Mi despertar sexual 6

Alex y Merche hablan sobre su relación

Martes 6 de abril de 1999

Después de una semana de vacaciones volvimos a las clases para afrontar el último trimestre, tenía ganas de volver a ver a Merche, yo no la había llamado al decirme que se marchaba fuera y ella a mí tampoco.  Esperaba que no hubiese recapacitado y dejar esta relación que teníamos, yo me preparaba por si hablábamos me decía que se había acabado, que fue un calentón y a lo hecho pecho. Si esa era su decisión la aceptaría, me llevaría conmigo el recuerdo de que durante un mes fui el desfogue de una de las mejores profesoras que había tenido.

Durante el recreo, estábamos en la cantina y ella me ignoraba, evitaba cruzar la mirada conmigo, en clase lo mismo. No entendía nada, pensé que puede a las 2, en el despacho podríamos hablar, pero cuál fue mi sorpresa que lo encontré cerrado y minutos después me la encontré en la cantina comiendo con profesores. ¿por qué me ignoraba?, ¿Por qué no hacía como siempre que me llamaba y me decía algo? Solo le llevaba 15 segundos. Así fueron las dos semanas siguientes, yo di por acabada la relación, dicen que buen entendedor, pocas palabras le bastan y di por sentado esto. Nos habrían visto y a ella le habría afectado, al irse de vacaciones con su marido habían hablado y solucionado su problema afectivo, mil cosas. Sabía que ella tarde o temprano me diría algo, y como dijo tiempo atrás; necesito tiempo.

Viernes 23 de abril de 1999

Festividad de Sant Jordi, en Cataluña se celebra la feria del libro y los enamorados se regalan libros y rosas, en el complejo estudiantil se celebró esta fiesta y al ser viernes, que las clases terminaban a las 2, pues fue un poco light. Varias clases, sobre todo las de enfermería, vendían rosas para costearse el viaje de fin de curso, mi aula no quiso hacer nada, cada uno iba a la suya y nuestro objetivo era terminar el curso para perdernos de vista, 5 años estudiando juntos habían creado ciertas rivalidades, yo intentaba pasar desapercibido e ir a mi aire, por eso mi temor de que me viesen con Merche. No quería causarme problemas y a ella tampoco ahora que quedaban solo 2 meses para terminar el curso.

Ese día varios internos se habían marchado el día anterior y los “malotes” estaban tonteando con las chicas que estudiaban auxiliar de enfermería. A clase, de 28 que éramos solo fuimos 16, Merche entró y esta vez sí que me miró, hicimos clase normal, ella no perdonaba que si faltaba gente no se hiciera clase, que cada uno hiciera con sus estudios lo que quisiera. Lo que sí hizo fue terminar 5 minutos antes de que sonara el timbre, la asignatura había ido muy fluida y el temario dado sin interrupciones. Ojala siempre fueran así.

Esos últimos minutos hablamos sobre novias y de si habíamos comprado rosas, fue divertido, hubo opiniones para todo. Sonó el timbre y nos dio permiso para salir, a diferencia de los anteriores días, esta vez ella no había recogido sus pertenencias y mientras todos salían yo me acerqué y le pregunté;

-          ¿todo bien?

-          Si – respondió en una leve sonrisa nerviosa

Me giré y fui dirigí a la puerta, salí charlando como de costumbre de Carlos, andamos por el pasillo, escuché como ella cerraba el aula y andaba detrás de nosotros, más o menos a 10 metros, al salir del edificio Carlos se dirigió hacia su residencia y yo hacía el edificio de mantenimiento, pues había visto al despedirme de mi compañero que ella se dirigía a su coche. Me esperé apoyado en la pared y al poco tiempo vi su coche se dirigía hacia donde estaba yo, en la intersección adyacente, dejó pasar un par de coches y luego se situó a mi altura, nos miramos, ella bajó la ventana;

-          ¿podemos hablar?

En ese momento vi que algunos de los malotes salían de la pineda, yo creí que se habrían marchado a su casa, pero no, se quedaron a fumar porros allí.

-          No es buena idea ahora – le dije mientras miraba a esos compañeros de clase,

Ella se dio cuenta y antes de que pudieran oírnos me dijo:

-          ¿te llamo a las 5?

-          Ok

Disimulé mientras ellos se acercaban:

-          Gracias, pero me vienen a buscar, nos vamos directos al pueblo de mi madre, gracias.

Ella arrancó y siguió la marcha. Emilio, el más carismático de ese grupo al llegar a mi altura me dijo:

-          Ohhh la profesora se ofrece a llevarte a casa pelotilla. Todo el grupo se rio y yo también.

Pasaron de largo y resoplé aliviado. Menos mal que no subí, me habrían visto y ya tendríamos tema durante todo el curso. Me quedé allí hasta que se perdieron de vista esperé unos minutos y empecé a caminar hacia la salida, a mitad de trayecto un vecino que estudiaba automoción me vio ir a pie y paró;

-          Hey tio, ¿no irás andando a casa?

-          Sí, no hay bus hasta las 3:30

-          Sube.

Me subí y nos fuimos hacia el barrio. Eran las 14:23 y ya estaba en casa, dos horas y media más tarde Merche me llamaría a casa… Sería para bien o para mal…

Sonó el teléfono, yo estaba en mi cuarto y mi madre respondió.

-          ¿Quién?, un momento

-          Alex, una tal Merche.

Di un bote de la cama, eran las 5, sinceramente, no esperaba que me llamara después de estas dos semanas.

-          Hola Merche

-          Hola Alex, ¿ocupado?

-          No,

-          Seré breve- esta respuesta me heló la sangre

-          Ok

-          He estado pensando, meditando y sinceramente tengo que reconocer que me haces falta. Estas dos últimas semanas han sido horribles, he intentado no pensar en ti, darme tiempo para olvidarte, que lo que pasó fue algo esporádico fruto de la frustración, pero me he dado cuenta que estando contigo estoy calmada y soy yo misma, eres mi desahogo. Me relajas.

Escuchar esto me excitaba

-          Entonces, ¿quieres seguir como hasta ahora?

-          Si, y “algo mas” si se puede

-          ¿te refieres a …

-          Si, quiero follar contigo

Esto acabó con hacerme tener una erección mientras hablaba por teléfono con Merche.

-          Yo también, pero como me explicaste será complicado.

-          Déjame a mí. ¿Qué número de taquilla tienes?

-          El 65

-          Mientras estés en clase bajaré y te dejaré una nota en ella, donde te escribiré podemos ir. Acuérdate y tráeme una copia de la llave

-          Ok.

-          Necesito verte

-          Y yo.

-          ¿Te paso a buscar y vamos al polígono?

-          De acuerdo.

-          En una hora en el parking de tu barrio.

-          Allí estaré.

-          Hasta ahora

-          Chao.

Merche quería follar conmigo, en mi cabeza empecé a imaginarme situaciones follando con ella en el instituto, que me sacaba de clase e íbamos al despacho a hacerlo. Que yo hacía campana, en los baños. Ufffff . Me fui al baño a ducharme y de paso masturbarme.

A las 6 estaba de pie en una zona apartada del parking, vi entrar si coche, primer iba despacio, como buscándome, hasta que me vi y vino directa. Abrí la puerta y la contemplé, llevaba una falda de tubo a cuadros negros y grises, medias o pantis negros y una blusa satinada color crema, un poco de maquillaje y brillo en los labios, nos besamos, ella se mordió el labio inferior a modo de lujuria y puso su mano derecha en mi entrepierna, iba alternándola con el cambio de velocidad del coche. Al llegar al polígono, tiro su asiento hacia atrás y yo el mío, bajó mi respaldo, se subió la falda y se sentó encima de mí, empezamos a besarnos, ella siguió por el cuello, la oreja mientras sus manos desabrochaban mi camisa, yo acariciaba sus piernas y su culo, el cual apretaba de vez en cuando, los cristales ya estaban empañados, estábamos medio desnudos, nos olíamos, besábamos, lamiamos pero no llegamos a follar, eso si, nos masturbamos ella frotándose mi polla en su coño, como si follaramos pero sin penetración.

Fue increíble; nos corrimos y ella se dejó caer sobre mi pecho. Estuvimos abrazados largo rato, ella jugaba con mis pezones, apretándolos, mordiendo o incluso lamiendo mientras le hablaba.

-          Cada vez vamos a mas

-          Si, y lo bien que sienta – respondió

-          ¿Dónde te gustaría hacerlo?

-          ¿al instituto te refieres?

-          Si

-          En el despacho mientras tus compañeros están en clase, venir a buscarte, follar y que vuelvas antes de terminar la clase.

-          Mmmm suena bien.

-          Y en la biblioteca o en laboratorio de química, el profesor dijo que ya no lo va a usar ya este curso.

-          Allí hay sitio

-          Si.

-          Toma la llave

-          Gracias, ¿la 65?

-          Si, ¿el lunes dejaras algo?

-          Tendrás que esperar para saberlo, gracias por no contarlo o hacerlo publico

-          Ya te dije que eras un sueño hecho realidad, no soy tan tonto

-          Es verdad.

-          Tendremos que buscar otro sitio para quedar, en el edificio de mantenimiento mejor no volver.

-          Si, ¿te dijeron algo?

-          Que era un pelota porque la profesora se ofrecía a llevarme.

-          Niñatos.  Lo haremos así como te he dicho, en la taquilla te dejaré una nota.

-          Ok

Besos largos e intensos.

-          Las 8 y media, como pasa el tiempo

-          ¿habías quedado?

-          No, mi marido va de tarde, pero tengo que ir a hacer la cena. Me lías…

-          Ahora será culpa mía…

-          Pues si… si no estuvieras tan bueno y tan buena persona…

-          Claro – terminamos de vestirnos y abrimos las ventanas, salimos fuera para ponernos bien la ropa, nos apoyamos en el coche y nos besamos largo rato.

-          Ya voy andando a casa

-          No sube

La cojo con las dos manos la cara y la beso;

-          Tú tienes más prisa, yo vivó ahí enfrente.

-          Eres un cielo

-          ¿Nos vemos el martes en clase?, mañana no puedo quedar

-          A lo mejor nos vemos el lunes… revisa tu taquilla. Cuídate

-          Adiós

-          Adiós guapo

Vi alejarse y me dirigí hacia casa, en menos de dos semanas seguro que terminábamos follando, esta tarde ya nos habíamos desnudado casi por completo.  ¿pero dónde sería la primera vez?