Mi descubrimiento
Mis sueños me ayudan a conocer mi hambre sexual
Mi adicción al sexo inicia con mis tres grandes amigos.
Que tal, saludos a todos los lectores, me llamo Camila, soy una chica colombiana de 19 años, dotada de un cuerpo el cual es la envidia de mis amigas y el anhelo más alto de la gran mayoría de chicos que conozco. Y es que a pesar de mi corta edad, mis atributos son muy admirados por los hombres y mi físico me hace una de las chicas mas lindas del barrio. Aclaro que no es lo que yo pienso, es lo que muchos me dicen.
Antes de que todo ocurriera les cuento que tuve algunos cuantos encuentros sexuales, siempre con mis novios de turno. Hasta ese momento había estado con 3 hombres únicamente y para mi desgracia con ninguno de los 3 logre la plenitud sexual. Sentía que so0lamente ellos disfrutaban del momento y el placer que ellos me daban era muy poco.
Mis amigas me hablaban de lo placentero que era, y que sus chicos las hacían volar de lo rico que le hacían pasar que pensé que la del problema era yo, que a lo mejor algo no estaba bien. Jamás había tenido un orgasmo y eso me tenia súper triste. Por mucho que mis amantes me penetraran nunca lograba culminar y además de eso, ellos eran muy insensibles y solamente buscaban su placer. En vista de que había tenido mala suerte con los chicos decidí darme un tiempo. Pasaron cerca de 9 meses sin hacer absolutamente nada. En ese lapso de tiempo jamás me excite, nunca estuve siquiera en alguna situación que lograra hacerme desear estar con alguien. No lo extrañaba para nada.
Pero todo cambio una noche de septiembre. Eran las 10.30 de la noche y tras terminar un trabajo para la universidad me acosté a dormir.
Cuando me levante inmediatamente sentí como mi tanga estaba empapadísima, y no solo la tanga, parte de la sabana igual y el colchón también alcanzo a mojarse. Me llevo una mano hasta mi coño y lo humedezco un poco. Me llevo mi mano hasta mi nariz y al no ser orín imagine que había tenido un orgasmo, no sé porque pero me puse súper feliz. Después de un rato empecé a recordar el sueño que tuve. Estaba yo en plena faena con dos tipos los cuales jamás había visto en mi vida. Tenían unos palos enormes y me daban sin parar. Recordaba cómo me venía una y otra vez lo cual me hizo involuntariamente emanar más líquidos por mi coño. Dios que me estaba pasando. ¿Porque de repente está pasando esto? Estaba muy confundida y por el resto del día me la pase imaginando cosas súper locas pero que me hacían humedecer mi cuca.
Varios días pensé en la situación hasta que me anime. Quería sentir un orgasmo verdadero y para ese propósito pensé en un tipo que tras de ser guapísimo siempre ha estado detrás de mí.
Lo llame y cuadramos una cita para esa misma noche. Nunca jamás había sido tan regalada pero el deseo de sentirme mujer por primera vez era muy grande por lo cual quise dejar por un momento mi imagen de niña decente.
Al llegar la noche todo fue muy rápido con mi galán. El muy caballeroso lo tomo con la calma necesaria y cuando llego el momento oportuno me llevo a un motel. Allí deje que el tomara la iniciativa, me desnudo rapidísimo mostrando el deseo que tenia de poseerme y yo bien sumisa lo deje hacer lo que se le ocurriera.
Se saco su pene y para prenderse más de lo que ya estaba al verme desnuda me pidió que se la chupara primero. La verdad nunca me gusto mucho eso pero estaba decidida a probar todo por lo que accedí sin chistar. Era enorme, pensé que no podría meterla en mi boca de lo gruesa que estaba, pero lo logre, después de unas chupaditas iniciales el empezó a follarme por la boca. Me atraía hacia su pene con una maestría que me impresionaba, pero más impresionada quede cuando me lleno la boca con su semen. Me escurría montones de semen por las mejillas y también alcance a tragar una gran cantidad, era la primera vez que tragaba semen, y la verdad no me disgusto.
Listo. Pensé, ya lo había hecho llegar a él ahora era mi turno. Cuando empezó a recuperar la erección me tumbe en la cama y abriéndome de piernas ante el dejando ver mi chucha le indique que quería que me follara.
El estaba que no se la creía, me dijo que estaba súper buena. Obvio que esos cumplidos me cayeron de lo mejor, pero quería más que eso.
Cuando me empezó a penetrar trate de fusionarme con él. Me movía al compas de el tratando de sentirme igual que en ese sueño pero luego de algunos minutos note que no pasaba nada. Otra vez estaba yo siendo poseída por un hombre pero sin sentir lo que esperaba y luego de que se volvió a venir esta vez dentro de mí, supe que no me vendría. Le pedí que me lamiera mi chucha, el obediente me empezó a chupar y lamer sin éxito en mi sueño. Tuvo una nueva erección lo cual me alegro, le pedí que me siguiera follando. Esta vez cambiamos de posición, esta vez yo estaba arriba y yo subía y bajaba sobre su pene el cual me entraba y salía con plena libertad. Cambiamos la pose nuevamente. Esta vez yo en 4 piernas y el detrás de mi haciéndome una de las mejores clavadas que me hayan hecho pero aun así sin nada de orgasmos.
Tuvo su tercera eyaculación nuevamente dentro de mí y yo totalmente desilusionada al igual que él, ya que sentía que no me había cumplido. Hablamos por algunos minutos sobre el tema y yo ocultándole que no era la primera vez que me pasaba le dije que en otra oportunidad seguro lo lograríamos.
Termino la noche y al dejarme en mi casa me fui de una a mi habitación. Sabía que el problema era real, ya tendría que buscar respuestas a mi problema.
Hable con la psicóloga de la universidad la cual me recomendó un médico especialista para que me hiciera algunos chequeos. La cita estaba para dentro de una semana.
La noche siguiente volví a tener ese sueño, yo gozando como loca y esta vez eran tres hombres los que me hacían estallar una y otra vez. Me desperté en medio de la madrugada nuevamente empapada, pero esa vez me empecé a meter uno a uno mis deditos para tratar de aprovechar el envión que traía del sueño que tuve pero después de casi 10 minutos nada ocurrió.
En la mañana me puse a pensar, y después de mucho darle vueltas al asunto me dije. "y si hago lo que hago en el sueño exactamente". No, no podría, jamás podría dejar que dos o tres hombres estén conmigo al tiempo, la enseñanza y la moral que me transmitieron mis padres chocaban con la idea. Pero estaba desesperada, quería sentirme viva, sentirme mujer, aunque por algunas horas deje de pensar en eso.
En horas de la tarde, estaba frente a mi computadora chateando con algunos amig@s, pero después de algunos minutos solamente me quede con tres amigos, ambos compañeros del colegio. Los tres eran mis mejores amigos, les tengo muchísima confianza. Cuando uno de ellos me manda uno de esos videos xxx recordé el sueño. Estaba hablando con tres hombres, a lo mejor esa era la mejor manera, los tres son muy buenos conmigo y de seguro que no me delatarían, ya que ese es mi mayor temor. Soy una chica que cuida su imagen con todo y si por alguna cosa del destino se llega a saber que estuve con tres chicos al tiempo me devoran las lenguas. Por eso no me animaba, pero cada vez más la idea me rondaba la cabeza y pensaba mas y mas en esa situación.
Cuando ya se hacían las 6. Ricardo, uno de mis amigos me invita a su casa para charlotear y perder el tiempo como habíamos hecho muchas veces. Ándale Camila, anímate hace rato que no nos reunimos. Esas palabras acentuaron mis pensamientos en esa escena.
Bueno dale voy pero diles a Carlos y a Juan David que vayan también. Le digo yo ya un poco más decidida, el no se emociono con la idea. Sé que el gusta de mi y seguramente habría querido estar solo conmigo pero ya yo tenía otros planes.
A eso de las 7.30 llegue a casa de Ricardo. Me vestí lo más sensual que pude, una falda corta tipo jean y una blusita con los hombros al descubierto la cual dejaban una vista inmejorable de mis pechos. De seguro cuando me vean algo lograre.
Al verme los tres se idiotizaron, Camila mami, estas súper hermosa. Entre los tres me decían ese tipo de cosas lo cual me hicieron sentirme más linda de lo que me veía. Ya logre el primer paso. Pero como hacer para llegar hasta el final sin parecer una buscona, aunque no lo crean fui en busca de una orgia pero no quería que ellos pensaran que era una bandida. Que irónico pensaba.
Charlábamos de muchas cosas y de lo que hacíamos en el colegio. Muchas risas salían a relucir y en medio de bromas ya no se me ocurría nada que incitara algo atrevido y que provocara mi escena. Pero cual sería mi sorpresa cuando los padres de Ricardo se despiden. Iban a un matrimonio y dejando a cargo de la casa a su hijo nos hicieron saber que iban a tardar.
Esta es mi oportunidad, es ahora o nunca, la situación no podría ser mejor, estaba sola en la casa con tres hombres, si quería una mejor oportunidad no podría tenerla. Pero Ricardo me facilitaba las cosas.
- Cami estamos solos, que quieres hacer? Dijo Ricardo en un tono bien marcado de lo que quería.
- Uy papi lo que tú quieras. Que se te ocurre. Digo yo ya con el corazón a mil.
- Pues no se dime tú.
- Pues se me ocurren algunas cosas pero no sé si te animas
- A ver como que será lo que se le ocurre al señor.
- Pues mami, ya sabes, estas muy provocativa y se me ocurre que podríamos ir a mi habitación y hacer algunas cosas ricas.
- Y porque debemos ir allá. Acaso aquí no podemos hacerlo?
Todos me miraban con una cara de sorpresa mayúscula. Prácticamente le dije que quería coger delante de los otros dos chicos. Era evidente que ya la locura se había apoderado de mí. Ya no era la misma Camila de algunas semanas atrás.
- Pues si quieres hacerlo aquí, no le veo problema.
- Ok. Hagámoslo.
Pero con lo que yo no contaba era que él estaba tomándome del pelo y creía que yo también bromeaba. Soltó una carcajada la cual fue acompañada por la de los otros dos chicos.
- No se rían, estoy hablando en serio.
- En serio cami? Quieres hacerlo aquí conmigo delante de ellos.
- Pues no le veo problema, acaso tu sí.
Nuevamente se rieron. Pero lo que dije después les quito las dudas.
- Sácatelo pa chupártelo.
- Dios cami estas hablando en serio.
- No quieres?, bueno Carlos entonces sácatela tú.
- Cami, de veras quieres hacer eso? Dijo Carlos abriendo los ojos lo más que pudo.
- Si, de veras, es más los tres sáquense las vergas. Pa chupárselas.
Ahí ya se dieron cuenta de que iba en serio, y más cuando me arrodille delante de ellos. Dios ni me conocía yo misma, estaba pidiendo a gritos que me cogieran tres tipos, y todo por querer sentir lo que en ese sueño había sentido. Quería saber que era tener un orgasmo.
Al ver las tres vergas apuntándome bien erectas deje de pensar. Y sin más nada que decir tome la primera. Chupaba como una profesional, algunos segundos después tome la otra y luego la otra, mientras chupaba me fue desvistiendo hasta quedar solamente con la tanga.
- Dios Camila no pensé que fueras tan caliente.
- Ni yo Ricardo, créeme que jamás pensé que podría estar en esta escena.
- Y porque lo estás haciendo.
- No sé.
Cuando Carlos me levanto y me quito la tanga sentí que vibre. Y al despojarme de ella la emoción que me lleno fue increíble. Me sentía como un niño en una confitería, tenía tres vergas para mi solita, y seguramente esta vez sí podría venirme.
Carlos me acostó en el sofá y abriéndome las piernas y sin decirme nada me la metió.
Sentí una vibración por todo mi cuerpo y un placer inigualable, casi que de inmediato sentí como una gran cantidad de líquidos corrió por mi coño inundándolo y empapando a Carlos. Un grito ensordecedor seguido por un inmenso placer se adueño de mí ser. SIIIIIIIIIIIIIII. O por dios que rico. Fue lo que grite.
Carlos siguió embistiéndome mientras Ricardo y Juan David se intercambiaban mi boca para mamarles la verga.
Sigue sigue no pares, gritaba mientras podía, y así hasta que tuve un segundo orgasmo esta vez mas pronunciado que el primero.
Dios dos orgasmos seguidos, estaba en el cielo y no quería bajarme de ahí. Sentí un liquido caliente en mi chucha lo cual me hizo bajar de un trancazo, dios no pensé en cuidarme, al ver como el semen de Carlos salía de a poco por mi chucha me hizo preocuparme un poco pero el placer que estaba sintiendo gano y de inmediato le pedí a Ricardo que continuara. Sin más ni menos él se acomodo delante de mí y levantando mis piernas me empezó a clavar. Que rico sentía de veras. Había olvidado mis buenos principios y estaba actuando como una perra en celo. Pero no tenía tiempo para pensar en eso porque otro orgasmo me hizo olvidarme de todos mis principios y códigos morales. Ricardo no paro de follarme y solo cuando se vino dentro de mi me dejo tomar un respiro. Mientras Ricardo me dejaba llena de leche Juan David me tenía la boca cansada de tanto mamársela. Entonces le pedí que ahora me siguiera follando0 el.
Relevando a Ricardo, Juan David no tuvo que hacer mucho esfuerzo para meter su verga, ya mi chucha estaba muy dilatada, pero se las arreglo para darme placer y su manera de moverse y de metérmela me hizo llegar nuevamente. O por dios de lo que me estaba perdiendo, desperdicie 3 años de mi vida, solté una risita en ese momento la cual se me apago cuando Carlos me metió su verga en mi boca. Otra vez me estaban follando la boca, era algo súper confuso, sentía incomodidad con la manera como me metían la verga en la boca pero no quería que parara de hacerlo. Juan David me echo su leche adentro lo cual me hizo mirarlo y sonreírle.
- Como estuvo papi?
- Delicioso mamasota. Tu si que sabes culear.
- Al contrario ustedes son los que sabes como coger. Me han cogido muy rico. Pero quiero que sigan cogiéndome.
Carlos me levanto del sofá y llevándome al espaldar de una silla me pone de 4 piernas dejando mi coño al descubiero. Pensé que iba a cogerme por el culo pero me la metió por mi chucha, cosa que agradeci. Mientras me cojia por la cintura y me lo empujaba Ricardo me la metia en la boca mientras que juan David me sobaba mis tetas. Solte otro orgasmo en esa forma lo cual me hizo temblar las piernas. Pero era tal el descontrol que ni por el HP pensé en detenerme.
Asi hicieron todos su turno llegándose dentro de mi. Entonces Ricardo me dijo que quería verme con dos vergas dentro. Jamás lo había pensado, pero tenía sentido no. Entonces el se sentó en el sofá y me llevo con él. Abriéndome las piernas me hizo sentarme sobre su picha, luego me arrecosté a él y Juan David empezó a metérmela por el culo. Me unto con saliva y lucho hasta que me la metió. Ahhhhhh que dolor. Mi culo era virgen. Pero casi que enseguida un nuevo orgasmo disimulo el ardor, empezaron a follarme con mucha sutileza porque era muy incomodo. Entonces Carlos me metió su picha en mi boca completando la escena que vi en una película porno una vez y que me había dicho a mi misma en esa oportunidad que jamás sería capaz de hacerla. Empecé a pensar en que diría mi madre si me viera en esa. Con tres vergas dentro de mí. Estaba tan pérdida en el placer que solo pedía mas y mas y mas.
Luego cambiaron de agujeros, se rotaron. Pero de la misma manera tenía tres penes encrustrados. Uno a uno se iba viniendo. Me dejaron el culo lleno de leche, luego la boca y por último la chucha. Me dejaron tendida en el suelo. Estaba muy sudada, con el cabello lleno de leche al igual que mis tetas y la chucha.
Ya no tenía más energías y ellos también estaban exhaustos, por lo que procedimos a limpiar el desastre que hicimos.
Hablamos por algunos minutos de lo delicioso que la pasamos. Les implore que lo mantuviéramos entre los 4 y así podríamos seguir haciéndolo, obviamente quería que se repitiera, había tenido 7 orgasmos en una misma noche. Ellos me juraron que jamás hablarían de esto con nadie y que también querían repetirlo.
Me llevaron hasta mi casa y mientras iba en el auto con Ricardo le hice una chupada que lo hizo dejarme llena de leche la boca otra vez. Entre a la casa caminando como un pingüino pero plenamente satisfecha.
Al día siguiente lo primero que hice fue llamar a cada uno de ellos para darles las gracias por lo que me habían hecho vivir. Aprovechamos para encontrarnos otra vez ese mismo día.
Así me volví una amante y adicta al sexo fuerte. Actualmente todavía nos vemos los 4. Pero desde ese día mi vida cambio. Hasta tal punto que casi diario tengo sexo. Ya con la mayoría de mis amigos me he acostado, ya sea individualmente, con dos, tres y en algunas oportunidades con 4 y hasta 5 al tiempo. Es tal la adicción que tengo que ni mi familia respeto, dos primos han caído en mis brazos al igual que un tío. Pero eso los contare en otra oportunidad.