Mi descubrimiento (Parte III)
Continuación de la fiesta que, al final, se nos fue de las manos.
Recomiendo leer la segunda parte (Mi Descubrimiento: Parte II)
Mi Descubrimiento: Parte III
En aquel momento me quedé congelado. El chico que (creo) me gustaba, me estaba diciendo que le tocara la polla para ver que sentía. A medida que fue pasando el tiempo, observé como la polla de mi colega iba creciendo, e iba cogiendo la forma que ví aquella tórrida tarde en el gimnasio.
Venga, toca - me dijo
Tío, ¿pero a ti te va el rollo gay?
No lo sé la verdad, nunca lo he probado, quien sabe, a ti seguro que sí jaja - dijo
Bueno yo tan seguro no lo tengo
Dudé en hacerlo, pero finalmente me lancé. Con una mano, le cogí la base de los huevos. En ese momento Luis empezó a respirar más fuerte. Yo empecé tocándole los huevos, manoseándoles poco a poco (era mi primera vez tíos, que queríais, estaba cortado).
Los huevos cada vez estaban más duros, y su polla más tiesa. Con la otra mano empecé a cascársela. Primero, empecé suavemente, retirándole la piel hasta atrás y volviendo a empezar, así estuve 5 minutos mínimo. Luis cada vez gemía más, y me dijo
- Joder Mario, lo haces muy bien, tienes práctica con las pajas, dale más rápido
Obedecí, y aumenté mi ritmo. Se la empecé a cascar como me la casco yo habitualmente. Empecé a notar como el precum empezaba a asomar por el glande, y empecé a preguntarme sí estaba a punto de acabar.
- Sigue Mario, joder, sigue, Dios que maravilla.
Yo seguía órdenes, hasta que me frenó en seco...
Mario, métetela en la boca
Estás loco tío como voy a hacer eso
Que sí joder, hazlo, así salimos de dudas, luego te lo hago yo
Empecé agachándome poco a poco, no estaba seguro si aquello me iba a gustar. Empecé con una suaves lametadas en la punta, y saboreé todo el líquido (y no voy a mentir, me puse a reventar, como estoy ahora mientras lo escribo). Era un sabor nuevo para mí, y no sabría describirlo.
Poco a poco, me fui introduciendo aquella monstruosa polla en la boca que para entonces ya tenía los 19-20 centímetros mínimo. Empecé a meterla, sacarla, meterla, sacarla. Mientras tanto, le masajeaba los huevos.
El empezó a gemir
- Me corro Mario, como sigas me corro
Yo paré en el momento, me había prometido que me tocaba a mi después
- Pues te toca colega, es mi turno - dije
Luis, se agachó y me empezó a desabrochar con mucha ansia el pantalón. Mi polla salió disparada
- Dios Mario, no te cabe en el pantalón
Luis empezó su trabajo por mis huevos. Empezó chupando suavemente, hasta que empezó a metérselos en la boca enteros. Les metía, les sacaba. Era una sensación única y deseaba que no se acabara (hasta que llegó a la punta de mi polla claro).
Empezó a lamer y lamer en la punta. Yo en esos momentos veía el cielo, no podia ni hablar
- Di...os Luis, di..os siii..gue
Luis empezó a follarse la boca con mi polla de manera muy rápida. Se la metía hasta el fondo, le daban arcadas. Veia esa saliva sobre la base de mi polla y no podía más.
Quítate el pantalón Mario
¿Para qué tio? Sigue
Hazme caso, quítatele
Obedecí, y me quité el pantalón y el calzón del tirón. Sin esperarlo, me cogió las piernas y me las levantó para arriba, y empezó a lamer mi culo.
En esos momentos estaba en el paraíso, no sé como describirlo. Empezó a morderme las nalgas, me lamió otra vez los huevos, y poco a poco fue bajando hasta mi preciado y precintado ojete. Empezó a meter la lengua
Diooooos Luis, ma..dre mia siig..ue
Te gusta eh - me dijo riéndose
Yo no podía más, y empecé a pajearme. Notaba como poco a poco me excitaba hasta tal punto que iba a echar la corrida más grande de mi vida
Me corro, me corr..ooo - acerté a balbucear
Espera
Me bajó las piernas y se metió mi polla en la boca. En ese momento subí al paraíso, bajé, y volví a subir. Miles de chorros empezaron a salir y a inundar la boca de Luis. Él me miraba, con ojos salidos y una sonrisa que me ponía todavía más cachondo.
Cuando acabé de correrme, y en mis últimos espasmos, aprovechó para exprimirmela al máximo, pajeándome y succionando toda la piel.
Yo estaba en el mejor momento de mi vida, pero la polla de Luis seguía tiesa.
Túmbate Luis
Si por favor, sácame la leche Mario
Me la metí en la boca con unas ansias increíbles. En muy poco tiempo, empezó a correrse, y notaba como mi boca y garganta se llenaba de ese líquido que no se describir. Empezó a salirme por la comisura del labio, y terminó. Me tragué hasta la última gota.
Tras esto, nos quedamos en la misma postura, yo tumbado en su vientre con la polla en mi mano, él mirándome con cara de felicidad.
Mario, ésto ha sido lo mejor de mi vida
Yo también lo he pasado muy bien Luis, gracias por ésto
¿Se te despejaron las dudas? Veo claramente que te gustan los chicos
Y yo veo claramente que a ti también
jajajaja - dijo - no se si me gustan los chicos, pero lo que acabo de hacer sí
Y a mi también jajaja - dije riéndome
Los dos estuvimos varios minutos riéndonos
Mario, vamos a limpiarnos y vestirnos y vamos a la fiesta
Si, pueden sospechar
Me da igual que sospechen. Ésto ha sido la primera de muchas
¿Te gusto Luis?
Me gusta lo que tienes entre las piernas, tu culo, y todo tu. Eres mío
En esos momentos no supe qué decir, y decidí, simplemente, vestirme. Tenía la sensación de que ésto no había hecho más que empezar.
A la mañana siguiente, ya de resaca por la fiesta de la noche anterior, recibo un mensaje temprano en el que dice:
- "Mario, no paro de pensar en tí. Quiero hacer mil cosas contigo. Tenemos que hablar"
Ese mensaje me dejó helado, y supe que algo iba a suceder, y creo que muy bueno.
¡Os espero en el siguiente relato!