Mi deseo
En realidad mi deseo es muy primitivo...
MI DESEO
En realidad mi deseo es muy primitivo...
Mi deseo es muy de piel... Tengo que estar en presencia de alguien que lo despierte, y que lo provoque. Sólo así surge y me dicta que hacer....
Mi deseo es avasallador; una vez que se desata, no lo puedo contener, y no puedo evitar dejarme llevar por él, por el impulso, por esa necesidad absoluta de satisfacerlo...
Mi deseo es carnal. Siempre es roce, contacto, piel... nunca quiere quedarse en fantasías, por más que se alimenta de ellas, nunca se conforma con mirar de lejos... Cuerpos desnudos, abrazados, fundidos en uno transpirando juntos, respirando juntos...Piel y cercanía, gritos y orgasmos, semen y sudor, todo mezclado como si fuera una única persona la que estalla en ese segundo....
Mi deseo es personal, cada persona para mí es un mundo. Nuevo o por conocer, territorio propio o inexplorado. Me excita tanto saber que lo que voy a hacer le gusta, como ir descubriéndolo caricia a caricia, beso a beso, palmo a palmo...
Mi deseo me domina y me descontrola, me obliga a perderme, a entregarme, a sentir y no pensar... sobre todo a no pensar... Cuanto más entregado estoy, más deseo estarlo. Cuanto más cómodo estoy, más quiero abandonarme, sentirme completamente indefenso, expuesto a dejarme hacer y hacer lo que me pidan sin cuestionarlo... Raramente sucede que trato de alejarme y tener un poquito de control, de no ser tan transparente, de todavía pensar que puedo ser yo quien gobierne mi deseo. Pero las más de las veces sucumbo a la tiranía que me impone, cedo a mi deseo, a mis instintos más básicos, cedo al momento y al placer, y me entrego. Porque eso me dice mi deseo, que me entregue... Que no hay nada más excitante que no saber qué va a pasar, qué vas a sentir, como reaccionar a un beso, a una caricia, a un escalofrío
Mi deseo, el más primitivo, me dice que me entregue. Que me suelte, que me pierda... Que ni piense...
Que confíe…
Mi deseo es que me folles como quieras, que me hagas lo que quieras... y que me guíes para yo hacer lo mismo contigo.
Mi deseo es que me enseñes, que me domines, que me desarmes con tu cuerpo para después pedirme todo lo que quieras para que lo haga para tí...
Mi deseo es entregarme... sabrás que hacer conmigo y pedirme lo que quieras.... Y después de sentirte, de desearte, después de haber gozado hasta donde no sabía que pudiera hacerlo, confirmé lo que siempre supe...
Mi deseo siempre te encuentra en su camino.