez lentamente y yo encima de ella, la postura era incomoda, pero las ganas no podían más que otra cosa. Acabamos corriéndonos a la vez, ella rodeándome con sus brazos y piernas, mientras yo quería sacar hasta la última gota de esperma, para llenar el condón.

-          No siempre será así, hoy porque tenemos tiempo y hay muchas ganas.

-          Ha sido muy morboso, pensaba que no querrías nunca

-          Solo necesitaba tiempo, tenía muchas ganas de hacerlo contigo, me gustas.

Me dijo mientras me acariciaba el pelo y yo descansaba sobre su pecho, viendo ambos como oscurecía.

25 de abril de 1999, mi primera vez, la relación con la profesora  Merche duraría hasta noviembre de ese año. Sí quieren que les cuente lo ocurrido en esos 7 meses dejen su comentario. Gracias.